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Un momento que cambia todo... por lUZzz UzUMaKI

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Notas del capitulo:

yayyyyyy el segundo cap, espero que les guste, me costo un poco escribirlo

John tardo un poco más en despertar, por primera vez en años había dormido perfectamente bien, sin una pesadilla que  lo atormentara, y solo por un momento se le paso por la mente el hecho de que eso era gracias a que Sherlock se quedó con el toda la noche, aunque lo desecho apenas termino de pensarlo, no era normal que algo así pasara, volteo la vista a su despertador, las 11… las 11, iba a matar a Sherlock, el muy desgraciado apago su despertador cuando se levantó, y ahora ya no iba a alcanzar a llegar a la clínica, genial , otro día descontado de su salario, aunque  en eso momento no le importaba demasiado, en cierta forma la cama se le hacía mucho más cómoda, y un extraño olor lo embargaba, algo cítrico pero al mismo tiempo dulce, aspiro con fuerza y se dio cuenta que aquel olor provenía de una almohada en específico, se acercó y la tomo entre sus brazos, o si, de ahí se sentía más, sus ojos comenzaron a cerrarse de nuevo, no tenía que ir a la clínica, y si Sherlock llegaba a necesitarlo iría a su cuarto , descansar un rato mas no era una mala idea.

Habían pasado apenas dos horas cuando abrió de nuevo los ojos, se sentía descansado, y aquel olor lo había acompañado hasta el mundo de los sueños, en donde su inconsciente lo relaciono inmediatamente con una persona, alguien apreciado, pero John nunca pudo ver su rostro, solo sentía aquella presencia tan tranquilizadora, suspiro y se estiro en la cama, desde que era adolecente que no pasaba tanto tiempo así, acostado y sin nada que hacer, solo disfrutando de la paz, la tranquilidad, la quietud… rayos, Sherlock tenía razón, aquello era demasiado aburrido, incluso para él, se levantó rápidamente de la cama, y se cambió de ropa, le apetecía dar un paseo, salir al parque, respirar un poco de aire fresco. Cuando bajo a la sala esperaba encontrarse a su compañero tirado en el sillón, removiéndose un poco y diciendo aburrido cada dos por tres, mas cual fue su sorpresa al encontrar solo el departamento, ni una señal de su excéntrico compañero; se removió nervioso, casi siempre cuando algo pasaba era el primero en enterarse, o por lo menos le dejaba una nota, o le mandaba un mensaje, se sentó en su sillón y abrió uno de los tantos periódicos que estaban por ahí, de  pronto las ganas de salir lo habían abandonado por completo, ¿A dónde iria Sherlock sin decirle? No lo sabía.

***** Sherlock

Eso era cansado, todos los ahí presentes eran unos idiotas redomados, incluso por instantes Mycroft entraba en esa categoría, ¿Por qué rayos se había dejado arrastrar? Podría estar en el departamento, disfrutando del día libre que él mismo le dio a John,  pero no, por alguna extraña razón decidió hacerle caso a Mycroft, y acompañarlo a esa estúpida reunión, en donde todos hablaban sin parar, y como veía, sin una clara idea de que es lo que tenían que hacer, volteo a ver a Mycroft con la mirada cargada de odio, esperando encontrarse la típica cara de indiferencia de su hermano mayor, nunca pensó que vería la clara disculpa en los ojos de este,  y mucho menos que en cierta forma eso le ayudara a soportar las siguientes 6 horas escuchando esas idioteces. Cuando por fin termino aquella fatídica reunión ya casi eran las 2 de la mañana, rayos, lo más probable era que John ya estuviera dormido de nuevo.

Iba saliendo del palacio cuando sintió como tomaban su hombro.

-te vamos a llevar Sherlock – y la voz de Mycroft, estaba demasiado cansado, la verdad, pero eso no evitaba que recelara de las intenciones de su hermano, aunque, aun no sabía la razón por la cual lo llevaron a aquella estúpida reunión.

Subió al auto y este comenzó a avanzar con rapidez, el silencio se instaló inmediatamente, ninguno de los dos estaba acostumbrado a la presencia del otro, en realidad ni siquiera sabían que decir cuando estaban solos, la mayoría de las veces los acompañaba Anthea, y eso hacía más fácil la plática, o mínimo podían comenzar a hablar sin miedo a que el otro los dejara en ridículo.

-¿Por qué me trajiste a esta reunión Mycroft? A leguas se nota que era para miembros del gobierno, no para personas comunes y corrientes – empezó el menor de los Holmes, mirando hacia la calle.

