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Juego Inocente por Anne Mary

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Notas del capitulo:

¡Hola! ¿cómo les va? jeje. Como verán no pude resistir subir hoy el siguiente capítulo, espero que les guste. No digo más, a leer.

Habitación de L y su prisionero Light Yagami, 10:07 a.m.

Estaban en pleno invierno, así que no era de extrañarse que aún hubiese cobertores en las camas, ni calentadores en cada habitación; lo que realmente era extraño, era que el Sol seguía saliendo día tras día intentando calentar la superficie terrestre, totalmente inútil, pues Light Yagami era un ser humano friolento, y no soportaba ese clima tan cambiante. Por primera vez en muchos años, desde que entró a la secundaria, despertó porque alguien lo movía quedamente de la cadera; inconscientemente, se giró hacia la persona que lo movía, tallándose los ojos con la mano.

-“Buenos días”- dijo a la nada, había dormido tan bien, que no le importaba que alguien lo hubiese despertado.

-“Muy buenos días Light”- Ryuzaki estaba de pie, junto a él con una expresión indiferente, que le daba escalofríos.

-“Buenos días Ryuzaki”- se levantó de la cama, con su compañero justo detrás de él, iba en dirección de un espejo que colgaba en la pared de la izquierda de la habitación, se miró por unos instantes –“Ryuzaki, ¿cuánto dormí?”- tenía el cabello totalmente despeinado y notaba sus brazos y piernas agarrotados.

-“Alrededor de veintiocho horas seguidas”- lo miraba con un dedo en su boca, señal de su curiosidad por su siguiente movimiento.

-“Ya veo”-.

-“Te caíste de tu silla en cuanto regresamos de haber comido mi pastel, debido al cansancio, así que le di al equipo dos días libres, para que descansaras Light y te traje aquí”- contestó a la pregunta no formulada por el chico.

-“Gracias. ¿Me podrías quitar esto? Necesito una ducha”- señaló la cadena que tenían ambos.

-“Pero… ¿deseas que te ayude?”- no iba a desperdiciar esos momentos.

Light no entendió en un principio el comentario, aún le costaba trabajo pensar con claridad, hasta que recordó un pequeño juego que tenían pendiente. Tragó saliva con fuerza esperando así recuperar la compostura, pero se notaba además un sonrojo en toda la cara.

-“… Eh”- carraspeó –“No, muchas gracias Ryuzaki”- ¿en qué momento se había convertido en el acosado en vez de ser el acosador?

-“De acuerdo”- sacó una llave extraña de su bolsillo y abrió las esposas de ambos lados.

Light se alejó cuanto pudo hacia el armario, tomó una camisa oscura y un pantalón igual, además de su ropa interior. Se dirigió sin ver a su carcelero a la ducha, y cuando entró, cerró con seguro la puerta, deseaba más que nada estar tranquilo en ese momento. Se quitó la ropa que traía el día anterior, o eso creía él; tenía puesta su pijama blanca.

-“¿Fue ese idiota?”- sabía que las intenciones, anteriormente por lo menos, de Ryuzaki podían ser buenas, pero eso no justificaba esa invasión a su persona. Suspiró -“En fin, ya tendré tiempo para mi venganza”-.

Estaba pensando imposibles. No sabía nada de la seducción, nunca tuvo necesidad de decir o hacer nada con nadie.

Después de la ducha Light salió del cuarto de baño para vestirse lo más rápido posible, y al terminar salió del baño buscando un cepillo.

-“Ryuzaki, ¿no has visto…?”-.

-“¿Esto?”- alzó el cepillo que usaba para intentar peinar ese cabello que le había crecido demasiado –“Ven”- dicho esto él mismo se acercó y le puso de nuevo la esposa.

Lo tomó de los hombros, sin que el menor pudiese evitarlo, y lo sentó en el borde de la cama. Empezó a cepillar suavemente los cabellos rebeldes, haciendo un esfuerzo con una mano para que no escapara.

-“Light, dormiste demasiado, espero que no hayas olvidado nuestro juego”- no cambió ninguno de sus movimientos, pero el joven se estremeció entre sus manos, resultaba cómico ver a un chico tan serio y culpado por ser Kira, tener un miedo típico de una virgen.

-“… Claro que no”- dejó de intentar escaparse, no podía con la fuerza bruta de L. Aunque sabía usar un cepillo, y eso le sorprendía.

-“Me parece perfecto, entonces puedo continuar donde me quedé ayer”- dejó el cepillo a un lado de él. Light se tensó al instante –“Antes de que reanude el juego Light, ¿puedo preguntarte algunas cosas?”-.

-“Me pide permiso para hacerme una pregunta, pero ni siquiera le remuerde la conciencia el intentar seducirme. Fenómeno”- asintió con la cabeza, sin poder evitar un bufido leve, a causa de la ironía de su pensamiento.

