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Starshipping: Retorcido de Dolor por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

Hoola, Holaaa!!


Este capítulo me costó un poco, y no es porque no supiera como continuarlo si no que no me venían las palabras a la mente además del tiempo, espero no haya quedado muy tedioso, raro o 'inleible' xD...

 

Se acerca el final, agradezco todos sus comentarios son geniales ahhh!!!

 

 

 

Se dice que la historia de la humanidad se puede explicar como la lucha entre el bien y el mal.

El origen del mal es lo que realmente pone al aire la polémica cuestión del comportamiento reprobable de cada individuo. Algunos creen  que el hombre nace como un ser puro y que al paso de los años dicho “ángel” cambiara eventualmente a poseer algún grado de maldad debido a las injusticias de la vida.

Sin embargo cuando hablamos del mal no podemos evitar referirnos al bien, ya que no existe uno sin el otro. El mal no es un principio activo, sino una ausencia de virtud. Así como el frío es ausencia del calor y la oscuridad la ausencia de la luz.

El bien y el mal son aspectos diferentes pero naturales, propios e inseparables de la vida y del ser humano desde el nacimiento.

Si te encuentras cara a cara con tu maldad interior, las cosas podrían volverse peligrosas.

 

 

“No existe poder alguno que pueda controlar el destino”

                                                                                                              Jaden Yuki.

 

 

Capitulo 6.- Despertar

 

 

Los cabellos castaños se revolvían agitadamente con el soplo de un oscuro viento que emanaba de él. Repentinamente el tiempo pareció haberse detenido en el instante en que Jaden había hecho su aparición de forma agresiva. Todos contemplaban estupefactos la insólita llegada puesto que ninguno esperaba que justamente la persona a quién iban a proteger estuviera ahora salvándoles el pellejo.

Yugi fue quien más se alteró, incluso él, sin el poder del egipcio en su interior, pudo fácilmente sentir una vibra asfixiante que provenía del duelista con la baraja de Héroes elementales, como si estrujara terriblemente su pecho quizás provocado por la indeseable sensación de sed de sangre que venía del castaño. En el pasado nunca lo había visto  de esa manera,  esa no era la mirada explosiva del duelista extrovertido que había peleado a su lado años atrás, es decir, parecía que se trataba de otra persona en su totalidad. La felicidad, los modismos y el contagioso ánimo del oji-marrón habían desaparecido en todo su ser sin dejar rastro. Yusei también tuvo esa desagradable sensación. El rostro careciente de emociones de su amado lo dejó atónito, algo malo estaba pasando pero no podía descifrarlo.

El recién llegado no se inmuto, enterró aun más el objeto punzante contra el cuerpo del peli turquesa sin cambiar su serio semblante y haciéndolo gemir cada vez más fuerte de dolor.

—¡Haou Jaden!...—Jesse dio un vistazo sobre su hombro para mirar con precisión los ojos gélidos dorados viéndolo fijamente tras de él. Las cosas nuevamente se estaban poniendo difíciles para ella ó se le estaban saliendo de control. Haou continuó moviendo el objeto esta vez tocando uno de los órganos internos, lentamente, provocando que Yubel se retorciera en agonía.—¡Haou espera! ¡Estas luchando del lado equivocado! ¡Yo no soy tu enemigo! ¡No es a mi a quién debes atacar! ¡Ellos son los intrusos! ¡Ellos son los que impiden que crezca nuestro amor! ¡Acaba con ellos!

Las palabras de la chica rogaron por hacer entender el error en el que estaba su adorado Rey, pero no lograron apaciguar las acciones del sombrío oji-dorado quién no cambió su expresión álgida en ningún momento. Miro al motociclista con indiferencia y regresó al peli turquesa.

—Yubel, no sigas diciendo eso. Ya no puedo ignorar más tiempo lo que haces, sabes, estas equivocada.—hablo tranquilamente con una profunda voz taciturna y aprensiva. Yubel no esperaba que esa corta respuesta se sintiera tan cortante llena de furia contra ella.—El destino a comenzado a moverse y es en este punto que mi deber es desaparecerte de la faz del universo por el bien de mi otro yo al cual acosas.

Nadie entendió las últimas palabras que había dicho, quedaron expectantes y algo temerosos incluyendo a Yubel pues parecía haber sido una sentencia de muerte.

Primero se escuchó un fuerte rugido eléctrico que hizo eco como si viniera de algún lugar apartado de la zona donde ellos se encontraban, en seguida una concentración de energía negativa comenzó desde el brazo medio del castaño hasta el cuerpo herido del peli turquesa, conduciéndolo por la varilla. Yubel abrió desorbitadamente sus ojos naranjas y gritó en agonía.

Por un momento sus orbes habían cambiado a un esmeralda atónito, pero volvió al sombrío casi al instante. Si no hubiera sido por el poder de la Luz de la oscuridad que los protegía, ya hubiera perdido la conciencia y la vida de Jesse también.

Segundos antes Yusei apretó fuertemente los ojos y ladeó la cabeza al tiempo que vio venir la descarga, esperaba sentir el mismo sufrimiento que la chica pero no fue así; se sorprendió, simplemente esa energía no lo había tocado.

El cuerpo de Jesse comenzó a temblar quedándose casi sin energía. Ese contacto sádico saltaba los estándares de “amor” fuera del término “romántico” que ella conocía. Quizás era otro nuevo nivel de amor que debía aprender, o quizás era la prueba de afecto más grande que el Rey Supremo estaba demostrándole ahora. No, eso era diferente, aquello era algo mas turbio e infame, algo retorcido por muy lastimoso que fuera su amor, no era lo mismo, había algo muy diferente si lo pensaba detalladamente a la última vez que lo enfrentó; esta vez incluso Jaden estaba demostrándole su puro a amor pero para otra persona.

Yubel todavía tenía vagas esperanzas de equivocarse, sintió otro tipo de dolor más agudo que el del propio cuerpo pues por primera vez había pensado en el dolor como profundo desprecio hacia ella y no amor.  Los ojos naranjas se llenaron de amargas lágrimas sin pena de detenerse; miró a Yusei reflejándose con insondable tristeza en los confundidos ojos del científico mientras derramaba la impotencia de su inminente derrota.

—Mi querido Jaden, no seas tan cruel. Todo lo que he hecho ha sido solo por ti! ¡Para amarte por siempre! ¡Para serte fiel solo a ti! ¡¿Por qué me haces esto a mi ?!

Haou no replicó, él solo hablaba cuando consideraba que era necesario, cuándo realmente le interesaba algo o simplemente para mortificar a sus enemigos. En este caso no habló, solo para terminar con las esperanzas de la chica; en respuesta, una nueva descarga la azotó con furia.

Yusei quedó paralizado al ver la crueldad con la que se comportaba su amado; ni en la más oscura de sus pesadillas habría podido imaginar al oji-marrón de esa manera. Estaba actuando sin remordimientos aun cuando había escuchado y sentido la sinceridad con la que se expresaba la criatura en un intento vano de ser correspondida por él. A Jaden no le había importado nada, parecía que su única motivación era destruir. Yusei sintió compasión por ella a la vez que sabía que estaba equivocada; el concepto de “amor” que defendía con fanatismo llevaría a Jaden a un futuro catastrófico. El no era un objeto de propiedad y eso tenía que entenderlo aunque la manera de hacerlo de Haou le aterrara.

