Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuerpo, Mente y Espíritu por minima

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

TRUCO O TRATO

Es en esta época del año que se puede palpar algo místico en el aire, quizás mágico o misterioso, también donde el aroma azúcar acompaña la emoción de la anticipación y diversión.

…poca de todos los santos, época de brujas, noches de difuntos, noche que tras ella esconde tantas leyendas y anécdotas, tantos mitos y verdades.

Las casas, calles y puestos se decoran, como en cualquier época festiva, los colores otoñales predominan en las mágicas escenas que se crean para esta noche tan especial, incluso en puestos de trabajo algunos empleados toman la libertad de colocar alguna decoración que les recuerde las festividades.

Este es el caso de Susan Wilde, que la pequeña araña de plástico sobre el escritorio le recuerda en que época del año esta y que el mundo y el tiempo aún siguen avanzando a pesar de que en el lugar en el que trabaja parece que el tiempo pasa imperceptible con una monotonía aburrida.

Se supone que está trabajando en una de las instalaciones que harán descubrimientos que trascenderán en la historia, su nombre no quedara en ningún libro de historia seguramente, y quizás tampoco pueda presumir abiertamente que estuvo en estas instalaciones por su contrato de cooficialidad, el cual si rompe la someterían a corte marcial, pero esto debería ser emocionante, mas no lo es.

Es una especie de guardia de seguridad, recepcionista y secretaria, custodia la entrada de los laboratorios cual can cerberos y ve docenas de científicos expertos en sus respectivos campos contratados especialmente para este trabajo, pero la mayoría de ellos solo intercambian diálogos nada más de lo necesario con ella, y jamás comentan con ella lo que hacen, lo que descubren o cual sean los análisis que le hacen al cuerpo que se encuentra en las profundidades de esas instalaciones.

Un individuo con capacidades extraordinarias que aterrorizo a toda una ciudad y con sus acciones estremeció a toda una nación y posteriormente el mundo.

Si algo de la biología de aquel individuo guarda secretos de como logro realizar todas esas cosas aquella noche, aquellos científicos que se pasan horas y horas investigando trataran de hallarlo.

Mientras tanto ella atenderá su puesto, procurando que solo entre y salga de las instalaciones el personal autorizado y con solo con las pertenencias autorizadas, lo cual no es tan difícil, esos doctores han acatado al pie de la letra todas las normas establecidas con tal de ser parte de estas investigaciones.

Vuelve a jugar con el simple adorno de su mesa, sin percatarse de un pequeño parpadeo de las luces del techo.

La mayoría de los científicos se han ido a esas horas de la noche, pero otros cuantos, aquellos que parecen ya vivir en las instalaciones o tratar de ser ya una parte permanente de ellas, se han quedado en los laboratorios continuando con sus estudios e investigaciones.

La dedicación y pasión que muestran aquellos hombres y mujeres en su trabajo es de admirar, pero hay pocos testigos para admirarlos.

Susan mira su reloj de muñeca, tic tac tic tac, el segundero avanza sin detenerse y aun así siente que el tiempo pasa lento.

No lo nota pero en medio de su aburrimiento las luces parpadean un poco, una fracción de segundo quizás o más, aparte de ella afuera de las instalaciones hay unos cuantos guardias más, entrenados y capaces que vigilan la entrada de estas instalaciones, así que no está sola en su tarea en realidad, y a veces habla con ellos y apuesta que pasara, no saben exactamente como hacen las investigaciones o experimentos los científicos pero apuestan por el tiempo en que tardaran en que realmente parezcan dar un resultado.

Las luces parpadean de nuevo, esta vez sí le nota, es extraño, eso nunca ha pasado antes, después de todo el gobierno ha gastado una pequeña fortuna para que estas instalaciones sean lo más sofisticado y equipado para que aquellos cerebritos que trabajan ahí muestren resultados, cualquier defecto es una amenaza contra dichas investigaciones.

Se levanta de su asiento, algo no está bien, su instinto se lo dice así como los bellos de su nuca erizándose, mira sus monitores y ve como una a una las imágenes de la pantalla comienzan a distorsionar, ¿Qué pasa? ¿Qué rayos pasa?

