Capitulo 5: El chico nuevo.
-¿Qué es esto? –estaba sorprendido viendo a los tres tipos parados frente a él.
-Aquí es donde te educamos –soltó una de ellos. Los otros dos sonrieron son sorna. Mientras apretaban los puños.
-¿Lo dicen enserio? –pregunto con incredulidad. Los tres muchachos (más altos que él) se le acercaron amenazantes. -¡No puedo creer esto! –tiro su mochila a un lado del pavimento. –Vamos –alzo los puños con mucha confianza en sí mismo.
Dirección.
-¿Por qué viniste? –pregunto una chica de cabellos rojizos. Observaba al rubio con mucha atención. Tenía rastros de sangre en la comisura de su labio inferior, el pómulo derecho moreteado y rastro de raspones por toda la cara.
-Tuve una pelea –contesto de mala gana mirándola de soslayo. –Una increíble pelea –sonrió para sí mismo.
-¿Ganaste? –pregunto con cierto rubor en sus mejillas. El muchacho sentado a su costado era muy lindo.
-Uhhhh… No realmente –se le fue el ánimo. La chica noto eso y le sonrió. –Bueno, al menos eres honesto. ¿Eres nuevo?
-Sí –contesto con cierta desconfianza.
-Yo también. Soy Amaru –sonrío amigablemente.
–Naruto Uzumaki –respondió sin tomar mucha importancia.
-¿Cuánto tiempo has estado aquí?
-Quince minutos –volteo a verla y se sorprendió al ver lo amigable que parecía la chica.
-¿Y ya te golpearon? Debes de ser realmente genial –sonrío –. Deberíamos ser amigos.
Naruto la vio con cierta sorpresa. -¿Sí?
-¡Naruto! –gritaron desde el primer piso. -¿Qué? contesto distraído. Sin quitarle los ojos a la pantalla y moviendo el joystick con mucha agilidad.
-¡Visitas! –volvieron a gritar. -¿Qué? ¡Como sea! –contesto con fastidio.
-Bueno, obviamente está ahí abajo. Adelante –se escuchó la voz de un muchacho hablar alto.
-¡Ni siquiera conozco a nadie en este lugar!
-¡Hey! –paso la voz la pelirrojo bajando las escaleras del sótano.
-¿Qué estás haciendo en mi casa? –pregunto Naruto enojado, sin mirarla.
-Tu hermano me dejo entrar –contesto sonriente, sentándose a su lado.
-¡Esto es ridículo! No, no podemos ser amigos –dijo enojado sin quitarle la vista al juego.
-¿Estás jugando videojuegos? ¿Tienes limonada? –pregunto Amaru sin tomar atención a lo antes dicho.
-¡Sí! y ¡no! Solo tenemos té helado.
-Preguntare a tu hermano donde están los vasos –se puso de pie y camino hacia las escaleras. -¿Cómo se llama?
-Deidara. ¿Quién eres tú? –pregunto Naruto volteando a ver a la muchachita que cabello corto, pelirroja y de atuendo muy poco femenino.
-¡Oye! ¿Te sabes esto? ¿Lo leíste? –pregunto con libro en mano, Amaru.
-¿Qué? ¡No! –contesto enojado Naruto. (Naruto Uzumaki. Estudiante transferido. Edad: 16)
-El próximo turno nos toca inglés, ¿eh? –Naruto casi se atora con su sándwich. -¡Basta! ¡Vete! –pidió sofocado. Odiaba ser molestado mientras come.
-¿Alguna vez comiste comida de la cafetería? –Amaru cogió una papita y la observo con recelo.
-Mi mamá me prepara el almuerzo –contesto ensimismado.
-Que chico dulce e inocente eres –comento sonriente, haciendo atorar de nuevo al Uzumaki.
Amaru estaba sentada al pie de un árbol con el semblante cabizbajo. Naruto que bajaba del auto bus se acercó y se sentó a su lado. La muchacha lo miro con tristeza y le pregunto -: ¿Me odias? –desviando la mirada hacia un lado y ocultando su sonrojo.
Este la vio con preocupación y tristeza.
-¿Quién es “Amaru Kizuna”? –pregunto Minato, metiéndose el tenedor a la boca.
-Es la novia de Naruto –fastidio Ino con burla.
-¡No es mi novia! –grito Naruto sobresaltado.
-Baja la voz Naruto –pidió Kushina con tranquilidad. – ¡Deidara, a cenar! –llamo.
-Naruto, ¿Tienes novia? ¿Es linda? –Minato sonreía con burla. –Sí, Naruto. ¡Cuéntanos de ella! –pidió Ino con sorna. Mientras bebía de su vaso.
-¡No es mi novia! ¡Apenas la conozco!!! –grito con las mejillas sonrojadas por la rabia y vergüenza que pasaba.
-¿Quieres que sea tu novia? –pregunto con burla Minato.
-Minato, Naruto. Bajen la voz. –Kushina se puso de pie y se paró en el marco de la puerta. – ¡Deidara! ¡Baja ahora! –grito molesta haciendo que todos se quedaran en silencio.
