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Terror y Pasión por Leana

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Notas del fanfic:

Wiiiiiiiii!

Por aquí de nuevo como lo prometí ^^ Lamento la tardansa, pero es que hoy salgo muy tarde del instituto y bueno, tenía que rebisarlo antes de subirlo xD

Este es el segundo especial de Halloween :3 

La idea salió después de comer fideos y ver "Greace" en el TCM xD

En fin...

*Estos personajes no me pertenecen y mi fic es sin fines de lucro.-

Decirles que no le envie este capi a mi beta Akemi, porqe se me había olvidado que día es -.- Y no iba a presionarla para que en menos de 10 minutos lo corrigiera >< Plis Akemi-chan! no me mates D:

Espero les guste :3

Notas del capitulo:

Bueno, este fic es un Universo Alterno ^^

Con respecto a los disfraces me inspire en unas imagenes bellas que entontré *w* Vere si puedo poner los enlaces en el proximo capi >w<

Algo pervertido... aunque no soy muy buena con el miedo xD

En fin... A leer!

 

 

1.- Fiesta de disfraces

 

 

 

 

El azabache entra al cuarto de Eren, se sienta sobre la cama y espera a que el chico salga del cuarto de baño. Observa el lugar y está con la ropa tirada por todos lados, la mesa con el espejo llena de polvos de maquillaje de colores café, negro y blanco. El mayor suelta un suspiro cruzándose de brazos.

 

-          No sé porque tanto alboroto por una fiesta.

-          No es una simple fiesta, Rivaille- dice el chico al otro lado de la puerta. -Es Halloween, una de mis celebraciones favoritas.

-          Así como Navidad, Año nuevo y Pascua- replica el de ojos grises con fastidio.

-          Sí, pero esta es mi preferida...

 

Eren abre la puerta del baño y sale disfrazado, unos pantalones de mezclilla, botas de cuero, una playera sin mangas. Nada fuera de lo ordinario, pero Rivaille se queda mirando los detalles: unos guantes con garras, unas orejas puntiagudas y una cola peluda. No puede evitar tragar con dificultad.

 

-          ¿Cómo me veo?- pregunta el chico de 17 años con una sonrisa que deja ver unos colmillos perrunos. -¡Aagh!- gruñe alzando sus, ahora, patas.

-          ¿Por qué de Hombre Lobo?

-          Porque es mi personaje favorito, cuando pierde el control por la luna llena y se transforma en un monstruo.- Eren se queda mirando al azabache frente a él. -¿Tu no vas a disfrazarte?

-          Claro, que no- responde el mayor con un bufido. -Sólo iré a dejarte, el lugar es muy lejos para que vayas solo.

-          Creí que te quedarías.

-          No me interesan esas cosas de niños.

 

Jaeger siente como el ánimo lo abandona, Rivaille siempre ha sido muy esquivo. Bueno, desde que viven juntos. Cuando tenía 8 años la madre de Eren murió en el derrumbe de su casa en un terremoto, Eren estaba en la escuela y por ello salió ileso. El menor no tenía a nadie, su padre había desaparecido cuando era un bebé. Después de unos meses de vagar por la calle, conoció a Rivaille, que se volvió su tutor, ahora el hombre tiene 25 y a pesar de que siempre se ha preocupado por él, de todas maneras se comporta huraño con el castaño.

 

-          Ah, Rivaille- dice el chico girándose al espejo para echarse un poco mas de base blanca. - El lunes tendremos la final del juego.

-          Estaré ahí.

 

El mayor jamás ha faltado a cualquier reunión, obra o juego al que ha participado Eren. Ahora el chico es parte del equipo de Fútbol Americano de la escuela, es uno de los más talentosos y este es su último año, así que pertenecer a ese equipo le ayudará a entrar a la universidad con una beca.

 

-          ¿Contra quién jugaran, “Cazadores”?

-          Contra los “Titanes”- responde el chico con una sonrisa al oír el nombre de su equipo. -Según sé son unos gorilas, pero no me asustan. Bien ¿nos vamos?

 

El de ojos verdes observa al mayor levantarse y salir mientras él apaga la luz de la habitación y se coloca una chaqueta ligera de color negro. Observa el caminar del azabache al auto, siempre le ha parecido tan masculino y seguro. El pecho del menor se oprime preso de los nervios que le provoca pensar en Rivaille.