Después de aquella tortura Yubel había concluido que ya nada podría hacer para atraer a su rey a su lado, además de ser pocas sus fuerzas como para ser oponente ante su poder. Sabía entonces que lo había perdido y todo a causas del duelista debajo de ella. Lo miró con profundo odio pues Jaden había prefiriendo auxiliarse desesperadamente en el terrible poder oscuro de su interior solo para protegerlo, pero no lo dejaría ganar.

—¡Yuse Fudoi—le hablo con exuberante rencor—¡Tú eres la causa de que mi Jaden me odie! ¡Eres peor que Jesse, eres más que una amenaza! ¡Pero si voy a morir, tomaré tu vida primero!—unió sus labios violentamente prosiguiendo con lo que estaba haciendo: asfixiando al oji azul lentamente aprovechando el tiempo que le quedaba.

En ese momento la sombría mirada dorada desaprobó aquel gesto y por primera vez tuvo efecto en su rostro. Alzó su carta de magia más poderosa y recitó su efecto en voz alta.

Un poderoso rayo blanco cayó sobre el cuerpo del peli turquesa furiosamente. El impacto provocó que Yubel saliera traslucida del cuerpo robado y los ojos esmeraldas volvieran a brillar en el rostro de Jesse como debió ser siempre; mas Jesse no duró mucho tiempo ya que debido al potente ataque y la pérdida de sangre cayo inconsciente sin poder darse cuenta de nada. Yubel estaba débil y con el corazón hecho pedazos; no quiso defenderse pues ya no había nada que pudiese hacer. Derramó nuevamente lágrimas por la indiferencia de su amado y después miró fijamente al ex duelista del futuro con una fingida ricilla despectiva.

—¡Yusei, esta vez fue tu gloria pero no te dejare estar cerca de mi Jaden tan fácilmente! !En ti caerá súbitamente la sombra de la muerte!! Fufufufu.... ¡No lo olvides, Jaden es mio!

Sonrió por una última esperanzadora venganza y después el efecto de la carta la llevo hacia la infinidad de las estrellas terminando así  con su perfecto capricho y liberando a todos de su locura.

El escenario poco a poco comenzó a desaparecer, Joey se dio un fuerte golpe al caer inconsciente al suelo desde esa cruz de piedra; de inmediato su marido corrió como pudo a su asistencia.—¡Joey!

Yusei hizo a un lado el cuerpo mal herido del aguamarina, después se incorporó débilmente y miró el cielo por donde había desaparecido la criatura, por fin todo había terminado. Cerró por un momento los ojos y de inmediato enfrentó sus azulinas orbes contra las álgidas doradas que lo observaban con superioridad.

—¡Jaden!—a pesar del serio tono de su voz y la repentina mezcla de inseguridad de Yusei, su felicidad no pasó inadvertida en la manera como había pronunciado ese nombre.

El castaño lo miró con el seño fruncido, se acercó a él pero solo para pasarlo de largo y dirigirse hacia el cuerpo inconsciente del peli turquesa. Yusei sintió una ira inexplicable del cuerpo que tanto amaba y se quedó inmóvil mientras era ignorado. Lo que no se esperó era que Haou arrancara la ensangrentada varilla del cuerpo inconsciente del peli turquesa sin una pizca de cuidado, pues pudo haberlo matado con eso. Después se viró hacia otra dirección sin preocuparse de enfrentarlo.

Yugi y Yusei quedaron atónitos sin creer lo que había hecho.

El interés del sombrío oji-dorado se dirigió hacia la angustiosa pareja de ricachones que se encontraba a unos cuantos metros más a delante de él. La preocupación y cuidado del magnate hacia su esposo le provocó cierta molestia, caminó entonces hacia ellos con pérfidas intenciones.

Yugi se dio cuenta, trató de detenerlo con algunos gritos pero su cuerpo no le respondió por el estado de shock en el que se encontraba; por otro lado, Yusei solo observó sin todavía convencerse de que ese no era el Jaden Yuki que conoció.

—¡Resiste cachorro, el helicóptero ya viene en camino! ¡Sigue conmigo, por favor, Joey…!—la desesperación de Kaiba era notoria, ya había pedido ayuda con su teléfono celular puesto que la tecnología volvió a operar después de haberse ido la criatura. Estaba muy nervioso por el estado de su amado esposo —quién no reaccionaba como si estuviera en un coma—, que no se dio cuenta que el otro castaño se acercaba.

—¡Detente Jaden!— fue muy tarde cuándo por fin los gritos de Yugi advirtieron al ricachon.

Aquel viento cargante sopló con más fuerza provocando pequeños torbellinos oscuros y alterando el ecosistema que los rodeaba con una niebla lóbrega, varios truenos resonaron en el cielo y la visión comenzaba a ser dificultosa. Jaden estaba parado a solo un paso de él; Kaiba lo miró como si hubiera visto al rey del inframundo encarnado; quizás la temible profecía estaba haciendo su aparición.

—¡Apártate!—grito perturbado Kaiba, aparentó valentía protegiendo con su cuerpo a su amado esposo aunque se estremecía por dentro del absurdo miedo en su interior.

Para Jaden solo era un signo de debilidad; la imagen de los esposos le repugnaba.

 

Destruyelo todo…

 

Alzó el objeto electrificandolo con la clara intención de atravezarlos a ambos y torturarlos hasta la muerte; tomó la velocidad necesaria y empuñó contra ellos sin dudarlo. Seto apretó los ojos y abrazó lo más que pudo el cuerpo de su amado pensando en que si ese era el final moriría junto a él.

—¡Ya basta Jaden!—la fuerte mano de Yusei detuvo la otra a mitad de la trayectoria, nuevamente sin hacerse daño con esa energía negativa.—¡No vine hasta aquí solo para verte convertir en un asesino!

Yusei estaba mal herido, casi sin energía pero eso no le impidió sacar el resto de su fuerza para poder detenerlo; intentaría lo que fuera para que el  castaño regresara a la normalidad.

—¡No debiste molestarte!—Jaden lo miró con molestia, soltó esta vez toda su furia negativa sobre el dañado cuerpo del científico para que se alejara con violencia de él; sin embargo, fue bastante enorme su sorpresa cuando siguió sintiendo el fuerte agarre del ex duelista sobre su brazo a pesar del daño.

Yusei no detuvo un quejido de dolor, más no se apartaría de él, no ahora que lo había encontrado, no ahora que es cuando más debía estar a su lado, no ahora que su corazón se sentía vivo de nuevo con solo verlo, lo regresaría a la normalidad aunque tuviera que entregarle su vida.

-¡Jaden, no te dejaré!.

-¡Que insolente!—siguió quemando el brazo del motociclista con su poder, el bicolor gritó aun más fuerte erizando la piel de Yugi y Kaiba quienes  veían esa escena aterrados; unos minutos más y Yusei moriría por quemaduras internas y fallos en sus órganos, pero aun así no soltó al castaño a pesar de que su cuerpo no resistiría.

Haou estaba perplejo. ¿Cómo podía aguantar tanto tormento? ¿Por qué? Detuvo su ataque por la curiosidad dándole un pequeño respiro al bicolor que seguía sujeto a él.

—Ya te había dejado con vida. ¿Por qué te aferras a mi?

