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Starshipping: Retorcido de Dolor por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

Entro a trabajar formalmente y no tendre tiempo de nada. Antes que eso ocurra, les traigo a ustedes (y a mi conciencia), el final de esta bella historia.

Nunca pensé escribir algo tan...."lindo", o será que es porque me muero por esta pareja que me encantó la historia, no lo sé, solo se que me fascinó hacerla. Si alcancé a tocar el kokoro de alguien, quiero que sepas que estoy muy agradecida de haber podido compartirte mi historia y que me leyeras hasta el final.

Un saludo y agradecimiento especial a hana midori, eres super amiga!!!!. Y a toda la bellisima audiencia que me sigue y siguió la historia, nuevamente !GRACIAS!

Starshipping: Retorcido de dolor llega a su fin.

De verdad, de verdad que adoro a esta pareja, de verdad, de veritas xD

Lástima que sea un Otp no tan famoso en español, bueno, puse mi granito de arena para quién busque sobre ello, no se ponga loca o loco por no encontrar nada como a mi me pasó :3

No dejé nada pendiente, bueno la verdad que sí; una historia que no tengo ni una minima idea de como seguire, que era solo un prototipo pero que me piden conti (algo que no pense que ocurriera de verdad woow) y que bueno, daré respuesta pero muy lentamente a los fans de Dick. Y otra, que apenas acabo de subir hace un día, se llama Cambio de corazón, pero naaah, no creo que nadie pida conti así que no me esmeraré en seguirla pronto (el final en mi cabeza esta bueno xD) Por lo que me voy tranquis :3

 

 

Agradecida.

                                   -Yami red eyes-

 

 

 

“…porque siento que mi corazón simplemente no puede negar que cada vez que te miro a los ojos, se por qué este amor es irrompible….. –Unbreakable- Westlife”

 

 

 

“…porque tú eres lo que siempre estuve buscando, así que ven y quédate conmigo. Eres todo lo que quiero y todo lo que necesito, y es mucho más de lo que podía pedir…—All I want All I need- Whitesnake”

 

 

 

“…porque Dios une  a los corazones que se aman. —Hymne ä l’amour-Edith Piaf”

 

 

 

 

 

Capítulo 9.- Control

 

 

 

Había un confortable y tranquilo silencio rodeando todo su cuerpo; nada que aturdiera el delicado ecosistema en el que se encontraba, nada que pudiese perturbar sus relajados nervios. Nada.

Yusei sentía su cuerpo balancearse frágilmente como sobre las olas del mar, como una pluma meciéndose suavemente en la briza otoñal, como un inocente copo de nieve cayendo lentamente a la tierra haciéndose uno con el universo. Su psiquis estaba en un estado total de beatitud.

 

Cuanta paz….

 

Sin percatarse, en realidad su cuerpo caía muy lentamente hacía las profundidades de un tétrico abismo en el océano. Sí, estaba bajo el agua. Las burbujas se abrían a su paso al ir descendiendo; no se ahogaba, él podía respirar, pero estaba tan relajado que todas sus defensas estaban adormiladas, así como su mente y sus pesados ojos.

Poco a poco olvidaba su vida, olvidaba a sus amigos, su ciudad, a Jaden. Casi no recordaba su nombre o quién era, solo se dejaba absorber por ese placentero descenso frágilmente.

 

Había…algo…importante…

 

 

—¡NO! —Jaden forcejaba con Yubel débilmente, sus fuerzas eran intimidadas por los tortuosos recuerdos de su vida junto al demonio. Todo el trauma regresaba de golpe al encarar los ojos naranjas eléctricos con los que miraba Yubel a través de las orbes de su esposo.

Yubel reía con confianza, se burlaba como solo ella sabía hacerlo y hería como disfrutaba. Había mordido sádicamente el lóbulo de la oreja para hacerlo gritar. Era un placer cada reacción de su adorado, amaba escuchar sus gritos, sus suplicas, su terror; gemir, llorar y hacerlo perder toda esperanza. Era un elixir. Extrañó tanto  tener el control sobre Jaden Yuki que ahora no sabía como expresar toda su alegría. Una cosa era segura: no lo perdería de nuevo.

—Mírate. Sigues tan hermoso como siempre. Incluso tu cuerpo todavía tiene las marcas que le hice cuando poseí a Jesse. Aww, yo también te echaba de menos, mi Jaden.

—¡Yubel! ¡¿Cómo…

El demonio lamió su oído y hablo sobre él—Sabía que era mi final cuando Haou sacó esa carta de magia, pero no me eliminó totalmente porque dejé parte de mi esencia dentro del cuerpo de este hombre.

—¡¿Que?!...

La chica dio un suave beso sobre los labios del duelista. Ya hacia tanto tiempo que Jaden no sentía esa absorción de energía.

—¿Lo sentiste? Así fue como entre en su cuerpo, dándole un apasionado beso en el ultimo momento. Pero alégrate, este es el cuerpo que te gusta, el que amas y gritas su nombre. No me equivoque esta vez, como ves, yo solo vivo para complacerte mi querido Jaden, fufufu.

—¡No es el cuerpo al que yo quiero!! Yo lo amo a él!

Yubel se sintió ofendida. Ni por error la consideraba en sus planes de vida. No podía ser, era a ella a la única que debería amar como se lo había prometido en la antigüedad.