Desde que Levi lo acogió que Eren ha estado enamorado de él, de sus ojos fríos, de su carácter fuerte, de su todo.

Rivaille cierra la puerta del auto y lo enciende sacándolo hacia la calle.

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Toma el celular marcando al chico, le pregunta si está listo y el pelinegro le dice que casi, pero que entre a la casa a esperarlo. Jean se baja del auto y camina hacia la puerta del hogar de Marco, toca el timbre y la madre del chico le abre.

 

-          ¡Jean! Que gusto, pasa, pasa.

-          Hola señora Bodt

 

El castaño se sienta en el sillón mientras la mujer de cabello negro, con la misma sonrisa de su hijo, le ofrece un vaso de jugo y galletas. Al parecer la mujer aún no asume que ya son todos unos adolescentes.

Marco y Jean son amigos desde pequeños, se conocieron en el jardín y desde entonces no se han separado.

Jean escucha los pasos en la escalera y se levanta para ver al azabache, que está parado con sus pequeños hermanos aferrados a sus piernas.

Los gemelos ríen mientras Marco intenta alejarlos con suavidad.

 

-          Buen disfraz- le dice el castaño con una sonrisa.

 

Marco lleva un pantalón blanco de tela, un cinturón con hebilla en forma del dios Anubis, y su torso está envuelto con vendas del mismo color, rodeando incluso sus brazos, hasta su cuello y pasando a la mitad de su rostro dejando ver solo su ojo izquierdo.

 

-          Gracias- responde el chico bajo la tela que cubre su boca, con un sonrojo en sus pómulos, que no se deja ver por el disfraz de Momia. -¿Nos vamos?

-          ¡No Maco!- solloza uno de sus hermanitos.

-          Está bien Bill, iré con Jean.

-          ¿Con En?- pregunta el otro mirando al chico de ojos miel.

 

Ambos pequeños sueltan al mayor y corren hacia el castaño. Este sonríe acariciándoles la cabeza con ternura. La madre de Marco toma a los bebés y despide a los chicos en la puerta.

 

-          Tu disfraz tampoco está nada mal.

 

Jean mira al moreno y luego a su propio disfraz que consiste en un pantalón, una playera de cuello alto y mangas largas de color negro junto a una camisa de color verde opaco rasgada. Unos tornillos adornan su cuello, además de unas cicatrices perfectamente maquilladas que surcan desde su frente, pasando debajo de su ojo y perdiéndose bajo su oreja. Otra que parte desde la cicatriz anterior hasta su mentón. Las tres zonas están maquilladas de distinto color, simulando que son tres pieles distintas: un Frankenstein perfecto.

Se suben al auto y cierran las puertas, el castaño se pone en marcha por la calle. No puede evitar que su mirada se desvíe hacia el azabache, ésas vendas están ajustadas, marcando su torso fino, pero masculino, ese que tantas veces ha visto cuando se queda a dormir en casa del chico, pero que jamás se ha atrevido a sentir.

Jean aprieta mas el volante mientras acelera.

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Irvin espera en el auto junto al rubio de nombre Armin. El chico se siente muy nervioso, siempre lo pone así la cercanía del entrenador, Arlert es parte del mismo equipo de Eren, él desempeña un rol como estratega y trabaja constantemente con Smith que es el entrenador del equipo. Hace varios meses que el blondo se siente extrañamente atraído por los ojos celestes del mayor, que en estos momentos se ofreció para ir a dejar a Armin, Bertholdt y Reiner a la fiesta que realiza la escuela para Halloween.

El lugar es entre las montañas, en la casa de veraneo del director.

 

-          ¿Tienes el mapa, Armin?- pregunta el hombre haciendo que el chico se sobresalte saliendo de sus pensamientos.

-          ¡S-sí!

 

Irvin sonríe ante la timidez del chico y no puede evitar mirar el disfraz de este, unos jeans con parches seguido de unos bototos de color rojo, una playera rasgada y manchada en "sangre". Su rostro es blanco, con ojeras marcadas y unos rasguños profundos y bien simulados en su mejilla, el cabello enmarañado lo hace ver un zombie de miedo.

