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Videocámara por Hyuniie

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaa :DD

Ya les traigo nuevo capi para que lean <3.
Este está situado en el apartamento de Mello y Matt y es una especie de continuación del capítulo anterior (:

 

Espero les guste:

­Capítulo 26 – Just Dance

 

 

-Mira eso Mello –habló Matt. – ¡Trae millones de canciones!

-Qué bueno –dijo este sin mucho interés mientras ordenaba el despelote de cables que Matt había dejado en el suelo.

Near, Gevanni, Matt y Mello estaban en el apartamento del matrimonio pasando la noche. Eran exactamente las nueve y L y B aún no llegaban.
Mientras tanto, Near jugaba con Gevanni una partida del carísimo ajedrez hecho a mano que Matt les había metido en el carrito esa tarde en el centro comercial. Por supuesto que no habían pagado todo eso. Tan solo Near había exigido quedarse con el ajedrez, bastante bonito era, y al suyo le faltaba una pieza y las otras estaban viejas. Gevanni no había podido resistirse a la cara de borrego del menor por lo que sin chistar pagó con casi todo su sueldo.
Matt probaba el videojuego nuevo que había comprado. Just Dance se llamaba –o algo así había escuchado Mello–. La cuestión es que ahora Matt estaba parado frente al televisor, para ser más exactos, frente al sensor de la Xbox, buscando con la mano una canción interesante para bailar de lo más sonriente.

-Mello, no puedo creer que sigas usando ese vejestorio –habló Near mirando con sorna como el rubio ponía su nuevo CD en un Discman y se colocaba los auriculares.

-¡¿Cuál es tu problema enano?! El aparato funciona, no molestes.

-Near –intervino Matt –No te imaginas la cantidad de veces que quise comprarle un mp3 o algo.

-¿De qué me serviría comprarme CDs entonces? –Preguntó el rubio buscando la canción que quería oír.

-Lo pondrías en la computadora, o en el equipo de música que me pediste para tu cumpleaños y que ¡muy caro me valió para lo poco que lo usas!

-No me gusta compartir mi momento musical –dijo dándose la vuelta e ignorando al resto mientras subía el volumen.

-Yo sé que tengo alguno de esos metido entre mis cosas –habló Gevanni mientras pensaba qué ficha mover.

-Vamos Gevanni, no tengo todo el día –apuró el peliblanco.

-Es complicado pensar cuando refutas todos mis movimientos –se defendió.

-¿Aún tienes un Discman? –Preguntó Matt mientras seguía cambiando de canción con la mano estirada en el aire.

-Sí, estoy casi seguro de que funciona. Fue mi mejor amigo por mucho tiempo. Recuerdo que cuando salieron a la venta los mp3 me rehusaba a tener uno.

-Pues Mello aún se rehúsa.

-Gevanni –llamó Near.

-Dime.

-Mueve una ficha o juro que tendrás que comprarme todo lo que Matt y Mello pusieron en el carrito.

Sin pensar mucho, el mayor hizo caso y movió la primera ficha que vio. Luego Near hizo quién sabe qué cosa y lo dejó totalmente indefenso.

-Jaque Mate.

-Oye Matt –llamó el perdedor.

-¿Qué? –Preguntó mientras seleccionaba una canción de la extensa lista.

-¿Recuerdas cómo eligieron al padrino de bodas? ¿Qué te parece si hacemos una competencia?

-¿Competencia? –Repitió poniéndose en posición para empezar la canción. El sonido electrónico se hacía presente en la habitación.

-Debemos ganarle a Near en el ajedrez –dijo Gevanni. A lo que Near sonrió de lado lo más pequeño que pudo. No le iban a ganar tan fácil.

-De acuerdo. Pero antes bailaré un par de canciones.

Matt saltó y comenzó a imitar los pasos mostrados en pantalla con una destreza increíble. Todos salían perfectos, Gevanni supuso que él ya había jugado a este juego antes. Subió el volumen del televisor para escuchar la canción, era pegadiza.

-¡Mello! – Llamó al grito para que le escuchara.

Al poco rato este apareció con el Discman en la mano y un auricular puesto. Vestía un jean negro maternal que a la única pareja normal allí se le hizo gracioso. Nunca en su vida creyeron que verían a un hombre con eso puesto, pero supusieron que debía de ser lo más cómodo para el momento. Llevaba también una camiseta negra de mangas cortas con motivo de calaveras y rosas en la espalda. E iba descalzo.

-Baila una canción conmigo –pidió el pelirrojo mientras seguía los pasos del estribillo. – ¡Oh mierda, este es difícil!

