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There is romance por Queen Misery

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Abro despacio mis ojos, como todas las mañanas. Frente a mí, una pared blanca, que me hace recordar el lugar en el que me encuentro. Lanzo un suave suspiro, incorporando mi cuerpo con suma pereza en mi lecho. Estiro suavemente mi cuerpo, sacudiendo mi cabeza para despejarme un poco.

Repentinamente, abro mis ojos sobremanera, recordando la charla personal que tuve conmigo mismo. Llegue a la conclusión de que era hora de poner las cartas sobre la mesa y dejarme de rodeos, puesto que a mis 25 años, no era normal comportarme como un idiota colegial, cobarde. Debía fajar mis pantalones y verle a la cara. Decir lo que pienso. Lo que siento. Lo que me hace sentir. Frunzo mi ceño, en señal de poder y tratar de tener una imagen convencida de mis pensamientos, pese a que era todo lo contrario. Normalmente actúo como un idiota y no pienso en lo que haré; pero ésta vez sería más prudente.

Mi aseo personal, no toma más de 20 minutos, ya que no había mucho que hacer. Serían solo ensayos sin más.

Dando un largo suspiro, abro la puerta de mi alcoba, ya listo. Bella sorpresa con la que me reciben al salir: él está frente a mí, saliendo de la puerta vecina. Ante aquella sonrisa, no había mucho que yo pudiera hacer. Maldigo el día en que decidieron hacerlo rubio, y provocar que su piel morena se hiciera más notoria, esa piel que me encanta tocar y sentir. Cierro los ojos, aún actuando cual somnoliento.

-Buen día, hyung. ¿Listo para empezar?- Ríe, de esa manera peculiar que tiene de hacerlo, comenzando a caminar por el pasillo y yo a su lado.

-Buen día… -Atiendo a contestar con leves murmuro.

Entre una plática trivial, llegamos al estacionamiento del departamento.

-Pareciera que todos decidieron madrugar hoy ¿no? –Me comenta mi rubio compañero, a lo que asiento un poco.

-Jiyong debió ponerse “diva” y se llevó de los cabellos a los otros dos- Sonrío ante mi ocurrencia, mientras, Daesung, ríe sonoramente, como es habitual en él. Sube al auto, y yo hago lo mismo, poniendo mi cinturón.

Mientras el coche va en marcha, le veo de reojo aquel rostro tan concentrado en su labor. Sonríe suave.

-Daesung…-Murmuro

-Dime, hyung- Contesta, sin poner mayor importancia, puesto que su atención está clavada en el camino.

-El mundo está cambiando- No sé cómo llegar aún al tema que deseo. El moreno sólo ríe suave y asiente a lo que digo.

-Son nuevos tiempos, hyung. Ya podemos tomarnos de las manos de nuestras parejas sin que la gente nos diga nada. Recuerdo que mamá no le permitía a mi hermana salir con su novio siquiera

-Sí, pasó algo similar en mi familia- Miro por la ventana, como si los árboles y los coches que pasan, fueran a darme las palabras adecuadas.

-Todo debe cambiar para bien. Es importante darle amor a tu pareja, sin importante el lugar donde estén.

-¿Y sí es de tu mismo sexo? –Y de nuevo mi imprudencia sale como la de Seungri cuando trata de llamar la atención. Me quedo mirando al frente, viendo apenas por el rabillo de mi ojo la expresión y esperando expectante su respuesta. Lo que consigo es una carcajada sonora, y gira apenas a verme

-Eso nunca me lo esperé, hyung. –Se encogió de hombros, de manera modesta y sonriendo aún.-El amor es amor ¿no? Que importa

Cuando escuche aquello, una enorme y fantástica sonrisa aparece en mi rostro. Creo que mi compañero lo nota y me mira con cierto desconcierto. Frena en seco y me mira, con ojos abiertos sobremanera

-Hyung..es…es..¿gay? –Susurra la cuestión

-¡Dios no! –Atino a decir de manera fuerte y temerosa. Claro que no soy gay, sólo me gusta él, pero eso no me hace gay…me hace Daesungsexual, hace tiempo inventé ese término para mí.

-¿Se…guro?

-¡Claro que lo estoy! ¡¿De dónde sacas tremenda deducción estúpida?!

-La manera en la que sonrió no me dejaba ver otra cosa que fuera eso. Se veía tan feliz.

-¡Calla! En todo caso…si lo fuera no tendría nada de malo ¿o sí? ¡Y qué lo cuestione no tiene nada que ver con que lo sea! –Aclaro de manera firme

-No tendría nada de malo, hyung. Seguirá siendo mi hyung favorito y lo querré para padrino de mis bebés cuando me case.

Eso me deja sin aire en los pulmones. Mi estómago hecho nudo y mi cabeza a nada de estallar. Las palabras no salen de mi boca y sólo vuelvo a ver al frente. El menor me mira con suma extrañeza, poniendo en marcha el coche sin más. Los siguientes 20 minutos de camino, fueron en total silencio. Me sentía…rechazado, por la persona más especial que hay en mi vida y eso no es bueno, nada bueno.

