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Tarjetas que provocan arrebatos por Kurara

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Notas del fanfic:

Título del fanfic: Tarjetas que provocan arrebatos

Parejas: Wonkyu

Tipo: Yaoi.

Género: Familiar, romántico y lemon.

Clasificación: {NC-17}

Advertencias: Lemon.

Comentario de la Autora: Este One-shot es el vigésimo cuarto de la serie de la familia ChoiCho que estoy escribiendo. Se pueden leer independientemente, lo único que necesitáis saber es que Siwon y Kyuhyun se han hecho cargo de Suho, el hijo de la hermana de Kyuhyun, tras la muerte de esta. Pero si queréis leerlos todos, los encontrareis ordenados en mi perfil de autora. 

 

Notas del capitulo:

¡Veinticinco, chicas! ¡V.E.I.N.T.I.C.I.N.C.O.!¡¡¡¡¡ No me lo creo!!!!! Estoy loca de contenta^^ Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Dejando un poco de lado mi efusivismo inicial, solo quiero comentaros que este shot va enteramente dedicado a mi adorada maitita23, me parece que no te había dedicado nada todavía y ¡eso no puede ser! ¡Soy mala persona! Espero que esto lo compense, ¿vale? Este fic lo comentaré al final, ¿sí?

 

 

 

Tarjetas que provocan arrebatos

 

Siwon y Kyuhyun se encontraban parados en el marco de la puerta del salón, mirando directamente hacia el recibidor una escena que se repetía con más frecuencia de la que realmente creían posible, pues siempre pensaron que a medida que Suho fuese creciendo iría dejando aquellos hábitos de lado, pero no. De nuevo, Suho se encontraba en el recibidor dando vueltas de un lado para otro esperando por una visita.

 

-¿No se cansa? -preguntó Siwon con curiosidad.

 

-Nunca -negó Kyuhyun-. Puede estar horas así -aseguró-. Los días que vuelves de Hong Kong, tengo que mentirle y decirle que llegarás más tarde de lo que lo haces porque sino no podría mantenerlo quieto...

 

Siwon rió.

 

-Más de una vez ha comido ahí sentado -comentó Kyuhyun señalándole el escalón del recibidor.

 

-Eso ya me parece muy exagerado -murmuró el mayor.

 

-Bueno... no es tan incómodo como parece -confesó el menor.

 

Siwon le miró sorprendido.

 

-¿Has comido ahí también? -preguntó.

 

Kyuhyun solamente asintió.

 

-¿También te pones impaciente porque llegue? -bromeó con una sonrisa torcida pasando un brazo por detrás de su espalda, hasta colocarla en su cintura, atrayéndolo un poco hacia él.

 

-No -negó-, es que no me gusta comer solo -respondió girando la cabeza, evitando los ojos del mayor.

 

Siwon rió al verlo avergonzado y le dio un beso en la sien.

 

-Tantos años y sigues igual de vergonzoso. Me encanta -le susurró en la oreja.

 

-Yah, hyuuung -se quejó Kyuhyun todo rojo.

 

Siwon rió, pero cuando tuvo intención de decir algo más, el timbre de la puerta le interrumpió.

 

-¡Tío Min! -exclamó Suho abriéndole la puerta al nombrado.

 

-¡Hola, pequeño! -saludó Sungmin cogiéndolo en brazos cuando el niño fue a abrazarlo-. Buff, como pesas -se quejó-. Ya casi no puedo cargarte.

 

-¿Y qué esperabas? -preguntó Kyuhyun divertido-. Tiene ocho años ya.

 

-El tiempo pasa demasiado rápido -se quejó Sungmin dejando al niño en el suelo-. Me estoy haciendo viejo.

 

-Todos no hacemos viejos, hyung -le recordó Siwon-. Pero no te preocupes a tus treinta y cuatro, parece que sigas teniendo veinte.

 

-Sí, eso me dicen -aseguró.

 

Kyuhyun y Siwon rieron.

 

Invitaron a Sungmin a pasar mientras terminaban de arreglarse y vestían a Suho, pues tan emocionado estaba por la llegada del tío Min que ni siquiera se había cambiado de ropa y seguía en pijama.

 

Sungmin acostumbraba a visitarlos bastante. A Suho le gustaba tenerlo por casa y el mayor se deshacía en mimos con el pequeño. Sin embargo, Sungmin había estado un par de meses fuera del país, se había tomado unas largas vacaciones y Suho le había echado mucho de menos. Por eso, cuando escuchó que appa Kyu hablaba con él por teléfono, le quitó el aparato de la oreja y prácticamente obligó a su tío a venir a verle. Sungmin le había prometido que saldrían por ahí y comerían fuera y por eso, desde que el pequeño se había levantado aquella mañana, había estado esperando por su llegada en el recibidor.

 

-Te he traído un regalito Suho -le informó el mayor cuando Kyuhyun apareció con el niño ya preparado para salir.

 

-¿Qué es? -preguntó entusiasmado corriendo directo a por el paquete azul cielo que tío Min le tendía.

 

-Ábrelo -le sugirió.

 

Suho rompió emocionado el envoltorio y sonrió al encontrar un videojuego para su recién estrenada consola.

 

-¿Te gusta? -preguntó-. Appa Kyu me dijo que te compraron la consola para tu cumple, pero como yo no estuve aquí, quería traerte un regalo.