—¡Porque J-Jaden, tú significas mi mundo! ¡No me iré sin ti!— su determinación no había desaparecido por nada. Todo su cuerpo temblaba y su equilibrio estaba a punto de fallarle; su mente estaba siendo forzada por su corazón para que no se desmayara en ese instante y le  hiciera frente hasta el final.

Haou quedó impresionado, aún más, quedó conmovido. Ese hombre recibía tanto daño solo por él; era como Yubel, como SU Yubel. Miró al empresario que había vuelto a abrazar a su marido con tanto fervor, frente a cualquier cosa que le hicieran, ese castaño nunca se apartaría del rubio simplemente porque lo amaba; como Yusei amaba al Jaden de esa época; como él amó a su Yubel aunque ella tuviera ideas equivocadas. Deseó entonces tener otro cuerpo para dejar a Jaden hacer su vida sin que le trajera problemas con Yubel pero era imposible, habían llegado muy lejos y todo por amor.

—¡J-Jaden, por favor…regresa!

Los cansados ojos azules apenas podían diferenciar la silueta del castaño parado imponentemente frente a él. Insistía a que sus débiles palabras alcanzaran el corazón del alegre duelista que tanto amaba pues tenía fe en que se encontrara todavía en algún lugar esperando por él.

 

Jaden…

 

Haou lo contempló por unos segundos, tomó su rostro con delicadeza y acarició lentamente su piel—Reconozco tu persistencia y tu esfuerzo Yusei Fudo. Has logrado tocar mi corazón. Y es por eso que te daré una muerte digna y sin dolor.

Yusei encaraba a la muerte, había hecho todo lo posible para volver a ver los ojos y la sonrisa de alegría en el duelista, pero todo había sido en vano; había fracasado y al final solo había encontrado su fin.

—Adios, Yusei Fudo.—Casi volvió a electrificar su brazo para terminarlo rápidamente, pero fue solo en ese momento que el verdadero Jaden Yuki se manifestó. Un fuerte dolor de cabeza  torturó a Haou por varios minutos provocando que soltara el objeto, se mareara y cayera inconsciente sobre los fuerte brazos de Yusei derribándolo también con su peso.

 

—¡Jaden!

 

//+

 

 

Hospital Aintree, Liverpool, dos días después.

 

 

La lluvia caía tranquilamente sobre la ciudad y el Hospital Aintree. El personal se movía de un lado a otro atendiendo sus respectivas áreas y a los miles de pacientes que acudían a sus servicios cada día. Era un hospital de gran prestigio y el mejor en su clase además de ser muy caro para simples mortales, por lo que cada paciente tenía su propia habitación y atenciones personalizadas.

Kaiba estaba sentado a un lado de la cama de su esposo. Su cara reflejaba extrema preocupación pues su rubio no había despertado todavía. Los doctores lo habían tratado de convencer de que sus signos vitales estaban estables y que de un momento a otro despertaría; sin embargo, la noticia no era toda felicidad, había la posibilidad de que cayera en un estado de coma a causa del trauma. Seto no se había derribado por eso, Joey era un Kaiba y como tal debía despertar a como diera lugar, tenía la confianza de que así sería y él nunca se equivocaba, solo necesitaba recuperar fuerza y entonces volverían a mirarlo esas doradas orbes que adoraba. Aun así, se sintió avergonzado por el mal estado de su esposo, fue debido a su sobre-protección lo que le había ocurrido; sin embargo no se culpo del todo, esa responsabilidad la descargó con furia contra el duelista del futuro y su necedad de callarlo todo; ya saldaría cuentas con él puesto que ahora sabía cuál era su punto débil.

 ...

En otra habitación se encontraba Yusei mirando la lluvia a través de la ventana, estaba todo vendado a excepción de su cuello y rostro, su mente estaba divagando en varios pensamientos todos relacionados con cierto duelista oji-marrón.

Como Joey, Jaden no había despertado aun, había tenido fiebre hasta hace un par de horas, pero  ahora se encontraba descansando pacíficamente en otra habitación fuera de cualquier peligro ya que hasta ronquidos había soltado; así el motociclista podía estar más tranquilo. Por otro lado sus temores se debían a la forma cruel que el castaño se había demostrado la última vez. ¿Qué pasaría si el duelista animoso que conoció hubiese desaparecido para siempre? ¿Qué es lo que haría? Tal vez había desatado un terrible mal en el mundo y todo debido a la alteración de su destino, tal vez debió haber pensado mejor las cosas.

 

¿Haou…?

 

Unos firmes golpecillos tocaron a su puerta abierta obligandolo a regresar a la realidad; giró su rostro para encontrarse con el tricolor quien también se recuperaba.

—Yugi.

—¿Cómo estas Yusei? Parece que te recuperas rápido.

—Es debido al poder del Dragón Carmesí. ¿Pero cómo te encuentras tú, Yugi?

—No ha sido nada, unos cuantos rasguños y falta de energía al principio, ya me darán el alta.

—Menos mal—Yusei serenó su rostro—Lamento haberlos hecho pasar por esto, fue mi culpa.

—No Yusei, recuerda que yo me ofrecí por voluntad—tomó asiento a un lado de él—Lo que me tiene realmente pensativo es Jaden, nunca pensé que se comportara así.

—¡Ese no era Jaden!— estrujó las sábanas.—¡Debe haber u explicación!

Yugi entendía el sentir del científico pero no podía negar lo que había visto. Bueno, si el castaño no hubiera colapsado, seguramente no tendrían esa charla ahora mismo. Tuvieron mucha suerte el salir vivos de ahí, sin embargo,  tocar el tema era bastante delicado, prefirió no debatir por el momento y cambió la conversación.

—Por cierto, Jesse acaba de despertar. Está bastante desorientado y herido. Me atreví a visitarlo para explicarle un poco lo que pasó, pero solo logré deprimirlo, me siento mal, no fue mi intención pero debía enterarse. Estoy seguro que aunque se encuentre en malas condiciones, sacará su fuerza interior y no tardará mucho para ir con Jaden.

Yusei no replicó nada, bajo la vista sin saber que decir, había sido muy duro tener que batallar contra el peli turquesa aunque haya sido solo su imagen, no le tenía confianza después de todo.  Jesse era amigo de su castaño pero para él no era más que un ser lleno de falsedad, era un problema congeniar con los amigos de Jaden si quería conquistarlo. Tal vez ya estaba adelantando su veredicto hacia él, quien sabe y posiblemente era su rival en el amor. La última palabra la tendría Jaden aunque ahora no sabía si en realidad se trataba de él.

La habitación quedó en silencio, al parecer el tema de Jesse no era muy agradable para ninguno de los dos, debía ser porque no lo conocían bien que no había mucho que decir al respecto. Tiempo después Yugi se serenó y miró al oji-azul esta vez con severa dureza.

—Yusei, el estado de Joey es muy delicado. El es mi mejor amigo, casi como mi hermano. !Por  favor, tienes que decirme qué es lo que le va a pasar!

Yusei miró al duelista poniendo toda su atención pero sin responderle, después miró hacia otro lado evadiendolo. Nuevamente era esa pregunta. Lo comprendía, él insistiría de la misma manera si se tratara de alguno de sus amigos, pero por más que quisiera no podía decir nada, podría destruir la vida tal como la conocían si llegase a equivocarse en un acontecimiento importante de la historia. Tenían que ser consientes de eso, ¿por qué no lo entendían? Por otro lado Yugi lo había ayudado hasta el final sin perder la fe en él, podría ser una forma de regresarle el favor o por lo menos tranquilizaría un poco su ansiedad.