-justamente por eso, necesitábamos a alguien que nos recordara que las personas nunca son comunes y corrientes, además, tus puntos de vista siempre son más que fuertes,  gracias a eso podre convencer a varios que aún se reusaban a llevar a cabo algunas iniciativas – dijo el mayor, sin dignarse a ver a su hermano menor; en cierta forma siempre terminaba endeudándose con Sherlock, no importaba que hiciera, siempre le debía más y más, y para ese tipo de deudas no importaba que fueras la personificación del gobierno Británico, tendría que pagarlas algún día.

-para eso me sacaste del departamento; podrías haber traído a cualquiera de tus secretarios, e inclusive a Lestrade – corto Sherlock, todavía sin mirarlo.

-lo sé, pero además necesitaba comprobar algo – dijo en un medio susurro Mycroft.

-¿y lo hiciste? –

-si- dijo desalentado el mayor – llegamos – en cuanto escucho eso Sherlock abrió rápidamente la puerta. – Antes de que te bajes Sherlock, recuerda, el amor es una desventaja – ni siquiera pudo terminar la frase cuando el menor ya no se encontraba dentro del coche. Siguió el paso de su hermano hasta la puerta de su apartamento, dios, en su vida nunca pensó que lo vería así, solo esperaba que nada pasara, que pudiera seguir con esa persona…  con un movimiento de cabeza el auto comenzó a avanzar, dejando atrás el 221 B de Baker Street.

***** John

Ya era tarde, estaba consciente de eso, la hora con exactitud no la sabia, la verdad, solo no podía dormir,  había salido en la tarde, intentando encontrar a alguien con quien pasar un buen rato, pero algo se lo había impedido, justo cuando por fin la chica en cuestión le sonreía o le demostraba algún tipo de interés él no podía evitar pensar en su compañero, si ya habría vuelto al departamento, si ya tendría un nuevo caso en las manos, cuanto se tardaría en mandarle un mensaje, y así, de tal forma que cuando se daba cuenta ya estaba solo otra vez, volvió cansado, y se encontró solo el piso, eso de alguna forma lo desalentó, se puso a preparar el té, y como siempre preparo dos tazas en vez de una, eso le saco una pequeña sonrisa, ¿Qué le diría Sherlock si se enteraba de esa pequeña costumbre? Se dejó caer en el sillón y tomo su lap, reviso su correo, como siempre, solo algún mensaje de Harry, y una que otra oferta, abrió el blog, para ver si había nuevas entradas, algún comentario, solo los típicos que alababan al detective y lo ponían de buen humor, y claro no faltaban los dirigidos a él, que era un magnifico compañero, que Sherlock tenía suerte de tenerlo como amigo, que eran la pareja perfecta para resolver crímenes juntos…  así eran la mayoría de las entradas, cada día había más, y eso lo hacía feliz, bueno, antes lo hacía feliz, ahora era cansado ver como todas esas chicas iban detrás de su amigo, sin importarles si las rechazaba una y otra vez, ¿no tenían la mínima dignidad?

Cuando menos acordó ya era la medianoche, y su amigo aun no llegaba, no era como si lo fuera a esperar despierto, no era nadie para hacerlo, pero era la primera vez que estaba fuera sin comunicarse por tanto tiempo, se levantó del sillón y se dirigió a su cuarto, necesitaba acostarse, al otro día trabajaba, y no valía de nada si estaba tan cansado como para no prestarle atención a sus pacientes.

******* Sherlock

Subió con lentitud las escaleras, estaba hastiado de esos inútiles, y la verdad por alguna extraña razón lo único que quería hacer era dejarse caer en la cama y descansar un rato, no dormir, simplemente descansar un rato, se detuvo hasta que se dio cuenta de que estaba justo enfrente dela habitación de su compañero, ¿Qué estaba pensando? Su propia habitación estaba abajo, no tenía que dormir ahí, se decía una y otra vez, sin embargo eso no evitaba que abriera la puerta y se colara, y se sentara en la cama para quitarse los zapatos, realmente estaba cansado.

-Sherlock, que bueno que ya volviste – escucho como decían detrás de él.

-es bueno estar en casa – comento despreocupadamente, acostando y pasando sus brazos alrededor del cuerpo del doctor. No se preguntó por qué John estaba despierto a esas horas, ni el por qué no pudo evitar abrazarlo, solo se deleitaba al sentir esa calidez y ese suave, aromático y perfecto olor que lo acompañaría hasta en el reino de los sueños.  

