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"Cuando Llegaste" por zuthela sahagoz

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Notas del fanfic:

Este es de mis primeros fics, me inspire en un libro que lei hace mucho, el cual no recuerdo como se llama. igual espero que lo reciban bien amo el SiChul por eso quize compartir esto.

Notas del capitulo:

Empiezo la aventura, me encanta el yaoi pero nunca lo publico regularmente lo hago para mi, pero me estuvieron animando y por eso vengo a publicar aca, espero les agrade.

PoV Heechul

— ¡Maldita sea! ¡Ahí va esa cosa del infierno! 
Cada ráfaga de viento que soplaba arrastraba un torrente de palabras malsonantes que escandalizaban a los invitados a la fiesta, nos encontrábamos en medio del mar, el yate anclado lejos de la orilla de la playa Haeundae en Busan y el acto se celebraba en nombre de uno de los hombres más importantes de Corea, que si a mí me preguntaran no podría decirles su nombre. Hasta este momento la fiesta ha transcurrido aburrida, ya que los invitados estan más centrados en alabar lo magnifico del yate y tratando de quedar bien con “el hombre poderoso”, al que por cierto le encanta rodearse de gente que lo llenen de alegría, tal vez debido a su salud deteriorada y así mermar su soledad, por tal caso había pedido explícitamente a un Doncel; a mí, Kim Hee Chul y tal como lo había expresado uno de los invitados era solo cuestión de tiempo para que comenzara a causar revuelo y como es mi costumbre no los defraude en absoluto.
— ¡Que alguien lo agarre, maldita sea! —Grite por encima de las múltiples risas— ¡el oleaje lo está alejando del barco!
Los hombres se precipitaron al lugar de donde provenía mi alboroto y los demás Donceles se mostraron abiertamente molestos por ver correr a sus parejas en dirección a la proa donde mi delgada y frágil figura colgaba de la barandilla señalando un objeto que flotaba en el agua.
— ¡Mi sombrero favorito! explique en respuesta a las preguntas, señalando el sombrero con un ligero movimiento de mi delicada mano—. ¡Se lo ha llevado el viento! —me volví entonces hacia la multitud de admiradores, dispuestos todos a consolarlarme. Pero no deseaba muestras de simpatía, sino que recuperaran mi sombrero. Mire las caras una a una, sonriendo con picardía—. ¿Quién va a comportarse como un auténtico caballero y traérmelo? 
Tire el sombrero por la borda apropósito, y vi que los Hombres, pese a sospechar que aquello no era más que un engaño, no interrumpieron sus galantes ofrecimientos.
—Permítame —gritaba uno.
—No —decía otro al tiempo que se despojaba teatralmente de su saco—. Insisto en ser yo quien tenga el privilegio.
Al instante se inició una discusión, ya que ambos estaban decididos a satisfacer mis deseos. Pero, precisamente ese día las aguas estaban revueltas, y bastante frías para pillar un buen resfriado. Y, aún más importante, el remojón significaría echar a perder un traje carísimo.
Contemple la rivalidad que había provocado con una sonrisa. Los hombres seguían gesticulando y profiriendo frases caballerescas. De haber estado alguno de ellos dispuesto a recuperar el sombrero, lo habría hecho ya.
—Vaya espectáculo —murmure y mire fijamente a los hombres. De haber estado allí Hangeng se habría reído o me habría lanzado una mirada tal que no hubiera tenido más remedio que echarme a reír como un tonto. Ambos compartimos el mismo desdén hacia estos esnobs perfumados, suspire y mire el mar agitado bajo el cielo tormentoso, las aguas se veían muy frías. Deje que la brisa me acariciara el rostro, y cerré los ojos. 
«appa...», susurró una vocecita en mi cabeza. Solo al recordar me estremecí, no podía evitarlo.
De repente percibí, como si fuera real, unos bracitos aferrándose a mi cuello, un delicado cabello acariciándome la cara y el peso de un chiquillo en el regazo.
—Oh, Taemin —suspire. Trate de respirar hondo para quitarme aquella opresión, pero se negaba a desaparecer. El pánico se hizo presente. A veces lo sobrellevaba con un trago o bien distrayéndome con el juego, pero no eran más que alivios temporales. Necesitaba a mi niño.
“Mi pequeño... ¿donde estas....? Te encontrare... La desesperación me abrumó. Tenía que hacer algo inmediatamente o me volvería loco.
Mire a los hombres que tenía alrededor y riendo a carcajadas descaradamente me deshizo de los zapatos con una patada.
—Mi pobre sombrero está a punto de hundirse —grite al tiempo que pasaba las piernas por encima de la barandilla—. Vaya caballerosidad. ¡Tendré que recuperarlo yo mismo! —y antes de que nadie pudiera detenerme me lance al agua.
El mar se cerró sobre mí con una ola. Escuche como algunos hombres empezaron a gritar. Incluso el anfitrión, informado de los acontecimientos se acercó a mirar, un hermoso joven que se había convertido en su último amante, llegó junto a él y exclamó:
—Ya te lo había dicho: ¡ese hombre está loco! ¡Que Dios nos ayude!

