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Poción de amor por TabiiiTa

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Notas del capitulo:

Bien, sólo les diré que la cosa se pone buena(?) XD

Jonghyun tenía una resaca de los mil demonios. Sentía como si alguien estuviera martillando constantemente su cabeza y estaba por estallarle. Sin embargo, eso no impidió que se levantara y se diera una larga ducha tibia para luego dirigirse a la escuela.  Una resaca era algo que podía soportar.

Como su cerebro estaba en mal funcionamiento cada ruido parecía amplificado por mil al llegar a sus oídos, así que optó por usar unos audífonos grandes para aislarse del ruidoso mundo.

Caminó a pasos lentos, no tenía prisa en llegar. Y aprovechó de aquellos minutos para rememorar lo ocurrido el día anterior. No es que lo hubiera olvidado, pero tampoco había pensado en ello. Recordó la caridad, como ayudó a su hyung a relacionarse con los niños, luego la fiesta, una chica besándolo y  Key rompiendo con él, de nuevo apareció Jinki, estaba vez estaban encerrados en una habitación y Jonghyun tragó pesado al recordar lo que había sentido al estar con él. Luego de hacer el recuento  casi se detuvo de golpe al pensar que en realidad pasar todo ese tiempo encerrado con Jinki parecía mucho más importante que su ruptura prematura con Kibum.

Antes de que pudiera profundizar en sus sentimientos ya se encontraba en la entrada de su escuela y había alguien allí esperándolo. Un chico musculoso, de brazos cruzados le dirigió una mirada asesina desde la puerta, utilizó el suficiente lenguaje no verbal como para que Jonghyun notara que lo esperaba a él y no necesariamente con planes amistosos.

Antes de que siquiera pudiera intentar averiguar si lo conocía de algún lugar, el chico se abalanzó sobre el con un rostro totalmente amenazante y sujetó el uniforme de Jonghyun para aplastarlo contra la pared más cercana.

-¿Eres Jonghyun, cierto? – preguntó en tono brusquedad. Jonghyun estaba lo suficientemente aturdido como para responder afirmativamente casi por inercia.

-Sí, sí, soy yo. Pero maldición ¿qué demonios te pasa? – cuestión Jonghyun. Y le habría gritado enojado de no ser porque eso habría empeorado su dolor de cabeza. Se bajó los audífonos acomodándolos en su cuello y luego sobó sus cienes esperando una respuesta.

-Mi nombre es Lee Joon. – Se presentó el musculoso, sin soltar a Jonghyun – Espero que lo recuerdes porque yo seré quien te parta el trasero si continúas fastidiando a Jinki. ¿Te quedó claro? – Joon completó su amenaza dirigiéndole una mirada asesina.

-¿Qué…? ¿Fastidiar a Jinki? ¿Cuándo…?  – preguntó Jonghyun desconcertado. Si bien había lastimado a Jinki, no creía que contara como ‘fastidiar’, al menos no el tipo de ‘fastidiar’ al que Joon se refería. El chico musculoso parecía estar acusándolo de intimidación.

-No sé qué le hiciste. Pero si quiere perderse los eventos de la escuela por ti debe ser algo muy malo. Sólo vine a dejarte claro que no voy a permitir que nadie vuelva a lastimarlo y si te atreves a tocarle uno solo cabello puedes darte por muerto – después de hecha aquella declaración Joon soltó con brusquedad la ropa de Jonghyun. Jonghyun lo miró aun sin poder creer que alguien se hubiera atrevido a amenazarlo. Antes de que pudiera reclamarle o siquiera explicarle que no había estado molestando a Jinki, el rey de roma apareció.

 

 

 

Fue un milagro que Jinki pudiera dormir con tanto pensamiento rondando su mente, pero las horas de sueño no habían evitado que una par de oscuras ojeras rodeara sus ojos. Al menos sus gafas lograban ocultarlas pero su comportamiento seguía siendo el de un zombie. Estaba absolutamente cansado emocionalmente. Como si sus emociones hubieran sido exprimidas sin descanso.

Lo peor es que en la entrada de su escuela lo esperaba otra emocionante escena en la que se veía involucrado.  Joon estaba de pie frente a Jonghyun con aspecto de pocos amigos y Jinki sabía que Joon tenía esa pinta cuando quería lucir amenazador. Se apresuró a correr hacía ambos y tomó el brazo de Joon con fuerza.

-Joon hyung ¿qué haces aquí? – le preguntó con tono apremainte. Joon no respondió.

-¿Él es el idiota por el que estabas llousydahd – Jinki tapó la boca de Joon con su mano antes de que pudiera concluir su frase.

-Vamos a otro lado – Sugirió y sin soltar la boca de Joon lo arrastró lo más lejos de Jonghyun que pudo, y eso no fue mucho porque Joon y sus músculos pesaban demasiado.

-¿Qué haces, hyung? – volvió a preguntar Jinki con insistencia.

-Vine a defenderte, Jinki-ah. Quiero que todos tengan claro que si se atreven a hacerte algo tendrán que vérselas conmigo. La otra vez dijiste que no querías ver a Jonghyun y Key. Te hicieron algo, ¿cierto? – preguntó Joon abandonando su faceta de matón y poniendo un rostro preocupado mientras sujetaba los hombros de Jinki. – No te preocupes, no te volverán a molestar. Pero aún me falta Key  - declaró Joon soltando los hombros de Jinki para comenzar a caminar con una mirada determinada en su rostro.

Jinki recién asimilando todo lo dicho por Joon, lo detuvo sujetando su mano con espanto.

