Capitulo 18: ¿Vivos?
–T-tu, tu deberías estar muerto. –Grito asustado. –Y-yo te vi estallar. Es imposible que estés vivo. –Dijo con temblorosa voz, retrocediendo atemorizado.
-¿Sucede algo señor? –Pregunto una chica de cabellos azules y mirada seria, que se acercó a observar la escena.
-No Konan, no ocurre nada malo. –Dijo con una sonrisa. -Pero podrías llevar a mi amigo a mi camerino; es que tengo que hablar con él en privado.
-Como ordene, señor. –Dijo acercándose a Naruto y tomándole del brazo. –Acompáñame.
El rubio trato de zafarse, puso resistencia, hizo todo un escándalo; pero la muchacha igual se lo llego del lugar.
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-¿Qué cosa planea tu jefe ahora, eh? ¡Matarme en privado! –Grito cuando la chica le soltó, haciéndolo ingresar en la habitación. – ¡Pues no se lo voy a permitir! ¡Una vez ya lo vencí y esta no va a ser la excepción! –Seguía gritando, exaltándose y tratando de buscar una salida de aquel lugar.
-No sé qué asuntos quiera tratar el con usted, pero por favor cálmese y compórtese. –Pidió amablemente la muchacha. Pero Naruto seguía gritando y maldiciendo. –Si no se calma, voy a tener que golpearlo. –Advirtió con hostilidad, perdiendo la paciencia.
-Primero me secuestran y ahora amenazas con golpearme. Ja, esto se podría poner peor. -Ironizo, sentándose en una silla y calmándose un poco. – ¿Cuánto piensa tardar tu jefe? –Pregunto luego de un momento, mirando de forma malhumorada a la muchacha, que solo le sonrió de lado.
-No tarda nada. –Dijo asiéndose a un lado y dejando ingresar a su apuesto jefe.
-Naruto Uzumaki, que gusto me da verte de nuevo. –Dijo con gran sonrisa.
-No opino lo mismo. –Refunfuño cruzándose de brazos. – ¿No se supone que estabas muerto?
-Yo también creí eso, pero no. Solo fui liberado. –Dijo cogiendo otra silla y sentándose frente al Uzumaki.
-¿De qué diablos hablas? Se supone que esto era de batallas a muerte, ¿no? La liga de los malvados ex fue creada para eso, ¿no es así?
-No, solo era para eliminarte. –Contesto amablemente.
-Si bueno pero… ese no era el caso, ¿qué demonios haces vivo? –Se exalto. –Yo te vi desaparecer en esa explosión de luces de colores aquella vez. Porque yo te vencí. Es ilógico que estés sentado ahora frente a mí. Y si tú estás vivo eso quiere decir que los otros… oh no, esto no puede estar pasando. –Dijo con desesperación. –Es ilógico, es una maldición, ¿por qué a mí? ¿Por qué tiene que estarme pasando esto precisamente a mí? Y yo que creía que al fin podría ser feliz con Sasuke, y ahora me pasa esto. Dios, esto es una pelea de nunca acabar. –Dijo deprimido.
-Todo tiene una explicación, Naruto.
-Pues explícamela, que no entiendo nada, Nagato. –Dijo irritado.
-Bueno… no sé cómo comenzar… -Comento algo pensativo.
-Uh… desde el principio… ¿qué te parece? –Dijo sarcástico.
-Eso intento… pero no se me ocurre por donde comenzar. –Suspiro. –Recuerdas que te dije que yo no iba a ser aceptado en la liga.
-Sí.
-En principio era porque no tenía tanta maldad y rencor dentro de mí. Pero algo me pasó y esos sentimientos florecieron, se apoderaron de mí de tal manera que, cuando reaccionaba me asustaba de mí mismo y de las maldades que había cometido.
-Hablas de… ¿un control mental? –Pregunto algo confundido. –Pero… tú dijiste que te dejaron unir porque… eras parte importante en el pasado de Sasuke y también porque eras genial y… no sé qué más…
-Bueno en parte sí pero, en cierto modo también había control sobre mí y mis dobles. Que si no hubiese sido gracias a ti no me hubiese podido liberar. – Le sonrió.
-No entiendo. –Dijo aún más confundido.
-Que en aquella pelea, si no me hubieses retado a hacer esa maniobra yo nunca me hubiese chocado contra el pavimento y ahora no estaría libre. –Dijo de lo más normal.
-No entiendo. –Volvió a contestar el rubio.
-Que gracias a que choque contra el pavimento -que por cierto caí de cabeza-, me pude liberar del control mental en el que estaba.
-Pero estallaste, mi amigo y yo lo vimos. En esas extrañas luces de colores, y en tu lugar cayeron monedas. –Dijo algo incrédulo.
