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Juego Inocente por Anne Mary

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!! ¿Qué tal? Aquí el siguente capítulo de su serie favorita,

Enjoy!

Cuartel General para la captura de Kira, 8:23 a.m.

Los dos sin mirarse, sin ver la pantalla, sin escribir. Simplemente no hacían nada. Los dos genios se encontraban en el limbo, en la nada. Claro que sus pensamientos se distanciaban considerablemente. Y todo el equipo les veía con suma atención, todos tenían sus teorías, y cada una de ellas concluía siempre en lo mismo: se habían peleado y ninguno había ganado.

Pero… si supieran.

-“No me le vuelvo a acercar al fenómeno ese”- tenía un puño cerrado fuertemente. Había conseguido escapar por poco la noche anterior, gracias a Dios tuvo un momento de lucidez justo al traspasar las puertas del cuarto que compartía con L.

Desde el incidente, ambos habían bajado a los ordenadores, con la intención de distraer su perturbada mente de los pensamientos que atacaban. Light se había llevado un gran disgusto, y una gran aclaración en la cabeza de parte del detective, y éste se llevó un buen puñetazo en la cara y un rodillazo en el estómago.

-“Este juego será más fácil de lo que creí, pero… este tipo es un…”- estaba frustrado, empero, no mentalmente hablando. Lo había rechazado vilmente, nadie nunca antes lo había hecho. Ahora estaba más decidido que antes a ganar esa apuesta, costara lo que costara, y lo primero que debía hacer sería vengarse del golpe tan bajo que recibió.

Últimamente ya no utilizaba su capacidad de deducción al cien, ya no se sentaba como era su costumbre, no se sentía de ánimos. Ahora estaba recargado en el respaldo de la silla, con la cabeza recta y las piernas cruzadas al estilo occidental; con una elegancia que sólo Watari vio hacía bastante tiempo. Aún no estaba peinado, ni medianamente, sin embargo, su rostro tenía un tono más cálido que el pálido con ojeras; tal vez por sus recientes visitas al exterior, o tal vez porque tendría en mente algún objetivo divertido o interesante, y sus facciones se iluminaban con algo más que el pensamiento racional y la deducción como fuente de alimentación.

Y así, perdidos cada uno en sus pensamientos, no prestaban ni la más mínima atención a nada, cada uno se centró tanto que no se dieron cuenta que no se escuchaban tecleo alguno, ni rasgueo de plumas o lápices. Sólo un cuchicheo, murmullos, del equipo, en tono de gracia, burla, molestia, ofensa, etc.

Ambos chicos reaccionaron ante tan poco silencio, levantando la vista y girando su silla en una incomparable sincronización, no estaban de humor para soportar cualquier crítica o comentario.

-“¿Es que acaso no tienen nada mejor que hacer?”- dijeron con la voz más seria y distante que el resto del cuartel se pudiera imaginar, acto seguido los dos chicos regresaron sus asientos a su posición original, como ignorando olímpicamente al otro.

-“Según con la información que publica el grupo de los más poderosos de Yotsuba, harán un baile”- Ryuzaki suspiró al escuchar otra cosa algo menos estresante que sus cavilaciones, por lo menos no tendría que prestar atención a lo que recién acababa de imaginar –“Después de todo, no pasará mucho tiempo para que el jefe y Watari se enteren del pequeño juego que Light y yo estamos llevando para distraernos. No creo que sea mala idea hacérselo saber antes de lo destinado”- a continuación prestó toda su atención a lo que tenía que decir el jefe Yagami del caso Kira.

-“Es un baile de beneficencia, donde invitarán a magnates empresarios, es a escala internacional, por lo que pienso que, si Kira está de su lado, o es uno de los ocho, utilizarán esta fiesta para tomar ventaja a niveles masivos, tomando un monopolio de la industria”- se le veía serio, aún más que lo habitual.

-“¿Y qué es lo que propone?”-.

-“La mejor opción sería estar lo más cerca posible Ryuzaki, eso es obvio”- Light se giró para darle la cara.

-“¡Vayamos a la fiesta!”- Matsuda estaba entusiasmado.

-“Por primera vez dices algo con sentido Matsuda”- a su pesar, Light asintió formando una sutil sonrisa para seguir escuchando a Ryuzaki –“Pero… el problema radica en que tú estás muerto, y la única manera de asistir a este evento es que Misa Amane sea invitada, o tal vez nosotros podríamos hacernos pasar por inversionistas”-.

Matsuda se fue a sentar a un sillón, consciente de que él había fingido su propia muerte.

-“No sé si será una buena idea hacer acto de presencia en esa reunión, estarías exponiéndote demasiado”- si no hubieran visto que el joven genio Light Yagami movía los labios y se levantaba exaltado, nadie hubiese creído que él había dicho tal frase, demostrando una preocupación genuina por el detective.

