“El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”
Capitulo 5.- Poder
Londres
El eco de sus pasos era lo único audible entre las penumbras de la noche retumbando con la podrida madera de la vieja casa. Yubel caminaba pausadamente hacia la parte delantera de su “hogar” manteniendo un semblante muy serio y bastante molesto después de lo que había presenciado. Sus cavilaciones la llevaron a pensar que entre ese misterioso chico y su amado Jaden había algo más íntimo que los conectaba; después de todo Yusei era el nombre de la persona a quién Jaden siempre llama entre sueños, también era el nombre que siempre se le escapa cada que llegaba a un orgasmo genuino… Yusei, ese hombre tenía muchísimo más énfasis en el corazón del chico con el uniforme de Slifer que el mismo Anderson.
Pero ¿Cómo es que había llegado hasta ahí? Era muy preciso tener en cuenta su origen futurista por lo que no sería un gran enigma imaginar el cómo, sin embargo, la intriga se enfocaba más en el por qué; esa era la cuestión principal, ¿que lo había traído hasta esa época? Yubel ya sospechaba la desagradable respuesta relacionándola con el fuerte grito de desesperación que había escuchado unos momentos antes. Su intuición la llevaba a colocar ese presentimiento en 80% de veracidad. Si en verdad era lo que imaginaba debía cambiar el rumbo de las cosas con mano dura.
¡Yusei, eres un estorbo!
El castaño no lo sabía, su poder espiritual era tan tremendo que no se dio cuenta que inconscientemente estaba llamando al científico del futuro quien a su vez recibía esas extrañas notificaciones en sueños receptores debido también a su propio poder interior. Tenían eso en común y por otra parte los unía lo que sentía el uno por el otro sin saberlo.
Aquello solo había llegado a turbar el glorioso paraíso que había construido la criatura Yubel y que disfrutaba con creces. Era peligroso para ella, lo sabía muy bien, no permitiría que nadie le arrancara lo que era suyo a estas alturas. Su única opción era deshacerse de los intrusos.
Yusei había llegado al frente de la casona bastante agitado. Ya su objetivo estaba a un instante de nada justo delante de él, podía sentirlo. Se detuvo solo al enfrentar cara a cara unos perversos ojos naranjas que parecían haberlo esperado desde hace unos minutos evitándole el paso.
Jesse miró al bicolor tratando de desaparecerlo solo con verlo, su pose confiada hacían alucine a su estado de superioridad. Yusei le devolvió una mirada seria y totalmente centrada sin inmutarse; era un tipo duro, no se dejaba intimidar tan fácilmente.
—Jesse Anderson—dijo severo para confirmar que la persona frente a sus ojos era el chico peli turquesa con el estilo de lucha de diamante que vio en una revista; era la primera vez que lo había visto y ciertamente no le impresionó.
Yubel dibujó una diabólica sonrisa—¡Vaya, aunque es la primera vez que me ves sabes, quién soy! ¡Parece que alguien se puso a estudiar!
Yusei no replicó nada, analizó detenidamente el aura y el lenguaje corporal de su adverso. Sus ojos azules penetraron los naranjas eléctricos y pudo ver con certeza la verdadera forma de su rival. El poder espiritual del motociclista—muy parecido al de Yuki—,lo había puesto en alerta y le había permitido ver a ese maligno ser que se escondía tras la cara inocente del Anderson.
Ahora lo entiendo todo.—pensó dando con la explicación a la desaparición de ambos duelistas. Ahora sabía que estaba tratando con un ser ajeno a este mundo quién seguramente había sido el autor de dicha situación y no el duelista de cabello aguamarina.
Ya antes había peleado con alguien así, sentía la misma vibra pesada que emanaba de Jesse como lo fue con su amigo Kiryu al pelear en un juego de oscuridad. No le agradaba el camino que esta situación estaba tomando pues recordaba muy bien el triste final que su amigo Kiryu había sufrido después de derrotarlo y no quería volver a ver a un duelista morir ante él.
Permaneció en silencio por varios segundos observando cada ademan de su oponente y el entorno en donde seguramente pelearían, después hablo con voz autoritaria.
—¡Déjame ver a Jaden!
