Zero: ¡Oh, vamos no me jodas! ¡Aparta Rias!
Zero se gira, aparta a Rias que estaba al lado para frenar a Carl, éste al no poder parar, se abalanza sobre Zero, lo abraza, Zero cae de espaldas y para que Carl no se hiciera daño Zero lo agarra fuerte.
Zero: ¡A-Ah! Mi espalda... ¡Eh, tú pequeñajo! ¡Estás bien! (No responde) ¡Eh! (Lo ajetrea)
Carl: (Abre los ojos) ¿Estoy vivo?
Zero: No.
Carl: Me tenía que morir contigo precisamente...
Zero: De verdad que eres tonto eh... No estás muerto gracias a mí...
Carl: (Se sonroja) Yo no te he pedido que me cogieras...
Zero: ¡Aun encima que te salvo de una ostia segura contra el pilar! ¡Vaya agradecimientos!
Carl: ¡Está bien! G-Gracias...
Zero: Así me gusta.
Carl: ¿P-Pero tú estás bien?
Zero: Claro, estoy acostumbrado a los golpes, no te preocupes...
Carl: Ah...
Rias: ¡Oye chico, ¿estás bien?!
Carl: S-Sí, gracias al tonto este...
Zero: De verdad que no sabes como hablarle a un mayor eh...
Nico: Pues ese tonto, te ha salvado de que te abrieras la cabeza, asegúrate de llevar más cuidado la próxima vez chaval...
Carl: De acuerdo.
Zero: Y bien, ¿qué querías? Porque estoy seguro de que querrías algo al haber venido a tanta velocidad...
Carl: ¡Así es! Verás es que no me has dicho tu número de habitación... (Se sonroja)
Zero: ¡No me digas que ha sido por eso! ¡Chico, te mato! ¡Oh, Dios! Está bien, mi habitación es la 222 planta 4, ¿recuerdas el hotel?
Carl: Sí.
Zero: Pues bueno eso es, no cometas ninguna estupidez más, bueno nos tenemos que ir...
Carl: ¿Hacia dónde vais?
Rias: Al hotel, tenemos hambre ya es hora de comer...
Carl: ¿Me puedo ir con vosotros? Es que mi casa está cerca del hotel...
Rias: ¡Claro! Tenemos que coger el metro así que te puedes venir con nosotros...
Carl: ¿En serio?
Zero: Claro, eso sí, nada de correr.
Carl: ¡Hecho!
Y ahí iban, los cuatro, buscando por todas las calles, Carl era de la zona, pero como no solía coger el metro estaba un poco desorientado, preguntaron a la gente de por allí, quienes les indicaron la dirección, y cuando lo encontraron...
Rias: ¡Aquí está!
Nico: Bien, cojamos los tickets y montemos...
Zero: Pequeñajo, ¿llevas dinero?
Carl: Pues claro, ¿por quién me tomas?
Zero: Vale, perdona, no lo sabía...
Carl: ¡Y deja de llamarme pequeñajo!
Zero: Vale pequeñajo. (Se ríe)
Nico: ¡Eh, vosotros!
Zero: ¿Nosotros?
Nico: No, los de detrás...
Zero: (Se da la vuelta, detrás no hay nadie) Nico, detrás no hay nadie, ¡revísate esa vista!
Nico: Eres tonto de verdad ¡Os decía a vosotros!
Zero: ¡Ah, pues eso se dice antes, melón!
Nico: Te mato
Zero: No, que me echarías de menos.
Nico: ¡Imbécil...!
Zero: ¡Melón!
Rias: ¡Chicos, parad ya!
Zero y Nico: Está bien...
Carl: Y luego me dices ami pequeñajo...
Zero: Sólo estaba jugando...
Y así durante todo el camino siguieron igual, discutiendo y gritando, llamaban la atención por allá donde pasaran... Cuando ya estaban en el metro, por suerte se calmaron y comenzaron a hablar tranquilamente...
Zero: ¡Oye no me has dicho como te llamas pequeñajo!