Ryuzaki sonrió abiertamente, un gesto falso, haciendo que Light se sonrojara levemente.

-“Muchas gracias por preocuparte, sin embargo, lo he decidido, todo el equipo va a ir a ese baile, será la manera más rápida para encontrar a Kira, si es que está entre los ocho de Yotsuba. A veces debemos tomar riesgos”-.

-“Sólo lo haces por llevarme la contraria Ryuzaki”- Light no se percató de que había cruzado los brazos e inflado una mejilla ligeramente. Lucía como un niño que no obtiene lo que quiere.

-“Por el contrario, al escucharte pude tomar mi decisión más fácilmente Light”-.

-“A eso me refiero”-.

-“Oigan chicos, por favor dejen de discutir, hasta parecen novios”- Matsuda rió con ganas por su chiste de mal gusto, y al poco rato todos, excepto Light y Ryuzaki, reían con Matsuda.

Light desvió la mirada, y Ryuzaki adoptó un humor grosero. Aunque si lo pensaban objetivamente, cada vez se asemejaban a una pareja de amantes, y eso confundía al pobre inexperto, mejor estudiante de Japón, joven popular entre las chicas, y demás cualidades; Light Yagami, odiaba sentirse secretamente complacido por tener toda la atención de L en él, y sólo en él.

-“Como sea. Weddy está poniendo hoy cámaras en toda la Corporación Yotsuba, especialmente en esa sala de la que habló Matsuda. También en cada una de las casas del grupo de los ocho y en sus autos. Los tenemos totalmente vigilados, y entrar a la fiesta no será difícil”- le restó importancia con la mano y giró su silla dando por terminada la conversación poco productiva.

De nuevo el silencio de ultratumba entre los genios se instaló incómodamente, desplazando poco a poco a los demás miembros de la investigación, hasta el punto en que Ryuzaki los despidió por el día, para que tomaran un descanso para nada merecido. Y poder aclarar la situación que reinaba el lugar.

-“Light, ¿cuándo te quitan la férula?”- sabía muy bien que las vendas del torso ya no las usaba, porque la lesión no fue muy fuerte, en cambio la muñeca izquierda había recibido la mayor parte del peso del cuerpo del joven, y el tirón de la cadena le perjudicó aún más.

-“Dentro de dos días”-.

-“Está bien… Nos pondremos de nuevo las esposas, pero esta vez tú la tendrás en la mano derecha”-.

-“No lo puedo creer”-.

-“¿A qué te refieres Light?”-.

-“Hablabas en serio cuando decías que sólo te preocupabas por mí simplemente por tu estúpida sospecha hacia mí”- rió sin humor.

-“Eres sospechoso de ser Kira, pensé que sabías esto. Tu y yo no tenemos otro tipo de relación, más que la laboral”-.

-“De acuerdo, sólo eso”- por alguna razón se sintió dolido por esas palabras, tan secas como siempre, huecas, sin sentimientos. Pero de alguna manera bizarra y tonta, extrañaba escuchar una expresión de legítima inquietud por su persona, claro que nunca Ryuzaki lo hubiese demostrado, incluso si lo hubiera sentido –“¿Qué más da? No tengo nada que ver con él, y él no quiere tener nada que ver conmigo. No existe mayor relación entre nosotros. Ahora lo que quiero es librarme de las sospechas de ser Kira, no me interesa otra cosa más que regresar a mi vida común y corriente. Y estoy seguro de que él está ansioso por verme lejos de su vida, su aislada y patética vida”-.

-“¿Sólo eso? No entiendo”- era extraño que dejase una frase incompleta, y menos en aquel momento.

-“No es nada interesante, no te preocupes Ryuzaki”- y desde hacía mucho tiempo no había soltado una sonrisa tan falsa, y a la vez tan convincente, era algo que se reservaba para las figuras de autoridad que deseaba mantener a raya de sus cavilaciones.

-“¿Estás seguro?”-.

-“Por supuesto, lamento haberme alterado tanto como hace unos momentos. Creo que tal vez tengas razón, debemos arriesgarnos todo lo posible para atrapar a Kira”-.

-“… Si”- muy extraño, ahora le daba la razón.

Al poco rato Watari traía un carro con una gran fuente de dulces variados, dos tés, mucha azúcar y unos medicamentos para el tratamiento que debía seguir Light, con respecto al dolor abdominal, de la muñeca y la garganta que había sufrido tanto.

-“Muchas gracias Watari”- sonrió y se llevó el coctel de medicamentos de una vez a la boca, y tomó un pequeño trago del té.

-“Me sorprende que no te hayas vuelto un farmacodependiente Light”-.

