Capitulo 31: Marcas.
Se acercó a paso lento hacia la tienda de videos. Estuvo a punto de ingresar, cuando Sakura salió dando un portazo.
-Vámonos –dijo sin verlo, comenzando alejarse.
-¿Paso algo? Solo vine a saludar a Haku y, ver como estaba –susurro titubeante.
-No necesitas ver a Haku –murmuro deteniéndose.
-¿Ustedes se pelearon? –pregunto sorprendido.
-Nosotros no peleamos, solo… -lo volteo a ver –olvídalo ¿quieres? –dijo acercándosele.
-Vivir con él, no está funcionando, ¿eh? –indago con una sonrisa, siguiéndola.
-Bueno, la primera semana nos peinábamos una al otro, después de eso él se deprimió y ya no lavo los platos –frunció el ceño. –Ahora lo odio.
Naruto solo la miro vacilante, y no pregunto nada más en el resto del camino.
Ambos ingresaron sin mucho esfuerzo a la casa de Neji y Kiba, ya que sabían dónde guardaban la llave de repuesto, y se sorprendieron de no ver y ni oír nada.
-Neji Hyuga. ¿Sigues enojado conmigo? –canturrio Naruto, abriendo levemente la puerta de su habitación, pero no había nadie ahí. Sakura le hizo señas para ir a ver la habitación de Kiba y, lentamente entre abrieron la puerta, y se sorprendieron de verla en penumbras. Abrieron un poco más, y en un rincón, encima de la cama, vieron sentadito a Kiba, fumando y con unos audífonos puestos.
-Kiba… ¿Estas bien? –pregunto Sakura, acercándose a verlo.
-El salió –susurro quitándose los audífonos y mirándolos con nostalgia.
-Bueno, ¿A dónde fue? –pregunto nervioso, mirándolo preocupado. Kiba se veía muy mal.
-Yo no sé –se llevó el cigarro a la boca. -¿Práctica de la banda? –espeto soltando el humo.
-Nosotros somos la banda –se acercó para verlo mejor –Y aquí estamos –dijo señalándose con una mano y poniendo otra en la frente del castaño. Kiba la miro extrañado. -¿Ves lo que estás diciendo? –le pregunto después de comprobar que no estaba con fiebre.
Kiba parpadeo varias veces y desvió la mirada un poco apenado.
-No sé a dónde fue –se abrazó a sus rodillas. –Solo me dijo que tendría práctica de banda –susurro escondiendo su rostro entre sus brazos.
-¿A dónde habrá ido? –se preguntó cruzándose de brazos, y poniéndose pensativa.
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Neji ingreso rápidamente al hotel de paso, y se sorprendió de encontrar puntual a su “cita” en el cuarto indicado.
-No sé porque me citas aquí –se sentó al borde de la cama.
-Es el mejor lugar para encontrarnos, ¿no te parece? –sonrío.
-Pudiste haberme citado en otro lugar, no aquí –reclamó desviando la mirada.
-No te pongas así… -le giro el rostro, y le dio un beso. –Es el único lugar donde podemos encontrarnos –se acercó a su oído. – ¿Ya quieres hacerlo? –susurro, para luego lamer sutilmente el lóbulo.
-¿Me citaste solo para eso? –le pregunto, alejándose un poco.
-Tenemos que empezar a demostrarnos amor, ¿no lo crees? –susurro ruborizándose. –Y esa sería la manera que yo te muestro la mía, entregándome a ti plenamente –le tomo de la mano.
Neji no supo que decir, no se esperaba aquello, y mucho menos así de pronto.
-Bueno, creo que mejor me voy –dijo al no recibir respuesta alguna, se puso de pie y camino unos pasos, pero Neji le cogió la mano.
-Está bien, demostrémonos amor mutuo… -susurro apenado. –Nosotros podemos intentarlo, ¿cierto?
-Claro que sí. Dame solo una oportunidad y te demostrare que puedes ser muy feliz, Neji –dijo entrelazando sus manos, y acercándose para besarlo.
-Claro que podemos… -musito antes de unir sus labios con su nuevo amor eterno. Dejando el pasado de lado, y solo concentrándose en ser feliz con esta nueva oportunidad.
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-Te lo comes todo –dijo mirándolo enojada.
Sakura los había llevado a comer, y Kiba se estaba negando a probar bocado, Naruto solo estaba comiendo sin decir nada.