Carl: ¿Tanto te interesa?
Zero: ¡Pues claro!
Carl: Ya te lo diré algún día... (Se ríe)
Zero: ¿Huh? ¿Estás de cachondeo, no?
Carl: ¿Eh, yo? Yo- (lo corta Nico)
Nico: ¡Eh Zero! ¿Cómo vas con la novia? (Se ríe)
Zero: ...
Carl: (bostezo) Eh, tu no me habías contado eso a mí, eh, tienes cosas que contar... (Se queda dormido)
Pero Zero se levantó para ir a hablar con Nico, sobre lo que acababa de decir, que por cierto, no le había echo ninguna gracia, entonces no se enteró de que Carl, se había quedado durmiendo. Cuando llegaron a la estación que les correspondía, bajaron todos menos Carl, y fue Zero quien se dio cuenta, echó a correr porque el metro se iba ya, lo zarandeó pero no respondía, y Zero no tenía tiempo de despertarlo, lo cogió como a una princesa y lo sacó del metro. A Zero le daba pena despertarlo así que no tuvo otra que llevarlo a su habitación hasta que se despertara, ya que vivía cerca del hotel, no tendría problemas para volver a su casa. Ya en el hotel...
Nico: Zero, ¿qué vas a hacer con él?
Zero: Tengo que subirlo a mi habitación, ya cuando despierte que se valla a su casa, no creo que haga nada malo, es un crío cansino y pesado, pero es un buen chaval, así que iros vosotros a pillar mesa en el restaurante que ya bajo yo...
Rias: De acuerdo. Vamos Nico.
Zero subió a su habitación, dejó a Carl en la cama, y al ver que hacía frío le puso una camiseta suya a Carl.
Zero: No creo que despierte hasta dentro de un rato, así que lo dejaré aquí, y ya cuando suba, hablaré con él.
Terminó la comida, y Zero no sabía nada de Carl, así que se adelantó a Rias y Nico y subió primero para echar un vistazo. Subió por las escaleras, ya que los ascensores eran muy lentos. Entró a su habitación y ahí estaba, durmiendo como un tronco, no lo despertaba nada, Zero llegó a pensar que estaba muerto, pero al ver que respiraba se relajó un poco.
Zero: Quien me mandará a mí, a ir recogiendo críos en el metro. La calefacción está muy alta, que calor, ¿tendrá calor? Voy a tocarlo a ver si está helado... Pues no, todo lo contrario, pero tampoco parece tener calor. Ah, ¿por qué me preocupo tanto por él? (Se queda mirándolo) Que mono es mientras duerme, espera un momento, ¿qué? ¿En serio he dicho eso yo eso? Será mejor que me eche agua a la cara (entra al baño, se echa agua y se moja la camiseta, al caer agua al suelo despierta a Carl) Oh no, lo que me faltaba, no quiero resfriarme, así que será mejor me cambie la camiseta...
Cuando Zero se iba a cambiar la camiseta, se asoma Carl y se queda mirando embobado, pero se da cuenta de lo que está haciendo y no tiene otra cosa mejor que hacer que gritar...
Carl: (grita) ¡Ah! ¿Pero qué estás haciendo?
Zero: (Se asusta) Ah, al fin te despertaste...
Carl: ¿Qué estás haciendo en mi casa?
Zero: ¿Eh? ¿En tu casa? Se nota que aún estás medio durmiendo.
Carl: (Mira a su alrededor) ¿Eh? ¿Dónde estoy? ¡Me has secuestrado!
Zero: ¡Pero qué dices!
Carl: ¿Qué me vas a hacer? O mejor dicho, ¿qué quieres hacerme?
Zero: ¿Eh? ¿Aún encima, que te traigo en brazos desde el metro? ¿En serio crees que haría tal cosa?
Carl: Un momento, ¿has dicho que me has traído en brazos desde el metro?
Zero: Exacto. Te quedaste durmiendo en el metro y no te iba a dejar ahí tirado, así que te traje a mi habitación al ver que no despertabas.
