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Cuerpo, Mente y Espíritu por minima

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DIAS DE LLUVIA

Se quedan ahí parados, imitando a dos monolitos de roca sólida, dos estatuas sin atisbos de querer cambiar, congelados mientras que todo lo demás a su alrededor cambia.

El viento comienza a soplar fuerte, derrumbando centenales de hojas de los árboles en una lluvia de colores cálidos, las nubes empiezan a agruparse, cúmulos de gas que chocan entre si capaces de producir un ensordecedor sonido y una luz tan brillante capaz de segarte.

Y ellos siguen ahí, la tormenta que se avecina no se compara con la tormenta de las emociones internas de cada uno de ellos.

Es el ruido de las aves que salen volando y el de algunos perros al ladrar y aullar cerca que reaccionan, sus emociones estaban afectando el ambiente alrededor de ellos.

-¿Steve?-

-¿Matt?-

Se preguntan sin aun creerlo, es como un sueño, una ilusión, los recuerdos no concuerdan con la última imagen que tenían del otro pero aun así se pueden reconocer.

-Imposible… tú, tú estás muerto- logra articular Matt, las palabras salen de una garganta estrangulada, como si decirlas hubiera sido un proceso muy doloroso.

Realmente lo es, pero ahí está enfrente, parado con un traje, el mismo con el que le enterraron, lodo y suciedad empañan la imagen que recuerda de cuando abrieron el ataúd para la última despedida, limpio y apagado, el cadáver de Steve con los ojos cerrados y unas facciones que más de serenidad parecían de seriedad.

¿Se ha vuelto loco? ¿Su soledad y el dolor ya han logrado que pierda completamente la cordura?

-Si… si soy yo, y ¿tú?- Steve observa a su amigo, el también no es como le recuerda.

Aparte de la barba y la piel más bronceada, hay cierto matiz de severidad en su persona, alguien que ha vivido por mucho, alguien que ha perdido mucho, y que cambia.

-Yo, yo no sé qué es lo que pasa-

-Yo tampoco-

-¿Pero cómo?-

-No sé, no se viejo… Matt… ¿Dónde está Andrew?- se da cuenta que falta, ¿Dónde está el tercero en el grupo?

Duele, es una bofetada a la cara, es el recuerdo de una de las cosas que más se arrepiente y que aún no le deja dormir de noche con tranquilidad.

-Matt, ¿Qué pasa?-

No son necesarias palabras o ver las facciones del otro para saber que algo malo pasa, o paso, él lo siente, es como un sabor amargo en la garganta, un compás doloroso en el corazón que quita el aliento, cielos, es tan pesado, ¿Qué rayos había pasado para que se sintiera así?

Desde que despertó, junto al impacto de haber recobrado la conciencia dentro de una caja de madera a su medida bajo tierra y enterarse del tiempo en que estuvo así, hay un dolor sordo, no lo noto en un principio por la adrenalina, pero ahí estaba, dolor… o perdida.

-Matt, ¿Qué paso… después de que yo… morí?- dicen que reconocer el problema es parte de la solución, pero que surrealista era esto, reconocer que había muerto y estar ahí diciéndole eso a su amigo.

-Yo… yo lo mate-

Perdida, roto… dolor.

Imposible, eso debe ser una de muy mal gusto, junto al hecho de despertar en el ataúd y haber estado inconsciente tantos meses… pero todo es verdad, Matt el primo de Andrew, lo más cercano que tubo a un amigo por mucho tiempo, lo mato, y sabe que dice la verdad.

Incluso si fue culpa de Andrew haber muerto, incluso si se está volviendo loco con todo esto, no puede evitar sentirse mal por el chico tímido, solitario y que llego a considerar amigo suyo.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!-

¿Alguna clase de venganza por parte de Matt hacia Andrew por haberlo matado? Lo duda, ni siquiera cuando paso lo del tipo de la camioneta Matt a pesar de lo alterado y enojado que pareciera que le hubiera pasado por la mente golpear a su primo.

¿Entonces qué? Necesitaba saberlo.

Las ramas de los arboles crujen y las ventanas de los edificios cercanos tiemblan un poco, no es precisamente el viento quien causa todo esto.

-Después de lo que te paso, ocurrieron varias cosas… su madre, luego él se descontrolo y todo se fue de mal en peor, debí estar a su lado, lo siento, lo siento, todo es mi culpa- se quiebra, como temió que se quebraría al visitar la tumba de su interlocutor.