Jesse no esperaba esa clase de demanda, sabía que ella había borrado casi todo el historial del oji-esmeralda y el castaño para no levantar sospechas, sin embargo, aquel ex-duelista enfatizaba que su amado Yuki se encontraba precisamente ahí cuándo se supone que en el futuro no habría rastro; seguramente alguien debió haberlo ayudado.
—¡Ah, te refieres a mi marido!—aquello incomodó al bicolor—¡Lo siento, Jaden esta en estos momentos descansando tranquilamente en nuestro hogar! ¡Está exhausto de haberme demostrado su amor todo el día y por ahora está indispuesto! ¡Así es el amor entre pareja, tal vez tú no lo entiendas!—le sacó la legua juguetonamente, también como gesto infantil demostrando que se burlaba de él y lo que sentía por el duelista.
Yusei afilo la mirada más no perdió la compostura pese a que sí le había herido un poco aquellas palabras.
—¡Déjame verlo!—volvió a insistir.
—Fufufu, Yusei Fudo. Regresa al lugar que te corresponde, aquí no hay nada para ti ¡Jaden no quiere verte!
Una gota de sudor comenzó a resbalar por el rostro del ex duelista. Ella sabía que él venía del futuro y su nombre, quizás ya intuía que se había dado cuenta que no peleaba contra el Anderson, ¿qué más sabría de él? Tragó saliva, ya antes había visto a esa criatura cuando pelearon contra Paradox pero Jaden nunca había mencionado su nombre, entonces no sabía con que nombre referirse a “eso”.
Se hizo una breve pausa y entre sus cavilaciones Yusei solo volvió a la realidad cuando el demonio comenzó a reír traviesamente y miraba hacia otra dirección. Sus ojos azules también voltearon.
Yugi se acercaba al lugar agitadamente, correr no era su especialidad. Estaba algo alterado pero nunca lo demostró, solo se unió a Yusei haciéndole frente al desconocido.
—¡Yusei, ese de ahí es Jesse Anderson, ¿verdad?! !Estábamos en lo correcto!—Yugi frunció el seño, aquel tipo seguramente no tendría buenas intenciones.
Tras de él Kaiba y Joey llegaron unos segundos después.
—¡Oohh, ahora puedo entender muchas cosas! jujuju—Yubel se había respondido el cómo habían llegado hasta ahí, claro, quien más lo ayudaría, solo Seto Kaiba.
Ninguno de los recién llegados pudo darse cuenta de lo que estaba pasando. Habían reconocido al duelista de cabello turquesa por las fotos de los torneos en la academia mientras hacían la investigación pero no lograron ver en el interior de este. Yusei temió por la seguridad de todos como de costumbre, prefería hacer las cosas por su cuenta a mancharse de la sangre de otros por apoyarlo.
—Yugi, Señor Kaiba, Señor Wheeler, gracias por su ayuda pero de aquí en adelante me encargaré yo solo. Por favor regresen a sus vidas.
Todos entendían la alteración del bicolor, pero era imposible que realizaran esa petición. Ellos eran guerreros duelistas, no retrocedían nunca ante nada.
Jesse soltó una carcajada escandalosa cuando escuchó lo que Yusei pedía, interpretó la cara de desconcierto de los recién llegados anticipando su necedad.
—¡Yusei, parece ser que no sabes con quién te estás metiendo! ¡Anda, regresen todos a sus vidas antes de que me arrepienta y los desaparezca!
—¡Claro que sé con quién me enfrento!—alzó la voz, después se irguió y lo señalo con el dedo—¡Tú no eres Jesse Anderson!.
Todos lo miraron entre confusión y sorpresa, una nueva pausa los dejó sin aliento.
“Jesse” había sido la más impresionada, al parecer no trataba con cualquier duelista.
Yugi apartó la mirada del peli turquesa para voltear a ver de frente el rostro del bicolor.
—¡Yusei, ¿Qué quieres decir con que ese no es Jesse?!
—¡Al parecer está bajo alguna clase de control mental!!¿Recuerdas al demonio que se encontraba con Jaden cuando batallamos contra Paradox?!
—¡¿Es ese demonio?!—volvió a mirarlo—No puedo creerlo, !¿cómo?!
—No lo sé, pero puedo sentirlo. Este mismo sentimiento ya lo había tenido en una ocasión.
