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Poción de amor por TabiiiTa

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Notas del capitulo:

Tenía esto listo hace como dos semanas, pero no me decidía a publicarlo. No me convencía mucho. Pero hoy lo releí y no está tan mal. Y es esto o nada, mi cerebro se fundió con Poción de Amor. :c

 

Jinki cumplió su palabra de darle una oportunidad y nunca se negaba a las solicitudes de citas de Jonghyun, pero eso no quería decir que las cosas fueran sencillas. De hecho, las primeras citas fueron una tortura. Jinki  hacía toda clase de cosas que volvían loco a Jonghyun y le provocaban ganas de saltar sobre él y comérselo a besos, Jonghyun de verdad intentaba controlarse pero era simplemente imposible. ¿Cómo podía existir un hombre tan adorable?  ¿Y cómo podía resistirse a él?

Más de un par de veces había intentado saltar sobre el hombre mayor; pero claro, besos, caricias y hasta apretones de mano le habían sido negados. Salir con Jinki era como estar parado frente al árbol de la fruta prohibida y Jonghyun presentía que pronto sería arrastrado al infierno.

Aunque, claro, no era tan malo, bastaba una sonrisa radiante del hombre mayor para que Jonghyun tocara el cielo otra vez.

 

Jinki tenía su corazón en sus manos.

 

Hubo un tiempo en que la presencia de Jinki le era indiferente, pasaba desapercibido para él al menos que le hablara. Pero desde que había tenido la oportunidad de conocer a Jinki – después de haber caído en el amor por él – estaba hiperconsciente de cada movimiento suyo.

Cuando estaban juntos bastaba que Jinki levantara un dedo para tener a Jonghyun expectante, anticipando cualquier movimiento, especialmente algo de skinship – aunque, claro, ese nunca era el caso.

De cualquier manera, eso le permitió notar las sutiles pistas de los sentimientos de Jinki. No era amor, todavía. Pero definitivamente había algo allí. Jonghyun había notado que Jinki sabía muchas cosas sobre él, cómo gustos, aficiones o manías. Y cada vez que el mayor demostraba saber esas cosas – aunque se tratara de algo tan pequeño como su sabor favorito de bebida – Jonghyun recordaba las palabras que Jinki le dijo una vez.

“Me he estado fijando mucho en ti porque me gustas.”

Se sorprendió la primera vez –fue una grata sorpresa– pero las siguientes contempló a Jinki con adoración mientras la cálida sensación de felicidad se esparramaba por su pecho. Su vida era mucho mejor desde que Jinki había aceptado su proposición.

El camino era incierto. Pero Jonghyun tenía su meta muy clara y nada lo detendría para ganar el valioso corazón de Jinki  y tenerlo también en sus manos como era justo. Mucho menos, desde que sus posibilidades aumentaban día tras día.

Está de más decir que Kibum fue el menos contento con la noticia. Jinki tenía miedo de contarle al principio, pero no se lo quiso ocultar por mucho tiempo. Y cuando Kibum se enteró los miró incrédulos a ambos y luego tomó a Jinki de la mano y gritando “Tengo que hablar a solas con MI hyung” se lo llevó a algún lugar lejos de él. Más tarde Jinki le explicó que Kibum sólo estaba siendo sobreprotector y que estaba celoso porque había comenzado una vida amorosa antes que él y sin avisarle. A parte de eso, Kibum lo tomó bastante bien –si ignoraba el hecho de que le dirigía miradas recelosas cada vez que lo veía cerca de Jinki– y pareció olvidar el hecho de que Jonghyun moría de amor por él hasta hace un par de días antes.

Ahora que no estaba cegado por el amor podía ver claramente todos los defectos de Kibum, pero a la vez podía ver mucho más de su lado bueno, ese que había ocultado cada vez que Jonghyun intentaba acercarse. Y notó las virtudes por las que Jinki decía querer tanto a su mejor amigo. Kibum lo trataba mucho mejor ahora que no tenía ninguna intensión amorosa con él. Y Jonghyun se dio cuenta de lo sobreprotector que era con sus amigos, de los mucho que los cuidaba y se preocupaba por ellos.

