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Starshipping: Retorcido de Dolor por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

ehhhh bueno pues no me contuve a publicar el segundo capi, asi que aqui lo tienen. Muchas gracias por leer mi bizarres xD y espero les guste.

Por cierto, prometi dejarles las imagenes pero no tengo idea de como se hace u.u  tendre q dejarles el link de cada una....

Jesse Anderson: 

http://fc06.deviantart.net/fs51/f/2009/317/7/f/Jesse_Anderson_by_Bellona_Dancer.jpg

Jaden Yuki:

http://images3.wikia.nocookie.net/__cb20110108200657/yugioh/images/f/f5/Judai2.jpg

Yusei fudo:

http://images3.wikia.nocookie.net/__cb20130726212254/yugiohenespanol/es/images/4/49/Yusei_fudo.jpg

 

 

“Fíjate si todo lo que estas buscando, vale todo lo que estas perdiendo”

 

Capitulo 2.-El futuro

 

El primer paso estaba completo, la llegada al pasado había sido todo un éxito y no había perjudicado el espacio tiempo con su presencia allí. Ahora venia lo mas complicado: encontrar a Jaden.

De acuerdo con su investigación, Jaden había desaparecido en ese tiempo; es decir, hace un año y a partir de ahí no se volvió a ver; llevaba quizás todo ese tiempo viviendo un infierno y él sin poder hacer nada. Solo pensarlo le hervía la sangre pero no podía regresar antes de que eso le pasara al oji marrón pues corría el riesgo de que en un futuro de todos modos le ocurriera y de todas maneras tendría que regresar de nuevo al pasado, por eso lo ideal era intervenir cuando Jaden ya había sido desaparecido.

Si bien él tenía ventajas por tener información del pasado debido a que venía del futuro aun necesitaba toda la ayuda posible para lograr su objetivo, y siendo un total inquilino de esa época, solo había una persona que podía ayudarlo: Yugi Mouto, “El rey de los juegos.” Tecleó en su tablero de la motocicleta para visualizar un mapa de toda la Ciudad en 3D. Ciudad Domino del pasado había cambiado drásticamente con el paso del tiempo; todo, incluyendo la mayoría de las ubicaciones en Neo Ciudad Domino del futuro, por lo que se podrían definir como dos ciudades totalmente diferentes. Esta vez el mapa le sería de mucha ayuda.

—Muy bien, esta es la ubicación.—se puso su casco nuevamente y arrancó a velocidad media.

Según la información acerca de Yugi Mouto, él vivía con su abuelo en una tienda de cartas de duelo no muy lejos del centro de la Ciudad. No sería difícil localizarlo ya que recordaba bien la imagen de la fachada de una revista y se dirigió hacia ahí.

En el transcurso del camino pudo notar el estilo de vida de esa época, era una convivencia tan familiar y sana que si lo comparaba con el futuro podía hablar de ese tiempo como un paraíso; nadie peleaba por comida, nadie padecía por la pérdida de un ser amado, ni siquiera podrían  imaginarse la futura amenaza de guerra mundial, todo ahí era una total armonía, al menos ante los ojos acostumbrados a la tragedia de Yusei Fudo.

Imaginó un bello futuro en un cómodo departamento de esa época con la persona que amaba; podía ruborizarse levemente entre una amplia sonrisa por sus deseos y sueños imposibles que ponían a Jaden vestido con un delantal dándole la bienvenida por haber llegado a casa después de un día productivo de trabajo, recibido a la vez por un cálido y largo beso de los deseables labios de el extrovertido duelista y una sonrisa de esas que solo el castaño era capaz de regalar. Quizás tendrían un perro, no, pensándolo mejor sería un gato y le pondrían pequeño kuriboh seguramente. Pensaba en todos los imaginarios viajes que realizarían juntos y los múltiples recuerdos que construirían juntos. Estaba dispuesto a resolver todos los caprichos excéntricos de ese alegre chico solo por verlo sonreír. Ansiaba verlo  feliz, ese era su objetivo, su propósito, poder sentirlo aunque sea un momento, poder perderse en su mirada como la última vez antes de dejarlo en su época y por qué no, atreverse por fin a robarle un beso. Recordaba bien lo último que le había dicho antes de marcharse: “Yusei Fudo, eres una persona interesante, me hubiera gustado permanecer más tiempo a tu lado y poder aprender el uno del otro.— después había sonreído de oreja a oreja—Estaré celoso de perderte pero feliz por haberte conocido. Eso no lo cambiaría por nada. Te llevas un pedazo de mi espíritu contigo Yusei, ojala nos volvamos a ver”.

