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Juego Inocente por Anne Mary

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Notas del capitulo:

Siguiente capítulo.

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No he muerto (?), perdí mi cuenta.

-“¡No soy Kira!”- y eso que se estaba conteniendo, le faltaba poco para atestar con un golpe a ese detective que sólo con una frase lo hacía cambiar radicalmente.

Esa era la sexta vez en el día en que lo acusaba, de nuevo, de ser Kira, que se declarará culpable. Ryuzaki por primera vez lo hacía por diversión, ver la cara transfigurada del joven era todo un placer. De cualquier manera, con cualquier pensamiento que el joven dijera en voz alta Ryuzaki lo utilizaba en su contra. Por ello, Light ahora casi no hablaba, y hasta por ese asunto lo acusaban.

-“Yo sólo decía que si tú fueras Kira también te quedarías callado para evitar una confrontación, es inevitable querer aparentar no ser quien eres Light”- tomó su segunda taza de té con dos dedos.

-“Chicos, creo que no deberían seguir peleando, no está bien”- Matsuda intentaba ser el intermediario.

Nadie dijo nada, si bien porque no se querían meter en problemas, o porque sabían que sólo recibirían una mala mirada por parte de los dos genios. Se escuchó una exclamación desde uno de los sofás, Soichiro Yagami tenía unos papeles en mano y un teléfono.

-“¿En serio? ¿Lo consiguió? Es perfecto, entonces, ¿cuándo es? Si, lo estoy anotando, enseguida les diré, dale las gracias a Misa Amane de mi parte, esto nos facilita mucho”- colgó el teléfono con una sonrisa en la cara.

-“¿Qué pasó papá?”- era raro ver al hombre algo más tranquilo que los otros.

-“Misa Amane consiguió ser la imagen del grupo Yotsuba”- todos sonrieron, excepto Ryuzaki y Light –“Le dieron una invitación a la fiesta de beneficencia, así que podríamos ir como invitados de ella”-.

-“¿Qué no las invitaciones a fiestas de coctel no deberían ser personales y con cierta resistencia a los invitados ajenos?”- Ryuzaki habló con tal convicción que hasta risa daba, él tenía experiencia en ese tipo de reuniones, aunque hacía mucho que no asistía a alguna de ellas.

-“Pues… a Misa le dijeron que llevara a quien guste”-.

-“Eso se podría tomar como que aún no confían en ella lo suficiente, lo mejor sería que dejásemos que sigan con esa línea de pensamiento, así será más fácil intervenir en sus conversaciones”- Ryuzaki tomó un dulce de la bandeja que tenía al lado, pasando varias veces sus dedos por la envoltura.

-“¿No creen que eso provoque algún mal en Misa? La pondrían en peligro”- Light era tan, pero tan bueno que se preocupaba en la chica que no sabía en la que se metía, además de no sentir nada por ella, ningún tipo de sentimiento que los conectara de ninguna manera

Ryuzaki hizo una mueca que nadie notó, salvo, increíblemente, Matsuda –“Cómo es fastidioso que ese niñito se preocupe por ella… o en cualquier otro, la probabilidad de ser Kira, sólo por su sobreprotección es de 5%, pero si se retractara, entonces…”-.

-“¿Y cuándo es la dichosa fiesta?”- Light habló con cansancio, realmente hubiera preferido quedarse, esas cosas no ayudaban mucho a mantener el anonimato a Ryuzaki como L, y eso le preocupaba, de verdad no tenía importancia si a Misa Amane le pasaba algo por ese tonto plan.

-“Eh… dentro de una semana”-.

-“Una semana, una semana… Deberíamos preparar nuestros trajes y eso”- miró de nuevo al ordenador de enfrente, como para despejar un poco absurdos pensamientos de la cabeza, después de todo él no tenía necesidad de arreglarse para verse bien.

-“De eso ya se ocupa Watari”- Ryuzaki lo veía de reojo, desde que habían llegado a trabajar, no le quitaba el ojo de encima, estaba totalmente intrigado por aquella conclusión de la que al final no pudo saber nada. Eso lo traía inquieto.

-“Entonces, ¿cómo va a ser la situación una vez estemos en la reunión? No creo que improvisen, no es mucho su estilo”-.

-“Light, hijo, creo que estás un poco molesto por tener que ir a esa fiesta, pero ya todos sabemos que tu no estabas totalmente de acuerdo con este plan, lo mejor sería que te quedaras al margen esta vez mientras los demás lo resolvemos”- Soichiro Yagami casi nunca había reñido a su hijo mayor, por ser en cualquier ámbito complaciente con la sociedad, intachable, perfecto. Pero no dejaba de ser un adolescente.

El jefe de policía esperaba que su hijo asintiera con la cabeza y se disculpara, como siempre, así era siempre lo mejor,  pues le ponía atención.

-“Vaya padre… Agradezco desde el corazón que se hayan dado cuenta de mi opinión, son realmente amables todos ustedes”- los miró fijamente, deteniéndose en cada uno un poco, especialmente en Ryuzaki –“También me da gusto, enserio, que puedan ver que estoy un poco molesto. La consideración es predominante en este lugar ¡Qué afortunado soy al codearme con ese tipo de personas!”- su rostro impasible resaltaba con las palabras sarcásticas, un tono que nunca había osado en usar frente a su padre.