Permanecí bajo el agua más tiempo de lo necesario. El frío paralizaba mis miembros y el saco que llevaba puesto no ayudaba mucho, me sentía arrastrado hacia una misteriosa oscuridad. Pensé que sería fácil dejarme llevar... hundirme, dejar que la oscuridad se apoderara de mí... Pero un destello de pánico hizo que mis brazos entraran en acción y me impulsaran hacia la tenue luz que había arriba. Ascendí aferrando el sombrero en mis manos, y cuando salí a la superficie aspire atropelladamente bocanadas de aire. La sensación de frío era tan intensa que provocaba punzadas de dolor en todo mi cuerpo. Mis dientes castañeteaban, pero conseguí esbozar una sonrisa temblorosa. Y mire al público congregado en la cubierta del yate.
— ¡Lo tengo! —grite, manteniendo el sombrero en alto en señal de victoria.
Minutos más tarde varios pares de manos ansiosas me sacaron del mar, El traje se pegaba a mi cuerpo y revelaba una figura esbelta y deliciosa. Algunos observaban con envidia y desaprobación la escena, pero qué culpa tengo yo de ser tan perfecto no existe Doncel que los Hombres admiren más que a mí. Solían sentir pena y desprecio por los que se comportaban como yo, pero…
—Haga lo que haga, no importa la atrocidad que sea, ¡los hombres lo adoran! —Se quejó Cheol Yong—. Lleva con él el escándalo. De haberse tratado de cualquier otro doncel no tendrían la misma opinión, ni mi querido Lee Joon se atreve a censurarlo.
—Es que se comporta como si fuera uno de ellos —replicó Ji Yong con amargura—. Juega, caza, maldice y habla de política. Les encanta la novedad de una doncel con aires tan masculinos.
—La verdad es que su apariencia no tiene nada de masculina —protestó Cheol Yong, observando las formas delicadas que las ropas empapadas ponían en evidencia.

Una vez convencidos de que estaba sano y salvo, los hombres a mi alrededor estallaron en carcajadas y aplausos admirando la valentía que mostré. Aparte el cabello mojado de los ojos, sonreí e hice una reverencia.
—Bueno, era mi sombrero favorito —dije mirando la maltrecha prenda que llevaba en la mano.
—¡Caramba! —exclamó como admiración uno de los hombres—,no le tienes miedo a nada, ¿verdad?
—A nada —respondí, provocando más risas. El agua chorreaba de mi cuello y espalda sacudí enérgicamente mi cabeza empapada—. ¿Sería alguno de ustedes tan amable de acercarme una toalla, o, mejor, de traerme algo caliente antes de que me muera de...? —la voz se me desvaneció al observar a través de la cortina de mojados cabellos una figura que permanecía inmóvil.
Todos a mi alrededor buscaban toallas, bebidas calientes, lo que fuera con tal de que me sintiera a gusto. Pero aquél Hombre, a unos metros de mi, seguía quieto. Enderece muy despacio mi cabeza, devolví el cabello a su lugar y mantuve la mirada en el. Era un desconocido. No tenía ni idea de por qué estaba observándome de aquel modo. Estaba acostumbrado a miradas de admiración de los hombres... pero aquél tenía en la boca una mueca de desaprobación, seguí examinándolo, sin dejar de temblar.
Jamás en mi vida había visto algo como aquel hombre La frialdad de sus ojos, tan obscuros y luminosos, Solamente alguien que ha sufrido la más amarga desesperación es capaz de reconocerla en otro, consternado y muy afectado por la mirada del hombre, le di la espalda y sonreí alegremente a los admiradores que se aproximaban cargados de toallas, capas y bebidas calientes. Aparte de la cabeza cualquier pensamiento relacionado con el desconocido. ¿A quién demonios le importaba la opinión que dé el tuviera ese remilgado niño rico?
—Heechul—comentó ShinDong con expresión preocupada—, me temo que vas a coger un resfriado. Si lo deseas me ofrezco a llevarte a tierra en un bote.
Hice un gesto de asentimiento, Acercó mis helados labios a su oído
—Date prisa, p—por favor. C—creo que me he p—pasado de i—impulsivo. Pero no le c—cuentes a nadie lo que acabo de decirte.



Pov Siwon

Tengo una reputación de hombre tremendamente disciplinado y distante y me hallaba en aquellos momentos luchando por reprimir el inexplicable enfado que se había apoderado de mí. Chico ridículo... arriesgando su salud, su vida incluso, con tal de montar un espectáculo. Separe las manos y las frote contra el abrigo. Sentía una opresión en el pecho que no podía explicarme. ¿Quién demonios era ese chico?, por la manera de comportarse se notaba a leguas que no formábamos parte del mismo circulo social, pero la alegre risa, la viva mirada, el cabello oscuro... Dios, me recordaba a mi Ki Bum.
—¿Lo conoces? — preguntó una voz áspera. A mi lado estaba Jung Hye Min, un agradable y anciano caballero conocido de mi padre—. Todos los hombres que lo ven por primera vez muestran la misma expresión. 
aparte la vista de aquella extravagante criatura. 
—Yo no le veo nada admirable —respondí fríamente.
Hye Min se echó a reír mostrando su cuidada dentadura postiza.
—Si fuera joven, intentaría seducirlo —dijo—. Lo haría incluso ahora. Es el último ejemplar de su especie, ya sabes.
—¿Qué especie es ésa?
—En mis tiempos había montones de ellos —afirmó el anciano, con una sonrisa de experto—. Para domesticarlos es necesario ser muy hábil e inteligente...
volví a mirar al chico. Su rostro era delicado, pálido y perfecto, sus ojos oscuros, apasionados.
— ¿Quién es? —pregunte, completamente hipnotizado por la criatura frente a mí. Viendo que no obtenía respuesta, voltee y me di cuenta que el anciano había desaparecido.
—¿Quién eres extraña criatura?-

 

Notas finales:

ahora si pueden lanzar jitomatazos y todo lo que se les antoje x///x


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