-¿Quieres desahogarte? –Kiba la miro sin entenderla. –Te enseñare a tocar la batería –dijo mirándolo seria.
-Yo no necesito…
-Aprovecha joven Kiba, esta es una gran oportunidad para que aprendas a tocar otro instrumento –animo Naruto, sonriéndole.
-Uh… pues… Está bien –contesto comenzando a comer. Sakura sonrió y Naruto comenzó una plática animada.
-Mañana temprano te espero en la casa –dijo Sakura despidiéndose con la mano.
-Claro que sí. Estaré ahí temprano –contesto con una sonrisa. –Nos vemos mañana, Naruto.
-Claro que sí joven Kiba. Hasta mañana –se despidió Naruto, risueño.
Se alejaron a paso lento, y Sakura al ver que Naruto no se alejaba y mucho menos se despedía de ella, se giró a interrogarlo.
-¿Me estas siguiendo? –pregunto cruzándose de brazos.
-¿Me puedo quedar a dormir en tu casa? –pregunto apenado.
-¿Sasuke aún no te deja volver?
-No me ha buscado, así que asumo que no –contesto preocupado.
-Está bien, te puedes quedar –dijo retomando la caminata.
-¿Esto se volverá algo regular? –le pregunto luego de haberlo acomodado en el sofá.
-No, de ninguna manera. Solo es por ahora –contesto recostándose, tapándose con la manta.
-Okay, buenas noches –apago la luz.
-Sakura… -se detuvo en medio de las escaleras. -¿Podrías hacerme un favor? –pidió en un susurro, la pelirosa volvió sobre sus pasos y se sentó en el borde del sillón.
-¿Qué es lo que quieres? –pregunto indiferente.
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-Estoy harto del frio –comento, para luego sorber un poco de su café. –Necesito mudarme al caribe o algo así –dijo con una pequeña sonrisa.
-A mí no me molesta el frio –contesto, mirándolo tranquila.
-¿Por qué será que no me sorprende? –se preguntó, volviendo a sorber otro trago.
Naruto que pasaba por ahí, “por casualidad”, vio a Sakura y Sasuke tomándose un café; platicando animadamente.
-¿Sakura? –pregunto ingresando al lugar, mirándola sorprendido. -¿Sakura Haruno? –pregunto nervioso, al ver la cara que puso su amiga. -¡Qué bueno encontrarte aquí! –fingió una pequeña sonrisa, mirándola asustado.
Miro al frente, y se hizo el sorprendido al ver a Sasuke ahí.
-Uh… Hola Sasuke –le saludo con una sonrisa. Sasuke le miró fijamente, frunciendo levemente el entre cejo, apreciando claramente la cara de frustración que puso Sakura.
-¿Él te hizo hacer esto? –le pregunto cuando la chica alzo la vista, ya más resignada por haber aceptado tremenda estupidez.
-Sí. –le contesto mirándolo con enojo.
Sasuke se comenzó a reír a carcajadas, haciéndola enfadar más, sorprendiendo a Naruto, y llamando la tensión de todos en ese lugar.
-Dios, no puedo creer que esta tontería funcione. –espeto apretando los puños. –Esto no es una telenovela. –dijo con disgusto, dándole un codazo a Naruto en el estómago. –Y es la última vez que te ayudo en semejante estupidez, Naruto. –amenazo, tomando un poco de su café.
Sasuke dejo de reír, y le ofreció una silla a Naruto para que se sentara y calmara su reciente dolor.
-¿Qué paso con ese chico con el que salías? –le pregunto después de un rato, esperando a que se calmara.
-¿Te refieres a Yamato Tenzō? –pregunto algo aburrida, comiendo una de las galletitas que pidieron.
-¿Tu salías con ese tipo? –pregunto Naruto, casi atorándose con la galleta que estaba masticando.
-Lo hacía. –le contesto sin ganas, mirándolo con indiferencia.
-¿No funciono? –le pregunto Sasuke, sorbiendo un poco más de su café.
-Bueno él tuvo un poco de… -suspiro. –Se veía con alguien más a mis espaldas. –dijo sin más rodeos.
-Con Haku, ¿verdad? –indago Naruto, conmocionado.
-Sip. Me engañaba con él. –contesto más calmada.
Sasuke solo se la quedo viendo, algo sorprendido.
