Capítulo 25: Tú ven alcanzarme…
-¡¿Por qué tiene que ser de esta forma?! –ya estaba a tres metros de ellos. -¡Enserio, voy a cortar tu linda cara! –amenazo casi rozando la playera de Sasuke por la espalda.
-¡Solo déjalo en paz! –grito acelerando el paso. -¡Aun ni siquiera tiene una espada! ¡¿Cómo piensas pelear así con él?! –doblo una esquina. -¡Él está en desventaja!
-¿A qué te refieres con “aun”? –indago curioso.
-Creo que hay una puerta de sub-espacio por aquí… -comento evadiendo la pregunta, doblando otra esquina.
-Oh, ¡sí! ¡Definitivamente hay una! –miro al frente. –Doblando a tu izquierda. –Sasuke doblo y diviso la puerta que aparecía en frente, acelero el paso, y comenzó acercársele demasiado rápido. Naruto se asustó por esa acción. –Espera… ¡Vas demasiado rápido! ¿Cómo vas hacer para… -y de la nada, al estar a unos centímetros de ella, la puerta se abrió sola, permitiéndoles el pase. -…abrirla? –susurro sorprendido.
-Naruto, relájate. Yo controlo este lugar a voluntad, así que no tienes por qué preocuparte. –sonrió burlón. –Apuesto a que Karin le va costar ingresar aquí.
-Ummm, bueno, si tú lo dices. Pero siento como si no estuviera peleante realmente con ella. ¿Cuál es el plan? –se giró a verlo. -¿Ir a tu casa?
-Naruto, no puedes estar corriendo. –aterrizo en un falso piso lleno de nieve. –Eventualmente tendrás que pelear con ella.
-Eso lo sé. ¿Solo quiero saber…
-¡Maldición! Esta aquí. –ambos miraron al frente y a unos cuatro metros estaba parada esperándolos. – ¡¿Como pude olvidarme de su poder sensorial?! –se recrimino.
-¿Qué? ¿Sensorial? –pregunto asustado.
-Bueno, déjame enseñarte algunas formas de vencerla. –alzo la espada. -¿Estas lista Karin? –pregunto con enfado.
-¡Pensé que lo sabias todo, perra! –grito colérica, también poniéndose en guardia.
Karin se lanzó al ataque a una gran velocidad, que a Naruto se le hizo imposible seguirla, apareciendo delante de Sasuke, que con un rápido movimiento detuvo su ataque. Ambos forcejearon chocando sus espadas. Karin tratando de atacar a Naruto y Sasuke bloqueando y desviando todos sus intentos.
La chica trato de atacar el lado izquierdo del azabache, que lo tomo como ventaja empujándola hacia un lado, esta retrocedió dos pasos, alzando la vista junto antes de que Sasuke la golpeara en la cabeza, bloqueando su ataque, tratando de enderezarse, empujando con todas sus fuerza.
El sonar de los metales al rozarse causaba un estruendoso ruido, que Naruto se lamentaba de oír, pero se alegraba de tener una espléndida visión de la pelea.
Karin se zafo y volvió a atacar, esta vez tratando de herir al Uchiha, que con otro veloz bloqueo la hizo trastabillar al retroceder, que cuando le quiso golpear otra vez en la cabeza, está la agacho y trato de golpearlo, pero la esquivo retrocediendo y de una maniobra rápido, le golpeo en el estómago, haciendo que tropezara, y de un rodillazo en la barbilla la mando al piso.
-¡Esto apesta! –reclamo ponerse en pie. –Para empezar ¡¿Por qué estamos peleando?! –se voltio a verlo.
-Porque eres una pequeña perra quejumbrosa. –contesto con cólera, quitándose los goggles, y dejando ver sus profundos ojos rojos.
-¡Sí! –apoyo el rubio, mirándola con irritación.
-Tal vez aún sigo regresando porque… -apretó los puños. -… ¡aún estoy enamorada de ti!
-Sí, ¡o tal vez solo sigues volviendo para querer dar lástima! –se puso en guardia. –Además, ¡solo eres un piojo intento de ninja!
-¡Sí! –volvió apoyar, mirándola con burla.
-¡Semi-ninja! –grito corriendo súper rápido, casi, volviéndose invisible, que Naruto al agudizar la vista, la detecto a espaldas de Sasuke, con intento de atacarlo.
-¡¡Cuidado!! –exclamo preocupado, Sasuke voltio rápidamente, poniendo su espada como escudo, que recibió el fuerte golpe, que lo hizo retroceder unos pasos.
-Semi, no es suficientemente bueno, ¿uh? –susurro amenazante, mirándolo con odio.
