Había pasado más de un año… un año hermoso, en el que habíamos pasado muchas cosas juntos; peleas, reconciliaciones, discusiones, alegrías, llantos, sonrisas… todo esto logró unir más nuestra relación como pareja y yo mismo darme cuenta, aunque mi orgullo me lo prohíba, que cada día me enamoraba más y más de ese tonto presumido que le lanza corazones a todo el mundo, pero que sé que el verdadero me pertenece sólo a mí.
Nunca podré olvidar el día en el que se me declaró y nos dimos nuestro primer beso. En seguida una estúpida sonrisa se forma en mi rostro cuando lo recuerdo.
Habíamos estado ensayando todo el día en la sala de ensayos de la empresa porque pronto haríamos un comeback. Llegamos agotados al departamento del grupo, sólo queríamos darnos una ducha rápida y acostarnos a dormir.
Yo, como el líder, me ofrecí para ser el último en ducharme para que los chicos fueran primero. Uno a uno fueron ocupando el baño: Dongwoo, Hoya, Sungjong, Sungyeol, Myungsoo, Woohyun y por último, yo.
Después de ese relajante baño me puse mi pijama y fuí a la habitación que compartía con Woohyun.
Procuré entrar muy sigilosamente, pensando que el menor ya estaría durmiendo pero, contrario a mis creencias, él estaba aún despierto haciendo quizás que cosas con su celular, además de estar acostado en mi cama.
- Woohyun, ¿Qué haces todavía despierto? ¿¡Y qué haces en mi cama!?- le pregunté algo extrañado. El menor sólo sonrió y me respondió
- Oh, hyung, te estaba esperando,- dijo sin borrar la sonrisa de su rostro- la noche está muy fría así que pensé que mejor podríamos dormir juntos
Me paralicé ante esas palabras.
Después del tiempo que habíamos sido trainees y habíamos formado Infinite, yo me había dado cuenta que le tenía un cariño especial al Namstar y al poco tiempo asumí que ya no era cariño de amistad, sino que algo más.
Por lo que claramente lo que me había dicho dejó mi mente hecha un verdadero lío. ¡¿Cómo rayos podría dormir teniéndole a centímetros de mi cuerpo toda la noche?!
Al ver que no le contestaba me miró un poco desilusionado y continuó
- Está bien si no quieres… era sólo una sugerencia… - e inmediatamente comenzó a removerse en la cama para salir e irse a la suya, pero lo detuve.
- N-no, está bien –sonreí algo nervioso – después de todo soy yo el que se enferma con facilidad, supongo que será lo mejor – esto último lo dije casi en un susurro
El menor, al escuchar mi respuesta, volvió a acomodarse rápidamente entre las sábanas con una enorme sonrisa en el rostro, haciéndome un ademán con la mano para que yo me acostara a su lado.
Nunca imaginé que ese sería uno de los mejores momentos de mi vida
Apagué la luz, quedando la habitación iluminada sólo por los tenues rayos de la luna que se filtraban entre las cortinas, y lentamente me acerqué a mi cama mientras Woohyun abría las frazadas para que yo me acomodara allí. Me recosté de espaldas esperando que el sueño hiciera su trabajo, pero para mi desgracia o suerte, ni siquiera podía cerrar un ojo de lo nervioso que estaba.
- Hyung, tengo frío… - murmuró de repente la persona a mi lado. No pude evitar ladear la cabeza para observarlo, encontrándome con un Woohyun girado hacia mí, mirándome con la cara más estúpidamente tierna que tenía y que me encantaba.
- Eh… creo que tengo unas frazadas en el ropero, te las traeré – pero antes de hacer ningún movimiento el Namstar me tomó del brazo
- ¿Sabes? Tengo una idea mejor… - y dicho esto me hizo una seña para que me girara en su dirección, en cuanto lo hice, sentí su cuerpo junto al mío, su cabeza apoyarse en mi pecho y sus brazos rodeando mi cintura.
Al principio no supe cómo reaccionar, me estremecí por su contacto, sin embargo aquello me agradaba de sobremanera. No pude evitar pasar uno de mis brazos bajo su cabeza mientras que el otro lo acomodaba alrededor de su cuerpo. Apoyé suavemente mi cabeza en la suya, respirando su aroma…
Ese momento era perfecto, no me hubiese importado morir allí.
En cuanto terminé de acomodarme, él me estrecho aún más contra su cuerpo. Aquella sensación era tan agradable, aquel no era un simple abrazo, sentía que había una razón tras su acción. Mi corazón latiendo demasiado rápido y mi mente no lograba pensar con claridad. ¿Acaso ese niño también sentía algo por mí? ¿O simplemente era para terminar con su supuesto frío? Estaba perdido en estos pensamientos cuando me llamó
- Sunggyu hyung… - hizo una pequeña pausa - ¿Puedo… decirte algo? – sonaba algo… ¿Inseguro?