-Pero no me hago problemas. –se llevó otra galleta a la boca. –Ahora él está fuera de mi vida, y Haku está muerto para mí. –comento con una pequeña sonrisa.
Sasuke seguía estupefacto, aun mirándola.
-Eso apesta, Sakura. –recrimino el rubio. -¿Cómo pudiste dejar que te hicieran algo así?
-Como sea. Esas cosas siempre pasan, y a mí ya no me interesa. –contesto mirando de reojo a Sasuke, y se sobresaltó al ver como unas extrañas marcas comenzaban a cubrir su rostro. Naruto también se percató de las marcas, y se puso nervioso.
-¿Te mencione que dormimos juntos? Sakura y yo. –comento Naruto de la nada, con una pequeña sonrisa.
-En serio. –le contesto con enojo, comenzándole a ponerse los ojos rojos.
-El solo durmió en el sofá. –corrigió Sakura, mirándolo detenidamente.
-Que bien. –dijo serio, aumentando un poco más las marcas.
-Y la noche anterior que me quede con Sai, el me cuido muy bien. –comento otra vez, con la misma sonrisa, poniéndose aún más nervioso.
-Y en donde dormiste, ¿en el sofá o la cama? –pregunto poniéndose más molesto.
-No tengo que responder a eso… -contesto comenzando a sudar frio.
-Ok. Me arriesgo al preguntar esto y parecer una loca –tomo aire. -¿Qué son esas cosas de tu cara, Sasuke?
-¿Qué? –pregunto mirándola sorprendido.
-¡Oh dios mío! ¿¡Tú también la vez!? –pregunto aliviado, al saber que había alguien más, aparte de él, que veía las marcas de Sasuke.
-¿Ver qué? –pregunto llevándose las manos a la cara.
-¿Y eso le pasa siempre? –pregunto algo interesada.
-No, solo cuando se enoja. –contesto con una sonrisa.
-¿Qué está mal en mi cara? –pregunto más alarmado, mirándolos enojado.
-Te aparecieron marcas. –contesto Sakura, señalándolo.
-En casi toda la cara. –continuo Naruto, con una sonrisa.
-Algo malo pasa contigo, definitivamente.
-¿Mi cara tiene marcas? –los dos asintieron. –No, eso no puede ser.
-Me temo que es así. –lo miro seria. –Brotaron desde tu hombro izquierdo.
-No. –se lamentó, ocultando su cara entre sus brazos, apoyándose en la mesa. –Yo vi que la cara de Naruto se llenó de marcas una vez. Era la de él, pero no la mía. –susurro, algo frustrado.
-¿Qué? –se exalto. -¿Cuándo? –pregunto preocupado.
-Sígueme, Sasuke. –dijo Sakura, poniéndose de pie, cogiéndole del brazo y caminado hacia el pasillo.
Sasuke la siguió lentamente, con la cabeza agachada, haciendo que su largo cabello tape las reveladoras marcas.
Lo hizo entrar al baño de hombres para que se viera en el espejo. Al pararse frente a el no vio nada, y se disgustó con la chica por hacerlo ir y decir tonterías.
-Te juro que tenías marcas. –dijo al verlo salir renegando.
-Aja… -susurro pasando por su lado, caminado hacia la mesa.
-¿Puedo… regresar a casa? –le pregunto al verlo sentarse en la silla. Sasuke medito su pregunta en un breve silencio.
-Está bien, puedes volver. –contesto amarrándose el cabello y poniéndose su chaqueta.
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Le dio un besito y lo abrazo cariñosamente, quiso meter su mano bajo su playera, pero Sasuke se lo impidió.
-Hace frio. –susurro echándose en su pecho, y tapándolos un poco más con las colchas.
-¿No quieres jugar hoy? –le pregunto un poco confundido.
-Hace frio. Los días que no estuviste hiso mucho frio. –musito abrazándolo. -¿Tu no sentiste frio? –le pregunto alzando la vista para verlo.
-Un poco, pero luego se pasaba. –contesto abrazándolo.
-Ahora que estas aquí va estar calentito… -entrelazo sus piernas y se apegó más a él. –Siempre que estas aquí esta calentito. –susurro quedándose dormido. –Y quiero que siempre se quede así…
-Siempre va estar así… –contesto en un murmullo, quedándose también dormido.
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-¿Y cómo van las practicas? –Naruto comenzó a observar el estante lleno de libros.