Furiosa jaló sus cabellos castaños hacia atrás y dio un apretón a su miembro.

—¡Agh!

—Por eso ahora yo soy él. Y me amarás y tendrás una respuesta con la misma fuerza.

—¿Por qué….por qué antes no te manifestaste?

Yubel se entretuvo ahora saboreando  el cuello de su presa. —Algo de mi ser, efectivamente, fue destruido con esa carta; pero gracias al demonio en mí, una pequeña parte, la más importante, pudo entrar en él. —lo miró ahora directo a los ojos—Pero sabes, eso me dejó bastante agotada. No sería capaz de tomarlo totalmente aunque lo hubiera intentado. Debía permanecer oculta para que no me detectara, fue muy difícil, este hombre siempre estaba en alerta.  Ahora  bien, debo darte las gracias Jaden, porque fuiste tú quien destruyó esa guardia y lo arrojaste al vacio dejándome el camino libre, eres tan amable fufu.

Jaden sintió culpa, había sido él quién encendió la mecha, aunque no hubiera habido intenciones de hacerlo. Quizás su destino siempre estaría atado a ella, quizás ese siempre había sido su camino y se estaba aferrando a no aceptarlo. Porque había lastimado a dos queridas personas, inocentes amores,  solo por su torpe capricho. Anheló tener una vida más allá de lo que se le estaba permitido.

Pecó al enamorarse de Yusei, de un hombre prohibido fuera de su alcance incluso a través del espacio tiempo. Por ser un estúpido; solo había cometido errores y dañado a terceros. Deseaba desaparecer en ese instante pero sabía que no podía hacerlo, al menos no ahora, no sin tratar de enmendar sus fallas.

 

No puedo seguir siendo la damisela en apuros. ¡Debo hacer algo…!

 

— Yubel, por favor regresa conmigo. Vámonos juntos, lejos, donde nadie nos encuentre. Pero libéralo. —volvió a suplicar como último intento pacifico para hacer entrar en razón a la chica. Si ella aceptaba, renunciaría al amor de su vida solo por su seguridad y todo quedaría hasta ahí. Pero de lo contrario, esta vez no se entregaría tan fácilmente a la chica como la última vez.

 

El demonio solo rió a carcajadas, después su semblante lo cambió a uno más serio y en seguida se puso histérica.

 

—¡NO! ¡Ya te lo había dicho!!Yo quiero ser quien te haga gemir, quien te ame y te lastime, quiero hacerte sentir placer y disfrutar de tu cuerpo!!Solo YO tengo derecho a expresarte mi amor, solo yo y lo haré a través de este hombre!

 

No había remedio, hablar no servía de nada. Tenía que luchar si quería tener una oportunidad para ser libre. Sería una lucha de fuerza y solo ganaría el mejor.

 

—¡Yubel! — En ese momento el color de sus ojos estaba cambiando a dorado proporcionándole poco a poco más fuerza que le permitía forcejear equilibrando con las de ella, a la vez que enfrentaba una batalla interna consigo mismo:

 

— Debe existir alguna otra manera. No quiero que lastimes a Yusei.

—Es la única forma de sacarla de su cuerpo. Yusei debe ser mal herido para debilitarla.

—No Haou. Solo debemos pensar en otra...

Haou se acercó a él y lo abrazó protectoramente— Si yo lo supiera, juro que lo intentaría aunque fuese casi imposible,  pero entiende, no hay otra opción.

—¡Siempre hay opciones….!

—Jaden…—Haou sintió ternura. Tomó su mentón para fijar su vista en las orbes castañas que pedían desesperadamente un milagro—Sabes que haría todo por ti. Mi misión es luchar para protegerte, pero hay cosas que no se pueden cambiar por más que lo desees...

—¡Te equivocas! ¡Todo es posible! ¡Te lo pido, protege a Yuse! ¡Protégelo a él que es más importante que yo!.

—Eres tan inocente….—beso suavemente su frente e intentó tranquilizarlo —No te tortures  más, compréndelo, Yusei ha desaparecido. No volverá.

Jaden cerró los ojos fuertemente, hundió su rostro en el pecho de su alter ego y estrujó sus ropas oscuras.

—Sé que sigue vivo…

 

De un momento a otro Jaden dejó de forcejear y se dejó hacer. Yubel alzó una ceja extrañada, ¿Acaso se había rendido ya?

—Muy bien. Parece que ya comprendiste que es inútil luchar contra mi. Eso me gusta, que seas obediente a tu destino.

El duelista cerró los ojos y exhaló para relajarse, después volvió a abrirlos con su gélida mirada dorada. El cuerpo de Yusei tragó saliva, era algo extraño que se comportara así, pero no sintió a Haou en ningún momento.

 

—Yusei…—habló firmemente— Por favor, regresa conmigo... No mires al vacio. ¡Regresa!

 

No entendía por qué esas palabras habían movido algo en su interior. Yubel comenzó a ponerse nerviosa y sudar en una inexplicable alteración. Quiso golpear al chico bajo de ella para noquearlo pero este se defendió con sus brazos sin parar de llamar fuertemente  el nombre de su marido con insistencia.

—¡Yusei! ¡Regresa!

 

 

En su estado de transe, Yusei abrió los ojos algo aturdido, escuchaba una voz pero no sabía de donde provenía. Sin embargo, el sonido se le hacía familiar. Mientras tanto, seguía cayendo lentamente.