—Yugi, no puedo decirte nada con exactitud, solo te diré que el señor Wheeler se pondrá bien, perecer aquí no es su destino.

—¡Pero lo hará en otra ocasión! ¡Una que tú sabes! Por favor Yusei, ¿Qué es lo que le pasará?! ¡Debo evitarlo, así como tú evitaste lo de Jaden!

—Aun no sé si es él.

—¡Me refiero a que estás haciendo algo. No le diré nada a Kaiba, solo necesito saberlo para poder protegerlo!

—¡Yugi…

—¡Por favor, Yusei!

Las miradas se enfrentaron, la amatista brillaba con la esperanza de obtener una oportunidad pero la mirada azulina se desvió nuevamente segundos después.

Lo sentía mucho pero era su responsabilidad no alterar mas el espacio tiempo

—No puedo decírtelo, por favor perdóname.

El tricolor no insistió más, estaba claro que era una pérdida de tiempo tratar de convencerlo, mas no ocultó su expresión de desagrado. Se levanto y salió sin decirle nada más.

Yusei entendió el desprecio, lo tenía bien merecido, no era un buen amigo y sin embargo Yugi le estaba dando tiempo para que reflexionara y lo ayudara. Suspiró de nuevo, estaba metido en un gran dilema, al menos Jaden estaba a salvo ahora pero gracias a su boca tenía encima a los mejores duelistas de esa época quienes no se rendirían tan fácilmente, además había otra cosa que atormentaba sus sueños.

 ...

En otra habitación mas acercada a la del duelista hiperactivo pertenecía a Jesse, quién también miraba la lluvia caer. Le dolía mucho el pecho y todavía se sentía muy cansado debido a la pérdida de sangre y el esfuerzo, pero pese al dolor se erguia sin importarle nada. Todos sus pensamientos se llenaban del duelista con uniforme de Slifer rojo. De acuerdo con la versión de “El rey de los juegos”, él había sido poseído por Yubel de nuevo y había tenido cautivo a Jaden por casi un año  torturándolo hasta puntos críticos, humillándolo y forzando sus sentimientos hasta que ellos aparecieron. Jesse sintió un profundo remordimiento de conciencia a pesar de no haber sido el autor, sentía culpa pues no tuvo la suficiente fuerza de voluntad para luchar. Ahora retenía pequeños fragmentos de las atrocidades cometidas contra el castaño que lo perseguirían cada instante de su vida o lo matarían antes. Quizás no se merecía a Jaden después de lo que había hecho.

Las horas transcurrieron, las visitas cesaron, la noche se adentraba lentamente dándoles oportunidad a los pacientes de descansar tranquilamente sin interrupciones médicas. Repentinamente el silencio comenzó a tener un efecto opresivo; fue en la madrugada cuándo sobre el oído de Yuki una risilla maliciosa resonó espantosamente despertándolo de golpe. Se agitó, inhalo y exhalo precipitadamente, después observó cada rincón del lugar bastante desconcertado. En su habitación no había nadie,  mas no recordaba cómo había llegado hasta ahí. Pudo reconocer que se trataba de un hospital debido a los aparatos ahí utilizados y el pijama blanco que vestía. Salió de su habitación hacia la salida más cercana y se recargó en el barandal mirando melancólicamente la ciudad mientras el helado viento jugueteaba con sus cabellos.

Intentó recordar sin desearlo verdaderamente, temía lo que fuese a encontrar si lo hacía. De pronto el pensamiento del motociclista regresó a su mente; no sabía si había alucinado con su voz aquella vez o de verdad había ocurrido, ¿qué había pasado? Ese fragmento de su vida lo había abandonado.

 

Yusei… —suspiró.

 

Jesse había visto pasar al castaño desde su habitación, hizo un gran esfuerzo por pararse y caminar hasta él. Era un alivio ver que su novio se encontrara bien aunque estaba demasiado pensativo, seguramente por lo que había vivido. Esperaba que no recordara mucho o quizás nunca lo perdonaría. Lo miró por unos segundos, no tenía la cara para verle después de todo pero era algo que debía hacer eventualmente, tragó saliva y después tomó valor para afrontarlo, dio un paso pero se detuvo; un desconocido de cabello negro cenizo con algunos rayos dorados adornando su extraño peinado se había  adelantado.

 

—Jaden.

 

La voz de Yusei despabiló  todo pensamiento del aludido, abrió grandes sus ansiosas orbes y de inmediato se viró para encontrarlo.

Los ojos azules del científico quedaron perplejos por la impresión de verlo y es que donde se suponía debían estar unos intensos ojos marrones brillaban ahora unos dominantes dorados pero muy diferentes esta vez, poseían cierto encanto y resplandor como los del duelista Joey.

Las miradas se suavizaron, el tiempo se detuvo para ellos sin incomodarlos, ambos se contemplaban íntimamente encendiendo el fuego de sus corazones  y la alegría de sus almas perdidos en ese espacio tan deseado de eternidad mutua. Por fin estaban cara a cara encontrándose nuevamente. Aquel hilo rojo que los unía había dejado de ser tan largo y dificultoso, estaban a unos centímetros por fin juntos y no sabían cómo reaccionar.

Yusei fue el primero en sonrojarse, el sueño de su vida estaba de pie frente a él, no quería romper el encanto con alguna estúpida pregunta pero deseaba saber si todo estaba en orden y si era el Yuki que conocía.

—¿Cómo te sien…

Sus palabras quedaron inconclusas, Jaden se había lanzado a sus brazos con toda la energía de su espíritu lastimando un poco al duelista herido pero cargado de tanta alegría que cualquiera lo envidiaría si lo viera. Era tanto fervor, tanta pasión, tanto regocijo, todo ese sentimiento de júbilo lo estaba demostrando en un instante. Enterró su rostro en el pecho del motociclista y lo abrazo como si no lo fuera a ver de nuevo.

—¡Yusei! !En verdad...en verdad estas aquí! ¡De verdad eres tú!

El bicolor se sorprendió por la reacción pero también lo abrazó protectoramente.—Así es Jaden, vine solo por ti.

El calor de sus cuerpos había superado el frío que los rodeaba, ni siquiera les importó, solo deseaban estar lo más cerca el uno del otro el mayor tiempo posible. Unos minutos después el más alto tomo el mentón del castaño y acercó sus labios tímidamente a los rosados de Yuki. Tembló un poco por lo que iba a hacer, dudaba en si besarlo o no, pues quizás era demasiado atrevido o demasiado pronto. Jaden sonrió ampliamente de la forma que solo él sabía hacerlo, riendo internamente por la desidia de su amado; tomó entones el rostro del ex duelista con mucha energía y fue él quien unió el deseo de los dos profundizando el gesto cada vez más intimo y más apasionado, con ese solo contacto podían sentirse completos finalmente.

Así se siente el amor.

Sin embargo, entre las penumbras de la noche, muy cerca de ellos, a escondidas de sus ojos, unas pequeñas lagrimitas brillaron por la tenue luz cayendo desconsoladas al piso. Las orbes esmeraldas no dejaban de llorar ante  la evidente situación. Podía notar claramente la felicidad de su castaño en compañía de esa otra persona.