-Bien. No sabía que golpear algo puede ser tan desestresante –sonrió. –Me ha hecho muy bien.
-Ha mejorado un montón, tanto que ya le tengo un poco de envidia –comento Sakura, sentándose al borde de la cama.
-Pero que dices… Si tú eres mi maestra, todo lo aprendí de ti. –replico Kiba, escribiendo la tarea que tenía que entregar al día siguiente.
-Vaya, eso es bueno de escuchar joven Kiba. Primero aprendiste a tocar la guitarra, luego el bajo y ahora la batería –le sonrió. –Sí que tienes un talento natural para la música.
-¿Tú crees? Entonces también aprenderé a tocar el piano, la flauta, el violín, y tal vez el chelo…
-No alardees mucho, Kiba. Que si a fin de cuentas aprendiste a tocar bien los instrumentos, fue porque tienes buenos maestros. –dijo molesta.
-Solo era broma, Sakura. No te enojes. –espeto, sonriéndole con picardía.
-¿Y por qué enseñarle a tocar la batería? –pregunto Sasuke, que había estado escuchando toda la plática en silencio.
-Porque el joven Kiba estaba muy deprimido, y para hacerlo salir de ese malestar, Sakura, se ofreció a enseñarle. –contesto Naruto, sentándose a su lado, ojeando un manga.
-Y me ayudado bastante.
-Que bien. ¿Es cierto que Tenten está haciendo otra fiesta? –pregunto cambiando de tema.
-Sí. Nos invitó a ir. Gracias por hacerme acordar, Sasuke.
-¿Cómo puede hacer fiestas tan seguido? ¿De dónde saca el dinero para hacerlas? –pregunto Kiba, curioso, sin despegar la vista del ordenador.
-Es cierto. ¿En que trabaja? Ya que debe ganar mucho dinero como para hacer fiestas seguidas. –quiso saber Naruto, sin dejar de leer.
-¿Quién sabe? Pero igual… ¿Qué les parece si vamos? –propuso Sakura con una sonrisa.
-Va ser de disfraces, ¿verdad? –pregunto Kiba, guardando el archivo.
-Claro. ¡Es Halloween! –exclamo con ironía. –Y creo que deberíamos ir.
-Bueno, será divertido, ¿no? –dijo Naruto, un poco indeciso. –Solo nos falta conseguir los disfraces.
-A ustedes ni siquiera les gusta las fiestas que hace Tenten. –les recordó Sasuke, mirando distraído por la ventana.
-Al menos nos da algo que criticar. –comento expectante, Sakura, acercándose a ver lo que leía Naruto.
-Sería buena idea ir. –Kiba se puso de pie. –Necesitamos distraernos.
Sakura, Naruto, Sasuke y Kiba, estaban en la habitación del último. Se habían reunido para platicar un rato, y sí que lo habían hecho.
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-Él se enfureció al no poder vencer a su hermano –se puso la chaqueta y se acomodó el gorro –, y el villano le ofreció volverlo más poderoso si él al final le daba su cuerpo –Sasuke se acomodó la capa y se recogió el cabello en una coleta. –Así que para volverse más poderoso, deserto de su villa y abandono todo lo que tenía para volverse más fuerte.
-Algunas personas sacrifican o abandonan lo que les estorba con tal de lograr sus metas –le comento después de escuchar lo que Naruto le contaba sobre su programa.
-Sí pero, me dio un poquito de pena que abandonara a sus únicos amigos, y solo para volverse fuerte y poder vengarse –se amarro los zapatos.
-Para conseguir poder, algunos son capaces de sacrificar lo que sea –se puso el cinturón. – ¿Tu qué harías?
-Me volvería poderoso sin tener que volverme malo, y lo haría junto a mis amigos.
-Qué bueno es escucharlo.
-¿Tu qué harías?
Sasuke se quedó mirándose en el espejo, perdido en sus propios pensamientos.
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-Así que ya vinieron. –Sakura se les acerco y se les quedo viendo.
-¿De que estas disfrazada? –le pregunto Sasuke, al verla totalmente diferente.
Traía puesto un vestido blanco todo rasgado y sucio, cabello negro y largo (es una peluca), la cara totalmente pálida, con algunas manchas de sangre, y los ojos totalmente rojos.
-Soy la Llorona –dijo mirándolo seria.
-¿Ese fantasma que roba niños? –pregunto Naruto, pensativo.