Esas palabras lo habían marcado para toda la vida, quería aferrarse a la tonta ilusión de que significaban algo mas intimo que una simple prosa amigable. Asi fue que todo de él lo había terminado por fascinar, sobre todo esa energía desbordante del castaño; recordaba su sonrojo de ese entonces replicándolo involuntariamente en el presente, Jaden era condenadamente adorable.

—Jaden...

No se había dado cuenta pero se había enamorado de él desde ese entonces e intentaba aceptarlo en el presente.

—No importa que tenga que hacer, estoy dispuesto a todo. Yo voy a encontrarte.—con el objetivo bien en mente siguió su camino.

Ya había andado por varios minutos en la ciudad hasta que el lugar que buscaba por fin estaba frente a sus narices y sin embargo casi se pasaba de largo por la distracción de su mundo perfecto que ni siquiera había prestado atención a todas esas miradas curiosas por el diseño extravagante de su motocicleta en el transcurso. Bajó de su vehículo, se quitó el casco y entró haciendo ruido debido a una pequeña campanilla amarrada cerca de la puerta anunciando un cliente.

—Bienvenido. Adelante, puede mirar lo que guste o preguntarme directamente si lo desea.

Yusei no cambió su expresión seria y a paso firme se acercó hasta el mostrador.

—Estoy buscando a Yugi Mouto.

—¿Esta buscando a mi nieto? Ah ¿y para que asunto si no le molesta mi intromisión?

—Es algo muy delicado que debo tratar con él. Por favor, ¿podría llamarlo?

El viejo Mouto no confió en ese hombre, parecía un delincuente y vestía de manera muy peculiar, además su acento sonaba algo inusual para él, pensó un poco si negaría a su nieto pues no le gustaba la mirada preocupada de aquel visitante, no quería exponer a su único nieto a algún peligro nuevamente o meterlo en alguna organización vandálica como lo parecía ese muchacho.

—Em, Yugi ya no vive aquí.

—¿Qué no vive aquí?

—No, hace años que se fue a vivir a otro lado.

—¡Por favor, dígame la nueva dirección! !Necesito encontrarlo!

—Lo siento pero esa información no puedo dársela, ni siquiera sé quién es usted.

El bicolor había puesto cara dura y tomó al anciano del cuello de su camisa alzándolo un poco.—¡Es de suma importancia encontrarme con él. El destino de una persona depende de ello!.

—¡Hay, ya le dije que no!

—¡Viejo…!—alzó al anciando por el cuello de la camisa.

La campanilla del lugar sonó sorpresivamente llamando la atención de los dos y obligandolos a  voltear de reojo hacia la entrada de la tienda.

Ahí estaba, el rey de los juegos, Yugi Mouto, había llegado.

—¡¿Yugi?!—se volteó por completo dejando caer al anciano del otro lado del mostrador.

—¡¿Yusei?!

El tricolor había cambiado mucho, podía notarse la madures en su rostro y los rasgos de los años en varias de sus facciones, también estaba unos centímetros más alto que la ultima vez como lo recordaba, según podía ver, Yugi le llevaba quizás unos 10 años más y aun parecía muy joven quizás por su espíritu jovial de duelista insaciable. Fue todo un gusto verlo de nuevo.

—¿Qué estas haciendo aquí Yusei? ¿Ah pasado algo malo en el futuro?

—Yugi, ¿Podría hablar contigo en privado?

—¿Ah?

El tricolor se impresionó por la repentina actitud del recién llegado, además de que todo estaba pasando muy rápido. Fijo su mirada en la seria expresión del bicolor y él también adoptó su gesto serio al instante. Estaba claro que iba al grano y no se pondrían a discutir por cosas como la moda o los duelos, ni de los “viejos” tiempos, eso se había tornado en algo delicado como para que Yusei regresara al pasado. Asintió afirmativo y después le hizo una seña al oji-azul para que lo siguiera a su cuarto.

—Ah, Yugi...—el viejo no dejó de preocuparse.

—No te preocupes abuelo, yo lo atiendo.—el venerable anciano no tuvo otra opción que resignarse y confiar en su nieto.

