Cap 8 El secreto de Beyond.
-¡Ya déjenme! –gritaba Light mientras corría desesperado, ya había caído unas cuantas veces en las que Beyond aprovechó para acercarle la cuchilla al cuello, darle un informe detallado de cómo moriría si volvía a acercarse a L y de cuanto tendría que pagar por la terapia. B se lanzó sobre el castaño, logró tomarlo por las piernas y hacer que cayera contra el pavimento fuertemente, lastimándose el labio.
-¡Ya te tengo!
-¡No! ¡Suéltame!
-Sería genial dañarte más de lo previsto, pero no creo que L quiera sangre en el almuerzo de mañana. Pero aún así escúchame… vuelves a acercarte a mi esposo ¡y te pico como a un queso!
El castaño se giró con rapidez y logró escapar de Beyond, salió corriendo gritando como un loco.
-¡Aléjate!, ¡llamaré a la policía! –gritó apuntándole con el dedo mientras le mostraba el teléfono celular en su otra mano. Se dio la vuelta y comenzó a correr hasta que perdió de vista al de ojos rojos por lo que se sentó detrás de un auto estacionado para descansar.
-Ya veo que hoy no podré volver al trabajo…
-Sonríe para la cámara –Matt estaba parado enfrente filmándolo.
-Si tu estás aquí…
-Hola amigo… -B se encontraba a su derecha con los ojos bien abiertos mirándolo fijamente.
-Les advierto que se alejen, ¡O llamo a la policía!.
-¿Con éste teléfono? –preguntó Beyond mostrándole su propio teléfono celular.
-¿Cómo carajo…? –iba a preguntar pero Matt le cortó.
-Robar y que nadie se de cuenta, una de sus habilidades –Le explicó –B mejor apúrate porque Mello me estará esperando enojado.
Cuando el pelirrojo dijo esto el castaño salió corriendo gritando por ayuda.
Beyond lo seguía de cerca, la poca gente que pasaba por las calles los observaba y a veces gritaban al ver al ojirrojo con una cuchilla corriendo detrás del otro muchacho, mientras reía como loco y golpeaba cosas en su camino.
En el transcurso de esa hora y media que llevaban corriendo habían dañado tres autos, roto millones de vidrios, despertado a mucha gente y detenido a otros cuantos autos que habían pasado por la calle. Además de que era casi seguro que la prensa y la policía ya estuvieran en camino.
-¡Matt ten esto! –gritó Beyond dándole la cuchilla.
B volvió a lanzarse sobre el castaño pero esta vez había comenzado a golpearle, por más que L no quisiera no iba a dejarlo irse así solo con un importante daño psicológico.
Near y Gevanni estaban en la cama de Mello y Matt viendo los reclames antes de que comenzara la película mientras L y Mello habían bajado al restaurante a comprar unas bebidas y dulces.
-¿Crees que estén bien? –preguntaba el rubio. –Ya es un poco tarde.
-Estoy seguro de que están bien, es decir, ¿cuanta gente crees que se acerca a un psicópata y a un tipo que parece camarógrafo de reality show?
-Si lo se, pero igual… ¿No te preocupa Light?
-¡Por supuesto que no! Quiso hacer cosas malignas con mi pulcro ser.
-¿Y si llama a la policía?
-B no es tonto, ya le debe haber quitado el celular y luego de eso nadie le creerá. No olvides que yo soy una persona con contactos.
-De acuerdo. –dicho esto tomaron las cosas y volvieron al dormitorio.
-No vuelvas a acercarte a L porque te juro que te estaré vigilando todo el día, todo el tiempo, donde menos lo esperes. –Advirtió Beyond
En ese instante pudo escucharse una sirena y al darse la vuelta vieron que efectivamente eran la policía y la prensa.
-B, creo que estamos en problemas –dijo Matt filmando los coches y camionetas que se acercaban.
-¡Policía! ¡Pongan las manos donde pueda verlas! –ordenó un hombre corpulento apuntando con un arma.