Ok, eso era digno de recordar: El Namstar estaba inseguro, quién lo diría.
- Claro, d-dime… - debo reconocer que mi tono no fué para nada distinto al suyo, estaba sumamente nervioso.
Espero unos segundos para seguir…
- Creo que… me enamoré de ti, hyung…
1…2…3…
Sentía los segundos pasar muy lentamente mientras intentaba asimilar lo que el menor me había dicho… así que después de todo aquel no era un simple abrazo.
Quedé estático.
Aún seguíamos en la misma posición, y después de que me dijo aquello, menos ganas me daban de soltarlo.
No podría describir la felicidad que me inundó en aquel instante. Habían demasiadas emociones recorriendo mi cuerpo.
Sin saber qué hacer, sólo atiné a estrecharlo con fuerza entre mis brazos, para que sintiera que le correspondía. Cuando por fin logré pensar con claridad sonreí suavemente, exhalando un poco de aire por mis fosas nasales, el cual rosó su cabello.
- Y yo creo que me enamoré de ti, Woohyun… - pude sentir el calor en mi rostro. Gracias al cielo la luz estaba apagada.
-¿E-En serio? – dijo sorprendido mientras se incorporaba un poco para dejar su cabeza apoyada en la almohada donde estaba la mía y mirarme, aún sin separar nuestros cuerpos, quedando su rostro a escasos centímetros del mío.
Nos miramos a los ojos gracias a la tenue luz de la luna.
- Yah, ¿Crees que estaría acostado en mi cama abrazando a cualquiera? Woohyun, hace tiempo no sabía qué me pasaba contigo, cada vez que me mirabas me ponía nervioso, cada vez que me tocabas me estremecía… hasta que me dí cuenta que el cariño que sentía por ti era más que de una simple amistad…
Mis mejillas ardían en ese momento. Él esbozó una gran sonrisa y rió suavemente a lo que yo respondí riendo de la misma manera.
No podía estar más feliz. El menor sentía lo mismo que yo.
- ¡Ah, Hyung! No sabes lo felíz que soy – dijo a la vez que me abrazaba, para luego volver a acomodar su cabeza sobre la almohada y mirarme nuevamente. Yo sólo podía sonreír – entonces… -dijo mientras acercaba su rostro al mío - ¿Qué tal si ahora me dejas… hacer algo?
Mis nervios volvían a aparecer.
- Y-yah, Woohyun, q-que intentas hacer- susurré mientras se acercaba cada vez más, aunque no intenté detenerlo.
Quería que me besara.
- Algo que ambos queremos… - susurró sobre mis labios antes de eliminar la pequeña distancia que los separaba de los suyos
Sus labios presionaron suavemente los míos, primero sin moverse, sólo tanteando el terreno. Inmediatamente cerré mis ojos y me dejé llevar. Me moví levemente a lo que él respondió sin pensar. Aquel era un beso tranquilo, traspasando todo lo que sentíamos con ese pequeño contacto.
En un momento de descuido, mordió delicadamente mi labio inferior, a lo que respondí separándolos para que él pudiera explorarme a su antojo. Sentí como su lengua entró tímidamente en mi cavidad y comenzaba un lento y placentero juego con la mía. Nos saboreábamos, disfrutábamos de aquel beso. Su sabor era embriagante, me sentía volar.
Era increíble lo que aquel chico podía provocar en mí con un simple beso.
Después de un momento, la falta de aire se hizo inevitable, por lo que muy lentamente nos separamos. Nos observamos por un momento con una pequeña sonrisa en nuestros labios y luego volvió a acomodarse en mi pecho, volviendo a la posición en la que habíamos estado hace unos momentos atrás.
- Creo que ya no volveré a tener frío en las noches – dijo con un aire divertido
- Ni creas que te dejaré dormir en mi cama todas las noches, eh- repliqué sin poder evitar reírme un poco – tonto…
Le escuché reír un poco.
- Buenas noches hyung – susurró para disponerse a dormir.
- Buenas noches Woohyun – susurré también apretándolo contra mi pecho y por fin logrando cerrar los ojos y descansar.
Si, aquella noche había sido una de las mejores de mi vida.
Al día siguiente de ese acontecimiento, me había pedido que fuésemos novios, a lo que claramente acepté con una sonrisa y un enorme sonrojo.
Le encantaba hacerme sonrojar.
- ¿Qué haces hyung?
Hablando del rey de roma…
- Nada… estaba recordando… algo – no quise decirle o sino me molestaría lo que quedaba del día.
- Aww… no me digas que te acordabas de la noche en la que nos besamos por primera vez – dijo colocándose a mi lado, mirándome con los ojos brillantes de emoción
¡Click!
No entendía cómo, a veces, podía llegar a ser tan inteligente.