 

Al entrar a la habitación, el ex duelista del futuro pudo notar que la vida de Yugi simplemente se centraba en las cartas de duelo de monstruos. No tenía ni un solo cuadro pintoresco colgado en la pared, ni televisión, ni siquiera una figura que no fuese un dragón de duelo o algún otro personaje del mismo, lo único diferente eran los muebles y las fotografías de sus amigos adheridas al espejo. Tenía miles de cartas acomodadas en perfecto orden, por tipo, numero de estrellas y elemento sobre un estante diseñado específicamente para eso, no por nada estaban en una tienda de cartas.

—Bien Yusei, ¿A que debo tu visita?

Sus ojos azules se acongojaron  y su mente reprodujo las imágenes de sus pesadillas, las terribles imágenes donde el duelista extrovertido sufría.

—Eh venido desesperado a pedir tu ayuda, Yugi. Tengo la amarga sospecha de que algo terrible le ha pasado a Jaden.

—¿Jaden?, ¿Jaden Yuki?.

—Asi es. Me es muy difícil expresar este sentimiento pero me gustaría saber si él está bien.

—¿Todo esto por un presentimiento?. No creo que sea…

—También encontré esto en la información del futuro.—le entregó el articulo donde indicaba la desaparición del duelista sin ningún otro dato de ayuda, después a Yugi también se le había despertado ese sentimiento de preocupación.

—Tienes razón Yusei; ahora que lo pienso, Jaden llama mucho la atención en donde se para. Había aparecido en la TV un par de veces en diferentes partes del mundo teniendo duelos con los residentes, pero desde hace un tiempo sus apariciones cesaron.

—Entonces estamos en las mismas. ¿Crees que algo malo le pudo haber pasado?

—No lo sé pero, solo conozco una persona que puede ayudarnos en una situación asi.

 

Torre Kaiba, esa tarde.

 

—…Asi es, de acuerdo, asistiré a la junta con los documentos. Que tenga un buen día.—Seto Kaiba colgó el teléfono y se dio un ligero masaje en la sien para relajarse del estrés constante que tenia que sufrir día a día soportando su complejo de superioridad y delirio por pensar que todo mundo deseaba apoderarse de su corporación y hacerlo sufrir.

—Uff, esto no termina, ya quiero regresar a la mansión.

La llamada del intercomunicador no lo dejó relajarse del todo.—Hermano, Yugi quiere hablar contigo.

—¡¿Yugi?!.—eso si que era una sorpresa. El rey de los juegos se había dignado en aparecer después de varios años sin saber de él ni de lo que hacía y ahora lo visitaba repentinamente como cometa, tenía que ser importante como para haber tomado la decisión de ir a verlo. Eso había despertado su curiosidad y lo había sacado un poco de la rutina del constante estrés, además sonaba interesante.—Hazlo pasar Mokuba.

En pocos minutos la puerta se abrió dejando ver toda la anatomía de su eterno rival acercarse a él a paso tranquilo, con esa confianza y sus ojos centrados como lo recordaba sin perder su dulce inocencia que lo caracterizaba, sin embargo, se presentaba con una severa seriedad algo extraño en un sujeto con el historial aventurero de Yugi Mouto; ese detalle lo dejó bastante extrañado como para casi jurar que se trataba de otra persona. Además no venía solo, alguien más seguía al duelista mas famoso del mundo. Era un chico más joven a simple vista pero contagiado con la misma seriedad que su amigo tricolor haciéndolo parecer más adulto y rebelde, sobre todo por ese extraño tatuaje amarillo que adornaba su rostro, quizás sería cosa de la moda de los jóvenes de hora.

Lo miró bien, no recordaba haberlo visto en ninguna ocasión, ni siquiera en compañía de la ruidosa pandilla de amigos de su esposo, ni en ningún torneo aunque era claro que ese tipo era un duelista puesto que vestía un porta deck consigo; extrañamente ese tipo era un misterio de pies a cabeza.

Por otro lado, Yusei se emocionó un poco en presencia del creador de la tecnología más increíble de todos los tiempos de  los duelos de monstruos; Seto Kaiba era una leyenda en el tema asi como Yugi y Pegasus respectivamente. Recordó haber leído sobre él y su vida en un libro de la biblioteca hace ya bastante tiempo.