- ¡Espera! Es un mal entendido. Key es mi amigo. Ni él ni Jonghyun me han hecho nada. Así que no te preocupes. – le explicó Jinki a toda prisa. Joon siempre había sido sobreprotector con él, es por eso que no había querido contarle lo de Jonghyun, temía que viniera a amenazarlo como ahora.

-Pero Jinki, el otro día tú… – Las palabras de Joon se vieron cortadas por el sonido del timbre indicando que las clases iban a comenzar.

-Te lo explicaré luego – le indicó Jinki – ahora tengo que entrar. Y no vuelvas a venir aquí sin avisarme – Jinki se despidió agitando sus manos y dándole una sonrisa rápida.

 

 

 

Jonghyun observó la escena completa desde su lugar, a pesar de que ya había entrado a clases aun no asimilaba muy bien lo ocurrido. ¿Quién demonios era Joon y porque iba a defender a Jinki como si fuera su… novio? Aghh. Tan sólo pensar en esa idea hizo que su estómago se revolviera de manera extraña otra vez. Y que su dolor de cabeza empeorara. Los miró atentamente hasta que se separaron y de verdad parecía que estaban teniendo una pelea de pareja. Joon lo miraba con cara de te protegeré aunque me cueste la vida y  ¡Jinki incluso había tomado su mano!

Si no hubiera estado tan confundido habría creído sentir celos. Pero no, no eran celos. Porque no le gustaba Jinki. No mucho. No al punto de los celos al menos.

Bien, se estaba mintiendo así mismo. Porque si no eran celos ¿qué demonios era lo que sintió al ver a Jinki con el chico musculoso? En aquel momento tuvo unas ganas inmensas de tomar a Jinki y alejarlo de él. La sola idea de pensar que eran novios hacia que su pecho se oprimiera y su estómago se revolviera. Se suponía que Jinki estaba enamorado de él.

 Quería que Jinki estuviera enamorado de él. Quería que Jinki lo mirara con sus ojos tiernos y cálidos sólo a él. Y si, definitivamente estaba siendo egoísta de nuevo, pero no podía controlar sus sentimientos. Sentía la imperiosa necesidad de monopolizar a Jinki sólo para él.

Se mantuvo la mitad de la clase desquitándose con su cuaderno, apuñalaba sin piedad las hojas con su lápiz mientras mantenía su vista fija en la espalda de Jinki, que estaba sentado en los primeros puestos. No sabía por qué lo de Joon lo estaba perturbando tanto. Por su propio bien, tomó un par de pastillas para el dolor de cabeza que traía en su mochila y se dedicó a dormir el resto de la clase.

 

 

 

Jinki trataba de concentrarse en clases, pero podía sentir la insistente mirada de Jonghyun en su nuca. No pudo evitar removerse inquieto en su silla un par de veces, se sentía nervioso y la hora de termino parecía tortuosamente lejana. No dejaba de suspirar con frustración y recibió varias miradas de reprobación de su profesor por parecer distraído.

Cuando el timbre sonó fue como una liberación, todos se movieron casi a la velocidad de la luz y el cosquilleo en su nuca desapareció. Ordenó sus cosas y se puso de pie a toda prisa. Logró caminar hasta la salida antes de que Jonghyun pudiera interceptarlo, de seguro querría alguna explicación pero Jinki no quería hablar con él aun. Casi corriendo se dirigió al salón de Kibum, en donde Taemin ya lo esperaba.

-¡Hola,  Onew hyung!  – lo saludó Taemin al verlo. – Wow, parece que también pasaste una mala noche – comentó divertido al ver el rostro cansado del mayor. Jinki le sonrió y dirigió su mirada a  Kibum. Traía unas enormes ojeras y lucia muy cansado. Jinki se sintió culpable, prácticamente estaba así por su culpa, por haber ayudado a Jonghyun con su tonta idea de la poción.

-¿Estás bien? – le preguntó acercándose a él y tocando su frente, aun si sabía que su problema era principalmente emocional quería asegurarse de que estuviera bien de salud.

-Si – respondió Kibum – No pude dormir mucho anoche, pero estoy bien – comentó Kibum, suspirando.

-Key  hyung lloró toda la noche – explicó Taemin recibiendo un golpe de Key.

-Cállate, Taemin. No necesitas contarle a todo el mundo. – lo regañó Kibum.

-Onew hyung, tiene que saber sobre tu ruptura con Jonghyun – se excusó Taemin haciendo un puchero.

-Lo siento – Jinki se disculpó enseguida. Sabía que Kibum lo estaría pasando mal, el chico rubio era alguien muy fuerte más no insensible.

-¿Por qué te disculpas? No es tu culpa – le dijo Kibum divertido.

-De cualquier manera lo siento –  repitió Jinki.

-Eish~ No te preocupes, estaré bien. Ahora vamos a comer algo. – sugirió Kibum, acomodando su cabello.

-¡Leche de banana! – exclamó Taemin emocionado y los tres se encaminaron al casino.

Consiguieron comprar leche con un par de galletas y como siempre Onew se quejó por la poca variedad.

-¿Qué acaso solo existe leche de banana? 

-Probablemente Taemin sobornó a la vendedora para que trajera sólo banana – comentó Key, dándole una mirada sospechosa al menor.

-¡Yo no hice nada! – se defendió Taemin – Bueno, regalarle flores y comentarle casualmente que amo la leche de banana, no es sobornarla – declaró Taemin con esmerada inocencia.

-Podría hacer eso y decirle que me encanta el pollo ¿crees que funcioné también? – comentó con gracia Onew, mientras sonreía.

