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Videocámara por Hyuniie

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Omggg perdónenme por el retraso por favor ;;.

Fue horrible les juro que me quedé sin inspiración alguna para el fic de Death Note y fue HORRIBLE ;A; y luego me atacó toda la inspiración de una y produje un capítulo ;3;

Muchas gracias por sus reviews anteriores y ¡no se preocupen! no pienso dejar abandonado el fic JAMÁS. Me olbligaré a escribir pero no lo dejaré colgado ;).

¡A leer!

Capítulo 23 “El Dios del Embotellamiento”



-¡Vamos Matt! No pienso seguir esperando por ti –se quejó Mello apoyado en el picaporte de la puerta principal del apartamento. Llevaba una mochila negra colgada a la espalda y vestía pantalones deportivos del mismo color. La incipiente barriga no le permitía usar sus amados pantalones de cuero ajustados y eso le ponía de malhumor.

-¡Voy! –Gritó desde la habitación.


El cuarto matrimonial era un reguero de cables. Matt quería llevar consigo la PSP pero no tenía batería por lo que había querido ponerla a cargar pero no, el cable estaba perdido. Como no lo encontraba por ningún lado tomó la “caja de cables” que tenía y la dio vuelta en el suelo para buscar entre la infinidad de cargadores, cables USB y auriculares de bajo costo. Pero se hacía tarde, y donde Mello perdiera la hora con el médico Matt moriría. Así que se levantó y devolviendo la maraña de cables a la caja optó por llevar su vieja Nintendo SD. Eso le mantendría ocupado mientras esperaban a entrar en la sala.
Ese día sería la primera ecografía de Mello y la carga de nervios era importante puesto que por fin sabrían el sexo del bebé. Para suerte de ambos habían recibido ayuda de parte de L y el estudio se realizaría en una clínica ultra privada para evitar más ojos ajenos en el tema.

-Ya estoy listo –anunció el pelirrojo saliendo de la habitación con el aparatito y las llaves del auto en las manos.

-¡Al fin! –Exclamó. –Estuve a punto de dar a luz.

-No exageres Mello. Apenas llevas seis meses.


Así es, Mello llevaba seis meses de embarazo y aún no sabían el sexo del bebé. Ya se había hecho una ecografía antes pero como Matt no había podido acompañarlo por trabajo decidió que no le dijeran el sexo del bebé. Prefería saberlo cuando estuviera con su esposo en el consultorio.

Entraron al ascensor y el pelirrojo presionó el botón de “planta baja” mientras Mello peleaba con la chaqueta de cuero que llevaba puesta. Lógicamente no le cerraba bien.

-Esta mierda no se cierra –maldijo forcejeando con la prenda.

-Te queda tan graciosa esa chaqueta con la panza –rió Matt.

-¿Qué estás insinuando? –Preguntó despectivamente.

-Pareces un motociclista metalero borracho que tiene barriga de cerveza.

-Y tú un maricón.

-Te recuerdo que estás embarazado de este maricón –dijo con el ego en el cielo mientras se señalaba.

-Púdrete Jeevas.

-Te amo –le rodeó con el brazo derecho la cintura y le dejó un beso en la mejilla.

-Yo también.


Tras subirse al auto y encenderlo emprendieron camino hacia el consultorio. Matt abrió la ventanilla de su lado y aprovechó el fuerte aire para fumar un cigarrillo mientras conducía, de esta forma no le llegaría el humo a Mello. Mientras tanto el mencionado se descolgaba la mochila para buscar un pequeño chocolate que había guardado esa mañana.

-¿Sabes? –Habló. –Cuando este bicho nazca podríamos irnos de vacaciones todos juntos.

-¿Nosotros? –Preguntó Matt girando el rostro hacia la ventana abierta para soltar el humo contenido.

-Con L y los demás. Tal y como hicimos el verano pasado.

-No creo que podamos. Nos consumirá demasiado tiempo, y habría que buscar un lugar adecuado para el bichito. –Mello suspiró. Matt tenía razón. Poco a poco se daba cuenta de que tendría que renunciar a muchas cosas por ser padre.

-Es solo que no quiero perder mi vida.

-Y no la perderás, solo la cambiarás completamente –explicó el pelirrojo.

-Tendré que acostumbrarme a la idea.


