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YeHyun "Noches de Campamento" por Daniie Phantomhive

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Notas del fanfic:

¡Hola! Bueno quise escribir esta historia con motivo de esta semana, amo el halloween y el dia de muertos que se festeja en mi país. 
Ademas faltaba yo para darle lata al genero de los vampiros hahahaha...

Notas del capitulo:

Bueno espero que les guste mi nueva locura.
Y aquí comienza...

“Noches de campamento”

 

Capitulo 1 “Sendero sin fin”

 

Un sol de color rojo sangre se ponía rápidamente sobre el campamento Super Junior.

Kyuhyun dejó caer su saco de dormir en el suelo. El coche de su padre aceleró bruscamente y desapareció entre una nube de polvo, bajo los oscuros árboles del tortuoso camino.

Kyuhyun se preguntó si volvería a ver a sus padres. Su padre siempre se perdía. Aquélla era la razón de que llegara tan tarde al campamento. El último en llegar.

No es que le importara. De hecho, odiaba aquel lugar. No le gustaba estar allí. Todos los demás chicos del colegio SM disfrutaban de esa semana de campamento que el colegio les otorgaba cada verano como recompensa a las penalidades sufridas durante el curso escolar.

Se giro para contemplar el campamento. Los edificios feos y roídos por los años de ese lugar le daban un aspecto bastante tétrico que Kyuhyun odiaba.

 

Kyuhyun camino hacia la colina donde el sabia que estaba la oficina para registrarse. Casi había oscurecido y aún no había visto ningún signo de vida a su alrededor.

«Fantástico – pensó –. Probablemente, mi padre se ha perdido tanto, que me ha llevado a otro campamento. Éste debe de estar abandonado porque un asesino psicópata…»

-Hola.

Kyuhyun se dio la vuelta rápidamente que tropezó con sus propios pies. Consiguió agarrarse de una rama de un árbol y evitar la caída en el último momento.

- ­­ ¡Aaaaah! – Kyuhyun retiró bruscamente la mano. Tenía una enorme astilla clavada en el pulgar.

Intentando ser valiente, se sacó la astilla. Muy a su pesar soltó una maldición entre dientes. Una gota de sangre, pequeña y brillante, apareció en su pulgar. Se limpió el dedo en el pantalón y alzo la vista.

Ante él se hallaba el hombre más alto, más delgado y más pálido que había visto en su vida. Llevaba gorra, una camisa de color rojo, y lo que parecían ser botas del ejército. Su pelo era tan negro pero que estaba tan opaco que parecía sin vida. Por encima de unas gafas de sol asomaban unas cejas negras y espesas.

Kyuhyun pudo ver su propio reflejo, distorsionado, en el espejo de las gafas.

Tras ellas, los ojos del hombre miraron su mano. La que tenía el pulgar ensangrentado. El hombre le tendió una mano. Le sonrió con unos labios muy rojos y delgados y unos dientes asombrosamente blancos.

–Bienvenido –dijo el hombre –. Bienvenido al campamento Super Junior. Soy el nuevo director, Lee SooMan.

Cuando Kyuhyun le tendió su mano, sintió un dolor agudo en el pulgar herido.

– ¡Ay! – se le escapó. Y retiro la mano en el último momento. Se chupo el dedo –. Lo siento – murmuró –. Me he clavado una astilla en el pulgar.

El señor SooMan se quedó inmóvil durante un momento, con la mano tontamente extendida.

–Ya veo – dijo al fin.

En sus gafas oscuras brilló un destello… o tal vez fue en los ojos que había detrás de las gafas, los ojos que Kyu no podía ver.

– Ah, una astilla – dijo el señor SooMan. Y luego repitió –: Ya veo –. Miró una lista que tenía sujeta a una tablilla, en la otra mano –. Tú debes ser…

–Kyuhyun, Cho Kyuhyun –. Se miró el pulgar. La herida había dejado de sangrar.

– Ssssí –. Las gafas de sol enfocaron de nuevo la mano herida –. ¿Qué tal si vas a la enfermería para que el enfermero Leeteuk te revise ese dedo? Tenemos una excelente enfermería. La salud de nuestros campistas es muy importante para nosotros.

–No, no – dijo rápidamente Kyu –. No, gracias.

El señor SooMan hizo una pausa. Después dijo:

–Como quieras.

– ¿Entonces… que es lo que tengo que hacer?

– ¿Acaso es la primera vez que vienes?

– No, pero ahora que hay nueva administración supongo que cambió algo ¿no?

–Pues todo sigue igual, pero supongo que encontraras revitalizantes las nuevas actividades que hemos implementado.

–No puedo contener la emoción –replicó Kyu con sarcasmo.

Parecía que el señor SooMan sólo oía lo que le interesaba. Ignoró el sarcasmo de Kyu. Estaba muy interesado pasando hojas en su tablilla.

–Cho –murmuró – Cho. Hummm..... Ah, eres una tortuga azul.

– ¿Una tortuga azul? – preguntó Kyu –. Esta bromeando, ¿verdad?

–Ahora las cabañas han sido nombradas por animales y colores, ¿a que es emocionante? – parecía estar mas feliz el que Kyu.

– Si… emocionante –dejo escuchar su sarcasmo de nuevo.

–Tortuga azul, uno de mis favoritos.

El señor SooMan buscó en su bolsillo y sacó un pequeño folleto. Lo miró y se lo entrego a Kyu.

–Aquí tienes, Kyuhyun. Un mapa del campamento. Como podrás ver, no tuvo muchos cambios así que será fácil que encuentres tu cabaña. Toma este sendero –señalo delante de el –, y sigue las señales marcadas con un caparazón de tortuga.