 

Después de todo, sí había alguien más…— miró tristemente la alegría de la pareja y abatido regresó lentamente a su habitación, quizás ya era demasiado tarde.

 

Habían pasado unos minutos pero ninguno de los dos quería ceder. Era lo que habían estado esperando tantos años y el destino por fin había hecho de las suyas para encontrarlos. Cuando  por fin se alejaron del increíble beso volvieron a contemplarse. Yusei se alivió al  mirar nuevamente el color marrón en los ojos del duelista y esa maravillosa sonrisa que le regalaba solo a él. Jaden le giñó un ojo e hizo un gesto divertido apuntando dos dedos hacia el bicolor desde la altura de su ceja y adelante.

 

—¡Gotcha!

 

 

 

09:00 am

 

 

Yusei volvió a despertar de golpe, su corazón latía vigorosamente, sus azules ojos se dilataron y el sudor resbalaba por su rostro. Había algo extraño que le estaba ocurriendo, las pesadillas habían acabadi pero el mal presentimiento continuó torturándolo. Se sentía como si fuera vigilado por algún ser de bajas intenciones muy cerca de él. ¿Acaso algo malo iba a pasar? Tal vez exageraba y solamente era obra del shock por la batalla, de las secuelas del trauma con la criatura, o hasta la temible sensación a muerte del oji-dorado que lo atormentaba, pero no sabía que pensar.

Jaden estaba a su lado durmiendo plácidamente con una leve sonrisa dibujada en su rostro sin haberse percatado de su exaltación; al ver la imagen del castaño se tranquilizo, no era el momento para pensar en tontas especulaciones; ahora se encontraba con la persona más importante de su vida y debía aprovechar el mayor tiempo posible.

Acarició tiernamente los cabellos marrones y suspiró, Jaden si que era adorable y daba gracias por ese momento. Ojalá siempre despertara con esa persona a su lado.

Su atención de pronto la posó en el umbral de la puerta, ahí se encontraba el chico con el estilo de duelo de diamantes. Jesse y Yusei se miraron retadoramente, el primer chico le hizo una señal para que lo siguiera a lo que el científico no se rehusó, con cuidado apartó el cuerpo de su amado y acudió al encuentro.

El viento soplaba congelantemente desde el balcón donde habían estado hace unas horas, Jesse esperaba al bicolor con el seño fruncido y una clara molestia, el último llegó con un gesto recio manteniendo la distancia por si acaso ya que no confiaba en él.

—¿Qué ocurre?—hizo la pregunta Yusei.

—¡¿Quién eres tú? ¿Y por qué estas con mi novio?!—Jesse dejó a un lado los buenos modales y fue directamente a lo que le interesaba.

—¿Novio? Jaden no…

—¡Lo es!...!Lo era!...él… es mi amigo, es…!Mi Jaden!— Jesse sabía que había perdido el corazón del castaño,  no quería retenerlo junto a él por lástima ni repetir indirectamente lo que había hecho Yubel, pero antes de dejarlo ir deseaba saber si ese extraño era de fiar, si en verdad estaría bien con él, si lo protegería con toda su vida como solo él lo haría o sería un cobarde ilusionador con el único propósito de divertirse. —¡Solo dime quien eres tú, de donde conoces a Jaden y de dónde vienes!

—Esa es información que no puedo revelarte. !Ni siquiera se bien quién eres tú!

—¡Jesse Anderson, duelista profesional, 23 años; amigo y novio de Jaden Yuki! ¡Nos conocimos en la Academia de Duelos! ¡Y nos queremos mucho! ¡Ahora di quien eres tú!

El semblante serio de Yusei era inconfundible, claramente daba a entender que su identidad permanecería en el anonimato pese a que el peli turquesa había sido muy abierto con él. Simplemente no le veía el motivo por el cual exponerse. Jesse también era un desconocido para él.

El peli turquesa se irritó, ese hombre era realmente huraño, pero no se lo perdonaría y aunque todavía estaba herido, lucharía.

—¡Veo que te gustan las cosas difíciles amigo! ¡Perfecto! ¡Asi no me sentiré mal cuando te derrote! ¡Pelearé por Jaden entonces!

—¡No tiene sentido hacerlo, estas mal herido y yo no vine aquí a pelear contigo!

—¡Entonces deja a Jaden en paz y regresa por donde viniste! ! Seguramente tienes cosas más importantes que hacer allá!

Aquellas palabras habían resonado en la cabeza del científico, su realidad se paralizo con esa veracidad, había hecho las cosas tan precipitadamente que olvidó su origen, él no pertenecía a esa época y aunque deseara estar al lado del hiperactivo duelista no podía quedarse con él. Después de todo seguía siendo un amor prohibido.

No respondió a su desafío, se giró turbado y se retiró  ignorando los insultos del peli turquesa quien le siguió el paso más atrás.

Yusei no quería perder a Jaden, no ahora que por fin lo había encontrado, no ahora que tenia el privilegio de besarlo, de tocarlo, donde se perdía en su mirada y lo derretía su sonrisa. Todo ese mundo perfecto era solo una sombra de lo que realmente existía, pues pertenecían a mundos diferentes. El todavía tenía asuntos pendientes en su línea del tiempo, le debía mucho a Neo Domino y lo más importante: estaba la posibilidad de seguir descomponiendo el tiempo si permanecía más en esa época. 

Regresó apresuradamente hacia la habitación sin éxito de encontrar a Jaden, seguramente había salido a buscarlo. Corrió esta vez por los pasillos, se topó con el tricolor pasándolo de largo e ignorando sus preguntas. Yugi parpadeó varias veces sin entender lo que le sucedía, quizás había pasado algo malo ya que Yusei lucia bastante alterado y decidió seguirlo.

El bicolor buscó por todas partes, comenzó a desesperarse, no podía encontrarlo, ¿qué acaso había salido del hospital? Corrió hacia la salida pero un vistazo a la cafetería tranquilizó el acelerado latido de su corazón a la milésima potencia.  Se detuvo en la entrada embelesado con la figura del castaño sentado en una mesa del comedor.

—¡Hey  Yusei! ¡Aquí! ¡Prueba esto, hombre! — Jaden lo había visto y lo saludó enérgicamente con un pan tostado en la boca.

Yusei sonrió de lado y suspiro, ese era su Jaden sin duda. Se sentó a un lado de él saludándolo con un cortés “Buen Día”.

—No pensé encontrarte aquí tan relajado.

—¡El desayuno es el alimento mas importante del día! Eso dicen. Espero ya hayas comido algo después de abandonarme en la habitación así. Ya pensaré en alguna forma de vengarme.—le guiñó un ojo juguetonamente.

Yusei sonrió de lado, cuanto lo había extrañado.—No fue mi intención.

—Bueno, no importa. Supongo que fuiste al baño o algo así. Después de todo no me puedo enojar con mi novio por una cosa tan insignificante.—lo miró pícaramente mientras expresaba esas palabras. Yusei pensaba que se encontraba dentro de un sueño, lo había llamado novio.