-Dudo que pueda traer leche de pollo – replicó Key con una sonrisa sarcástica. Taemin y Jinki rieron mientras caminaban de vuelta al salón.

Jinki guardo la galleta en sus bolsillos para comerlas después y mientras lo hacía encontró el llavero de dinosaurio que solía utilizar para sacarse de la cabeza a Jonghyun. Lo sostuvo en su mano y Taemin lo vio.

-Onew hyung, no te lo había dicho, pero ese llavero me recuerda mucho a Jonghyun – comentó Taemin divertido. Key le dirigió una mirada asesina al llavero y Jinki hizo una mueca de disgusto. Se suponía que ese llavero servía para olvidar a Jonghyun no para recordarlo.

-No vuelvas a mencionar su nombre Taemin – amenazó Kibum con rostro serio, mientras apresuraba el paso.

-Lo siento – se disculpó Taemin siguiendo el ritmo de Key. Ambos llegaron al salón y entraron.

Jinki los siguió de cerca, pero se detuvo para botar su botella vacía de leche al basurero. Y también el llavero de dinosaurio, sería mejor deshacerse de él de cualquier manera no lo necesitaría en un par de días.  Lo sostuvo por unos segundos en su mano mientras lo miraba con frustración  y después de exhalar un profundo suspiro lo dejo caer al basurero.

 

 

 

Jonghyun estuvo siguiendo a Jinki durante todo el receso para poder hablar con él, pero al verlo junto a Key no quiso acercarse. Ni siquiera había pensado en él hasta que lo vio y aun no sabía muy bien cómo enfrentarlo. Aunque verlo le había servido para comprobar que ya no sentía lo mismo por Kibum. Sus sentimientos hacía él se habían desvanecido casi sin notarlo. Ya no sentía ese cosquilleo en el estómago ni ganas de acercarse a él. Le seguía pareciendo atractivo pero definitivamente ya no se trataba de amor.

Aprovechó el momento en que Taemin y Key desaparecieron en el salón para acercarse a Jinki.

-Hyung, ¿podemos hablar? – le preguntó cuándo estuvo a su lado. Jinki se volteó y lo miró sorprendido.

-¿De dónde saliste? – le preguntó desconcertado.

-No importa, vamos a hablar – indicó, tomando el brazo de Jinki para arrástralo a la azotea donde solían tener sus charlas. Jinki no se quejó y simplemente volvió a dar un largo suspiro mientras se dejaba arrastrar.

Atravesaron la puerta de la azotea y Jinki se liberó del agarre de Jonghyun enseguida.

-Siento lo de esta mañana. Joon no debió haber venido aquí, fue todo un mal entendido así que olvida lo que te dijo – Jinki se disculpó sin mirar ni una sola vez a Jonghyun.

-¿Quién es él? – le preguntó Jonghyun con una ceja levantada, sin darle mayor importancia a la disculpa de Jinki.

-¿Eh? ¿Joon hyung? – Balbuceo Jinki desconcertado, pensó que Jonghyun estaría más enojado por la amenaza y menos interesado en saber quién era Joon – Su nombre es Joon, ha estado conmigo la mitad de mi vida – explicó Jinki.

-¿Acaso es tú novio? – preguntó Jonghyun a regañadientes.  Jinki lo miró confundido unos segundos y ni siquiera se molestó en responderle.

-Ya que me disculpé en su nombre, volveré al salón – declaró, dándose la vuelta para salir.

-¡Espera! ¡Aun no me respondes! – reclamó Jonghyun, sujetando su brazo otra vez para detenerlo.

-No es asunto tuyo – respondió Jinki con seriedad. Haciendo enfadar a Jonghyun, si no quería responderle era porque algo había entre ellos.

-Claro que es asunto mío. Vino a amenazarme diciendo que me mataría si te tocaba. Al menos quiero saber qué tipo de relación tienen – le exigió Jonghyun irritado. Jinki se liberó con brusquedad de su agarre y volteó a verlo.

-Es un amigo ¿de acuerdo? – respondió al fin, dándole una mirada centelleante a Jonghyun.

-¿Estás seguro de que no tiene sentimientos por ti? – preguntó el menor aun no satisfecho con la respuesta de Jinki.

-¿Qué demonios, Jonghyun? ¿Por qué te importa? – Replicó Jinki exaltado y enfadado por el comportamiento de Jonghyun –  Hasta hace unos días ni siquiera te importó usarme y lastimarme para estar con Key ¿Por qué te importa ahora si tengo novio o no? – le reclamó el mayor a gritos.

-Por qué hace unos días no me gustabas – contestó Jonghyun sin pensar. El filtro de su cerebro había elegido ese momento para dejar de funcionar.

-¿Qué..? – preguntó Jinki atónito, pensando haber escuchado mal. Buscó frenéticamente la mirada de Jonghyun.

-Me gustas  – repitió Jonghyun cumpliendo con la mirada de Jinki. Ya que había metido la pata, planeaba meterla hasta el fondo.

-¿Y cuándo lo notaste? – Preguntó Jinki casi burlesco – ¿Cuándo Key te dejo? o ¿Cuándo comprobaste que tu plan había fallado? – Desviando la mirada abatido para decir su siguiente frase – No pienso ser tu premio de consuelo, Jonghyun. Ya he soportado bastante de ti. – declaró Jinki, con una mueca de dolor que trataba de ocultar con una sonrisa sarcástica.

-No, Jinki. Lo estás entendiendo mal… yo… tú de verdad me gustas. – explicó Jonghyun a toda prisa intentado que su lengua no se trabara. Su garganta se había secado repentinamente al ver esa nueva faceta de Jinki.