Yugi se enfocó mas a cada detalle del aguamarina y después de un tiempo pudo sentirlo también, más no podía ver al demonio después de todo. Sin el poder del faraón a su lado, casi le era imposible.
—¡Fufufu, ahora lo entiendo! Tú tienes el poder de ver espíritus y cosas más allá como lo tiene mi querido Jaden. Parece ser que mi sospechas eran ciertas, pero aunque sepas quién soy, aun así no te dejaré avanzar, Yusei Fudo! ¡Retírense ahora que pueden!
—¡No me iré de aquí sin Jaden!
Jesse frunció el seño y borro esa sonrisa burlona que mantenía hasta ahora. Ese tipo era exasperante, incluso cuando le había dado la oportunidad de salvar su vida seguía ciego a su testarudez. Lo fulminó con grandes celos y gritó entonces lo que pensaba.
—¡Que terco eres! ¿Por qué quieres arrebatarme lo que es mio?! ¡Jaden y yo nos amamos con un inmenso amor puro y real! No creo que lo comprendas. ¡El dolor que ambos sentimos es la prueba de nuestro destino juntos! ¡Somos la prueba del amor compartido y tú solo vienes a estropearnos!
Yusei no respondió al instante, sacó su disco de duelos y lo activó.—¡Entonces quiero escuchar que Jaden me lo diga!
El peli turquesa endureció algo su rostro, al parecer el motociclista deseaba hacer las cosas difíciles.
—¡Bien, si quieres que te mate, eso hare!—activó también su disco de duelos.
Yugi hizo lo mismo y se puso en posición de combate. De inmediato Yusei lo miró arbitrariamente.
—¡Yugi, por favor déjame esto a mi!
—¡Vamos Yusei, somos un equipo!
—¡Pero Yugi…!—estaba claro que nada le haría cambiar de parecer.
—¡Ya dejen de parlotear y acaben rápido con el estorbo para que podamos regresar a la mansión! ¡Este lugar es irritable!
El demonio rió escandalosamente.—¡¿Pero que me pueden hacer ustedes?! ¡Son solo basura! Veamos. ¿Como se los explico?...—primero miró al duelista del futuro:
—Yusei, aunque tú nos llevas ventaja en el tiempo simplemente tu poder no se compara con el mío. Yo controlo el poder de la Luz de la destrucción, solo alguien verdaderamente terrible podría opacarme…—ahora miró al “Rey de los juegos”:
—Yugi Mouto, tú no puedes hacer nada sin el poder del faraón que residía en ti, simplemente no eres una amenaza para mi…—miró después al castaño sin perder su risita burlona y pasó su vista directo a Joey para darle a entender que conocía su punto débil:
—Seto Kaiba, tu eres el más patético de todos.
—¡¿Qué dices?!—Kaiba estaba completamente ofendido, ese niño subestimaba su poder o solo lo estaba provocando.—¡No te creas invencible niñito, te enseñare!—activó entonces su disco de duelos.
—¡¿Me enseñaras lo inútil que eres?, fufu, jajajaja, dime Kaiba, ¿De verdad quieres a tu marido?!
Kaiba volvió a pensar en la profecía, miró a su esposo con ojos aterrorizados, tal vez no había sido buena idea traerlo hasta allí. Y si ese era el día en que de verdad algo malo le sucediera por su negligencia, no podría vivir otro día de su vida.
Yubel disfrutaba de ese momento. La desesperación, la frustración, el rencor y esa inseguridad solo la hacían más fuerte puesto que ella se alimentaba de todo lo negativo a menos que de verdad hubiera alguien peor.
Kaiba chasqueó los dientes, no había pensado en un lugar a salvo para su esposo.
—¡Está bien, si quieren morir no les quitare ese ánimo!—la chica siguió hablando—Pero hagamos esto más entretenido. ¡Pelearemos dentro de mi mundo!—mientras iba advirtiendo lo que haría, una oscuridad rodeo a los duelistas lentamente haciéndoles perder la visión de la casona, el bosque y el cielo estrellado. El nuevo lugar era muy parecido al reino de las sombras que estaban acostumbrados a ver, sin embargo éste se diferenciaba porque en el entorno se dejaba ver partes de columnas antiguas de aspecto griego o quizás Atlántico.
El ambiente se había puesto pesado, apenas podían respirar, se sentía como si llevaran cargando algo duro en la espalda, mas nadie se quejó por eso. La realidad se había distorsionado drásticamente.