Matt dejó caer la cuchilla pero no la cámara (La que por cierto seguía filmando), la gente de los medios se acercaba con sus cámaras y sus reporteros. Cinco policías se acercaron a ellos y esposaron a Beyond y a Light.
-Esposen también a ese sujeto –pidió un oficial señalando a Matt –él chico es el cómplice.
-¿El qué? Yo no soy ningún cómplice, es más ¡ni los conozco! –trató de salir del problema.
-¡¿Qué?! Claro que eres mi cómplice Mail Jeevas!, hasta dijiste que subirías el video a Youtube! –gritó B enojado mientras forcejeaba con el policía que lo esposaba.
-¡Yo jamás dije que subiría el video a Youtube!, ¡oficial le juro que no se quién es!
-Acaba de decir tu nombre –dijo mirado la identificación de Matt –es obvio que se conocen.
-¡Lo siento Jeevas pero si yo me hundo tu te hundes conmigo!
-¡Tengo un esposo embarazado que me espera en el hotel, no quiero hundirme contigo! ¡¿Para qué carajo llevo la identificación a todos lados?! ¡Solo me trae problemas! –se quejó.
En ese instante Matt escuchó la voz de una de las reporteras:
-Buenas noches soy Kiyomi Takada, transmitiendo en vivo desde…
-¡Demonios es en vivo! Espero que Mello no esté viendo TV o moriré cuando logre salir de prisión.
Los condujeron a los tres hacia las patrullas, los llevarían en autos diferentes para evitar problemas.
-¡Soy uno de los dueños de la revista On Camera! –gritaba Beyond.
-¡Ja! ¡Como si eso fuera a servir de algo! –decía el pelirrojo- ¡Y yo soy el gerente general!
-Yo solo soy el jefe del servicio de comidas de un hotel –dijo el castaño bajando la cabeza.
-¡Cállate idiota! ¡Eres patético! –B seguía gritando.
Estaban todos en la cama viendo la película cuando comenzaron los reclames, Mello aprovechó para ir al baño mientras esperaban. Luego de un par de reclames la pantalla mostró el logo de las noticias.
-Buenas noches, soy Kiyomi Takada, estamos en vivo desde…
-¿Qué? ¿Y la película? –preguntaba Near.
-Es un “flash” dura lo mismo que un reclame, luego seguirá la película.
-¿Qué ocurre? –Interrogó Mello saliendo del baño.
-Nada, solo un flash informativo –dijo Gevanni.
-¿A esta hora? Que extraño –El rubio se paró frente al televisor para ver.
-¡Ya muévete Mello que no veo nada!
-¡Te jodes por enano!
-La policía y los medios se concentran en las calles de Londres ya que al parecer tres personas identificadas como Beyond Birthday, Mail Jeevas y Light Yagami en posesión de un arma blanca y una video cámara han estado causando daños a la propiedad privada y pública a altas horas de la noche… -En ese instante enfocan a los tres muchachos- ¡Mello! –decía Matt –¡Si estás viendo esto cariño, sabrás que iré a la cárcel así que si me sacas por favor no me devuelvas a la perrera! ¡Te amo!...
-Oh… -Mello no pudo decir más ya que súbitamente se desmayó en el piso de la habitación.
-¡Oh por dios!, ¡Mello! –Gritó Near saltando hacia él. –Ayúdenme a subirlo a la cama Gevanni.
El peliblanco y su novio lo subieron a la cama mientras L llamaba a un médico ya que al caer se había golpeado fuertemente.
Esperaron 5 minutos y Mello no despertaba, habían decidido no decir nada sobre el embarazo a no ser que fuera muy necesario, es que no son muchos los hombres que pueden tener hijos ellos mismos.
Al rato llegó el doctor, lo examinó y sacó unas pastillas de su maletín.
-Bien, no es nada grave, tan solo una baja de presión, les dejaré estas vitaminas para que tome cuando despierte, una en ayunas y otra luego de cenar.
-De acuerdo –dijo L tomando las vitaminas.
-Tal vez le haga bien comer más dulces, para evitar que el azúcar le baje.
-¿Más todavía? –preguntó Near por lo bajo.
