Capítulo XXVII
– ¿Qué tal si lo invitas a salir?
– ¡Claro que no!
– ¿Por qué no? – Cuestionó mirándole fijamente –. Nadie sospecharía, o es que acaso… ¿Tienes miedo?
– ¡No tengo miedo!
–Claro que sí – Dijo otra persona interrumpiendo su secreta conversación.
– ¡No tengo miedo! – Gruñó YongGuk dirigiéndose a Bianca.
–Tengo una reunión con el director Kim, así que volveré un poco tarde – Anunció la chica.
– ¿Quieres que te acompañe? – Preguntó Himchan.
–No, Manager Lee me espera afuera.
–Que te vaya bien – Despidió batiendo su mano.
–Sí, adiós – Sonrió –. Ah, ¿YongGuk? por favor deja de ser un miedoso.
Bianca salió de la casa riéndose por lo dicho, mientras Himchan se reía frente al mayor que le miraba con el ceño fruncido.
– ¿Qué es tan gracioso? – Preguntó DaeHyun, quien bajaba las escaleras junto a Zelo.
– ¡Nada! – Gritó el líder saliendo también de casa.
–No le hagan caso – Dijo Himchan –. ¿Van a salir?
–Sí, hyung y yo iremos de compras…
– ¿Que compraran?
–Un regalo para nuna – Respondió el maknae.
–Nos vemos más tarde.
Los chicos se despidieron y salieron de casa.
Cuando Abby llegó al enorme edificio, ya sus hermanas se encontraban allí, esperándola junto al director para la reunión a la que las había citado.
– ¡Señoritas! Es bueno verlas a todas de nuevo – Comentó el alegre hombre acomodándose en la silla –. ¿Qué tal la convivencia esta semana?
–Director Kim – Llamó Alex –. ¿Le parece si nos saltamos esta parte y nos dice el porqué de esta reunión?
– ¡Alex! – Reprendieron las hermanas mayores.
–Si así lo prefieren – Asintió el hombre –. ¿Sara? – llamó. La mujer se acercó y puso cuatro carpetas sobre la mesa.
–Estos son sus contratos, las agendas de los grupos y las suyas – Indicó Sara, cuando las hermanas revisaban los papeles que contenía cada carpeta.
–Según las agendas de los grupos, ellos tendrán suficiente tiempo libre, la próxima semana.
–Entonces SHINee regresa de Japón hasta la otra semana – Dijo Gaby formando un puchero en sus labios.
–En este momento, los grupos tienen actividades y eventos a los que deben asistir, así que, como podrán ver hemos creado estas agendas para ustedes.
– ¿Ser comentarista del programa? – Se preguntó Bianca –. ¿Es parecido a lo que hacen en WGM?
–Sí, en este caso deberán hacer comentarios acerca de algunos capítulos que elegiremos al azar.
– ¡También estaremos en un programa de radio! – Exclamó Alex –. ¿Por qué?
–Aunque no lo crean, muchos fans nos piden que las hagamos interactuar más con ellos.
– ¿Nos estamos volviendo famosas? Que divertido.
–Director Kim, usted nos dijo que la próxima semana todos los grupos estarán libres, pero aquí dice que nosotras tendremos un evento de clausura al que asistir – Mencionó Bianca, señalando la fecha en la hoja que contenía su agenda.
El hombre suspiró, se acomodó nuevamente en su silla y miró detenidamente a las cuatro jóvenes que tenía frente a él.
–Julio está llegando a su fin y este programa también – Anunció –. Luego de cumplir con lo que tienen en sus agendas, estarán libres para preparar todo lo concerniente a la despedida. Regalos, agradecimientos, lo que necesiten. Sara ya se está encargando de la planeación del evento, ella hablará con ustedes para informarles. Ah, no pueden comentarlo con los grupos. Fue una sorpresa al principio, será una sorpresa el final.
–Aunque ya estaba mentalizándome para cuando tuviera que escuchar algo así, es realmente triste – Murmuró Abby cabizbaja.
–Bueno… así son las cosas, lo siento.
–No se preocupe director Kim, está bien. Desde un principio sabíamos que esto no iba a durar para siempre y creo que ya ha sido suficiente para los chicos.
Bianca trató de sonreír restándole importancia a ese hecho, pero el brillo acuoso de sus ojos, indicaban todo lo contrario.
–Mister Kim, si no tiene más que decir ¿podemos retirarnos ya?
– ¿Eh? Por supuesto – Respondió el hombre poniéndose de pie –. Sara estará en contacto con ustedes para ultimar detalles, y el manager Lee las recogerá para cumplir con sus agendas.
Luego de una corta despedida, las hermanas salieron del edificio. La primera en tomar un camino diferente fue Alex.
– ¿Al, dónde vas? – Cuestionó Bianca, avanzando unos cuantos pasos en su dirección –. ¿Está todo bien?