Taemin por otra parte, fue cauteloso con él los primeros días. De vez en cuando le dirigía miradas desconfiadas –que Jonghyun suponía aprendió de Kibum, pero después de comprobar que sus intenciones no eran malas toda la desconfianza se esfumó. Jonghyun tenía que darle crédito a Minho y su poder de convencimiento también. Taemin era un chico agradable una vez que se llegaba cerca de él, Jonghyun no tenía ninguna queja sobre él. A pesar de ser un mocoso manipulador, era casi tan adorable como Jinki – y Jonghyun secretamente tenía cierto fanatismo por él.

Afortunadamente, Minho estaba de su parte –si es que había partes. Se hicieron más cercanos gracias a que Jinki y Taemin eran amigos. El circulo amistoso de Jinki, Kibum y Taemin terminó teniendo dos miembros más. Y los cinco compartían una mesa a la hora de almuerzo.

Así que en definitiva, su vida era mucho mejor desde que se había acercado a Jinki. Quizás seguía siendo el tipo con pinta de matón y Jinki seguía siendo el tipo nerd que todos ignoraban, quizás la mayoría de la escuela los miraba raro cada vez que estaban juntos, pero a Jonghyun no podía importarle menos. Mientras él pudiera ver la maravillosa persona que era Jinki –ese chico cálido, atento, fuerte y amable– y mientras Jinki decidiera mantenerlo a su lado, toda marcharía de maravilla para él.

 

 

 

Jinki estaba siendo cauteloso. Confiaba en Jonghyun. Decidió creer sus palabras y aceptaba cada vez que le pedía salir. Pero temía que los sentimientos de Jonghyun cambiaran de un momento a otro como había pasado con Kibum. Por eso se asustaba cada vez que su corazón daba vueltas locas estando junto al menor, Jonghyun había intentado demasiadas veces besarlo o hacer cosas románticas con él, pero Jinki ponía un alto enseguida; poniendo el límite en donde aún pudiera dar marcha atrás si las cosas salían mal.

Jinki era cauteloso, pero también codicioso. Esperaba que los sentimientos de Jonghyun perduraran hasta que tuviera el valor para dar rienda suelta a los suyos propios. Hasta que llegara el punto en donde no tuviera nada que perder, pero sí todas las de ganar. Jinki tenía la esperanza de que Jonghyun lo amara hasta que fuera capaz de decirle ese ansiado te amo de vuelta. Esa frase de cinco letras que mantenía guarda bajo siete llaves, con la esperanza de decírsela a la persona indicada y en el momento correcto.

 

Jonghyun era alocado y romántico, lo cual resultaba una pésima combinación para la imagen de Jinki. En menos de un mes toda la escuela se enteró de que estaban saliendo gracias a las constantes demostraciones de afecto de Jonghyun. Pero bueno, a Jinki nunca le había importado demasiado su imagen y – debía reconocer  que– a Jonghyun no parecía importarle nada más que él. Con cada demostración pública lograba que por su pecho se propagaba un cosquilleo agradable y también  que sus mejillas estuvieran frecuentemente de color carmesí.

Aún así, no lograba acostumbrarse a Jonghyun y su romanticismo. Jamás se habría imaginado que Jonghyun era del tipo romántico, pero lo comprobaba cada vez que el menor, sin importar el lugar, decía algo cursi que le hacía sonrojar hasta las orejas. O cuando estaban en la comodidad de la habitación del menor y Jonghyun agarraba la guitarra y le cantaba canciones de amor que él mismo escribía. O cuando estaban en público y le susurraba lo hermoso que era sólo para que él pudiera escuchara, pero permitiendo que todos notaran el efecto de sus palabras en sus mejillas.

Aunque Jinki no era el único siendo avergonzado por un novio sin sentido de la vergüenza.

        – ¿Qué acaso tienen un imán? – La franqueza incontenible de Kibum se decidió a actuar en ese momento. Justo cuando Minho llegaba a la mesa compartida y envolvía sus brazos cariñosamente en la cintura de Taemin, como hacía cada día a la hora del almuerzo.