-¡Ha!, ahora veo en donde llego a parar mi cambio. –Dijo pensativo. –Pero no estalle, solo me transporte a otro lugar y recobre el control de mis pensamientos.
-Tu cambio. El sencillito de monedas que encontré, era tu cambio. –Dijo crédulo.
-Si…
-Y yo que pensé que era la recompensa que me ganaba por las batallas. –Dijo suspicaz. –Eso quiere decir que de los otros dos… pero… Jūgo no dejo monedas. El dejo una vida extra.
-Tal vez era un regalo en agradecimiento. Al igual que la patineta que te deje. Que por cierto no te eligió.
-Eso ya no importa ahora. Lo que quiero saber es… ¿todos los malvados ex están siendo controlados?
-Eso si no lo sé. Pero yo si era controlado, al igual que mis dobles.
-¡Uf! Esto es más frustrante de lo que creí.
Se formó un silencio incómodo. Naruto parecía meditar esta nueva información y Nagato lo observaba con curiosidad.
-Naruto, ¿te encuentras bien? –Pregunto algo preocupado.
-Sí, eso creo. –Contesto sin alzar la vista.
-¿Cómo has estado últimamente? ¿Cómo les está yendo a Sasuke y a ti? –Pregunto, tratando de hacer conversación, ya que quería saber más del rubio que parecía estar perdido en sus pensamientos.
-Sí, sí, me ha ido bien no me puedo quejar. –Dijo sin interés. –Y Sasuke y yo pues… -De pronto recordó algo importante. –Sasuke. –Dijo alarmado.
-¿Qué pasa con él?
-Me va a matar por haber desaparecido. –Se puso de pie y caminando hacia la puerta. Nagato solo lo veía sorprendido y Konan (que se había mantenido distante durante la conversación), se hizo a un lado dejando salir al rubio, pero este regreso sobre sus pasos y se paró frente a Nagato. – ¿Me darías tu autógrafo? –Pregunto desviando la mirada y sonrojándose un poco. El pelirrojo sujeto el papel y el lapicero que le ofrecía Naruto.
-Encantado. –Contesto sonriendo, y escribió rápidamente en el papel.
-Gracias. –Dijo recibiendo el papel. –Espero nos volvamos a encontrar otra vez. –Se giró. –Y… gracias por la información. –Salió corriendo.
-No hay de que Naruto. –Sonrió de lado, viendo como el rubio salía del lugar.
-Así que a él hay que agradecerle el que te haya liberado. –Dijo Konan cerrando la puerta y acercándosele.
-Sí.
-Es bastante testarudo, pero se le ve que tiene buen corazón. –Comento sonriendo.
-Sí, y es el único que puede rescatar a Sasuke.
-¿Crees que lo podrá lograr?
-¿Si creo? ¡Lo hará, él podrá! Y si no puede solo, pues lo ayudaremos. –Dijo con una gran sonrisa. Konan solo suspiro y le sonrió a su amigo.
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-¿Dónde diablos estabas? –Pregunto Sasuke, apenas vio a Naruto acerca corriendo hacia él.
-Uh… oh… no, no te enojes Sasuke. ¿A que no sabes con quien me encontré? –Pregunto sonriente, escondiendo el papel tras su espalda.
-No me interesa. Vámonos. –Dijo girándose y comenzando a salir del lugar. Naruto solo lo siguió cabizbajo. Sasuke parecía realmente molesto, ¿Cuánto se había tardado? No lo sabía, no llevaba reloj. Suspiro. Sasuke volteo a verlo de reojo y paro en seco. -Está bien. ¿Con quién te encontraste? –Pregunto girándose para encararlo. Naruto solo suspiro y alzo la vista. Lo pensó por un momento, ¿Sasuke sabría lo del control mental de sus ex? ahora que lo pensaba, había momentos en los que Sasuke se comportaba extraño. ¿Él también estaba siendo controlado? Y cómo tomaría la noticia de que sus ex estaban vivos y no muertos como él creía. ¿Debería decirle para empezar?
-No, con nadie. Ya no importa. –Dijo comenzando a caminar. Sasuke se quedó sorprendido por ese comportamiento, y lo siguió sin decir nada. ¿Ahora qué diablos le pasaba a Naruto?¿Con quién se había encontrado? , se preguntó mentalmente siguiendo al rubio. Se le veía pensativo, ¿Con quién se encontró? , Sasuke frunció el ceño, lo iba a averiguar.
Naruto se sentía mal por no decirle a Sasuke, se sentía… como si lo estuviera engañando. Pero no le iba a decir nada hasta averiguar bien, ¿Qué tal si solo Nagato estaba vivo? ¿Si solo a él le hicieron control mental, y los otros lo atacaron por su cuenta? Suspiro, era demasiado para él, le pediría ayuda a Sai, (ya que este era bueno averiguando cosas) y luego le diría todo a Sasuke. Si eso haría.