Pronto sienten la puerta trasera abrirse y ven a Bertholdt sonreír con unos colmillos blancos, se sube vestido con unos pantalones negros, sus zapatos perfectamente lustrados y una camisa con vuelos en el pecho y salpicada de rojo, el azabache recoge su capa de cuello alto y rojo, como tantas veces se ha representado a Drácula.

 

-          Lamentamos la tardanza, Reiner no encontraba su máscara- se disculpa en chico vampiro con una sonrisa.

-          Buenas noches- saluda el mencionado al acercarse a la puerta del auto.

 

El blondo sube vestido totalmente de negro, pantalones con varios bolsillos y una playera manga larga y de cuello redondo. El chico acomoda la oz entre los asientos y sube su máscara de calavera. Es una buena versión de "La muerte".

 

-          Bien, nos vamos.

 

Irvin arranca rumbo a las afueras de la cuidad junto a los menores que no paran de conversar sobre sus disfraces.

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Los tres autos se estacionan a un costado de la calle, justo donde termina el camino de la civilización y comienza el bosque. Jean se baja para toparse con Rivaille e Irvin.

 

-          Bien, nosotros te seguiremos- dice Rivaille mirando a Irvin, con quién fueron compañeros en la escuela cuándo eran jóvenes.

-          De acuerdo, Armin tiene el mapa, así que no habrán mayores problemas.

-          Ahí viene Connie junto a Sasha, Ymir y Christa- informa el castaño apuntando con el pulgar hacia atrás mientras un auto se detiene a su lado.

-          Estamos listos ¿Nos vamos?- pregunta una Sasha de copiloto.

 

Regresan a sus respectivos vehículos y siguen en una pequeña caravana al auto de Irvin.

Rivaille conduce en silencio, ha pasado alrededor de una hora y media desde que salieron de la cuidad y se internaron en el bosque. Pero pronto la pregunta se escapa por sus labios, siente que no puede seguir haciéndose el indiferente.

 

-          ¿Y Mikasa?

-          ¿Hu?- Eren parpadea mientras gira el rostro para ver al azabache.

-          La mocosa con la que estás saliendo.

-          ¡¿Saliendo?!

-          No veo otra razón para que te llame todo el día, te siga a todas partes y no se te despegue.

-          Es porque es mi mejor amiga.

-          Armin también es tu mejor amigo, y no es tan pegote.- Eren frunce el ceño y Levi suelta un suspiro moviendo la palanca de cambio. -Escucha, es normal tener novia, sólo me gustaría que no me lo ocultaras...

-          Yo no tengo novia- responde el castaño con voz mordaz y cruzándose de brazos con un mohín. -Ni siquiera me gustan las chicas...

 

Rivaille mira al menor con los ojos bien abiertos, jamás se imagino semejante respuesta y su estómago se retuerce con furia.

 

-          ¡Cuidado!- exclama Eren apuntando hacia el frente.

-          ¡Carajo!

 

El azabache frena abruptamente, haciendo que sus cuerpos se azoten hacia delante y luego atrás. Levi jadea con las manos fijas en el volante mientras el castaño se aferra al asiento. El de orbes grises aprieta los dientes, no se había percatado de que el auto de Irvin se ha detenido y casi chocan.

 

-          Y una mierda- exclama Levi golpeando el volante. - Puto Irvin.

 

-"A pesar de que me reprende cuando digo palabrotas, Rivaille tiene un vocabulario que dista mucho de clase."- piensa Eren acomodándose en el asiento mientras el mayor se baja del auto y camina para encontrarse con Smith.

 

-          ¿Me podrías decir que mierda pasa?

-          Nos hemos perdido- responde el rubio con voz tranquila.

-          ¡¿Que qué?!- exclama Jean llegando hasta los mayores.

-          El mapa que repartieron en la escuela es el antiguo, solo están las primeras casas- explica el de ojos celestes.

 

Una gota cae sobre la cabeza del azabache, haciendo que ponga su palma hacia arriba y vea que otras se le unen.