        – Key hyung, no seas envidioso tú también encontraras a alguien – Taemin lo miró con ojos inocentes a pesar de sus palabras agudas.

        – No trates te hacerme parecer el del problema. Estoy perfectamente bien sin alguien que esté las 24 horas del día pegado a mí. Ustedes, sus molestos ojos brillantes y sus manos sueltas son el problema. ¿No pueden controlarse por lo menos durante el almuerzo? – Kibum sacudió la cabeza con reproche y les dio a ambos su mejor mirada incriminatoria.

        – No – Respondieron Minho y Taemin al unísono, haciendo que Key se mofara mientras alzaba una ceja.

        – Me agradabas más cuando no eras gay – Le dirigió una mirada fulminante a Minho, como respuesta final antes de disponerse a comer su comida. Sin embargo las siguientes palabras de Minho detuvieron cualquier movimiento realizado en la mesa.

        – No soy gay – Cuatro pares de ojo se fijaron en él y hubo un espeso silencio hasta que el alto decidió hablar otra vez. – Sólo me gusta Taemin – corrigió, para que todos quitaran las caras de horror.

Una seguidilla de suspiros de alivio fue audible en el lugar y al minuto siguiente todos retomaron su tarea. Aunque claro Kibum se aseguró de darle una de sus miradas que decía “les tengo lastima” mientras sacudía la cabeza de lado a lado.

Jinki siguió comiendo como si nada, aunque estaba lo suficientemente cerca como para escuchar la declaración privada que Minho susurró para de Taemin: “Tú siempre serás mi excepción favorita”. Esbozó una ligera sonrisa y miró de reojo a la pareja, Minho todavía sostenía a Taemin de la cintura y el menor estaba comiendo su almuerzo cabizbajo, pero aun así Jinki podía ver su mejilla rojas y su sonrisa gigante.

Devolvió su mirada al frente sintiéndose culpable por ser testigo de ese momento de intimidad, sólo para encontrarse con otro par de molestos ojos brillantes de los que Kibum hablaba puestos sobre él. Jonghyun estaba mirándolo como siempre con esa mirada de cachorro ansioso y Jinki sólo pudo encogerse en su silla, esperando que Kibum no decidiera dirigir sus comentarios impertinentes hacía ellos al notarlo, porque definitivamente tendría mucho material. 

        – Y ustedes – Oh, Kibum y su poder extrasensorial para leer sus pensamientos atacaba otra vez – ¿Cuándo van a ser novios? Ya es hora de que le digas que sí, Onew hyung.

Jinki se encogió un poco más en su silla e intentó ocultar su cara repentinamente roja con una mano.

        – Estoy dispuesto a esperar por él. No lo presiones, Key. – Jonghyun intentó detener a Key al notar el nerviosismo del mayor, pero no funcionó. Ya que la audición selectiva de Kibum estaba en acción.

        – Entonces tendrás que esperar una vida. Onew hyung no es honesto con este tipo de cosas. Ni siquiera había mencionado que le gustabas antes de que anunciaran su ¿relación? – Dijo la última palabra con duda, sin saber cómo referirse a lo que había entre ellos. Ni ellos mismos lo sabían en realidad.

        – Eso es porque… bueno…tú... y nosotros. –  Jinki se esforzó por decir algo pero antes de que pudiera salir algo coherente de su boca Kibum lo interrumpió.

        – No hay excusas, la traición nunca será borrada de mi mente hyung. – Kibum haciendo una expresión dramática, puso cara de llanto mientras sostenía su pecho con la mano derecha.

        – ¡Kibum! – La voz del mayor salió suplicante, y su expresión debe haber sido peor para que Kibum detuviera la broma tan pronto. La verdad es que sí había traicionado a Kibum y lo recordó en ese preciso momento.

        – Sólo estoy bromeando – Kibum le sacó la lengua pero al ver que su cara no mejoraba, rellenó su plato con trozos de pollo– Aquí tienes, come mi parte también, pollomaníaco.

Jinki se esforzó por darle una sonrisa y cuando Kibum le sonrió de vuelta devolvió su vista al frente. Vio a Jonghyun mirarlo con preocupación, pero decidió ignorarlo y sólo se concentró en terminar su almuerzo.