Estábamos solos en el departamento. Nos habían dado un fin de semana libre y los chicos habían ido a sus casas a visitar a sus familias, mientras que Woohyun y yo nos quedamos para cuidar el lugar.
Mala idea.
- Cl-claro que no – dije desviando la mirada y con un tono fingidamente desinteresado.
- Entonces, ¿Por qué te sonrojas? – me dijo con una sonrisa mientras se acercaba cada vez más a mi cuerpo.
No me dejó responderle ya que rápidamente me sujetó por la cintura y me besó. Fué un beso travieso y algo rápido para mi gusto, gruñendo un poco cuando se separó.
Yo quería más.
Un par de veces habíamos estado en situaciones bastante “comprometedoras” pero nunca pasábamos más allá de besarnos y tocarnos un poco sobre la ropa.
¡Vamos! Un año de relación era más que suficiente para hacer algo mas que sólo besarnos, ¿Verdad? Después de todo nos conocíamos hace mucho mas tiempo y ya estaba anocheciendo.
- Hyung, ¿Qué te parece si vemos una película? – Me preguntó emocionado, sacándome de mis pensamientos.
- Ok, ¿Cuál quieres ver? – Le respondí
- Mmm… - se acercó a la repisa donde habían unas películas que habíamos arrendado, hurgueteó un poco hasta decidirse por una y me la mostró - ¿Qué te parece esta?
- “Koizora” – leí en la carátula de la pequeña cajita – nunca la he visto, supongo que estará bién – le dije asintiendo.
- Pero creo que el reproductor está en la habitación, debemos ir a verla allá – dijo el menor e inmediatamente me congelé.
Siempre dormíamos juntos por las noches ya que compartíamos la misma habitación y los miembros ya sabían de lo nuestro, pero era sólo eso: dormir. Ahora tenía una sensación extraña. Hace un tiempo quería dar el siguiente paso en nuestra relación, pero esto no quedaba en mas que en mi mente ya que siempre había alguien mas en el departamento.
Sin embargo esta vez estábamos solos, y serían dos días…
- Iré a la cocina para traer algunos bocadillos – le dije tratando de ocultar mi nerviosismo y me encaminé a la cocina mientras él iba a poner la película en la habitación. Necesitaba despejar mi mente.
Comencé a revisar el refrigerador hasta que encontré un recipiente con kimbap que había hecho Woohyun el día anterior, lo puse sobre un plato, llené dos vasos con jugo y me dispuse a pelar y picar un poco de fruta. Cuando estaba terminando sentí unos brazos rodear mi cintura desde atrás, entrelazando sus dedos en mi vientre, y una cabeza apoyándose en mi hombro.
- ¡Mmm! Eso se ve delicioso – dijo mirando los platos frente a mí. Sonreí un poco.
Adoraba sentir su cuerpo en mi espalda, su calor me era gratamente reconfortante. Sin soltarme me seguía mientras yo ordenaba todo dentro de una bandeja para llevarlo a la habitación.
Sólo al llegar al lugar, Woohyun se separó de mi espalda para ir a poner la película, mientras yo me acomodaba en un lado de la cama, bajo las mantas, poniendo unos cojines en mi espalda para apoyarme en el respaldo, dejando la bandeja al medio de esta, para que el menor se acostara en el otro lado.
Cuando se dio media vuelta para ir a acostarse a mi lado, puso una expresión de descontento, y creía saber el porqué.
- ¡Hyung! – dijo haciendo un pequeño berrinche, aún parado frente a la cama – ¡pero yo quiero acostarme a tu lado!
Lo sabía.
No pude evitar sonreír ante esa escena, ¿Acaso me había enamorado de un niño pequeño?
- ¡Eish! Yo quiero estar al lado de la comida – dije con un fingido enfado
Me encantaba jugar así con él y él lo sabía.
Pensó un momento hasta que su rostro se iluminó, indicándome que algo se le había ocurrido.
- ¿Sabes? Tengo una idea mejor – dijo sonriendo lascivamente mientras se acercaba a la cama.
Me parecía ya haber escuchado esa frase antes.
Me hizo acomodarme en el medio de la cama y tomar la bandeja con comida en mis manos, mientras él se posicionó detrás de mí, con sus piernas abiertas para así quedar yo entre ellas. Por último dejé la bandeja en mis piernas.
Me abrazó.
- ¿Qué tal así? – dijo asomando su cabeza por mi hombro mientras sonreía – tu quedas al lado de la comida y yo quedo al lado tuyo.
- Me gusta – dije recostándome en él sonriendo también y con un tono juguetón en mi voz mientras giraba mi cabeza para mirarlo.
Sus labios…
Se me antojó besarlo y como si hubiera leído mi mente, comenzó a acercarse hasta que posó sus suaves labios sobre los míos.
Adoraba besarlo.