-Vamos, sabes que no lo decía en…
-Ya déjalo, Sasuke. –lo empujo. –No eres mi mamá. –grito haciendo que el piso bajo ellos, desaparezca.
Sasuke se percató que Karin desenrollaba, rápidamente, su enorme espada látigo de su cintura y la agitaba hacia su dirección, metió la mano en su bolsillo y saco unas pequeñas dagas que las lanzo para desviar el ataque de la pelirroja, pero esta se movió y de un leve movimiento hizo que su amenazante arma estuviera a punto de golpearlo, el azabache desvió el golpe con un movimiento de su espada, dio un giro en el aire, tratando de concentrarse, haciendo que el suelo aparezca, cayendo de pie en él. Alzo la vista y Karin se le acerco corriendo, agitando con movimientos rápidos la espalda látigo, volvió a desviar el ataque con su espada y de una patada la mando al suelo. Se le acerco a paso lento, le arrebato la espada látigo de las manos con un empujón de su espada, se le acercó para observarla, pero Karin de una patada en la cabeza lo hizo retrocede, se puso de pie de un salto y de un empujón con la palma de su mano lo hizo caer de espadas en el suelo. Él alzo la vista, y se sorprendió de ver como unas cadenas salían de la espalda de la pelirroja, y que estas se le acercaban rápidamente.
-Karin, no… -susurro, viendo como las cadenas se detuvieron a escasos centímetros de él.
La pelirroja alzo la vista mirándolo con odio, suspiro, para tratar de calmarse e hizo que las cadenas regresaran a su lugar.
-Espero que tú y mi primito sean muy felices juntos. –dijo con odio, guardando su espada y quitándose la daga que tenía clavada en su brazo. –Felicidades. –escupió con recelo, acercándose a la puerta que apareció frente a ella.
-¿Ella se… va? –pregunto Naruto, que aún seguía asustado por lo que acababa de ocurrir.
-No lo sé. –contesto poniéndose de pie.
-¿Por qué se va? –musito tratando de calmar su acelerado corazón.
-No lo sé. –susurro algo fastidiado, acercándose a la puerta, que acababa de aparecer.
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-¿Así qué… por eso salieron?
-Sí. Y en esas épocas estaba con una extraña atracción hacia los pelirrojos. –Naruto lo miro curioso. –Pero ahora son los rubios. –agrego, sonriéndole.
-Oh, entiendo. –dijo desviando la mirada.
-Escuche que ha abierto su galería de perfumes. –comento tratando de llamar su atención después de un pequeño silencio. –A ella siempre le fascinaron esas cosas, y, al parecer, ha logrado su sueño.
-Me imagino que a eso se le debe de considerar ser una artista, y de seguro que todos ellos son semi-ninjas.
-Ella tendrá la galería abierta esta noche. De hecho va ser en la calle Raito…
-¡¿Quieres ir a su presentación?! ¡Ella trata de matarme!
-Bueno… yo… ¡yo realmente no lo estaba planeando! –sonrió de lado. –Dijo… es tu prima, deberíamos ir a verla, ¿no crees?
-¡Puedes ir si quieres! No te voy a detener, pero yo ir, eso no, ¡ni loco me acerco a ella!
-¡No! Hoy quiero salir contigo. –dijo cogiéndolo de la mano.
Naruto agacho la cabeza y alzo la vista, un poco apenado.
-Uhmmm… sabes, ¿quiero comentarte algo? –Sasuke lo voltio a ver. –Mi renta se acaba pronto. –musito.
-¿En serio? –pregunto sorprendido.
-Eh estado pensando en mis opciones y… bueno… no puedo pagar un lugar yo solo… -se puso más nervioso.
-Bueno… tu podrías… creo… que mudarte conmigo. –Naruto alzo la vista, sorprendido. –Pero solo por un corto tiempo. –el rubio le sonrió. –Digo… tengo que pensarlo antes, así que… -Naruto lo miro esperanzado. –supongo que hay pros y contras… y tu serias una gran ayuda, digo, ahora tienes trabajo, ¿no? –asintió con un movimiento de cabeza. –Y ni siquiera alardeaste sobre eso.
-Es que se me había estado olvidando. –informo aun sonriente y comenzando a caminar tomados de la mano.
-¿Enserio? –dijo fingiendo molestia. – ¡No me digas!
-Pero no pensaba alardear, dettebayo. –murmuro nervioso.
Sasuke sonrió de lado y se le acercó para abrazarse a su cuello.
-Te creo cabeza hueca –le dio un besito en la mejilla -, y me gusto eso último que dijiste…
-¡Así! –lo abrazo de la cintura. -y… ¿qué fue lo que dije? –pregunto curioso. Sasuke desvió la mirada, resignado, negando con la cabeza, y le ínsito a seguir caminando.