-¿Y hacer el ridículo de esa forma? No gracias –sentenció cambiando de canción.

-Por favor –rogó. –Solo una.

-Más tarde –dijo bufando- pero que sea una tranquila. No quiero sacudir el bicho.

Matt se rió abundantemente con el comentario haciendo que perdiera el record de puntuación que tenía. Gevanni le siguió y Near se quedó en silencio recogiendo las fichas del ajedrez. No era una persona que se riera con facilidad.

-¿Con “el bicho” te refieres a nuestro hijo o a tu cosita? –Preguntó volviendo a hacer el estribillo, esta vez con más entusiasmo.

-Ambas.

-Interesante.

-Haré de cuenta que no escuché nada –dijo Near.

-¿Pero qué dices enano? Apuesto lo que quieras a que si sacudes la cosita para Gevanni –espetó Mello con una media sonrisa sarcástica.

La pareja más “relativamente” normal enrojeció y no respondió.

La canción terminó y cuando Matt pudo mover las manos con libertad se quitó los googles de un tirón junto con el chaleco. Luego prosiguió a sacarse la remera quedando con el torso desnudo. Tenía calor por el esfuerzo físico.

-Matt se desnudará para ustedes si quieren –añadió el rubio para seguir molestando a la pareja. –Oye Matt, ¿por qué no les haces un striptease?

-Solo voy a cambiarme de remera Mello, no te emociones –dijo guiñando el ojo. El rubio se puso colorado mientras lo veía tomar de arriba de un sillón una musculosa holgada a rayas grises y blancas.

-Hm –se quejó– no es como que quiera un striptease de todas formas –y giró el rostro haciendo de cuenta que se enojaba.

-Ya te haré uno cuando el resto se vaya –dijo sonriendo con el único propósito de molestarlo.

-¡¿Y cuándo se supone que vuelven tus padres niño?! –Preguntó a los gritos Mello con intensión de cambiar el tema.

-No lo sé. Tengo entendido que L fue en busca de B a la comisaría. Otra vez.

-¿Todavía no se arregló el asunto del robo? Que molesto es Beyond a veces.

-Según mis teorías debe de padecer algún desorden psicológico –añadió el peliblanco comenzando otra partida de ajedrez contra su novio.

-¿Recién te diste cuenta? –Cuestionó el rubio lleno de sarcasmo mientras apagaba el Discman y lo dejaba sobre la mesa donde la pareja jugaba.

-Mello ¡ahora sí! Ven a bailar conmigo.

-¿Esa canción ridícula? No gracias.

En efecto, la canción que Matt quería bailar con Mello era Y.M.C.A.

-Por favor, es menos movida que la anterior y no “sacudirás el bicho”.

-Eso es para gays del closet.

-Discúlpeme su majestad heterosexual. Ya mismo le traigo la fotografía de su ecografía perfectamente heterosexual.

Near no pudo reprimir una pequeña risita y la soltó sin escrúpulo alguno, aunque fue casi imperceptible, Gevanni se dio cuenta y le sonrió con ternura. Él no ríe mucho que digamos. El peliblanco fue a mover una ficha y por error golpeó con el brazo el Discman de Mello tirándolo al suelo. Este se partió por el impacto y causó un fuerte estruendo en el apartamento.
Near solo pudo quedarse mirando el aparato en el suelo mientras Mello se acercaba claramente enojado.

-¡NATE RIVER VAS A MORIR!

-Fue un error –se excusó.

-¡Error mis bolas! ¡Más te vale que funcione!

Mello lo tomó entre sus manos e intentó encenderlo mas no había forma, estaba completamente roto.

-Morirás enano –dijo mirándolo a los ojos claramente ofendido.

-Mello, no seas tan duro –habló Matt. –Fue sin querer.

-Tú cállate o no bailaré nada.

-Mello, yo puedo darte el mío –intervino Gevanni. –Pero perdónale la vida.

Mello miró a Gevanni y le sostuvo la mirada por un largo rato en silencio y con el entrecejo fruncido. Luego miró al enano y volvió a mirar a su pareja. Más tarde bufó sin ganas de iniciar una guerra.

-Mañana me lo llevarás a la editorial.

Matt terminó otra canción y jadeando por el cansancio se quitó la musculosa y esta vez se quedó sin nada. Estar en movimiento constante le daba calor.

-¿Claro no? –Se quejó Mello –Ve presumiendo por ahí tu bonito torso.

-¿Estás celoso? –Añadió su esposo.

