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¡Perra Vida! por sakua_chan

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Notas del capitulo:

¡Lalalalalalaaaa~! ¡Hola! ^^) Como han estado? Hehe~ Creo que han pasado tres meses desde la ultima actualización de "Perra Vida" ¿No? é0e Jooo~! Ha sido mucho tiempo... Pues qué les digo? Disfruten el capitulo! Que los latigazos vienen al final~ (?)

 

Este fic sigue siendo dedicado para mi Arriane... Autora de fanfic RxR bien chulos~ En las notas del final se las recomendaré igual. ¡Te quiero, Arri! <3

PERRA VIDA
The GazettE Fanfic
Por Sakua-chan

 

De besos a besos y pequeños lamentos peludos.

Había bastado con un beso…

Había bastado con un beso para darse cuenta de que no podría siquiera comenzar con toda esa locura.

Era un perro.

Si, era un perro. Un individuo que solía dejarse llevar por el instinto animal, por lo que la naturaleza le imponía, por todos esos sentires y actitudes innatos con los que naciera él y todos los de su canida estirpe. Y aun así… Se encontraba en semejante apuro…

En más de una ocasión fue testigo silencioso de lo flipado que quedaba su amo luego de que Suzuki-san, o los anteriores “compañeros carnales” anteriores a Suzuki-san, chocaran sus bocas con la de Ruki-san.

Un beso. Así era como su dueño se lo definiera hace ya varios meses… Y aunque en realidad nunca entendió a que se refería con tal palabra, que le sonaba corta, golpeada, nada armoniosa… Vaya, que los perros no entendían de palabras, ellos se iban por el lenguaje del sonido y ya… ¿Qué iba a saber lo que significaba un “Beso”? Sin embargo, nunca imaginó que su hocico, perdón, su ahora boca sería profanada alguna vez de esa manera…

Ruki-san solía darle uno de “esos” de vez en cuando, fugaces, rápidos y casi torpes… Especialmente cuando se encontraba limpio, recién bañado o cuando consideraba que había realizado una buena acción; estas buenas acciones podían variar desde terminarse toda su comida hasta simplemente ahuyentar a los extraños con su ladrido y mostrándoles sus agudos dientes. Ese era su trabajo después de todo, proteger a su amo que tanto le quería… y este siempre le compensaba con una caricia, un “beso” y el imperdible “Muy bien hecho, Koron-chan”.

Pero sin duda… Con unos labios de verdad, sin todo ese pelo cubriéndole y con Suzuki-san de por medio… Todo pasaba a ser completamente diferente.

 

 

Esa tarde Ruki-san se quedó en casa de sus compañeros guitarristas.

Recordaba que Uruha-san era especialmente muy amable con él cada que se presentaba la oportunidad de ir a visitarlo, siempre y cuando no se le ocurriera “levantar la pata” alrededor de ese extraño árbol que todo mundo insistía en llamar “Pakira-chan”… Los humanos eran tan raros, dándole un nombre a todo lo que se mueve y a lo que no se mueve también, pensaba una vez le dejaban aletargado en algún sofá, la alfombra o en el regazo de uno de ellos dos. Las cosas cambiaban cuando Aoi-san llegaba a casa y con sus malos gestos orillaba a que su amo terminará por despedirse llevándoselo con él… Por lo visto a ese hombre de pelo negro como el suyo… Simplemente no parecían agradarle mucho los animales.

Pero ese día era todo distinto…

Ahora sería su dueño al que le hicieran malas caras y lo más simpático del asunto era que ¡Hasta tendrían que cuidarlo aún si este se encontraba en ese cuerpo de perrito chihuahua!

Iba tan divertido por todo lo que Ruki-san le ladraba antes de que su gran ídolo Suzuki-san y él partieran que casi se fue de bruces al escuchar ese último y amenazador ladrido: “No te atrevas a ponerle un dedo encima, Koron. ¡Te lo advierto!”. ¿Qué no se atreviera a ponerle un dedo encima? ¿Pero qué podía hacerle él a alguien con Suzuki-san? Si no era más que un… ¡Un humano como él y como todos los conocidos de su amo!

