HALLOWEEN KISS
By: Kitty Jung
Eso del ser el Maknae no era tan bueno como aparenta, ese día, desde que despertaron, sus hyungs no habían hecho más que gastarle bromas asustadizas, todo porque hoy era Halloween y el menor JungKook no estaba contento pues tenía que andar todo el tiempo atento a lo que los mayores pudieran hacer, debía admitir que estaba asustado, tenía algo de miedo, cosa que lograba disimular perfectamente.
El Golden Makane, fuerte como siempre.
Primero en la mañana, muy temprano, cuando se supone que todos debían estar dormidos, el maknae recibió su primera sorpresa ¿De quién? Del travieso V por supuesto, quien con una máscara de algún random monstruo tocaba disimuladamente la nariz del dormido Kookie, esperando a que se despierte y lo primero que vea sea la deformada máscara de hule.
Pasados unos minutos, minutos en los que el rubio pensó que el menor tenía realmente un sueño pesado y con claras ganas de rendirse, el maknae despertó, abrió los ojos tan grande que V no pudo más que echarse a reír de una manera escandalosa.
- ¡Hyung! -trató de regañar el menor, con una mano sobre su alterado corazón, odiando una vez más ser el menor. Ya se imaginaba lo que vendría en el día.
Luego, cuando intentaba tomar tranquilamente el desayuno, el menor de todos caminó tranquilamente a la cocina que todos compartían, encontrando un plato hondo lleno de cereal con leche y una pequeña nota que decía:
Desayuna bien JungKookie, preparé esto para ti.
Suga.
Y el menor se vio sonriendo de manera boba, estaba seguro que YoonGi hyung no le gastaría una broma, después de todo, era un buen hyung, demasiado bueno, alegre y cariñoso como para hacer eso. Él jamás pensó que se trataría una broma planeada en conjunto entre RapMonster y Jin, aceptémoslo, NamJoon no podría servir un plato de cereal con leche sin hacer un desastre en el proceso. El líder era la mente y Jin el que había preparado el desayuno.
Aún con esa sonrisa en sus labios, tomó una silla para luego sentarse en ella, dispuesto a comer ese delicioso desayuno, tomó la cuchara y justo cuando estaba por hundirla en el contenido, la mesa empezó a temblar, las otras sillas también. todo se movía a su alrededor y el menor no supo qué hacer, como reaccionar, solo logró dar un gran salto, como si de un gato se tratara, saltando hasta la puerta de la cocina. De pronto todo se quedó quieto, en silencio.
- ¡Jajajajajajaja! -y debajo de la mesa vió salir al líder, con los ojos aún más chinos gracias a la risa que le invadía, tomando su estómago entre sus manos, reía hasta sentir dolor.
- Lo siento JungKookie -y, sobresaltado, escuchó la vocecita de Jin, quien hacía señas de querer disculparse más se notaba a kilómetros que lo había disfrutado.
- ¡Eish! ¿Ustedes pueden ser hyungs? -el menor se cruzó de brazos hasta que algo llamó su atención en el piso, era la nota que había leído hace un momento- ¿Suga hyung participó de esto?
- No, él no tiene idea, sabíamos que confías en él así que... bueno, todo fue idea de RapMon -Jin levantó las manos haciéndose al desentendido. Mientras el moreno líder se partía de risa.
El menor simplemente suspiró, iba a ser un día muy largo.
Después de eso, cuando todos se encontraban en la empresa, como siempre, otro día más de prácticas, ya sea coreografías, voces, actuación, lo que sea. Esta vez le tocaba practicar su voz, debía mejorar, y se entregaba al cien por ciento. Le tocaba práctica con Jimin y... estaba temeroso, sabía que él podía ser realmente inteligente cuando se trataba de bromas. Nunca pensó que J-Hope sería partícipe.
Pero dejen, les cuento.
Estaban en aquel gran sala, un piano en medio, y varios instrumentos más llenaban el lugar. Él estaba sentado frente al piano con Jimin hyung a su lado, moviendo los dedos por sobre las teclas para poder llegar con la voz a la tonada que tocaba el piano.
- ¡Arhg! -se quejó el mayor llamando la atención del pelinegro menor - Debo ir al baño ¿Mucho líquido hace mal no? -bromeó mientras se ponía de pie y salía del lugar, JungKook tan solo suspiró en alivio, creyendo que de esta saldría libre.
Pensamiento que murió más rápido que la velocidad de la luz cuando una melodía, que no era la que tocaba en el piano, se dejaba escuchar, suave, lenta, tenebrosa, como si de una película de terror se tratara, un frío escalofrío subió por su espalda, y de manera lenta, atento a todo, empezó a moverse lentamente, con la idea de salir del lugar, más las luces empezaron a fallar, se apagaban y encendían repetidas veces, tenía miedo, mucho miedo...
- ¡AHH! -gritó al sentir como una mano le tomaba del pie.
- ¡JAJAJAJA! -Jimin salía de su escondite detrás de la puerta, dando a ver que él estaba jugando con las luces.
- ¡Happy Halloween! - y debajo de sus pies salía J-Hope, como siempre, con una gran sonrisa en sus labios.
