Itachi se desvistió guardando en el armario el traje que llevo puesto en la cena, gracias al encuentro con los Hyuga podía calificar el día de emocionante y divertido pero su abuelo había arruinado su estado de ánimo. Casarse y tener hijos, no estaba en sus planes se sentía asqueado de las miradas de lujuria por parte de las mujeres y temor y temor mezclado con deseo de algunos hombres, las cuales recibía cuando caminaba por la empresa, o aparecía en los eventos especiales a los que a veces se veía forzado a asistir, a diferencia de su abuelo (que disfrutaba de las de admiración temor o lujuria que despertaba a su paso) a él le resultaba repulsivo, no era ingenuo sexualmente, pero el sexo pasada la gratificación física lo hacía sentir vació y solo.
Quitándose la cinta que le amarraba el pelo se miro al espejo, a veces se preguntaba si existiría alguien que lo viera como realmente era, No como un Uchiha, o el heredero de una gran fortuna, solo él, el hombre detrás de la máscara de frió desinterés que normalmente llevaba, tenía que darle la razón a su abuelo, si hubiera una persona que lo quisiera por quien era, no importaría si fuera hombre o mujer lo atraparía entre sus brazos y no lo dejaría escapar. Tomo la tarjeta que dejo olvidada el chico con el que choco en la mañana, la sonrisa que le dedico era genuina al igual que la disculpa que pidió, sonrió al recuerdo de unos grandes e impresionantes ojos azules, llenos de picardía dulzura e ingenuidad una mezcla algo extraña, el niño dejo una suave calidez cuando se aferro a su cuerpo para no caer, repitió el nombre del muchacho y entrecerró los ojos diciendo para sí mismo.
—Naruto Namikaze…Namikaze…tal vez…No importa, lo sabré mañana.
Con solo sus bóxer puestos, cerró la puerta con llave y se acostó, su hermano hizo un escándalo por tener la camisa desabrochada; Dios sabe que diría al verlo solo en calzoncillos y con la tendencia de este para entra sin tocar, el desastre estaba asegurado, cerrando sus ojos con cansancio apago las luces y trato de dormir, estaba seguro el día de mañana iba a resultar muy agotador y exigente.
En otra parte, Naruto inspiro profundamente para darse valor, su abuelo fue especialmente duro hoy, dejándolo a cargo de una de las cosas más pavorosas que existen en la vida, mañana por la tarde debía acompañar a una embarazada Anko para ser auscultada por Tsunade, la mujer ya estaba loca de por sí, al estar embarazada los cambios de humor y otros achaques la habían vuelto…letal, para añadir más leña al fuego, la cita era a las dos, hora en que la vieja acostumbra dormir su siesta después de tomar una botella de Sake, despertarla era tener un deseo de muerte, el chico se estremeció sentado en su cama, las dos únicas personas que lograban despertar a Tsunade sin sufrir daños colaterales eran tío Dan esposo de esta y el propio Orochimaru, sino fuera suficiente con eso, para incrementar sus preocupaciones, mañana debía estar presente en la reunión junto a su abuelo, teniendo que escoger un traje apropiado para llevar, tener que ver al hombre de cabello largo de picos que lo saludo esta mañana era atemorizante, nunca nadie había logrado acorralar a su abuelo y que el tipo lograra hacerlo era preocupante.
Decidió calmarse ,dándole un último vistazo a la copia de los documentos que le había dejado en la mañana al Sanin, volvió a releer cuidadosamente las tres cartas y dos correos electrónicos de las personas seleccionadas, para las operaciones, al ser el jefe de relaciones públicas, tenía a su cargo todos los correos y cartas solicitando ayuda, de las cuales 80% eran falsas, solicitando dinero o cirugías plásticas el otro 10% era de gente que tenía la suficiente comodidad económica para hacerse una cirugía pero querían ahorrarse el dinero aduciendo que tenían una situación económica difícil, tratando de engañar a la empresa con ese fin, el 6% restantes eran una mezcla personas cuya situación no era tan complicadas y no necesitaban con urgencia o desesperación las operaciones y estafadores increíblemente buenos que armaban historias dignas de una película de Hollywood, del 4 % restante se encargaba de seleccionar a los casos más desesperados y desgarradores.