 

 

El día pasó entre bromas y ensayos. Peleas y regaños. Lo normal entre todos; sin embargo, yo me mantenía al margen de todo lo que ocurría en aquel lugar. De regreso, al departamento, volví al coche con Daesung, puesto que no quería drama en nuestra relación.

El camino de nuevo es en silencio, por lo que opto por romper el hielo.

-Estuvo bien el ensayo hoy. Casi no hubo baile, tal como me gusta- Mencione, tratando de sonar “normal”. Mi dongsaeng sigue el camino, sonriendo de nuevo ante mis palabras. Por la mitad del camino, decide parquear el coche frente a un jardín público poco concurrido.

-No quise que se sintiera ofendido. Por favor hyung…lo lamento.- No esperaba aquello, por lo que solamente veo aquellos pequeños ojos, que han sido víctimas de mis bromas. Giro apenas mi cuerpo para estar más en contacto con él.

-No me ofendiste-

-Pero…

-No lo hiciste. Sólo me di cuenta de algo que…duele- ¿Sería ese el momento?

-…¿qué dije?

-Nada malo, Daesung

-No me gusta hacerlo sentir mal, hyung- Palabras más sinceras, de la persona más noble que jamás pude haber conocido

-Sólo dijiste algo que me hizo abrir los ojos. Despertar de un sueño, si lo quieres ver así –El rostro del rubio es más que de duda y extrañeza ante mis palabras

-Yo no…

-No importa si no entiendes. Yo sólo me entiendo. Te agradezco que…pasara de ésta forma y no de otra más complicada

-…no entiendo –Baja su mirada. Me mata. Éste hombre me mata con el más mínimo acto de su parte. Es tan natural y sincero, que siento que mi corazón se saldrá por la boca. No pude haberme enamorado de persona más perfecta. Debía enamorarme, porque es un tesoro por si sólo éste hombre. Me acerco un poco, para envolverlo en mis brazos. Cierro fuerte mis ojos, sintiendo como gruesas lágrimas caen de ellos.

-Harás muy feliz a cualquier persona que elijas para compartir tu vida. –Trato de hablar sin que mi voz se quiebre. Él sólo corresponde el abraza de manera fuerte

-No entiendo… -Dice de nuevo y sólo lo abrazo

-Son celos de tu hyung. No quiere que le quiten a su Dongsaeng favorito. –Trate de esconder mis sentimientos, en los celos de hyung que en ocasiones te hago ver. Seco mis ojos de manera brusca.

Es entonces que me sorprendo, puesto que él se separa del abrazo y me mira directo a los ojos. Sin palabra alguna, sólo me regala una sonrisa. Una sincera y amplia sonrisa, que hace que se me erice hasta el último vello de mi piel. Comprendía, sabía lo que sentía. Sólo con verme.

Poco a poco y muy apenado, vuelvo a mi lugar, volviendo mi mirada a la venta. Sin más, el moreno pone en marcha el coche, manteniendo su sonrisa en el rostro. Dudoso, giro de nuevo mi rostro para encararle

-Daesung…

-¿Sí, hyung?

-¿Cómo hacen para ponerle la “m” a los chocolatitos de colores? –Ríe sonoro, girando a verme

-Es un gran enigma, hyung –De ahí se desencadeno una charla trivial como la que siempre hay entre ambos. Pareciera que toda tención se hubiese esfumado.

Ahora la duda en mi cabeza, era de si en verdad había entendido o simplemente ignoro por completo en el apuro en que me había sumergido solo.

Repentinamente ya nos encontramos entrando de nuevo al departamento que compartimos todos. Al entrar, el celular del rubio suena. Era el líder pidiendo que llegaramos al restaurante de siempre, donde cenarían.

-Que cosas, vamos de nuevo- Ríe el moreno. Pero yo no podía quedarme con la duda, no podía hacerlo. No quería atormentarme más tiempo con pensamientos idiotas que me invento cada noche.

-Daesung…

-¿Mmm? –Dice sin más, entregándome un abrigo- Tengo que hace frío…-Tomo el abrigo con una de mis manos, aprovechando para tomar la muñeca del menor.

-Te amo…-Murmuro aquello, como niño tímido y temeroso. Miro siempre su rostro, no quiero perder detalle de sus expresiones. Levanta su mirada, para retar a la mía. Sonríe como siempre. ¿Qué significa esa sonrisa? Mi respuesta fue un delicada y sutil beso en los labios. Apenas si tomó mis labios entre los suyos, siendo el beso más tierno y significativo en el que me he visto envuelto. Cuando se separa, hace lo mismo de mi agarre, para caminar a la puerta de salida

-Vamos, hyung..que tengo hambre –Ríe como siempre, corriendo de nuevo al coche, mientras yo siento que una nube bajo, me subió en ella y me llevo por los cielos. De un momento a otro, me veo solo en la habitación. Río, comienzo a reír como nunca antes. Sumamente feliz.

-¡Espérame! -Simplemente corro a alcanzarlo, guardando y atesorando aquel momento. Aquel mágico y soñado momento. 

Notas finales:

Melodía de inspiración: https://www.youtube.com/watch?v=4VHUoXWHuAQ&list=PL29JRAl76gi0J6WGJwCloy3019QnRiuJP


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