– ¡Claro! ¿Por qué no habría de estarlo? Solo… iré a pensar, ya saben.
La menor se encogió de hombros antes de girar y seguir su camino.
–Alexandra…
–Déjala Bi, quiere estar sola – Dijo Gaby deteniendo a su hermana –. Es más difícil para ella.
–Está bien – Suspiró – ¿Ahora qué hacemos?
– ¡Vamos a comer! – Chilló alegremente la menor –. Oye, sabes que me quedaré contigo hasta el fin de semana, ¿no? En las notas de mi agenda está escrito, así que primero cenaremos, después buscaré algo de ropa y partiré a tu casa.
– ¿También puedo pasar la noche en tu casa? Los chicos llegarán mañana.
– ¿Prometen no hacer nada malo? Sobre todo tú, Gaby – Apuntó Bianca.
– ¿Qué podría hacer? – Gaby se encogió de hombros –. No es como si pudiera poner celosos a los chicos o crear momentos de tensión…
– ¿Por qué estás sonriendo así? ¡No pienses en hacer nada que perjudique la estabilidad emocional de los miembros! – Señaló la mayor, logrando que la más joven de las tres se echara de reír.
–Ah, ustedes no me dejan divertirme – Se quejó –. Pero descuida, ya tuve suficiente. Ahora pensaré en que podría regalar a los chicos el día de la despedida. Será estupendo.
–Oye, parece como si no te sintieras triste.
–Abigail, soy lo suficientemente madura como para entender que este tipo de cosas tarde o temprano tienen que terminar – Dijo girándose para buscar aquel restaurante en el que comían después de asistir a una reunión –. Si dejo que esos sentimientos me embarguen, entonces todos lo bueno, divertido y las situaciones complicadas que viví en este tiempo, habrán sido dejadas de lado. Prefiero recordar que de esto, obtuve algo bueno, así que me iré sintiéndome satisfecha y feliz.
–Eres tan mentirosa – Cortó Bianca –. Somos tus hermanas así que no mientas.
–Tu boca es tan grande… ¿Por qué simplemente no te conformas con lo que dije? – Cuestionó mirándolas nuevamente –. Sí, estoy triste ¿contentas? Pero no puedo hacer nada para evitarlo, así son las cosas. Y lo que dije antes no fue mentira.
–Ah, ¿no se siente bien decir todo lo que en verdad piensas? – Preguntó Abby, abrazando a sus hermanas por los hombros –. ¡Bueno, vamos a comer!
–Que sea rápido porque pronto lloverá – Murmuró Bianca, mirando como el cielo ya se había teñido de gris.
Era poco más de las once de la noche cuando un clic en la puerta le hizo levantarse del mueble para ver de quien se trataba.
– ¿Alex? – Llamó la preocupada voz de BaekHo cuando estuvo lo suficientemente cerca –. ¡Tú! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Has visto la hora que es?! – Gritó tomándola por los hombros y luego abrazándola con fuerza –. No dijiste que ibas a tardar así que te llamamos pero no contestaste. Ren llamó a tus hermanas, pero ellas tampoco tenían idea de tu paradero. ¡No has tenido muy preocupados! Además, mira cuan empapada estás – Dijo notando como las gotas de agua caían abundantemente por su cuerpo.
– ¡Baek! ¿Por qué gritas tanto? – Preguntó el maknae dirigiéndose hasta el lugar de donde provenían los gritos del chico –. Oh ¡Alex ya regresó! – Exclamó, avisando así a los otros.
Rápidamente, la joven se vio rodeada por todos los miembros, que esperaban una explicación.
–Lo siento – Dijo con voz quebrada –. No… no era mi intención llegar tarde – Murmuró.
– ¿Estás bien? Estas llorando – Notó enseguida Jr.
–Claro que no. Yo no lloro – Dijo la menor limpiándose la cara –. Lo siento, mi teléfono se quedó sin batería.
– ¿En serio no pasa nada? – Insistió Jr –. Puedes decirnos.
–No, nada – Negó.
–Entonces ve a cambiarte. Puedes enfermar si sigue con esa ropa – Señaló Ren.
Antes de irse, Alex se aferró al cuerpo de BaekHo en un nuevo abrazo que el chico apenas alcanzó a corresponder. Luego abrazó a Ren y a Jr de la misma forma y poco después lo hizo con MinHyun, aunque su abrazo con él duró menos. Que Aron hubiese quedado de último no fue coincidencia.
Cuando Alex llegó al mayor, este ya la estaba esperando con los brazos un poco abiertos para cobijarla con ellos en un cálido abrazo, pese a lo mojada y fría que Alex pudiese estar.
El abrazo se prolongó más de lo esperado y cuando se separaron, Aron plantó un corto beso en la frente de la menor.
–Hyung, llévala a su cuarto para que se cambie – Pidió el maknae –. BaekHo y yo llevaremos su cena después.