Carl: V-Vaya... No lo sabía...
Zero: Pues claro que no lo sabías, ¡cómo lo ibas a saber! ¡Y deja de juzgar a las personas sin saber nada acerca de ellas!
Carl: (Agacha la cabeza) L-Lo siento.
Zero: (Suspiro) De verdad que eres tonto pequeñajo (Le revuelve el pelo)
Carl: (Sonrojado) ¡D-Deja de llamarme pequeñajo! (Se da cuenta de que la camiseta que llevaba no era la suya, la huele y se da cuenta de que es de Zero) ¡Eh! ¿Por qué llevo una camiseta tuya?
Zero: ¡Ah, cierto! Como tú dices esa camiseta es mía, por cierto, ¿Cómo sabes que es mía? Bueno da igual, verás es que pensé que tendrías frío y para que no te resfriaras y tal... pues eso. Pero vamos, puedes quitártela si tienes calor...
Carl: (Huele otra vez la camiseta y piensa: Es como si me estuviera dando un abrazo, indirecto, pero bueno, y la verdad es que tengo calor, pero no quiero quitármela) Tengo frío, así que me la dejaré puesta...
Zero: Muy bien, como quieras...
Carl: ¡Oh, no! ¡Tengo que llamar a mi madre y decirle que estoy aquí, sino me reñirá cuando vaya a mi casa! Pero no me he traído el móvil... ¡mierda!
Zero: Toma utiliza el mío... (Sonríe)
Carl: (Marca el teléfono) ¿Mamá?
Madre de Carl: ¿Carl, hijo dónde estás?
Carl: Mamá, estoy bi- (lo corta su madre)
Madre de Carl: ¿por qué no has venido a casa?
Carl: Ya te di- (lo corta otra vez)
Madre de Carl: ¿Qué estás haciendo por ahí? ¡No son horas de estar por ahí!
Carl: Mamá, son las 15:45 de la tarde...
Madre de Carl: ¡Pues a eso me refiero!
Carl: ¡Oh, mamá!
Zero: ¿Cómo se llama tu madre?
Carl: Azucena.
Madre de Carl: ¿Con quién hablas?
Carl: Con un amigo, mamá... (Zero le quita el teléfono)
Zero: ¿Azucena?
Azucena: ¿Si?
Zero: Me llamo Mike, soy un amigo de tu hijo, no se preocupe está buenas manos, después lo llevaré a casa, lo tengo a mi cuidado, es muy buen niño, usted lo a educado estupendamente, me alegra poder conocerla aunque sea por el teléfono...
Carl: Este no es él, pero se le da genial el teatro- se dice Carl para sus adentros.
Azucena: Que niño más educado, me alegra que mi hijo sea tu amigo, pero, ¿cuántos años tienes?
Zero: Tengo 19 años.
Azucena: ¡Qué mayor y educado que eres! Mi hijo tendría que aprender de ti...
Carl: Mamá...
Zero: Yo le enseñaré, no se preocupe Azucena, un honor conocerla.
Azucena: Lo mismo digo Mike, un beso, cuídamelo bien.
Zero: Por supuesto, no lo dudes. Adiós, un beso enorme. (Cuelga el teléfono)
Obviamente Carl, no se lo creía, y tampoco iba a quedarse callado, después de ‘’seducir’’ a su madre sólo con palabras así que le preguntó.
Carl: Vaya forma de seducir.
Zero: Niño, se aprende de los mejores.
Carl: Eres un chulo, pero me gustaría aprender de ti, ya que hay una persona a la que quiero conquistar...
Zero: Yo no enseño mis trucos, pequeño. ¿Por quién me tomas?
Carl: Está bien.
Zero: Oye sigues sin decirme tu nombre...