Había aprendido qué, el que una empresa dedicara parte de sus ingresos a obras de caridad, no resultaba extraño eso les permitía evadir parte de los impuestos, brindándoles una increíble publicidad gratuita y la imagen de ser altruistas y desinteresados, pero ese no era el caso de su abuelo, aunque este negaba fervientemente tener un corazón, el niño sabía mejor, Orochimaru tenía un corazón enorme pero era muy cauto y desconfiado, lo comprendía totalmente después de ser engañado por una de esas cartas, cuando tomo por primera vez a sus dieciséis años el cargo de relacionista público impulsado por su abuelo, al final no sucedió nada terrible ya que el Sanin realizo una segunda operación y la persona que en verdad la necesitaba fue beneficiada.
El rubio respingo revolcándose en su cama, la lectura no había servido para nada y ahora estaba más preocupado, escoger los trajes nunca había sido su fuerte, prefería vestir más casual y ahora en su desesperación todos estaba regados por el piso, miro el reloj eran las 11 de la noche tenía que dormir, apagando las luces se cubrió de pies a cabeza con las sabanas, mañana prometía ser un día muy interesante.
Al día siguiente, Madara sentado en la mesa tomando un café releía una y otra vez el informe de Zetsu, realmente estaba sorprendido contra toda suposición y a pesar de sus viperina y algo exótica apariencia el "dios serpiente" resulto ser bastante honesto y decente, no parecía existir ningún negocio sucio o fraudulento como había temido en un principio, los órganos para transplantes no provenían del mercado negro, ni de donantes todo parecía indicar que la realidad resulto más fantástica que la ficción, por lo visto el hombre en verdad "creaba" los órganos en algún laboratorio secreto y si la mitad de los rumores eran ciertos eso explicaría la alta tasa de éxito en las operaciones y el porqué a pesar de las buenas ganancias, realizaba tan pocas cirugías al año.
En cuanto a la fama de hombre frio y calculador en los negocios que tenía el Sanin, una sonrisa que podría congelar el infierno afloro a los labios del hombre mayor, tenía que reconocerle que era bastante bueno negociando y que lo había subestimado, pero no era rival para un Uchiha, la prueba estaba en que hoy firmarían el contrato, las concesiones no importaban mucho.
Aunque él tuviera que ceder en algo más, no le perjudicaría en nada, quería las patentes de todo lo que el hombre había pedido, el diseño que le mando no era perfecto y adolecía de algunas fallas, pero con los genios a su mando fue fácil mejorarlo. Por lo que deseaba también obtener un contrato por diez años, para ser el proveedor exclusivo de toda la maquinaria e instrumental quirúrgico, lo cual significarían una excelente ganancia y la obtención de todos los futuros prototipos que fueran diseñados, tenía que reconocer sin embargo, que el hombre se defendió brillantemente, consiguiendo una rebaja bastante considerable y reduciendo a la mitad el contrato de exclusividad, no logro un acuerdo sobre las patentes, ya que este adujo qué una decisión tan importante, solo podía ser tomada con la aprobación de todos los socios y delante de abogados, los dos sabían que era un salida para ganar tiempo, lo dejo pasar por el momento, pero eso lo pensaba corregir hoy, tal vez si el hombre hubiera venido a él como primera opción en lugar de ultima le hubiera brindado algunas consideraciones …tal vez.
El Sanin se le había escurrido de las manos por mucho tiempo, rehusando entablar relaciones con Uchiha corp. Y comprando en empresas más pequeñas y no tan fiables. No es que esto le importara, ya que su muy bien ganada fama de hombre cínico y despiadado, bien podría haber persuadido al hombre astuto de entablar negocios. Pero le disgustaba que no hubiera acudido a su invitación, quizás era su racha vengativa o el mal temperamento (el cual Sasuke había heredado en su totalidad) pero lo tomo como una afrenta personal, así que cuando por casualidad llego a sus manos el pedido hecho por las empresas Namizake aprovecho la oportunidad de agarrar a la serpiente por la cabeza.
Algunas cosas no concordaban sin embargo, el pequeño nieto de Orochimaru era una de ellas se había confundido cuando vio la fotografía del niño cometiendo un fau pax de género, debido a que el chico se veía más femenino en la foto del informe que le pasaron porque llevaba el cabello largo en ese entonces, por lo visto se lo había cortado recientemente. El muchacho no se parecía en nada a su abuelo era como comparar el día y la noche, de cabellos dorados, ojos azules y piel ligeramente bronceada, el pequeño surfista ofrecía demasiado contraste con la piel pálida los ojos amarillos y el cabello largo y negro del Sanin, sin embargo el informe de Zetsu era bastante completo según podía apreciar el niño se parecía mucho a su padre a excepción de la forma de los ojos que eran como los de la madre y unas curiosas marcas en las mejillas del chico.