-¡Adams! ¡Streep! ¿Me copian? ¿Ocurre algo?- trata de llamar por radio a sus compañeros pero no responden, definitivamente esto no está bien.

La puerta delante de ella se abre de repente y son dos figuras de negro con máscaras de calavera quienes le encaran.

-¿Qué…?- A pesar de que prácticamente está haciendo trabajo de oficina aún sigue siendo una militar altamente entrenada, no solo porque sabe algo de administración la pusieron ahí.

Busca su arma en su funda lista para apuntar a estos intrusos, pero antes de que su mano llegara a su arma algo la empuja a la pared detrás de ella, algo, no alguien, pero no lo puede ver y de nuevo se pregunta ¿Qué?

-Viejo, eso fue algo rudo- uno de ellos parece regañar al otro, pero ambos siguen en la puerta de entrada.

-Tiene un arma- se escusa el segundo apuntándole con el dedo la pistola en su cinturón.

Por las voces y complexión puede deducir que son dos hombres jóvenes, vestidos completamente de negro, las máscaras que llevan puestas puede ser una de las tantas que puedes encontrar en oferta en las tiendas por estas épocas, son de plástico delgado y atadas con un simple cordón elástico, uno es afroamericano, el otro es un hombre caucásico de cabellos oscuros.

Esta confundida, y para qué negarlo, también aterrada, está atrapada por una fuerza que no puede explicar y tampoco ver, no puede mover ningún musculo, es esa misma fuerza que vio en los videos en las noticias, en internet, ese par es como ese muchacho, ese sujeto que ahora es un cuerpo a que por meses han estudiado.

-¿Quiénes son? ¿Qué es lo que quieren?- logra articular una vez controlado su miedo, debe saber, tiene que saber si es que son sus últimos momentos.

Ambos hombres se miran mutuamente a través de las máscaras, el afroamericano alza los hombros y la voltean a ver nuevamente.

-¿Truco o trato?- es el caucásico quien responde.

Esa no es la respuesta que hubiera esperado.

-¿En serio?- su compañero le reprocha aunque también hay una pisca de diversión en su voz.

-Ella pregunto-

Su compañero simplemente niega con la cabeza y suspira.

¿Y este par son portadores de esos poderes?

En silencio el par de intrusos avanzan hacia la entrada de los laboratorios, es una gruesa puerta de metal que solo se abre con las llaves personales de los científicos, tarjetas de identificación, y como ve ninguno de ellos trae consigo alguna, bien, no lo abrirán, no pueden hacerlo, así que sea lo que quieran hacer no podrán hacerlo.

Al parecer ya se dieron cuenta de ello porque se detuvieron enfrente de la puerta nada más verla de cerca.

-Creo que él hubiera sabido como abrirla sin hacer tanto desorden, era bueno para las cosas delicadas- comenta uno al otro cuando se agacha a ver la cerradura digital.

-Yo puedo con ella-

-¿Seguro?-

-Seguro, tú encárgate de la recepcionista-

El afroamericano se pone delante de la puerta mientras que su compañero se aparta de su lado, puede escuchar su respiración profunda y pesada, ¿Qué está haciendo?

Se empiezan a escuchar crujidos, como algo romperse, gemidos del metal retorcerse y doblarse, ¡Eso es imposible! ¡Eso no puede ser! Pero debe recordar aquellos videos que demuestran que las cosas imposibles pueden suceder en la vida real.

Más jadeos, esta vez más rápidos y fuertes, el hombre alza los brazos hacia la puerta, de lo que puede ver las venas de las manos y el cuello resaltan como si estuviera haciendo un gran esfuerzo, y quizás en verdad lo está haciendo.

No sabe cuánto tiempo a estado pegada en la pared viendo ese espectáculo, lo que sí sabe es que cuando ve como aquella puerta de metal es arrancada sin siquiera haberla tocado es que tiene suerte que solo este inmovilizada en la pared.