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En el bar de siempre…
-Que milagro verte por aquí joven Kiba, ¿Qué paso? –pregunto con una gran sonrisa, era extraño ver a su amigo ahí.
-¿Cómo que qué paso? ¡No pasa nada! –contesto con fastidio. -¡Ustedes imbéciles ya ni siquiera salen conmigo! –reclamo con recelo.
-No es como si fuera intencional, amigo. Tú tienes clases de verano y nosotros no hemos ensayamos en la casa… -dijo Neji, bebiendo su café.
-¿Por qué no hemos ensayado de todas formas? –pregunto con aburrimiento, Sakura.
-Estamos grabando en este momento. –contesto con enojo, Neji.
-Ummm, Naruto… yo… -susurro Amaru, que también estaba ahí, sentada a lado de Kiba, mirando atentamente a Naruto.
-Has estado rechazando show. –recrimino Kiba, con enojo. –Saben que la señora que organiza show aquí sigue preguntando cuando estarán libres, ¡y él la sigue rechazando! –les informo con disgusto.
-¿Tienen show en Sneaky Dee´s? –pregunto Naruto con curiosidad.
-Subiendo las escaleras. –contesto Neji, con aburrimiento.
-No tenía idea. –contesto sorprendido.
En todo el transcurso de eso platica, Sasuke, no había dejado de mirar con irritación a Amaru, que trataba, con intentos fallidos, de hablarle a Naruto. Y lo que más hacia enojar al azabache, era que lo miraba con ojitos brillantes y se ruborizaba sin razón, sonriendo como boba.
-¿Por qué sigues rechazándola? –pregunto con rabia, Sakura. –Creí que lo que queríamos era tener show.
Amaru se puso nerviosa al encontrase con la mirada de odio que le dedicaba Sasuke. Que un poco cohibida y nerviosa se puso de pie y le pidió permiso a Kiba, para irse al baño. Siendo seguida por la rencorosa mirada del Uchiha.
-Sakura, estamos grabando en estos momentos. –contesto con fastidio, Neji.
-¡Y una mierda las grabaciones! ¡Yo ya estoy hartar de eso! –exclamo con furia, evitando miran a sus amigos, ya que los chicos se le quedaron mirando un tanto sorprendidos por el vocabulario que uso.
Más tarde, en las aceras de la oscura calle…
-¿Qué fue lo que paso?
-No lo sé. Yo que creía que tocar en show era lo importante para la banda pero…
-No… -interrumpió. –Con tu amiga la actriz. –lo miro con rencor. – ¿Qué paso entre tú y Amaru Kizuna?
-¿Qué? Espera. –se detuvo abruptamente. –No… no pasó nada. –dijo un poco nervioso. –Nunca paso nada. –Sasuke le dio la espalda, evitando verlo, cruzándose de brazos. –Es enserio.
-¿Ni siquiera en la secundaria? –se llevó una mano a la cabeza.
-Solo éramos amigos, ¡lo juro por dios! Yo en esas épocas estaba con… ¡vamos! –pidió, sonriéndole angustiado. Sasuke le comenzaba a preocupar, sus marcas estaban apareciendo.
-¿Nunca, nunca paso nada entre ustedes dos? –pregunto con irritación, tratando de evitar que sus marcas sigan avanzando.
-Nunca. –contesto preocupado.
-¿Sin importar que tanto lo deseabas? –lo voltio a ver con odio, y sus ojos ya estaban carmesí, y casi toda la totalidad de su rostro estaba cubierta con las marcas.
-Nunca paso nada. –sonrió nervioso. –yo estaba con Sakura y, nunca le fui infiel. Solo éramos amigos.
-¿Cómo puedes ser así? ¡Tan perfecto! ¿Nunca pensaste en estar con ella?
-¡No lo soy! No soy perfecto, y… vamos, esto es injusto. Incluso si admitiera que sentí algo por ella, lo cual no paso, ya todo quedo en el pasado, ¡se acabó! –Sasuke seguía mirando, con el ceño fruncido, el piso, ignorando todo lo que decía. -Se acabó –dijo tratando de calmarse y llamar su atención, pero Sasuke seguía sin hacerle caso. –Si te vas a portar de esta manera yo… -dijo comenzando a exasperarse.
-Nuevas noches, Naruto. –dijo interrumpiéndolo y comenzando a alejarse con paso lento.
-¡Si te vas a comportar así, yo estoy agradecido de que solo se vaya a quedar en la cuidad unos días más! –grito tratando de llamar su atención, pero el Uchiha seguía alejándose. -¡Eso es todo lo que iba a decir! ¡Dame un respiro! –grito más fuerte, pero Sasuke estaba aún más lejos. – Sasuke ¡¡Vamos!! –se desesperó y comenzó a preocuparse. Respiro hondo y volvió a gritar. -¡¡Vamos!! –pero para su mala suerte, Sasuke había desaparecido de su vista.