Que Minato el padre de Naruto fuera adoptado era una fuerte posibilidad, que se pareciera a la difunta esposa de Orochimaru otra, existía otra posibilidad más remota, pero necesitaba la mente inquisitiva y perspicaz de su nieto para asegurarlo sino todo serian meras especulaciones, el informe de Zetsu no contenía ninguna información sobre el pasado del Sanin así que andaba a ciegas.
Sus pensamientos sobre este particular se interrumpieron, cuando escucho las pisadas pausadas largas y tranquilas del mayor de sus nietos, el hombre joven se sentó a la mesa en espera de su desayuno Madara enarco las cejas al ver el platon de frutas bañado en yogurt, junto a un jugo de frutas y una rebanada de pastel de fresas, Itachi tenía el diente dulce a diferencia de de Sasuke cuyo plato estaba repleto de rodajas de tomate una tostada con mayonesa y un jugo de verduras, estirándose y cortando una pedazo de pastel comento.
—Deberías comer más sano.
—Aunque lo hiciera, no creo que pudiera estar más saludable— replico alejando el pastel del alcance de su abuelo.
El patriarca de los Uchiha sonrió ante el comentario a la vez que miraba la camisa gris a rayas que se ajustaba perfectamente a su nieto, mostrando el torso fuerte y los brazos bien tonificados y definidos.
—Te ves muy guapo, al igual que el monstruo gruñón que está bajando por las escaleras—comento con orgullo y aprobación Madara, provocando un bufido del aludido.
—Hm deja de hacer comentarios extraños abuelo, es un poco embarazoso.
—Me siento muy orgulloso de mis nietos, no veo ningún problema en expresarlo mientras estamos en privado, ustedes dos son mi orgullo y no me canso de repetirlo.
El menor de los cuervos se acomodo en la silla con un ligero rubor, esas palabras siempre lo hacían feliz aunque no lo demostraba.
—Sasuke.
—Si abuelo— la repentina muestra de educación de parte del niño, hizo levantar la mirada a Itachi, su hermano era muy susceptible a los elogios (siempre y cuando fueran sinceros) sintiéndose agradecido por poder ver la sonrisa en el rostro de su hermano, un acontecimiento muy raro estos días.
—Necesito que te hagas cargo de la empresa mientras Itachi y yo salimos por unas horas, fungirás como presidente hasta que volvamos ¿Te consideras capaz de ello?
Irguiendo su pecho con orgullo Sasuke replicó—Soy un Uchiha, nací listo, pueden tardarse lo que quieran te aseguro que lo haré mejor que Itachi.
El aludido entorno los ojos, ahí iban los segundos celestiales de paz y armonía entre ellos, la dicha de verlo feliz se desvaneciéndose tan rápido como vino.
—Entonces está decidido, Itachi cuando terminemos de comer te veré en mi despacho hay algunas cosas que quiero discutir contigo antes de que vayamos a firmar este contrato.
—Como desees— respondió éste.
El desayuno transcurrió en silencio después de eso, al terminar ambos se dirigieron al despacho, una alfombra color rojo vino los recibió y mientras Patriarca de los Uchiha se sentaba detrás del escritorio de roble macizo, dándole la espalda a su nieto y mirando la pared donde estaba el retrato de Mishiko sosteniendo un niño de escasos meses, pregunto.
—Cuál es tu opinión del informe de Zetsu, sobre los Namizake.
—Necesito obtener mayor información para poder ofrecer una opinión acertada, pero de lo que leí, puedo decirte que el hombre está relativamente limpio nunca ha entablado relaciones con los traficantes de órganos en el mercado negro, solo hubo extraño incidente hace tres años con un tipo llamado Gato el cual murió al caer de un edificio, el hombre era un traficante conocido que se ocultaba bajo la imagen de un honesto comerciante así que su muerte más bien es un beneficio para la humanidad, sospecho que el hombre trato de extorsionarlo o chantajearlo. El hijo de él Minato, murió en un accidente de avión junto con su esposa Kuchina, cuando se dirigían a una junta de negocios fue un caso muy sonado y salió en varios periódicos, dejando a su cuidado al hijo de estos el pequeño Naruto de tres años de edad en ese entonces, no te puedo decir si el fallecido es adoptado o no, me inclino a creer que es biológico debido a que Orochimaru tiene 52 años y un menor no puede adoptar un niño, lo que dejaba dos opciones la primera y más puasible, que el hombre cometió un error juvenil y embarazo a una chica a una edad muy temprana, la otra es la misma pero en sentido inverso y es más remota.