Comenzó a tener miedo, estaba seguro de que su andar era más lento que hacia tan solo unos segundos antes de su razonamiento… Obviamente no temía por llegar a hacerle algo a su acompañante… ¡Sino lo que este pudiera hacer con él! Diablos, diablos… si aquello de “Hacer un zoofilico de Suzuki-san” solo era un comentario cualquiera para hacer enfadar a su amo. ¡Por supuesto que no dejaría que le pusiera ni una mano encima!... ¡Antes le mordía! Y no le importaba si luego se corría el rumor de que Ruki-san era un bárbaro y caníbal que comía gente…

Así llegaron a ese transporte que ellos conocían como auto. Ya en otras ocasiones había tenido la oportunidad de viajar en el auto de… de Reita-san, solo por ahora se daría el gran privilegio de llamarlo así para sus adentros… Pensaba con las mejillas coloradas. Tenía tantas cosas revueltas en su cabeza. A parte del proteccionismo de su amo, del cariño sofocante de Uruha-san cada vez que lo dejaban al cuidado de este… Reita-san era… Era una persona especialmente agradable con él. No le sofocaba, conversaba con él aunque no se entendieran, jugaba con él y en ocasiones hasta intercedía a su favor cuando su amo se ponía por demás necio… Como aquella ocasión en que Ruki-san insistiera en comprarle calzado… Gracias al cielo su salvador intercedió.

El trayecto no fue demasiado largo, pero en un momento dado recordó para que sirviera aquel botón de la puerta… Era la cosa esa maravillosa que hacía que esos cristales bajaran y el viento fresco entrara golpeándole deliciosamente en la cara. Sonreía, se sentía feliz, intranquilo por el modo en el que tuviera que tratar a ese rubio que por todo ese fin de semana cuidaría de él… Si, porque así era como lo veía: Como si Ruki-san le hubiera dejado al cuidado de alguien nuevamente.

De reojo alcanzó a notar como el más alto le miraba extrañado pero sonriente. No entendía el porqué de su expresión, pero igual hizo lo posible por imitar ese gesto que hacía con los labios… Definitivamente lo suyo, lo suyo no era sonreír.

-Seguimos en invierno y tu estas disfrutando del viendo frío sin que siquiera te importe si enfermas, Taka – Hablaba el conductor en curso- Eso si es extraño. ¿Vienes especialmente contento esta tarde?-Preguntaba Reita de manera intencionada, dejando en evidencia que deseaba incitar a su novio a que le dijese algún cumplido, algo romántico, algo que le indicará que también esperaba que esos dos días fueran a ser simplemente espectaculares… Y poco le importaba que lo tacharan de ser un maldito cursi, carajo… Ya necesitaba ver aunque fuera un poco de interés por parte del vocalista.

-Eh… - Ruki dudaba y… se sonrojaba. ¿Cuándo había sido la última vez que lo viera avergonzado? ¿Alguna vez lo había visto así siquiera? – En casa de Uruha-sa… Uruha hacía calor, me estaba comenzando a sofocar, por eso quise que entrara el fresco… - De pronto sus delgadas cejas se fruncían frustradas y asustadas, como si se tratara de un cachorro apanicado - ¿Te molesta?

-No, por supuesto que no.

No podía creerlo… Ruki se mostraba tan dispuesto a pasarlo bien, tan abierto a no mostrarse altanero como acostumbraba a hacer con él sin importarle nada. No podía evitar emocionarse por ello.