Nunca creí estar en presencia de el gran Seto Kaiba, para mi es todo un acontecimiento pero,es triste lo que le va a pasar. Creo que no estaría bien que le digiera sobre lo mal que lo pasará en el futuro.—entristeció—Seto Kaiba se casó con Joseph Wheeler hace dos años en esta época y vivieron muy bien juntos solo cuatro  años más hasta que… “eso” pasó.

Yusei desvió la mirada con lástima, no quería estropear más el futuro y no tenía idea de las consecuencias que se desatarían si advertía a Kaiba sobre el futuro secuestro y tragedia de su esposo en cuatro años más por culpa de un celoso rival del castaño y que todo eso acabaría por destruirlo de por vida emocionalmente. Yusei sabía todo eso pero estaba prohibido decirlo, quizás asi es como debían ser las cosas.

—A que debo tu visita Yugi.

—He venido a pedirte un favor Kaiba, es decir, este joven quiere un favor de ti.

—¿Este tipo? ¿Y por que he de acceder? Ni siquiera se quien rayos es él.

—Me presento Sr Kaiba, me llamo Yusei Fudo.—habló con respeto—He venido desde muy lejos para pedir su ayuda en una misión.

—¿Fudo? me suena a un científico que trabaja para mi, ¿Serán acaso parientes?

—Puede ser, pero ahora eso no es muy importante. Por favor, un buen amigo esta perdido. Yo sé que tal vez lo conozca, se llama Jaden Yuki. Le suplico me ayude con su tecnología a encontrarlo, es muy importante, creo que está en problemas.

—¿Jaden Yuki?¿Misión?. Pst, no me interesa lo que tienes de misión o lo que tenga que ver tu amiguito con eso, estoy muy ocupado como para jugar al detective. Si deseas ayuda ve directamente a la policía y levanta un acta.

—Kaiba—el tricolor intervino—Realmente necesitamos tu ayuda. Este asunto debe quedar en total discreción entre nosotros. La existencia de este joven no se debe saber.

—¿Qué estas diciendo? ¿Quién es él?

Era el momento de la verdad, sin ella, las posibilidades de acceder al favor del castaño eran casi nulas, era necesario decirle quien era él y lo que estaba pasando. Realmente era difícil hablar con Seto Kaiba.

—Yo no pertenezco a esta ciudad Sr Kaiba. Vengo de un futuro distante a esta época en la nueva ciudad conocida como Neo Domino.

—¿Del futuro?.

—Se que suena bastante difícil de creer pero la realidad es que he venido del futuro a este tiempo por el duelista Jaden Yuki. Se que está en dificultades y el archivo del futuro solo dice que nunca se encontró yo… necesito saber lo que le pasó.

Kaiba había quedado anonadado tras la información del chico. Su expresión daba a entender su incredulidad y pensó que se burlaban de él con un cuento de ciencia ficción; sin embargo, ¿Por que se tomarían la molestia de preparar una charada de esa forma? Yugi no se prestaría para algo asi y pensándolo bien, nada ganarían al hacerlo, entonces, debía ser verdad.

Por un momento la habitación se quedó en silencio y después el mensaje del conmutador fue lo único que se escuchó desviando a todos de la conversación.

—Hermano, Joey se volvió a salir de la casa y huyó de su guardaespaldas. Seguramente fue a Kaibalandia de nuevo.

Yugi sonrió y susurró el nombre de su amigo sin miedo.—Al parecer, no puedes domar el alma libre de Joey, Kaiba. No deberías tratar de ponerle correa a una persona acostumbrada a la libertad.

—Eso no te incumbe, entrometido.

—Si me lo permite Sr Kaiba—habló el bicolor—Tome muy en serio lo que le voy a decir: Cuide mucho a su esposo en todo momento o podría lamentarlo.

Ambos mayores lo voltearon a ver alarmados, ¿Qué había querido decir con eso? Ambos pensaron lo mismo; si Yusei venia del futuro y ahora les hizo ese comentario como advertencia es porque seguramente algo malo le pasaría al rubio. Kaiba se acomplejó y sin perder tiempo pidió a Mokuba que lo localizara a como de lugar y que además se presentara en ese momento junto a él lo antes posible.

Mientras Kaiba daba instrucciones mediante el conmutador a su hermano menor, Yugi miro seriamente a Yusei sin contenerse a cuestionarlo procurando no hablar muy fuerte como para preocupar más al empresario.

—Yusei, acaso…¿Algo malo le va a suceder a Joey?  