-Bien yo creo que no queda más que decir, solo que guarde reposo por unas horas y tome las vitaminas.
-Claro, gracias por venir doctor. –Gevanni lo acompañó hasta la puerta y esperaron a que Mello despertara.
Unos minutos más tarde el rubio empezó a moverse y logró abrir los ojos despacio, todo se veía tan luminoso. Igual que cuando no dormía en toda la noche.
-Humm…
-¿Te encuentras bien? –Preguntó L.
-¿Qué rayos me pasó? –el rubio de sentó en la cama.
-Te desmayaste al ver las noticias, vino un médico y te mandó tomar unas vitaminas.
-¡¿UN MÉDICO?! ¿Qué me hizo? ¿Me inyectó algo? ¿Vieron qué era? Oh dios mío ya me siento extraño. –Mello exageraba pero realmente odiaba a los doctores. –Oh, Matt la va a pasar tan mal cuando lo agarre –dijo levantándose de la cama y abriendo la puerta de la habitación.
-¿A dónde vas? ¡Tienes que descansar! –preguntó Near.
-Iré a la jefatura a buscar a Matt, ¿no vas a ir por Beyond, L?
-Si pero pensaba ir yo mismo a buscar a los dos, mientras tu descansabas.
-No gracias, yo también iré. Si la fianza me sale cara volverá a la perrera maldita esa.
-No puedo creer que estemos encarcelados –decía Matt –aunque es genial que me dejaran conservar la cámara aquí dentro.
-No dudes de mi poder de chantaje –Afirmó Beyond sentado en un rincón de la celda.
La policía ya se había dado cuenta de que B y Matt estaban en contra de Light así que tuvieron que ponerlo en otra celda para que no lo mataran. Especificando más, el castaño estaba en la celda de enfrente, separado de los otros por las rejas y un pequeño pasillo.
-Sigo sin creer que esté encarcelado –Matt seguía con lo mismo.
-¡No puedo creer que YO esté encarcelado! –gritó Light en posición fetal desde un rincón de su celda.
-¡Tu deberías estar muerto! Pero no te preocupes, ¡Te voy a matar cuando salga! –Beyond estiró su brazo por la reja como si quisiera llegar a la otra celda.
-Bien, pues ya que estamos aquí… hay que aprovechar –Matt volvió a encender la video cámara –Aquí Mail Jeevas transmitiendo casi-en vivo desde la jefatura… aunque… del otro lado de las rejas, ¡Saluda B! –El pelirrojo apuntó a Beyond pero en cambio éste le ignoró y siguió en su discusión con el castaño-.
-¿Ah si? ¡Cierra la boca idiota! –gritaba como loco.
-¡No me digas que hacer! ¡No me voy a callar!
-¡Espera a que salga de aquí!
-Bien, esto es lo que pasa cuando un tipo del hotel se mete con L, terminamos en prisión. –dijo Matt mirando a la lente de la cámara.
-Como sea, no voy a quedarme aquí –B se levantó del suelo, miró por el pasillo y pudo comprobar que los policías estaban lejos y casi no los veían.
-¿Qué harás Beyond?
-Matt, ¡Nos largamos!.
-Si claro.-dijo con claro sarcasmo.
-No te hagas el sarcástico conmigo y observa. –El de ojos rojos sacó de su bolsillo unas llaves y comenzó a probarlas en la celda.
-¿De dónde sacaste eso? –preguntó el pelirrojo apartándose de la cámara.
-Se lo robé al tipo que nos encerró, ese tonto ni se dio cuenta.
-Si vas a fugarte hazlo tú, yo me quedo.
-¿Acaso eres estúpido? –Beyond lo miraba incrédulo.
-Si Mello viene a buscarme y se entera de que me fugué tendrá más razones para regresarme a la perrera.
-¿Se puede saber qué carajo es eso?
-Es el lugar donde vivía antes de conocerlo.
-¿Tan malo era?
-No querrás saberlo…
-Solo quiero saber por qué le decían “la perrera”.
-La señora de enfrente tenía muchos perros y cada tanto se colaban en mi apartamento y pues… olía a perro sucio todo el tiempo.
