Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestro Lazo por Akane Miyano

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Resubo el fanfic a pedido de Daily Gil.

 

IMPORTANTE: este fanfic fue escrito en 2010-2011.

En la revisión igual no noté que hubiese nada que quedara mucho fuera de lugar con respecto a lo nuevo, salvo que a Itachi se lo sigue considerando malo.

Dicho esto, hice algunas pequeñas modificaciones:

*Arreglé algunas líneas del final para que fuese más acorde a lo nuevo (con respecto a Itachi).

*Arreglé el final xD Antes tenía planeado hacer otro cap más que el final que publiqué años atrás, pero pienso que no es necesario.

*He sacado los escasos comentarios que pudieron haber entre mi betas y yo, entre medio del cap.

*No fueron muchas, pero modifiqué o saqué algunas líneas que me hicieron poner tics nerviosos de saber que yo las había escrito ajajajajaja. Quien escriba, entiende mis sentimientos de querer prender fuego cosas escritas antaño.

 

Dicho esto... hora del copypaste xD

 

ADVERTENCIA: Si eres fan de la Reinona Uchiha a muerte, advertid@ de que sufrirá bien feo, hasta en algunos puntos tocar el bashing ;______________; Y yo NO lo odio, pero la trama ante todo ttebayo… oh, sí es que me excita hacerle sufrir T¬T!!

Notas del capitulo:

Gracias a Halfy por betearme el cap.

1º capítulo: Pese a las distancias… siempre serás tú.

 

 

Y allí estabas frente a mí, completamente derrotado por mi persona.

Hubiera sonreído y te hubiera dicho lo tonto que eras, pero mi cuerpo estaba cansado y lo que menos deseaba era despertarte. “Si te despiertas ahora y me pides que me quede, lo haré, por eso…”

 

Acerqué mi rostro y te robé un pequeño beso. Esos labios cálidos eran tan ricos, quería probarlos más; adentrarme en tu boca y llevarme un buen recuerdo para mi viaje hacia Orochimaru, pero… “No, sepárate Sasuke.”

 

- Naruto.—suspiré mientras apoyé mi frente en la tuya. “Mi venganza es mucho más importante, debes entenderlo, debes entender que debo matar a Itachi…que yo no…y aún así, aunque nunca te lo haya dicho, yo siempre…”

 

Mis pensamientos cesaron al percatarme de que tus bellos ojos azules estaban abiertos. Quise separarme de ti, pero me lo impediste al sujetarme de las ropas. “No, no me mires así, no puedo quedarme, no me…”

 

- Suéltame.

 

- No lo haré, y lo sabes muy bien, ahora…ahora…

 

- No voy a volver Naruto, ya te lo dije. No insistas. “¡Ya suéltame, cuando me tocas, tu sólo rose me…!”

 

- ¡¿Por qué?! ¡¿Es que acaso no puedes conseguir la fuerza que necesitas a nuestro lado?!

 

“¡Los lazos me hacen débil! ¡Tú me haces débil!” temblé levemente antes de zafarme. Había recordado que si te mataba obtendría el mangekyôu sharingan, pero yo no quería hacerlo, no quería matarte. “¡Aléjate de mí!”

 

- ¡No, espera…!

 

 

Apenas vi tus intensiones de salir huyendo, me arrojé sobre ti. Era lo único que podía hacer, ya no me quedaban casi nada de fuerzas.

 

- ¡No te vayas Sasuke, por favor quédate, me sentiré muy solo si te vas!

 

Luego de decirlas, reparé en lo vergonzosas que eran, pero siempre había sido de decir lo que sentía. Todo lo contrario a ti, si bien en todo ese tiempo que te conocía había aprendido a ver tras tus sonrisas altivas y caras de estreñimiento, al verdadero tú.

 

No obstante, parecieron haber surtido el efecto deseado puesto que te habías dejado de resistir. Asustado porque intentases algo más, me aferré fuertemente a tu cuerpo, el cual parecía carente de movimiento alguno. Eso exteriormente, porque por dentro…

 

- ¿Sasuke?—ya me estabas preocupando, tu ritmo cardiaco estaba muy alterado—¿Estás b…?

 

No me dejaste terminar. Ni cuenta me di cuando me estampaste contra el piso, para luego sujetarme fuertemente de los hombros.

 

- ¿Así que te sentirás solo?—me preguntaste serio—¿Por qué?

 

Eso me molestó.

 

- ¡¿Cómo que por qué?! ¡Eres mi mejor amigo, te quiero mucho baka!—grité sonrojado.