 

-Gracias tío Min -respondió el pequeño dándole un abrazo.

 

Sungmin sonrió y se lo devolvió.

 

-Venga, Suho. ¿Porqué no guardas el juego y nos vamos ya? -le sugirió Siwon apareciendo en el salón cargando con su chaqueta y la de Kyuhyun.

 

-¡Voy! -exclamó el niño saltando del sofá y echando a correr para llegar a su habitación a dejar el juego.

 

-Sigue igual de enérgico por lo que veo -comentó Sungmin divertido.

 

-Sí, igual -confirmó Kyuhyun cogiendo la chaqueta que Siwon le tendía.

 

-¿Y dónde piensas llevarnos exactamente? -curioseó Siwon, pues Sungmin les había dicho que se vistieran para salir con él, pero no les había informado de sus planes.

 

-Es una sorpresa -respondió Sungmin.

 

Kyuhyun y Siwon se miraron curiosos, pero cuando Suho regresó, se marcharon los cuatro sin preguntar nada más.

 

Al final, resultó que el plan sorpresa de Sungmin, era una mañana completa en el acuario de Seúl, con espectáculo acuático incluido. Suho estuvo dando botes de emoción toda la hora y media que duró el espectáculo con los delfines. Cuando decidieron marcharse de allí porque ya era la hora de comer, Suho se emperró en ir a ver la tienda de recuerdos y, como buen niño pucheroso que era, terminó por convencer a sus appas de que le compraran un peluche de un delfín.

 

Una hora más tarde, cuando por fin consiguieron sacar a Suho de aquella "tienda de los horrores" como había decidido bautizarla Kyuhyun, se marcharon a comer a un restaurante que Sungmin recomendó.

 

El camarero que les atendió era un chico joven que les condujo hasta una mesa para cuatro personas un tanto retirada. Suho se sentó al lado de Sungmin y Siwon se sentó frente al pequeño, dejando para Kyuhyun el sitio vacío a su lado.

 

-En seguida les traigo las cartas -informó el camarero antes de retirarse.

 

No tardó ni un minuto en regresar con ellas, se las tendió a los tres mayores y Suho se inclinó en la silla para mirar la carta de tío Min, el cuál, al ver que el pequeño quería curiosearla, la giró para permitirle verla mejor.

 

-¿Qué desean de beber? -preguntó el chico.

 

-Dejémos que el experto en vinos decida -sugirió Sungmin mirando a Kyuhyun.

 

Kyuhyun sonrió y echó un vistazo a la carta de vinos antes de pedir.

 

-¡Yo quiero una coca-cola! -exclamó el niño.

 

Y el camarero asintió apuntándolo en su libreta.

 

Después pidieron todos sus platos y le regresaron las cartas al chico antes de que éste desapareciera con el papelito de sus comandas. No tardó mucho rato en volver con la coca-cola de Suho y la botella de vino para los mayores.

 

-Tiene buen gusto, señor -le felicitó el chico refiriéndose a la elección del vino.

 

-Ah, gracias -agradeció Kyuhyun el cumplido.

 

El camarero les sirvió y desapareció de nuevo. Varios minutos después regresó con sus platos.

 

-Que aproveche -les deseó y se marchó otra vez.

 

Comieron tranquilamente, el restaurante que habían escogido tenía un ambiente muy familiar y agradable. Sungmin les contó todo su largo viaje de vacaciones en Japón y Australia, había estado un mes en cada lugar. Kyuhyun se alegraba por él, en realidad había necesitado aquellas vacaciones desde hacía un tiempo, pero había estado demasiado ocupado para tomárselas y, aunque le había echado de menos aquellos últimos dos meses, al mayor se le veía recuperado y con muchas energías ahora que había vuelto, así que se alegraba por él.

 

Cuando ya habían terminado de comer y esperaban por los postres, Kyuhyun dejó un momento la mesa para ir al baño, sin embargo, cuando se encontró un tanto alejado de la mesa, miró a su alrededor buscando la señal de los aseos sin ser capaz de encontrarla.

 

-¿Puedo ayudarle? -la voz del joven camarero que les había estado atendiendo sonó a su espalda.

 

-Ah, sí -afirmó Kyuhyun-. Buscaba el cuarto de baño -le explicó.

 

-Por supuesto -aceptó el chico-. Está detrás de la barra, a mano derecha -le indicó señalándole con su mano el lugar.

 

-Gracias -se despidió Kyuhyun echando a andar hacia allí.

 

El chico le sonrió y regresó a su trabajo.

 

Para cuando Kyuhyun volvió a la mesa, se encontró con que el postre ya estaba servido y Suho estaba bañado en el chocolate de la tarta que, al parecer, en lugar de comerse había decidido esparcirse por la cara.

 

-Suho, te has puesto perdido -le regañó-. Anda, ven. Vamos a limpiarte al lavabo -le dijo tendiéndole una mano.

 

-Déjalo, yo lo llevo -apuntó Siwon-. Se te va a deshacer el helado sino -comentó señalando el postre de Kyuhyun ya sobre la mesa.

 

Siwon salió de su sitio y cogió de la mano a Suho para llevarlo hasta el cuarto de baño a lavarlo un poco. Kyuhyun se sentó en su sitio y empezó a comer su postre.