–Sí, vamos Al.
La menor se dejó llevar por Aron hasta su cuarto donde se encerró en el baño por unos minutos.
–Es hora de actuar – Susurro para sí misma, mojando su cara y llevándose así las lágrimas que no habían dejado de salir.
Cuando regreso al cuarto, Aron seguía esperándola. Tenía una toalla en sus manos la cual usó para secar su cabello.
–Puedo hacerlo yo – Comentó Alex segundo después de que el chico estuviera moviendo la toalla por su cabeza.
–Déjame a mí.
Aron siguió con su trabajo hasta que Alex lo obligó a quitar sus manos y también la toalla.
–Si sigues con eso, mi cabello se enredará más.
– ¿Me dirás porque estabas llorando? – Preguntó cambiando el tema.
–No quiero hablar de eso –. Un suspiro salió de labios mientras se dirigía a la cama y se acostaba en ella –. Estoy cansada.
–Entonces me iré…
–No, espera. ¿Puedes quedarte hasta que me duerma?
–Está bien – Aceptó sin pensarlo dos veces.
Alex hizo espacio en su cama para que el mayor se acostara a su lado. En cuanto él se acomodó lo mejor que pudo, Alex se acercó y apoyó su cabeza sobre su hombro. Aron estiró el brazo en el que ella se había recostado y la abrazó.
Poco después, su mano derecha acarició lentamente el largo cabello de la menor, luego bajó la mano por su frente, deshaciendo así las pequeñas arrugas que se le habían formado a Alex debido a la tensión. Siguió con sus caricias bajando por la fría nariz que se arrugó levemente por el tacto. Estuvo tentado de acariciar sus labios, en cambio, desvió la mano hasta posarla en la suave mejilla que se tornaba cálida ante su caricia.
Aron sabía que era vigilado por la joven. Sus ojos en ningún momento se habían cerrado, por lo que además de sentir, pudo ver los movimientos de su mano.
Alex le dedicó una pequeña sonrisa que él correspondió.
– ¿Qué harías si aquello que ha empezado a formar parte de tu vida desaparece de un momento a otro? – Alex hizo la pregunta en un tono bajo que él apenas pudo entender.
–Si aquello de verdad fuera importante, supongo que… estaría triste – Respondió en el mismo tono.
– ¿Y si se fuera alguien a quien quieres?
–Creo que me molestaría – Respondió frunciendo levemente el ceño –. Pero solo sería por un tiempo. Si esa persona regresa, entonces estaría feliz de poder verle nuevamente… ¿Por qué preguntas eso? – Inquirió mirándola fijamente.
–Curiosidad.
–Entonces, ¿Cuál sería tu respuesta?
–Yo… Me dolería si le perdiese – Susurró la respuesta –. Si no vuelvo a verle, entonces le recordaría y pensaría en las cosas lindas que pasamos juntos…
–El día del evento con los fans – Murmuró Aron con algo de duda en su voz. No sabía si era buena idea seguir con lo que quería decir, pero por otro lado, quería salir de dudas –. Dijiste que alguien te esperaba en casa… Ese alguien, ¿era tu novio?
– ¿Tú también creíste eso? – Cuestionó la joven antes de sonreír divertidamente –. Tal vez en ese momento haya tenido la intención de hacerles creer eso, pero no pensé que se lo tomarían en serio. La verdad es que en Canadá vivo con Sam, así que él sería la única persona en la tierra que me esperaría en casa.
– ¿Sam, tu primo?
– ¿Quién más? Aunque… supongo que ahora eso no tiene importancia. Tiene novio ¿recuerdas? es probable que ahora esté con él y no esperando por mí.
– ¿Él es tan importante?
–Es lo más cercano que he tenido a un hermano mayor, novio, mejor amigo e incluso un padre… Sam es una parte muy importante de mi vida.
–Tanto le quieres… siento envidia – Dijo murmurando para sí la última parte –. ¿Puedes quererme tanto como lo quieres a él? – Preguntó rápidamente y con un toque de vergüenza porque simplemente había hecho la pregunta sin siquiera pensar en lo que ello acarrearía.
–Ya te quiero… – Respondió, acariciando levemente su sonrojada mejilla –. Tanto como a los demás.
Alex se acomodó mejor y cerró los ojos. El sueño empezaba a apoderarse de ella y su agotado cuerpo, deseaba poder descansar tranquilamente.
–Sí, supongo que sí – Aron mordió su labio inferior un tanto decepcionado con la respuesta.
Él quería escucharle decir que lo quería como a ninguno. Que le gustaba y empezaba a enamorarse de él, como lo estaba de ella. Pero eso tal vez era pedir mucho.
–I like you… i love you…
Sabía que ella no lo escucharía, pues cuando él se atrevió a confesar aquello, Alex ya dormía tranquilamente, acurrucada a su lado.
Aron sonrió melancólicamente.