—¡Bienvenidos a MI mundo!
Joey había sentido algo extraño detrás de él, al tratar de virarse repentinamente unos largos brazos negros lo aprisionaron de pies y manos y lo jalaron con violencia hacia atrás.
—¡JOEY!—Kaiba trató de ir tras de él pero en un instante no había rastro de su amado rubio.
Todo el color de su cara se había desvanecido, sus atónitos ojos azules no podían dar crédito de lo que había sucedido.
—!!!¡¿Qué le has hecho?!!!—miró al oji-naranja con todo rencor.
—¡Fufufufu.. ¿No te dije que eras el más fácil de derrotar?! Calma, solo me he desecho de los estorbos por el momento. Pero pon atención Seto Kaiba, cada ataque que recibas, ese chico lo sufrirá al doble y claro si pierdes él morirá.
—¡Maldito!
Yusei estaba acongojado, de cierta manera se sentía culpable de lo que había pasado, quizás había cambiado la historia tan drásticamente que adelantó el crucial destino del oji-dorado, ahora ni él sabía lo que iba a pasar.
—¡Entonces no podemos perder!—Yugi trató de llenarlos de esperanza.
—Jajaja ¡Hare el primer movimiento!—Jesse sacó una carta y la activó.
En un solo turno sacó una criatura super- poderosa pero eso no era todo, la carta que había invocado era justamente Yubel; los duelistas quedaron anonadados de tan semejante incoherencia y el científico no entendía como pudo haberse invocado ella misma.
—¡¿Cómo pudiste invocar a un monstruo de nivel superior en un solo turno?!
—¡Ah! ¡Pensé habérselos dicho antes! ¡Este es mi mundo y se juega como yo quiera!
Estaban en una clara desventaja, sin la protección de las reglas del juego de monstruos no había mucho que pudieran hacer. Cada uno sudó con esa trampa. ¿Cómo jugarían entonces?
—¡Si entonces no hay reglas, yo invoco al Dragón Absoluto de ojos azules!—la carta más poderosa de Seto Kaiba se manifestó sin ningún problema, tal vez las cosas no serían tan difíciles después de todo ya que para poder invocarlo debía crear un sin número de movimientos hasta ver completada su estrategia.—¡Ataca!
—¡No Kaiba!!
El grito de Yugi no logró detenerlo. Cuando el dragón atacó a Yubel, este recibió la mitad de daño y se restó a los puntos de vida directos de todos, porque eran un equipo y los puntos los compartían como uno solo.
Kaiba sintió un dolor agudo en el cuerpo, si él sentía eso, la cantidad que estaría recibiendo el rubio sería peor.
—¡Ups!, no me dio tiempo de advertirte sobre el efecto de Yubel—rió bajito; estaba disfrutándolo. La ira del castaño solo la hacían más fuerte—Cuando Yubel esta en el campo y es atacada actúa como una carta de trampa espejo. Lo siento Kaiba ¿Pensé que amabas a tu esposo? pero al menos ahora puedes sentir lo que es el verdadero significado del amor, el dolor mutuo.
Kaiba no podía evitar odiarla más, ahora entendían porque no había reglas en ese demente encuentro, aquel demonio estaba preparado para lo que sea injustamente sin importarle absolutamente nada ni nadie, estaba decidida a “proteger” a su Jaden de los intrusos a cualquier costo. Pero si Kaiba seguía recibiendo más daño, el cuerpo del rubio podría no soportarlo y podría morir antes de que finalizara el encuentro.
—¡Yubel!—al menos ahora Yusei sabía el nombre de la criatura gracias a la carta.—¡No solo el dolor es parte del amor, hay sentimiento de felicidad, de dicha, tranquilidad y pasión dentro de ese sentimiento compartido! !No legitimes el sufrimiento con el amor!
—¡Eso piensas porque no sabes amar!—contra atacó—¡Jaden me amó primero que nadie! Yo me sacrifiqué por él, después él me pagó con el olvido y cuando por fin estuvimos unidos para la eternidad, aparece este estorbo de Jesse robándome de nuevo su amor. ¡Pero sé que solo era una prueba de mi querido Jaden el haberme herido de nuevo! ¡Es por eso que lo estoy complaciendo con la figura de este chico; el sufrimiento de mi Jaden es el significado de como es el amor verdadero! ¡Los dos nos herimos, los dos nos amamos!