No tardaron en llegar a su apartamento… Si bien no tenía un plan en especial, esperaba que por esa tarde Ruki rompiera con todos sus esquemas y paradigmas, que aceptará comer comida chatarra a su lado, que vieran todas las películas de terror que el menor quisiera… ¡Es más! ¡Si lo deseaba hasta lo acompañaba a ir de compras! Cenarían juntos en algún restaurante discreto y cool de esos que tanto le gustaban al Matsumoto y al volver… ¡No tendrían por qué hacerlo! Se conformaría con simplemente besarlo, mantenerlo aferrado a su cuerpo y dormir… ¡Que después de tanto tiempo le permitiera sacar su jodido lado marica, carajo! Tanto tiempo reprimiendo su afecto por el otro y ahora quería abusar de que el menor trajera tan buena actitud…

-¿Taka?

Ruki caminaba detrás de él… quedándose cada vez más atrás mientras se dirigían al ascensor de su edificio ¿Y ahora qué tenía? De repente todas sus esperanzas volvían a caer en picada, así como solían hacer a últimas fechas de una manera a la que desgraciadamente ya empezaba a acostumbrarse.

-¿Taka?

Insistió en llamarle, pero este parecía absorto en sus pensamientos… Decidió que lo mejor era tomarle por el brazo para llamar su atención.

-¿Ah? Ah… Aki… Aki-chan ¿Qué sucede? –Preguntó el menor mirando entre curioso y asustado el agarre con el que ahora le mantenía.

-Subamos.- Le indicó una vez el ascensor llegó a recibirlos en la planta baja- Solo quería preguntarte si quieres comer cualquier cosa o si prefieres ir a un restaurante podemos ir sin ningún problema.-Sugería mientras que la fascinación con la que Ruki veía como se encendía cada uno de los números… le descolocaba y encantaba al mismo tiempo. Por un momento llegó a pensar que empezaría a babearse de la emoción… ¿Y ahora a ese qué le ocurría?

-Lo que sea está bien, mientras sea en casa… -Respondía con la cabeza echada hacia atrás todavía, no veía lo extraordinario de ver esos números… De igual manera se encogió de hombros, era una de esas extrañas ocasiones en las que no se encontraban discutiendo por alguna tontería del Matsumoto y eso le tenía de buen humor.

-¿Pizza?

-Si quieres…

Una respuesta embobada no podía aplicar en esa situación, si al llegar la pizza Ruki se la arrojaba en la cara se molestaría bastante, por lo que tuvo que intentar de nuevo. Ruki rara vez comía algo que no fuera asiático… Más aún si era con carne o muy condimentado.

Las puertas se abrieron y salieron rumbo a la puerta de su apartamento.

-¿Seguro que quieres comer pizza, Taka?

-Si tú quieres… Aki-chan.

¿Por qué Suzuki-san le insistía tanto con eso de la dichosa pizza? No sabía que era eso de “pizza”, pero lo había sugerido como comida y si era algo que comían los humanos, seguro que sabía delicioso. Las croquetas eran buenas, bastante buenas… pero siempre con él mismo sabor a diario.

-Peperoni ¿Qué te parece?

-Sí, eso está bien.

El agradable humano soltó una tremenda carcajada en medio del pasillo y él mientras tanto se quedó contemplando a ambos extremos de este, solo para corroborar que nadie estuviera mirando esa extraña escena. ¿Por qué Reita-san se reía sin razón? Ladeó su rostro para buscar su mirada y tratar de comprender…

-¿Pasa algo de lo que no me entero?- Se atrevió a preguntar en verdad confundido.

-¿Quién eres y en donde tienes a mi Ruki?

Bien, que el otro se lo preguntará con una amplia sonrisa en los labios no significaba que no supiera “algo”… ¡¿Cómo se había enterado de la realidad?! ¿Acaso ya sabía que él no era su amo? No… ¿Cómo podría saberlo? Entonces… ¡Rayos! ¿Por qué le hacía ese tipo de preguntas tan peligrosas?

-Ey, tranquilo, Taka… ¿Qué te pasa? Quita esa cara, solo estoy jugando…- La voz conciliadora de Suzuki-san volvía a mantenerlo preocupado. Debajo de toda esa abrigadora ropa sentía que su pecho subía y bajaba de manera histérica… Se sentía asustado de que esa persona pudiera saber su secreto… A final de cuentas no se trataba más que se una mentecilla de perro, desconfiado por donde quiera que se le viera.