Esta vez el oji marrón se sonrojó por lo que había dicho, volvió a concentrarse en sus sagrados alimentos y jugó con los cubiertos en nerviosismo.— Yusei, no te agradecí por haberme salvado. Realmente no sé lo que ocurrió pero si eso hizo que vinieras por mi, agradezco que haya pasado. Me dirás cursi pero yo realmente anhelaba verte de nuevo Yusei. No se cómo pasó pero desde ese día que nos despedimos después de la batalla con Paradox no he dejado de pensar en ti. No me di cuenta cuando mis emociones se convirtieron en ti y me enamoré…

—Jaden…

—Jeje confundí tu amistad con el amor pero me sentí muy bien a pesar de la distancia. Nunca pensé que se hiciera realidad.—se rascó apenado la cabeza mientras lo decía y después lo miró con un brillo ansioso— Gracias por estar conmigo Yusei.

El científico quedó profundamente conmovido, Jaden era todo para él pero su destino se encaminaba hacia otra dirección, tampoco podía obligarlo a abandonar sus sueños y proyectos en su línea del tiempo solo por un romántico que lo alteraba, no sería justo para Yuki tampoco, tenía que decírselo.

—Jaden, hay algo que debo decirte...—capturó fielmente su atención, mas no se atrevió todavía a decir nada, nuevamente no sabía qué hacer.

—¡Jaden!—el aguamarina abrió de golpe la puerta apresurándose a entrar.

—!¡Jesse!!—la alteración del aludido no se hizo esperar, abrió sus orbes entre nerviosismo y sorpresa dando un salto desde su asiento. Yusei se levantó también haciéndole frente al oji-verde por si buscaba una nueva riña.

Tras el Anderson entraba un simpático tricolor con toda tranquilidad

—¡Hola Jaden!

—¡¿Yugi?!—después de verlo dio un vistazo a Yusei y regresó la vista hacia todos en una exuberante exaltación—¡¿Que está pasando?! ¡Jesse ¿tú estas bien?! ¡¿Por qué está Yugi aquí?! ¡¿Por qué están heridos? ¿Qué están haciendo todos aquí?! ¡¿Qué fue lo que pasó?! ¿Qué fue lo que…

Aterradoras imágenes de fragmentos sin sentido llenaron su mente, solo recordaba la voz de Yusei llamándolo a lo lejos y nada más, todo era muy confuso y borroso en sus recuerdos; habían risas, llanto y gritos pero nada que pudiera darle una pista de los hechos como debía. Por un momento sus orbes se tornaron doradas y se agarró la cabeza temblando en shock.

Las personas que ahí se encontraban pronto salieron aterradas por la repentina oscuridad que asfixiaba el lugar, un leve viento comenzó a apoderase del sitio tirando algunos objetos y revolviendo todo. Jesse rápidamente tomó de los hombros a su castaño para tranquilizarlo puesto que eso ya lo había vito antes y sabía que podría ser catastrófico si continuaba así.

—¡Jaden, Jaden, cálmate, aquí estoy, Jaden!

—!¡Yo…no recuerdo, no…recuerdo…!!

Jaden no sabía que los duelistas se encontraban en ese lugar, de tener el conocimiento hubiera ido a visitar a su amigo Jesse pero pensó que Yusei lo había traído al hospital después de haberlo rescatado y nada más. Al verlos en ese momento su sorpresa fue tal que rápidamente intentó recordar la batalla forzándose desesperadamente a entenderlo todo. Su lado negativo, aunque pacifico, estaba a la defensiva ante cualquier alteración o amenaza. Haou protegería a Jaden aun de sus propios miedos.

El peli turquesa seguía llamándolo sin éxito, comenzó a desesperarse también pues no podía controlarlo.

Antes de que el viento comenzara avivarse  insaciablemente, Yusei apartó al peli turquesa y abrazó al castaño protectoramente diciéndole suavemente que todo estaría bien, que no se alejaría de él y lo que sentía, esas palabras llegaron al subconsciente del castaño y así poco a poco el terrible escenario comenzó a ceder. Jaden hundió su rostro en el pecho reconfortante del más alto y lo abrazó también quedándose en esa posición por varios minutos.

Ante lo sucedido Jesse no podía engañarse más, comprendió que ese extraño era lo mejor que su Jaden necesitaba. Sus ojos entristecieron, tuvo que resignarse al aceptar que no había nadie mejor que ese bicolor para proteger a su amado. Se alegró por su mejor amigo y felicitó internamente al afortunado  hombre frete a sus ojos.

 

Perdí…

 

 

Todo estaba en calma ahora, los ojos castaños buscaron el resguardo de los azules que lo miraban con afecto, de inmediato cayó en cuenta de la situación tan vergonzosa en la que se encontraba y miró al oji-verde entre culpa; se suponía que Jesse era su novio y cínicamente lo estaba engañando en sus narices.

—¡Jesse, esto…

—No te preocupes Jaden, lo entiendo, solo quiero tu felicidad y si es esto lo que deseas yo estoy bien.—sonrió amigablemente mientras que en su interior entristecía.

Jaden apreció profundamente la aprobación de su mejor amigo regalándole una sincera sonrisa y asintiendo con la cabeza, era muy ingenuo como para darse cuenta de lo que le estaba costando al oji verde en dejar ir al amor de su vida haciendo un enorme sacrificio solo por verlo feliz. El duelista con el estilo de lucha de diamante lo amaba demasiado como para entregarlo a otro hombre si este prometía entregarle su alma al alegre chico y lo que eso implicaba. No estaba de más advertírselo:

—¡Hey amigo!—Jesse buscó la atención del motociclista—¡Si te atreves a lastimarlo por muy insignificante que haya sido el problema, por muy tonto que puedas llegar a ser,  me lo llevaré tan lejos de ti que nunca jamás tendrás otra oportunidad de recuperarlo, ¿Entendiste?!

Yusei solo afiló la mirada pero no contra atacó el comentario, el verde chocó celosamente con el azul de sus ojos pero entre ellos estaba implícitamente marcado una breve tregua.

Tan solo supieran lo que Yusei tendría que hacer…

 


Nueve meses después.

 

 

A veces cuando sentimos tener más seguros algún acontecimiento que esperamos de la vida este no resulta ser más que una lastimosa fantasía a causa de alguna repentina interrupción desfavorable en el destino. Nadie tiene seguro nada aunque se haya esforzado por obtenerlo. Al final si no está en el sendero de tu vida nunca lo será. Cada quién recibe lo que por derecho le corresponde aunque a veces no nos guste el resultado.

 

La experiencia del Hospital había quedado atrás, afortunadamente todos los duelistas involucrados habían tenido buenos diagnósticos y pronto les habían dado el alta, claro, con sus respectivos cuidados. Los cargos de los servicios los había cubierto el magnate por supuesto, no por ser buenos amigos, si no que tenía interés en algo muy importante y mientras más méritos hiciera, era seguro que obtendría aquella tan anhelada información como pago. Solo le costaría paciencia y seguridad, ahora lo más importante era cuidar de su esposo quien gracias a los cielos y sus suplicas había despertado poco después. Ahora solo debía vigilar las acciones de su objetivo.

 

Casa Mouto

 

Mientras seguía el largo proceso de recuperación, Yusei estaba viviendo en la casa de los Mouto acompañado naturalmente por su amado castaño. Todo ese tiempo les había servido para acercarse más y conocerse mejor. Desde las traviesas escapadas en el Hospital, las pequeñas salidas inoportunas, los repentinos duelos callejeros y propios, hasta las divertidas fechorías del castaño que le divertían tanto, todo eso se había grabado permanentemente en el corazón y memoria del científico como los mejores momentos de toda su vida.