—¡Te equivocas!—Yusei no dudó en corregirla.— !La alegría y el sufrimiento son tanto mutuos como inmateriales, tú solo te encierras en el sufrimiento!
—¡Basta!!Destruiré a todo aquel que se interponga entre el amor de Jaden y yo! ¡Es mi turno!—Jesse sacó otra carta—¡Sacrifico a Yubel para invocar a Yubel-Terror encarnado. Pondré una carta boca abajo y activaré esta carta trampa.—un dragón de dos cabezas con un ojo en el pecho se manifestó, después miles de navajas atacaron los puntos de los duelistas directamente, no solo eso, las navajas impactadas en sus cuerpos realmente se clavaron en su piel, por suerte no eran muy grandes o podría haber sido fatal para todos.
—¡Esto no puede ser!—al desaparecer las navajas las heridas comenzaron a sangrar.— ¡Realmente quiere matarnos!
El juego se estaba tornando peligroso, pero al menos ya se habían dado cuenta que apegarse a las reglas no estaba del todo mal, sin embargo esas trampas eran un problema.
Yugi quiso tomar el siguiente turno.
—¡Mi turno! ¡Invoco de manera directa al Paladín Oscuro, esto me permite ganar 500 puntos por cada dragón en el campo e inutiliza cualquier carta de magia de tu lado siempre y cuando descarte una de mi mano al cementerio! ¡Además activo mi carta reveladora para mirar tu carta boca abajo!
La estrategia de Yugi comenzaba a pintar bien, sin embargo al revelar la carta boca abajo del campo de Jesse el Paladín Oscuro y el Dragón Absoluto de Kaiba se destruyeron al instante. La carta boca abajo después lanzó una terrible descarga eléctrica contra cada uno de los duelistas bajando considerablemente sus puntos vitales.
—¡Aahhhgh!—ninguno supo que pasó.
—Cuando Yubel-Terror encarnado esta en posición de ataque de mi lado del campo puedo destruir todos los monstruos en el suyo! ¡La trampa boca abajo fue solo un regalito ya que cualquier forma de Yubel no tiene puntos para atacar! ¡Debieron retirarse cuando tuvieron la oportunidad!
Las heridas que sufrían sus cuerpos pronto comenzaron a arrebatarles energía ya que el cuerpo trataba de aliviarse y la concentraba en eso. Yugi, terminó su turno poniendo una carta boca abajo.
—Parece que será el final, muy bien. Sacrifico a Yubel-Terror encarnado e invoco a Yubel-La peor pesadilla. –un nuevo dragón, más imponente y extraño apareció en el campo. Tenía dos espantosas cabezas, dos enormes ojos en las rodillas y una cara diabólica con tres ojos en el pecho del monstruo. Verdaderamente era una pesadilla, además colocó una carta boca abajo y activó una de trampa la cual la dejó invocar a un demonio espadachín con pocos puntos de ataque pero efectivos. –No me detendré a pensarlo dos veces, así que: ¡Ataque directo!
Antes de que pudiera llegar a los puntos vitales de los duelistas, Yugi activó su carta boca abajo y destruyo la carta trampa del demonio destruyendo al espadachín antes del ataque y dándoles más tiempo de vida.
Yusei comenzó a sentir miedo e inseguridad, cada vez sentía que perdía a Jaden de su lado. Si él no hacía algo no solo perdería a la persona que tanto amaba, todas las vidas se habrían perdido por su culpa, sus puntos de vida no resistirían mucho.
Su mano comenzó a temblar cuando miró sus cartas, la detuvo con la otra pero era obvio que sus nervios estaban por colapsarse.
¿Qué debo hacer?—su carta favorita estaba en su mano, sabía que era muy poderosa pero las cartas del demonio no le permitían hacer un ataque directo, ya lo había visto con Kaiba; aunque él equipara a su Dragón- Polvo de estrellas con lo mejor que tenía no podría hacerle frente, Yugi ya había intentado eliminar a Yubel mediante cartas de magia y efectos sin resultado positivo, estaba además las reglas incoherentes de la chica que eran otro problema, entonces ¿Cómo podría derrotarla sin que algún ataque resultara perjudicial?