 

-          ¿Acaso va a llover?- pregunta Connie uniéndose a ellos, con un pantalón negro ajustado, unas botas altas, además de una camisa elegante y una chaqueta de amplio cuello, solo dos botones unen la tela y vuelve a abrirse hasta sus caderas. La capa que lleva sujeta a su cuello se agita con el viento.

-          ¿De qué te disfrazaste?- pregunta Jean ignorando la lluvia.

-          Del Jinete sin cabeza, dejé la calabaza en el auto- dice el chico calvo apuntando hacia el vehículo.

 

El sonido de un relámpago surca el oscuro cielo, la lluvia se desata sobre ellos con fuerza y todos corren hacia sus autos. Irvin levanta el celular para comunicarse con Rivaille.

 

-          Armin dice que según el mapa hay una casa cerca de aquí, debe ser antigua porque está en el mapa, así que nos refugiaremos en ese lugar por mientras.

-          De acuerdo, le diré a los demás.

 

El azabache cuelga el celular y enciende el auto para salir tras el de Irvin.

 

-          Eren, llama a Connie y a Jean y diles que seguiremos a Irvin para refugiarnos, es peligroso conducir con semejante lluvia.

-          Está bien.

 

Levi no quiere mirar al chico, sus palabras aún resuenan en sus oídos y sabe que no es bueno. Desde que al muchacho cumpliera 14 que sus sentimientos protectores cambiaran a unos de puro deseo.

Pero no puede permitirse dejarse llevar, abusar así del menor no estaría nada bien.

Suelta un suspiro profundo, pero el menor no se da cuenta, está pendiente del celular para darles las instrucciones a sus amigos.

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Pronto descubren un camino que se interna en el bosque a un costado de la carretera, Armin le señala a Smith que por ahí está la casa. Doblan seguidos de los demás autos, topándose con una casona imponente, bastante escondida y abandonada.

Irvin se baja del auto y corre hacia la puerta, toca pero nada sucede, entonces mueve la manilla y la puerta se abre. El mayor entra y después de unos momentos les hace señales a los demás para que lo sigan.

Todos se reúnen en el comedor, alumbrados solo por la luz que se filtra de la puerta y las linternas de los autos. Irvin aparece junto a Rivaille con velas encendidas, que les reparten a los presentes. Cierran la puerta mientras se reúnen en la mesa del comedor.

 

-          A pesar de que está bastante descuidada por fuera, por dentro está en perfectas condiciones, pero no pudimos hacer funcionar el interruptor de electricidad- explica Irvin mirando a los chicos. -Estaremos aquí hasta que la lluvia mengue.

-          Vaya- se queja Sasha con su vestido blanco y corto, con un falso amplio y lleno de blondas. Su maquillaje marcando ojeras, con la piel blanca sin vida la vuelven una fantasma muy bella. -Y yo que planeaba comer muchas papas fritas esta noche.

-          Y después pregunta por qué le dicen la "Chica patata"- dice Ymir cruzándose de brazos, con su vestido ajustado bajo sus pechos y holgado al caer por su cuerpo hasta las rodillas, unas alas blancas y esponjosas descansan en su espalda representando un ángel.

-          No seas pesada Ymir- la reprende la rubia, con un vestido negro corto y ajustado, unos guantes hasta sus codos y unas alas de murciélago desplegadas en su espalda. Haciéndola ver como un demonio.

 

Es ahí cuando los demás se dan cuenta del contraste de sus disfraces, no solo porque son todo lo contrario a sus respectivas personalidades, sino porque se representan una  a la otra. Sí, muy original.

 

-          ¡Ya se!- exclama el calvo levantándose de la mesa. -¡Juguemos a las escondidas!

-          Pero... me da miedo andar sola por esta casa...

-          No te preocupes, Crista, nos esconderemos en parejas- dice Ymir pasando su brazos por los hombros de la chica.

-          ¡Bien! Yo voy con Connie.- Sasha sonríe mirando al chico de ojos ámbar.

-          Y él será quien cuente porque fue su idea- dice la castaña de pecas con una sonrisa ladina.

-          ¡Pero…!

-          Vamos, Connie, no seas nena- lo interrumpe Reiner. -Yo iré con Bertholdt.

-          Acepto, no pienso aburrirme como ostra mientras esperamos que la lluvia se acabe- exclama Jean mirando al azabache. -Yo iré con Marco.

