Los murmullos habian empezado a circular por la iglesia. Algo iba mal…muy mal. Apenas unos momentos antes, estaba convencido que no podía existir un dia mas perfecto…
El dia de su boda.
En la bóveda, los rayos de sol iluminaban las vidrieras de la iglesia de Saint George, situada en Hannover Squere, inundando el interior de la nave de una luz efímera y radiante.
Era una señal. Asi lo había decidido el joven docel KEY Sterling al bajar del carruaje y aproximarse a la iglesia. Durante mucho tiempo, una nube había cubierto la vida de los Sterlings. Por eso, el que hubiese salido un dia tan maravilloso debía de ser un símbolo de la vida que le esperaba, un buen augurio. Estaba seguro de que un dia tan glorioso y dorado como este, todo tenia que salir a la perfeccion. Su unión con Jonghyun Markham seria bendecida, bendecida como ninguna otra.
Y después de unos momentos de espera…estaba empezando a sentir los primeros inicios del pánico. Jonghyun debería haber llegado ya.
¿Dónde estaba?
Una mano le toco el hombro. Key levanto la mirada y se encontró con los ojos cafes de su hermano mayor. Si Siwon se había percatado del murmullo que provenia de los invitados, parecía preferir ignorarlos.
-pareces de la realeza - dijo con voz ronca
Key se esforzó en sonreir. Llevaba un saco de seda fina, color rosa palido -su favorito- y un pantalón de vestir blanco. Unos zapatos blancos a juego con su pantalón. Quizás el elemento mas asombroso fuera la joya de la familia un broche de oro prendido de su saco, era el escudo de su familia.
-me siento como si lo fuera- admitió suavemente-muchas gracias señor. No puedo negar que tu también estas espectacular.
-¿ y yo que?- pregunto otra voz; en este caso la de su hermano Kangin -, ¿acaso no merezco yo el mismo cumplido?
Key arrugo la nariz.
-desesperado es lo que estas-replico-si necesitas que tu hermano sea el que te adule-
-¡descarado!-se burló Kangin
Rodeado de sus morenos y guapos hermanos, Key deslizo sus delicadas manos por el hueco de sendos brazos. Durante veintitrés años, Siwon y Kangin lo habían protegido en todo lo que habían podido-y no es que el lo hubiese querido o necesitado-, motivo por el que los quería aun mas.
Kangin alzo una ceja y se dirigio a Siwon
-dado que normalmente es la madre que se encarga de preparar a su hijo docel para las relaciones, espero que hayas enseñado a nuestro hermano todo lo que … ¿Cómo puedo decirlo de forma delicada?...necesita saber-
-en realidad, pedi a Siwon que te dejara a ti ese honor, Kangin. Después de todo, me consta que eres un hombre de gran experiencia, ¿no es cierto?-
Eran tan raras las ocasiones en que se podía ver a Kangin incomodo. Key disfruto el momento
-ademas- siguió con vos malosa-, no lo necesito. Aunque no sea un docel de grandes conocimientos, estoy muy orgulloso de mi imaginación, por no hablar del hecho de que me hice adicto a escuchar detrás de las puertas cuando era pequeño y os contabais vuestras conquistas. Se puede decir que aprendi bastante, asi que no creo que vaya a escandalizarme en este punto-
Siwon se enderezo
-¿Qué demonios estas diciendo…?-
-¡Key!- exclamo Kangin- ahora, deja que te diga…-
-dejad de mirarme con esa cara de reprobación. –parecian tan escandalizados que no pudo contener una carcajada.
No podía imaginarse que seria la ultima vez que reiría ese dia.
Mientras sus hermanos seguían amonestándolo, echo un vistazo a la nave de la iglesia. Desde que era un niño Key había soñado con casarse en la iglesia de Saint George, construida hacia casi cien años y donde se había casado el hijo del rey, el príncipe Yesung. Gracias a Siwon, el sueño se había hecho realidad. Fue el quien insistió que la boda tuviera lugar en Saint George.
Key no se opuso. No era solo un sueño de niño. Sabia que, para Siwon, era también un símbolo de prosperidad y éxito.
Habían tenido que recorrer un largo camino para que la sociedad volviese a admitir el nombre de los Sterling. Después de la muerte de su padre, había sido Siwon el encargado de restaurar la respetabilidad de su apellido.
Los bancos de ambos lados del pasillo estaban llenos de gente. Key noto entonces que algunas cabezas empezaban a girarse y mirar el recorrido que iba desde donde ellos estaban de pie junto a la puerta hasta el frente del altar …
Donde Jonghyun debería de estar ya esperando al novio.
Key empezó a sentir un nudo incomodo en el estomago.
-me atrevería a decir que la mitad de la alta sociedad esta hoy aquí- murmuro
-creo que hubieses invitado a toda Inglaterra si Siwon lo hubiera permitido- dijo Kangin , con una leve sonrisa. Siwon no hizo ningún comentario
La iglesia estaba en silencio. En la galería oeste, el organista carraspeaba mientras esperaba la señal del reverendo Hodgson, que empezaba a apoyarse primero en un pie y luego en el otro.
