Acababa de salir de clase, ¿qué podía hacer? Si se acercaba seguramente al gimnasio de la universidad se notaría demasiado. Además, ¿que pintaba un empollón, amante de la historia y la literatura, alguien en el que, obviamente, el capitán del equipo de baloncesto. Y eso, añadiendo que ya le había visto con mujeres, así que sabía perfectamente que aquél rubio de piel clara. Esos labios que tanto le gustaría probar. Esas grandes manos que.. Sería mejor que dejara de pensar en eso, o tendría un problema a la hora de levantarse de las escaleras de entrada.
-Joonmyun,- habló un chico de piel blanca y cara de niño, pequeño, cualquiera pensaría que era menor que el nombrado. Ese pelo rubio y esas facciones harían dudar hasta a su propia madre.- te esta buscando el director.
-Esta bien, muchas gracias Luhan.- Sonrió antes de levantarse e ir pasillo abajo, a la derecha de donde estaba, escuchando el ruido leve que provenía de las clases. No tardó demasiado en abrir la puerta y entrar.
Y se había quedado de nuevo sólo frente a la canasta. Lanzó, encestando de nuevo, haciendo que ese ruido odioso volviera a escucharse. El ruido de cinco chicas gritando su nombre. Suspiró, pasándose la muñequera por la frente antes de dejarse caer al suelo, respirando agitado. Cerró los ojos, relajandose antes de volver a acordarse. Piel clara, mas blanca que oscura, esa hermosa sonrisa que hacía que sus ojos se achinasen. El pelo castaño, y esa cara casi siempre metida entre medio de dos páginas de cualquier libro de la biblioteca.. Esas pequeñas manos que mas de una vez se había imaginado que podían llegar a tocarle. Sonrió ampliamente antes de pasarse la mano por el pelo e incorporarse.
Frente a él apareció su viejo amigo, rubio, algo serio mientras se agachaba para quedar a su misma altura, borrando automáticamente la sonrisa.
-Apestas a sudor, Kris.
-¿No me jodas? No me había dado cuenta, Luhan.- Respondió con una leve carcajada antes de mirarle.- ¿Qué quieres?
-Yo nada, el director. Quiere tener una cita contigo, no llegues tarde, ¿ah?
Kris se extrañó, incorporándose antes de ir a zancadas a por su mochila, apenas pudo ducharse cuando empezó a correr hacia el despacho del director, esperando sentado en una de las sillas de este, pues, aun faltaba uno.
Y ahí entraba. Sus miradas se encontraba por primera vez tras tantas miradas por parte de ambos, Joonmyun se sentó al lado de Kris, algo nervioso pues, era la primera vez (que él se hubiera dado cuenta) de que estaba al lado del chico. Entonces empezó a hablar el mas mayor de todos.
-Vamos a ver.. ¿Por donde empiezo?- Kris abrió la boca pero el mas adulto le miró.- Es fácil. Debéis quedaros en la biblioteca, ordenando todos los libros.
A Joonmyun se le iluminó la cara, pasar un día completo en la enorme, gigantesca y hermosa biblioteca, le encantaba. En cambio, Kris no sabía si acababan de descubrir su tapadera o era un castigo.
-He visto que ambos leéis bastante, así que no os importará. Ahora, ya os podéis ir.
Ambos se levantaron sin decir nada. Por un lado, el mas bajo se sorprendía que el él leyera. Y el más alto. Maldecía por lo bajo al director.
El trayecto a la biblioteca fue en silencio, Joonmyun tenía su cara metida de nuevo en uno de sus libros de la biblioteca, y Kris andaba de forma despreocupada mientras su mente intentaba calmarse, pues tener a su pequeña rata de biblioteca al lado le hacía desconcentrar.
Joonmyun abrió la puerta pasando, seguido del alto quien dejó caer la mochila al suelo, haciendo que Joonmyun se sobresaltara y su libro cayera al suelo.
-Terminemos esto cuanto antes podré largarme de aquí.
Kris a veces se maldecía por sonar así de borde, Joonmyun suspiró. Girandose antes de coger el libro.
-Si quieres irte.. Puedes hacerlo, puedo terminar yo solo.
-Ni siquiera hemos empezado, Joonmyun.
Joonmyun. Kris acababa de llamarle por su nombre. Tardó barios segundos en responder antes de mirarle.
-Pero.. Bueno.. El director a dicho que.. Cogías bastantes libros.
-No me gusta leer. Los cogí pues..- La mirada del otro empezaba a hacerle desesperar, se acercó a él en un par de zancadas. La respiración de Joonmyun se cortó antes de jadear. Kris acababa de perderse. Se acercó a su oído y susurró.- Si te hago jadear, con tan solo acercarme.. ¿Qué harás cuando te haga gemir..?- El más bajó apretó los labios mientras andaba hacia atrás. Eso no podía estar pasando, negó con la cabeza.
-¿Es una broma, o qué?- Joonmyun hablaba serio.- ¿Os volvéis a pasar conmigo por ser una rata de biblioteca? No juegues conmigo Kris.
-¿Una broma? ¿Pasarnos contigo? ¿De qué coño hablas, Joonmyun?
-¿De que hablo? Hace un año, en el patio. Vinistéis tú, y tu panda de amigos para decirme que era una puta. ¿No te acuerdas a caso?
Kris se quedó unos instantes en silencio, mirándole a los ojos. Ahora lo recordaba. Recordaba haber estado en el recreo, junto a todos los jugadores, rodeando al menudo. Discriminandole por lo que era. Era un hombre al cual le gustaban los hombres. Claro que, a Kris también le gustaba, pero eso era diferente. Se había acostado con varios de sus jugadores, y había repetido. Pero Joonmyun no era el capitán del equipo de baloncesto, Joonmyun no era nada más que una simple rata de biblioteca.
Kris había estado tan metido en sus pensamientos que no se había ni enterado de que el menor se había adentrado en uno de los grandes y profundos pasillos de la biblioteca.