Sonreía con amargura y furia, el volumen de la voz era bajo. Nadie habló, y Light ni lo soportaba ni tenía intenciones de hacerlo. Ryuzaki estaba mentalmente de acuerdo con el menor, no lo dejaban opinar ni tomar decisiones, tal vez porque inconscientemente lo trataban como un niño, el menor del grupo.

-“Light, ¿crees que no nos importa lo que pienses?”-.

-“¿Creer padre? No, para nada”- esperó a que Soichiro Yagami suspirara aliviado, le habían creído esa cosa –“Yo no creo padre, tengo certezas. Podría comprobarlo en cualquier momento, pero no veo necesidad de hacerlo. Sigan haciendo este tipo de tonterías y pronto querrán tratarme al igual que a Matsuda… sin ofender”-.

-“No ofendes, porque en cierto modo tienes razón”- Matsuda era desplazado, y ahora Light era ignorado, el ex-representante de Misa no pudo hablar, como todos los días.

-“Así que por este motivo defendía al idiota de Matsuda, se sentía en una posición similar y se reflejó en él”- aunque sabía que no estaba bien reflejar el sufrimiento y exteriorizarlo de ese modo; la nueva revelación que Ryuzaki tenía en esos momentos, gracias a los desplantes de Light, lo aliviaba en sobremanera –“No era porque sintiera algo por Matsuda… ¿es que acaso me molestaría eso?”- esperó una respuesta de su mente, que fue sincera y rápida –“estoy celoso de que se le acerquen. Odiaría que alguien más se le acercara a MI Light, eso incluye a Misa, Matsuda, o cualquier otra persona”-.

Light aguantó unos insultos más que hubiera querido decir en voz alta; su voz, su postura y la tensión de la cara cambiaron radicalmente, como cuando se enojaba con Ryuzaki. Relajó los hombros en el asiento, la tensión desapareció y su cara reflejaba un falso remordimiento, si no fuera porque había calefacción seguramente se sentiría un frío helado rodear a Light.

-“Lo lamentó, me altere inútilmente. Lo que dije es verdad, pero no debía dirigirme así a todos ustedes. Creo… que me iré a descansar un poco, lo necesito”- todos notaron que era la primera vez que hablaba sólo por él, sin importarle que le dijeran que no –“Con su permiso, quiero estar solo”- eso último era para Ryuzaki, en ese momento se estaba por levantar y seguirlo, pero a regañadientes lo respetó y dejó que se fuera.

Light salió con paso decidido y todos quedaron callados hasta que ya no se escuchaban los pasos del menor.

-“Tal vez deberíamos desistir de la fiesta y buscar otra cosa”- decía Matsuda.

-“No. Si hacemos algo así, sería como tratar con un niño malcriado. Lo mejor será seguir con esto, ya yo hablaré con él para hacerlo cambiar de opinión, creo que sé cómo lo haré”- Ryuzaki tomó un dulce de leche de los tantos que había –“Pero tiene razón, su opinión, aunque sea el sospechoso de ser Kira, es valiosa para todos, y él puede ampliar lo que yo digo. Realmente es muy inteligente y sus aportaciones valen tanto como él”-.

-“Ryuzaki… es… la primera vez que hablas tan bien de mi hijo, se nota que ya tienen una relación más amistosa”- Soichiro sonreía.

-“¿Cómo es posible que me cambie de tema así de descaradamente? Padre e hijo se parecen. Y sólo está evitando algo incómodo para él como padre”- negó con la cabeza por tal tontería –“No te imaginas cómo ha avanzado nuestra relación”- no decía mentiras, sólo verdades a medias.

-“Me da mucho gusto Ryuzaki”-.

-“No te debería dar tanto gusto Yagami-san… De todos modos, prefiero ir a ver cómo se encuentra Light”- dicho esto se levantó y se fue por donde había desaparecido el menor –“También tengo que seguir vigilándolo”- murmuró para sí, pretendiendo convencerse de su propósito.

Ryuzaki caminó rápidamente, estaba demasiado preocupado para su gusto, así que la única manera de alejarse de esos pensamientos era ver al causante de su preocupación. Ni siquiera se fue por el elevador, prefirió intentar irse por las escaleras, así se calmaría antes de llegar a su habitación y actuar como si nada hubiese pasado.

La puerta estaba entreabierta, la pequeña sala que tenía el televisor estaba iluminada por el mismo, y una figura delgada miraba fijamente la pantalla. Ryuzaki pasó sin hacer ruido, y posarse en la parte trasera del sofá, quería espantarlo, pero Light se adelantó a hablar.

-“¿Crees que debí haberme callado esta vez Ryuzaki?”- su voz monocorde estaba dando escalofríos.

Ryuzaki en vez de contestar se pasó al sofá para sentarse junto a él, como aquella mañana. Ahora no lo miraba con curiosidad, sino que simplemente lo miraba. Se pensó un poco para contestar, últimamente se le había hecho costumbre responderle sin pensar.