Unos minutos mas tarde, Siwon saco el reloj de bolsillo y lo habrio con expresión preocupada. La ceremonia debía empezar a la una.
Era la una y cuarto.
Key no podía soportar mirar dentro de la iglesia . los rostros de los invitados habían cambiado su exprecion interroganta a una de condolencia. Los murmullos habían dado paso a un silencio vergonsoso.
Imploro a Siwon con los ojos.
-algo va mal- dijo, en voz muy baja- Jonghyun debería haber llegado ya-
Kangin no fue tan generoso. Su expresión era tensa.
-espero que tenga una buena excusa. Dios mio, llegar tarde a su propia boda…
-¡Kangin! Jonghyun es un buen hombre, compasivo, el mejor del mundo. ¡sabes que tiene un corazón de oro!-
-entonses donde demonios esta- gruño Kangin
Key empezó a preocuparse.
-¡ay!, debe haberle sucedido algo grave, porque por nada del mundo se perdería este dia. El es un hombre de honor…- su voz se rasgo- si no, estaría aquí debe haber alguna razón…
Y la había. La puerta lateral se abrió. Tres pares de ojos se volvieron hacia ella cuando Taemin, el hermano de Jonghyun, apareció de repente.
Era muy propio de Kangin no andar con rodeos.
-min, amigo ¿Dónde está Jonghyun?-
Siwon también se acerco.
Taemin se detuvo ante Key. Apenas podía respirar. Era tanta su su pesadumbre que parecía soportar sobre los hombros el peso del universo.
Algo iba mal, muy mal. Lo sentía. Lo sabia.
-Taemin, dígame, ¡dígame lo que pasa!
Fue solo después cuando se dio cuenta de que tendría que haberlo sabido…el evito mirarle a los ojos.
-lo siento, Key pero Jonghyun se ha ido.-
Su corazón se contrajo.
-¿Qué se ha ido?- dijo sin poder creer lo que oia.
-si. Me pasaron una nota hace un momento. ¡ah!, nose como decirle esto. Anoche, vera, anoche partio hacia Gretna Green … con Onew Grey-
Taemin elevo los ojos hacia el con ansiedad.
-Key -se aventuro- me a oido?-
Key le miro fijamente. Esto no podía estar pasando. Era un sueño. No, ¡era una pesadilla! Su corazón estaba frio como la piedra que pisaba.
Detrás de ella hubo un grito ahogado colectivo.
-¡Gretna Green!- dijo alguien- ¡se ha fugado con otra persona!
Y entonces el rumor se extendió por toda la iglesia como una llama, hasta que sus oídos le retumbaron y no pudo siquiera pensar. Sintio el golpe de miles de ojos como pedazos de cristal que se clavaran en su piel. Se sintió esteril. Desnudo.
Apenas recordaba como había salido de la iglesia. Siwon y Kangin la condujeron al exterior y la metieron en el carruaje, protegiéndola de las miradas indiscretas y descaradas de los invitados.
Cuando llegaron a casa de Siwon, na había conseguido aun articular una palabra. Kangin seguía perjurando, murmurando algo hacerca de un duelo, cuando salto del carruaje.
Siwon le toco el hombro.
-¿Key?- murmuro – Key, ¿estas bien?
-estoy muy bien- se oyo decir con una voz precisa. Tranquilamente, volvió la cabeza hacia su hermano.
-somos los Sterlings, KEY. Talvez sea inevitable. Pero hemos sabido lidiar con los escándalos antes, ¿verdad?-
Sabia que solo quería reconfortarlo. Pero claro, para el era mas fácil decirlo. Después de todo era un hombre. Era mas fácil para los hombres. Si a una mujer la criticaban tanto, para un docel era peor pues no era ni hombre ni mujer, a su opinión. Las alcahuetas de la ciudad hablarían siempre a sus espaldas de como había sido abandonado en el altar el dia de su boda…
Quería llorar, gritar, echarse a los brazos de Siwon y dejar que reconfortara su dolor. Como cuando era niño. El era el único que curaba sus heridas y raspones.
Pero esta era una herida que no podía curar.
Tenia los ojos tan secos que dolían. Le miro, mordiéndose los labios para contener el llanto. No quería pestañar por que, si lo hacia, las lagrimas empezarían a rodar por sus mejillas. Siwon busco en su cara una y otra vez, y el se pregunto si acabaría por descubrir la herida de su corazón, el tormento de su alma. Intentaba ser valiente y lo seria. No lloraría, al menos, no todavía.
Porque ya habría tiempo después.
Siwon salio del carruaje y le ofrecio la mano. Key la acepto, saliendo del carruaje también. Al entrar en casa, sintió el calido beso del sol sobre su cabeza. Riéndose de ella, insultándolo
Lo había perdido todo, pensó. Sus esperanzas de niño, sus maravillosos sueños… quería hacerse un ovillo y llorar su desgracia.
Porque algo había ocurrido que lo cambiaria para siempre.
Habia sido deshonrado para siempre.