 

 

La tarde transcurrió tranquila, Ruki-san no tenía de qué preocuparse… Hasta entonces no había tenido razón alguna para tener que propinarle una buena mordida a Reita, si… porque durante el paso de las horas pudo hacerse de la confianza suficiente para llamarle “Reita” para sus adentros sin ningún problema, casi no si se tratase de un igual y eso le hacía inmensamente feliz… A la altura de un humano y de un humano bueno y amable como Reita-san.

La cosa esa llamada “Pizza de peperoni” era simplemente un manjar de los mismo dioses de los perros. Toda, completita sabía a carne… a carne con un toque a dulce… No sabría definirlo. Lo único que sí que sabía, era que Reita se vio orillado a observarle extrañado una vez terminó sus trozos de pizza, ya que al final estaba lamiendo el plato sin darse cuenta.

-Lo siento… -Se apenó encogiéndose en su asiento. Él simplemente negó ante tan adorable gesto… En verdad, ¿Qué ocurría con ese hombre esa noche?

-No te preocupes, es solo que me extraña que te estés comportando tan nenita el día de hoy.

Ya se esperaba que el menor le fulminara con la mirada, que lo mandara a la mierda en un viaje sin regreso, pero esto nada más no ocurrió. Por el contrario… bajó la mirada y tuvo que seguir conversando para animarlo…

Ruki estaba raro desde el solo hecho de que no quisiera vez las películas del “Muñeco asesino” durante la tarde y prefiriera platicar con él en el sofá… Uno a cada extremo del mueble, pasando y repasando por anécdotas de las que se suponía que Ruki ya había sido participe… Pero este insistía en que continuasen rememorándolas, como si se tratara de un espectador ajeno que nunca hubiera estado enterado de nada de esas historias.

Como era costumbre, al llegar la noche le ofreció su baño… El vocalista nunca dejaba pasar el hecho de que debía tomar una ducha nocturna antes de dormir, curiosamente esta vez en verdad que tuvo que ofrecerle la ducha, pues la media noche no tardaría en llegar y Ruki ni por asomo lo solicitaba.

-Rayos… -Ruki-san solía maldecir muchas veces y decir malas palabras, pero… “Rayos” era la única que se le quedase grabada para utilizar en casos de emergencia y ese sin duda era todo un caso de emergencia: La ducha.

Odiaba bañarse… Como todos los perros odiaban bañarse, cepillarse, la peluquería o que les vistieran con ropita ridícula e incómoda. Pero más por sobre todas las cosas: Bañarse… Pero la cosa no podía ser del todo complicada, ya el día interior esa tarea fue realizada con éxito y por sí mismo. Incluso recordaba a su amo felicitándole por la misión plenamente conseguida. Sin embargo, podía decir que, en ese cuerpo de humano, lampiño y grande… Esa ducha había sido la peor de toda su vida: Tan nunca entendió como hacer que saliera agua tibia de la cosa esa de allá arriba que… terminó mojándose y remojándose con agua fría, medio esparciendo el jabón líquido en su cabeza y mojándose y remojándose de nuevo…

No supo cómo lo consiguió, pero ya estaba fuera del cuarto de baño… Envuelto en varias ¿”toallas” se llamaban?... Con el cabello mojado y todo el cuerpo bañado en un aroma que le era desagradablemente dulce… Tenía la idea de que la culpa de eso último era de ese famoso jabón líquido.

Ruki-san se había encargado de armarle el equipaje a modo de que: “Con lo que sea que te pongas te verás bien, incluso a la hora de dormir.  Este es tu pijama. Solo es para dormir, no te atrevas a llevarlo a medio día porque… Perderas todo el estilo que a base de los años que he adjudicado, Koron-chan”. Tomó el dichoso pijama y gracias al cielo parecía haberse colocado cada pieza correctamente, ninguna se veía al revés o mal acomodada… Ruki-san tenía razón, con cualquier cosa se veía bien… El cuerpo de su amo era especialmente un buen cuerpo para ser de humano.