-No te creo. No. No quiero creerte. Porque si lo hago sólo yo saldré perdiendo. – dijo Jinki con frialdad, pero Jonghyun pudo notar las lágrimas en sus ojos y como tragaba disimuladamente el nudo en su garganta.

Jonghyun sintió como si lo apuñalaran. En ese preciso momento recordó como había ignorado los sentimientos de Jinki cuando se le confesó y sentir el dolor de Jinki junto con el suyo era más de lo que podía soportar.

Sintió como si pusieran diez toneladas de peso extra sobre sus hombros y sus pies estaban pegados al piso. Estaba pasmado por el dolor del rechazo.  No sabía si estaba herido al ser rechazado por segunda vez por alguien bajo los efectos de la poción o simplemente por ser rechazado por Jinki. Probablemente ambos.

Para esas alturas debería haber estado acostumbrado al rechazo pero tratándose de Jinki, su amable y cálido hyung que nunca decía no, el dolor parecía mil veces peor.  Lo había dañado tanto que había perdido su confianza. Había dañado tanto a Jinki que lo obligó a sacar su lado frío e hiriente para defenderse.

Cuando encontró su voz para llamar el nombre de Jinki e intentarlo una vez más, Jinki ya se había ido.

 

 

 

Para Taemin ya era algo complicado lidiar con un hyung deprimido por una ruptura, pero cuando vio a Jinki entrar al salón de Key supo que Key no sería al único al que tendría que animar. No había nada realmente diferente en Jinki – físicamente– pero le  bastó ver sus ojos para ver toda la tristeza reflejada allí.

Luego tendría que averiguar que le había pasado, en esos momentos estaba demasiado ocupado haciendo chistes tontos para que ambos sonrieran.

No tardó en sonar el timbre avisando que el receso había terminad, luego de darle un fuerte abrazó a Key se encaminó con Jinki hacía el pasillo. Una vez afuera no tardó en hacerle todo tipo de preguntas a Jinki.

-¿Alguien te molesto? ¿Te hicieron algo? ¿Es por el chico del otro día, el que te rechazo? – Taemin dio justo en el clavo con su tercera pregunta y Jinki le sonrió asintiendo con la cabeza.

-No te preocupes, ya pasara – dijo Jinki, tratando de no preocupar a Taemin. Taemin miró a su hyung con preocupación y luego lo abrazó con fuerza como había hecho con Key antes.

-Recuerda que me tienes a mí, hyung. Pase lo que pase, puedes contar conmigo. – murmuró Taemin aun abrazándolo.

-Gracias, Taeminnie – respondió Jinki, sacudiendo su cabello.

Ambos se separaron al recordar que ya había sonado el timbre y cada uno se puso en marcha para ir a su propio salón. Antes de alejarse demasiado Taemin le grito un ‘¡ánimo!’ a Jinki antes de perderlo de vista.

Taemin llegó a su salón jadeando por la cerrera que hizo para llegar a tiempo. Pero afortunadamente el profesor aún no había llegado al salón. Se sentó en su puesto aun con la respiración agitada y apoyó su cabeza en la mesa, miró hacia el puesto vecino y vio a Minho mirándolo con desdén.

Tratando de animar a sus hyungs había olvidado por completo sus propios problemas. Esos problemas que incluían tocar a Minho de más, un beso, odio, un intento de amistad y de nuevo mucho odio.

-Hola – saludó a Minho, mientras hacia un débil gesto de saludo con su mano.

-¿Olvidaste que no quería que me dirigieras la palabra nunca más? – atacó Minho de inmediato.

-¡Oh! Lo siento – se disculpó Taemin con burla – Mi memoria es tan mala que había olvidado que seguías siendo un idiota.

-Imbécil – murmuró Minho, mientras arrugaba un papel para lanzárselo a la cara. Y dio justo en el blanco golpeando la mejilla de Taemin.

Taemin apenas tuvo fuerzas para tomar el papel y botarlo al suelo. No estaba de humor para pelear con Minho, estaba cansado emocional y físicamente. Simplemente cerró los ojos a la espera de que apareciera el profesor.

Pero nunca llegó. El presidente de la clase fue llamado a la oficina y luego de volver le comunicó a todos que el profesor tenía licencia y no iría por una semana. Lo que quería decir que tenían toda esa clase libre. Taemin dio un suspiro de alivio al escuchar la noticia, tendría toda la clase para descansar.

Cuando estaba por quedarse dormido, escuchó a Minho mover su silla y acercarse a él.

-Oye, mocoso – lo llamó, Taemin abrió sólo un ojo para mirarlo. Minho estaba de cuclillas en el piso demasiado inclinado sobre el para intentar llegar a su oído con sus labios. – Dijeron que usáramos el tiempo libre para estudiar no para flojear – murmuró Minho fastidiándolo.

-Creí que no querías que te dirigiera la palabra – murmuró Taemin, cerrando sus ojos dispuesto a ignorar a Minho y al inoportuno aleteo en su corazón.

-Cambie de opinión – replicó Minho.

-Pues yo no cambié de opinión, sigues siendo un idiota. – respondió Taemin, sin abrir los ojos.  Dándole a Minho el momento propicio para que aprovechara su cercanía y le moridera la oreja.

Lo único que pudo hacer Taemin fue incorporarse y empujar el pecho del chico alto haciéndolo caer sentado en el piso. 