Hay...algo…importante…

 

—¡Yuseei!

—¡Es inútil, el Yusei que conociste ya no existe! —Yubel trataba de desmoralizarlo. Con sus rodillas golpeaba su cuerpo intentando que dejara de defenderse pero el duelista no cedió.

—¡Yusei, no me abandones! —insistió con el dolor en su piel.

—¡Ya basta de esta tontería,  Jaden. Yusei  me pertenece ahora!

—¡Yuseeeei!

 

El aludido alzó el rostro teniendo más nitidez en su estado. Repentinamente vio la tenue luz de una luna roja acercándose cada vez más a él.

¿Qué está pasando?

 

—¡!Yuseei—volvió a escuchar.

 

¿Acaso alguien me llama?

La luz de luna estaba cada vez más cerca y más poderosa, sintió entonces miedo y  mucho calor pues la luz se había convertido en una enorme bola de fuego.

¡¿Qué es eso?!

 

Enderezo su posición y trató de huir en pánico; fue entonces que se dio cuenta que todos sus movimientos eran lentos e inútiles, pues estaba increíblemente bajo el agua con solo burbujas a su alrededor. Abrió la boca por la apantallante sorpresa dejando escapar el poco oxigeno que guardaba y esta vez realmente se estaba ahogando sintiendo mucho dolor. 

 

¡Aghhh!

 

Apretó los ojos y se retorció en desesperación, no podía huir de aquel meteoro ni nadar a la superficie que ni siquiera se percibía. Así  se cubrió como pudo cuándo el objeto se estrelló contra su cuerpo potentemente, todo en míseros segundos. Pensó que ardería con el impacto ilógicamente, pero en vez de eso una confortable calidez lo invadió.

 

Yusei…

 

Pudo reconocer la voz que le llamaba, pero no abrió los ojos. Esta vez se trataba de una voz más grave y omnipotente, la recordaba muy bien, se trataba del Dragón Carmesí. Pudo entonces recordar su nombre y su vida. Las imágenes comenzaban a aparecer en su cabeza. La sonrisa del duelista con uniforme de Slifer rojo había vuelto a sus recuerdos, su alegre forma de ser, su vida con el y hasta sus luchas juntos. Todo en retroceso en minutos, reconoció a sus amigos, a su familia y su ciudad, todo hasta el momento que había conocido a Jaden y más.

 

Jaden…

 

Abrió los ojos encontrándose dentro del fuego del  Dragón Carmesí.

 

—Yusei.

—¡Dragón Carmesí!

—No es momento de rendirse después de tanto esfuerzo. Debes terminar con esto.

 

Yubel había silenciado a su adorado tratando de estrangularlo. Estaba desesperada y simplemente no pensaba claro. De repente sintió que algo la jalaban a su interior.

Fue entonces que se encontró cara a cara con Yusei.

 

—¡Es imposible! ¡Tu deberías estar en coma!

—No deberías de subestimar a tus adversarios, Yubel. Tus planes han fracasado. —el cuerpo de Yusei comenzó a iluminarse en llamas carmesí sin hacerse daño, miró a la chica con una terrible determinación mientras el Dragón Carmesí lorespaldaba magníficamente.

—¡No, no puede ser! — tembló levemente por primera vez. Sabía que Yusei era más fuerte que ella ahora que estaba pactado con el Dragón carmesí, comenzó a preocuparse y en poco tiempo entró en pánico.

—Es suficiente Yubel, no te dejaré seguir hiriendo a Jaden.

—¡Jaden me pertenece!!Jaden es solo para mi!!No puedes evitar que expresemos nuestro amor!!No lo permitiré!

El científico cambió el escenario de oscuridad a luz. Pronto se encontraron en un lugar vacio, sin nada de color en su inmensidad y ningún sonido.

—Sabes que el poder del Dragón Carmesí es más fuerte que tú. Además no te has recuperado de la última vez. Tampoco tienes preparados trucos bajo la manga y has cometido un terrible error.

—¡¿Error?

— Tu error fue haberte encerrado en mi interior pues aquí yo domino mi ser.

—¡No! —Comenzó a sudar frio temiendo esta vez por su irrefutable muerte. —¡No es justo, no es justo! ¡Yo…realmente lo amo, amo a Haou, amo a mi rey!!Yo soy la única que lo adora con la inmensidad de un universo!!No existe nadie más digno de él!

—¡Basta. Herir no es amor. Estas equivocada!

 —¡No!—Se tiró al suelo en cuatro admitiendo su derrota y derramó toda su amargura ante los pies de Yusei. —¡Lo único que deseaba era que me amara, que nunca me olvidara! ¡No sabes lo que es no importarle a nadie en todo el mundo!!No sabes lo que es sufrir de soledad!!No sabes lo que es entregarlo todo a cambio de desprecio!

Yusei entendía que la chica hablaba con el corazón, realmente no tenía la culpa de amar a alguien que no le correspondía de la misma manera, pero sus sentimientos eran puros al final, aunque tristemente con métodos equivocados. Sintió lástima por ella, sabía que era un alma que continuaba sufriendo en una oscuridad creada por ella misma y no había logrado salir todavía.

—Yubel. Entiendo todo el amor que sientes por él desde lo más profundo de tu alma. No me gusta ver a nadie morir y menos en mis manos, pero no puedo permitir tampoco que sigas lacerándolo.