//+
En la casona todo era oscuridad, el castaño trataba de recuperar algo de energía pero la incertidumbre lo estaba torturando, deseaba ir en su ayuda pues tenía un mal presentimiento.
Jaden…
De nuevo resonaba en su interior pero esta vez con más fuerza y furia; ya lo había hecho de vez en cuando durante varios meses atrás pero simplemente optó por ignorarlo. Era una voz profunda y aprensiva dentro de su subconsciente que insistía tranquilamente en llamar su atención cada instante con más dureza.
Jaden…
En el estado actual del castaño— frágil, angustiado, torturado física y emocionalmente—, se le hacía más difícil no prestarle atención a esa voz en su interior sin perder la cordura; ahora no necesitaba más problemas de los que ya tenía. Su única preocupación era Yusei en ese momento. La entrada de esa tenebrosa y familiar voz no le hacía la vida más fácil, pero estaba cansado por lo que no pudo evitarlo y esta vez, la atendió.
…Sabes que necesitas esta fuerza. Es tú poder Jaden, ya no te resistas más...
Sabía muy bien a lo que se refería, tragó saliva y entre abrió los ojos fijando su vista en la oscuridad. Había una silueta justo delante de él confundiéndose un poco con el sombrío entorno. Estaba sentada en el lugar que Yubel ocuparía unos minutos antes custodiando su sueño. Jaden no se asustó al verla, estaba acostumbrado a ese tipo de fenómenos, mas su miedo se formó lentamente al saber de quién se trataba.
Lo miró acercarse hacía él lentamente con ese tono frio y despiadado que siempre lo había caracterizado, al instante quedó paralizado pero no desvió la mirada. Este tomó el rostro del oji-marrón y lo levantó ligeramente para que lo mirara a la cara.
…Sí, déjate llevar. Sabes que me necesitas como yo a ti, Jaden…
Era difícil no sentirse extraño al verse uno mismo frente a frente como si fuera un espejo quién te contestara del otro lado, era su misma imagen pero solo un vistazo a la mirada demoniaca podía hacerte jurar que se trataba de otra persona.
Jaden lo miró preocupado, no quería dejarse manipular por él, no quería dejarse convencer por él, no de nuevo; sabía lo que podría pasar y temía por eso.
—¡Haou!—replicó bajito al enfrentar temeroso los álgidos ojos dorados del otro “Jaden”.
Como siempre, Haou vestía su típica ropa negra cayendo elegantemente por su cuerpo como si de un vampiro se tratase. Tenía una pose de superioridad mezclado con algo de sutileza, e igual de imponente como la realeza. Su castaño cabello tenía el efecto de querer acariciarlo solo para poner a prueba tu suerte de sobrevivir a alguna reacción del "rey" pues seguro te mataría de un golpe si intentabas tocarlo.
…Jaden, se que la separación de Yubel te provocó un descontrol interno, incluso logró despertarme de nuevo, pero ya has tenido esta experiencia antes, sabes que al final tú eres el único capaz de dominar mi poder…
El “Rey supremo” acarició los cabellos castaños y sonrió de lado algo inusual en él.
…Si en verdad quieres a Yusei…
Tomó delicadamente la barbilla del reprimido y acarició sus labios delicadamente antes de concluir.
…destruyelo todo.
//+
Era el turno del bicolor, Yugi y Kaiba lo miraban con preocupación; el empresario era el más afectado pues dependiendo de lo que el motociclista hiciera tendría efecto en su Joey.
—¡Mas te vale no echarlo a perder!—animó al científico a su manera.
—¡Yusei, puedes hacerlo, confía en el corazón de las cartas! ¡Confía en tu amor por Jaden!—el tricolor afirmó, ya estaba seguro que esa era la verdad sobre el oji-azul.
Jesse apretó la mandíbula pero no dijo nada acerca del comentario del oji-violeta, ella también lo sabía pero no lo iba a permitir.
Yusei pensaba en la estrategia, en las ventajas y desventajas, miró los pocos puntos de vida en la pantallita de su disco de duelos; nuevamente miró al Anderson y su sátira y molesta sonrisa. Cerró los ojos y reunió en su interior toda su energía espiritual; había una cosa que podía hacer, eso solo lo había usado una vez junto a sus amigos y sabía que lo iba a dejar exhausto al terminar, sin embargo esta era una emergencia.