-Ey, ¿Te apetece ver televisión mientras nos vence el sueño?

Esa fue la única sugerencia que el dueño del apartamento le hizo antes de meterse a la cama y ofrecerle un espacio en medio de las sabanas, palpándolas con un cariño que era casi tangible… Sonreía. ¡Cielos! Que su amo era realmente afortunado de tener a su lado a alguien tan atento, definitivamente no iba a permitir que esa persona se fuera del lado de su amo.

De un brinco se arrojó sobre la cama, casi como solía hacerlo en casa y dentro de su cuerpo que andaba únicamente en cuatro patas. El colchón se movió drásticamente, haciendo que el bajista saltará un poco sobre este… pero finalmente todo se tranquilizó y la televisión se encendió.

Esa caja con personas moviéndose en su interior era bastante atrayente debía de admitirlo. Sin embargo, también debía de admitir que llevaba por lo menos la mitad del día despierto… Él no entendía de esas cosas que llamaban horas y minutos, pero ya tenía demasiado sueño… Más aun considerando que dormía, como todos los perros, la mayor parte del día… Y ahora, con los nervios, con el ajetreo y tanta cosa más… Esto no se había podido realizar.

Reita-san le tenía en medio de sus brazos… No era la primera vez que lo hacía, cuando deseaba molestar a su dueño diciéndole cosas como “Llevaré a Koron con Protección Animal, Taka”. No sabía qué era exactamente Protección Animal, pero estar en brazos de Suzuki-san era muy divertido… Aunque justo esa noche… Los brazos de este se sentía diferentes. Le envolvía por completo y era como si el calor de su cuerpo le arropara más que todo ese montón de ropa de cama que tenían encima… Eso no era “Estar poniéndole una mano encima” ¿O sí? Algo tan agradable no podía ser tan malo ¿O sí?...

Un largo bostezo salió de sus labios y entonces enterró su rostro en el pecho del humano que esa noche le acompañaba… Sus manos acudieron a hacer lo mismo, colocando las palmas sobre la ropa de dormir de Suzuki-san, cuando de pronto…

-Aunque estas extraño hoy… Ha sido increíble como pocas veces, Taka- Alcanzaba a escuchar Koron, quien desde hacía rato que tenía los parpados cerrados, comenzando a dormitar… Y podría haber caído en un sueño profundo de no ser porque…

Reita levantó el rostro de su pareja en un suave movimiento, tomándole por la barbilla con ayuda del índice y pulgar… No sería la primera vez que en modo romántico le robará un beso mientras dormía, era mucho más sencillo hacerlo así que cuando se encontraba despierto en sus cinco sentidos… O eso había creído hasta esa noche.

Se acercó lentamente y entonces notó que el menor había despertado, de otro modo no entendía la razón por la que ahora apretaba fuertemente sus parpados, más no así sus labios… con los cuales no tardó en acortar distancias hasta unirlos de manera perfecta. Más no pudo llegar a más, porque antes de siquiera intentar acariciar esa boca como solo él sabía hacer… Los ojos de Ruki se abrieron de par en par, mirándole entre asustado y molesto… A su parecer más molesto que asustado… Empujándole de pronto, con tanta fuerza, que fue el mismo vocalista quien terminó cayendo de espaldas al suelo.

-¡¿Estas bien?!- Preguntó preocupado desde arriba de la cama. Ruki solo respondía con los ojos abiertos como platos y sin que su boca pudiera expresar nada pese a que sus labios se movían.- Oye, Taka. Deja te ayudo…- Se levantó  y fue en dirección suya para ofrecerle la mano. Sin embargo, el vocalista se arrastraba hacía atrás… Le observaba con miedo… no… con terror en los ojos. Así se arrastró hasta llegar a la puerta. -¿Qué te ocurre? –Caminó hacia él.