Quedaron en silencio por cortos minutos sin verse el rostro hasta que el científico volvió a hablar.

 

—He decidido darte dos opciones. Espero que elijas sabiamente.

 

El monstruo alzó la vista para poner su total atención antes las palabras del ex -duelista.

 

—Puedo darte paz eterna con un toque del Dragón Carmesí y así terminar con tu tormento rápidamente, haciéndote uno con las estrellas… —Yubel detuvo la respiración—ó…—hizo una breve pausa—Te doy la opción de fusionar tu alma con la mía para que formes parte de mi ser en vez de desaparecer.

Yubel abrió enormemente los ojos, no podía creer lo que estaba escuchando, no podía creer que alguien verdaderamente se interesaba por su ser. Le recordó a su amado rey en la época antigua, le recordó a su Jaden. Yusei era una persona verdaderamente extraordinaria.

El duelista se acercó a ella para brindarle su mano—Te permitiré sentir y entregar tu amor a Jaden a través de mis sentimientos. —Esbozo una compasiva sonrisa—Tendrás todas las sensaciones y también podrás protegerlo junto conmigo, claro el control de mi cuerpo será solo mío. Pero podrás experimentar lo que yo sienta.

Yubel comenzó a llorar, esta vez de alegría. Había sido testigo de el gran corazón que ese ex -duelista poseía en su interior. No había conocido a nadie tan parecido a su rey en mucho tiempo. Ahora entendía por que Jaden Yuki lo amaba tanto. Tomó su mano cerrando el trato.

 

Muy bien Yusei Fudo, enséñame a amar de verdad.

 

El cuello de Jaden había sido liberado. Tosió varias veces y devolvió la mirada al rostro usurpado de su esposo.

¡¿Yusei?!

Tenía  los ojos cerrados y el seño algo fruncido, no se movía, estaba en una profunda concentración, después  Yusei volvió a abrir sus ojos sorprendiendo a su marido por la diferencia de colores;  de un lado tenía un ojo carmesí opaco y por el otro un verde hoja oscuro.

 

—Jaden— Suavizó su mirada para después darle un tierno beso en los labios. —Gracias por salvarme ahora tú.

El castaño no estaba seguro de lo que pasaba, acarició el rostro de su pareja tratando de convencerse y no caer en alguna trampa de Yubel, hasta que se alegró por sentirlo nuevamente en control.

Era su Yusei.

Ambos se sonrieron, estaba claro que habían podido vencer los obstáculos con el poder de la fe en ellos mismos, la confianza de uno al otro y el deseo de estar juntos. Volvieron a besarse está vez con más ímpetu. Jaden pudo ver la figura traslucida de Yubel tras el cuerpo de su esposo, ella sonreía sin malicia como un fiel ángel guardián. Comprendió lo que había pasado,  ambos se habían convertido en un solo ser como él lo había sido con ella antes que todo comenzara. Cerró sus ojos y calmó todos sus sentidos con más libertad; por fin habían alcanzado una armoniosa comunión, por fin se sentía liberado.

 

Terminó…

 

 

                                                                            ……………………

 

 

 

Un mes después.

 

 

La vida seguía su curso. Ya habían pasado cuatro semanas conviviendo de esa manera y realmente les había resultado perfecto. No habían podido culminar su “prueba de amor” de la luna miel como era costumbre pero simplemente se sentían muy bien uno junto al otro pues no tenían prisa, ya llegaría el momento.

Jaden había comenzado a ir la academia como Yusei lo había querido. Trató de poner todo su esfuerzo por entender los rasgos más importantes de la ciudad y el entorno moderno que vivía. Deseaba complacer a su esposo y lograr ayudarle lo más que pudiera en el Reactor como lo habían planeado al llegar; pero le estaba costando un poco de trabajo absorber toda esa información sin darse por vencido, estudiar no era su fuerte. Tenía mucho trabajo por hacer.

Por otro lado Yusei seguía supervisando la planta como era su trabajo habitual, Yubel había resultado ser una buena consejera pues poseía un extraordinario instinto y lo había guiado para bien. Hacían, sin duda, un buen equipo.

 

……

 

Ese día hacía mucho frío en toda la capital. El otoño ya los estaba dejando y el invierto estaba a la vuelta de la esquina como lo marcaban las estaciones del año. Todo mundo viajaba abrigado de un lado a otro como toda gran ciudad urbanizada metidos en sus propios problemas cotidianos.

Jaden iba caminando tranquilamente por la cera cerca de un parque que estaba en la zona de la escuela que asistía, estaba repasando algunas notas pues tendría— al día siguiente— un examen importante.

Era algo tarde, ya el sol se estaba ocultando lentamente y las luces de la calle comenzaban a iluminar artificialmente los rincones. La calle estaba sola, como si algo los hubiera ahuyentado pero él no le había puesto atención al entorno. En un momento inesperado Jack Altas se paró frente de él deteniendo su camino.

—Por fin te encuentro.

Jaden no lo vio venir por lo que dio un saltito con los ojos bien abiertos y parpadeo varias veces, sin embargo, al reconocerlo, sintió menos presión y se relajó.

—Oye viejo, me espantaste, Jack.  Pensé que se había caído una lámpara o algo. No te había visto. —dijo eso acomodándose su bufada.