Terminando de comer, se excusó para ir al baño.

Una vez allí, se quedó mirando el espejo por unos minutos,  apoyado en el lavabo.  Abrió el grifo y mojó su cara con abundante agua para refrescar su mente. No mucho tiempo después, entró Jonghyun. Jinki sólo notó su presencia cuando levantó la cabeza y lo vio de pie a su lado ofreciéndole papel absorbente. No fue tanto de una sorpresa porque Jonghyun siempre estaba a su alrededor,  así que con total naturalidad le dio una pequeña sonrisa y tomó el papel absorbente de sus manos.

        – ¿Todo bien? – Jonghyun se apoyó en el lavabo mientras Jinki se secaba la cara.

        – Kibum – respondió con honestidad. Jinki ya no se molestaba en ocultar sus preocupaciones de Jonghyun, había aprendido a confiar en él.  – Sé que no lo dijo en serio, pero es cierto. Lo traicioné y no he dejado de sentirme mal por ello.

En momentos como esos Jonghyun se arrepentía de haberle contado todo sobre la poción a Jinki. Quizás si hubiera mantenido el secreto le habría ahorrado sufrimiento al mayor y no tendría que verlo afligido por algo que él provocó. Pero como no podría arreglar el pasado, simplemente debía tratar de hacer mejor su presente.

        – No tienes que hacerlo. Sólo cúlpame a mí. Quita cualquier carga de tus hombros y ponla en los míos.

        – Tampoco quiero que tú te sientas mal... – Jinki le dio una débil sonrisa a medias, pero a pesar de eso Jonghyun sintió una oleada de bienestar recorriendo su cuerpo ante esas palabras, Jinki preocupándose por sus sentimientos era algo que siempre conseguía emocionarlo.

        – Entonces olvidémoslo. Finjamos que nunca pasó. Kibum está bien, nosotros estamos bien. ¿Por qué atormentarnos con algo que prácticamente no pasó? – Jonghyun le brindó la mejor solución que se le ocurrió, esperando ayudar a Jinki.

        – ¿Estaría bien? – Jinki lo miró entre esperanzado y asustado.

        – Estaría bien – Confirmó Jonghyun y eso fue todo lo que Jinki necesitó para volver a sonreír de verdad.

Jonghyun sintió ganas de lanzarse a abrazarlo y apretarlo ente sus brazos, pero el pensamiento se quedó como tal cuando Jinki se alejó de él hacia el basurero para botar el papel absorbente usado.

Jinki escuchó a Jonghyun suspirar y cuando se volteó a verlo, el menor agarró su mano y lo sacó del baño.

        – Ven conmigo, tengo algo que decirte.

Jinki quería preguntarle qué era eso que tenía que decirle y si no podía decirlo allí mismo, pero prefirió dejarse arrastrar por Jonghyun, de todas maneras ya suponía a donde lo llevaba y le gustaba pasar tiempo con él en la azotea.      

 

 

 

Kibum se quedó viendo a Jonghyun  salir tras Jinki. Ni siquiera había terminado de comer, pero apenas vio a Jinki marcharse se levantó dejando su plato de lado. Kibum había tomado bien la idea de ellos estando juntos, no le gustaba Jonghyun y se había sentido feliz al saber que el chico más bajo había dejado de estar loco  de amor por él, pero había una pisca, una pisquita de su orgullo que le hacía sentir un poco celoso y herido. Sin embargo, lo olvidaba fácilmente cuando veía a su hyung sonriendo tan contento junto a Jonghyun. Jinki parecía un poco más feliz desde que su relación con Jonghyun había comenzado y eso le hacía feliz también.

Jinki no era la clase de persona que expresara sus sentimientos. Kibum llevaba un largo tiempo siendo su amigo, pero jamás había escuchado a Jinki diciendo que le gustara alguien; hasta ahora. Y bueno, en realidad tampoco lo había dicho exactamente, pero era bastante obvio.

