Haru estaba durmiendo en la azotea de la escuela; se había salteado la clase de Historia y decidió por irse a dormir una siesta. Sumergido en sus pensamientos recordó cómo habían ganado en las preliminares un par de días atrás, el hecho de hacer un relevo con sus compañeros por segunda vez lo había motivado para nadar pero ese no fue el único motivo, Rin frustrado porque lo habían sacado del relevo discutió con él y en un acto de sinceridad confesó llorando que quería volver a nadar con todos ellos. Esto desconcertó a Haru pero a la vez lo hizo feliz ya que él también quería nadar con Rin. El poder nadar con todos una vez más lo hizo recordar el pasado y sintió una felicidad que hace mucho no sentía. “Ah, el viento se siente bien” –pensó mientas se dormía.
- Haru… ¡Haru! –escuchó vagamente.
- ¿Makoto?
Quien estaba frente a él sonriéndole era Makoto, con dos bebidas en las manos.
- ¿Hace calor hoy no?
- Ah, sí.
- Toma, bebe.
- Gracias.
Haru bebió el contenido de la bebida y se quedó mirando fijamente hacia adelante, sus pensamientos daban vuelta en la cabeza una y otra vez. Makoto lo miró detenidamente. La expresión de Haru era seria y pacífica como siempre, pero él sabía que detrás de eso escondía una gama de sentimientos ya que siempre lo había observado y, con tan sólo verlo, sabía lo que estaba pensando o sintiendo aunque lo ocultara, debido a que lo conocía muy bien.
Sonrió instantáneamente y tomó su bebida.
-Estoy realmente feliz de que hayamos nadado todos juntos otra vez. -Dijo de repente. Haruka lo miró asombrado, no se imaginaba que pudiera decir algo así tan repentinamente.
- Sí…-Se quedó en silencio, hubiera querido decir algo más pero no encontraba otra cosa que pudiera decir.
- Haru, estás feliz de haber nadado con Rin ¿No?
-¿Eh?
-Ah… No hace falta que lo escondas, yo lo sé. –sonrió-
-Sí, pero no es sólo por él, estoy feliz por haber nadado con todos los demás… Contigo también Makoto.
-Haru… -Makoto se quedó sorprendido ante tal respuesta, los ojos de Haru lo miraban de una manera firme y decidida. Lo único que podía sentir era el latido de su corazón y el viento que soplaba en su nuca. Lo quedó mirando fijamente. Muy pocas veces tenían la oportunidad de verse directo a los ojos así que cuando lo hacían le gustaba contemplar esa mirada dulce y sincera que mostraba y que a él tanto cautivaba.
-Me alegro, yo también me siento de la misma manera Haru –sonrío-
-¡Heeeeey, chicos! -gritó Nagisa desde la puerta de la azotea. – ¡Apúrense y vengan a entrenar!
-¡Sí! Vamos, Haru.
Ambos fueron caminando dirigiéndose a la piscina, habían ganado y ahora el entrenamiento tenía que ser más duro ya que las Nacionales los esperaban. Después de un día de mucho entrenar decidieron ir a cenar a la casa de Haru ya que Nagisa compró muchas cosas para comer y puesto que la casa de él quedaba más cerca fueron allí.
-La comida está realmente deliciosa Nagisa-kun –dijo Rei.
- ¡Por supuesto, la tienda donde voy siempre tiene los mejores sabores!
Comenzaron a comer y a hablar de las Nacionales, del entrenamiento y de lo felices que estaban por haber llegado hasta allí.
-¡Me gustaría mucho poder competir con Rin-chan en las Nacionales! –dijo Nagisa y todos estuvieron de acuerdo.
-A mí también me gustaría, pero estamos en distintas escuelas, no hay remedio –dijo Makoto.
Nagisa se levantó y observo la foto que había en un estante. Allí estaban Mako, Haru, Rin y él cuando eran pequeños.
-¡Haru-chan! Esta foto está bien pero debes agregarle ésta también –diciendo esto colocó una foto que se habían tomado los cinco al terminar de nadar en el relevo. Todos miraron la foto y sonrieron, en ella lucían felices como si nunca se hubieran separado.
-¡Ya sé! Invitemos a Rin-chan ¿Si? –gritó Nagisa.
- ¡Claro! Buenísima idea, llámenlo –sonrió Makoto.
Nagisa tomó el teléfono y marcó el número de Rin, aunque no estaba seguro de si contestaría o incluso si aceptaría la invitación, pero él no solo lo atendió sino que le dijo que había terminado de entrenar y tenía tiempo libre.
-¡Genial, vendrá! -Unos veinte minutos más tarde se escucha el timbre sonar y Rin estaba parado frente a la puerta-
- ¡Aquí, aquí Rin-chan! Siéntate junto a nosotros.
Por un momento, Rin se sintió extraño compartiendo una mesa con todos, hace mucho que no tenía un encuentro con sus amigos y aunque le costaba admitirlo, se sentía feliz. Haru también se sentía de esa manera por la presencia de Rin, y Mako se dio cuenta al instante ya que su expresión había cambiado ligeramente a una de felicidad,y él notaba el mínimo detalle en Haru. Luego de terminar de cenar todos se dirigieron a sus casas y Makoto se detuvo en la puerta.
-¿Te ocurre algo Makoto?
-No, es sólo que si estabas feliz por la presencia de Rin tendría que habérselo demostrado, ahora ya no tienes que ocultar más tus sentimientos ¿No?
-Mmm, eso creo… -Haru no había entendido claramente las palabras de Makoto.
-Bueno, me voy a casa.
- Makoto…
- ¿Eh? ¿Qué ocurre?
-¿Estás bien?
- ¿Y por qué no habría de estarlo?
-No lo sé, hoy te noté un poco extraño.
-Debe ser tu imaginación, estoy bien no te preocupes –dijo colocando una mano sobre su hombro.
- Si… -La mirada de Haru era confusa y dolida.
Mako supo en ese momento que no sólo él conocía a Haru sino que Haru lo conocía también y podía darse cuenta cuando estaba mintiendo o diciendo la verdad. Makoto bajó la mirada y con una sonrisa fingida dijo:
-Nos vemos mañana.
-Sí, adiós.
Makoto se fue dejando a Haru parado en la entrada con una sensación de vacío en su pecho y decepción al darse cuenta de que, por primera vez, le había mentido.