La puerta cae en los azulejos del piso causando grietas en el suelo, el hombre está jadeando aun pero ahora es más como si se recuperara de un ejercicio demasiado pesado, los laboratorios están abiertos ya.

-Felicidades, eso fue sorprendente- felicita su colega aplaudiendo a su logro.

Susan no puede negar al menos en su interior que ese fue un buen truco.

*+*+*

-¿Qué fue eso?-

Dentro del laboratorio científicos aun trabajan, la mayoría de ellos a pesar de los pocos resultados que han obtenido estiman que tarde o temprano lograran encontrar el gran hallazgo que cambiara la historia, aunque algunos dirían que son más bien adictos al trabajo.

-¿Qué dices Ronald?-

-¿No sintieron como si temblara?-

-No, tal vez estas muy agotado-

-Mira quien lo dice-

Un rugido, un estruendo y lo siguiente que saben es que todos los instrumentos empiezan a vibrar.

-¡Rayos!-

¿Un temblor? Rápidamente los científicos tratan de evitar que sus instrumentos sufran por este percance, lo que menos quieren es que se pierdan sus investigaciones significando un grave retroceso.

-¿Todo está bien?-

-Se cayeron un par de tubos de ensayo, pero la mayoría esta bien-

Un nuevo estruendo se escuchó pero con falta de temblor, ¿Qué es lo que pasaba?

Uno de ellos trato de comunicarse con los guardias de seguridad por el comunicador, no hubo respuesta alguna, pensándolo un poco, si fuera un ataque o un desastre natural alguna alarma ya estuviera sonando pero ese no era el caso.

Empezaron a ponerse nerviosos.

Se escucharon pasos y rápidamente fueron al pasillo, quizás era uno de los guardias para informarles que es lo que había pasado, pero al asomar la cabeza no se encontraron con ninguno de los soldados que conocían, sino a un par de sujetos vestidos de negro con máscaras de calavera, una imagen para nada alentadora a decir verdad.

¿Terroristas? ¿Ladrones? No parecían tener armas puestas pero su aspecto tampoco parecía para nada amigable, los rápidamente trataron de refugiarse adentro de uno de las salas de los laboratorios y cerraron la puerta con seguro electrónico, no eran puertas tan gruesas y pesadas como la principal, pero eran sumamente resistentes como para que dos hombres sin ningún instrumento a la mano pudiera abrirlas a la fuerza o hackear la contraseña.

Los intrusos no tenían armas o aparatos electrónicos que pudieran abrir dichas puertas, mas tenían otra cosa que les funciona igual o mejor.

Se paran delante de la puerta, está cerrada, los científicos los pueden ver a través del vidrio de la pequeña ventana de la puerta, las máscaras de calavera le observan, y ellos se preguntan ¿Qué clase de persona se atrevería a entrar a una base militar del gobierno con esos trajes?

Empiezan a escuchar crujidos de alguna parte, para luego darse cuenta que es la misma puerta quien cruje, ¿Pero cómo?

Y antes de que se dieran cuenta la puerta es arrancada de su lugar bajo la estupefacta mirada de los científicos, esto es increíble para ellos.

Ambos sujetos entran al laboratorio y observan a su alrededor hasta posar sus miradas en los científicos quienes tiemblan de espanto, ¿este será su fin? ¿querrán secuestrarlos para saber sus conocimientos?

-¿Qué es lo que quieren?- alguno de ellos logra preguntar.

Los invasores se miran uno a otro y cuando vuelven su vista a ellos es el caucásico quien responde.

-¿Truco o trato?-

-¿Qué…?-

Su compañero niega con la cabeza y suspira, es la segunda vez esta noche.

-Bueno, hablando ya en serio, ¿Dónde está?-

-¿Qué?-

-Ustedes ya saben. ¿Dónde está?-

-Nosotros… nosotros no negociamos con terroristas-

-No somos terroristas-

-Aunque entrar a una base del gobierno, noquear a unos guardias y dañar propiedad no es precisamente algo “bueno”-

-Lo sé viejo, pero no somos terroristas-

-¿Así que donde está?-

-No le diremos, dentro de poco llegaran refuerzos y… y…-

-¿Y nos detendrán?-

-Señores, se los estamos pidiendo de manera amable, así que por favor respondan-

Lo único que recibieron fue silencio, quizás no la mejor de las respuestas para ellos.