Que su mejor amigo y su ex pretendiente comenzaran a salir, no era el único hecho extraño que había tenido que enfrentar. Había todo un misterio con su diario de vida. Toda una semana de escritos había desaparecido y cuando Kibum intentaba recordar que había pasado esos días nada llegaba a su mente. No le dijo a nadie, porque a veces la gente olvidaba cosas ¿verdad? Creyó que quizás en unos días lograría recordar, así que le restó importancia. Pero aun así había una molesta sensación de que había olvidado algo importante.

Varias semanas después, entre el ajetreo de los exámenes finales, regañar al par de melosos de Minho y Taemin y de incentivar a su hyung a aceptar a Jonghyun, consiguió olvidarse por completo de ello. Dejó de preguntarse qué había pasado con las hojas rasgadas de su diario y se sintió más aliviado después de hacerlo. Fue como quitarse una carga de los hombros.

Salió de sus pensamientos gracias al brazo de Taemin rodeando sus hombros. Ni siquiera notó que los dos tortolitos se habían sentado junto a él, uno a cada lado.

        – Key hyung, no estés triste. Minho tiene a un montón de amigos guapos, puede presentarte a algunos. ¿Cierto, Minho?

        – Claro – Confirmó Minho, dándole una palmada en la espalda como hacen los tipos rudos.

        – No estoy interesado. Creo que aún no estoy listo para el amor.

        – Y yo creo que deberíamos empezar a regalarte gatos, a este paso serás un solterón como la vieja loca de los gatos.

Key sólo rodó los ojos ignorando su comentario  y siguió comiendo su comida sin molestarse en zafarse de ellos. Al menos así, no tenía que ver a los dos acaramelados con sus molestos ojos brillantes destilando amor.

 

 

 

A penas llegaron a la azotea Jonghyun soltó su mano y se volteó a verlo. Trató de ocultar una sonrisa traviesa mientras Jinki se deleita viendo como sus labios se torcían y sus ojos se arrugaban en el intento. Era un día algo fresco y la brisa despeinó un poco el cabello de Jonghyun.

        – ¿Sabes qué día es hoy, hyung? – Jinki estaba demasiado concentrado en un mechón en particular del cabello de Jonghyun que se quedó levantado por la brisa que golpeó a ambos al salir al aire libre. Con demasiada facilidad su mano se dirigió a alisar el cabello de Jonghyun.

        – ¿Eh… martes? – adivinó Jinki, mientras hacía su tarea.

        – ¡Hyung! – Jonghyun lo regañó, pero en vez de mirarlo enojado hizo una mueca de decepción.

        – ¿Qué? – Jinki alejó su mano y miró a Jonghyun  sorprendido.

        – ¿De verdad no lo sabes? – el menor insistió haciendo un puchero y mirándolo con el entrecejo fruncido.

        – No…? ¿Pasa algo especial hoy? – Jonghyun lo miró con reproche por largos segundos y entonces Jinki aprovechó para peinar nuevamente su cabello rebelde que estaba nuevamente despeinado. Sin embargo, el menor le sujetó la mano cuando estaba por alejarla de su cabeza y una sonrisa radiante se instaló en su rostro.

        – ¡Felices tres meses! – Jinki lo miró estupefacto y parpadeó repetidas veces. No creía que tres meses habían pasado tan rápido, se sentía como tres semanas desde que había decidido darle una oportunidad a Jonghyun – Como agradecimiento por dejarme estar a tu lado todo este tiempo, tengo un regalo para ti.

Jinki lo vio sacar una cadena del bolsillo y luego acercarla a su cara. Era un collar, aparentemente de acero, con el símbolo del infinito. Jinki no tuvo demasiado tiempo para admirarlo, porque Jonghyun enseguida rodeó su cuello con sus brazos y procedió a atarlo.

Cuando terminó de atar el collar no se molestó en alegarse, en cambio movió sus brazos hacia la cintura de Jinki y lo envolvió en un abrazo. Jinki no reaccionó negativamente, durante los últimos días había permitido que Jonghyun avanzara con su skinship, permitiéndole abrazarlo y tomar sus manos. Así que simplemente se quedó allí, sintiendo la cálida sensación en su pecho – que siempre aparecía cuando estaba con Jonghyun – expandirse por su cuerpo.