-Y mata hombres –contesto mirándolo fijamente. –Creo que todos aquí conocen su historia…
Naruto tembló levemente, y le sujeto la mano a Sasuke. Sakura le comenzó a dar miedo.
-Hola chicos. –Kiba se les acerco. -¿De qué están disfrazados? –pregunto mirando a Sasuke y Naruto aleatoriamente.
-Yo soy Finn el Humano, el protagonista de Hora de Aventura. –dijo Naruto con una gran sonrisa. –Sasuke esta disfrazado de Nezumi…
-¿Nezumi? –pregunto Kiba un poco extrañado.
-De No.6 ¿De la novela, manga, anime? –Kiba negó. –Contarte de él sería muy largo, luego te prestare el manga para que lo leas. –dijo, mirando extrañada a Naruto. -¿Qué?
-¿No sabía que supieras de él?
-Toda fujoshi sabe de él. Y… Te queda muy bien el disfraz, Sasuke. –dijo con un leve sonrojo, desviando la mirada.
-Gracias.
-¿De que estas disfrazado, joven Kiba? –pregunto Naruto curioso.
-De Jeff de Killer –los tres se le quedaron mirando. –Es un personaje de creepypasta. Si no leen al respecto, dudo que sepan quién es.
-Me traerías una bebida. –le susurró Sasuke al oído. Naruto lo miro sorprendido. – ¡Por favor! Tú sabes cual me gusta. –le sonrió.
-Claro. –le contesto con una sonrisa y se alejó a la mesa de bocaditos.
-Creo que iré a espantar hombres… -dijo Sakura alejándose hacia la pista de baile, la canción “dancing queen” acababa de empezar a sonar.
-Es su canción favorita… -comento Kiba con una sonrisa.
-¿Ya no sales con Hinata Hyuga, verdad? –pregunto Sasuke de la nada, mirando como Sakura bailaba. Kiba lo volteo a ver expectante.
-¿Hinata? –sonrió con pena. –Terminamos hace mucho. Ahora ella está feliz con su primo. –dijo señalando hacia una esquina.
Sasuke vio a una pareja sentados en un sillón de la esquina: la chica vestía un vestido turquesa, cabello rubio, peinado con una trenza al costado, labios rojos; y sonreía abrazándose al brazo del chico, que iba vestido con una sudadera azul con capucha, pantalón beige, estaba descalzo, y tenía el cabello blanco.
Le costó un poco reconocerlos, pero ese color de ojos perla le eran muy familiares, y se sorprendió de verlos ahí, y más, disfrazados de esa forma.
-Es una lástima… -susurro.
-Es una idiota. –dijo Kiba con enojo.
-Como tu… -musito, y se alejó de él, dejándolo un poco consternado.
Naruto estaba escogiendo las bebidas, cuando alguien susurro su nombre. El volteo sorprendido y vio a Tenten parada a sus espaldas, pero no estaba sola…
-Que gusto verte aquí… -le sonrió. – ¿Ya conociste a los hermanos Kuro y Shiro Zetsu? Me ayudaron a organizar todo, y serán los disc-jockeys de la fiesta…
-Si… uh… Ya los conocía de hecho… Solo que no sabía que eran disc-jockeys. –dijo sorprendido.
-¿Cómo no conocerlos? Si son muy populares en Tokio. –se puso seria. -¿Estas robando licor? –le pregunto sorprendida.
-No, no es eso. Solo estaba verificando que licor era el correcto.
-¿Y te pensabas llevar toda la botella?
-Es que así le gusta… -contesto nervioso.
-Pon esa botella donde estaba, Naruto.
-¿Whisky? –leyó Kuro la botella que ponía Naruto en la mesa. –Suena como si nuestro amigo Sasuke. Quisiera embriagarse.
-Ah… Buenos tiempos. –susurro Shiro, con una sonrisa.
-¿Y dónde está el místico Sasuke? –pregunto Tenten con una sonrisa. –Escuche que él al fin rompió contigo, Uzumaki.
-¡Eso es una mentira! –recrimino frunciendo el ceño. –Tal vez el corto brevemente conmigo, pero todo será historia antigua cuando derrote a esos “populares” disc-jockeys.
-Estas enfermo, Uzumaki. Busca ayuda. –aconsejo con sonrisa arrogante, Kuro.