Las lágrimas caen gruesas y pesadas, arden como fuego sobre sus mejillas y la barba las absorbe, pesa demasiado, la culpa, el remordimiento, los recuerdos de aquella noche, y cae, las piernas ya no le pueden sostener, las rodillas tiemblan y se doblan, el suelo es frio y duro, no siente el dolor del golpe en estas porque el que lleva adentro ensordece todo.

¿Qué rayos?

Matt está llorando frente a él, se derrumba como castillo de naipes y suelta unas lágrimas que conocen perfectamente el camino hacia el cielo por cientos de sus hermanas que han surcado el mismo camino, esto está mal, muy mal.

-¡Levántate!- le grita, no sabe por todo lo que a tenido que pasar Matt pero no lo dejara derrumbarse, no ahora en que necesita tantas respuestas –¡Levántate Matt!-

Rayos y truenos suenas y brillan en el cielo, los transeúntes apresuran el paso para llegar a sus destinos, todos atentos a sus propios asuntos y preocupaciones, la ciudad ha vuelto a ser la misma de siempre después de ese extraño evento en que dos tipos llegaron volando creando destrozos, a veces uno que otro mira al cielo esperando ver algo extraño, mas no encuentran nada, menos ahora que los únicos que pueden aparecer en el cielo se encuentran en un parque sin importarles lo más mínimo la lluvia o la tormenta.

¿A quién rayos le importaría un poco de lluvia si uno salió no hace poco de su propia tumba y el otro enfrenta sus acciones a su recién revivido amigo?

Steve indica a Matt que le siga de regreso al parque, llegan a la misma banca en la que estuvo despierto toda la noche y se sientan nuevamente, tienen que hablar, porque saben que nadie más puede responder las dudas que tienen sino el otro.

Matt aún sigue llorando, en eso los rasgos juveniles regresan a su fachada, en ese estado vulnerable y roto Steve ve al chico que conoció, el chico que conoce, Matt sigue siendo Matt.

-De nuevo, ¿Qué paso?- exige, debe de saberlo, es esencial que lo sepa antes que todo.

-Cuando… lo que te paso, yo enfrente a Andrew, sabía que algo tuvo que ver, no lo admitió pero lo sabía…-

-Yo lo fui a buscar aquella noche, no sé, yo lo escuche, lo sentí, estaba muy alterado y entonces… nada, no creo que lo haya hecho intencionalmente- no lo trata de justificar, claro que no.

Aún hay parte de él que esta impactada con todo lo que le ha pasado en menos de veinticuatro horas, otra parte esta consiente que ya no puede volver a la vida de antes, le da coraje, pero cierta parte le dice que no puede hacer nada con respecto a ello, y hay otra parte que recuerda lo que sintió esa noche, el sufrimiento de Andrew, tan crudo, tan duro, era increíble que tuviera el suficiente control para estar flotando aquella noche, y lo del rayo, no tuvo pleno control de ello, esta seguro.

-Pero lo hiso- suena duro pero esa es la verdad, quiera o no lo hiso.

-Matt… acaso…-

-No soy un vengador Steve, ya habías muerto tú… y no podría hacerle eso a mi primo-

-Pero lo hiciste al final- no trata de que suene como un reproche pero lo hiso, y es hasta después que lo dice que realmente se da cuenta que así quería que sonara.

-Si desde un principio hubiera reaccionado aquella noche, tú seguirías vivo-

-¡Hey! Que estoy vivo… o eso creo-

Si Matt hubiera ido tal vez no hubiera despertado en su propio ataúd, y Andrew también seguiría vivo, pero como escucho a un profesor de filosofía en la escuela, de las pocas cosas que se le pegaron en esa clase aburrida, él hubiera no existe, por lo que es mejor que deje de lamentarse por lo que pudo ser, y concentrarse en el presente, ya que el ahora es lo único que existe.

-Sí, si lo estas, ¿Cómo?-

-No tengo idea viejo, un momento estoy frente a Andrew, luego despierto dentro de mi propio ataúd, necesitare terapia después de esto, sigue hablando, aun no me cuentas todo-

-No estuve ahí para él de nuevo, eso fue lo que pasó-

Se queda callado después de eso, hay un nudo en la garganta, es muy diferente contarle a una roca con el nombre de Steve gravada en ella que hablar con Steve en persona, o eso es lo que se imagina, es difícil confesarse, pero Steve tiene derecho a saber.

-Matt… regrese de la muerte, pero no regrese con poderes de visión o lectores de mente, bueno, sigo teniendo los mismos, pero si logre volver de la muerte, no, aun no puedo leer la mente así que habla-

El comentario aligera un poco el ambiente, es necesario, porque sabe lo que vendrá será lo peor.