Una marca en forma de Dragón apareció en su espalda, abrió los ojos de golpe y utilizó como ventaja la ausencia de reglas.
—¡Invoco al Dragón Carmesí!
Un glorioso y gigantesco dragón de llamas feroces apareció en el campo opacando por mucho la criatura de Yubel y logrando una expresión de estupefacción de todos.
—"¡La agrupación de estrellas despertarán un nuevo poder haciendo el camino más brillante!"—recitó su eterna frase de duelo dándole así la bienvenida al poderoso Dragón rojo que cuidaba de los “portadores” cuando estos lo necesitaban.
Yubel no había contemplado tan semejante magnitud de poder, sabía que ese espíritu de luz le costaría trabajo derrotar ya que no era una carta de duelo, pero pese a que contemplaba su posible fracaso no temió por nada. Al final Jaden siempre sería suyo.
Ya que no había reglas y el Dragón Carmesí era casi de la misma naturaleza de lo que era Yubel, atacó de lleno al monstruo en el campo de Jesse desapareciendolo al instante y empujando al peli turquesa unos cuantos metros atrás por el impacto.
Los puntos de vida de la chica bajaron considerablemente, entonces dio vuelta a la carta trampa que había dejado en el campo y sobre los duelistas miles de agujas debieron haberlos impactado, mas no sucedió.
El demonio no lo había comprendido.
—¡El Dragón Carmesí nos protege!—declaró Yusei.
Las cosas se habían volteado, antes los monstruos de Yubel la protegían de cualquier ataque replicándolo como espejo y ahora su misma “estrategia” estaba siendo utilizada en su contra. Hasta cierto punto, no había nada que pudiese hacer.
—¡Yubel!!No tienes nada que supere el poder de mi Dragón Carmesí, admite tu derrota y libera a Jaden!
La sonrisa en el rostro del oji-naranja había desaparecido, lo miró con evidente desagrado y después ocultó sus sombrías orbes tras su flequillo guardando un largo silencio por unos minutos antes de volver a hablar.
—Que interesante que hayas tomado mi reglas en mi contra. Debo admitirlo, estoy impresionada. Creo que te subestimé mucho, Yusei Fudo. Pero…—descubrió su rostro como un psicópata recuperando claramente su confianza.— Esto todavía no se acaba; no olvides que Jaden es mío y gracias a nuestro amor sé que sí puedo vencerte.
Los duelistas no entendían el significado de esas palabras, estaba más que claro que Jesse no tenía salida, algo no estaba bien y volvieron a su posición defensiva pues era el turno de Yubel.
Ella sacó una carta, no de su mazo, sino una que apareció en el aire ante sus ojos.
—¡Yo invoco…fufufu….esta carta!
En el campo apareció el cuerpo del rubio bastante maltratado atado de manos y pies en una especie de cruz de piedra apenas consciente de lo que sucedía a su alrededor.
—¡JOEY!
—¡Eso no es justo Yubel! ¡No puedes hacer eso!
La chica volvió a sonreír de manera perversa—¡¿Ehh?! No le veo el problema. El Dragón Carmesí tampoco es una carta, ¿verdad Yusei? Si se sienten mejor no atacaré por este turno, me interesa saber que es más importante para ustedes; la victoria o la vida de este hombre.
Lo había hecho de nuevo, era su especialidad, ella sabía cómo manipular a sus adversarios para hacer lo que ella quisiera jugando con sus sentimientos más íntimos y deseos ocultos, solo para ganar. Disfrutaba escarbar en las inseguridades de otros y manipulándolos por tales razones. Haría lo que fuera para tener a Jaden solo para ella incluso dañar a inocentes o cualquiera que se interpusiera.
—¡Tramposa!—se dijeron bajito para ellos mismos.
El ambiente volvió a tensarse. Si el Dragón rojo atacaba para ganar, sería a costas de la muerte de Joey y muy probablemente la de Jesse también.
Kaiba miró al motociclista indicándole con ese vistazo lo que era más importante para él, casi no podía retener el nudo en la garganta y las lágrimitas que fuertemente se detenían en sus ojos por la impotencia. Era un hombre duro pero hasta él sabía que la vida no tenía sentido sin la persona que amaba.