-No necesito ayuda. ¡Los sacare de circulación ahora mismo! –grito, alzando los puños.
-No tenemos tiempo para barbaridades. –se giró y comenzó a caminar hacia el pasillo. –Shiro, déjale un clon para que se entretenga mientras.
-Ya es hora de nuestra presentación Uzumaki –hizo unos signos con las manos. –No impacientes. Nuestra pelea ya llegara –y siguiendo a su hermano, dejo a un clon suyo atrás, que apenas vio a Naruto se le lanzo atacarlo.
Sasuke escucho como el barullo se armó adentro. Él estaba en el balcón fumando, necesitaba aclarar sus ideas.
Escucho como la puerta corrediza se abrió a sus espaldas, no estaba con ánimos de hablar con nadie.
-Pensamos que necesitabas esto. –murmuro Shiro, haciendo sonar la botella.
-Oh, me conocen tan bien. –susurro Sasuke con sarcasmo, se giró y le arrebató la botella al peliblanco.
-No hay culpa en ser uno mismo, Sasuke. Al fin todo esto es… temporal. –cerro levemente la puerta. –La vida real espera. –susurro antes de cerrar la puerta.
Sasuke continuo fumando, pensando en lo que acababa de escuchar, hasta que se percató de que su cigarro se hizo pequeño, y con molestia lo arrojo hacia abajo.
Estuvo otro rato en silencio, hasta que la puerta corrediza se abrió de sopetón.
-¿¡Podrían dejar de fastidiarme!? –grito con impaciencia. -¡Estoy harto de toda su mierda!
-Whoa Sasuke, tranquilo. –dijo Sakura cerrando la puerta.
El azabache volteo a verla con enojo, asustando a la chica, ya que toda su cara se estaba llenando de marcas.
Sakura no desaprovecho el momento, saco su celular y le tomo una foto. Dejando un poco turbado al chico por el flash.
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-¿Qué significa esto? –pregunto Sakura, mostrándole la fotografía que le había tomado.
-Ni idea. –contesto entregándole el celular.
Ambos estaban en una habitación que encontraron para alejarse de toda la bulla, y se encontraban sentados en la cama.
-Vamos Sasuke. Si no puedes decírmelo. No me lo digas. No me ofenderé. –le sonrió.
-Okay. –la miro serio. –No puedo decírtelo. –abrió la botella de whisky y le dio un trago.
Naruto en la pista de baile seguía enfrentándose al clon. Los invitados celebraban, creyendo que era un acto sorpresa de la fiesta. Los gemelos en esos momentos estaban tocando las canciones más populares de la temporada.
Naruto de suerte esquivo un golpe, pero el clon rápidamente lo sujeto de la chaqueta y le dio un fuerte puñetazo en el estómago.
Sasuke después de haber bebido un largo trago del licor, le ofreció la botella a Sakura. Ella algo indecisa acepto.
-Al carajo –susurro, para después darle un trago a la botella.
-¿El estará bien? –pregunto recostándose en la cama, cerrando los ojos.
-Vamos es Naruto Uzumaki. –susurro con cierta dificultad, ese trago le había sabido mal.
Salió de la habitación y se asomó a ver cómo iba la pelea del rubio. Se sorprendió de ver cómo le arrancaba la cabeza al clon de una patada.
-¿Qué onda menso? –pregunto acercándosele. –Sasuke se está preocupando. –dijo viendo como el clon desaparecía.
-Oh… Hola Sakura. ¿Dónde estaban? –pregunto recuperando el aire.
-Vamos. –le tomo de la mano y lo llevo a la habitación.
Veintitrés alcohólicos minutos después…
-Hey Sasuke. ¿Alguna vez saliste con alguien que no sea malvado? –pregunto Naruto en un susurro. –Es que luchar duras y arduas batallas por tu amor, se me está haciendo viejo y pesado. –dijo con una pequeña sonrisa.
-Sí una vez. Ese chico. Akashi. –abrió levemente los ojos. –Era una especie de idiota.
-¿Incluso tu no malvado ex novio era un idiota? –pregunto enderezándose.
-Bueno, el me dejo. –se cruzó de brazos. –Así como así.
-Eh estado pensando. Que debería volver a la escuela. –comento Sakura, pasándole la botella a Naruto. Este tomo un traguito, y se la dio a Sasuke. Que le dio otro largo trago.