-Bueno, si así lo quieren-

Un ligero mareo y sienten como si el piso se mueve, momento, el piso no se mueve, ¡ellos son los que se mueven!

-Podemos ser un poco menos amable-

Es un argumento muy bueno para empezar a dudar de decir algo, más si estos son como el espécimen al que han estudiado todo ese tiempo.

15 minutos después ambos sujetos de negro caminan con un pequeño grupo de hombres con bata flotando detrás de ellos, era como una foto bizarra de globos en forma de hombres jalados por dos calaveras.

Se detienen frente a otra puerta, esta vez no es necesario utilizar la fuerza para abrirla, han sido lo suficientemente astutos para agarrar una de las tarjetas de seguridad de sus forzados compañeros, la deslizan y esta se abre, el lugar esta helado.

El aroma a desinfectante es mucho más fuerte en este lugar además el de otros químicos, en medio de la habitación congelada hay una especie de ataúd de metal, no hay mejor comparación para ello ya que así lo parece, una caja rectangular de acero y todos allí saben lo que se encuentra en su interior.

El ambiente es más pesado y tenso una vez dentro, ambos vestidos de negro se tensan tan siquiera ver esa cosa tan lúgubre.

El caucásico es quien avanza primero hasta ese contenedor de acero, su paso parece pesado pero decidido, una vez a escasos centímetros la tapa del contenedor sale volando a una de las paredes del cuarto frio y ahí es cuando lo ve, un cuerpo inerte, un cuerpo maltrecho, tan lejano a lo que fue, casi irreconocible, pero este cuerpo es Andrew.

Se puede ver un claro temblor en todo su cuerpo, los científicos se ponen nerviosos ante eso, no saben si es de rabia u otra cosa, el temblor aumenta y el hombre tiene que apoyar sus manos en el borde del metal del contenedor, sin saberlo los científicos son testigos de cómo alguien se derrumba.

Su colega se posiciona a su lado y ve lo mismo que su compañero, Andrew haya lo que haya hecho no se merecía esto, acabar en este lugar, apoya una mano en el hombro de su compañero, para él es difícil, pero para su amigo quizás es un poco más, eran familia, lo conoció más tiempo, y fue él quien causo su final.

El cuerpo está en un líquido que bien puede ser formol o alguna mescla de químicos para aun mantener conservado el cuerpo para análisis, hay costes y más recortes, incluso le raparon la cabeza y hay un enorme corte en la frente y que seguramente rodea todo el cráneo, esto es tan atroz para la vista de ambos.

Se murmuran entre ellos algunas cosas que los científicos no logran escuchar y luego ven como el contenedor empieza a flotar y la tapa es colocada nuevamente sobre este, es obvio que planean llevárselo.

-¡No se lo pueden llevar! ¡No es suyo!- les grita uno de los científicos, no es posible que después de todo ese tiempo, las horas invertidas en la investigación, las cosas que posiblemente pudieran descubrir, se atrevan a llevarlo así como así.

Fue un error decir aquello, gano la irritación de ambos hombres enmascarados.

-¿No es nuestro?-

Las paredes empezaron a vibrar con el sonido de la voz de aquellos hombres.

-¿Acaso ustedes creen que él es suyo?-

-No, no lo es-

Las paredes vibraron más fuerte.

-Andrew vendrá con nosotros, así que cállense-

Los enmascarados salieron de la habitación pero dejaron a los científicos adentro del lugar aun flotando, solo tocaron suelo cuando la habitación fue cerrada con un fuerte estruendo de la puerta y ambos hombres se habían marchado dejándolos encerrados.

Lo sabían en sus adentros, esto hubiera terminado peor con solo el deseo de sus atacantes, con solo un pensamiento de ellos, que se hubieran llevado el cuerpo y lo dejaran ahí encerrados sin mayores daños que un golpe en el trasero había sido un buen trato.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).