—Jum, ¡Déjate de cortesías y tratos amables como si fuéramos grandes amigos porque no lo somos!

—Amm, bueno…—trató de seguir su camino sin darle importancia para no meterse en problemas, estaba claro que no le agradaba a ese rubio. Sin embargo, no pudo avanzar, el brazo extendido de Jack se lo prohibía.

Jaden se puso serio y lo miró algo descolocado recibiendo una mirada fulminante de su agresor.

—Tenemos que hablar…

 

 

Reactor Ener- 2D

 

 

En ese momento  Yusei apagaba las luces de su oficina después de una jornada laboral productiva y cansada. Suspiró fatigado, casi no había podido concentrarse en sus tareas haciéndolas más pensadas debido a un mal presentimiento que cargaba, colgó la bata de laboratorio y salió pensativamente.

Crow lo esperaba fuera de la instalación bastante nervioso.

 

—¡Crow! —se asombro de ver a su amigo.

—¡Yusei, tienes que ir con Jaden de inmediato!! Jack llegó más cabreado que de costumbre a la suite y después se machó maldiciendo a tu esposo con malas intenciones!

—¡¿Qué?!

 

 

Calles de Neo Domino.

 

 

Jack se acercó amenazadoramente hacia el nuevo estudiante de la Academia; cada vez más y más haciendo que retrocediera como fiera asechando a su presa.

—Se que no eres de esta época y que te enredaste como yedra venenosa  a la vida de Yusei. ¡De mi Yusei! Me arrebataste todo lo que yo adoraba, todo lo que pudimos ser y nuestros planes juntos.  ¡Lo peor fue que  te casaste con él, no te lo puedo perdonar!

Jaden trató inútilmente de tranquilizarlo pero el otro venía muy agresivo sin intenciones de escúchalo. Estaba claro a lo que arribaba.

—Espera, hombre. Yo no quise ser el pelo en tu sopa, pero Yusei y yo estamos casados porque fue él quien me lo propuso.

Jack lo tenía acorralado en la pared…

—¡No es  verdad!! Fuiste tú el que segó a mi pobre Yusei!! Maldita zorra!

 

 

                                                                              ………………….

 

 

El rugido de la motocicleta de Yusei hacia eco por cada calle que pasaba. Ya se había saltado dos semáforos y evadido varios autos pero en ningún momento dejó de acelerar.

 

¡Maldición, puede pasar una tragedia! —pensaba visualizando lo peor.

 

—Si dejas que le pase algo a Jaden te partiré en dos, Yusei.Será mejor que te apresures. —sentenció Yubel desde su interior poniendo más tenso al científico.

—Ya lo sé.

        

                                                                      ………………….

 

Jack lo azotó contra la pared y con las dos manos lo elevó estrujando su abrigo.

—¡Voy a desfigurar ese rostro tan lindo que tienes para que la vergüenza no te deje permanecer más tiempo con mi Yusei! ¡Lo hare tantas veces como sea posible para que el dolor y el temor te orille a divorciarte! —se acercó a su rostro—¡Te cazaré como a un perro!

Jaden lo miró sin expresión, parecía que las amenazas del más alto lo tenían sin cuidado. Jack se enfureció todavía más al no obtener las reacciones esperadas de parte de ese castaño. Después su furia rompió el límite de su tolerancia cuando notó que Jaden Yuki estaba sonriendo.

—¡¿Te estas burlando de mi?! —su saliva mojo un poco el rostro de Jaden al gritarle.

—Solo me imaginaba la cara de tonto que pondrás cuando acabe contigo.— El duelista más bajo cerró sus ojos y los volvió a abrir con el tono dorado. De repente el entorno comenzó a nublarse inexplicablemente en una oscuridad y el viento sopló en turbulencia.

 Jack se impresiono y notó en su pecho cierta opresión con el cambio drástico del clima.

—¡¿Qué…que está pasando?!

Un delgado pero potente rayo oscuro había aturdido el brazo completo del Rey de los juegos Turbo haciendo que soltara al estudiante y cayera al suelo por el impacto del fenómeno.

Miró al Yuki con temor, este le devolvía la mirada con superioridad de pie, frente a él; después se fue acercando firmemente hasta que piso potentemente el pecho de Atlas con el pie derecho para que no pudiera levantarse.

—¡¿Quién eres tú?! —Jack Atlas se alteró de sobremanera.

En ese momento llegó apresuradamente Yusei encontrando la violenta escena.

—¡Ya es suficiente!

El clima cesó, nuevamente había regresado  toda la calma y las estrellas brillaban en el cielo. Jack no entendía nada.

—Solo estaba jugando con él.

—Pero no tan duro, Jaden. —Yusei lo abrazó fervientemente y besó su cabeza.

Jack se puso de pie sintiendo celos por la escena, prefería no pensar mucho en lo que había ocurrido y se atrevió a cortar el momento. —¡Yusei, deja a ese fenómeno de circo!

De inmediato ambos enamorados lo fulminaron con dos diabólicas miradas. Yusei con ojos gélidos bi-color y Jaden con unos fríos dorados.

Jack quedó atónito, en seguida dio la vuelta y echó a correr. Había entendido que esos dos no eran normales, poseían un poder fuera de su liga y era mejor dejarlos en paz.

La huida de Jack había resultado muy cómica para ellos por lo que no evitaron echarse a reír a carcajadas. Incluso Yubel y Haou se sonrieron.