        – Gracias – susurró Jonghyun cerca de su oído.

        – Soy yo quien debería agradecerte.

Apenas fue consciente de la sonrisa involuntaria que se instaló en su cara. Se separó un poco de Jonghyun y tomó el collar en sus manos para examinarlo, era muy bonito y delicado.

        – Me gusta – Comentó Jinki aun mirando la cadena.

        – Tú también me gustas – Declaró Jonghyun al azar, haciendo que Jinki levantara la vita hacia él. No se cansaba de ver el rostro avergonzado de Jinki cada vez que decía aquello. Era todo un espectáculo ver sus mejillas rojas y su rostro sorprendido.

Jonghyun río contagiando a Jinki fácilmente y luego ambos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro. Jinki fue nuevamente desconcentrado por el mechón de cabello rebelde y otra vez estiró su mano para alaciarlo. Sin embargo, su mano quedó colgando a medio camino cuando Jonghyun se inclinó hacia él y apenas tuvo tiempo de contener la respiración antes de sentir un par de labios sobre los suyos.

 

 

Salir con Jinki era como estar parado frente al árbol de la fruta prohibida y Jonghyun finalmente sería arrastrado al infierno.

No pudo evitarlo, Jinki era la tentación misma. Se veía tan adorable luchando para arreglar su cabello, su cara de concentración y el gesto en sí estaba consiguiendo bajar las defensas de Jonghyun. Jinki estaba tan cerca que podía oler el aroma de su colonia. Había estado conteniendo durante tanto tiempo las ganas de besarlo, que creía se volvería loco muy pronto. Le dio un abrazo intentando deshacerse de las tremendas ganas de besarlo que lo invadieron de repente, pero no funcionó.

Jonghyun terminó probando la fruta prohibida.

Un escalofrío paralizante corrió por sus venas durante el segundo en que sus labios se tocaron. Sólo fue un roce de labios, pero Jonghyun pudo experimentar el miedo y la ansiedad por la respuesta de Jinki.  Esperó a que Jinki lo empujara y lo alejara; y esperó la mirada incrédula y el rechazo y el inevitable apretón en su pecho. Pero, todo lo que  pudo ver fue una leve sonrisa avergonzada en el rostro del mayor. Las mejillas de Jinki estaban pintadas de un leve color rosa y a Jonghyun le dieron ganas de besarlo otra vez.

Si estuviera molesto ya me habría detenido y regañado, pensó Jonghyun mientras dirigía su mano izquierda a la mejilla de Jinki. Jinki tenía la vista baja y gracias a la cercanía Jonghyun podía ver con toda claridad el batir de sus pestañas.

Tan adorable. Tan hermoso.

Las mejillas de Jinki se oscurecieron aún más haciendo que se diera cuenta de que había murmurado esas palabras en voz alta.

La mejilla de Jinki ardía bajo su palma fría. Jonghyun no pudo resistirse y volvió a inclinarse hacia él. Le dio otro beso, esta vez uno de verdad; lo besó con tal intensidad que lo dejó sin aliento.

Este, fue un beso real, un beso tan real que le hizo creer estar soñando. Podía sentir el pulso en sus oídos. Su corazón había bajado hasta su estómago haciéndolo sentir todo un revoltijo.  ¿Por qué Jinki no estaba apartándolo como siempre hacía cuando intentaba besarlo? Lo tomó como una señal y simplemente se sumergió en el beso, queriendo demostrarle cómo lo volvía loco, lo mucho que lo quería y necesitaba a su lado.

Se apartó y con los ojos cerrados respiró el delicioso aroma de Jinki. Podía sentir el aliento del mayor golpeando a un ritmo irregular sus labios. El suyo estaba peor, casi olvidó lo que era el aire.

Abrió los ojos lentamente mientras sonreía como idiota. Sus ojos se encontraron con la mirada embelesada de Jinki, como si se hubiera perdido en medio del beso, y sintió su propio rostro subir de temperatura, pero eso no le impidió decir las palabras que decía cada vez que se sentía explotar a causa de Lee Jinki.

        – Te amo.