 

¿Es que acaso no habías entendido lo importante que eras para mí? Creí que haberte dicho que eras como mi hermano te daría a entender mis sentimientos, pero por alguna razón… “Es como si él no sintiera lo mismo. Sí, debe ser eso, je.”

 

- Ya, comprendo que no me quieras, pero…—realmente dolía saberme no correspondido, pero por alguna razón tu rostro reflejaba mucha más tristeza de la que yo sentía.

 

- Usuratonkachi, tú nunca entiendes nada.

 

Quise protestar, pero no pude. Mis labios fueron sellados por los tuyos, tomándome completamente de imprevisto. “¿Está es su manera de decirme que le importo?”

 

 

- Esp…era.—jadeaste intentado romper el beso y parar mis manos, las cuales ya habían comenzado a bajar el cierre de tu chándal naranja—¡Ya!—exclamaste mientras me apartaste de un empujón.

 

“También me mordió el labio.” sonreí para mis adentros mientras lamí mi herida.

 

- Hermoso.—suspiré contemplándote.

 

Ya desde pequeño había notado que las chicas no me gustaban. “Y ya desde niño te había echado el ojo, Naruto.”

 

Siempre me preguntaba porque estabas solo, porque nadie te quería. Mi aniki me dijo que se debía a que eras diferente a todos nosotros. Pero como él no te miraba con desprecio, yo jamás tampoco lo hice. Aun así, cada vez que quería acercarme a ti, rehuías a mi amistad.

 

La última vez que intenté acercarme fue el día de la muerte de mi clan. Yo llegué tarde porque intenté convencerte de entrenar juntos, y tal vez luego que fueras a mi casa a cenar.

 

- Luego de eso, no busqué acercarme a ti más. El odio comenzó a consumirme, ya no deseaba relacionarme con otros, puesto que me traicionarían.

 

- ¿Qué dices? No te entiendo.

 

- Pero…cuando nos pusieron en el mismo equipo, sentí que mi yo anterior había conseguido un poco de alivio.

 

Ya no podía retroceder. Mi yo de siete años deseó tu amistad, y cuando la consiguió años después…se activaron en mi yo de trece años los bajos instintos.

 

- Tú…siempre eres tú. No entiendo el porqué, que vi en ti antes, que veo en ti ahora. Simplemente quiero perderme en ti, te deseo, Naruto.

 

 

- ¿Desearme?—reí nervioso.

 

“¡Debe estar bromeando!” pero cuando de un movimiento veloz desabrochaste el botón y luego bajaste el cierre de mi pantalón, para empezar a tironearlos…noté que eso no podía ser en lo absoluto una broma.

 

- ¡Sa…!—una de tus manos tapó mi boca y luego la otra buscó sujetarme con la que intenté golpearte.

 

Al ver que aún me quedaba una mano libre, liberaste mi boca para sujetarla, mientras que para evitar que te patease te sentaste en mi estomago.

 

- ¡¿Qué pretendes hacer cabrón?!

 

- Amarte.—me respondiste con un tono sumamente ronco.

 

Quise preguntar a que te referías, pero tus labios no me permitían articular más que balbuceos torpes.

 

Una fina lluvia comenzó a caer, empapándonos, más a ti que estabas encima de mí.

Me tenías completamente dominado, ambos estábamos muy heridos, pero ciertamente por algo habías ganado.

 

Sentir tus manos recorrer mi cuerpo me hacía sentir extraño y levantar algo de temperatura. El tacto de la fría llovizna era tortuosamente delicioso, no sólo para mí, podía sentir también a la perfección como tu piel ardía contra la mía.

 

- Espera no…

 

Quise detener que siguieras deslizando los pantalones por mis piernas, pero me sentía sumamente pesado. Además, no podía liberarme de las ataduras que habías puesto en mis manos, improvisando con tu protector.

 

- Shhhh, está será nuestra verdadera despedida.—me dijiste sonriendo con tristeza.

 

“No quieres irte, puedo verlo. Pero entonces, ¿Por qué…?” sin entender muy bien la causa comencé a llorar. No quería que te fueras, pero igual lo harías. No obstante, antes de marcharte me violarías.

 

- ¿Esta es alguna forma cruel de decirme lo poco que valgo para ti?

 

 

¡¿Es que acaso no me había escuchado antes?! Me sentí furioso, por lo que busqué quitarte por completo ese molesto pantalón y luego esa maldita prenda íntima.