Era el día de torturar al Golden Maknae.
Ese había sido su tortuoso día, y ahora estaban en la puerta de aquella tenebrosa casa ¿Cuánto más debía sufrir? Al menos le había tocado entrar con Suga, eso le tranquilizaba mucho, sabía que el mayor no le gastaría una broma, si hubiera sido así, ya lo hubiera hecho en el transcurso del día. Aún seguía siendo su hyung favorito.
Primero entraron RapMonster y Jimin, el líder con esa típica sonrisa medio psicópata, pasado el tiempo, salieron, resultando el moreno muriendo de risa y el menor, tratando de sobrellevar el susto, pero aún con una sonrisa en sus labios. JungKook agradeció a los cielos porque no le había tocado con el líder.
Siguieron J-Hope y V, entraron riendo, haciendo bobería y media y salieron del mismo modo, ellos no cambiarían nunca, talvez hubiera sido bien entrar con ellos, pensó el maknae, pero luego se arrepintió, no cambiaría a su buen hyung.
Jin no entró, se negó, y se negó rotundamente ¿El Princess no quería jugar? Bueno, era de esperarse.
Y había llegado su turno.
- ¿Estás listo JungKookie? - la voz de su hyung llamó su atención, volteando al instante.
- No tanto YoonGi hyung - admitió, sólo para recibir un toque de la mano blanca de su hyung sobre sus cabellos, sintiéndose mucho más pequeño que él, aunque casi medían lo mismo.
- ¡Vamos a divertirnos! - anunció el mayor emocionado, tomando la mano del menor quien se tensó en el momento, empezando a caminar como si de un robot se tratase.
Entraron en aquella horrible casa, y apenas con un pie dentro de ella una fea bruja hizo un acto de aparición sorpresa delante de ambos, era algo demasiado obvio, así que no gritó, más sostuvo la mano de su hyung más fuerte, a lo que escuchó una débil risita.
- Tranquilo - Ah, Suga era tan bueno y considerado.
Siguieron caminando por el estrecho pasillo, viendo zombies, momias, vampiros, licántropos. Efectos de sonidos y varias cosas más. Nada fuera de lo normal pero se vio abrazado del brazo del mayor, él tan solo caminaba a paso lento por el lugar, disfrutando la compañía y la presión que el menor realizaba en su brazo.
Y como si las brujas no fueran suficiente, Suga vio que una saldría de improvisto, así que se preparó mentalmente para eso, más cuando llegaron, la bruja no salió como debía, al parecer, se había roto algún tipo de resorte o algo parecido, por lo que ese pedazo de fierro se venía sobre ellos, y en un rápido movimiento, arrinconó al menor en la pared extrema, alejándolos lo más que podían del peligro.
Ambos cerraron los ojos al escuchar el sonido pesado de la bruja en el piso.
- ¿Estás bien? - el tono de voz del mayor sonó preocupado por el bienestar del menor.
- S.Si...- JungKook abrió los ojos, encontrando el rostro del mayor a centímetros del suyo, tragó duro, sintiéndose nervioso por eso, tenía los delgados labios de su hyung cerca, su mirada preocupada sobre el y sus manos a cada lado de su cabeza y una extraña fuerza acudió a su cuerpo.
El tiempo pareció detenerse para el maknae, y sintió un impulso, sin pensarlo, sin analizarlo, se acercó lo suficiente como para pegar sus labios contra los delgados del mayor.
Suga se quedó, literalmente congelado. Si bien sabía que todos los miembros le habían gastado bromas al menor todo el día, él no lo hizo porque tenía algo mejor planeado, una forma de buscar más contacto con el menor, y entrar a la Casa Embrujada, le había parecido lo mejor, todas esas monstruosidades causarían que el menor buscase protección en el, hecho que se dio como había pensado. No sabía cuándo sería capaz de poder decirle lo que sentía, pero con ese le bastaba por ahora.
Más terminó recibiendo más de lo que había pensado. Él, JungKook, lo había besado y él no se había visto capaz de corresponder. Sorpresa del momento.
Cuando vio el sonrojado y arrepentido rostro del menor separarse, buscando alguna forma de huir de entre sus brazos, reaccionó, acercándose nuevamente a besarlo, moviendo suave sus labios contra los ahora quietos del maknae, probablemente sería su primer beso, y eso le hizo sentir extrañamente bien.
- Deberíamos salir... Se preocuparán - Él aún era un niño, probablemente no sabía lo que sentía y se encontraba confundido por lo que acababa de pasar, así que decidió que luego le diría lo que sentía.
- ¡Sí! - y un extrañamente feliz maknae volvió a abrazarse del brazo del mayor, saliendo agarrado de él.
- ¡¿Qué?! ¡Hyung! - la voz algo chillona de Jimin se escuchó en un quejido - Debías asustarlo - se acercó a ellos, tomando el otro brazo del pelirrojo, jaloneándolo, hecho que no le agradó para nada al maknae.
- Él es bueno, tú no - y apartó las manos ajenas del pelirrojo, quien tan solo pensó que probablemente debía decirle lo que sentía lo más pronto posible.
Si el maknae seguía siendo tan tierno. No aguantaría.
FIN