-¿Qué están haciendo por aquí?
Ambos voltearon y se toparon con Sakura y Haku. Traían paquetes.
-¿Tu comprando, Sakura? –Pregunto sorprendido el rubio.
-No todos somos conformistas como tú, Naruto. A algunos nos gusta tener más de lo que ya tenemos. –Dijo con severidad.
-No seas tan cruel con él, Sakura. –Dijo Haku sonriendo. –Solo me acompaña a comprar algunas cosas para la casa. –Dijo amablemente a Naruto.
-Oh, ya veo.
-Sasuke, mañana me podrías prestar a Naruto por un rato. –Dijo Sakura acerándose al azabache.
-Si quieres te lo regalo. –Naruto se sintió un poco mal al escuchar eso.
-No, solo préstamelo por un rato. –Se acercó a Naruto. –Mañana en la casa de Haku al medio día. –Dicho esto se alejó a paso lento, seguida por su amigo.
-¿Qué? –Dijo el rubio volteándola a ver.
-Y no faltes. –Grito antes de doblar la esquina.
Naruto se giró y vio a Sasuke alejándose. Lo alcanzo lo más rápido que pudo, pero el Uchiha ni siquiera volteo a verlo.
-¿Sigues enojado? –Pregunto algo preocupado.
-Tú que crees. –Hablo sin voltearlo a ver. –Me voy a mi casa a descansar, mañana tengo que trabajar temprano. –Acelero el paso.
-Pero… ¿y lo que planeamos hacer hoy? –Pregunto algo temeroso. Sasuke se giró, lo vio por unos segundos y le dio un beso. Naruto al principio se sorprendió, pero luego correspondió el beso con esa intensidad que Sasuke le demandaba.
-Sera mañana. –Dijo cuándo se alejó y comenzó a caminar. Naruto se quedó ahí paradito, tocándose los labios y volteando a ver como se alejaba su novio.
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-¿Por qué… traes esa cara Naru-chan? –Pregunto Sai, apenas entro al depa.
-Sasuke está molesto conmigo.
-Ahora que… hiciste. –Dijo caminando despacio hasta la cama y se echó al lado del rubio.
-No le dije que me encontré con Nagato Pain. –Cruzo sus brazos detrás de la cabeza.
-Nagato Pain, sí. –Dijo en un susurro. –NAGATO PAIN? –Grito sentándose.
-Sí, está vivo. Y lo malo es que no se si los otros dos también lo están.
-Espera… espera, ¿cómo que vivos? –Pregunto volteándolo a ver.
-Sí, bueno… tendría que explicarte desde el comienzo para que entiendas. –Dijo sentándose.
-Te escucho, soy todo oídos. –Se apoyó en la pared y se cruzó de brazos.
30 minutos después.
-Solo me beso y me dejo ahí solo. –Alzo la vista para ver a su amigo y este estaba dormido. –SAI!!! –Grito, haciéndolo despertar de un sobresalto.
-¿Qué, que? No estoy dormido. –Dijo mirando a todos lados.
-Por eso no me gusta contarte las cosas cuando estas ebrio. –Se cruzó de brazos, frunciendo el ceño y haciendo un puchero.
-Pero… si te escuche. Y… que lindo te vez haciendo eso. –Dijo acercándosele y rodeando sus brazos alrededor de su cuello. –Muy lindo. –Le sonrió bobamente y se comenzó acercar a sus labios.
-Sai, para. –Lo detuvo a escasos centímetros de sus labios. –Por eso no me gusta que bebas tanto. –Lo alejo un poco.
-Que malo eres. No me regalaras un besito siquiera. –Lloriqueo.
-Sai. Siquiera escuchaste lo que te dije. –Quito los brazos de su cuello.
-Sí. –Se apoyó nuevamente en la pared. –Nagato Pain vivo, que lo controlaban y que posiblemente los otros también estén vivos y que los próximos ex tal vez también estén siendo controlados.
-¿Y qué piensas sobre eso? –Pregunto. Estaba sorprendido, a pesar de que su amigo estaba ebrio tomaba bastante atención.
-Que tal vez… lo que dijo Nagato Pain… sea cierto.
-¿A que te refieres?
-Hoy le coquetee a un sexy pelirrojo de ojos color turquesa. –Dijo sonriendo.
-¿Y eso qué? Tú coqueteas con todos.
-No, tonto. Que ese pelirrojo sexy… creo que era el primer malvado ex, ese el que estaba vestido de ninja. Como se llamaba…
-¿Gaara? –Pregunto dudoso. –Que hay con él.