 

Cuando te tuve allí abierto de piernas, completamente sonrojado, desnudo de cintura para abajo y empapado por esa deliciosa lluvia…silbé y mordí mi labio en señal de que la vista me era muy agradable, y sí que lo era, pero no sólo eran tus lágrimas, también el hecho de que no parecías en lo absoluto excitado lo que…“No soy correspondido.” sonreí tristemente.

 

- Naruto.—jadeé luego de posicionarme sobre ti.

 

- Para ya, teme, no está bien esto.

 

- ¿No lo está?—reí cínico lamiendo una de tus mejillas mientras una de mis manos comenzaban a estimularte allí abajo. Al ver que tu respiración se volvía entrecortaday tu miembro comenzaba a palpitar, deseoso de más…supe que estaba haciendo un buen trabajo.

 

- Ya, en serio…Sasuke, no…

 

- ¿Por qué no? Yo no veo que te desagrade esto.—inquirí haciendo un poco de presión con un dedo justo sobre tu glande—¿Acaso lo dices por qué somos hombres? ¿Por qué somos amigos? ¿Por qué…?

 

- No sólo son esas cosas, tú…yo…no, y Sakura-chan y…

 

 

Ya no sabía lo que decía. No podía pensar con claridad, vale que nunca he sido un gran pensador, pero…me sentía muy mal, mi cuerpo me estaba traicionando y se estaba dejando llevar por el rumbo al que tú querías llegar.

 

Tenía miedo, miedo de que me lastimaras. No quería aquello, pero si te entretenía tal vez alguien más llegaría a tiempo para detener que te marchases o tal vez al final cambiarías de opinión.

 

Luego por alguna razón me sentí muy triste por pensar que sólo era un mero entretenimiento para ti. Pero tus palabras anteriores…dijiste que me amarías, pero yo…“Sasuke tú me…” ¿Eso había sido una declaración? Si bien, si lo era o no, no tenía palabras que contestarte, y tampoco aliento alguno para articular otra cosa que no fueran gemidos.

 

- Ella no me interesa de este modo. Sólo es una amiga.—sentenciaste—Siempre fuiste tú, siempre serás tú, no entiendo por qué, pero desde niño sólo he tenido ojos para ti, usuratonkachi.

 

Allí ya no me quedaban dudas sobre tus sentimientos, pero los míos…“Pero yo sólo te veo como un amigo Sasuke, no…” preferí callar, francamente comenzaba a dudar sobre mis sentimientos hacia ti.

 

- Te amo.—ese leve susurro en mi oído, hizo que todo a mi alrededor desapareciera.

 

Sólo podía percibir tu aroma, tu voz, tu cuerpo, tu miembro entrando en mí.

 

- Sasu…ke, no…—era incomodo, era jodidamente incomodo.

 

- Si te quejas tanto ahora…pero he de admitir que la tengo algo grande para mi edad, jeje.

 

- Entonces tú te…—mis palabras se volvieron un jadeo molesto. “No duele mucho, no es placentero tampoco, pero…igual se siente rico.”

 

 

- No.—repliqué.

 

No te iba a dar falsas ilusiones. “Las palabras de recién las pensé sin recordar que me iba.” Me sentía molesto, ya estaba flaqueando de nuevo en mi decisión. Naruto siempre conseguías eso en mí. Como deseaba en ese entonces jamás haber caído en la tentación y robarte aquel beso. Tal vez ni notaste aquel robo, pero evidentemente fue así que habías despertado.

 

- Como una bella durmiente.

 

Me miraste extraño, y no te culpé por ello.

Pero yo no quería tener esa carita para mis momentos húmedos venideros. Busqué acelerar mis embestidas y estimular tu miembro con mis manos. Sonreí imperioso al ver el rostro que buscaba…tú mordiéndote el labio de una forma sumamente exquisita, con tus mejillas sonrojadas y pequeñas gotitas de sudor en tu frente.

 

- Sasuke…—gemiste ronco antes de venirte en mi mano.

 

Todo tu cuerpo sufrió un pequeño espasmo y fue así que estrujaste tan deliciosamente mi hombría que no tardé en seguirte hacia el clímax.

 

- Naruto…

 

Te amo, ya no puedo evitarlo, pero yo sé que no soy correspondido. Esa fue mi despedida, mi adiós egoísta. No pregunté, sólo lo hice, y aunque tú no hubieras querido, no te dejé muchas opciones. “Ya Sasuke, es suficiente.” pero aunque me lo dije varias veces, tardé varios minutos en soltar de mi agarre tu tibio cuerpo.