-Pfff… ya verás, cuando salga el bicho y pueda volver a ponerme en forma seré la envidia del pueblo.

-No lo dudo.

En ese momento oyeron que golpeaban la puerta. Matt puso en pausa la tercera canción que iba a bailar y se apresuró a abrir todo agitado. L y B los esperaban del otro lado, B con un gran frasco de mermelada bajo el brazo y L con una bolsa de gomitas en la mano izquierda.

-¿Interrumpimos algo? –Preguntó L viendo a un Matt semidesnudo y claramente agitado.

-¿Hay orgía? –Cuestionó B metiendo la cabeza para adentro del apartamento, recordando que estaban los cuatro allí.

-¡Beyond! –Le replicó L.

Los dos se adentraron al apartamento y Matt cerró la puerta tras ellos. El de ojos rojos se aproximó al televisor y miró como Matt reanudaba su juego, esta vez bailando algo más movido. L se sentó en el tan preciado sillón de Mello y degustó sus gomitas de osos multicolores mientras permanecía en silencio.
Mello subió un grado más la temperatura del aire acondicionado y le tendió a Gevanni y una guía telefónica y el teléfono.

-¿Qué debo hacer con esto? –Preguntó.

-Llama a alguna pizzería y ordena algo para la cena, se está haciendo tarde –dijo mirando el reloj, ya eran casi las diez y media y al otro día había que ir a trabajar temprano.

-¡Yo quiero una pizza Margarita! –Pidió Matt mientras bailaba.

-Encima de marica eres pretencioso eh –añadió su pareja.

-Mira quién habla.

-Oye Matt –llamó B.

-Dime.

-¿Puedo bailar contigo? Se ve divertido.

Matt le puso pausa a la canción y se volteó a ver a B. Definitivamente él era el único que le seguía cuando se le ocurría hacer algo que el resto tacharía de “ridículo”. Paró a B frente al sensor hasta que este le reconociera y tras dividirse los colores (Matt jugaba con el rojo y B con el verde) le dieron reiniciar a la canción.
Todos tuvieron que contener la risa al ver a un Matt sin remera bailar con un Beyond todo sucio de mermelada.

-¿Por qué se supone que los guardias de seguridad perseguían a Beyond? –Preguntó el rubio.

-¿Es por eso que llegaron tan tarde? –Le siguió Near.

-Lo que pasó fue… -empezó L como quien se sienta a contar una historia para niños. –Que estábamos comprando comestibles. Y B quería probar todas las mermeladas que había porque a la que él compraba volvieron a cambiarle la fórmula. Entonces, quiso comprar un frasco de cada una pero el efectivo que llevaba no le daba para todos. Por lo que se robó uno y salió corriendo con él bajo el brazo.

-No sé por qué no me sorprende –dijo Mello.

-¿Por qué Beyond no solo pagó con su tarjeta de crédito? –Preguntó Gevanni desde su lugar.

-Porque no tiene –respondió L.

-¿Y eso a qué se debe? –Intervino el rubio.

-¿Es necesario responder? Quedaría en bancarrota si B tuviera una tarjeta de crédito.

-¡Gevanni! –Llamó Mello a los gritos. – ¡Te pedí que llamaras a una pizzería!

-A-h sí, enseguida.

-¡No olvides mi Pizza Margarita! –Gritó Matt.

-¡Maricón!

-¡Como tú Mello!


Y así pasaron otra velada juntos, ambos dueños de la editorial de la revista On Camera, su hijo y su pareja y dos de sus más cercanos empleados. Sin contar por supuesto, el bichito en camino.

Notas finales:

Dios mío Matt si camisa ven y baila para mí .-. (?????)
Me babeo muuuucho por Matt, perdón xd.

 

Bueno gente, faltan solo cuatro capis contando el epílogo (porque sí haré uno, me parece una forma linda de despedirse de la hisotoria :3) y yo creo que no es necesario decir que se nos acerca el nacimiento del bichito... ¿cuándo será? Ya lo sabremos en los siguientes capítulos bwahahahahahahaha (?)

Las canciones que bailó Matt fueron (en orden):

Fantastic Baby - BigBang
Y.M.C.A. - Village People

Y la que bailó con Beyond fue: Pound the Alarm - Nicki Minaj (la cual por cierto, con mis amigos nos pasamos bailando xddd).

Espero que les haya gustado el capi c: pronto vendré con el número 27.

Recuerden, cualquier cosa que quieran decirme o preguntarme pueden hacerlo a mi ask --> ask.fm/SukiraHyun

Espero sus reviews y muchas gracias por leer!


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