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Juego Inocente por Anne Mary

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Notas del capitulo:

Hi there! ¿Cómo les va? Espero que bien, me di un tiempo para subir hoy el capítulo, porque el viernes no tendré mucho tiempo para hacerlo, espero que les guste.

Creo que fue uno de los más cortos, pero a mí me gustó escribirlo.

Ahora sí, disfruten:

Estética Yugen, 11:32 a.m.

-“Estamos parados aquí hace diez minutos, ¿no piensas moverte Misa?”- a pesar de todo, ¿cómo era posible que una persona se quedara sin pensar durante tanto tiempo?

-“Light tiene razón, ¿nos vamos?”- era demasiado esperar mucho de esta muchacha, que por su cara, seguramente se estaba imaginando cualquier tontería morbosa.

-“… Claro, a desayunar, vamos Light”- agarró a Light de un brazo, haciendo que todo su cuerpo se pegase a su brazo y mano. Light estaba más que incómodo, pero por cortesía decidió no decir nada, después de todo eso también podía arruinar su primera salida de su cárcel privada.

Los tres caminaron lentamente hacia ningún lugar en especial, sobre todo porque la que los guiaba era una chica que en ese momento estaba pensando más de lo normal. Seguían en la calle, y varias personas se les quedaban viendo, por la cadena tan larga que unía a ambos chicos, así que no podían avanzar mucho sin escuchar algún comentario de cualquier madre, niño, hombre y chiquilla; que significara alguna insolencia contra ellos.

Light y Ryuzaki mantenían las distancias todo lo que los dejaban las esposas, y Misa aprovechaba esos cinco metros de distancia para tener a Light de cuerpo completo.

-“Misa, suéltame por favor”- no tenía paciencia para soportar más contacto físico, simplemente no estaba acostumbrado.

-“No quiero”-.

-“Suéltame por favor”- no quería insultarla, pero de verdad se lo merecía.

-“No”- le sacó la lengua en un gesto infantil.

-“Suéltame”- la tomó de los hombros y la alejó de él. Fue brusco, sin embargo, la fuerza no afectó en lo más mínimo a Misa, que sólo se movió por el contacto.

-“Me he dado cuenta de que mi Light no es muy fuerte que digamos, así que haré lo que me pides”- se separó dejando al universitario totalmente serio –“Vamos a desayunar en aquel lugar”- señaló un pequeño café muy sobrio, que rezaba en el alfabeto latino: Butler Coffee: Yes, my princess.

-“El famoso café de mayordomos, perfecto”- Light recordaba una conversación perdida con su hermana, que le contaba sobre un lugar atendido por mayordomos, similar a los cafés de criadas francesas.

-“Vamos, vamos, es la primera vez que entro aquí, debe ser muy elegante”- Misa observaba algo confundida el letrero del nombre del lugar, al parecer no le entendía mucho.

Light se encogió de hombros y empezó a avanzar hacia la entrada. Era un sitio decorado con el estilo puramente europeo, de la época victoriana, desde fuera se notaba que era sólo para chicas, pero a decir verdad nada de eso le importaba a ninguno de los dos muchachos que pensaban ahora en lo que deberían ordenar. Ryuzaki empujó levemente la puerta, para que los menores pudieran pasar sin ningún problema, y al momento en que los tres entraron recibieron una muy cálida recepción.

-“¡Welcome, princesses!”- dijeron varios hombres jóvenes al unísono, pero en cuanto voltearon a sus clientes ninguno se movió, si bien era por la sorpresa de ver entrar a dos chicos tan diferentes, pero que en ese momento portaban la misma cara de indiferencia; o tal vez era por ver entrar a esos dos chicos unidos por unas esposas bastante largas.

-“Lo sentimos mucho, amos y ama”- se adelantó un chico de no más de veinte años, que como los demás, llevaba puesto un esmoquin totalmente negro, con un chaleco gris y unos guantes pulcros, mantenía una postura galante, que notaba una educación profesional –“Por aquí por favor”- avanzó por el camino de mesas un poco, y los demás lo siguieron.

-“Vaya lugar más extraño”- Ryuzaki se veía de mal humor, caminaba con su acostumbrado paso desgarbado, haciendo que varias chicas que estaban ahí lo miraran extrañadas.

-“Misa, ¿qué clase de sitio es este?”- se sentía observado.