***** ------ Sueño

No sabía dónde estaba, y no le interesaba, la verdad no le podía interesar menos, solo  que esa comodidad no lo abandonaba, abrió lentamente los ojos, y se quedó deslumbrado por el sol, o al menos eso pensó que era, hasta que se dio cuenta que no era solo una esfera en el firmamento la que brillaba. Inclusive no tenía idea si aún estaba en la tierra, pero no estaba preocupado, se sabía seguro. Su mirada se dirigió a la persona que estaba al lado suyo, y le dedico una sonrisa, o sí una de esas sonrisas que no se permitía expresar continuamente, su entrenamiento militar no se lo permitía, solo así, cuando veía que se encontraban en ese extraño mundo lo hacía, cada vez con más y más frecuencia.

No dijeron nada, para que hacerlo, estaban cómodos y seguros, con sus manos juntas y sus miradas perdidas en el espacio, no era necesario nada mas que eso para que fueran felices, ambos lo sabían.

****** ----- 

Despertó con lentitud, su cuerpo tan descansado, sus músculos relajados, la repiracion constante y suave, y claro, aquel calor, se recargo un poco mas contra ese cuerpo, y soltó un suspiro, el despertador aun no sonaba, debía de ser realmente temprano, abrió los ojos, aun no salía el sol, y la oscuridad reinaba por completo en la habitación, volteo un poco hacia arriba, para poder apreciar la expresión de su compañero, escuchaba su respiración, aun debía de estar dormido, era demasiado temprano como para que estuviera despierto. Y ahí lo vio, el rostro descansado y relajado por completo, el ceño sin fruncir,  los ojos cerrados, en perfecta calma. Sintió un estremecimiento, nunca pensó en ver a Sherlock tan vulnerable, alzo un poco la mano, pasándola por aquel rostro; se alegraba tanto de ser la única persona que pudiera verlo así, nadie mas tenia el mas  mínimo derecho.

-buenos días John – escucho, dando a entender que ya estaba despierto,  iba a quitar la mano cuando otra la atrapo e hizo que se quedara ahí – dejala así un rato mas – y no pudo desobedecer eso.

-Sherlock, sabes que tengo que entrar al trabajo a las siete, aun tengo que ir a bañarme – comenzó John.

–si dinero es lo que falta podría cobrar alguno de mis casos – comento con despreocupación el menor, sin dignarse a abrir los ojos

-dinero no falta, solo me gusta a ayudar a las personas, y que mejor forma que en un hospital – contesto, pero no se levanto de la cama.

Sherlock por fin se dignó a abrir los ojos, haciendo que John sostuviera la respiración por un momento, aun le seguían sorprendiendo aquellos pedazos de un cielo en tormenta. Sus labios se curvaron en una sonrisa al notar la mirada que le dirigía su amigo.

-eres un mártir social John – dijo antes de abandonar la cama con un rápido movimiento y dejarlo solo con sus pensamientos.

Aun con los restos de la sonrisa en el rostro se metio en la regadera y se dio una rápida ducha, necesitaba apresurarse si quería llegar a tiempo a la clínica.

Justo quince minutos después estaba abandonando el departamento. Cuando llego a la clínica lo primero que se encontró fue a una Sarah sedienta de explicaciones y claro, el como buen caballero se las dio, omitiendo solo unos pequeños detalles y estas parecieron complacerla, así que hasta ahí quedo ese pequeño incidente. Y con eso dio comienzo su monótono día, no se dio cuenta, pero se la pasaba revisando cada  cinco minutos su celular, en espera de un mensaje que le dijera que Sherlock lo necesitaba para ir a resolver un caso juntos. Ninguno llego. Salió mas cansado de lo usual, y justo estaba llegando al 221 B cuando noto el auto negro estacionado enfrente del departamento y a la chica recargada en el barandal…

Notas finales:

bueno aquí acaba el cap ¿de quien creen que sea el auto? es mas que obvio, (espero) bueno, como saben, ninguno de los personajes me pertenecen, y no lucro con este fic, mi unico pago son sus comentarios, así que por favor dejen aunque sea uno, un reviw no mata a nadie.

aquí un pequeño adelanto

Inseguro, por que deberia de sentirse inseguro, solo era su compañero de piso, nada mas, ¿no? solo un amigo mas, aunque uno no da la vida por un amigo... y no esta dispuesto a matar tampoco... 


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