El científico miro al empresario y después a Joey. Entendió lo que sus amigos querían, aun más Seto Kaiba, pues podía imaginar por lo que estaba pasando; pero si no derrotaba a Yubel, perdería a su amado castaño y sus vidas para siempre. Debían comprender que de todas maneras morirían si no hacía algo.
Yugi miró también al duelista sin saber que pensar o que decir. Era una decisión de Yusei ya que el control de la criatura estaba en su poder. Sin embargo, sus bellos ojos amatista le dejaban claro que no quería ver morir a su mejor amigo ante él.
Yusei contuvo la respiración analizando la situación, volvió a pensar en las ventajas y desventajas apresurándose a tomar la mejor decisión para todos, su cuerpo comenzó a temblar; finalmente cerró los ojos, exhaló y volvió a abrirlos con tristeza. Si al menos alguien querido iba a morir no quería que fuese en sus manos, poco a poco desapareció al Dragón rojo del campo y así quedaron sin protección alguna.
Yubel no contuvo una enorme carcajada, al parecer querían decir que estaban saltando el turno.
—¡Jajaja, sabia decisión!— sacó una carta de magia y la activó sin piedad. El poder de un terrible viento impactó los cuerpos de los duelistas haciendo varias cortadas en su piel y derribándolos unos metro atrás sacándoles un gritó de agonía en el proceso.
Ya nada podían hacer, sus puntos de vida habían llegado a 50 y todavía faltaba el ataque de un monstruo que Yubel invocara desde su lado del campo.
Yugi estaba aturdido, su energía ya casi la había llevado al límite, solo fijó sus ojos amatista entre abiertos en la silueta triunfante del Anderson con rencor. Kaiba miró apenado el cuerpo lastimado de su amado esposo, unas lágrimas resbalaron por su mejilla al verse incapaz de protegerlo y pidió perdón internamente por no haber podido hacer nada. Yusei solo tuvo la fuerza para incorporarse un poco sin poder pararse, miró como Jesse se iba acercando lentamente hacia él con esa soberbia desesperante que la describía.
Jesse había llegado hasta él entre burlas, pisó fuertemente una costilla del motociclista y la quebró provocandole un agonizante dolor y un grito aterrador, después se inclinó para sujetarlo del cuello de la playera y lo levanto un poco para que su rostro quedara a centímetros del suyo.
—¡Fufufu, Yusei, ¿lo ves? Esto es lo que provoca tu egoísmo. Pensaste solo en ti y en tu ridículo “amor” sin sentido y así olvidándote den los demás. Entiéndelo, Jaden desea estar a mi lado, ya deberías haberte dado cuenta de eso puesto que este amor que emana de los dos es la fuerza que tuve para derrotarte.
Acercó sus labios a su oído, lamió un poco su piel y susurró con malicia.
—Antes de matarte quiero que sepas algo. Jaden también te amaba, es una lástima que su patético amor nunca se sabrá.—la confesión dejó al bicolor anonadado. Jesse pasó de su oído a su boca arrebatandole un salvaje beso que invadió toda su cavidad. Lo estaba lastimando, así estaba terminando con su vida sellando todo su esfuerzo con un sangriento beso que se llevaba su vitalidad. Yusei comprendió que era el final.
Jaden…—fue en lo {ultimo que pudo pensar antes de cerrar sus ojos y rendirse a la muerte, pero en ese instante un fuerte crujido en la espalda del Anderson detuvo el proceso.Yusei entre abrió sus cansados ojos para enfocar su borrosa visión en la silueta tras el aguamarina.
Todos los músculos de ese cuerpo robado se tensaron retorciéndose con un agudo dolor que casi le hizo perder el equilibrio. Sus ojos naranja eléctrico se abrieron de par en par con las pupilas dilatadas sin imaginar lo que había pasado.
Jaden le había atravesado una larga y gruesa varilla en el lado derecho de la espalda sin haber tocado todavía algún órgano vital pero profundizándola cada vez más haciendo leves círculos para causarle más daño.
Yubel miró confundida y estupefacta los amenazantes y demoniacos ojos dorados del castaño quien no mostraba expresión alguna en su rostro y solo vestía unos pálidos pantalones holgados manchados de sangre.
¡N-no puede ser!....Jaden!
Continuara…