-“No estoy muy acostumbrado a medicarme, así que cuando tengo que hacerlo procuro no causar problemas a nadie”-.

-“Claro”-.

Ninguno se molestó en seguir la conversación, de vez en cuando tecleaban algo, o sólo observaban la pantalla con atención. Cada vez estaban más convencidos del vínculo que existía con Kira y el grupo Yotsuba. Mantenían una distancia prudente entre ellos, como si lo que había pasado días atrás, y más recientemente el día anterior, nunca hubiese sucedido. De tanto en tanto, alguno hacía un comentario de sus avances, discutiéndolo por menos de cinco minutos, para después tener una conclusión casi sin necesidad de una plática verbal en serio.

-“Creo que sólo nosotros dos avanzamos por mucho lo que el resto del equipo podría hacer en una semana”- era más bien un comentario al aire, sin intención de recibir respuesta, y menos una franca.

-“Si, bueno, a veces no es mejor muchas mentes trabajando en un mismo tema. El pensamiento se dispersa, no existe una concentración. En cambio, tu y yo quieras o no, trabajamos con sincronización”- sólo lo había dicho sin pensarlo, últimamente se le estaba haciendo costumbre hacer las cosas por impulso.

-“Light, ya terminó el turno. No quiero trabajar más, vamos a la habitación”- no quería seguir trabajando, pero tampoco tenía sueño.

Light lo escuchó y se levantó, no protestó ni dijo nada.

-“Con una simple condición”-.

-“No estás en posición de exigir algo Light”-.

-“No es la gran cosa, nada muy malo, o algo que no puedas dar con facilidad”- sonrió de una manera desquiciada que dejó a Ryuzaki menos convencido, pero sin la oportunidad de negarle nada.

-“… De acuerdo, ¿qué quieres?”- empezó a hacer una lista mental de artículos, actitudes, o cualquier situación que el joven le pudiera pedir.

-“Es simple: si vas a dormir, de ahora en adelante, quiero que duermas fuera de la habitación, o por lo menos lo más alejado que tu maldita cadena nos deje”-.

-“No entiendo muy bien tu petición. La rechazo”-.

-“De acuerdo, entonces de algún modo Watari se enterará de lo que me hiciste ayer”- no quería llegar al punto de las amenazas, pero no le dejaban opción alguna.

-“Si se lo dices, entonces tu habrás perdido nuestro juego y por lo tanto tengo todo el derecho de reclamarte lo que yo guste”- sabía que el castaño tenía un plan para no desobedecer las reglas.

-“Te confundes, jamás se lo diría yo. Además no me creería, porque tú y yo no tenemos otro tipo de relación, más que la laboral”- al detective no pasó inadvertido el tono tan resentido y lúgubre al momento que Light citó su propia frase.

-“Creo que tendrás que quedarte con las ganas de dormir por mucho tiempo, porque no irás al dormitorio tú solo, y menos siendo sospechoso de ser Kira”- se concentró en dar esa razón, mientras su mente pensaba muy diferente –“No voy a dejar que te alejes más de mí, no señor. Ahora más que nunca deseo hacerte completamente mío”-.

-“Está bien, no creo que a mi padre y al resto del equipo les agrade la idea de verme tan mal, siendo que las órdenes del médico fueron un descanso total”- subrayó las últimas dos palabras con un siseo que sonó algo más agudo de lo normal.

-“De acuerdo, iremos a dormir, pero no dormiré fuera de mi habitación”- dicho esto se lo llevó empujándolo por la espalda. El menor protestó ante las condiciones que nunca se cumplirían, seguía un poco molesto; así que decidió callar y avanzar lo más rápido que sus piernas le daban, sin dejar a su carcelero muy atrás.

Llegaron al elevador, y Ryuzaki se acordó de lo sucedido tiempo atrás en ese lugar, y sonrió ante una idea que, aunque no era una de las mejores, le serviría para sus propósitos. Las puertas automáticas se cerraron al instante a la presión del botón que señalaba su piso.

-“Oye Light…”-.

-“¿Si?”-.

-“¿Recuerdas qué sucedió aquí?”-Light tragó en seco, no se movió, cosa que el otro aprovechó con un acercamiento a la cara del otro –“Veo que no. Y como soy buena persona, te ayudaré a recordarlo con lujo de detalle”-.

Llevó su rostro hacia el cuello del joven, con lentitud, como para darle tiempo a que lo rechazaran, pero se sorprendió al ver que no existía rechazo, ni ningún movimiento, aunque de todos modos puso los brazos recargados a los lados de la cabeza de Light. Acercó la punta de la lengua detrás de la oreja, lamiendo poco a poco, disfrutando realmente de las sensaciones; el resto de su cuerpo tenía prisionero a Light, que tenía las manos en los costados, los ojos cerrados y la boca firmemente cerrada en una línea fina. Después de un rato, Ryuzaki se cansó de la oreja y el cuello, su boca fue directamente a la del joven Yagami.