El bicolor desvió la mirada hacia el suelo y se reprimió por haber hablado de más sin pensar.

—Yo, lo siento Yugi pero, no puedo decirte nada. El futuro es algo que no se debe saber por el bien del espacio tiempo y su tranquilidad en esta época. Ahora lo mas importante es encontrar a Jaden.—se serenó nuevamente.

Yugi no había quedado totalmente satisfecho con dicha respuesta, Jaden era importante pero si se trataba de su mejor amigo la relevancia se igualaba; aun asi era mejor dejar pasar esta ocasión y buscar otro momento para enterarse.

—Estoy asombrado por lo que dices chico. Si en verdad eres quien dices ser entonces respóndeme esto. ¿Qué me pasará en el futuro?.

Yusei no enfrentó los ojos azules del castaño y se quedó en silencio por varios minutos.

—Entiende Kaiba que él no puede darnos información del futuro o podríamos ocasionar una paradoja.

—Como siempre exagerado Yugi, hum, esta bien. Supondré que caigo en su absurda broma y creo que viene del futuro. ¿Cómo piensas que yo podría ayudarte a encontrar a tu amigo?

—El es un duelista—volvió a hablar Yusei—Debe tener su disco de duelos, al menos cerca de él. Si rastreamos su señal podremos dar con él, o al menos tendríamos una pista.

—Umm, Jaden Yuki ¿Verdad? Mmm recuerdo a ese chico. Fue el mejor duelista que la Academia de Duelos haber tenido en su historia, incluso yo mismo lo reconocí como duelista. Un chico muy talentoso sin duda.—se metió al sistema principal de su computadora para averiguar mas sobre el tema e investigó todo lo que estaba a su alcance. Así pasaron los minutos en completo silencio hasta que el empresario volvió a hablar.

—Hay una alerta de desaparición de este duelista de hace un año exactamente.

—Sí.—Yusei afirmo con un cabeceo.

—Bueno, al parecer las autoridades dejaron de buscarlo hace tiempo, pero hay más.—pausó sus palabras  para poner atención al artículo y explicarse—Un duelista de nombre Jesse Anderson desapareció unos meses antes que Jaden.

—¿Jesse?

Kaiba continuó explicando al notar la confusión en la cara de los presentes.

—Este chico cursó un año con Jaden en la Academia de Duelos y de acuerdo con este almanaque, es un muy buen amigo de él.

—¿Conoces a alguien con ese nombre, Yusei?

—Recuerdo haberlo visto en un articulo del pasado y su estilo de duelo, pero no encontré nada acerca de su desaparición.

—Quizás alguien borro ese expediente y se vio reflejado en el futuro.— Yugi afirmó esa sospecha.

—¿Por que harían eso? ¿Quién?

—De hecho, a Jesse no lo buscó la policía. De acuerdo a estos datos, se sabe de su desaparición por el aviso de un amigo cercano a él y sin embargo el caso se cerró unas semanas después de haberse levantado el acta.

—¡Imposible! !¿Por qué?!

—Esta claro que alguien no quiere que sepamos nada sobre ese chico. Quizás esté relacionado con la desaparición de quien buscas.

—Por favor Sr Kaiba, le ruego rastree el disco de duelo de Jaden. Por favor.

El castaño se levantó de su escritorio y les dio la espalda dirigiéndose al ventanal para mirar a través de él y cruzo los brazos pensativo, luego después de unos segundos replicó.—Se hará lo que esté a mi alcance pero no garantizo nada. No quiero verme envuelto en ese problema.

—Gracias Sr Kaiba.

 

Kaibalandia.

 

El estruendo de la gente le había dado vida al estadio de duelo en la gran arena de Kaibalandia llenándolo de alegría. Fue más el grito de euforia cuando se dio por finalizado el encuentro entre un principiante y el tercer mejor duelista del mundo. Todos lo aclamaban y a la vez, la gente cercana pedía su autógrafo.

—¡Sr de Kaiba, Sr de Kaiba, un autógrafo!

—¡Arr, no me digan asi, soy el gran Joey Wheeler, no lo olviden!

—¡Kyaaa, Sr de Kaiba! ¿Cuándo vendrá junto con su marido?

—¡Sí, cuando!, !Estamos ansiosas de verlos juntos!

—¡Se ven tan bien! aww.