Por primera vez daba gracias de estar vivo y aun más por lo afortunado de ser correspondido por la persona que amaba; las cosas habían tomando otro magnifico significado de vivir, mas no todo era perfecto, pronto Yusei debía revelarle el único problema que les impediría seguir disfrutando de su fabulosa vida juntos: el regreso al futuro.

Ya había permanecido demasiado en esa línea de tiempo que quizás había cambiado drásticamente su amada ciudad Neo Domino sin darse cuenta. Era momento  de rendirle cuentas al destino por sus faltas y aceptar la responsabilidad con creces ni quejas. Por ahora lo más imperativo sería decírselo a Jaden.

No había tenido relaciones íntimas con él, tampoco lo había presionado para que solo permaneciera a su lado, deseaba que las cosas pasaran naturalmente y sea el destino que los uniera cada día más y sentenciara de una vez por todas el futuro de los dos. Pero por más que esperó una señal, por más que buscó alterativas, por más que pensó en soluciones, nada podía cambiar su innegable partida. Muchas veces había contemplado la posibilidad de quedarse en esa época pero recaía en el futuro incierto de Neo Domino y la tranquilidad de las dimensiones. Tendría que decir adiós tarde o temprano y en un abrir y cerrar de ojos ese día lo alcanzó...

 

Ciudad Domino, 6:35 pm

 

La calles comenzaron a iluminarse con la luz artificial de los faroles y edificios. La gente parecía disfrutar más de las salidas nocturnas que del día, todos los jóvenes salían a divertirse. Pero para aquellos dos duelistas, esa noche no era precisamente diversión. Estaban en una cafetería ignorando al grupo bohemio que ambienta el establecimiento con su música. Ambos estaban meditabundos evitando mirarse directamente  a los ojos debido a lo delicado del tema que hablaban. Jaden puso toda su atención hacia su taza de café contemplándola con tristeza.

—Entonces tienes que irte.

—Sí.

—¿Cuándo será?

—Mañana.

La conversación había comenzado a ser pausada y cortante, aquella revelación solo había logrado desilusionar al más bajo de sobremanera, después de todo lo que habían vivido Jaden había dado por hecho su futuro juntos sin tomar en cuenta las obligaciones ajenas del bicolor y ahora se daba cuenta de la realidad. Yusei no podía permanecer en ese lugar más tiempo y lo entendía perfectamente.

Movió el líquido con una cucharita comprobando la perdida de temperatura y después miró la calle a través de la ventana. Todo quedó en un incomodo silencio por largos minutos.

—¿Es muy necesario? No quiero que te vayas.

—Jaden, prometí cuidar de Neo Domino y sus habitantes con todo mi ser, no puedo fallarles. Necesito saber también si todo está en orden después de mi intromisión. ¡Yo… bueno…no sé… estoy pensando en llevarte conmigo!—lo tomó de las manos apretándolas con toda esperanza.

—¿Al futuro?—Jaden lo pensó unos momentos y después soltó su agarre—No lo sé Yusei. También tengo cosas que hacer aquí, mis amigos y mi familia me necesitan, seria muy triste para ellos.

El bicolor no se rindió, volvió a tomarlo de las manos—¡Yo se que tienes en este lugar toda tu vida pero es que en verdad yo no le vería sentido a la mía si no estás en ella!. Jaden, no me obligues a regresar sin ti, ya que solo viviría sin un propósito.

—Yo…quisiera pero…no se Yusei.

—Tú eres lo único por lo que he permanecido todo este tiempo aquí, solo dime que si.

Jaden desvió la mirada indeciso, claro que deseaba decirle que si y se olvidaran de todo hacia un futuro feliz pero la idea le aterraba un poco. Entraría en un mundo totalmente desconocido donde no volvería a ver a sus amigos ni parientes nunca más. Si alguna vez llegara a pelearse con el bicolor en alguna riña común de pareja ¿A quién acudiría? Estaría totalmente solo. Y si la gente de esa época le hiciera daño sin que su novio este cerca, ¿A dónde correría? No conocía la reacción de los malhechores regulares de esa nueva ciudad, sería como si estuviera dentro de un amplio cuarto donde permanecería encerrado por el resto de su vida.

Amaba a Yusei, lo adoraba con la fuerza de su alma y la última célula de su ser, pero eso que le estaba pidiendo lo estaba poniendo en una situación difícil; quería hacerlo feliz a donde él lo llevara siempre que estuvieran juntos, sin embargo le daba miedo lo que pudiese ocurrir en el futuro. No supo que responder en varios minutos hasta que por fin volvió a hablar.

—Es imposible. Tu mismo dijiste que cualquier alteración en el tiempo repercutiría en el futuro.—se soltó del agarre—Lo siento Yusei pero no puedo.—salió apresurado del establecimiento sin mirar por última vez al bicolor. 

—¡Espera Jaden!—no alcanzo a detenerlo. Cuando iba a levantarse por él las manos de la camarera lo detuvieron.

—¡Oye, no has pagado!

La miró y regresó su vista a la puerta principal por donde había salido su castaño.—Jaden, yo no tengo dinero…

 

.....

 

Caminaba muy pensativo sobre la acera con las manos metidas en los bolsillos y su mirada clavada en el pavimento. Ni siquiera le había dado un buen argumento a su negativa decisión y había huido como un chiquillo. A decir verdad no lo tenía claro todavía, solo sabía que no quería perder al amor de su vida ahora que el destino los había unido, debía existir otra alternativa.

Un auto negro se acercó a él con intenciones de arrollarlo, aunque estaba distraído el rechinido de las llantas fue suficiente para ponerlo en alerta y salvara su vida de un brinco. La gente que ahí caminaba solo tomó su distancia y algunas se escondieron.

—¡Cielos!!¿Pero que le pasa a ese man?!!Casi me mata!

El auto hizo una acrobacia más adelante y regresó a asecharlo dándole tiempo al duelista de apresurarse a correr.

Sin duda a alguien no le caía bien.

Su huida lo había llevado a meterse en un callejón sin salida, maldijo por su mala suerte y solo esperó a que aquel automóvil lo embistiera. Ya tenía planeada una rápida maniobra cuando sucediera eso, así es que se puso en posición de defensa esperando el momento.

El vehículo se detuvo a unos cuantos metros frente  él, una persona salió del lado del copiloto entre otras varias que aparecieron de algún lugar apuntándolo con armas de fuego, pero no pudo distinguirlos por la potencia de las luces que le deslumbraban los ojos.

—¡Jaden Yuki. Entra al auto y no hagas preguntas tontas!

Esa voz la conocía muy bien, sus sospechas se confirmaron cuando por fin vio acercarse aquel hombre tan alto y elegante, se sonrojo al saber de quién se trataba.

—¡Seto Kaiba!—se emocionó.

Kaiba lo miró con superioridad y volvió a ordenar.—¡Muévete! ¡Vendrás conmigo!

—¡Que bien! ¡Pero… ¿Por qué tanta agresión?! ¡¿Qué quiere de mi?!

—¡Tú no me interesas, solo quiero obligar a tu noviecito para que confiese lo que le va a pasar mi esposo y para eso debo utilizate!

—¿Obligar a Yusei? No creo que lo que le vaya a pasar a su marido sea tan terrible como para amenazar a Yusei. Debe dejar que las cosas pasen.