Rozó con los labios los del menor, que sin pensarlo ni preverlo, dejaron de cerrar con tanta fuerza, pero sin abrirlos totalmente.

-“No lo puedo evitar, eso me queda claro, pero intentaré conservar algo de mi orgullo”- pensaba con resignación Light Yagami, recibiendo el beso que lo apremiaba a profundizarlo.

No abrió más la boca, le costaba mucho esfuerzo, no se sentía cómodo si lo hacía.

L se percató de las pobres fuerzas de Light, así que se dedicó a bajar una mano por el pecho del menor hasta llegar a escuchar un gemido. No tardó mucho, pues aunque el chico luchaba con todas sus fuerzas, no pudo evitar separar los labios para recibir por completo a la lengua de Ryuzaki. Sintió la invasión, pero de pronto pensó algo que ni en su peor momento hubiera dicho: lo sometían, realmente lo sometían… y eso le encantaba.

Alzó sus manos temblorosas, para posarlas en los hombros de su carcelero favorito, no hizo más, sin embargo fue todo lo que necesitó Ryuzaki para saber que tenía toda la autorización para seguir con sus objetivos.

El ascensor se detuvo en su piso, y Ryuzaki tomó a Light de la mano, para llevárselo con rapidez a la habitación. De pronto, casi al llegar a la puerta sintió muestras de culpa… no lo podía llevar así.

-“¡Maldita sea! ¡Este tipo ganó un poco más de tiempo!”- sus cavilaciones llegaban mientras abría la puerta -“No lo puedo creer, ahora tengo culpa de hacer algo que Light no quiere. Es un imbécil… bueno, viéndolo de otra perspectiva, aún quiero seguir jugando con sus instintos, y pienso. No, estoy seguro de que ahora este niño tiene algún tipo de sentimientos que van más allá de la amistad, y lo quiero aprovechar”-.

Pasó a su cuarto, seguido de Light, y acto seguido lo miró fijamente de pies a cabeza, como desnudándolo con la mirada. Suspiró, por lo que el otro lo vio entre extrañado y aliviado.

-“¿Qué sucede?”- se aventuró a preguntar.

-“Aún no es tiempo, además tienes todavía las costillas y la muñeca lastimada. Recordé que tengo que hacer otra cosa”- y como que no quiere la cosa añadió –“Pero no te preocupes, te aseguro que no se me olvidará este pequeño contacto mi pequeño Kira”- mal uso de sus palabras.

-“¡¿De nuevo con esa tontería?! ¡Eres un…!”- dejó de hablar antes de que lo acusara ahora de grosero y malcriado, en vez de eso optó por olvidar que estaba por darle la victoria en su maldito jueguito, y le soltó una bofetada con la mano sana, y con esa ofensa en los oídos se fue a su cuarto, antes de que el otro entrara, cerró la puerta con llave y sonrió para sus adentros.

-“Light, abre, ese también es mi cuarto”- se frotaba la mejilla adolorida.

-“No, muy buenas noches Ryuzaki”- después de todo se había ganado el derecho a dormir solo por lo menos por una noche.

-“No podría dormir aquí, es muy frío”- si el joven Light hubiera sido un poco más empático en ese momento, tal vez lo hubiese dejado pasar, pero en vez de eso respondió como si nada.

-“Tu no duermes”-.

-“Hoy si quiero dormir toda la noche”- escuchó que se movían dentro algunas cosas, pensando en que lo dejarían entrar, ah, pobre iluso.

Light Yagami estaba buscando una manta, en cuanto la encontró, tomó la almohada de su idiota compañero y se preparó para abrir la puerta, con mucha velocidad que Ryuzaki no pudo reaccionar a tiempo: Light aventó al aire la manta y la almohada, y cerró de nuevo con llave.

-“Que descanses entonces Ryuzaki, y ya no molestes. Tengo sueño”- dicho esto, se fue directo a la cama tamaño matrimonial, para disfrutar de su tamaño por primera vez solo y sin ningún remordimiento, riéndose como un niño pequeño.

Ryuzaki simplemente miró las cosas que tenía en las manos, sinceramente se veía tan torpe y patético, que él mismo se arrepintió en ese momento de no haber continuado y haber hecho caso de su buena voluntad, también se sermoneó mentalmente de su último comentario para el chico.

-“Eso me pasa por ser buena persona”-.

Notas finales:

A que aman a Light, ese chico es un loquillo, aunque Ryuzaki se buscó todo eso, no?? jajaja

Reviews???????????

:D


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