-“Por favor permítanme explicarles”- el mayordomo hizo una reverencia y los invitó a sentarse en un sitio un poco alejado de las demás mesas –“Este es un café donde nuestros clientes son nuestros señores. Generalmente atendemos a jóvenes señoritas, así que fue una sorpresa ver entrar aquí a dos hombres. Realmente sentimos el malentendido”- hizo una reverencia de nuevo.

-“¿Podrías traernos la carta…?”- dejó la pregunta abierta para esperar el nombre del chico.

-“… Mi nombre es Alex, yo seré su mayordomo, enseguida les traeré las cartas, esperen un momento por favor amos”-.

El chico regresó al poco rato con tres carpetas con el menú, y se retiró lo suficiente como para no poder escuchar la conversación de los chicos.

-“¿Qué vas a ordenar Ryuzaki?”- Light se sentó al fondo de un gabinete, y Ryuzaki justo a su lado, dejando a la pobre Misa en frente de ellos, disfrutando de una vista panorámica a los chicos y a la pared.

-“No lo sé, supongo que la fuente de pastelillos frutales”- marcó con su dedo el menú, señalaba el platillo más costoso del lugar, que sólo se servía para una mesa de tres o más acompañantes –“¿Y tú Light?”-.

-“Nada de esto es de mi gusto”- todos eran platos dulces –“¿Qué no tienen desayunos normales? Qué molestia”- cerró el menú seriamente.

-“¡Misa-Misa va a pedir la ensalada de frutas!”- era su imaginación o Light y Ryuzaki la ignoraban más que de costumbre.

-“Me alegro Misa”- Light adoptó la misma actitud que tomaba con Ryuzaki cuando estaba cansado.

El chico mayordomo se acercó después, cuando L lo llamó con un ademán de la mano, como si hace mucho tiempo hubiese estado acostumbrado a usarlo, se mantenía serio e indiferente, de tal modo que parecía el tutor de los dos jóvenes.

-“¿Qué desean amos y ama?”- le sonrió un poco más amable a Misa, por ser una mujer realmente hermosa, ninguno de los otros chicos se vio afectado por ese gesto tan poco profesional, simplemente se limitaron a esperar que ella pidiera su desayuno, porque eran caballerosos –ironía-.

-“Misa quiere la ensalada de frutas rojas”- le guiñó el ojo al mesero.

-“Of curse my princess”- le devolvió el gesto.

-“Yo quiero la fuente de pastelillos frutales”- Ryuzaki no tenía el menor interés en ver a una persona si ellos mismos se sentían como la servidumbre, así que dijo su orden hiriente.

-“Ryuzaki no seas grosero, lo siento Alex-san”- no le interesaba nada del menú –“¿No tienen algún tipo de desayuno sin dulce?”-.

-“Eh…”- qué amable –“Si, por supuesto, tenemos el desayuno francés, que incluye tostadas francesas, una crepa salada o dulce y té”-.

-“Qué lugar tan poco profesional y tan tonto, ¿cómo es posible que en el desayuno francés incluyan tostadas francesas? Nadie lo hubiese imaginado, ¿no lo cree Alex-san?”- Ryuzaki se había sentado con la espalda recta y las piernas abajo, de manera que los menores lo miraron extrañados.

-“Ya cállate idiota”- dijo Light lo suficientemente bajo para que sólo el detective lo escuchara –“Alex-san, por favor no le hagas caso, tráeme el desayuno francés”- le sonrió y el mayordomo hizo la reverencia para irse.

-“¿Por qué me callaste Light? Sólo señalaba lo obvio, ¿no crees que es demasiado tonto el menú?”- se estaba molestando y eso le provocó salirse de sus cabales –“No lo entiendo, es totalmente inútil insultar a ese tipo. ¿Qué más da si atiende demasiado bien a Light? Es decir, no es relevante en mi persona, no me afecta ni me beneficia. Pero aún si lo pongo en esos términos, odio que le dirijan la palabra a mi juguete”-.

-“… Por eso debes ver que su trabajo es noble y tienes que respetarlo, ¿entendiste Ryuzaki?”- Light se había explayado en un discurso sobre la dignidad de trabajar, y que ningún trabajo es malo.

-“…”- Ryuzaki pasó su mano libre por su cabeza –“¿De qué demonios habla? No entiendo a este tipo, da igual, seguro defendió al mesero con un discurso sobre la nobleza de trabajar. Aburrido”- hizo una cara de pena y culpa muy creíble para todos, menos para Light –“Tienes razón, entiendo todo muy bien”-.

