No hace mucho ni tan poco tiempo le había visto dejar de sonreír. Tal vez no había contado los días en vano pero sí con recelos. Tenía tantos celos de que el tiempo se había comido la expresión más hermosa que solo él había visto, tenía el sueño irrumpido por aquel causante y esperaba que las condiciones mejorarán con los cantantes.
Resulta que había sucedido el día que juntos ensayaban, no para una presentación, sino más bien por diversión y cuando todos los miembros se desplegaban a lo largo y ancho del salón aquel, Song MinHo cometió un error. Su pie al caer en un célebre brinquito se torció. El dolor de inmediato penetro y corrió por toda la extensión del musculo, Mino cayó al suelo al no poder sostener más su cuerpo, puede ser que se haya retorcido un poco en el sitio aquel pues no fue hasta más tarde que uno de los miembros se dio cuenta que algo no iba bien. Los chicos dejaron de hacer sus improvisados bailes y corrieron tras el que yacía caído.
A lo lejos Taehyun seguía con alegría, no se había dado cuenta de nada hasta que al mirar al espejo el reflejo mostraba una bolita alrededor de algo –alguien-. Mino dio un pequeño alarido al intentar pararse, Taehyun corrió y con agilidad logró meterse entre los miembros quienes tapaban la visión de lo que ocurría. Primeramente el cantante quedó sin aire al ver como el líder cerraba con dolor sus parpados, después, al poder reaccionar ante los gritos de JinWoo se arrodilló junto al herido, el tiempo pareció correr en cámara lenta y con delicadeza el recién llegado sostuvo entre sus brazos la cabeza de Song, le miró pero el otro no contestó, aún tenía los ojos cerrados tras sus parpados que temblaban.
Así pronto Kang Seung Yoon corrió fuera de la sala de prácticas a llamar seguramente a algún médico. Cuando regreso con su celular a la mano de inmediato corrió al centro de la sala a ayudar a Nam quien con dificultad trataba de llevar a Mino a la salida. Ambos lograron poner en pie a Song. Más tarde, la ambulancia llego llevándose al líder del Team A.
Unos días habían pasado desde aquello y ahora, de improvisto y con un mal presentimiento en el corazón, todos –equipo B y A- habían sido llamados a una junta en el edificio YG. Era extraño, pero cada equipo asistió al llamado.
La camioneta del equipo A tenía un ambiente tenso, podía respirarse con dificultad a pesar de que las ventanas permitieran correr todo el aire, podía haber un buen ambiente por el gran día que el cielo daba pero no, no lo había. Desgraciadamente la lesión que Mino había adquirido era un impedimento para poder desarrollar las practicas diarias del grupo y esto –obviamente- retrasaba el progreso, las oportunidades y claro las ambiciones de cada miembro.
Taehyun miraba por la ventana como el cielo azul resplandecía ante los rayos que el astro rey mandaba a la tierra, era un perfecto día pero aun así su corazón no quería latir. De repente desvaneció su atención de la ventana y sus ojos corrieron hasta el rostro de la persona que aguardaba a su lado izquierdo. Lo tenía allí cerca, a casi milímetros de que sus hombros chocaran y a pesar de eso, el corazón no le saltaba como en ocasiones pasadas. Sabía que sus sentimientos no estaban apagados, ni habían disminuido, ni se habían ido, tan solo era que no podía estar feliz y con mariposas en el estómago sabiendo que él no estaba pasando por un buen momento.
El coche se detuvo frente al edificio que se erguía en aquella avenida. Cada miembro fue desfilando por la entrada y al entrar se encontraron con la sorpresa de ver una gran cartelera vacía, en blanco, a lado de las demás que mostraban a los grandes artistas de la empresa; su sueño. El título “WINNER” se presentaba arriba, y abajo un signo de interrogación. Los corazones de los cinco chicos se movieron con rapidez, sus sueños, sus risas, su sudor, todo estaba allí. De Seung Yoon a Taehyun se extendió una sonrisa, pero en Song no. Dejó de ver el cristal y sin decir nada caminó directo, sin detenerse a donde debía ir, los demás le siguieron desanimados.
Después de esperar el jefe de la empresa entró, el aura se volvió oscura y el presentimiento realidad.
El señor mayor anunció que debido a la lesión de Mino, el equipo “por su bien” -afirmó el jefe- debía cambiar de líder. La sorpresa se reflejó en los rostros inocentes de los chicos pero dolió más en uno de ellos. Mino incrédulo sonrió pensando que era una broma y al casi decir sus sentimientos su boca cayó al oír que Kang Seung Yoon sería el que lideraría el grupo.
El señor mayor se despidió de los chicos y cuando salió el silencio reinó la habitación. Mino se agachó escondiendo su cabeza bajo el manto de sus brazos, Nam sintió como el corazón se le comprimía al ver a su…amigo así. Los demás chicos colocaron una mano bajo el hombro de Song.
Taehyun al borde de las lágrimas se apoyó en la espalda del otro y debajo de la mesa, colocó su mano en la pierna del rapero. Su cuerpo temblaba con dolor y decepción. La culpabilidad del chico de voz gruesa azotaba sus ser, tenía pánico y unas inmensas ganas de gritar, de maldecir su estúpido comportamiento y de retroceder el tiempo.