Pero Kyu había dejado de escuchar. Estaba mirando fijamente una pequeña cavidad al extremo del porche. La abertura estaba cubierta con tela metálica.

– ¿Qué es aquello? –pregunto, señalando la cavidad.

El señor SooMan dio la vuelta.

–Murciélagos – dijo.

– ¿Murciélagos? – pregunto con voz aguda.

–Mi patrulla contra las plagas – dijo SooMan –. Los dejo salir por la noche. Son muy efectivos controlando los insectos. Hay una gran población de mosquitos cerca del lago.

–No me gustan los murciélagos – dijo Kyu rotundamente.

–Un prejuicio lamentable – contesto SooMan – Es posible que tú tampoco les gustes, pero aprenderás a llevarte bien con ellos.

–Me muero de ganas – dijo Kyu.

 

*****

El sendero era blando y estaba cubierto de agujas de pino. En el aire se olía la fragancia de los pinos y el lago. Los últimos rayos rojizos de la luz del crepúsculo se abrían paso entre los sombríos bosques.

Todo estaba muy, muy silencioso.

Kyu pasó junto a otros indicadores en forma de flechas que señalaban hacia otros senderos. Cada flecha tenía un símbolo diferente: un gato, un cerdo y un mapache.

Kyu miraba atentamente las indicaciones del sendero de la tortuga para asegurarse de que no se perdía. Le molestaba la posibilidad de perderse en el bosque que la idea de los murciélagos. Continúo caminando. Y empezó a tara rarear una canción. El sendero seguía y seguía. Empezó a sudar.

La oscuridad caía rápidamente. Sin previo aviso, el sendero empezó a descender pronunciadamente y se bifurco. Kyu se detuvo en seco y casi resbalo con una fina capa de agujas de pino. Luego vio la flecha con el símbolo del caparazón de tortuga, señalando en medio de los dos caminos.

«Fantástico –pensó –. Posiblemente mi cabaña esté en el pie de la montaña, a unos cien kilómetros de aquí.»

Se ajusto la mochila, cogió con más fuerza el asa de su saco de dormir y siguió mas adelante.

«Si fuera mi padre, ya me habría perdido – pensaba –. Pero yo no, tengo un mapa. No soy como mi padre.»

Se detuvo y desplegó el mapa y retomo el sendero. No daba la impresión de que tuviera que andar mucho antes de llegar a su destino.

Algo se movió entre los árboles.

Kyu acelero el pasó.

Algo bajó volando de las alturas y pasó cerca de su cabeza. Fuera lo que fuera, desapareció entre las sombras, en silencio, a excepción de un débil sonido de aleteo.

Se subió el cuello de la camisa, por si acaso. Aunque no quería pensar en un murciélago rondando por allí.

Otro débil silbido. Algo negro y veloz le pasó al lado. Lo esquivó.

Luego otra forma voladora procedente de la oscuridad ataco de nuevo y otro más. Kyu se detuvo. Se obligó  a tomar aire con fuerza. Después miro hacia arriba.

El cielo estaba negro, tapado por el vuelo errático de miles de pájaros. No hacían ningún ruido. No eran pájaros, se dio cuenta Kyu… eran murciélagos. Agacho la cabeza y empezó a correr para salvar su vida.

 

                                                     *******

 Los murciélagos bajaron en picado, como en una pesadilla, y se arremolinaban a su alrededor. Bocas enanas, humanoides, pequeñas cabezas.

Kyu empezó a agitar los brazos. Cosas misteriosas rozaron sus manos. Cosas ligeras como plumas. ¿Plumas de murciélago?

Abrió la boca e intento chilla. Pero no consiguió emitir ningún sonido.

Estaba perdido. Era comida para murciélagos. El pánico lo dominaba hasta tal punto que no oyó un crujido en las ramas muy cerca. No llegó a ver que lo golpeó.

 

-¡Ugh! – gruño Kyu.

-¡Eh! ¡Ah! ¡Cuidado! – se quejó alguien.

 

Un chico de altura similar a la suya retrocedió ante el. Kyu se lanzó al suelo y rodó, soltando su saco de dormir y cubriéndose la cabeza.

-¡Quítamelos! ¡Quítamelos! – chillo con voz temblorosa.

Algo tocó su brazo. Kyu respondió con una patada.

-¡Ey! – Dijo de nuevo la voz - ¿Qué haces? ¿Estás loco?

Lentamente Kyu bajo los brazos.

-¿Estas bien? – le pregunto el chico que estaba frente a el.

-¿Q-qué? – Kyu reconoció esa voz, pero se negó a creerlo.

-¿Estas bien? – repitió la voz.

Kyu se sentó en el suelo. El chico estaba inclinado para inspeccionarlo.

-¿Te has hecho daño? – preguntó.

Incluso en la casi oscuridad puedo ver la cara de quien la hablaba pero era incrédulo a quien estaba allí por lo que se atrevió a preguntar.

-¿Quién eres? – gimió Kyu.

-Soy Yesung – dijo el chico.

Ahora Kyuhyun estaba seguro de que no alucinaba y quien lo había ayudado era su motivo y razón de asistir cada vez a ese horrible campamento.

 

 

Notas finales:

¿Que les parecio el inicio?
Bueno ya conocimos a los principales jeje.. tuve traumas para poder acomodar los personajes pero al fin logre que me gustara...

Este fic se actualizara diario por motivo de la semana. Así que los espero mañana en la continuación de mi delirio por el YeHyun y ponerlos en cosas comprometedoras jejeje.

Dejen sus comentarios y demas. 
Saludos...


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