-“¿Has tenido alguna vez una novia?”-.

Light tragó en seco, odiaba a ese sujeto –“Eh… yo…”-.

-“Ya veo. Siguiente pregunta: ¿eres virgen?”- sabía la respuesta antes de que el chico le contestara, y saber eso lo hizo sonreír.

-“¿Para qué quieres saber?”- se iba por la tangente.

-“Limítate a responder por favor”- lo quería escuchar de sus labios.

-“… No”- se levantó de la cama sin girar la cabeza para verlo.

-“Eres un mentiroso Light Yagami”- sonrió aún más –“Y tú no quieres que te castigue”-.

-“No te me acerques Ryuzaki”- se había levantado y se acercaba con un paso muy impropio en él, estilo gatuno.

-“Entonces no digas mentiras Light”-.

-“Yo no dije ninguna mentira”-.

-“¿En serio?”- se acercó hasta quedar de frente con Light –“De tal manera que si te beso, ¿tú sabrás responder el beso?”-.

-“… Yo… si”-.

-“Eres un mentiroso Light Yagami”-.

-“Espera… antes, de seguir con tu juego…”- quería ganar tiempo.

-“Nuestro juego Light”-.

-“¿Cuál será el premio del ganador?”-.

Ryuzaki se llevó su dedo pulgar a la boca, en señal de que estaba pensando.

-“Cualquier cosa, pero debemos poner un límite”- lo miró –“No me puedes pedir que te quite las esposas, ni que ya no seas sospechoso de ser Kira. Fuera de eso podrías pedir cualquier cosa”-.

-“Bien, tú no podrás señalarme como Kira si llegases a ganar, además de que no me puedes pedir tampoco que confiese algo que yo no hice. Fuera de eso, lo que quieras”-.

-“También falta poner algunas reglas”- no quería que Watari se enterara de eso –“No le puedes informar a nadie, de ninguna manera, de nuestro trato, si de casualidad se enteran, no puedes negar ni afirmar lo que piensen o digan”-.

Light quería alegar, pues quería poner al tanto a su padre y familia de todo. No quería que pensaran mal de él, aunque viéndolo por otro lado, si Misa se enterara le quitaría un gran peso de encima.

-“Debes saber que el juego no para en ningún momento, podemos hacer cualquier movimiento frente a todos, o completamente solos”- esta regla era un arma de dos filos.

Light asintió, y se separó de él rápidamente, pero como llevaban las esposas no podía hacer mucho. Afortunada o desafortunadamente tocaron a la puerta y una voz chillona sonaba detrás de ella.

-“¡Light! Tengamos una cita”-.

Ambos jóvenes gimieron de molestia al mismo tiempo, haciendo que Light riera a pesar de las circunstancias en las que se encontraba. Por un lado debía lidiar con una chica de un IQ prácticamente nulo, que estaba locamente obsesionada con él; y por el otro, con un detective fenómeno que lo tenía atrapado en un reto horrible donde podía perder cualquier cosa.

-“Ah, mi vida es el paraíso encarnado”- por favor nótese el sarcasmo.

Al mismo tiempo que Light reía, Ryuzaki lo miraba con curiosidad, eso era porque cada vez que creía saber cualquier reacción del castaño, sucedía algo que definitivamente no podía predecir.

-“Vamos Light, no dejes a tu novia esperando”-.

-“Sabes muy bien que ella no es mi novia Ryuzaki, se lo he hecho saber, pero no entiende”- caminaban hacia la puerta del cuarto lado a lado, como si nada de lo que había dicho y hecho L hubiera sucedido.

-“Si. Eso es perfecto para mi, así no tendré ningún tipo de remordimiento”- tomó al castaño por la cintura y le besó suavemente.

Fue sólo un roce pequeño, sin ningún contacto más que los labios, hasta que Ryuzaki comenzó a besarlo con impaciencia, intentando tener un acceso mayor a la cavidad.

Light no se lo esperaba, y no sabía cómo reaccionar, lo había tomado en el momento que necesitaba aire, pero no quiso abrir la boca, no le iba a dar gusto, aunque no podría resistir por mucho más, se sentía realmente bien. Era su primer beso en forma, el único que había dado fue uno que le dio a Misa, para que se callara, ni siquiera recordaba la discusión; y fue un roce más leve que el toque de los dedos. No un contacto más íntimo como el de aquel momento.

L se estaba impacientando más aún, así que tomó medidas drásticas: movió un poco más los labios, siguiendo un movimiento constante, hasta que le mordió gentilmente el labio inferior, haciendo que Light suspirara, abriendo la boca; momento en que Ryuzaki aprovechó para profundizar el beso. Podría probar la mentira de su castaño.