--Sí no fuera por esta caída…--emuló en voz ronca pero agrietada.
--Sí no fuera por…--dijo a un más bajo, conteniendo los gemidos que quemaban el nudo de su garganta.
--No es tu culpa, solo…solo fue algo que sucedió…sin querer—La voz débil de Taehyun luchaba por no desquebrajarse.
--NO, NO, ES MI CULPA—Song se había levantado de golpe alejando a Nam.
Sus ojos rojos declaraban el mal estado que tenía. Miró a todos transmitiendo su sufrimiento y empujando al cantante quien le detenía salió dando un portazo tras de sí.
El corazón de Nam dio un vuelco, algo como un sentimiento indescriptible, uno parecido a cuando vez a alguien querido después de tanto tiempo pero que ese alguien en su tiempo te hizo feliz y después a lo mejor rompió tu corazón. Un sentimiento que hace que tu corazón lata tan fuerte de emoción o que duela tan horrible por sumisión. Fuese cual fuese tal emoción Taehyun solo pudo aguantar las lágrimas transparentes que guardaban sus orbes. SeungHoon se levantó de la silla dando muestras de que iría tras el exlíder. Taehyun le imitó y obligó a desistir pues argumentó que era mejor dejarle solo, que necesitaba asimilar la orden pero al mismo tiempo que debía salir al baño. ¡Claro! Una hábil mentira. Los tres miembros lo supieron y así, consciente de ello dejaron que el vocalista saliera con el pretexto de ir al baño.
En la esquina del pasillo aquel Mino sollozaba con soledad. Sus manos probablemente quisieran golpear el viejo muro de piedra pero la razón le obligaba a detenerse, era posible que terminará doblemente lesionado. Bufó ante lo que su inconsciente mandaba y sintiendo furia y desesperación alzó su brazo sosteniendo un puño en su mano, agarró vuelo y antes de que lo otorgará y sintiera el frío concreto oyó un suave quejido, después una suavidad incrustada en su puño y un caliente liquido correr entre sus nudillos.
--No—gimió esa voz débil otra vez—no te lastimes.
Mino abrió los ojos perplejo ante lo que ellos miraban. El rostro de Taehyun yacía bajo su golpe. La suave piel de aquel delicado chico estaba corrompida por el fuerte puño del rapero, justamente golpeado en la zona de la mejilla y labio. La sangre del roto labio se ceñía en los nudillos y los pliegues de los dedos cerrados se marcaban en la tersa mejilla que ahora agarraba un tono morado.
El rapero desempuño su mano con miedo. No se explicaba de dónde había salido su compañero, de dónde había agarrado la valentía de interponerse en la batalla aquella, no sabía cómo ni por qué. Se hizo un paso atrás y después de contemplar la golpiza que Taehyun tenía volvió a acercarse más, mucho, demasiado. Su brazo izquierdo lo colocó a lado de la cabeza del herido manteniéndolo acorralado contra la pared, pegó su cuerpo al otro haciendo que ambos quedaran a milímetros, posó sus ojos en los cristalizados otros y con la respiración agitada intentó no gritar.
--¿Por..qué?
--No quiero que te hagas más daño
--Me lo cabo de hacer
--¿Te has lastimado más? ¿Dónde?—la voz de Nam se alzó al pensar que quizás su líder antes ya se habría herido. Alzó su mano y con delicadeza agarró el brazo libre del chico bronceado, lo revisó buscando algún indicio de daño. Mino le paró.
--Tu—se acercó más al vocalista y con el brazo libre acarició con sumo cuidado la zona morada del rostro del chico de piel blanca haciéndole entender que el daño no era en él, sino en quien ahora luchaba por no llorar a causa del golpe.
--Yo…no importo, quien importa eres tu—Nam bajó la mirada tratando de calmar el temblor que el contacto de Mino causaba en él.
--Y sin ti, yo no soy—
--Por favor solo, solo sonríe como antes. No quiero verte mal, no necesito a otro líder más. No es tu culpa, no…no…sé qué hacer si no estás bien, sino ríes, sino sueñas, sino me enseñas…
Mino miró como unas pequeñas lágrimas salían de los rasgados ojos de Nam. Las palabras que acababa de pronunciar se habían callado en el exterior pero aun resonaban en la cabeza de Song. Sintió como el vocalista temblaba y ahogaba un quejido. De repente el acorralado cerró los ojos con fuerza como si un dolor penetrará su ser. Mino con el corazón comprimido tocó la zona afectada como quien toca la porcelana. Se acercó.
--Smile again--
--Gracias—la distancia se rompió y ambos labios se juntaron.
Nam abrió los ojos al sentir el calor de Mino sobre él. Fue mágico, inesperado y bajo aquel beso lleno de ilusión Song sonrió.
--Sonreiré de nuevo porque encontré mi sueño y mi anhelo, encontré lo que quiero y por lo que deseo, te encontré y no te dejaré.
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