Siempre era así desde que su relación con el empresario se había hecho pública. Todo mundo se moría por verlos juntos en la calle y tener la oportunidad de atraparlos en un beso o simplemente tomados de la mano para poder sacarles miles de fotos como la pareja del año que eran. La relación entre ellos iba de maravilla pero ese detalle de los paparazzis los estaba cansando. Así orillados a permanecer en un solo sitio, Joey tenía prohibido salir de la mansión sin una escolta y Kaiba solo podía disfrutar de su esposo libremente en su hogar lejos de toda esa gente insistente que los llevó hasta el encierro sin poder disfrutar la vida de la ciudad como una pareja normal. Comenzaban a pensar en mudarse de la ciudad.

—¡Kyaaa Sr de Kaibaaaa!

—¡Un autógrafo!

—¡Quiero llevármelo a mi casa, kyaaay!

Joey estaba en problemas.—¡E…escuchen tómenlo con calma, hagan una fila, ahh!

El bullicio se estaba complicando aun más su fanatismo y la gente había acorralado al duelista sin darle escape o poder hablar; pronto aquel pacifico encuentro se volvió una masa de gente aturdida empujándose y golpeándose, jalando al rubio y tratando de ser los primeros en ser atendidos.

—¡Auhh, ahora si creo que me hace falta mi guardaespaldas!.

Un auto entró sonando alertadamente el claxon con la aparentemente intención de arrollarlos a todos, lo que provocó que la gente se disipara para salvar su vida.

El auto frenó muy cerca del rubio y abrió la puerta del copiloto invitándolo a entrar. Joey vio al conductor descubriendo que era una cara conocida y más confiado entro al vehículo alejándose del bullicio.

—Duke, me salvaste la vida amigo.

—Aun no te la he salvado Joey.

—¿Por qué lo dices?

Ya más lejos de Kaibalandia frenó en un terreno abierto y solitario.

—Joey, ¿cuando aceptaras mi propuesta y te vendrás a vivir conmigo?

—No bromees Duke. Yo soy casado.

—Es precisamente eso que me molesta. Joey, divórciate y ven conmigo.

—Ya deja eso Duke.

—Por favor, se mi amor—asi como asi, trató de besar esos deseables labios y acariciarlo en el pecho como si fueran amantes de años pero otra vez se había ganado un puñetazo en el rostro como todas las veces pasadas que lo había intentado.

Deseaba probarlo, deseaba hacerlo suyo, tal sabor solo existía en sus fantasías y estaba loco por descubrir la verdad de ese apetecible cuerpo del rubio sin embargo otra vez se quedaría con las ganas.

—¡Ya habíamos discutido esto Devlin, no quieras pasarte de listo conmigo. Yo amo a Seto y ningún otro hombre podría igualar este sentimiento que esta ardiendo en mi por él, asi es que arroja esa basura de tu cabeza porque siempre será no!

Cada que Devlin escuchaba su rechazo una parte de él se consumía en la ansiedad, en el deseo y la negación, él no podía aceptar que alguien en el planeta fuera capaz de rechazarlo cuando todo mundo, chica o chico, estaban locos por él y a sus pies. Joey era un chico como ninguno, se caracterizaba por su optimismo y por su fuerza de voluntad, su sentido del humor y su belleza era un bono extra asi es que ¿como podría dejar pasar a tan espectacular espécimen?, incluso el gruñón de Seto Kaiba se había dado cuenta de eso y le había ganado la partida tomándole la delantera, eso ultimo lo irritaba cada día.

El rubio salió enojado del automóvil y chasqueo los dientes en señal de enfado puesto que ya estaba harto de ese constante acoso de parte del pelinegro, además se sentía impotente por no poder hacer que su amigo cambiase de parecer y lo viera solo como eso, un amigo. Sacó su celular y lo encendió para llamar a su guardaespaldas para que lo viniera a recoger, asi fue que notó los exagerados mensajes y llamadas perdidas de su cuñado.

—¡Rayos, Seto me va a matar!—llamó rápidamente al numeró que lo había tratado de localizar.

—Si, ¿Mokuba? Ahh perdón por no contestar, es que… tenía baja la batería, y emm ¿que pasa?....

La mirada esmeralda del pelinegro se ensombreció y al bajar del auto se acercó al desprevenido rubio como una fiera, imaginó al castaño burlándose de él por su deseo enajenado  de  poseer a su esposo y hacerlo de su propiedad. No podía rendirse, no aceptaba el fracaso, no podía permitirse perder ese capricho que tanto anhelaba desde varios años y lo mas importante, no perdería ante Kaiba.