- ¿Qué demonios te pasa, idiota? – le reclamó Taemin exaltado. Minho sólo sonrió haciéndolo enfadar más. Taemin tomó todos los lápices que pudo y se los lanzó, mientras cubría con una mano su oreja como si estuviera herida. Sus mejillas se habían puesto rojas sin notarlo y estaba tan enojado al ver a Minho reírse de él que casi se lanzó a golpearlo.

-No eres el único al que le gusta jugar sucio – respondió Minho con burla.

-¡Idiota! – volvió a exclamar Taemin, totalmente avergonzado al recordar cuando tocó de más a Minho en la fiesta. Esta vez tomó sus cuadernos y se los lanzó. Minho se movió justo a tiempo para esquivarlos y cuando cayeron al suelo tomó uno y se lo lanzó de vuelta a Taemin.

En ese preciso momento apareció el inspector de la escuela para supervisarlos y al ver la pelea de objetos voladores que se estaba desatando en el fondo de salón, no tardó en llamarles la atención.

-Ustedes dos – dijo el inspector con voz alta, llamando la atención de Taemin y Minho, y por supuesto de toda la clase – veo que no tienen interés en estudiar y como al parecer tienen un montón de energía de sobra tendrán que ayudar con la limpieza de la bodega. Los quiero a los dos en la sala de limpieza enseguida. – declaró antes de salir del salón.

Taemin y Minho se miraron desconcertados, Minho se levantó del piso a toda prisa mientras Taemin recogía sus cosas y luego ambos siguieron al inspector.

Una vez en la sala de limpieza, el inspector se encargó de darle un larguísimo sermón sobre la disciplina y luego le pasó un set de limpieza a cada uno indicándoles que aprovecharan el tiempo de la limpieza para reflexionar.

Resulta que la bodega estaba en la parte trasera de la escuela y Taemin jamás la había visto a pesar de todo el tiempo que llevaba estudiando allí.

-¡Arghh! – se quejó al ver que no era nada pequeño el cuarto y debía estar repleto de cosas inservibles, como sillas rotas y basura en general. Minho parado a su lado suspiró abatido. - ¡Todo esto es tu culpa! – reclamó Taemin mirándolo con enfado.

-¿Mi culpa por qué? Tú comenzaste a lanzarme cosas. – se defendió Minho.

-Pero tú me fastidiaste primero – reclamó Taemin a regañadientes.

-Como sea, de cualquier manera tenemos que limpiar la bodega – comentó Minho mientras abría la puerta – acabemos rápido con esto.

Minho entró a la bodega y Taemin lo siguió. Estaba oscuro así que Minho busco un interruptor y encendió la luz. Como Taemin había pensado, estaba lleno de cosas en mal estado y tendrían que ordenarlo todo entre ellos dos. Volvió a gritar frustrado mientras Minho se sobaba las cienes.

Se pusieron a limpiar en seguida, querían acabar rápido con el castigo. Movieron un montón de sillas rotas de un lugar a otra. Acomodaron mesas cojas, muebles viejos y un montón de cosas más. Botaron pelotas de futbol desinfladas y sacudieron todo el polvo que pudieron sin ahogarse. Tardaron aproximadamente una hora en hacer todo eso y la bodega seguía pareciendo sucia. Taemin pateo con frustración un mueble cercano mientras iba a buscar una escoba, seguramente al barrer todo luciría más limpio.

Tomó un par de escobas y cuando se volteó para pasarle una a Minho, vio como el chico alto forcejeaba con la puerta de una repisa.

-¿Qué haces? – le preguntó Taemin, alzando una ceja.

-¿No tienes curiosidad por saber que ahí dentro? – preguntó Minho, aun forcejeando.

-No – respondió enseguida Taemin – sólo quiero acabar rápido y creí que tu querías lo mismo – comentó mientras se ponía a barrer con ambas escobas.

-Pero este es el único mueble cerrado, debe haber algo valioso escondido allí – explicó Minho.

-O simplemente está en mal estado como todo lo que hay en esta habitación – corrigió Taemin.

Minho forcejeó unos segundos más hasta que logró abrir la repisa. Taemin se volvió a verlo con curiosidad, quizás de verdad había algo valioso allí dentro. Sin embargo, lo que salió volando de allí definitivamente no era nada valioso.

Apenas Minho hubo abierto la puerta un montón de insectos voladores salieron de la repisa. Taemin soltó un grito ahoga mientras se alejaba lo más que podía abandonando las escobas ene l proceso. Los insectos eran las únicas criaturas en la tierra –aparte de Choi Minho – que Taemin odiaba y secretamente temía.

Minho hizo lo mismo y retrocedió mientras intentaba cerrar las puertas de la repisa para que dejaran de salir los insectos. Pero fue inútil porque la mayoría ya estaba afuera volando por la habitación.

Miró a Taemin que y parecía reducido en su lugar. Se acercó a él y enseguida y enseguida recibió un regaño.

-¡idiota, no debiste abrir!

-Hey, son sólo insectos – dijo Minho, restándole importancia.

-No son solo insectos, son asqueroso y repulsivos insectos diminutos, que podrían entrar en tu boca, nariz y ojos sin que siquiera te dieras cuenta – corrigió Taemin escandalizado.

-Cierra los ojos entonces – sugirió Minho.

Taemin le hizo caso, más por miedo que por obediencia, un insecto había pasado volando justo frente a su cara. Enseguida volvió a sentir otro aleteo cerca de su oreja e inconscientemente se apegó a Minho, agarrando su camisa. Tan fácil como respirar, Minho posó su mano en la cintura de Taemin.