 

-Bueno, ahora que Suho se ha ido, dime la verdad -le pidió Kyuhyun-. ¿Has conocido a alguien en ese viaje, cierto?

 

Sungmin le miró sorprendido. Y Kyuhyun se echó a reír.

 

-No puedes engañarme, hyung -le respondió divertido-. ¿Un japonés o un australiano? -curioseó.

 

-No, en realidad es coreano.

 

-¡Oh! -se sorprendió.

 

-Le conocí en el avión de camino a Japón -le confesó.

 

-Interesante -comentó Kyuhyun-. ¿Y cómo es?

 

-Pues... muy distinto a todos los tipos con los que he salido -aseguró-. Es mayor que yo, dos años. Es un tipo bastante grande.

 

-¿Grande?

 

-Corpulento, me refiero -aclaró-. No sé... moreno, ojos oscuros, pelo corto... Trabaja en una compañía de exportaciones que tiene negocios con una empresa japonesa...

 

-¿Estaba de viaje de negocios?

 

-Sí -afirmó el mayor-, pero me vi con él varias veces en Tokyo.

 

-Entonces te gusta -dedujo Kyuhyun.

 

-Un poco -admitió Sungmin.

 

-¿Le has vuelto a ver? -cuestionó-. ¿Aquí en Seúl?

 

-No -negó el mayor-, pero... se vino conmigo a Sydney...

 

-¡Oh! -se sorprendió Kyuhyun-. ¿Te lo llevaste de viaje a Australia? -preguntó sorprendido.

 

-Estuvo dos semanas conmigo allí -le explicó-, pero volvió antes porque tenía trabajo.

 

-Osea que es en serio...

 

-Puede -respondió Sungmin encogiéndose de hombros-. No sé... conectamos...

 

-Sí, ya me imagino yo de qué modo conectasteis -se burló Kyuhyun.

 

-¡Yah! -le regañó Sungmin.

 

-Tío Min, ¿porqué gritas? -apareció Suho preguntando.

 

-Tu padre, que me saca de quicio -comentó Sungmin.

 

-Sí, es una de sus virtudes -rió Siwon volviendo a su sitio.

 

Sungmin se echó a reír y terminaron de comer mientras charlaban de otro tema. Cuando pidieron la cuenta, el camarero que les había atendido durante toda la cena se la trajo, Sungmin le dio una tarjeta de crédito y el chico se marchó a cobrar. Cuando regresó, le tendió de nuevo la tarjeta al rubio y se giró para encarar a Kyuhyun.

 

-Espero que hayan disfrutado de la comida -comentó tendiéndole al menor una tarjeta del restaurante-. Les dejo una tarjeta por si desean volver a venir, pueden llamar para hacer una reserva antes.

 

-Ah, gracias -aceptó Kyuhyun.

 

El chico se despidió y se marchó. Kyuhyun miró extrañado la tarjeta.

 

-¿Qué raro, no? -comentó.

 

Le parecía extraña la actitud del chico al darle aquel pedacito de papel.

 

-¿Raro? -dijo Sungmin divertido-. Que corto eres a veces.

 

-¿Yo? ¿Porqué? -preguntó confundido.

 

-Te ha dado su teléfono, Kyuhyun.

 

Siwon le miró.

 

-¿Qué dices? Es una tarjeta del restaurante, no suya -aclaró Kyuhyun.

 

-Dale la vuelta, anda -le indicó el rubio.

 

Kyuhyun le miró extrañado y giró la tarjeta. Abrió los ojos sorprendido al ver que en el reverso de la tarjeta había un número de teléfono escrito a bolígrafo debajo del nombre que supuso sería del camarero.

 

-Sigues sin darte cuenta de esas cosas, ¿eh, Kyuhyun? -se burló Sungmin-. Es como el día aquel que fuimos a un club, si el chaval no llega a pedirte el teléfono no te habrías dado ni cuenta que intentaba ligar contigo.

 

-¿Qué chaval? -preguntó Siwon-. ¿Quién intentaba ligar contigo?

 

Sungmin cerró la boca de repente al darse cuenta que había hablado de más.

 

-No, nadie -trató de terminar la conversación Kyuhyun-. Anda, vámonos -les pidió.

 

-No, contéstame -insistió Siwon-. ¿Cuando has salido tú a ligar a un club?

 

-No salí a ligar a un club -trató de defenderse.

 

-¿Entonces? ¿Quién te pidió el teléfono?

 

-Aish, hyung. Sólo salimos a tomar algo -se explicó-. Y bueno... yo que sé, se nos acercaron dos chicos.

 

-¿Y?

 

-¿Y? ¿Cómo que y? Nada más -aseguró-. Ya te vale, hyung  -se quejó mirando a Sungmin.

 

-Perdona -se disculpó-. Pensé que lo sabía -trató de defenderse poniéndose en pie al ver que Kyuhyun tenía intención de salir de allí.

 

-Appa -le llamó Suho-. ¿Has enfadado a appa Won? -preguntó alternando la mirada de uno a otro.

 

Kyuhyun miró al niño y después dirigió una mirada a Siwon, no muy seguro de qué contestarle al niño.

 

-No lo sé, Suho -confesó al final puesto que Siwon no parecía dispuesto a articular palabra.

 

-¿Nos vamos? -preguntó Sungmin tratando de romper el mal ambiente.