Tomó al rubio fuertemente de los hombros y por fin realizó su sueño, al tomarlo por sorpresa  le robó un apasionado beso a la fuerza. Joey quedó desconcertado y en seguida forcejeo con el pelinegro, Devlin quería profundizarlo por lo que aprisionó su cuerpo con sus brazos, después jaló sus cabellos dorados para hacer que Joey abriera la boca y así le diera entrada a la lengua ansiosa del empresario. 

Forzado a besarlo, Devlin mordió y succionó la sangre del rubio que comenzaba a brotar de su lastimado labio, después Joey dejó caer el celular con el interlocutor todavía en el otro lado de la línea.

Unos minutos en esa posición hasta que por fin el pelinegro lo dejó respirar. Joey tomó bocanadas de aire, se limpió la sangre de su boca con la manga de su playera y lo miró con odio.

—¡Devlin!, ¡eres un…

—No me arrepiento de haberte besado, como este abran muchos mas cuando te cases conmigo, Joseph de Devlin.

—Ni en tus sueños.

—!Lo serás, asi tenga que obligarte, Joey!

Un lujoso automóvil negro se acercó a ellos, Mokuba salió de inmediato regañando al rubio por haber apagado su celular imposibilitándole su rastreo hasta que lo volvió a prender, por suerte no estaba lejos de ahi, sin embargo, ninguno de los dos muchachos le prestó atención, siguieron mirándose como esperando a atacarse hasta que el rubio rompió el silencio, escupió sangre y le dio la espalda.

—Es una pena que nunca realices tus sueños Devlin, lo siento pero, tu y yo ya no podemos ser amigos. Es mejor que cortemos la amistad.

Se alejó del pelinegro sin voltear ninguna vez a dedicarle una mirada de lástima y siguió su camino seguido por su cuñado hasta que subió al automóvil y partieron.

—¡Esto no se va a quedar asi Joey. ¿Me escuchas?! ¡Tú te vas a casar conmigo Joey! ¡Algún día tu vas a ser mío!

Aun dentro del vehículo se pudieron escuchar las amenazas del oji esmeralda quien después azotaría la puerta de su automóvil y juraría cumplir con sus objetivos.

 

Ya veremos quien es el verdadero amor en tu vida Joey.

 

Mokuba miró a su cuñado bastante afligido, no sabía en que momento se había perdido de ese encuentro con el Devlin, es decir, desde cuando era que el pelinegro estaba interesado en el oji miel. Kaiba seguramente mandaría a asesinar a su rival empresarial por ese simple hecho y se vendría una guerra como Marco Antonio por Cleopatra en el antiguo Egipto.

—¿Joey…

El rubio adivinó lo que quería preguntarle—No te preocupes Mokuba, solo son cosas tontas de Duke Devlin. Nada importante, no le digas a tu hermano por favor. No quiero angustiarlo—sonrió dulcemente dándole la confianza que el pequeño Kaiba necesitaba.

—Pero…

—Tranquilo, lo tengo todo bajo control.—guiñó uno de sus dorados ojos.

—ohm, bueno, esta bien, tú sabes lo que haces Joey.

—Gracias pequeño, te debo una.—sonrió ampliamente.

A veces las decisiones de nuestras acciones no nos dan ninguna señal para prevenir nuestro fatídico destino y eso era algo que Joey Wheeler no contempló al no confiarle ese secretillo a su marido pensando que el asunto era insignificante y sin sentido. Lo que no pudo adivinar es que ese sería el principio de una lucha de posesión encaminado a un final trágico al que Yusei se refería cuatro años mas tarde por el rubio.  Nunca se sabe como va a reaccionar la gente y menos una persona despechada.

Llegaron a la torre Kaiba y al momento de estar cara a cara con su marido este último en vez de regañarlo, salto a abrazarlo protectoramente entre un acogedor y cálido gesto que sorprendió de sobremanera al rubio atolondrado.

—¡Que bueno que estas bien!—cambió su tono severo por uno mas suave en presencia de su amado.—estaba muy preocupado.

—E…estoy bien Seto, no entiendo por qué la preocupación.