-“Sólo me está ignorando”- no pensó nada más, ya no quería preocuparse por nada de eso –“Yo también lo ignoraré. Por Dios, parecemos unos niños caprichosos”-.

-“Ya está nuestra orden chicos, dejen de pelear”-.

El mayordomo traía un pequeño carrito con todos los platillos que habían ordenado, cuidadosamente los acomodó en la mesa y se fue con la única frase de: “Buen provecho”.

Comieron con cuidado, no hablaban y no se movían más de lo necesario, la única persona que parecía notar el ambiente tan tenso era Misa Amane, y no intentaba solucionar nada.

-“Si no se reconcilian esos dos me será más difícil hacer que le quiten las esposas a Light, tengo que hacer algo por ellos”- y así Misa se levantó de su lugar precipitadamente, haciendo que ambos detectives giraran la cabeza al mismo tiempo para ver la causa de un movimiento tan brusco –“Misa tiene que ir al baño, enseguida regreso”- dicho esto se retiró a una esquina desde donde los podía ver perfectamente, pero no los podría escuchar.

-“Aún no entiendo cómo te fijaste en ella Light-kun”- tomó un sorbo de su té.

El aludido sólo se encogió de hombros, restándole importancia a la chica, siguió comiendo con lentitud una tostada, y un sorbo de té, no estaba de ánimos para seguir las tonterías de su compañero.

-“¿Estás molesto tal vez?”- qué reacción tan tonta por parte del castaño.

-“No te preocupes Ryuzaki”- le sonrió tan falsamente que podría haberse sentido una corriente de aire helado pasar entre ellos.

-“Está bien”-.

Siguieron el desayuno, cada uno con sus pensamientos en silencio, y ambos se decían maldiciones a diestra y siniestra en la mente.

Light se tocó inconscientemente el cuello, del lado que tenía marcado, haciendo una mueca de dolor, había pasado todo ese tiempo tratando de ocultar la marca rojiza, pero se estaba cansando y ya no hacía tanto frío como en la mañana, se quitó la chaqueta blanca, dejando al descubierto su cuello blanco.

-“Ryuzaki”- se giró un poco para verlo mejor –“En verdad lamento haberme comportado así de infantil”- L volteó a verlo incrédulo –“Sé muy bien que no me debo poner a un nivel inferior como el tuyo”- regresó su vista a su desayuno sin ver la reacción del otro.

-“¿Crees que soy infantil?”- pregunta de doble respuesta.

Light asintió desinteresado, mordiendo un pedazo de una crepa salada como si nada hubiera pasado.

-“Es una pena, estoy seguro que los niños no actúan así como lo hago yo contigo”- se acercó en el asiento un poco, provocando que su mano tuviera contacto con la pierna de Light –“Te conviene no hacer ruido, no queremos molestar a los clientes del lugar, ¿o no?”-.

Ryuzaki pasó su mano por la pierna de Light, haciendo una presión sutil en ella, la movió lentamente hacia la entrepierna del menor, y este, por instinto, cruzó las piernas.

-“Si no quieres que se enteren no te conviene cerrar las piernas”- esperó un poco, y al ver que Light no se movía y tenía la mirada fija en su té –“Haz lo que te ordeno”-.

Y así lo hizo, ya no tenía la voluntad de su cuerpo, pues al instante Ryuzaki empezó a mover su mano sobre la entrepierna. Light se mordía el labio para no soltar ningún sonido, tenía ambas manos sobre la mesa, cerradas en puño.

-“¿Te gusta?”-.

-“Te odio”- no contestaría tan sencillamente, simplemente lo pensaba –“S-se s-siente muy… Ah… bien, maldita sea”- Cómo odiaba sentirse tan vulnerable.

-“No pararé hasta que no contestes, y Misa Amane te está viendo”- dejó de mover la mano, y Light aprovechó eso para alejarlo de él, todo lo que el asiento le dejaba.

Efectivamente, Misa lo había estado observando desde lejos con los ojos desorbitados –“¡Así que era por esto que Light no me hacía caso! ¡Es gay! ¡YAOI! ¡Es el uke! ¡YAOI! Lo sabía, nadie se resiste a mis encantos ni a mi inteligencia. Lo perdonaré por esta ocasión”- estaba emocionada, aunque esos dos aún tenían problemas con su relación -“¡Misa Amane Cupido, les ayudará a conservar su relación!”- se empezó a reír fuertemente.

-“Disculpe, princesa, podría bajar la voz, está molestando a las demás princesas”- un mayordomo la veía seriamente.