Carl: Haber, sí tienes razón, es hora de que me presente. (Se coloca delante de Zero y comienza a hablar) Me llamo Carl Márquez, tengo 17 años, mi cumpleaños es el 14 de abril, mi signo del Zodíaco es Leo, mi color favorito es el verde, y mi comida favorita son los espaguetis, me encanta el chocolate, mi pelo es castaño oscuro y mis ojos son castaños claros, aunque me encantaría tenerlos verdes, soy un chico tímido, romántico, alegre, divertido y- (le corta Zero)
Zero: Y pesado... (Se ríe) Vaya descripción y eso que solo te he pedido tu nombre (Se ríe)
Carl: A esto se le llama una buena presentación, sólo quería hacerlo bien, por eso te pedí el alojamiento.
Zero: Pues ahora que lo dices, mi cumpleaños es el 24 de noviembre, así que, haber que me regalas (Se ríe)
Carl: Una muñeca hinchable- dice en voz baja.
Zero: ¿Qué has dicho?
Carl: Nada, nada.
Zero: Más vale que no sea ‘’nada ‘’
Carl: Que sí confía en mí.
De repente suena el teléfono de Zero, es un amigo suyo de la infancia, se llama Oliver, y solamente quiere molestar, era lo único por lo que lo llamaba...
Zero: ¿Si?
Oliver: ¡Zero!
Zero: ¡Oliver! ¿Qué tal tío?
Oliver: Genial, ¿y tu?
Zero: También, me alegro de que estés bien.
Oliver: Gracias, pero no hace falta que me preguntes como estoy, siempre estoy bien, (Se ríe)
Zero: Ja-Ja, que gracioso como siempre, pero sabes que soy un niño muy educado y me gusta preocuparme por mis amigos.
Oliver: Sin comentarios.
Zero: Mira que eres tonto, bueno cuéntame, ¿cómo está el pueblo, sigue igual?
Oliver: Te vas unos días fuera, ¿y te preocupa el pueblo?
Zero: Exacto. (Se ríe)
Durante todo ese tiempo Carl escuchaba atentamente, estaba un poco celoso, pero no tenía nada que decir, o al menos, eso creía.
Zero: Bueno, ¿que tal con la novia Oliver?
Oliver: Muy bien, ya sabes, durando... (Se ríe)
Zero: ¿Cuántos cuernos le has puesto ya?
Oliver: Ninguno, para que lo sepas, soy muy fiel.
Zero: Seguro. Te creo, te creo.
Oliver: ¿Y tú qué?
Zero: Yo..., también tengo novia, ¿Qué te crees?
Carl: ¡¿Qué?!
Oliver: Mentiroso. Dime como se llama, listo.
Carl: ¿¡Cómo que tienes novia!?
Zero: (Aparta el teléfono) Calla Carl, que no escucho bien. (Vuelve a ponerse el teléfono) Pues lo que te digo tío, es increíble. Es una pelirroja, con unos ojazos azules... Es guapísima.
Carl: ¡¿Con esa?! (Agacha la cabeza, se levanta de la cama) Ya me has cansado- susurra. (Abre la puerta y se va)
Zero: ¿Carl? ¿Dónde vas? ¡E-Espera!
Oliver: ¿Carl? ¿Quién es ese? ¿Por qué está contigo? No me digas que te lo estás tirando.
Zero: Tío, ¿pero qué dices? Después te llamo. (Cuelga)
Carl ya estaba en la calle y Zero bajó lo más rápido que podía las escaleras, porque no tenía tiempo para estar esperando al ascensor. No veía a Carl, por ningún lado, así que salió a la calle a buscarlo. Fue preguntando a la gente si lo habían visto, nadie había visto nada, hasta que una mujer mayor le dijo que por las descripciones que Zero le había dicho, había un joven igual al de la descripción que se había ido por la izquierda, Zero corrió tanto que lo vio meterse a un portal de un piso. Supuso que sería su casa, lo siguió y comenzó a gritar su nombre por toda la escalera hasta que un hombre salió y le indicó que vivía en el tercer piso. Zero subió y traqueó la puerta.
Azucena: ¿Quién es?
Zero: Soy Mike, estoy buscando a Carl.