-          Irvin y Rivaille ¿Con quién irán?- pregunta la rubia con voz angelical.

 

Rivaille suelta un bufido de molestia, no le interesa en lo absoluto estos juegos de niños...

 

-          Yo iré con Armin- dice Irvin con una sonrisa.

-          ¿No crees que ya estamos bastante mayorcitos?- pregunta Levi alzando una ceja.

-          ¿Acaso no recuerdas que jugábamos a esto con Hanjie?

-          Éramos jóvenes y estábamos borrachos.

-          Pero yo quiero jugar...

 

Rivaille alza la vista y ve al castaño con una mueca suplicante, el mayor siempre ha pensado que Eren a veces tiene ojos de cachorro, pero con el disfraz lo hace demasiado obvio.

 

-          ¿O es que tienes miedo de perder?

-          Claro que no Irvin, te encontraría con los ojos vendados.

 

Ambos adultos se fulminan con los ojos y una sonrisa cargada de desafío. Todos se miran encogiéndose de hombros, se creen muy maduros y son más infantiles que ellos mismos.

 

-          ¡Bien! ¡A jugar!- exclama la pelirroja, tomando la mano de Connie, que se ruboriza siguiéndola hasta la pared. -¡Uno...!

 

Todas las parejas comienzan a correr, presos de la adrenalina propia de unos adolescentes. Buscan escondites entre la oscuridad, solo la luz de la luna ilumina partes de la casa, además de los rayos que caen con ases de luz sobre la tierra.

Ymir pasa con Crhista por la puerta al lado de la escalera y se meten a un cuarto, donde la castaña deja la puerta entre abierta para ver si alguien se acerca, en ese momento solo ve a Marco corriendo junto a Jean rumbo a quién sabe qué escondite.

Reiner sube la escalera principal, sus pasos se mezclan con los de los demás al correr y dobla hacia la derecha. Siguen por el pasillo hasta llegar a la última habitación, donde entran rápidamente. Bertholdt jadea apoyando las manos en sus rodillas mientras el blondo pone su oreja en la puerta para oír algo que delate a los buscadores, pero todo parece muy tranquilo.

El de ojos dorados se relaja cerrando la puerta, camina hacia el azabache y lo toma de las caderas para golpearlo contra su cuerpo. Bertholdt alza los brazos pasándolos tras la nuca del rubio y capturar su boca, rozando sus colmillos por el labio inferior del más bajo. Reiner acaricia sus labios, sintiendo, recorriendo cada parte de esa cavidad ya conocida, pero siempre tan deliciosa.

La lengua del de ojos verde opaco se abre paso por la boca de rubio, frotándose contra la suya. Braun abre más la boca para arrasar con la del azabache, que lo raspa con ese par de colmillos que lo están excitando mucho. Pronto el blondo se separa, besando su mentón, bajando por el cuello y lamiendo la manzana del chico, que se mueve cuando suelta un jadeo ronco. Sigue besando su piel, pero la camisa le impide llegar más abajo.

Braun se arrodilla frente al moreno, muerde su vientre sobre la delgada tela de su camisa mientras desata su cinturón, sigue el botón y pronto desliza el cierre con tortuosa lentitud. Reiner frota su palma contra el bulto que crece bajo la tela del pantalón del más alto. Bertholdt se queja alto, lo mira preso de la expectación y por fin el blondo libera su miembro erguido, frotándolo con fuerza.

 

-          Aah- se queja el de ojos verdes oscuros, toma la base de su camisa y la muerde para sostenerla, así puede ver al blondo sin problemas.

 

Reiner abre la boca y se mete el miembro del moreno hasta el fondo, chocando la punta contra su garganta. Lo saca capturando su glande entre sus labios, donde mueve la lengua alrededor haciendo que el chico vuelva a quejarse. Comienza a mover su rostro con rapidez, sacando la extensión de carne y volviendo a meterla.

Adelante, atrás. Adelante, atrás.

Chupa sin dejar de moverse y la tela que Bertholdt tiene en la boca comienza a humedecerse.

Reiner toma la erección del moreno y desliza su lengua desde la base hasta la punta, el azabache se queja entrecerrando los ojos mientras Braun sigue deslizando ese húmedo musculo por su erección.