Condujeron a velocidad normal pero pronto llegaron a una calle donde el embotellamiento era demasiado. Avanzaban muy poco y Mello se impacientaba. Miró su reloj cerca de mil veces y notó que faltaban veinte minutos para su consulta. Suspiró fuertemente y miró a Matt.

-Matt –llamó. –Avanzamos a paso de vieja ¿no puedes hacer algo?

-No, aún no me coronan Dios del Embotellamiento –dijo lanzando la colilla del cigarro por la ventana.

-Córtala con el sarcasmo.

-Todavía falta Mello. Y estamos a pocas cuadras, tranquilo.

-Faltan veinte minutos –corrigió.

-Y estamos a pocas cuadras –añadió nuevamente. Mello tiró la cabeza hacia atrás molesto.

-Como me gustaría poder pasarles por arriba con el auto.


Demoraron cerca de quince minutos en llegar gracias al tránsito lento. Cuando cruzaron las puertas de la clínica Matt se acercó a la recepcionista con los documentos de Mello para que realizara el trámite correspondiente y este pudiera pasar a la consulta.

-¡Por Kira! –Gritó el rubio. – ¡Al fin llego! Creí que daría a luz en el camino.

-Me pregunto… ¿qué excusa pondrás cuando ya no estés embarazado?

-Inventaré algo Matt. Lo sabes.

-Vamos a la sala de espera, ya te atenderán.


Caminaron tranquilamente por la clínica y notaron que para su felicidad no había mucha gente y la poca que había no caía en cuenta de que Mello estaba embarazado. Cuando llegaron a la sección de ecografías vieron una figura conocida sentada en el suelo esperando. Esta figura elevó la vista ante la presencia de Mello y Matt y les saludó con la mano. Entonces Matt sacó su videocámara y la encendió, este sería un día memorable.

-Near, ¿qué se supone que haces aquí? –Preguntó el pelirrojo.

-Vengo en representación de mis padres. O eso me dijeron que dijera.

-Apuesto que esto es cosa de Beyond –bufó Mello girando la vista al costado.

-Ryuuzaki –aclaró el peliblanco.

-¿En serio sigue con esa estupidez?

-Cada tanto.


Se sentaron en los sillones de la sala y Mello observó como Near volvía al suelo.

-No seas torpe y siéntate como una persona normal.

-¿Quién dicta lo que es normal y lo que no? –Respondió el peliblanco ignorando su petición.

-Kira, por supuesto –afirmó Matt.

-Si Light estuviera aquí, se estaría vanagloriando con tus tonterías –espetó Mello.

-Con el ego que tiene –rectificó su esposo.

-Vamos Near –ordenó el rubio. –Ya estás grande como para pasártela en el suelo.

-¿Quién dijo que solo nos niños están en el suelo? –Volvió a cuestionar.

-¿Sabes? Olvídalo –dijo enojado.

-Como quieras –acto seguido Near buscó dentro de su pijama y sacó una revista pequeña que tenía un lápiz dentro y se puso a resolver un crucigrama.


Esperaron durante diez minutos y no ocurría nada, entonces una enfermera se acercó a la pareja y les dijo:

-El doctor se retrasó por el embotellamiento. Llegará en un rato, por favor sea paciente hasta que llegue.

-¡Maravilloso! –Exclamó Mello sarcásticamente luego de que la joven se hubiera alejado. –Encima de embarazado me hacen esperar. ¡Magnífico!

-Es un rato más Mello, no exageres –habló Matt enfocándole con el lente. – ¿Por qué no resuelves el crucigrama con Near mientras esperamos?


El rubio miró con desagrado a la figura blanca que se encontraba en el suelo justo bajo sus pies y negó con la cabeza. Jamás se rebajaría a formar equipo con Near para lo que fuera.

-Por mí está bien –habló el peliblanco. –Podemos resolver una línea cada uno.

-¿Ves? –Preguntó Matt. –Hasta puede ser divertido.

-Ni muerto –espetó gravemente el rubio. Su voz resonó en el lugar.

-Justo te tocaba una fácil –habló el chico en el suelo.


Entonces Mello pensó y notó que podría sacarle provecho a la situación. Tal vez podría resolver más cosas que Near y dejarlo en ridículo ante la cámara de Matt.