Jinki nunca había respondido sus te amo de vuelta, pero eso no lo desanimaba, sabía que tomaría tiempo para que Jinki se enamorara de él. Pero se conformaba con saber que los latidos de Jinki se aceleraban cada vez que escuchaba sus declaraciones de amor, así que su mano derecha se elevó naturalmente hasta posarse en el pecho de Jinki encontrándose allí con una respuesta que le hizo ampliar todavía más sus sonrisa.

En corazón de Jinki latía desbocado, al igual que el suyo.

Jonghyun no necesitaba una respuesta con palabras, aquella pequeña señal decía mucho más que mil palabras.

Sin embargo, contra todas sus expectativas Jinki respondió esta vez, en voz baja y con timidez; un “Te amo” susurrado sobre sus labios. Fue casi inaudible, pero Jonghyun logró escucharlo y sus ojos se dilataron por la sorpresa, haciendo que las mejillas de Jinki se pusieran más rojas y bajara la mirada.

Jonghyun comenzó a balbucear y nada salió de su boca, palabras como “¿de verdad?” “gracias” “te amo tanto” “estoy tan feliz”, se quedaron atascadas en su lengua, mientras sonreí incrédulo y la sensación desbordante de felicidad era tal, que sus ojos se humedecieron de la emoción.

Apartó su mano derecha del pecho de Jinki para llevarla a su otra mejilla, y sujetando su rostro con ambas manos engatusó ese par de ojos cálidos para que se encontrara con los suyos.  Finalmente estaba pasando. El mayor estaba dirigiéndole una mirada llena de amor y alegría. Y Jonghyun nunca se sintió más feliz en su vida

Se quedó contemplando a Jinki por largo rato, queriendo hacer durar el momento lo más posible, estirarlo hacia el infinito. Y Jinki lo observó también sin saber que sus ojos eran como esos ojos brillantes de los que Kibum se quejaba. Sin notar que desde hace un tiempo, sus ojos desbordaban amor por Jonghyun.

 

 

Dicen que a veces sólo basta un detalle para hacer estallar un corazón, y Jonghyun con cada detalle hacía que el corazón de Jinki explotara, ampliándose en su pecho y haciéndole imposible decir o a hacer cualquier cosa excepto derretirse bajo la mirada amorosa del menor. Esta vez no fue la excepción, bastó que Jonghyun lo contemplara fascinado por largo tiempo para derretirse bajo su mirada.

 

 

Jonghyun nuevamente le dio un beso en los labios. “Gracias”

Luego otro. “Te amo demasiado”

Y otro. “Soy el hombre más feliz del mundo”

Y Jinki recibió cada beso y cada palabra tacita en su regocijante corazón, mientras luchaba por retener la sonrisa que se formaba en su rostro.

Jonghyun se detuvo sólo para susurrar la petición que tanto tiempo esperó hacer. Al fin era el momento correcto.

        – ¿Quieres ser mi novio?

La petición rosó sus labios con un aliento, y Jinki no pudo hacer nada más que asentir contento.

Dicen que a veces sólo basta un detalle para hacer estallar un corazón, y Jinki con el simple hecho de aceptar  hizo que el corazón de Jonghyun estallara en mil trocitos de felicidad que se esparcieron por sus venas como una droga.

Una droga a la que nunca dejaría de ser adicto.

El amor.

Notas finales:

PD: Hace un tiempo comencé a trabajar en un fanfic ¿eterno? sobre cazarrecompensas, en donde Minho es un espadachin, Taemin un hechizero, Key un buscador y Jonghyun tiene el poder de adormecer a las personas cuando canta. Ellos cuatro forman un gremio, pero por x motivo Kibum se va y entra Jinki. Hay toda una historia entremedio. Empieza con algo de Jongkey, pero obvio no dura mucho. (muahahaha)

Tengo la idea de a donde dirgirlo y un vómito de 12.620 palabras en word, pero aún no pienso en como terminarlo. Y cada vez que intento escribir aparecen nuevas ideas y se alarga un poco más.

 

Ahora que por fin, por fin, me deshice de Poción de amor, voy a enfocarme en terminar ese fic.

Así que esperen por él, algún día, lo publicaré, algún día...


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