Algo resignado, y aturdido por el dolor de cabeza que le comenzó, se encamino hacia el departamento, murmurando cosas que ni el mismo entendía.
Estando en la puerta, la abrió lentamente. Suspiro cansado, prendió la luz, y… se arrepintió de haberlo hecho, ya que Sai estaba con alguien, a quien no vio, en la cama, haciendo… “cosas”.
-¡¡APAGA LA LUZ!! –grito Sai, al verse expuesto en tremenda situación.
Naruto un tanto asustado y avergonzado, apago la luz y cerró la puerta, quedando el fuera, tratando de asimilar lo que acababa de ver.
-Lo siento, lo siento… -dijo Sai al salir, envuelto en una sábana, encontrarse a su amigo apoyado en la pared, con las manos cubriéndose la cara.
-¿Quién es el tipo de la cama? –susurro con la voz entre cortada. -¿Solo un tipo?
-Es Gaara-chan. –dijo avergonzado, rascándose la cabeza con la mano libre. –Presumiblemente viste demasiado, y me disculpo por eso. –musito ruborizándose y viéndolo con vergüenza.
-Mira, estoy bastante cansado, yo solo… -bajo la cabeza apenado, y con cierto rubor en sus mejillas. –supongo, que no podré olvidar eso… oh dios. –murmuro, desviando la mirada.
-¿Puedes irte a dormir a casa de Sasuke? te daré para el taxi. –indago ya más calmado.
-Bueno, uh… -Naruto se abrazó a sí mismo.
-Oh, cierto, te llamo una chica hace rato. –informo recordando. – ¿tienes trabajo? –pregunto mirándolo serio.
-Sí, si tengo… -mascullo alzando la vista, ya más calmado.
-Bueno, uh… aparentemente estas despedido. –dijo preocupado.
-…Oh. –miro pasmado sus pies.
-Entonces… ¿te doy para el taxi? –pregunto comenzando entrar al depa.
-Seguro, como sea. –dijo cabizbajo, con las mejillas enrojecidas y a punto de llorar. Pero rápidamente se limpió las lágrimas y se recrimino por esa actitud.
-Gracias, amigo. –agradeció Naruto, recibiendo el dinero. –Hey, ¿podrías darme mi cepillo de dientes y tal vez una playera limpia? –pidió suplicante.
-No, no puedo, lo siento. –entre cerró la puerta y lo vio amenazante. –Vete de aquí ya. -cerró la puerta. Naruto solo suspiro, cansado, y se alejó a paso lento de ahí.
-Oh dios, ¿Por qué? –se lamentó, caminado hacia un poste, en el cual se comenzó a golpear la cabeza una y otra vez, lamentándose por lo dicho y hecho en ese horrible día. Hasta que recordó algo que tal vez lo podría ayudar.
Rebusco en su bolsillo, sacando todas las chucherías que llevaba dentro, y entre ellas encontró lo que buscaba.
Desdoblo la servilleta que hallo ahí, y algo conmocionado leyó su contenido, y se decidió ir a arreglar todo ese problema que se había formado por culpa de un mal entendido. Así que a paso rápido se aproximó a la primera cabina telefónica que encontró. Tenía que verla lo más antes posible…
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Sasuke llego a su casa, un poco más tranquilo, planeando descansar para meditar bien lo ocurrido, pero, se encontró a la persona menos esperada en la puerta de su casa.
-¿Karin? ¿Qué haces aquí? –pregunto fastidiado, parándose a su lado, casando las llaves para abrir.
-Vine a consolarte. –se puso de pie. –Sé que el idiota la cago. –sonrió burlona.
-Ahora no estoy de humor para tus tonterías, así que déjame tranquilo. –abrió la puerta.
-¡Oh, Sasuke-kun! –lo abrazo por la espalda, apoyando su cabeza en su hombro. – No te pongas así por ese idiota. Te dije que te estaba engañando, pero, tu no me creíste y… -giro su cabeza de un lado a otro, como tratando de borrar ese recuerdo. –Mejor olvidemos eso. Vine aquí para consolarte. –le dio un beso en el cuello. –Así que no te pongas triste, que yo voy a animarte.
-Está bien. –le tomo de la mano y la jalo hacia el interior de la casa. –Es bueno estar acompañado, ya que si no, cometería una locura. –y cerró la puerta, encontrándose con una sonriente Karin, que lo veía de manera lasciva.
Suspiro cansado, esa noche sí que sería larga.