—Esa información es nueva.
—Zetsu me la dio esta mañana, la recibí en mi computadora hace apenas dos horas, está tratando de conseguir la información que falta, pero parece que fue borrada y es necesario recurrir a otros medios, le he autorizado una cantidad de dinero para obtenerla, una buena suma es un fuerte aliciente para las ratas suelten la lengua.
—Basado en ese último informe que acción me recomiendas tomar.
—Quieres que te lo diga como tu nieto o como tu vice-presidente.
—…Ambos.
—Para cubrir cualquier eventualidad, te recomiendo que seas un poco más moderado en tus planes, lo trates con la consideración suficiente para que no se sienta amenazado o extorsionado y de una forma más equitativa, va a ser tu socio y si resulta tener el mismo tipo de "condición" que el tío abuelo Izuna, ni tú mismo te lo perdonarías.
— ¿Sería interesante, no crees?
— ¿Hm?
—Encontrar a alguien como Izuna, es realmente raro que alguien de esa "condición" sobreviviera a semejante prueba a una edad tan temprana, ¡Diablos, si mi hermano no hubiera contado con mi apoyo y el de Tobirama, hubiera muerto!— mirando la mirada interrogante en los de su nieto Madara y trato de explicarle—...en esa época la discriminación era muy fuerte y los avances médicos una mierda, te imaginaras que tener esa "condición" era como estar condenado a muerte. Es diferente si cuentas con el apoyo del nombre de una poderosa familia o dos como fue el caso de Izuna al tener a su lado al Senju,
Itachi observo en silencio el despliegue de ira de su abuelo, no era común que el hombre mayor se exaltara, recordaba haber escuchado de los labios de su propio tío abuelo un poco de esa historia, contada de forma vaga en imprecisa.
—No puedo calificarlo de interesante, deprimente es más adecuado. De cualquier forma, Orochimaru logro comprar tiempo ayer por lo que hoy debe estar preparado para enfrentarte, ya te demostró que es astuto y hábil en los negocios por lo que no lo subestimes, en cuanto a nuestras especulaciones ,hasta que no contemos con toda la información, son solo eso especulaciones.
—Seguiré tu consejo y tratare de reprimir mi ambición desmedida, que tú inteligentemente has tratado de no mencionar, pero no te prometo nada, soy un Uchiha no soy sino despiadado. Sin embargo me parece que esta vez te equivocas, aparte de Izuna no tengo conocimiento que otros hayan llegado con vida a una edad tan avanzada.
—Me parece que son exageraciones, es más probable que hayan preferido ocultarse y ha esta alturas les resulta imposible cambiar el camino que han escogido para sus vidas.
—Como sea, me has dado toda la información del abuelo ¿Qué me dices del nieto?
—Zetsu no se tomo la molestia de investigar, dijo que lo que se ve, es lo que hay.
—Una extraña manera de decir que el niño no tiene nada que ocultar, bien supongo que debemos partir a la empresa, necesito ver y aprobar el contrato que los abogados han redactado. ¿Crees que tu hermano quiera ir con nosotros? ¿O sacara el "demonio maldito" que me hizo comprarle en su cumpleaños?
Un chirrido de unas llantas y el rugido de un motor al arrancar, contesto la pregunta, con humor manifiesto el mayor de los hermanos Uchiha comento.
—Creo que mi hermanito escogió ir a presumir en la ciudad al "demonio maldito" como tú lo llamas.
Entornando los ojos Madara replico —aun no se dé quien heredo el carácter ese muchacho.
—De mi padre y de ti por supuesto.
—Camina muchacho listo y llama a Kisame el será nuestro conductor hoy.
—Bien.
Se detuvieron frente al auto mientras Kisame abría las puertas, el personaje en cuestión era un hombre alto y fuerte cuya obsesión con los tiburones hicieron que se afilara los dientes y tatuara unas rayas para simular branquias.