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LA CABELLERA por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

HARRY POTTER no me pertenece, sino a J.K. ROWLING de quien utilizo esta grandiosa historia para crear fics sin fines de lurco y con el unico proposito de entretener.

Notas del capitulo:

CAPITULO 20.

 

 

 

La cabellera

 

 

 

 

 

 

 

-El cabello es lo más importante para una chica y tu deberías saberlo mejor que nadie querido-Dijo la joven cepillando con gran concentración su larga cabellera.

 

 

-Ahaaa, querida Pansy- soltó en medio de un resoplido su mejor amigo recordando por qué su obsesión con el cabello  y que no tenía en absoluto nada que ver con que fuera una chica.

 

 

-Otra vez esta peinándolo- pregunto con desgano un moreno desde el marco de la puerta sin ser notado siquiera por la bruja.

 

 

-Sip, sabes bien que ella y su cabello siempre serán uno Blaise-

 

 

 

El moreno solo negó cansinamente deseando que su amiga dejara de lado aquella manía que le impedía tener una vida normal, junto a ellos, la única familia que le quedaba. Pero cómo hacerlo si después de todo había fue su culpa al comentarle la única solución viable a su problema y aun viendo su rotunda negativa tanto el como Draco se la pusieran en frente casi rogándole porque le diera una oportunidad que sería el fin de su cordura.

 

 

 

-Es precioso, simplemente precioso, ¿No lo creen?-

 

 

Ambos hombres se miraron cansinamente afirmando con sus cabezas y bocas, deseando ocupar estas en algo mucho más lucrativo y entretenido en la intimidad de su cuarto, pero no, ellos estaban ahí para ella y siempre lo estarían.

 

 

-Sí, Pansy-

 

 

Puta guerra pensaron entonces recordando cómo esta había sido la causal de sus mayores dolores de cabeza tras haber finalizado, de cómo justos terminaron pagando por pecadores y de como muchos que nada tenían que ver fueron encerrados por una corta temporada en Azkaban como escarmiento para que ni se les ocurriera seguir el camino de sus padres ignorando que con todo el horror, la sangre y los gritos agónicos persiguiéndoles en sus pesadillas era suficiente para decir basta a las viejas ideologías de sus ancestros.

 

 

 

“La gente no olvida”, le dijo una vez su madre con justa razón, sobre todo cuando salían a la calle por primera vez tras el reciente fallecimiento de uno de sus esposos y “no perdona, aun si no fueron afectados directamente” y era cierto, porque aun sin tener nada que ver había recibido un buen par de hechizos por el solo hecho de acompañar a sus amigos por el callejón Diagon. “Y peor aún Blaise, siempre creerán que tiene el derecho de tomar venganza, aun si no tienen pruebas”.

 

 

 

Trago en seco al recordar las palabras de su madre y aún más al recordar las ultimas, “siempre cuida tus espaldas y aléjate de los problemas” pero aquello ya era tarde y lo sabía bien al mirar a su pobre amiga Pansy con la cabeza rapada de tal manera que su cuero cabelludo aun sangraba a veces dejando imposible que en ciertos sectores el cabello volviera a crecer con normalidad.

 

 

 

-Mi…cabello…mi…-

 

 

 

Los recuerdos crudos e hirientes tras ver a sus amigos salir cabes bajos de Azkaban jamás se le borrarían de la memoria, asi como sus miradas heridas y traicionadas por un sistema que creían superior y más justo que el del maldito sádico que los había tenido atemorizados por meses junto a sus respectivos padres.

 

 

 

Draco no hablaba mucho sobre su estadía en aquel lúgubre lugar, algo había pasado con él, más conocía a su amante y de nada serviría insistirle si el no deseaba soltar palabra alguna por propia voluntad, asi que lo dejo ser. Pansy era harina de otro costal, la pobre estaba en una especie de trance desde su salida de Azkaban que solo le permitía intentar en vano tocar un cabello inexistente en su cabeza mientras repetia como mantra una y otra vez;

 

 

 

-Mi cabello, mi cabello-

 

 

 

Como si de una maldición se tratara no había poción alguna que le ayudara a atenuar su reciente desgracia obligándola a auto exiliarse del mundo entero, encerrándose en su mansión y más tarde en su cuarto.