 

Kyuhyun asintió y echaron a andar en dirección a la salida, Siwon fue tras ellos en silencio.

 

-¿Vienes a casa tío Min? -preguntó Suho cuando salieron del restaurante.

 

-Me parece que no -negó el mayor-. Tengo que hacer unas cosas esta tarde -trató de excusarse-. Pero iré a verte otro día, ¿vale? -le prometió al ver que el pequeño hacía un pucherito triste.

 

Suho asintió.

 

-¿Quereis que os acerque a casa? -preguntó quitándole la alarma al coche aparcado frente al restaurante.

 

-No -negó Kyuhyun-. Volveremos dando un paseo -aseguró-, estamos cerca de casa.

 

-Está bien -aceptó-. Hablamos pronto.

 

-Claro, hyung. Ten cuidado -se despidió Kyuhyun.

 

Sungmin asintió y se subió al coche. Arrancó y se marchó.

 

-¿Vamos a casa? -preguntó Kyuhyun tendiéndole una mano a Suho.

 

El niño asintió y cogió su mano echando a andar en dirección a casa, Siwon iba delante de ellos en silencio. Kyuhyun le miraba de vez en cuando, un tanto nervioso. Sabía que Siwon se había tomado a mal lo de su "salida" con Sungmin. Él no le había dicho nada precisamente porque sabía como iba a ponerse, pero el estúpido de Sungmin tuvo que soltárselo...

 

Resopló. Iba a matarlo la próxima vez que lo viera. ¿Porqué sacar ahora algo que pasó hacía ya dos años?

 

-Esto tiene que ser una maldita broma -el tono enfadado del mayor le obligó a alzar la vista sorprendido.

 

Siwon se dio la vuelta y se acercó hasta ellos.

 

-Ven, Suho -le dijo al niño cogiéndolo en brazos-. Vamos a casa.

 

Kyuhyun le miró extrañado, sin comprender su actitud hasta que vio que detrás de Siwon apareció Yesung con una sonrisa acercándose a ellos.

 

-Hyung, espera -trató de detenerlo Kyuhyun al ver que se marchaba en dirección contraria.

 

Pero Siwon no le escuchó.

 

-Hola -saludó Yesung llegando a su lado.

 

-Hola, hyung... -saludó Kyuhyun medio distraído mirando en la dirección por la que Siwon había desaparecido con Suho.

 

-¿Qué haces por aquí? -preguntó el mayor.

 

-Hemos ido a comer fuera -le explicó regresando la vista hasta él-. Volvíamos a casa ahora.

 

-Pues parece que han preferido volverse sin ti -bromeó, pues había visto perfectamente como Siwon daba media vuelta al verlo y se llevaba a Suho para no encontrarse con él.

 

-Sí...

 

-Sigue sin tragarme, ¿eh?

 

-Me temo que sí -afirmó Kyuhyun-. Pero no te lo tomes como algo personal -le pidió-, es así con todo el mundo -afirmó.

 

-Así con todo el mundo que se acerca a ti, ¿no? -bromeó Yesung-. No me lo tomo como algo personal, tranquilo. Pero me parece un tanto exagerado, sinceramente.

 

-Es que ya venía cabreado de antes -le contó-. El camarero del restaurante me ha dado su número de teléfono -le explicó rodando los ojos ante la estupidez del chaval.

 

Y Yesung se echó a reír.

 

-Pero no te rías -le pidió.

 

-Es que es divertido -se defendió-. Me habría encantado verle la cara.

 

-¡Hyung! -le regañó Kyuhyun.

 

-Perdona, perdona -se disculpó-, pero es muy gracioso, tienes que admitirlo.

 

-Gracioso para ti, no te fastidia...

 

-Va, Kyuhyun. No te pongas así -le pidió-. Lo único que pasa es que es celoso...

 

-Demasiado celoso para mi gusto -se quejó.

 

-Sólo es así porque te quiere, Kyu. Es normal, no quiere que te vayas con otro.

 

-Sí, pues no me ayudas demasiado entonces quedándote aquí conmigo -le regañó-. Así que me voy -indicó-. Antes de que venga a buscarme y me encuentre contigo.

 

-¿Me abandonas por él? -preguntó-. Me rompes el corazón... -bromeó.

 

-Yo sé que hay alguien que lo arreglará por mí -afirmó el menor guiñándole un ojo-. Me voy, ya nos veremos hyung -se despidió ya de espaldas haciéndole un gesto de despedida con la mano.

 

Sólo lo oyó reír.

 

Cuando llegó a la esquina de la calle, ya no veía por ninguna parte a Siwon. El mayor estaba más enfadado de lo que él pensaba... Resopló otra vez y puso rumbo a su casa por fin. No tardó mucho en llegar y cuando llegó a la puerta de entrada, se dio cuenta que Suho estaba jugando en el parque de enfrente con Luhan, Victoria los vigilaba desde uno de los bancos del lugar. Supuso que Suho se los habría encontrado y le habría insistido a Siwon para que lo dejase jugando allí.

 

Cuando abrió la puerta de casa, se dio cuenta que los zapatos de Siwon estaban tirados de cualquier manera en la entrada. Se descalzó el también y entró en el piso buscándolo. Al final se lo encontró en el dormitorio, dando vueltas por toda la habitación con un cigarrillo en los labios.