Comenzamos a ver la película mientras comíamos. Tenía momentos de alegría, romance y gran parte de angustia, aunque era buena. Recomendable.
A momentos Woohyun tomaba un trozo de kimbap o fruta con los palillos y me lo daba en la boca a mí. Yo intenté hacer lo mismo con él una vez, pero al estar detrás mío no acerté en su boca y terminé por dejarle una mejilla llena de jugo de manzana. Reímos.
Seguimos así hasta que en un punto dejamos de poner atención en la película. Se nos había acabado el kimbap y nos quedaban sólo unos trozos de manzana que yo había picado en tiritas largas. El menor tomó un pedazo, que yo pensaba que me daría porque se dirigía a mi boca, pero en el último momento desvió su trayecto pasando sobre mi hombro para dejarlo en su propia boca hasta la mitad, mientras la otra mitad quedaba hacia afuera, ofreciéndomela.
Me acerqué para morder el pedazo sobresaliente y en cuanto lo hice atrapó mi labio inferior con sus dientes para darme un apasionado beso.
Me daba la impresión que Woohyun quería lo mismo que yo y eso me agradaba.
Seguimos alimentándonos de boca en boca, intentándolo yo un par de veces también, besándonos o a veces sólo rosando nuestros labios, hasta que sólo quedaba un pequeño cubo de manzana en el plato. Ambos lo miramos como para pensar de qué forma lo podríamos comer ya que era demasiado pequeño para compartirlo igual que el resto de los trozos de fruta, los cuales eran alargados.
- Cómelo tú – dije resignado al no encontrar alguna forma “sugerente” para comerlo. Inmediatamente él se lo echó a la boca sin decir una palabra.
Me sentí algo decepcionado. Creí que me lo ofrecería de vuelta.
De esa manera dejé la bandeja sobre la mesita de noche que estaba al lado de la cama, volviendo prontamente a mi cómoda posición bajo las mantas, encontrándome con que el Namstar aún tenía el trozo en la boca.
- ¿Quieres? – preguntó con algo de dificultad por la fruta en su boca, mirándome con una sonrisa de medio lado.
- ¿Y cómo se supone que me darás? – me giré para mirarlo, como analizándolo, alzando una ceja.
- Mmm… bueno… tú quieres comer, yo también quiero, así que eso nos deja una sola opción…
- ¿C-cuál? – no pude evitar tartamudear y lo peor de todo es que no sabía si odiaba o me encantaba que provocara eso en mí.
Me ponía los pelos de punta.
- Así – dijo como si fuera lo más obvio del mundo e inmediatamente nos fundimos en un nuevo beso.
Sentí cómo su lengua se abría paso entre mis labios para posteriormente acercar el trozo de fruta a ellos y morderlo en el momento en el que se encontraba justo en medio, dejando un trozo en su boca, mientras el otro quedaba en la mía.
En cualquier otra circunstancia hubiese encontrado eso asqueroso, pero ahora me era excitante en cierto modo. Su saliva entrando descaradamente en mi boca junto con el dulce sabor de la fruta recién mordida hacían una deliciosa combinación.
Al separarnos mascamos y tragamos lo que había en nuestras bocas sin dejar de mirarnos. Podía ver el brillo del deseo en sus ojos, asumiendo que los míos no estarían diferentes.
La televisión continuaba encendida, aunque la pantalla mostraba un fondo azul que indicaba que la película ya había terminado, la que nos daba un poco de iluminación ya que afuera había oscurecido.
- Hyung… - pronunció suavemente
- ¿Mmm…? – dije de la misma manera, siendo incapaz de articular palabra alguna, mientras que con su diestra me acercaba a su rostro para que sus labios rosaran los míos
- No sabes cuánto te amo… - dijo mirándome directo a los ojos
Me sonrojé.
No era la primera vez que me decía aquellas palabras, yo también se las había dicho un par de veces, pero sentí que ahora les descubría su verdadero significado. ¿Amor? Si, definitivamente era amor lo que sentía por ese niño. Me encantaba estar a su lado, despertar junto a él, adoraba que me besara y que me dijera cuánto me quería una y otra vez. Aunque me mostrara frío en los temas amorosos, él era el único que podía sacar ese lado de mí que nadie más conocía.
- Woohyun, no te vayas nunca de mi lado… - susurré – prométeme que aunque infinite se separe, tu seguirás conmigo…
- Te lo prometo, nunca te dejaré… - dijo por fin terminando con el espacio que separaba nuestros labios.
Sus labios se movían al compás de los míos, algo ansiosos, nuestras lenguas jugueteaban entre sí, separándonos sólo para probar nuevos ángulos que nos proporcionaran mayor placer.
Fue el beso más apasionado de mi vida. Sentía cómo su cuerpo comenzaba a subir de temperatura al igual que el mío...