-Oh, tu definitivamente deberías volver a la escuela. –dijo Sasuke con una sonrisa. –Que digo… Yo también debería.
-Deberíamos ir juntos. –lo voltio a ver y le sonrió. -¿Cuáles serían nuestras prioridades?
-Citas –dijo Sasuke con una sonrisa.
-Compras –espeto Sakura con una gran sonrisa.
-W-whisky!!! –exclamo emocionado, con estrellitas en los ojos.
Naruto solo reía por lo bajo al escucharlos hablar.
Un rato más de alcohol…
-Ustedes chicos, enserio… -los abrazo –, enserio… Los amo… -susurro con una sonrisa. Se acercó a Sasuke y le dio un beso en la mejilla, el mismo procedimiento hizo con Naruto.
Ambos chicos se miraron sorprendidos, y al mismo tiempo le dieron un beso, en cada mejilla, a Sakura, haciéndola sonrojar.
-Nosotros también te queremos mucho, Sakura-chan. –dijo Naruto con una sonrisa. Los tres se recostaron en la cama, abrazados.
-¿Qué hora es? –pregunto Naruto, mirando distraído el techo. -¿Hora de ir a casa?
-Cállate, Naruto. –contesto Sasuke con hostilidad.
-Enserio –susurro, volteándose abrazar a Sasuke. –Quisiera… ser como tu Sasuke –sonrió. –Es decir. Eres tan… Tú sabes. –Sasuke le dio un besito en la frente.
-Sakura Haruno. ¿Dónde estuviste toda mi vida? –pregunto en un susurro.
-Haciéndolo, Sasuke. Haciéndolo –le contesto con ironía, alejándose de él.
-Tomemos el sub-espacio –sugirió Naruto, saliendo de la casa de Tenten.
-Sakura. Deberías venir a dormir con nosotros. –comento Sasuke, abrazándola un poquito más fuerte.
Ambos chicos estaban apoyados en los hombros de Sakura. Cada uno abrazado a cada brazo. Sakura se puso nerviosa. Ambos la miraban de forma extraña.
-No soy de esas, chicos –dijo alejándose de ellos.
-¿A qué te… Ugh… ¡No es eso Sakura-chan! –dijo Naruto poniéndose rojo, al entender a qué se refería su amiga.
-Somos unos caballeros, Sakura. Y si te dije eso, fue para que no fueras a estas horas a tu casa, sola. –dijo Sasuke, abrazándose a Naruto.
-Oh… Perdón por pensar mal. Creo que estoy muy ebria –les sonrió. –Gracias. Pero si hago eso del sub-espacial. Realmente vomitare. –contesto abrazándolos. –Igual. Gracias por preocuparse. Pero aun puedo tomar el tren.
-Claro. Pero ve con cuidado. –Sasuke le domo de la mano a Naruto.
-Nos vemos mañana, Sakura-chan. –se despidió el rubio con la mano, cuando comenzaron alejarse.
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Sakura estaba parada en la estación. Se estaba acomodando los zapatos, cuando sintió una presencia a sus espaldas.
-No sé qué es lo que quieren. Pero sea lo que sea. Ahora no estoy con ánimos –dijo, acomodándose la cartera.
-¿Haz estado aquí…? –pregunto uno.
-¿Todo el tiempo? –pregunto el otro.
-¿Aquí en la estación, no? –pregunto Sakura, sin miramientos.
-Chica lista. –susurro Shiro, con una sonrisa.
-Tu estas a su lado, cuidándolo… -dijo Kuro, mirándola de pies a cabeza.
-Sin importar que –comento Shiro, metiendo la mano a sus bolsillos.
-Es importante para ti. –espeto el pelinegro, acercándose un poco a ella.
-Ok. ¿Saben qué? –saco su reproductor mp3 del bolso. –Vayan a terminar las frases del otro por ahí –se colocó los auriculares. –No tengo nada que tratar con ustedes –dijo indiferente.
Puso play a la primera canción, y todo se tornó silencio. Hasta que sintió el peso de una mano a cada lado de sus hombros, y se estremeció con el simple contacto.
-No creo que hayamos sido presentados… debidamente. –dijo Kuro, con cierto timbre de molestia en la voz.
Sakura se exalto. Y girando lentamente se petrifico al ver esos ojos verdes, con cierta tonalidad de amarillo, que la miraban con odio y sadismo. Y se arrepintió de no haberse ido con los chicos.
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