 

-          Está muy duro- dice Reiner con una sonrisa maliciosa.

-          Humn- El moreno no puede emitir palabras ya que su boca está ocupada por su camisa.

 

El blondo se aleja, con su ancha y áspera mano masturba al chico de ojos verde opaco, aprieta fuerte con ese vaivén brusco, provocando que casi acabe. Pero Reiner lo suelta a tiempo y baja la mano hacia los testículos del chico, que acaricia insinuante, sin despegar su dorada mirada del moreno.

Alza la otra mano y la desliza por la piel tostada del más alto, sintiendo la humedad y el calo de éste y deleitándose por ello. Lame el borde hundido de sus oblicuos, deslizando sus palmas por los relieves de sus músculos, mordiendo las prominencias cuadradas de su trabajado abdomen. Reiner lo mira, su pecho sube y baja, y se notan los colmillos sobre la tela. El más bajo comienza a tener fantasías con ellos.

Las manos del blondo comienzan a frotar su pene de nuevo, Reiner ladea la cabeza haciendo que la punta del miembro del azabache choque contra su mejilla con cada movimiento, y con ello también puede deslizar su lengua con ese vaivén de su boca.

Braun siente el líquido pre seminal deslizarse por sus labios, salado baña su boca. Pero no le importa, sigue con el movimiento de su rostro. Se detiene dejando la ingle contra su mejilla, alza su índice y comienza a moverlo sobre su piel, por fuera, masajeando la punta contra el musculo de su rostro.

 

-          ¡MN!

 

El blondo saca el miembro de su boca, con la espesa saliva uniéndolo a aquella erección. Se levanta sacando la tela empapada de la boca de Bertholdt.

Une sus labios, en un beso voraz, su lengua se cuela en aquella jadeante boca. Reiner chupa su lengua y la muerde, alejándose mientras roza la punta de su nariz por la mejilla del azabache hasta llegar a su oído.

 

-          Dime Bertholdt- susurra el rubio con voz ronca. -¿Dónde quieres correrte?- pregunta dándole una lamida a su oreja. -¿En mi mano?

-          No...- jadea el moreno preso de la excitación.

-          ¿En mi cara?

-          ...- Fubar niega con la cabeza.

-          ¿En mi boca?

 

El azabache guarda silencio, a pesar de que han tenido sexo más veces de las que pueda recordar, no logra acostumbrarse a las palabras pervertidas del blondo. Ni siquiera en esos momentos de pura excitación.

 

-          Pídemelo Berth- dice Reiner haciendo estremecer al chico. -Quiero oírte decirlo.

-          Pero... es tan vergonzoso...

-          Si no lo pides no lo tendrás.

 

Braun toma el mentón del azabache y lo baja hacia su rostro, lame sus colmillos rozando los labios del moreno.

 

-          Quiero... yo...- El chico de ojos verdes oscuros cierra los ojos y toma una abocanada de aire. -Quiero correrme en tu boca.

 

Reiner esboza una sonrisa amplia, ladina y llena de satisfacción. Deposita un casto beso sobre sus labios mientras vuelve a arrodillarse frente al chico. Berth ya no quiere acallar sus gemidos, así que desabotona su camisa para ver al blondo, que le da una lamida al duro músculo.

 

-          Lleva tu ritmo, Bertholdt- le dice Braun mirándolo insinuante. -Córrete al ritmo que te plazca.

 

El de ojos dorados pone sus palmas en las caderas del chico, abre la boca y mete el trozo de carne sin siquiera tomarlo, se detiene y mira al chico sin moverse.

Fubar jadea, dubitativo mueve su cadera hacia atrás y luego adelante, sintiendo los labios apretando su erección, el calor de esa boca que lo hace ver estrellas, literalmente. Repite la acción pero un poco mas rápido y a medida que el tiempo avanza, su necesidad de saciar tan primitivo sentimiento también.

Sus embestidas se vuelven rápidas, certeras y bruscas. Pero trata de no hacerle daño a su rubio amado.

Jadea fuerte cuando la lengua de Reiner comienza a frotar la punta, justo sobre su uretra. El azabache baja sus manos poniéndolas sobre las del rubio aferrado a sus caderas. Sigue con sus estocadas contra la boca del de mirada dorada.