-Cubriré tu nariz –comentó Minho divertido. Mientras usaba su mano libre para tapar la nariz de Taemin, permitiéndole respirar. – Ahora sólo nos queda tu boca…. – murmuró pensativo, mientras miraba fijamente los labios de Taemin.

Y allí mismo con el zumbido de cientos de alas a su alrededor, Minho se vio tentado por esos rosados y abultados labios. Sus pensamientos se veían divididos, su parte racional le decía que se alejara porque Taemin era un chico – por mucha pinta de mujer que tuviera, y su parte irracional se imaginaba lo bien que se sentiría besar esos labios.

No fue una guerra demasiado larga.

Por mero impulso inclinó su rostro y rozó los labios de Taemin. Taemin abrió los ojos enseguida y retrocedió un paso. Minho quitó la mano de su nariz y la colocó en su cintura para atraerlo de vuelta. Ese simple rose de labios no había sido suficiente para saciar su deseo y curiosidad.

Volvió a unir sus labios esta vez con menos delicadeza.  Saboreó los labios de Taemin a su antojo mientras sentía como de a poco el menor dejaba de forcejear y se entregaba al beso. Rozó el labio inferior de Taemin con su lengua, pidiendo la entrada a su boca y cuando le fue concedida saboreo la cavidad ajena. Sus lenguas se enredaron con tanta facilidad y naturalidad, que ambos quedaron sin aliento.

El primero en separarse fue Minho, cuando su parte racional le gritaba que sus pulmones necesitaban oxígeno. Los insectos se habían ido a algún otro lugar sin que lo notaran y toda la habitación volvía a estar en calma, excepto por sus corazones que parecían competir en una maratón.

-¡Hey! ¡Hey! ¿Qué demonios fue eso? ¡¿No eras homofóbico?! – preguntó Taemin exaltado, mientras cubría su boca con el dorso de la mano.

-No, no sé… - respondió Minho, igualmente aturdido. Eso había sido demasiado para sus emociones. Ese pequeño mocoso afeminado había logrado llevar sus emociones al infierno o quizás al cielo, aun no estaba demasiado seguro.

-¡Si está es tu forma de vengarte, te diré que eres un idiota infantil! – le reclamó cubriendo sus mejillas con ambas manos, ardían demasiado.

-Hey, tampoco soy tan desconsiderado. Sólo fue un impulso ¿de acuerdo? – se excusó Minho.

-¿Impulso dices? Ahora mismo tengo el impulso de golpearte. – Reclamó Taemin entre dientes – y si no sales de aquí ahora mismo, también me dejaré guiar por mis impulsos – lo amenazó Taemin mientras tomaba de nuevo la escoba entre sus manos.

Minho no necesito más amenaza para salor de la bodega, aun necesitaba reflexionar.

 

 

 

Jonghyun se saltó la siguiente clase y Jinki no tuvo que soportar su mirada puesta sobre él.  Era un alivio porque ya era suficiente con tenerlo metido en su mente. Tuvo que comportarse de manera fría frente a él, porque ya no quería seguir siendo lastimado. Al parecer sus sospechas habían sido ciertas y Jonghyun lo quería como premio de consuelo, pero estaba muy equivocado si creía que él iba a caer en sus juegos otra vez. Por muy enamorado que estuviera aun le quedaba un poco de orgullo que proteger y especialmente un corazón herido.

Volvió a pasar toda la clase suspirando y el profesor estuvo por echarlo del salón. Cuando tocaron el timbre para el segundo receso, se quedó en su puesto. No quería ir a ver a Key, se sentía culpable al verlo sufrir por Jonghyun, todo era por la poción y él había sido el encargado de dársela.

Puso sus manos sobre la mesa  y hundió el rostro entre sus brazos. Tenía unas gigantescas ganas de desconectarse de todo. Ese era el sexto día después desde que había tomado la poción y todo acabaría en un par de días, o al menos eso quería creer. No estaba seguro de nada ya. Había olvidado como había conseguido enamorarse de Jonghyun, sólo sabía que estaba enamorado de él y que su amor lo lastimaba demasiado. No quiso profundizar más en sus sentimientos, nunca salía bien parado.

Escuchó a lo lejos como el salón se iba vaciando lentamente, en el segundo receso la mayoría de los alumnos se iban a ver los minipartidos de futbol o simplemente a comprar, por lo que los salones solían estar vacíos.

Sintió como tocaban su hombro con suavidad y levantó la vista para ver quién era. Al ver que se trataba de Jonghyun apartó la mirada enseguida.

-¿Qué quieres ahora? – le preguntó con frialdad.

-Quiero hablar contigo.

-Ya hemos hablado mucho Jonghyun, ¿qué más tienes que decirme? – cuestionó Jinki sin mirarlo.

-Jinki… hyung – lo llamó Jonghyun – ¿al menos puedes mirarme? – Jonghyun sujetó la barbilla de Jinki con delicadeza elevando  su rostro y el mismo se inclinó un poco para que sus ojos estuvieran a la misma altura, pero Jinki seguía sin querer mirarlo – Por favor – Pidió Jonghyun – Por favor – Repitió en tono suplicante, entonces sin resistirlo más Jinki lo miró a los ojos.

-Dijiste que no volverías a pedirme favores – comentó Jinki. Jonghyun esbozó una semi sonrisa.

-También dije que era una estupidez que estuvieras enamorado de mí, pero ahora es lo único que quiero – declaró sin rodeos.

Jinki trago pesado y sintió un ligero calor en sus mejillas. Con paranoia miro a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie más alrededor. El salón estaba vacío.