-Está bien, acepto.


Cinco minutos después ya habían resuelto el 90% del crucigrama. No era difícil y ambos respondían muy rápido. Llegó el turno de Near y Mello tomó la revista para preguntarle:

-Serie química del Estroncio.

-Metal alcalinotérreo –especificó Near al instante.

-Correcto –dijo Mello enfurecido. El peliblanco había contestado todo correctamente y en tiempo record. Entonces se dio cuenta de que no valía la pena competir en esto. Near tomó la revista de la mano del rubio y tras leer mentalmente la línea que le tocaba al otro dijo:

-Fácil. Palabra de cuatro letras, sinónimo de “tonto”.

-Near –respondió muy seriamente.

-¡Mello! –Se quejó el aludido.

-No –le corrigió. –Mello tiene cinco letras.


Entonces, cuando Matt iba a replicarle al rubio para que no generara una pelea apareció Beyond de la nada cargando con uno de sus preciadísimos frascos de mermelada a medio comer.

-¿Beyond? ¿Qué haces aquí? –Preguntó el pelirrojo.

-Salí de la editorial antes. Y vine a ver qué pasaba –se acercó al crucigrama que hacía Near y vio que este sostenía el lápiz donde tendría que estar la respuesta de Mello. –Bobo –dijo luego de leer la consigna.

-¿L vendrá? –Preguntó el rubio. –No quiero un revuelo de personas aquí.

-No. Está en la editorial con Watari. Haciendo entrevistas para los nuevos empleados –explicó tras sentarse en el suelo a un lado de Near. Bajo los pies de Matt.

-¿Cuántos planean meter? ¿Pondrán un suplente para mí?

-Unas cuatro personas más o menos. Y sí, pondremos un suplente temporal para ti Mello. Luego veremos si se queda o no.

-Me parece bien. ¡Pero que no me desordene los papeles! –Exclamó recordando todo el sagrado papeleo que hacía cada día.

-Tranquilo. Tú mismo le entrenarás –habló B.

-¡¿Cómo?! ¡Yo no pienso ser niñero de nadie!

-No serás niñero Mello –interrumpió Matt. –Yo ya lo he hecho, no es tan costoso.

-¿Por qué yo? –Preguntó.

-Por que ocupará tu puesto durante tu licencia. Durante un mes completo.

-Pero que lo entrene Linda, ¡si hacemos el mismo trabajo!

-Mello, no hagas rabiar a L y acepta –dijo Near desde el suelo.

-Bien dicho Nate –añadió su padre.

-Para con lo de los nombres B –pidió el pelirrojo.

-¡Ryuuzaki!



Momentos después el médico se hizo presente. Pidió disculpas por el retraso y entró rápidamente al consultorio. Luego tomó la lista de pacientes para ese día y llamó a Mello. Quién por supuesto había pedido el número uno.
Beyond y Matt entraron primero al consultorio seguidos por Near y por último el paciente. El consultorio estaba oscuro por dentro y el ecógrafo estaba encendido mostrando nada en la pantalla. El médico le pidió al rubio que se levantara la camiseta y se recostara en la camilla y eso hizo.

Near, por su parte, buscó un lugar apartado donde sentarse para seguir con el crucigrama él solo. Y Beyond… se paró detrás del médico a mirar todo lo que hacía. Matt apuntó el lente de la cámara a la pantalla del ecógrafo y aguardó a que apareciera la imagen de su bebé.
Mello se estremeció sutilmente ante el gel frío que le colocaban en la parte baja del abdomen y se quejó cuando el aparato del ecógrafo hizo presión allí.


-Y ahí está –anunció el hombre de la túnica blanca. Beyond acercó el rostro por sobre el hombro de este provocándole incomodidad y miró atentamente. Near levantó el rostro y lo fijó en la pantalla abriendo los ojos enormemente, de verdad había un pequeño ser humano en Mello.

-¡Mira Matt! –Gritó Mello emocionado – ¡El bichito!

Matt sonrió y en silencio gravó la escena con una sonrisa. El corazón le latía a mil por hora ya que era la primera vez que lo veía.

-¿Qué es? –Preguntó.

-Un bebé –respondió Beyond como si se tratara de lo obvio.

-El sexo del bebé, Beyond –aclaró.