-“Lo siento señor”- se fue a su asiento con la firme intención de hacer que la pareja estuviera junta y feliz.

Ryuzaki miraba a Light con malicia, esperaba una respuesta, que le darían en breve.

-“Eres un imbécil, ¿cómo se te ocurre hacerme esto?”- lo enfrentaba cara a cara, mostrándole una rabia mezclada con un placer que nunca antes había sentido.

-“Se me ocurrió porque necesitaba vengarme de lo que sucedió en el auto, y quería ver tu cara llena de placer. Y para demostrarte que no soy tan infantil como tú lo crees… ¿O sigo pareciéndote un niño? Porque sabes que te puedo comprobar que ya no lo soy”-.

-“¡No! Me quedó muy claro”- tenía ganas de golpearlo, pero no quería hacer una escena en un lugar tan público –“Ahí viene Misa”-.

-“Ya regresé chicos, pero ya me quiero ir”- mantenía una sonrisa burlona, pues creía que ellos la habían visto cuando ella los estaba viendo.

-“Yo también”- Light se levantó de su lugar con intenciones de irse sin terminar su desayuno, pero L no se movía.

-“Ryuzaki, muévete ya”- no iba a esperar a que el otro reaccionara, así que simplemente lo empujó, haciendo que Ryuzaki recuperara la conciencia y caminara hacia el mayordomo que los había atendido.

Sacó una billetera de su bolsillo trasero y tomó un billete, sin ver la denominación, seguramente rebasaría el precio de los alimentos y la propina juntos.

-“Quédate con el cambio”- y se llevó a los otros del lugar tan molesto.

-“Disculpa Ryuzaki, ¿puedo hablar contigo un momento?”- si no hubiera visto los labios de Misa Amane moverse, no hubiera creído que le estuviera hablando tan seriamente.

-“Claro Amane”- esperó.

-“En privado por favor”- miró de reojo a Light que se encogía de hombros sin mirarlos.

L accedió por curiosidad más que por otra cosa, se quitó la esposa de su muñeca, y llevó a Light a un callejón escondido, para encadenarlo a cualquier tubo que encontrara –“Tú espera aquí Kira”-.

-“Yo no soy Kira”-.

Ryuzaki que ya se había alejado lo suficiente para que Misa empezara a hablar, en su expresión se notaban señales de preocupación, burla. Cualquiera diría que había descubierto un secreto muy importante y gracioso.

-“¿Qué sucede Amane?”-.

-“¿Tu y Light están saliendo?”- qué directa.

-“¿Qué te hace pensar eso Amane?”-.

-“No soy una tonta”- L interrumpió con un murmullo que se podía interpretar como un leve “lo dudo”, pero Misa lo ignoró –“Cuando salieron de su habitación en la mañana Light tenía una marca en el labio, eso quiere decir que o él se pinta los labios o se besaron justo antes de salir. Después, cuando estaban en el auto pude ver la marca de un beso en el cuello de Light, y el único que ha estado con él eres tú”-.

-“Vaya”-.

-“¿Te sorprende mi deducción?”- dijo con suficiencia.

-“No realmente, me asombra que te hayas dado cuenta de esos detalles”- pasó su pulgar por la boca y pensó con un dejo de malicia –“Nunca hablé de recibir ayuda de alguien en las reglas. Supongo que puedo usar a Amane”- suspiró como todo buen actor –“Aún no estamos saliendo, hace poco, lo besé por accidente. Ya no lo resistía, pero él sólo me aleja, yo sé que no le soy indiferente, me duele”-.

-“Oh, Ryuzaki no tenía idea, lo siento mucho, sin proponérmelo fui un obstáculo entre ustedes, pero ahora te ayudaré, podrán estar juntos”- en Misa actuaba un instinto yaoista muy fuerte.

-“¿Lo harías? Yo pensé que tú lo amabas”- sonreía para sus adentros.

-“No es así, cualquiera lo querría, es muy bueno con todos, ¿no lo crees?”-.

-“… Si”- tan sencillo, una apuesta tan fácil.

Notas finales:

¿Y bien? ¿Merece un review? Jeje, a que no se esperaban a Misa fujoshi. Muajaja, bueno, tal vez sí. Como sea, Misa no me cae tan mal como para ponerla de la mala de la historia, se los aseguro.

Una preguntita, ¿quisieran que Mello, Near y Matt aparecieran en algún punto del fic?


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