 

-Hyung, ¿otra vez? -le regañó fastidiado acercándose a él para sacarle el cigarro de la boca.

 

-No me toques las narices, Kyuhyun -le espetó el mayor apartándose.

 

-No tienes que hablarme así -le replicó Kyuhyun enfadado.

 

-Déjame en paz, ¿vale?

 

-No, no vale -negó Kyuhyun-. Vamos a hablar de esto. Ahora -especificó.

 

-¿Quieres hablar? -preguntó Siwon molesto-. Está bien, pues hablemos entonces -aceptó apagando el cigarrillo furioso contra el cenicero en el que ya descansaban cinco colillas-. ¿Quieres hacer el favor de explicarme porqué narices te fuiste a un club a ligar?

 

-No me fui a ligar -le contestó Kyuhyun tirante, Siwon no tenía porque usar ese tono-. Sólo salí con Sungmin a beber porque tú y Suho no estabais.

 

-Claro y aprovechas que no estoy para divertirte con otro.

 

-¡Hyung! -exclamó Kyuhyun-. ¡No digas sandeces!

 

-¿Sandeces? ¿De verdad son sandeces? -interrogó Siwon fastidiado.

 

-Sí, son sandeces -afirmó el menor-. ¿Qué te crees? ¿Que aprovecho tus viajes a Hong Kong para ponerte los cuernos? -ironizó-. Sólo salí con Sungmin porque él estaba deprimido y necesitaba desconectar de todo.

 

-¿Y porqué no me lo habías dicho? -le reclamó.

 

-Porque sabía que te pondrías así -le recriminó-. Y por el amor de Dios, eso pasó hace dos años.

 

-¿Y el tipo del restaurante? -interrogó.

 

-¿Qué restaurante? -preguntó Kyuhyun perdido.

 

-El camarero -especificó Siwon.

 

-¿Qué pasa con él?

 

-¿Porqué te ha dado su teléfono?

 

-¡Y yo que sé! -exclamó Kyuhyun.

 

-Pues algo habrás hecho porque no creo que el tipo vaya regalando su número por ahí...

 

-¿Me estás hablando en serio? -cuestionó Kyuhyun alucinado, aquello se estaba yendo mucho más lejos que cualquier otro pequeño ataque de celos de Siwon-. ¿Qué te crees que he hecho? ¿Que me he puesto a tirarle los trastos ahí, en medio del restaurante? -ironizó-. ¡Siwon, por favor!

 

-No te das cuenta de como te miran los tíos Kyuhyun -le recriminó Siwon-, cualquier cosa que le hayas dicho puede habérselo tomado como que le dabas pie para algo más.

 

-Sí, claro, porque decirle qué es lo que quiero comer esconde claramente una invitación a mi cama -le dijo sarcástico-. No, mejor aún, mientras tú estabas con Suho y Sungmin en la mesa, ya se la he chupado en el baño, no te jode.

 

-¡Kyuhyun!

 

-¡¿Qué?! -gritó.

 

-No te pongas cínico -le reclamó.

 

-Me pongo como me da la gana porque según tú soy un calienta braguetas allí por dónde voy -le espetó-. ¡Estoy cansado de tus ataques de celos sin sentido, hyung!

 

-¡No son sin sentido! -negó el mayor-. ¿Qué me dices de Yesung?

 

-¡¿Y volvemos otra vez?! -preguntó enfadado-. Ya te he dicho cincuenta veces que Yesung y yo sólo somos amigos -le recordó-. Me puse muy contento al encontrarle otra vez, pero por tu culpa, porque eres un celoso empedernido, apenas puedo verle porque te crees que me lo voy a tirar. Porque no confías en mí.

 

-Yo sí confío en ti -aseguró el mayor-. No me fío de él, que es diferente.

 

-Es mi hyung -le recordó Kyuhyun-. Te lo he dicho treinta veces.

 

-Y yo te he dicho treinta veces que quiere ser algo más que eso -le replicó Siwon-. Pero te repito que no te das cuenta de como te miran los tíos, Kyuhyun. No todo el mundo tiene tan buenas intenciones como tú piensas.

 

-Hyung, por favor, esto es una tontería -aseguró el menor resoplando-. ¿Tú te crees que a mí me importa como me miren los tíos? -preguntó-. ¿Para qué? Me da igual quién trate de ligar conmigo porque no va a conseguir nada. Yo te quiero a ti.

 

Y lo siguiente de lo que Kyuhyun fue consciente es de como la mano de Siwon agarraba su nuca para atraerle hacia él con fuerza y estamparle un beso en la boca. El menor se agarró a su pecho sorprendido y jadeó cuando los dientes de Siwon mordieron su labio inferior sin cuidado, obligándole a abrir la boca para permitir a la lengua contraria invadir su boca. Siwon coló una mano bajo su camisa a su espalda mientras su lengua exploraba toda la boca del menor a su antojo. Kyuhyun no pudo evitar un gemidito gutural cuando la lengua de Siwon delineó todo su paladar hasta sus dientes y sus labios de nuevo, resiguiéndolos con ella.

 

Kyuhyun abrió los ojos, encontrándose con las orbes negras de Siwon a milímetros de las suyas, brillando oscurecidas por la rabia, la lujuria, la furia y el deseo. Lamió sus labios, limpiando la sangre de ellos por culpa de su mordida y Siwon gruñó ante esa imagen. Apretó la mano que mantenía enredada en sus cabellos y le besó de nuevo, con hambre y desesperación mientras hacía fuerza con su cuerpo, empujándolo.