-No estuve atento de lo que pasaba, sabía que mi tía estaba mal desde hace tiempo, y luego mi tío… ella empeoro, para Andew su madre era muy importante, más tarde me entere que fue a asaltar a unos sujetos y una gasolinera para comprar medicamentos y sus tratamientos… no salió bien, en la gasolinera hubo un accidente y exploto- sabe que no está siendo el más claro, pero no puede lograr articular mejor los hechos que sabe con palabras.

-¿Ahí murió?-

-No, fue mucho peor… me entere de esos hechos mucho después, cuando lo fui a buscar, estaba descontrolado, lo sentí como aquella noche, pero más fuerte, más doloroso, él estaba cubierto de vendas, estaba muy quemado, en el hospital trato de matar a su padre, y luego, luego trate de persuadirlo pero no lo logre, lo había decepcionado tantas veces que obviamente no iba a confiar en mi… luego la policía, nos enfrentamos en gran parte de la ciudad, y nos tenían rodeados, tu sabes lo fuerte que era, el más fuerte de los tres… si no hacía algo iba a hacer daño a tanta gente, la estatua del centro, la del cazador, use su lanza y lo atravesé-

Ahora los dos estaban llorando, pero no importaba, la lluvia caía y las lágrimas se camuflajeaban con las gotas de lluvia.

Andrew le había matado, y Matt había matado a Andrew, entonces… entonces ¿Qué?

Duele, y está enojado, tanto por Andrew por lo que le hiso, como por Matt por lo que le hiso a Andrew, esto no llega a odio, no, tal vez debería, pero hay más factores que influyeron más haya de ellos tres para que estas fatalidades ocurrieran, y parte de ellas provocaron de alguna forma que el este ahí, sentado junto al tipo que mato a su primo quien le mato bajo una lluvia que ayuda a llevarse las lágrimas que ambos están soltando.

Es extraño lo consiente que esta de ello.

Es como si por tanto tiempo dormido, por no decir muerte, ahora su trabajo trata de pensar tantas cosas a la vez para recuperar el tiempo perdido.

Pensó en por lo que tuvo que pasar Andrew para llegar a ese punto, conocía poco de la situación de su casa, pero sabía que no era de las mejores, hubo intentos de ayudar, como el concurso de talentos, pero esas no eran soluciones verdaderas, o no las mejores, luego Matt, a él lo conocía mejor, de su tiempo de popular a su auto apartamiento de ese tipo de personas para su rebeldía de autodescubrimiento, ninguno de los dos eran malas personas, lo sabía, pero de una u otra forma terminaron en esto.

Todo por meterse a ese hoyo con una roca que brillaba por si sola.

…l era el típico chico popular, el ganador, deportista y carismático, no era un completo patán, pero admitía que no era perfecto.

No tenía los problemas de Andrew, o quería auto descubrirse como Matt llegando a revelarse contra los estándares típicos de los adolescentes, ¿para que si tenía una muy buena posición en la jerarquía social adolecente?

Pero había veces en que no era del todo bueno, la gente, la mayoría de sus congéneres solo venían a él por su popularidad, incluso estaba consiente que su novia estaba con él por ser popular, y para rematar con clichés era porrista, ¿Qué habría pasado con ella? Se la imagino llorando en su funeral, probablemente dándoles sus respetos a sus padres, colocando algún arreglo de flores, o mínimo una rosa.

Más allá de eso, seguramente ya anduviera con otro, ser consiente que varias de las relaciones dentro de la escuela realmente no son sinceras, ni duraderas es algo poco común en las mentes de los adolescentes, pero ocurre, él era uno de los pocos consientes.

Se sorprendía así mismo que no le dolía tanto el ser consiente que su novia probablemente ya estuviera saliendo con otro que el hecho de la muerte de Andrew.

Había algo en ese par de primos y por primera vez en mucho tiempo se sintió realmente bien, ya no solo, podría estar rodeado de supuestos amigos, pero no todos eran sinceros, mientras que con Andrew y Matt compartía algo.

Andrew muerto, por la lanza de una estatua, hasta podría sonar poético, trágico.

-¿Y ahora qué?-

Buena pregunta, pero ninguno de ellos por el momento tienen la respuesta.

Por el momento ambos sentirían la lluvia y llorarían lo que tuvieran que llorar, al rayo con eso que los hombres no lloran, ellos tenían el pleno derecho de hacerlo y más si había una muy buena razón para hacerlo.

El cielo rugía y centelleaba, y dos jóvenes sentados en una banca lloraban junto a un cielo que descargaba sus propias lágrimas.

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