Empezó moviendo y jugando con la lengua, a un ritmo bastante más rápido, pero Light no podía seguir nada, estaba paralizado, sintió la presión que ejercía Ryuzaki en su boca, incitándolo para que él mismo continuara el beso. Lo más extraño que le podía pasar era que sin proponérselo, empezó a hacer esfuerzos; completamente inútiles, para llevar el ritmo de su carcelero. Intentaba tener el control de aquel beso, pero realmente no podía.

Por otro lado, L se divertía de lo lindo, subía y bajaba la intensidad, y de su amigo sólo escuchaba jadeos a falta de oxígeno, se empezaba a sentir más temperatura, así que para terminar por el momento le succionó el labio inferior para dejarle una marca y que el joven Light soltase un gemido poco audible.

-“Sabía que eres un mentiroso Light”- susurró contra el oído del chico. Aún lo tenía por la cintura.

Light se había recargado en la pared, completamente sonrojado y con el ceño fruncido, no podía soltarse del agarre, aunque lo intentara, así que optó por pedírselo fríamente, sin embargo todavía no recuperaba el aliento.

-“¿Este fue tu primer beso de verdad?”- Ryuzaki lo soltó para que se recuperase.

-“…”- no debía contestar.

-“Si no contestas Kira, lo haré de nuevo”-.

-“No… soy… Kira…”- le molestaba que después de eso siguiera con sus sospechas.

-“Contesta entonces Light”-.

-“… Si”- desvió la mirada hacia la nada, preguntándose si Misa abría escuchado sus jadeos y suspiros –“No tendré tanta suerte”-.

-“Si… ¿si qué?”- dijo haciéndose el inocente, llevándose el pulgar a la boca.

-“Fue… mi primer beso”-.

-“Bien, vamos con Misa-san”- jalando a su prisionero avergonzado de la cadena.

Al salir de la habitación vieron a la chica modelo del IQ casi nulo sentada en el sofá en una posición algo precaria, estaba usando una falda tan corta que dejaba poco a la imaginación, con unas medias y unos zapatos de militar. Además de una blusa muy ajustada al cuerpo, bastante más chica que su talla normal.

Al parecer no había escuchado absolutamente nada de lo que hicieron ambos chicos, estaba viendo una revista de moda  muy interesada; Light y Ryuzaki se acercaron y se sentaron en el sofá justo enfrente de ella.

-“¡Light! ¿Por qué tardaron tanto en salir? Misa quiere tener una cita hoy, escuché que tienen el día libre”- corrió hasta los chicos y se tiró en el regazo de su novio, notándolo tenso de pies a cabeza.

-“Light y yo sólo estábamos vistiéndonos Misa”- verdad a medias.

-“Menos mal”- se giró hacia el chico hastiado que mantenía con esfuerzos una expresión amable y cansada –“Amor, avísame si este pervertido te hace algo, yo te protegeré con gusto, no dejaré que se te acerque”- le sacó la lengua a Ryuzaki.

-“¿En qué momento necesito que me defienda Misa? He caído muy bajo”- negó levemente con la cabeza para sí mismo, haciendo que ese gesto pareciera de condescendencia hacia Misa, pero L sabía que era porque se regañaba interiormente.

-“No tienes idea de en lo cierto que estas, niña”- se movió ligeramente en su asiento –“¿Aún crees que soy un pervertido?”-.

Light soltó un bufido.

-“Claro Ryuzaki, sino, ¿de qué otro modo tienes a mi Light encadenado a ti?”- le sonrió con suficiencia

-“Para probar que él es Kira y tú eres el Segundo Kira”-.

-“No me importa, si le haces algo a mi novio, te las verás conmigo, porque él tiene quien lo defienda”- se recargó en el pecho del chico –“¿Verdad?”-.

-“Claro, claro. Misa Amane, ¿sabías que Light habla en sueños?”- no dejó que el joven estudiante contestara a una afirmación tan obvia.

-“Ja, ja… ¿Qué tonterías dices Ryuzaki? Yo no hablo en sueños”- cambiar el tema así de rápido fue algo interesante.

-“Por supuesto, balbuceas como si fueras un niño pequeño”- lo había escuchado en la noche, cuando lo había dejado por ir a comer algún postre.

Flash back…

Ryuzaki se encontraba sentado al borde de la cama, pensando muy seriamente en su próximo movimiento.

-“¿Debería comer una tartaleta, un pastel o me conformaré con un té?”-.

Se levantó de la cama, no sin antes ver a su cautivo, que estaba con la cabeza ladeada sobre la almohada, y mantenía un rostro verdaderamente tranquilo, como si no cargara culpas de nada. Sus respiraciones eran pausadas y regulares, pero debajo de los párpados se podía ver el movimiento de los ojos castaños. Estaba soñando algo.