 

Kyuhyun se quejó rompiendo el beso cuando sus piernas chocaron con un mueble a su espalda, le miró con un reproche y Siwon le besó de nuevo, bruscamente a la vez que llevaba sus manos hasta su culo y lo alzaba fácilmente hasta sentarlo en la cómoda. El menor rodeó su cintura con sus piernas sin pensárselo dos veces y Siwon llevó sus manos a su pecho, abriendo la camisa de un tirón y quitándosela con rapidez, algo violentamente incluso.

 

Siwon atacó sin dudar el cuello del menor, mordiendo con demasiada fuerza a veces, haciendo a Kyuhyun quejarse de vez en cuando con aquella voz estrangulada que tanto le encendía. Seguía enfadado, claro que sí, pero no con el menor, sino con el mundo. ¿Porqué mierda no dejaban de aparecer tipos que querían quitárselo?

 

-Te voy a dejar lleno de marcas -dijo lamiendo bajo su oreja-, para que nadie crea que estás disponible -sentenció antes de cerrar sus dientes bajo su mandíbula, atrapando un pellizco de carne entre ellos.

 

-¡Ah! -se quejó Kyuhyun-. Nunca... nunca lo he estado -aseguró el menor-, pero te empeñas en pensar que es así... -le recordó.

 

Siwon bajó con su boca hasta su clavícula, siguiendo hacia su pecho, lamiendo, besando, chupando y mordiendo por todas partes.

 

-Eres mío Kyuhyun -declaró antes de morder uno de aquellos pezones que ya estaban en punta.

 

-Angh... -gimió-. Lo soy... -afirmó el menor en un suspiro.

 

Siwon separó sus labios de su pecho y alzó su cabeza para mirarle a los ojos.

 

-Dímelo -le ordenó.

 

-Soy tuyo -declaró el menor mirándole.

 

Y Siwon arremetió contra su boca como si le fuera la vida en ello. Kyuhyun trató de corresponder al beso furioso mientras desabrochaba la camisa del mayor con urgencia y algo de dificultad. Al ver que Kyuhyun tenía problemas con los botones, Siwon llevó sus manos hasta ahí y de un tirón la abrió. Kyuhyun se lo agradeció mentalmente y subió con sus manos por su pecho hasta sus hombros y tiró de la prenda para quitársela.

 

El menor rompió el beso y llevó sus labios hasta la oreja de Siwon, lamiendo el lóbulo antes de morderlo mientras sus manos bajaban por su pecho hasta su cintura y desabrochaban con rapidez el pantalón para colar una mano dentro, encontrando fácilmente la nada discreta erección del mayor.

 

-Yo soy tuyo -repitió en su oreja-, pero tú eres mío -declaró rodeando su miembro con sus dedos-. ¿Está claro?

 

Puede que él no tuviera objeciones a corresponder en aquel arrebato de pasión provocado por los celos del mayor, pero pensaba dejarle las cosas bien claras, más le valía no intentar ponerle celoso a él como venganza.

 

-Clarísimo -afirmó Siwon llevando sus manos hasta su trasero colándolas bajo el pantalón y la ropa interior para apretar sus nalgas entre ellas, sintiendo la suave y tersa piel.

 

Siwon le empujó apartándose un poco de la cómoda hasta dejarle de nuevo de pie frente a él, liberó su trasero y desabrochó el pantalón para bajárselo de un tirón.

 

-Te has dejado esto -apuntó el menor señalando su boxer.

 

Siwon se agachó frente a él y tiró del elástico con su dientes para bajárselo. Kyuhyun, al verle de rodillas frente a él, pensó que Siwon se la chuparía, pero el mayor tenía demasiada prisa y lubricó sus dedos con su saliva antes de llevar una mano a la erección del menor para empezar a masturbarle mientras internaba uno de sus dedos en aquella estrecha entrada sin demasiado cuidado.

 

Kyuhyun se tensó un poco y se agarró a uno de sus hombros con fuerza jadeando. Cuando Siwon metió el segundo sin esperar demasiado a que se acostumbrara, Kyuhyun se cogió del mueble a su espalda y se mordió el labio, tratando de evitar el gemido.

 

-Aahh... -pero con el tercero fue incapaz de silenciarse.

 

Siwon los movió un poco sin dejar de mover su mano alrededor de su miembro, pero se detuvo al sentir las piernas de Kyuhyun temblar y sus uñas clavarse en su hombro. Sacó sus dedos y lo liberó poniéndose en pie mientras llevaba sus manos a sus propios pantalones para quitárselos junto con su ropa interior en un rápido movimiento.

 

Siwon estaba haciendo las cosas con rapidez y con algo de rudeza incluso, pero Kyuhyun no podía negar que aquella clase de arrebatos del mayor le ponían. Que de vez en cuando le tratara con ese afán y esa necesidad tan impresa en sus movimientos le gustaba. Saber qué él era el causante de esa reacción en el mayor le hacía sentirse querido, amado y deseado como nunca.