-¡Ryuuzaki!

-¡Cállate! –Ordenó el rubio.

-Es un varón –habló el médico.

-Es Matthew –dijo Mello al borde de las lágrimas.

-Nunca creí que llegaría el día en que vería a Mello llorar –afirmó Near desde su apartado rincón.

-¡No estoy llorando pelusa!


Se quedaron un momento en silencio mirando la imagen en el monitor. Ya estaba bastante formado pero era muy pequeño y no llegaba a verse bien puesto que estaba en blanco y negro. Entonces Matt se acercó a la pantalla un momento y tras ver algo preguntó sorprendido:

-¿Ese es su pene? ¡Es enorme!

-Es su pierna, señor –interrumpió el médico.

-Nunca creí que llegaría el día en que vería a Matt confundir una pierna con un pene –dijo Near nuevamente.

-Matt, cada día me sorprendes más –añadió B.

-Bien –comenzó el doctor. –Todo está en orden. Se ve bien, vuelvan en dos semanas para continuar con los chequeos médicos.


Mello se levantó y tras limpiarse el gel se arregló la ropa. Matt tomó la copia de los resultados de la ecografía donde se hallaban todos los datos tomados y la foto del pequeño Matthew. Near se levantó pesadamente de su lugar y salieron todos del consultorio.

-Matt –habló el rubio.

-Dime cariño –respondió rodeándole la cintura con un brazo.

-Quiero un helado –espetó firmemente.

-Como quieras. Beyond, ¿tú quieres un…?

-¡SÍ! ¡DE FRESA! –Gritó interrumpiéndolo. Era un niño más.

-¿Y tú Near? –Preguntó el pelirrojo.

-De acuerdo.

-Bien, papá Matt los llevará a comer helado –dijo él mismo orgullosamente.


Tras salir de la consulta cruzaron a la heladería de enfrente y se acercaron al mostrador para pedir sus helados. Mello pidió el más grande que había con varios sabores de chocolate y con baño de cobertura del mismo sabor. Beyond pidió uno igual pero de fresa y Near le siguió con un cono pequeño de vainilla y coco. Matt se compró un cono mediano de café y limón. Luego se acomodaron en una de las mesas afuera y empezaron a comer.

-Near –llamó Mello. –Estamos en la mesa, siéntate bien.

-Deja de darme órdenes. Soy un adulto.

-¡Ja! ¡Sí claro!

-Dime Mello –le cortó el peliblanco. – ¿Qué se siente tener otro ser dentro tuyo?

-¿Por qué preguntas? –Quiso saber.

-Por curiosidad.

-Ah. Bueno… -dijo. –Se siente extraño. Estoy compartiendo mi cuerpo, que siempre fue mío…

-Y mío –le interrumpió el pelirrojo.

-Cállate Matt –ordenó, y siguió –y se siente bastante extraño. Uno tiene las hormonas revolucionadas, le dan náuseas bastante seguidas, se cansa sin razón aparente, ¡no le entra la ropa! –Exclamó recordando sus preciados pantalones de cuero. –Pero supongo que es lindo, es decir, saber que nunca estás solo.

-Interesante –habló el peliblanco.

-Quiero otro –Beyond interrumpió la conversación mostrando sus manos vacías a la espera de otro helado.

-No –dijo Matt.

-¿Por qué? –Se quejó.

-Si quieres uno cómpratelo tú mismo –habló Mello.

-Soy tu jefe y te ordeno que me compres otro helado.

-No estamos en la editorial como para que me ordenes cosas –espetó Matt.

-¡Por favor!

-No Beyond.

-¡Ryuuzaki!

-¡Por Kira! –Gritó el rubio exasperado.


Mientras todos discutían Near pensaba en lo interesante que sería la idea de adoptar un pequeño en el futuro. Sabía que él no tenía la facilidad de tener hijos que tenía Mello pero eso no tenía porqué ser impedimento.

Notas finales:

Jojojojojojo. Ya sabemos el sexo del bebé! :DD
Será un varoncito bonito ;3;.

Y Near... ¿qué estará pensando para futuro? ohjojojojojhoj (?).

Espero que les haya gustado el capi, realmente me emocionó escribirlo (: 

Porfis dejen review si les gustó! muchos besitos <3.


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