Volvió a mirar a Jonghyun y se sorprendió al ver la intensidad de su mirada.

-Pensando que realmente me gustaba mucho Kibum, una y otra vez me acerqué a él. No dejaba de intentarlo aun si era rechazado…. Pero ahora sé que probablemente era sólo mi terquedad. En cambio contigo, Jinki hyung, nos encontramos sin siquiera buscarnos, he disfrutado cada momento a tu lado y yo… fui un idiota, no sé cómo no te noté antes. Tú eras todo lo que necesitaba. Y amarte era lo único que necesitaba.

Jinki sentía los latidos de su corazón como si fuera el único sonido en el salón aparte de las palabras de Jonghyun.  ¿Era cierto? ¿Podía confiar en él? ¿No se trataba sólo de tener un premio de consuelo? ¿Jonghyun estaba declarándole su amor?

Jonghyun, liberó su barbilla con la misma suavidad con que la había tomado. Y luego fue él quien desvió la mirada para reír, reír con tristeza, como cuando Jinki le había dicho que no pudo darle la poción a Kibum y Jinki se atrevería a pensar que con un poco más de tristeza.  Miró a Jonghyun expectante, a la espera de sus siguientes palabras.

-Puedo que no me creas nada… – murmuró Jonghyun – pero déjame decirte que jamás me atrevería a usarte como premio de consuelo. Vales demasiado para ser un consuelo, tú eres el premio principal ahora – declaró Jonghyun, volviendo a clavar su mirada en los ojos de Jinki. Jinki apenas podía sostenerle la mirada, pero tampoco era capaz de hacer ni un solo movimiento para alejarse – ¿Me dejarías amarte de vuelta? – declaró a sabiendas de que Jinki ya estaba en sus redes, que desde hace mucho estaba enamorado de él.

La mirada penetrante de Jonghyun amenazaba con extraerle las palabras desde lo más profundo de su ser. Y Jinki no pudo resistirse por más tiempo, su expresión fría y desinteresada se suavizo y mordió su labio con frustración.

-¿Lo dices en serio? – preguntó con un hilo de voz.

-Muy enserio – confirmó Jonghyun – Sólo necesito tu respuesta para demostrártelo.

Y Jinki asintió, con los ojos acuosos por la emoción observó como Jonghyun se acercaba cada vez más. Podía sentir su respiración en la cara y podía oler el toque dulzón qué desprendía su piel. Sin poder evitarlo se tensó, al pensar en lo que pasaría a continuación. ¿Jonghyun de verdad iba a besarlo? Nunca se permitió imaginar un beso de él, eso sólo habría empeorado el estado de su corazón, pero ahora no pudo controlar su mente.

Y no tuvo que imaginar nada porque en cosa de segundos sus labios fueron tomados por los de Jonghyun. Fue un beso tierno, uno que trasmitía perfectamente los sentimientos de ambos. Jonghyun movía sus labios sobre los de Jinki intentado sentir tanto como le fuera posible y Jinki no se quedó atrás. Colocó sus manos alrededor del cuello de Jonghyun atrayéndolo más cerca. Sus labios encajaban a la perfección y no les importó que alguien pudiera entrar en cualquier momento, simplemente se dejaron llevar.

Se separaron cuando estuvieron satisfechos. Jonghyun se enderezó y tiro de Jinki para que se pusiera de pie. Lo abrazó enseguida y Jinki aun en estado de shock, simplemente ocultó su rostro en el hombro de Jonghyun.

-¿De verdad? ¿De verdad te gusto, Jonghyun? – preguntó aun si poder creérselo. Había pasado por tanto, que le era difícil pensar que todo era real. – No creí que fuera a pasar, yo simplemente estaba resignado a no tenerte jamás – confeso Jinki rodeando el cuerpo de Jonghyun.

-Está pasando Jinki. Sólo créelo. Me gustas y mucho. – volvió a repetir Jonghyun, haciendo que las mejillas de Jinki volvieran a encenderse.

-Tú también me gustas – declaró Jinki avergonzado.

-Lo sé – respondió Jonghyun de inmediato.

-No por la poción… – intentó explicar Jinki, pero Jonghyun lo interrumpió.

-No importa – dijo Jonghyun – Ahora sólo disfrutemos de este momento ¿sí?

Jinki aceptó en silencio y estrechó más a Jonghyun. Iba a disfrutar del momento.

El aroma de Jonghyun bloqueando sus sentidos, le hacía olvidar todas sus heridas y sintió una tranquilidad y felicidad nunca antes experimentada. Al fin e inesperadamente, estaba siendo correspondido y era tan reconfortante que seguía sin poder creerlo.

Rompieron el abrazó y Jonghyun acaricio la mejilla de Jinki como había hecho el día anterior. Volvió a ser tentado por sus labios y esta vez no se contuvo, besó fugazmente los labios de Jinki y luego sonrió al ver la expresión avergonzada en el rostro del mayor.

-Eres tan lindo – dijo, esta vez sin ninguna gota de alcohol en su sistema - ¿Te lo había dicho antes? – preguntó recordando con gracia la tarde anterior.

-Sí – respondió Jinki, desviando la mirada. Sentía como si en cualquier momento su corazón fuera a salírsele del pecho.

Era demasiado bueno para ser real. Debía tratarse de un sueño o algo peor estaba a punto de pasar.

Y paso.

-Sabes, aun no me arrepiento de haberle dado la poción de amor a Kibum, de otra manera no me habría dejado de gustar y no habría descubierto mis sentimientos por ti. – declaró Jonghyun sonriendo sin dejar de acariciar el rostro del mayor.