 

Cuando Siwon se puso en pie, agarró a Kyuhyun de la cintura con fuerza, pegándolo a él, sintiendo sus erecciones rozar mientras le besaba con urgencia, antes de darle la vuelta y obligarle a inclinarse sobre la cómoda.

 

Kyuhyun clavó sus codos sobre la madera y giró la cabeza para mirar por encima de su hombro. Vio a Siwon moverse detrás de él y sintió su miembro frotarse con sus nalgas, jadeó. Siwon se inclinó sobre él y besó su nuca y su espalda, bajando por su columna haciendo que toda su piel se erizase por el contacto. Cuando las manos de Siwon se afirmaron en su cintura, no pudo evitar un suspiro, deseoso de lo que vendría a continuación. Kyuhyun lo sabía, Siwon no iba a ser delicado esta vez. Ya se lo había demostrado con sus besos agresivos y sus roces furiosos, pero mentiría sino dijera que aquello le gustaba.

 

-¡Aaahh! -Siwon se enterró de golpe, sin previo aviso y, aunque él se lo había estado esperando, no había podido reprimir el grito.

 

Siwon se inclinó otra vez y mordió su nuca unos segundos antes de empezar a moverse.

 

-Mnhh... nghhh...

 

Kyuhyun mordía su labio tratando de retener sus gemidos. Lo conseguía en mayor parte, pero sabía que no iba a poder contenerlos cuando Siwon empezase a acelerar el ritmo.

 

Siwon clavó sus dedos en su cintura mientras se movía parsimoniosamente. Mordió por segunda vez la nuca del chico y arrastró sus dientes por toda su columna, sintiendo a Kyuhyun estremecerse por su acción. Se incorporó tras él y, afirmando sus manos, movió su cadera en una dura embestida.

 

-¡Ah! Hyung~ -gimió Kyuhyun arqueando su espalda y cerrando sus ojos.

 

-Le di -afirmó Siwon para sí mismo.

 

-Aahh... amnhh... aahh... -Kyuhyun gemía ya sin poder evitarlo.

 

Siwon aumentaba el ritmo de sus caderas cada vez que oía uno de aquellos gemidos, cada vez con una voz más aguda. Con sus manos en su cintura, empezó a mecer el cuerpo del menor hacia atrás y adelante cada vez que embestía contra él.

 

Kyuhyun apretaba con fuerza sus manos en el mueble, con la cabeza entre sus brazos. Su cuerpo se sacudía en las corrientes eléctricas que los movimientos de Siwon le causaba. Sus muslos y rodillas golpeaban contra el mueble cada vez que Siwon le embestía. Sabía que al día siguiente iba a tener varios moratones, pero en ese momento no podía preocuparse por eso, no cuando Siwon se movía de ese modo tan enloquecedor en su interior.

 

-Angh... ahh... h-hyung~

 

-¿Lo quieres más fuerte, verdad? -preguntó con aquella voz tan erótica-. Yo sé que te gusta duro -afirmó dándole una nalgada.

 

-¡Ah! -gimió Kyuhyun sorprendido, ruborizándose entero. Dios, le encantaba cuando Siwon se ponía de ese modo.

 

-Pídemelo -le exigió.

 

Kyuhyun negó, con sus ojos fuertemente cerrados y su cabeza dejada caer entre sus hombros.

 

Siwon soltó su cintura y llevó una de sus manos hasta su pelo, enredándola en él mientras se inclinaba de nuevo sobre su espalda. Tiró de su pelo, obligándole a alzar la cabeza y voltearla un poco para que le mirase a los ojos.

 

-Pídemelo -repitió mirando directamente a aquellos ojos chocolate nublados por el placer.

 

Kyuhyun se sonrojó ante la firme mirada del mayor que le observaba con aquella sonrisa torcida en su cara. Estiró su cuello y Siwon se acercó a él al comprender sus intenciones, dejando que el menor le besara entrecortado pues él no había dejado de moverse, que aunque lentamente, hacía al chico suspirar de placer.

 

-H-hyung... -le llamó mirándole a los ojos-. Dame... aahh... fuerte...

 

Y Siwon arremetió de golpe.

 

-¡Ah! ¡Sí!

 

-¿Lo ves? No era tan difícil -susurró Siwon en su oreja, mordiendo su lóbulo antes de soltar su pelo y regresar a su posición anterior.

 

Siwon le dio otra nalgada antes de continuar embistiéndole de forma dura y algo descontrolada, pues él mismo empezaba a perder su control, lo cuál no era algo difícil cuando se encontraba de aquel modo con el menor.

 

-Amhh... anhhh... hyung~

 

Kyuhyun temblaba, su cuerpo y su mente ya no soportaban más aquella deliciosa sensación. Las olas de placer sacudían su cuerpo desde todas direcciones. Siwon ni siquiera le estaba tocando y no creía poder aguantar mucho más, no cuando al mayor le penetraba de aquella manera tan salvaje y placentera. Dios amaba la polla de Siwon con toda su alma.

 

-Hyung... -le llamó-. No... No voy a... ¡Aahh! -gimió de repente cuando Siwon rodeó su erección y empezó a frotarla sin contemplaciones-. ¡Aahnnn! ¡Aahh! ¡Hyung! ¡Oh, Dios! ¡HYUNG! -y Kyuhyun terminó en su mano.

 

-Joder... Kyuhyun... -maldijo Siwon antes de correrse en su interior. La forma en que el menor apretaba en ese momento le hizo imposible poder contenerse ni un segundo más.