Seto tomó su mentón y se miraron íntimamente a los ojos del otro, al final un dulce beso volvió a recordarles lo mucho que se amaban, mas algo andaba mal.

—Sabes a metal cachorro, tienes una herida en los labios.

—¡Ah..! ¡No es nada, es que…me …me mordí mientras comía, eso es todo jejeje!

—Ay cachorro ni siquiera tú estas a salvo de tus propias mordidas.

—¡Que no soy un jodido perro!—su reacción provocó una ricita a todos, después se dio cuenta de las dos presencias en la oficina.

—¡Yugi!—saltó a saludar a su viejo y querido amigo del que no sabia nada desde que formo parte de la familia Kaiba.—¡Viejo, que sorpresa. ¿Cómo has estado?!

—Veo que no cambias Joey, sigues siendo tan explosivo como siempre.

—Jejeje y…am..¿Este chico es?

—Yusei Fudo, es un gusto conocer al tercer mejor duelista de todos los tiempos.—lo saludó dándole un apretón de manos.

—Vaya, no sabía que era tan famoso, no es para tanto jeje.

—Modestia aparte cachorro.

—Aishi, que no me digas así gato feo. Ah, por cierto. –cambio su expresión—¿Qué te trae por aquí Yugi?.

Le respondió su esposo en vez de su amigo quien no dijo nada por la intromisión del castaño—estamos metidos en una misión cachorro. Un amigo del Sr Fudo se ha perdido.

—Vaya que terrible. ¡No te preocupes, Seto es un as encontrando cosas! ¡Ya verás que lo hallaremos en un tris tras!—le guiñó el ojo bastante coqueto.

Yusei no pudo evitar el sonrojo en sus mejillas, la actitud del rubio tan animada y optimista le recordaba bastante a su extrovertido Jaden; ese chico que, literalmente, no lo dejaba dormir y permanecía siempre en sus pensamientos y lo hacia suspirar mas veces que su propia respiración en el día se veía reflejado en la actitud del oji dorado; entendía por qué Seto Kaiba se había fijado en su actual marido pues realmente su situación la veía muy parecida comparándolo con él. Es decir, Kaiba era como él: educado, inteligente, centrado, pero sobre todo serio y con dificultades para expresar sus sentimientos en la sociedad. Una persona asi necesitaba a su lado a alguien del contraste de su estilo, alguien que le hiciera vivir realmente la vida como es, una persona especial por la cual luchar día a día, alguien que le de significado a la palabra felicidad, porque eso era de lo que ni Seto ni Yusei entendían bien, la felicidad. Personas como ellas les hacían sentir que en realidad eran seres humanos y no máquinas sin sentimientos, personas como Joey y Jaden, la felicidad.

 

Jaden, pronto volveré a verte, donde quiera que estés, resiste.

 

Londres, por la noche.

 

Londres, la ciudad cosmopolita neurálgica llena de vida cultural y con varias actividades de entretenimiento estaba ahora tiñendo sus cielos de gris debido al mal tiempo tormentoso por el que el clima de otoño surcaba. La lluvia había ahuyentado de las calles a la mayoría de  los residentes que se refugiaban en los edificios y casas esperando que el mal clima pasara.

En ese momento, a las afueras de la zona residencial, una casona de aspecto fúnebre hacia juego entre el aspecto triste del clima. Su madera roída, agujeros por doquier y su descuido en general daban ese toque lúgubre como cualquier casa de los sustos en condición de abandono.  

La puerta del dormitorio principal se abrió y un chico de cabello peli turquesa y expresión siniestra se acercó al muchacho que yacía inconsciente sobre la amplia cama.

—¡Oh, Jadeen, mi amado Jadeen!—lo llamó en forma cantada con un toque sutil de burla— Es hora de envolverte de nuevo con el puro y resplandeciente significado de nuestro amor.

 

Continuara…

 

Notas finales:

 

Aqui otras imagenes:

Crow y Jack:

http://www.zerochan.net/1427675#full

Yusei y Jaden Starshipping:

http://25.media.tumblr.com/tumblr_m7fns2ICps1qiz6apo1_500.png

Jesse y Jaden:

http://25.media.tumblr.com/tumblr_m5bmkxRcZY1ql5wdko1_1280.gif

 spiritshipping:

http://31.media.tumblr.com/eef037ff9a3a25f21baa24c3ba8febae/tumblr_mizyj0vudo1rhwbyvo1_500.jpg

 


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