 

-          Mn- se queja apretando los labios. -¡Ah! ¡Reiner…!

 

El más alto sigue moviéndose, solo se oyen sus quejidos y ese húmedo sonido de su pene entrando en la boca de Braun.

Siente como el clímax se aproxima y no puede evitar acelerar sus envites, con brusquedad se libera con un empuje más y viendo los ojos llorosos del blondo. Reiner aleja su boca, apoyando la ingle del chico sobre su labio inferior y abriéndola para que el azabache vea su semilla salpicar la lengua de este.

El semen se escurre caliente por su mentón mientras Bertholdt se retuerce con un fiero azote del orgasmo que lo libera. Intentando respirar bien ve como Reiner se lo traga, se levanta quedando frente a él.

Fubar lo mira unos instantes, se acerca y lame el mentón del chico, limpiando su propia semilla.

Reiner sonríe y toma su rostro para capturar sus labios. Comparten un beso suave, cargado de cariño y amor. Se gustan desde que eran pequeños, jamás lo ocultaron y no lo harán.

El de ojos verdes opacos siente el regusto amargo de su semen en los labios del más bajo, traga la mezcla gustoso y sigue besando a Reiner, que muerde y jala sus labios sin piedad. Arrasando con su boca con hambruna. Braun siente esos colmillos raspar su lengua, pero no le importa, sigue apoderándose de cada rincón de esa cavidad.

 

-          Bien, vamos- jadea el blondo dándole un corto beso al chico. -O se preguntarán donde estamos.

-          De acuerdo- sonríe Bertholdt siguiendo al de ojos dorados a la puerta.

 

Salen al pasillo en silencio, poniendo atención por si viene Sasha o Connie. Al parecer no hay nadie en esa zona, aun así se pegan a la pared caminando en puntillas, el rubio asoma la cara por la esquina. Un rayo ilumina la estancia levemente, cuando ve a Connie girar hacia la otra esquina.

Reiner se gira para ver al moreno.

 

-          Está despejado, pero debemos tener cuidado de Sasha, ella puede estar cuidando la cocina.

 

El moreno asiente y caminan rumbo a la escalera, pero el calvito aparece y los ve, están a la misma distancia de los escalones. Se miran unos instantes y se echan a correr.

 

-          ¡No me ganaras, Reiner!

-          ¡Corre Berth!

 

Bajan saltando casi tres escalones, giran hacia la puerta de la cocina y quedan los tres atorados en el marco de la puerta. Entre codazos y gruñidos intentan abrirse paso.

 

-          ¡Mierda!- exclama el moreno adolorido por el golpe y los forcejeos.

-          ¡Quítate Conche*...!

 

"¡Bang!"

Los tres quedan estáticos, el sonido de la explosión los deja algo aturdidos, luego le sigue otro, otro y otro. Springer traga duro, el blondo se quita lentamente mientras se gira hacia la puerta de entrada, donde Irvin aparece seguido de Armin. En cosa de segundos todos están reunidos frente a la puerta.

 

-          ¿Qué mierda ha sido eso?- pregunta Eren con voz agitada.

-          Todos quédense donde están, Christa dame esa manta que esta sobre el sillón- pide el blondo con voz tensa para salir y estar protegido de la lluvia.

 

Smith la recibe y se cubre la cabeza con ella, pone su mano en el pomo de la puerta y la abre de golpe. No ve nada, todo está totalmente vacío, entonces se percata de los autos, todos comienzan a ladearse.

 

-          Debes estar de coña...

 

Pero nadie toma en cuenta el mal vocabulario del Jean, porque toda su atención está en los neumáticos de sus vehículos desinflándose bajo la lluvia.

 

 

 

 

 

Miedo e incertidumbre… eso es lo que se siente.

 

 

 

Notas finales:

Aw! Quien o que habra hecho tal cosa? D:

Bueno... se que no da miedo xD pero lo dejaremos con que es suspenso ><

Chicas! Espero sus comentarios con ansias! Me encantaria saber si les gusta o no ^^ Y sobretodo lo que opinan :B

*Saludotes a Akemi-chan y a Yuki-chii! <3

 

Nos leemos en el proximo capitulo! :3


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