-Olvídalo ya abrí la reja.
-¿L no se enfadará contigo por esto?
-Fue él el que me dijo que lo mandara al hospital –dijo aparentando inocencia.
El pelirrojo iba a replicarle pero se calló cuando sintió una voz muy conocida que le gritaba.
-¡Mail Jeevas! ¡Te juro que después de esto no querrás saber el castigo que te espera!
-¡Mello!, gracias a dios viniste –Matt tenía una sonrisa de oreja a oreja que se le esfumó apenas vio la cara del rubio. Estaba muy enojado y tenía los ojos un poco hinchados, supuso que había llorado.
-No te alegres de verme idiota. –Insultó firmemente a su pareja.
-Mello te juro que lo siento por favor no te enojes…
-Ya es tarde Mail. –El miedo recorrió la espalda del pelirrojo. El simple hecho de que lo llamara por su nombre verdadero en ésta situación le daba a entender que estaba más que enojado.
-Mello no te enojes con él fue mi culpa –dijo Beyond.
-¡Por supuesto que fue tu culpa Beyond Birthday! –L venía de pagar la fianza de ambos y estaba enojado también.
-¡L! –ahora era B el que tenía la sonrisa.
-¡Que “L” ni que ocho cuernos! ¿Tienes idea de lo que me costó esa fianza? ¡Además de que ahora tendremos que pagar un dineral por los daños que tú causaste! –En ese momento volteó a ver a la celda de Light y lo vio hecho una bolita en un costado de la celda, todo golpeado. – Te dije que lo mandaras al hospital no que terminaran aquí.
-Lo siento L, él se lo buscó, si se mete contigo se mete conmigo y si se mete conmigo no sale ileso –dijo con el pulgar en la boca.
-Cuando volvamos al hotel tu y yo vamos a tener una muy extensa charla Jeevas –sentenció Mello mirando a Matt.
-Pero Mells…
-¡Pero Mells nada!, no volverás a salir con Beyond de nuevo ¿entiendes?
-¡Tu no me das órdenes! –El pelirrojo intentó ponerse firme ante su pareja.
-Oh claro que si pedazo de un imbécil. Te recuerdo que el que está tras las rejas eres tu y si quiero pido que me devuelvan la fianza y te dejo aquí ¿está claro?
-Pero ¿por qué Mello?
-Porque cada vez que salen juntos terminan metidos en algo malo, la primera vez cuando L lo soltó, yo me sentía horrible y tu no estabas, te busqué por todos lados y nada, luego cuando te desapareciste por casi tres horas, me dijiste que ibas a la habitación y cuando llegué no estabas ¿y ahora esto?
-Lo lamento mucho Mello.
-Mejor volvamos al hotel, ya hablaremos allá –dijo L.
-Si pero… ¿Qué haremos con él? –preguntó el pelirrojo señalando a Light que miraba a L fijamente.
-Lo dejaremos aquí y si a los del hotel de verdad les importa que lo vengan a buscar pero al menos yo, no pienso mover un dedo por eso –Beyond lo miraba cargado de resentimiento.
Al llegar al hotel ambas parejas entraron a sus respectivas habitaciones y ahí comenzó la muy extensa charla de L y Mello ya cual se prolongó hasta altas horas de la madrugada por lo que durmieron muy poco, cosa que afectó al rubio y al pelirrojo más que a los otros dos que estaban acostumbrados a no dormir casi nada.
Beyond acababa de despertar, eran las seis y media de la mañana y L estaba sentado en el sillón comiendo gomitas.
-B…
-¿Si? –preguntó rascándose la cabeza mientras lo miraba.
-Siempre tuve curiosidad…
-¿De qué?
-¿Qué es lo que le dices exactamente a la gente para que terminen tan perturbados que tengan que ir a terapia?
-Un verdadero mago no revela sus secretos –dijo con una risita.
-No importa, algún día lo sabré
-No, no lo sabrás.
-¿Por qué no?
-Porque no te lo diré.
-Eso es cierto… -Admitió estirando una gomita con forma de oso hasta que se rompiera por la mitad.