-Que el chico con el que coquetee era parecido a él, solo que vestía diferente.
-Sai no confundas las conversaciones. A mí no me importa con quien coquetees. –Suspiro. –Sabes que, hablamos mejor mañana. –Se acostó dándole la espalda.
-¿Estás enojado? –Naruto no le contesto. Sai solo se desvistió (quedando en polera y ropa interior), y se acostó a su lado y lo abrazo, apoyando su cabeza en su espalda. –No te enojes, te ayudare a averiguar, sí.
-Gracias.
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-¿Qué quieres?
Naruto suspiro y alzo la vista. Sasuke se veía lindo con ese piyama, esa polera ancha que mostraba su hombro derecho y esos pantalones sueltos; y con su cabello todo revuelto, sí que se le veía sexy. Se ruborizo y comenzó a pensar ciertas cosas, pero se calmó rápido y recordó para que había ido tan temprano.
-Sé que ayer me comporte como un tonto y me desaparecí un buen rato sin decir a donde y… -Agacho la cabeza pensativo. –Sé que no soy bueno para estas cosas, pero quiero remediar lo que hice ayer y… que me disculpes por haberme comportado así y…
-Ya cállate, tonto. Y si has venido a remediar lo que hiciste ayer pues hazlo. –Dijo serio, cruzándose de brazos.
Naruto solo permaneció cabizbajo y se puso más nervioso, ¿qué haría ahora? Su plan era ir y disculparse, y esperar que ocurriera algún tipo de milagro en el proceso para que Sasuke lo perdonara y ya no estuviera molesto con él, pero, todo le estaba saliendo mal y se había quedado sin ideas y sin saber qué hacer.
-No se me ocurre que más hacer. –Dijo sinceramente, esperando que Sasuke le gritara y lo echara de ahí. Pasaban los segundos y más tenso se ponía, Sasuke no hacía nada y solo seguía ahí parada sin decirle nada, parecía esperar que dijera algo más. ¿Pero que podía decir? No se le ocurría nada, solo, tal vez besarle y esperar que eso arregle las cosas, pero no, no haría eso ya que Sasuke de seguro lo golpearía y la situación se pondría peor.
-Bueno… en ese caso. –Hablo al fin Sasuke retrocediendo. Pero Naruto le cogió de la mano. – ¿Vas a decir algo? –Pregunto, deteniéndose.
Naruto lo medito y alzo la vista. –Me encontré con alguien y me entere de algo que primero quisiera averiguar antes de contártelo, ya que no quiero que al final creas que son inventos míos.
-¿Esa es la razón por la que desapareciste? –Naruto asistió con un movimiento de cabeza. Sasuke estaba dudoso, estaba celoso, cualquiera lo estuviera si su novio se desaparecía por una hora sin decir a donde. Pero no lo demostraría, Naruto tenía que explicarle con quien estuvo y que cosa le habían dicho para que se pusiera así de pensativo y nervioso. -¿Quién era? –Pregunto esperando el nombre, pero Naruto solo negó y volvió agachar la cabeza. ¡Esto era suficiente! Quien haya sido el desgraciado que hizo que Su Naruto le mintiera y se comportara de esa manera, la pagaría caro. Solo esperaba que no fuera Orochimaru quien estará causando eso. Aunque por otro lado no quería pensar que Su Naru le estuviera engañando, no, él no era capaz de eso ya que solo lo quería a él, ¿cierto? Si solo lo quería a él y siempre se lo demostraba y últimamente también se lo había querido decir, pero por miedo a no saber que responder en esos momentos se lo había impedido. Sí. Su Naruto no le estaba engañando, solo mintiendo pero cuando supiera la verdad se lo diría y el creía en su palabra. Sonrió para sus adentros, sí que era demasiado orgulloso y su rubio se estaba partiendo la cabeza pensando en cómo hacer que lo disculpara. Eso le gusto, pero no quería seguir viendo triste a su novio, así que él le daría una oportunidad para remediarse. – ¿Si ya no vas a decir nada más? –Pregunto tratando de zafarse del agarre.
-No sé qué más decir. –Sollozo. –Pero Sasuke… ya no sigas enojado conmigo. –Lo abrazo. –Hare lo que tú quieras, lo que sea. –Dijo suplicante.
-Lo que yo quiera. –Naruto se alejó, asistió sonriéndole. –Lo que sea, ¿eh? En ese caso. –Le dio un beso. –Qué te parece si vamos a mi cuarto y lo arreglamos. –Lo miro de manera lasciva.
-Tengo un mal presentimiento. –Dijo el rubio algo temeroso.
-No es lo único que tendrás mal cuando terminemos. –Dijo juguetonamente sujetándolo del cuello y jalándolo hacia el interior de la casa.