Ya habían saltado otro obstáculo en sus vidas. Seguramente no le había quedado ganas de volver a toparse con ellos dos. Jack era orgulloso, pero sabía cuando lo habían vencido.

De ahora en adelante, sus vidas estaban completas.

…………

 

 

 

Ciudad Domino Siglo XXI

 

 

Museo de Ciudad Domino

 

Yugi Muto contemplaba la exposición egipcia sintiéndose nostálgico por todos los recuerdos que le traía.

Vagó entre los pasillos no prestando atención en algún objeto en especial hasta que llegó al gravado de la gran roca que profetizaba la batalla del faraón con el sacerdote.

La contempló por largos minutos sin evitar sentir tristeza. Extrañaba tanto a su alter ego Yami que a veces sentía ganas de lloras.

Aquel encuentro con Yusei solo había agraviado las cosas, despertó un deseo de volverlo a ver, a sentir, aunque sea solo por unos momentos.

Tocó la roca aunque estaba prohibido y susurró el nombre del antiguo faraón de Egipto. Entonces algo mágico ocurrió.

Un resplandor cegó sus ojos por unos segundos deteniendo el tiempo a su alrededor, Yugi se cubrió con sus brazos  y en cuanto la luz se fue debilitando volvió a mirar asombrado.

No había pasado nada.

Sintió algo de tristeza y bajó la mirada, esperaba que eso anunciara algún cambio en él pero no fue así. ¿O no?

—Yugi.

Su corazón se contrajo y sus ojos se abrieron de par en par como platos blancos. Lentamente se giró para encontrarse con la persona que lo había llamado.

—A-temu…

Ante sus ojos, de pie, con su uniforme de preparatoria, su sueño se hacía realidad.

—Hola Yugi.

Su rostro se iluminó en cuanto salió de su impresión, no le importaba si eso era obra de su imaginación, se lanzó a sus brazos con toda la emoción del mundo.

—!Atemu!!Eres tú!

Para su sorpresa, la imagen del antiguo faraón no se había desvanecido, estaba totalmente física.

—Volví.

—¿Pero que hay de la alteración del tiempo? —no podía pasar por alto las palabras de Yusei.

—¿Alteración? —Atemu sonrió—Seth se convirtió en el nuevo faraón de Egipto, está escrito, no hay cambios en el futuro.

Yugi era el ser más feliz de todo el mundo, eso solo significaba que su amado soberano podía tener una vida propia sin preocuparse de dirigir Egipto en su ausencia o dañar la continuidad del espacio tiempo. Se colgó de su cuello derramando regocijo.

—¡Eso significa que podemos estar juntos! —el emocionante sentimiento de Yugi hizo que ambos cayeran al piso pero simplemente no había otra forma de demostrar lo agradecido que estaba con los dioses por regalarle una vida junto a esa persona tan anhelada  de otra dimensión.

—¡Estoy tan feliz!

 

                                                                                ……………..

 

Mansión Kaiba.

 

Seto Kaiba acababa de colgar el teléfono,  aunque las llamadas de su abogados le había tomado varias horas, al final estaba complacido; sus planes no se verían interrumpidos.

Joey entró con pose enojada, llevaba su bata de dormir y los brazos cruzados.

—¡¿Cuánto tiempo más me vas hacer esperar ehh, gato feo?!!Te arrastrare ahora mismo si no mueves tu trasero y lo echas en la cama!

Seto Kaiba sonrió de lado y suavizó la mirada. Después cargó a su esposo en brazos y lo llevó hasta su habitación.

—Habrás deseado no pedir eso cachorro malcriado. No te dejaré dormir toda la noche.

—Ja, quiero ver eso. —desafió alegre.

 

 

                                                                               …………………….

 

Prisión Norte de Ciudad Domino

 

Había formulado incontables teorías de su fracaso con Joey sin darle crédito a ninguna de ellas. A veces no podía dormir por tratar de darle una solución a lo que había acontecido. Era realmente tortuoso para Duke  Deblin.

—¡Maldito, maldito Kaiba! ¡Pero me las pagarás!!Esto NO se va a quedar así, regresaré por Joey, ya lo verás!

—¡Ya callaté! —otros reos alzaron la voz. Ese era el momento en que tenían para descansar y olvidar su encierro y ese demente siempre arruinaba sus sueños. Se estaba ganando una golpiza segura.

—¡Me vengaré!

—¡Que te calles!

Duke tenía el caso perdido aunque sus abogados intentaran sacarlo como dictaba la ley o corruptamente. La causa: Seto Kaiba y su ejército de abogados. La vida de libertad para Duke Devlin se había terminado. Todo por meterse con las posesiones del hombre más poderoso de la ciudad.

 

                                                                    ……………….

 

 

 

 Ciudad Neo Domino, un futuro lejano.

 

Un año después.

La vida se había vuelto  placentera para la pareja Fudo desde que se habían unido en matrimonio. Inclusive salir por las noches en la ciudad se comenzaba a ser costumbre puesto que no temían encontrarse con algún maleante sabiendo de lo que ambos eran capaces de hacer si eso ocurría. Eso era posible gracias al poder de Haou que protegía a Jaden así como el de Yubel a Yusei. La delincuencia había pasado a ser una de las cosas menos preocupantes.