 

Sonreí algo enternecido al ver que te habías quedado dormido y más cuando vi que una de tus manos se asía fuertemente a mis ropas. Cuando logré deshacerme de tu agarre, solté tus manos, busqué limpiarte y colocarte las ropas de abajo.

 

- Dobe.—suspiré. Pero antes de intentar robarte otro beso, recordé que si lo hacía… “Si despiertas ahora, no sólo me quedaría, sino que te pediría de rodillas que me perdonases por este ultraje a tu honor.”

 

Me separé de ti y sin mirar atrás seguí mi rumbo. Bueno no, si miré hacia atrás, pero sólo una vez, sólo una vez más caí en mi más grande tentación, la cual eres tú, Naruto. Siempre lo serás, pese a las distancias.

 

 

“Techo blanco y olor a remedios.” Indudablemente me encontraba en una habitación de hospital.

 

- ¡Sasuke!—todos los recuerdos volvieron en segundos a mi mente. Intenté pararme, pero mi cuerpo estaba bastante magullado, por lo que me encogí hacia mí mismo del dolor.

 

- No te levantes. Recién te darán el alta en una semana.

 

- ¡¿Una semana?! ¡Ero-senin, no…!—no, no podía estar tanto tiempo inmóvil, sabiendo que tú, Sasuke…no, a cada momento que pasaba tú te encontrabas más lejos.

 

- Escúchame Naruto, has estado días inconsciente. Sasuke ya debe de estar con Orochimaru.

 

- No importa. Iré a buscarlo y lo traeré de regreso.

 

- Bien, pero…¿Crees que con tus fuerzas actuales puedas hacerlo?—agaché la cabeza, él tenía razón—Yo te entrenaré. Por tres años te entrenaré, para que estés preparado para cuando Orochimaru intente cambiar de cuerpo nuevamente.

 

“¿Tres años, en tres años recién?” aún así, acepté. Era lo mejor.

 

- Ejem.—tosió Tsunade-baachan luego de entrar a la habitación, se la veía nerviosa.

 

- ¿Qué sucedió?—le preguntó Ero-senin—Entonces…¿Al final es así?—ella asintió; yo les miraba sin entender nada—Entonces nos veremos en un año.

 

- ¡¿Qué?!—no tenía tiempo que perder. ¿Es que acaso él no lo entendía?

 

- Jiraiya, Naruto puede tranquilamente entrenar en cosas simples hasta los 8 meses.

 

- Lo sé, pero…—se sonrojó—…todos creerán que soy un pedófilo o algo así. ¡Ah, está bien! ¡Vendré por ti cuando te den el alta!—y sin más se marchó dejándome con la intriga, para mi suerte, la vieja se había quedado.

 

- ¿Tsunade-baachan, pasa algo malo?

 

- No sé si malo, es que…—ella tomó asiento a mi lado.

 

- ¡Dilo ya obachan!—me estaba crispando los nervios.

 

- Naruto, tu…estás embarazado.

 

- ¿Eh? ¿Yo estoy…? Pero si soy un…chico.

 

Entré en shock. Podía escuchar sus explicaciones que era a causa del Kyuubi en mi interior, pero…en esos momentos era como si no comprendiera las palabras y a la vez sí lo hiciera. Mi ser comenzó a llenarse de dolor acompañado una sensación extraña. Me dolía el corazón de sólo pensar que el bebé que llevaba en mi interior era tuyo, tu hijo Sasuke, y tu…“Tu ya no estás a mi lado. Te marchaste.”

Notas finales:

Ahora, quería hacer un breve comentario. El lemon no fue muy intenso ni nada debido a que apenas y tienen 13 años. Yo obviamente que he leído mangas shotas y cosas así, pero en si, una cosa es ficción y la otra lo real, y francamente no es por pudorosa, piensen que soy la oveja negra y hereje-bastarda de mi familia, o algo así jeje, y aunque no me enorgullecen esos títulos tampoco me desagradan <¬< En fin, el punto es que los niños de esa edad…err, para tener BUEN sexo uno debe estar completamente desarrollado. Será rico, pero…tanto la experiencia como la edad son muy importantes para tener pleno disfrute de los placeres mundanos =¬=U Sé que es un fic, pero soy una persona que siempre intenta poner cosas no muy lejos de la realidad, es que me gusta que sean fics lo mas creíble posibles?, emm, en parte esa es la idea, pero bueno xD

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).