 

-Mnhh... -Kyuhyun gimió medio inconsciente cuando sintió el espeso líquido del mayor llenarlo.

 

Siwon se dejó caer contra él, apoyando su frente en su espalda y respirando agitadamente, disfrutando de aquella maravillosa sensación post-orgásmica. Kyuhyun todavía temblaba suavemente debajo suyo. Aflojó el agarre que mantenía en su cintura y acarició con cariño el lugar enrojecido por su agarre.

 

-Hyung -le llamó Kyuhyun cuando por fin recuperó el norte-. Me debes una disculpa -le advirtió.

 

Siwon rió.

 

-No te rías, hablo en serio -le indicó serio.

 

-Sí, lo sé -admitió Siwon incorporándose otra vez, retirándose con cuidado de su interior oyendo un débil quejido del menor.

 

Llevó una mano a su abdomen e hizo presión con ella para ayudarle a incorporarse, pero Kyuhyun se mantuvo apoyado con una mano en la cómoda, todavía sentía sus piernas algo temblorosas. Siwon le obligó a girar para mirarle a los ojos y Kyuhyun se dejó, apoyándose en los brazos que ahora sujetaban su cintura, sólo por si acaso.

 

-Lo siento -afirmó el mayor mirándole a los ojos con total sinceridad.

 

-Más te vale -le advirtió-. Te has cabreado por una tontería.

 

-No es una tontería -le replicó el mayor-. Que a ti no te importe tener moscones a tu alrededor no significa que a mí no me moleste.

 

-Hyuuung -se quejó Kyuhyun, no quería volver a empezar con aquello.

 

-Que sí, lo sé. A ti no te importa, porque me quieres y nunca te irías con ninguno.

 

-Exacto -afirmó el menor dándole un beso en la punta de la nariz-. Así que deja el tema, haz el favor.

 

-Está bien -aceptó-, pero sólo porque confío en ti.

 

Kyuhyun le sonrió y le dio un piquito antes de deshacerse de su abrazo.

 

-Voy a darme una ducha -le informó-. Te toca a ti recoger el cuarto -le indicó señalándole las prendas de ropa en el suelo y las cosas que se habían caído de la cómoda por el frenesí del momento.

 

-¿Porqué a mí? -preguntó agachándose para recoger el pantalón que tenía más cerca.

 

-Porque todo esto ha sido culpa tuya -le respondió echando a andar hacia el baño.

 

Siwon resopló pero le dio la vuelta al pantalón que había quedado del revés para doblarlo. Un papelito cayendo del bolsillo trasero llamó su atención y se agachó a recogerlo.

 

-Kyuhyun -le llamó.

 

-¿Qué? -preguntó el menor sacando la cabeza por la puerta del baño para mirarle.

 

-¿Te has quedado la tarjeta del camarero? -preguntó de nuevo con aquel tono molesto.

 

Kyuhyun le miró extrañado un segundo antes de reparar en la tarjeta que tenía en las manos. Abrió los ojos sorprendido al recordar que la había metido en su bolsillo sin siquiera darse cuenta cuando salieron del restaurante con prisas.

 

-Sí, pero sólo para que puedas hacer lo que quieras con ella -respondió rápidamente.

 

Siwon le miró entrecerrando los ojos, no muy seguro de su respuesta, pero Kyuhyun no le dejó decir nada más.

 

-¿Porqué no te vienes conmigo aquí dentro y la remojamos un poco, eh, hyung? -le propuso guiñándole un ojo.

 

Otra ronda de sexo no le parecía un precio demasiado caro a pagar para hacer que Siwon se olvidara del tema de una vez. De hecho, no creía poder considerarlo siquiera un precio. Desde luego que no era un precio cuando iba a disfrutarlo del mismo modo que el mayor.

 

Siwon lo pensó un ínfimo segundo antes de dejar caer el pantalón al suelo y dirigirse al cuarto de baño con la tarjeta en la mano. Iba a encargarse personalmente de que aquel pedazo de papel quedara completamente desintegrado aunque le costase horas metido en esa ducha con Kyuhyun. Más le valía al menor no quejarse si no le dejaba salir de allí en toda la tarde.

 

 

 

 

Notas finales:

Y se acabó por hoy. ¿Os ha gustado?

Esta idea era algo que había querido desarrollar desde hacía mucho tiempo. Kyuhyun y Siwon son siempre un amor juntos y parecen la pareja perfecta y demás, pero como todas las parejas tienen sus discusiones y creo que era necesario desarrollar una situación así, la única "pelea" que estos dos tuvieron fue en el shot 3 y a eso no se le pudo llamar discusión porque Siwon se marchó dedicándole una única frase. Puede que la razón de su pelea en este shot esté ya un poco trillada, podéis encontrar montones de fics con este tema, pero creo que los celos son uno de los aspectos más reseñables de la personalidad de Siwon, así que había que ponerlos.

 

El WonkyuFest terminó, pero eso no quiere decir que los fics Wonkyu terminen, al menos no por mi parte^^, aunque sí que seguiré subiendo estos shots en intervalos algo largos de tiempo porque las clases me impiden ponerme a escribir TT_TT aun así espero que me sigáis apoyando a mí y a mi ChoiCho family^^

 


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