-“No, aunque creo que no debiste haberlo callado tanto tiempo”-.

-“Si, tienes razón. Es inevitable alguna vez dejar que las circunstancias se apoderen de la razón, yo he podido contener tanto de las actitudes de los demás, sólo para evitarme este tipo de molestias”- Ryuzaki se sorprendió, nunca antes hubiera pensado que el chico que era perfecto en todo sentido tuviera ese tipo de sentimientos escondidos durante tanto tiempo –“No te equivoques Ryuzaki, no es que me sienta bajo de autoestima, o culpable, pero hubiera preferido que no presenciaras esos desplantes. Lo siento mucho”-.

En la televisión estaba pasando un documental de animales marinos. Ryuzaki se sentía incómodo, jamás había tenido que hablar con nadie de esos temas, de esos ni de ningún otro.

-“No es necesario”-.

-“Si, si, como sea. Tengo sueño, ¿podemos ir a dormir?”- ni prestaba atención. Avanzó a la puerta de la habitación y se volteó –“Pensé que querías dormir esta ocasión en una cama”- sonrió de lado, haciendo una mueca llena del sarcasmo que hacía rato Ryuzaki no veía.

El detective internamente se sintió un poco más animado, pasó por el costado del muchacho castaño y sonrió falsamente.

-“Si fuéramos a la fiesta”- Light se tensó por completo –“Nuestro juego se pondría más interesante, ¿no lo crees?”-.

-“¿Intentas persuadirme para aceptar tal tontería?”- aunque lo estaba logrando.

-“Para nada, solamente decía, ponernos a prueba frente a tanta gente acortaría esto”- le cerró el paso con los brazos a ambos lados de la cabeza.

-“Y si voy… ¿cuánto se acortaría el jueguito?”- se mordió el labio un instante, tan corto que pareció como una ilusión.

-“Sólo duraría una semana más, y ni un día más, terminada esa semana se termina el juego”-.

-“Cinco días”-.

-“Una semana”-.

-“Cinco días”-.

-“Seis días”- Ryuzaki bajó la mano hasta el rostro, acariciando el mentón con un dedo.

-“… Seis días…”- acordó Light, quitando la mano de su cara –“Vamos a dormir ya”-.

Ryuzaki no lo dejó irse, lo agarró de la cintura y a su oído habló con una voz, sabía, era ronca y muy diferente a la regular –“Seis días a partir de la fiesta, no antes, ¿verdad?”-.

-“Por dios, lo hace a propósito, es un manipulador, es egocéntrico, es… sexy”- se sonrojó por su pensamiento y para evitar más conflictos, asintió con la cabeza.

-“Bien”- su lengua delineó el oído y se detuvo en el lóbulo, mordiéndolo suavemente –“Por cierto, tu pastel estaba muy rico, ¿me podrías hacer otro mañana? Me encantó la manera en que me despertaste”- soltó una carcajada –“Me diviertes Light Yagami”-.

Light se quedó de piedra, sin inmutarse, esos comentarios los sabía aún antes de que se los dijera, así que ya no le molestaban tanto. Ambos chicos pasaron al cuarto, directamente a tomar un descanso, que no merecían, pero como eran los genios del lugar no se les podía negar mucho.

Las respiraciones regulares eran raras en aquella alcoba, y más cuando esos dos individuos, tan maduros e inmaduros a la vez, estaban tanto tiempo juntos. Era un silencio tan tranquilo que si alguien lo rompía seguro rompería algo más que la atmósfera. Sólo se escuchaba el paso de los segundos, el reloj sonaba muy poco, con un ruido que hipnotizaba. Pero a medida que pasaba el tiempo, Ryuzaki comenzó a moverse lentamente, generalmente no se despertaba a media noche, abrió los ojos completamente, como si hubiera sido despertado por algo muy ruidoso. Miró a su lado, aún Light se mantenía dormido, su respiración era lenta y acompasada.

Ryuzaki se levantó intentando no hacer mucho movimiento, salió del cuarto y fue a la mesa de café, donde habían dejado el pastel de chocolate que tanto disfrutaron. Tomó un cuchillo y cortó una pequeña rebanada (del doble del tamaño original) para una comida ligera. Lo comió rápido.

-“No me importaría comer así todos los días”-.

No se molestó en lavar lo que ocupó, se fue de nuevo a la cama, hacía un frío horrible. Se acostó con el mismo cuidado que cuando se había levantado, sabía que si hacía un movimiento un poco más brusco Light despertaría y lo miraría con cara de pocos amigos hasta que pudiese continuar durmiendo, y eso precisamente quería evitar. Pasó los pies demasiado cerca de los de Light, y este, en vez de despertar, solamente se acercó hasta Ryuzaki, medio inconsciente, y se recargó levemente en su pecho.

Instintivamente L, pasó su brazo alrededor del cuerpo del castaño, para protegerlo, no lo pensó, pero tampoco le molestó no haberlo hecho.

-“Definitivamente no me importaría dormir y despertar así todos los días”-.

Notas finales:

Siguen votaciones, pero creo que ya vamos ganando (no diré quién). :)


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