 

 

 

La idea había sido de Draco, lo cual no dejo de sorprenderlo, ya que ni él iba al mundo muggle en esa época, mucho menos un acérrimo creyente que estos solo arruinaban el mundo pero ahí estaba su amor, con aquella caja entre sus manos y con un obsequio para Pansy que rechazo ofendida solo aceptándolo cuando por un movimiento de varita fue puesta contra su voluntad en su cabeza.

 

 

 

-Es hermoso, igual a como lo tenía antes de…y esta tan brilloso, ¿no lo creen?- Y con algo tan simple como eso, ahí estaba otra vez Pansy, crédula de que aquello en su cabeza no era simplemente una peluca y que jamás había perdido su amada cabellera por las bestiales manos de un par de Aurores vengativos que sabían bien con  lo único que esa Bruja lloraría y por lo cual no serían condenados por discriminación o abuso de autoridad.

 

 

 

Tenía piojos, habían respondido al ver como estaba su amiga y claro que ella no pudo ni defenderse con su mantra como mejor amiga y su mente perdida en el tiempo, aunque quien sabe y ella sospechaba en su subconsciente que de nada serviría exigir un castigo para esos nardentales.

 

 

 

-Precioso, precioso- repetia una y otra vez cepillándolo con dedicación.

 

 

-Cuidado y no la vayas a arruinar otra vez Pans, que esta vez nosotros no iremos por un reemplazo-

 

 

-Pero que malvado Blaise-

 

 

-No es maldad pero en serio cuida tu…cabello, quieres- la chica asintió sonriente pues bien sabía que sus amigos aun después de decir eso irían en busca de su hermosa cabellera negra si es que la que estaba peinando con tanto afán se dañaba, lo sabía, pues no sería la primera vez que ocurriera y si eso pasaba, era porque  aún no encontraban la adecuada.

 

 

-Huele a podrido, ¿No creen?- pregunto arrugando la nariz la chica dejando solo por un segundo de lado su labor.

 

 

-Perdón, no le he sacado todavía- dijo rascándose la cabeza el moreno ante la mirada reprobatoria de su rubio.

 

 

-Conoces las reglas Blaise-

 

 

-Lo hare ahora Draco, no te preocupes-

 

 

-Bien-

 

 

-Blaise querido-

 

 

-Si Pansy-

 

 

-Intenta esta vez de no dejar el piso manchado de sangre, si-

 

 

-Como usted pida su majestad- contesto el chico realizando una graciosa reverencia y yéndose hasta el closet para cargar al hombro un gran bulto que ahí se encontraba.

 

 

-Necesitas ayuda-

 

 

-No, no te preocupes- dijo el mago un poco molesto por no poder usar su varita por las malditas restricciones a los Mortifagos y allegados de estos -no pesa tanto como pensaba-

 

 

-No en el patio Blaise-

 

 

-Claro que no, me trasladare a la cabaña que tiene mi madre en el campo y ahí lo hare- dijo el chico dejando ver en un mal movimiento parte del rostro de la pobre infeliz que al igual que su amiga estaba pelona pero con la única excepción de que esta se encontraba sin vida.

 

 

 

Pansy sonrió al ver marchar a su amigo con la muy desgraciada sobre sus hombros, era la quinta ese año y aun asi su sed de venganza no estaba satisfecha al recordar como la madre de la occisa la había torturado en su corta estancia en Azkaban.

 

 

 

-¿Acaso Patrick no tiene una nieta?- se preguntó intentando recordar si su color de cabello seria o no negro y si de lo contrario el rubio sería un nuevo y radical cambio de look para su apariencia.

 

 

-¿Decías algo querida?-

 

 

-No, nada querido, tonterías mías- respondio la chica peinando con mayor ahínco su nueva peluca y desgarrando en el acto unos cuantos mechones de esta, para recordar con  cierto aire soñador la cabellera peli roja que había atraído demasiado interés en su querido Blaise en el pasado.

 

 

Muy pronto, en una o dos semanas, tendría una nueva cabellera y aunque no le gustase a Draco o a la pobre infeliz que aguardaba su turno en las mazmorras, seria rojo fuego.

 

 

 

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Como siempre, gracias por leer y mas por comentar, hasta la proxima.


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