No necesitaban nada más que llenara algún hueco en su vida puesto que no lo había. Después de la unión con Yubel y su alter ego Haou podría decirse que eran una familia completa. Compartían las risas, las lágrimas, las locuras y los enojos, lo bueno y lo malo pero juntos fielmente haciéndose más fuertes.

Pronto los amigos de Yusei veían como parte del club al simpático duelista extrovertido que venía del pasado. Inclusive ya habían tenido sus primeros duelos sobre motocicleta contra el novato de la Academia. A este último le había fascinado esa nueva experiencia de velocidad, tanto que concentró  todas sus energías en aprender todo sobre el juego. En poco tiempo era uno de los mejores duelistas turbo debido a su talento nato.

Ya había competido en un pequeño torneo contra Jack Atlas ganándole por pocos putos de diferencia. Jack había estado furioso pero tratándose de duelos turbo, él sabía reconocer a un buen duelista.

 

Pasó el tiempo y su aniversario los había alcanzado.

 

La habitación era iluminada por dos gastadas velas, había rastros de vino tinto en el piso y también sobre las sabanas, delatando así su reciente festejo.

Se besaron y acariciaron lentamente hasta recostarse sobre la cama, Yusei sobre Jaden.

—¿Estás seguro de esto, Jaden? No quiero lastimarte.

—Sin arrepentimientos, Yusei.

Jaden tenía siempre una agradable forma de brindarle confianza al científico del Reactor, este no podría estar más complacido con su marido.

Con mucho cuidado beso los labios de su pareja bajo él, era algo extraordinario, siempre sintiendo una nueva sensación deleitable como si nunca acabara de definirlo cada vez. Era un sentimiento mutuo pues en cada beso siempre encontraban nuevas emociones. Sus lenguas jugueteaban acariciándose y reconociéndose como si así hubiese sido desde siempre, incluso antes de conocerse.

Lentamente Yusei desvestía el cuerpo maltratado de su marido, pasando suavemente las yemas de sus dedos sobre su piel desnuda haciendo énfasis en la cicatrices para borrar— con aquel gesto—, toda herida del pasado. Jaden mientras tanto perdía sus dedos entre la cabellera de su esposo cerrando los ojos para sentir más profundamente todas esas perfectas sensaciones.

—No sabes cuánto deseaba que esto pasara, Yusei.

Yusei tenía un mar de sentimientos en su pecho al escuchar dichas palabras, era ciertamente que él deseaba lo mismo muchas, muchas veces y ahora era una realidad.

—Ese era justo mi deseo.

Se sonrieron sin mirarse y siguieron besándose cariñosamente.

Cada caricia, cada suspiro, cada gemido, era parte de su inquebrantable amor. Habían vencido todo obstáculo, incluso la barrera del tiempo solo por encontrarse.

Y por fin estaban juntos, pudiéndose mirar, pudiéndose tocar, pudiéndose amar y pronunciar sus nombres frente a frente sin anhelarlo nunca más.

Jaden comenzó a desvestirlo también, nunca separando contacto de la piel, como si ya conociera perfectamente la forma de hacerlo pues lo desnudó con cierta maestría. Yusei realmente había quedado sorprendido.

Poco a poco los labios de Yusei fueron explorando otras partes de su amado. Lamió tortuosamente el oído de su esposo complacido por los susurros y estremecimientos de aquela piel, descubriendo así uno de los puntos más vulnerables de Jaden.

Jaden solo se dejaba hacer, le había costado un poco de tiempo el superar todas las atrocidades que Yubel había atentado contra su persona pero se había dado otra oportunidad. Había olvidado que hacer el amor podría sentirse tan delicioso. Asi mismo, las reacciones de su cuerpo eran totalmente nuevas.

 Ambos estaban excitándose con cada roce sobre sus cuerpos, la respiración incluso estaba en aumento y el calor se sentía desde adentro.

Un tiempo después, Jaden se encontraba ahora arriba del cuerpo del motociclista desasiéndose de la ultima prenda que cubría su hombría; era el turno de él para saborear cada rincón de su marido.

Yusei era muy sensible, y en el momento en que su esposo exploraba con sus labios cada parte de su piel tuvo la sensación de que el mundo se había frenado por un segundo, sobre todo al cazar sus pezones en una succión fascinante. Cada mimo avivaba la llama de su amor.

Tanto el cuerpo de Yusei como el del propio Jaden estaba ardiendo por la pasión y el deseo de tener un contacto más profundo con el del otro. Jaden lubricó dos dedos con la saliva de su amado e inmediatamente los introdujo por la virgen entrada del más alto.

Yusei gimió incómodo, ese movimiento no se lo había esperado asi tan repentinamente. Dolió un poco, sobre todo cuando comenzó a moverlos en círculos ensanchado sus paredes y relajando sus músculos mientras lo masturbaba con la otra mano.

Se espantó cuando se dio cuenta de las verdaderas intenciones de Jaden.

—¡J-Jaden…

—No te preocupes, no te lastimaré.

Yusei no sabía cómo reaccionar. Jaden tomó una de sus piernas y la subió a su hombro; luego lentamente dejó entrar otro dedo dilatando aun más la entrada con ímpetu.

—¡Ah!

Jaden no lo dejó protestar, permaneció devorando sus labios voluptuosamente para distraerlo un poco y prepararlo a lo que seguía.