Jinki sintió la intensa mirada de alguien sobre ellos y por inercia miro hacia la puerta.

Kibum estaba allí, mirándolos a ambos con una ceja alzada y con los puños apretados. Jinki pensó que estaría enfadado al verlo con Jonghyun, a Kibum aún le gustaba Jonghyun, pero era peor que eso. Había escuchado su conversación.

Jonghyun volteó siguiendo la mirada de Jinki y también vio a Kibum.

-¿Qué acabas de decir? ¿Poción de amor? ¿Me diste una poción de amor? – Preguntó incrédulo, mirando a Jonghyun con resentimiento  – ¿Tu sabías de esto,  Onew? – preguntó dirigiéndose a Jinki.

-Key… yo… - balbuceó Jinki, pestañeando repetidas veces por el nerviosismo.

-¡¿Lo sabias?! -  exigió Kibum con voz potente - ¿Lo ayudaste?

-Si… - afirmó Jinki, mientras desviaba torpemente su mirada.

-¿Sabes lo que me hiciste pasar? ¡¿Sabías que detestó a Jonghyun y lo ayudaste a que me diera una poción para amarlo!? – reclamó Kibum a todo pulmón.

-Yo no creí que fuera a funcionar… - se excusó Jinki, cerrando los ojos siendo intimidado por los gritos de Kibum.

-No puedo creerlo. No me lo esperaba de ti Jinki –  Key lo miró de arriba a abajo con sus ojos felinos, por si no fuera suficiente lo llamó por su nombre de manera fría y le dirigió una mirada sarcástica. – ¿Sabes lo horrible que me hicieron sentir? ¿Lo forzado que me sentí a cada minuto, lo dolido, lo contrariado y lo frustrado que me sentí por amarlo?¡¡¿¿Lo sabes?!?!

-Lo sé... –respondió Jinki con voz temblorosa - Yo también la tomé, Kibum, puedo entenderte un poco.

Key se quedó en silencio, exaltado. Tratando de asimilar la nueva información. Paseó su mirada entre Jinki y Jonghyun por un buen rato antes de volver a hablar.

-¡Son un par de idiotas! Y tú eres peor Jinki, eres mil veces peor al dejarte utilizar por Jonghyun – declaró Key dirigiéndose a Jinki – ¿Que planeas hacer ahora, ¿eh? – preguntó está vez dirigiéndose a Jonghyun – Conseguiste lo que querías, me enamoré de ti. ¡Ah~! Pero estás enamorado de Jinki ahora ¿no? Así que mientras ahora ustedes dos disfrutan de su amor, yo tengo que quedarme como un idiota enganchado de ti, aun si no quiero ¿cierto? – preguntó Kibum con sarcasmo.

-No – contradijo Jonghyun, sin poder mirar a Kibum a los ojos, mantenía la vista fija en su cuello – La poción dura sólo una semana.  Hoy es el quinto día desde que la bebiste, así que en dos días más, lo habrás olvidado todo. – aclaró Jonghyun.

-¿Y Jinki? – preguntó Kibum, sin despegarle la vista de encima al chico de lentes.

-Él la bebió antes, así que sólo le queda un día – respondió Jonghyun mirando con tristeza a Jinki, quien estaba de pie junto a él mirando el suelo – Mañana será el último día en el que esté enamorado de mí – agregó con un murmullo.

-No puedo creer lo egoísta que eres Kim Jonghyun. Te atreviste a jugar con mis sentimientos y con los de Jinki ¿así sin más? Espero que cuando Jinki olvide todo sufras tanto como yo y él lo hemos hecho por ti– declaró Kibum, con voz ponzoñosa – Y tú Jinki hyung – dijo, utilizando el nombre real de Jinki como hacía con personas en las que no confiaba, tratándolo como a un desconocidode verdad me has decepcionado, creí que éramos amigos – declaró dándole una mirada dolida, luego se dio media vuelta y comenzó a alejarse de ambos.

-Espera Kibum… – lo llamó Jinki atreviéndose a hablar después de haber estado en silencio todo ese tiempo – Lo siento mucho…– se disculpó con tono suplicante.

-Yo lo siento más – lo interrumpió Kibum, sin siquiera voltearse a verlo. – Yo lo siento mucho más.

Cuando Kibum salió por la puerta a paso acelerado, Jinki sintió como si volvieran a destrozar su corazón. Había conseguido a Jonghyun, pero había perdido a uno de sus amigos en el proceso. Lamentaba tanto haber ayudado a Jonghyun, que llegó a culparlo de todo. No pudo evitar que las lágrimas abandonaran sus ojos y mancharan sus mejillas ante la atenta mirada de Jonghyun. Jonghyun le quitó las gafas e hizo un intento de abrazarlo, pero Jinki lo apartó.

-Todo es tu culpa – le reclamó, y aun bajo la capa de lágrimas Jonghyun pudo distinguir su mirada acusadora.

-Lo sé  – respondió Jonghyun con el corazón oprimido, mientras sentía como las lágrimas se acumulaban en sus ojos – Lo sé y lo siento mucho – repitió – pero ahora sólo déjame consolarte ¿de acuerdo? – pidió volviendo a aprisionar a Jinki en un fuerte abrazo.

Jinki dio un suspiro tembloroso y está vez se dejó envolver por la calidez de Jonghyun, mientras hundía su rostro en el hombro del menor en un intento desesperado por disminuir sus lágrimas y su dolor. 

Notas finales:

¿Habían pensado en cómo reaccionaría Kibum al enterarse? Yo no hasta hoy XDD


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