-“Supongo que será algo bueno”- miró como el chico se revolvía un poco en su lugar, causando que la cadena que ambos mantenían en las muñecas se tensara aún más a causa de la distancia entre los dos, toda la fuerza concentrada jaló a Ryuzaki, quien antes de que se callera y despertase a su sospechoso, se puso en cuarto sobre él.

Se quitó la esposa de su muñeca y la puso en el barrote de la cabecera de la cama, para que Light no sintiese ninguna molestia para dormir.

-“Enseguida regreso”- se despidió como si alguien le pusiera atención.

Bajó muy rápido a la nevera y tomó un poco de té helado antes de regresar con su amigo, no quería dejarlo solo, era una sensación extraña a la que todavía no le encontraba un nombre, así que por el momento le llamaba preocupación.

Ahora Light estaba algo inquieto, se movía ligeramente y mantenía un puño apretado contra la manta que lo cubría, L se acercó sin pensarlo siquiera, le pasó una mano por el cabello precariamente largo.

-“Tranquilo, ya estoy aquí”- le susurró al oído al tiempo que se ponía de nuevo la esposa. Light pareció algo más tranquilo, pero se mantuvo con el puño cerrado.

-“… N-No…”-.

-“¿Perdón?”- pensó que el chico ya había despertado.

-“… no, no te…. V-vayas”- seguía soñando, tal vez con su familia.

-“… Ryu-Ryuzaki…”- se acomodó en un ovillo y se tranquilizó al instante con el toque constante de la mano de L en su cabeza.

Mientras L se quedó sorprendido y algo conmovido, dormiría con él con mucho gusto.

Fin del flash back…

-“¡Qué tierno! Light habla en sueños, y ¿qué dice Ryuzaki? Seguramente habla de Misa-Misa y su eterno amor”-.

-“No habla de Misa, pero si habla de…”- Light había detenido la explicación, arrastraba a Misa Amane fuera de su cuarto, hablándole amablemente mientras lo hacía. Y con ellos iba un L indiferente por lo que presenciara.

-“Escucha Misa, lamento no poder tener una cita contigo hoy, pero necesito ponerme al corriente con todo el trabajo de la investigación, así que si me disculpas”- le sonreía forzadamente, eso era porque sabía muy bien que había soñado en todo ese tiempo, y nunca dejaría que nadie, y menos Ryuzaki se enterara.

-“Pero Light, me habían dicho que hoy era su día…”- Light se había cansado y le cerró la puerta en la cara, dejándola con la palabra en la boca.

El chico regresó a su asiento frotándose las sienes con una mano, intentando tranquilizarse un poco, y Ryuzaki lo seguía sin decir nada. Ambos se sentaron y miraron al frente con ninguna idea en la cabeza.

-“Light, ¿no quieres saber que dijiste entre sueños?”- claro que no, porque sería como aceptar una derrota y como Kira no haría eso.

Light negó con la cabeza.

-“Te ves desanimado”- se le acercó lo suficiente para ver su perfil, de nariz recta al estilo romano, con la boca cerrada en una línea perfecta, que resaltaba la tensión en el rostro que rara vez se veía alterado –“Yo te puedo animar”-.

Light despertó de su ensoñación, volteando a ver a su compañero de cuarto, los ojos de él, normalmente inexpresivos, pero con una claridad de los buenos pensamientos, ahora ya estaban algo más oscuros, si se podría decir, a causa de los pensamientos y el doble sentido que se aplicaba a su último comentario. Light podía en ese momento pensar un poco mejor que cuando habían iniciado todo el juego, con lo que se dio cuenta del doble sentido que se manejaba, aunque sin saber a ciencia cierta a qué se refería específicamente.

Siempre había pensado que hablar en un sentido distinto al que la misma oración impone, haciendo que se tradujera en alguna vulgaridad, era de una persona poco ética, algo enferma y por demás abusiva. Además de que no entendía ni la mitad cuando hablaban así, y eso le molestaba, se sentía vulnerable, pues no sabía que responder.

-“No, muchas gracias. Estaba pensando en usar mi tiempo libre en cortarme el cabello, ya me hace falta”- dijo sin alterarse, cosa  que alteró a su carcelero, agarrándose un mechón del flequillo.

-“Vamos entonces”- dijo resignado, ahora que el chico ya estaba en sus cinco sentidos, causarle algún sobresalto sería un poco más difícil –“Pero no tanto, el es virgen y eso me beneficia”- pensó y sonrió para sus adentros.

Light apoyó su compañía, pues no podía hacer más, y ahora que lo pensaba se sentía en armonía cuando Ryuzaki estaba con él, y cuando sólo hablaban sin ningún otro sentido que el requerido, hablar con él cuando el otro parecía olvidar que era un sospechoso para ser Kira (el único en verdad), era agradable y parecían en verdad amigos desde la infancia.

Notas finales:

¿Reviews? Jeje, cuídense, ahora sí, hasta la siguiente semana (el viernes).


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