¿Será que por obra de Haou Jaden tomaba la iniciativa?¿O quizás era que siempre había sido así? Cual quiera que fuese la respuesta, podía concluir que su marido estaba lleno de sorpresas que estaba gustoso por descubrir.

Sus deducciones se vieron interrumpidas cuando lentamente el miembro de Jaden entraba en su ser.

Un punzante dolor lo recorrió desde la espina hasta la cabeza; era muy intenso, injuriante, pero gracias a la estimulación de su erecto miembro también resultaba placentero.

Estando dentro, Jaden no se movió, estaba dando tiempo a su marido para que se acostumbrara. Suspiró.

—¿Estas bien?

El semblante de Yusei se contrajo por el dolor, pero no admitió su incomodidad para no preocuparlo, simplemente asintió con la cabeza.

Jaden se sintió conmovido, era despistado, pero él sabía perfectamente lo que su esposo estaba sintiendo. Bajó su pierna a un costado y volvió a besarlo dando un pequeña estocada sin querer, no quería que pasara por una horrible experiencia como él la tuvo, procuró ser lo más delicado que podía. Masturbó con un poco más de frenesí la virilidad de su esposo.

Yusei no sintió el movimiento de la pequeña embestida, gozaba de la estimulación y su cuerpo se estaba acostumbrando a la intromisión. Después él también estaba participando de nuevo.

El tiempo se encargó de transformar el dolor en placer, muy lentamente Jaden aceleraba el ritmo de las embestidas y también el sonido agudo de los gritos varoniles de Yusei. Los cuerpos estaban ardiendo, el sudor se manifestó lentamente mezclándose entre ellos, así también como los besos y caricias.

Esa noche todo valía, era como siempre tuvo que haber sido. Piel a piel, agitados en éxtasis, teniendo una epifanía mutua al sincronizar sus corazones y dejar una huella imborrable de puros sentimientos, uno del otro.

Yusei rodeo el cuello de su marido con sus brazos y se perdió en el éxtasis del placer, en el maravilloso ser que era Jaden, en una tóxica bienaventuranza suprema deseándolo cada vez más a cada embestida y tacto del va y ven. Jaden alcanzó los puntos más sensibles del cuerpo de su marido, este gritó extasiado por los increíbles espasmos inimaginables de su cuerpo; algo increíble difícil de explicar, y que su mente no acababa de procesar por los magníficos choques eléctricos en cada nervio de su sistema. Su psiquis se perdió en un inmenso universo de placer cénit pasional para ser su primera vez.

Eran nada y un todo a la vez. Mar y cielo, fuego y agua, luz y oscuridad, el punto máximo de unión y así explotaron en un imperecedero orgasmo de energía, gimiendo al unísono. Jaden había dejado toda su semilla en las entrañas de su esposo que resbalaba un poco en cuanto su pene salió de él, y Yusei había dejado la suya entre sus vientres.

Ambos respiraban dificultosamente, se miraron y volvieron a unir sus labios dulcemente. Después Jaden dejó caer su  cuerpo agotado sobre un abrazo de Yusei y permanecieron así por largos minutos hasta que tomó lugar a un lado de él.

—¡Wow!—La experiencia que había sentido Yusei se había quedado sin palabras.

—Fue mi primera vez, Yusei. Espero no haya estado mal.

Yusei no dejaba de ver la lámpara del techo con una gran sonrisa radiante en su rostro.

—Creo que hasta comencé a ver colores.—respondió.

Ambos rieron por el comentario y se tomaron de la mano bajo la sabana.

—Sabes Yusei. Desde que te conocí, siempre te tuve cerca de mi corazón. Y ahora sé que tú siempre estuviste ahí, a mi lado, noche y día, ante todo, pasara lo que pasara. Gracias por dejarme ser parte de tu vida, Yusei. Gracias por buscarme.

—No tienes que agradecer nada, Jaden. Al contrario, siempre que sonríes me cuesta trabajo todavía creerme que eres mío. A veces tengo temor de que todo esto haya sido un hermoso sueño y temo despertar, pero cada que te miro a los ojos me recuerda que soy afortunado de realmente vivirlo. Siento que mi corazón simplemente no puede negar que cada que te veo mi amor por ti es inquebrantable.—rió sintiéndose estúpido—Escúchame, me estoy poniendo tan cursi.

Jaden rió también—Te hago ponerte estúpido.

—No lo negaré.

—Ahora sé que fui tocado por la mano de un ángel y bendecido con amor.

—Mira quién es el cursi.

—Gotcha.

 

Rieron casi como carcajada y apretaron más fuerte su agarre.

Su amor perduraría por siempre gracias a la determinación, el coraje, la fé y las agallas que poseían ambos. Puesto que si Yusei no se hubiera atrevido a intentar alcanzar sus sueños,

Otra historia se habría escrito.

 

 

 

Fin.

 

 

Notas finales:

 

Sí, lo se, estuvo algo empalagoza, pero de verdad había lugar para que ocurriera, no me salí mucho de Yugioh, solo un poco de miel diabético en el diálogo. :P

Una super disculpota si hay faltas de horrografía, palabras a medias o palabras que no van a corde con el texto. Todavía no puedo poner al 100 mi pobre lap T^T....Grax por perdonarme la vida. :S

 

Espero haya sido de su grado.

 

Hasta la próxima. ;)

-Yami-

 

 

 


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