-¡NO!- Espetó el más bajito, cruzando sus antebrazos a la altura de su rostro.-¡No te me acerques!-Exigió, poniéndose en pie de manera torpe y forcejeando ahora con el pomo de la puerta.

-¡Taka! ¿Qué mierda te ocurre ahora? –El bajista no entendía nada… Quizó tomarle por el hombro, pero a esto recibió una mordida en el dorso de su mano… -¡Mierda! –Masculló dolorido… poco más y le hubiera sacado sangre…

¡¿Qué carajos tenía ese loco en su cabeza?! AL fin había logrado escapar y ahora se encontraba encerrado justo en la habitación de al lado.

-¡Abre, Takanori! –Exigía golpeando fuertemente la puerta con la mano que no tenía lesionada, su compañera se encontraba con marcas visiblemente amoratadas - ¡Me cago en diez! ¡Abre, carajo! ¡Voy a tumbar la jodida puerta si no me dices que diantres te pasa, Ruki!

-¡NO!

Reita estuvo largo rato golpeando… No era cierto que deseara derribar la puerta, el problema había sido la impresión causada por aquella agresión tan primitiva que jamás se habría esperado por parte de Ruki, mucho menos por el solo hecho de haberle besado mientras dormía… No entendía nada, absolutamente nada. Lo único de lo que era consciente era de que por alguna extraña y desconocida razón… Ese fin de semana se había ido a la basura. Y por lo menos él… ya estaba harto de la inestable relación con el Matsumoto… Recargado en la puerta de madera de la habitación de invitados…

A sus oídos solo llegaba el lamentable llanto dentro de la habitación. Taka lloraba… y ya no deseaba dejar ver que eso le importaba… Que llorará lo que quisiera, que él tenía sus propias penas para lavar.

 

Notas finales:

Ya, ya, ya! Ya había sido mucho Ruki-perro, Ruki-perro ¿No? Había que ver qué tan bien o mal estaba pasandola nuestro querido chihuahua... ¡¿Si o si, gente?! e_é (?) *Loca*

Ejem! Bueno, sobre mi super atraso... u ú Jumm! Es que estaba molesta... ; ; si, estaba molesta porque... ¡Los reviews bajaron bien horrorosamente en el capítulo anterior! y fue como de "; ; YA NO LES GUSTA PERRA VIDA!!! AL CARAJO CON ELLA ENTONCES!! ME LARGO A VER SI ME INVENTO OTRO TIPO DE HISTORIA!!"... o.o y entonces me puse a escribir drabbles, otras tramas, a rolear mucho... Sobre todo esto ultimo... como no veo reviews ni nada que me motive... me disperso en otras cosas y olvido mis tramas... xDD Así pasa.

La cosa es así, señoras y señores... Si quieren regañenme, diganme "mamona"... pero se los juro... Si publico aqui es porque me gusta compartir mis historias con ustedes y SABER que les gustan... Para mi "Reviews" es igual a "Actualizaciones rapidas". Si no se de ustedes... simplemente me desanimo y abandono tramas... porque doy por hecho que no les gustan... u u... Tengan piedad de mi~ (?) Recuerden! sus letritas de amor son inspiración para mi (???) u v u

 

En fin... Les decía que les recomiendo los fics de Arriane (Aquí Alter_in_Red) son Reituki y Rukeita... Son geniales... u///u y soy su beta-reader en uno de ellos, el cual se los recomiendo aquí:

CORAZÓN CAUTIVO: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=111319

CONDENADO A TI: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=110137

Ya para finalizar... Les dejo con mis amados links random XDD

Tuitáh :D Follow me! Follow me! (?) e_e bleh! di quieren, digo XDD hahaha! https://twitter.com/shudder_nausea

ASK... :D Ask me! Por si quieren preguntarme lo que sea sobre mi y mis fics ;D ha!

http://ask.fm/shudder_nausea

 


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