—¡No me vengas con esos cuentitos de la continuidad y el espacio! ¡A Yusei no le importó arriesgar su pellejo ni cambiar la vida de la gente solo para salvarte! ¡El más que nadie me debería de entender cuando se trata de lo insoportable que la vida sería sin la persona que te hace sentirla de verdad! !Haría lo que fuera solo por tener a salvo a Joey y eso incluye destruir a los demás de ser necesario! !Tu noviecito se niega a compartir lo que podría ser la única esperanza de vida de mi esposo y yo le haré sufrir la misma incertidumbre con el suyo!

Jaden escuchó cada una de las palabras con mucha atención, procesó toda esa información detenidamente hasta llegar a un punto donde por fin se había dado cuenta de lo que Yusei sentía. Había comprendido por todo lo que había pasado su novio y lo que ahora quería decirle.

—Gracias señor Kaiba. ¡Ahora sé lo que tengo que hacer!—sonrió de lado.—Lo siento pero no puedo ir con usted.

—¡¿Qué dices niño insolente?!—lo alzo del cuello de su playera hasta la altura de su cara fácilmente intentando intimidarlo, nadie se burlaba de Seto Kaiba.— ¡No tienes escapatoria!! Vendrás conmigo te guste o no!

La risita desapareció del rostro del duelista, miró a Kaiba con bastante seriedad, cerro los ojos por un momento y volvió a abrirlos con el color gélido dorado que Kaiba conocía.

—¡No puede ser…!

El viento volvió a soplar avivando un ambiente de oscuridad asfixiante...

 

 

Casa Mutou

 

 

Había sido un día muy pesado emocionalmente para el científico del futuro. Apartó de su mente que haya tenido que atender a los comensales de la cafetería por dos horas para pagar su café y llegó a la casa de su amigo Yugi con el pensamiento de convencer a Jaden.

Entró con desgano, saludó al viejo Mutou y al joven estrella que cenaban tranquilamente en el comedor principal. Subió después a la habitación para encontrarse con él pero al abrirla no había nadie.

Yusei se acongojo, seguramente Jaden quería evitar sufrir cuando lo viera partir al futuro por lo que no le daría la cara. Se sentó en la cama, descanso sus brazos sobre sus rodillas y se perdió en la profundidad de sus pensamientos.

 

Jaden…

 

La sola idea de decirle “adiós” oprimía sus sentidos. Si tan solo hubieran nacido en la misma línea del tiempo podrían estar juntosM pero no era así. Derramo lágrimas de desilusión como cualquier corazón roto mientras cada minuto lo alejaban mas de su amado.

 

 

El día del Adiós.

 

 

La familia Mutou se había levantado temprano para darle una buena despedida al motociclista. Como lo habían pensado Jaden no se había aparecido en toda la noche por lo que solo se encontraban ellos tres.

Yusei hizo una reverencia agradeciendo a sus anfitriones por toda la ayuda y las atenciones que le habían brindado desde su llegada, estaría eternamente en deuda con Yugi sin dudar ni un instante en el buen corazón del “El rey de los juegos”, ojalá haya podido decirle lo de su amigo para pagar su deuda, solo le quedaba ser visto por mal agradecido para toda la vida, mas era un precio que estaba dispuesto a pagar.

—¡Buen viaje Yusei!

El bicolor asintió y caminó hacia la parte trasera a encontrarse con su motocicleta, sin embargo un sonido motorizado muy familiar para él se escuchaba acercarse a ellos a gran velocidad. Yusei descubrió con sorpresa que era su vehículo que venía conducido por el duelista con la baraja de Héroes Elementales.

El chico con el uniforme de Slifer rojo se detuvo frente a ellos y se quitó el casco.

—¡Yusei, ya estoy listo!—sonrió ampliamente ofreciéndole su mano para que lo acompañara.

El científico había quedado totalmente anonadado, eso no era un sueño.

—¿Jaden, pero tu…

—Seto Kaiba me hizo entrar en razón.

—¿Kaiba?—fue una sorpesa para todos.

Jaden afirmó con la cabeza.— Yusei, yo tampoco quiero una vida sin ti. Yo soy el único que puede aceptar este viaje sin alterar nada. En tu futuro yo estaba cautivo por lo que mi ausencia en está poca no es muy relevante. Quiero estar con la persona que amo.

—Jaden…—algunas lagrimitas de emocion no alcanzaron a expresar la felicidad que envolvía al ex-duelista del futuro. Se abalanzó hacia el castaño y lo besó con todo el jubilo de su alma.

Fue un enternecedor espectáculo para los Mutou quienes solo sonreían y se alegraban de la positiva decisión.

Yusei tomó el mando de su motocicleta mientras Jaden lo abrazaba por la espalda para no caerse. Ambos miraron al tricolor y su abuelo y se despidieron deseándose buena suerte en sus vidas.

Pusieron la motocicleta roja en marcha y partieron.

—¿Jaden, estas seguro de esto?

—¡Sin arrepentimientos, man!

Yusei quedó satisfecho con la respuesta, manifestó entonces el imponente poder del Dragón carmesí y se llenaron de un aura roja con la forma del dragón. Asi el traslado solo había durado un parpadeo.

 

 

Ciudad Neo Domino, un futuro lejano.

 

 

Bella y tranquila tal y como la había dejado; iluminada con algunas luces que ya se encendían esperando el anochecer y despidiéndose del ocaso. Así lucia la ciudad Neo Domino que Yusei había salvado varias veces.

Frenaron en un lugar sin gente donde podía apreciarse todo el esplendor de la ciudad sin algún estorbo visual. Jaden bajó de la motocicleta impresionado por la grandeza del sitio que sería su nuevo hogar.

Su expresión de fascinación no pasó inadvertida ante los azules que lo miraron tiernamente.

—¡Wooh, este es el futuro!

—Dirás el presente. Jaden, Bienvenido a casa.

 

 

Continuara….

Notas finales:

 

Ok, OK… Casi termino de explicar todos los eslabones perdidos :P, pues como que Jaden me quedó muy "malote" o algo asi, sin embargo, es como realmente es su lado oscuro según los creadores de GX:

'El Rey Supremo es una figura sombría y despiadada portador de La Oscuridad Gentil; posee habilidades de Duelo e instintos increíbles. Se muestra que tiene la habilidad de emitir oscuridad, así como poseer cualidades de liderazgo. Puede emitir suficiente oscuridad como para generar vientos fuertes. También es capaz de crear rayos de oscuridad y crear un aura oscura a su alrededor que puede incrementarse lo suficiente como hasta convertirse en una especie de niebla de oscuridad...'  

Amm si recuerdo el viento en los duelos con Haou de la versión del anime y también la niebla pero lo demás de la descripción solo se muestra en el manga u-u…....buu, 4Kids solo destruye animes…

Bueno creo que eso es todo lo que hay que aclarar de este capi, el siguiente estará algo enredado…mmm naaa…bueno mejor no daré spoilers xDD… quizás se vea asi como un relleno jaja quien sabe. Aww como me gustaria que el creador original me diera más de esta pareja aww...Por cierto, como que Syrus estaba enamorado de mi Jay en las primeras temporadas si no es que en toda...¬¬, casi casi lo veia como su novio, hasta Chazz lo mencionó como bullying , quizas lo utilice en un futuro proyecto +w+ ..

 

Y bien, espero no tardarme mucho con la conti, tengo todo finalizado en mi mente, solo faltan las palabras pero esas se me esconden xP….

 

Sa!..Sayonara!!  

 


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