-¿Qué no quieren que pasees con chicas? ¿Qué, tienes cinco años? –reclamo molesta Amaru después de que Naruto le contara lo que sus padres le habían prohibido.
-Lo sé –contesto sin ganas. Observando cómo su amiga hacia piruetas con la skate. -¿Cómo es tu familia? –pregunto de repente con cierta curiosidad.
-No quiero hablar de eso –contesto sin ganas.
-Que bien –dijo Naruto, viendo asombrado la pirueta que realizaba. –Que dura –soltó de repente al ver como aterrizaba de pie en el piso.
-¿No dijiste que tu mamá tenía una guitarra? –pregunto Amaru, acomodándose la pañoleta en la cabeza.
-Niño nuevo…. Um… tu estas con Sakura. ¿Bien? –anuncio el sensei, viendo la lista.
Naruto se acercó a su lugar asignado bajo la atenta mirada de una peli rosa. –Hola –saludo al rubio, cuando este estuvo a punto de sentarse.
-Hola. ¿Qué hay que hacer? –pregunto con cierta vergüenza cuando se terminó de sentar.
-Una idiotez en pareja, y tu probablemente vas a holgazanear y a dejarme a mí todo el trabajo.
-Uh… encantado de conocerte. Soy Naruto –le estiro la mano con cierta duda y mirándola sorprendido.
-El placer es todo mío –respondió el saludo y lo miro con mucha naturalidad.
-¿Y por qué quieres empezar una banda? Digo, yo obviamente apesto en la guitarra.
Naruto y Amaru se encontraban en la habitación de la segunda. Ambos tenían guitarras en las manos y estaban sentados uno frente al otro.
-¡Naruto! ¡Si tuviéramos una banda seriamos geniales incluso si apestamos! Transcenderíamos nuestra clase social o lo que sea, y nos volveríamos auténticamente geniales.
-¿Nuestra clase social? –pregunto dudoso.
-¿Ves cómo yo no soy gótica y tú no eres un atleta?
-Yo… yo soy todo un atleta –protesto.
-Como sea, habrá este… ya sabes, ¿”lucha palooza”? ¡Todo el mundo va! ¡Seremos famosos! –animo. –Y además tenemos instrumentos.
-¿Y qué hay de…? Bueno, solo somos nosotros dos, ¿No?
-Una batería definitivamente ayudaría –dudosa puso su mano en su barbilla y comenzó a meditar quien sería bueno.
-Eres pésimo dibujando, ¿verdad? –reclamo Sakura.
-¡Los mapas son difíciles! ¡Los dibujaría excelente si fuera una oveja! –se defendió el Uzumaki.
-¿Una oveja? ¿Enserio? ¡Dibújame una oveja!
Naruto tomo una hoja y lápiz, y dibujo lo que para él era una oveja. (Una nube con dos patitas y algo parecido a un rostro)
-Lo olvide, ¿Las ovejas tienen la cola retorcida, o esos son los cerdos? –pregunto dudoso.
-¡Esa es la peor oveja que jamás he visto! –se burló la peli rosa.
-¿De qué hablas? ¡Es una excelente oveja! –sonrió.
-Estas con esa chica Amaru todo el tiempo, ¿eh? –Sakura lo veía seria y con algo de reproche.
-Supongo –contesto dudoso y asustado.
-¿Están ustedes como saliendo? –pregunto con cierta duda.
-Oye, esa chica es la chica de mi clase de geografía.
-¿Qué? ¿Cuál? Hay un millón de chicas ahí arriba, viejo –Amaru miro a Naruto y luego volteo a ver al escenario, donde estaba la banda del colegio.
-En la batería –dijo observando a la peli rosa que tocaba. –Es muy buena –volteo la cara sorprendido hacia la chica.
-Está golpeando esos tambores con los palillos, si –dijo con duda volteándolo a ver.
-Bueno… le conseguiré un poco de delineador –ambos voltearon a ver como Sakura tocaba.
-Hey, Naruto –Sakura se acercó al casillero de Naruto, acompañada por un muchachito de cabellos negros.
-Hola. Um… así que… la presentación es el lunes, ¿No? –miraba a Sakura y su acompañante con curiosidad.
-Sí, no te preocupes va salir bien –le sonrió.
-Genial. Si, ¡genial! –sonrió entusiasmado viendo a las dos personas frente a él.
-Oh, él es mi amigo Haku. Haku, Naruto. Tenemos clase de geografía, juntos –los presento.
-Hola –saludo el chico de cabellos largos y delicadas facciones con una pequeña sonrisa, desviando la mirada.
-Así que, te veré el lunes, ¿sí? ¡A primera hora! –se alejó junto a su amigo.
-¡Sí! ¡Seguro! –contesto nervioso viendo con se alejaban. -¡Rayos! Y yo que creí que era una chica –se golpeó la cabeza en el casillero.
-Creo que me gusta –soltó de repente viendo hacia el horizonte.
-¿Qué? –pregunto enojada, Amaru. Que estaba sentada al lado de él, debajo de un árbol.
-Sakura Haruno –contesto distraído.
-¿Te gusta? ¡Apenas la conoces!
-Uhm… digo me gustaría que se uniera a nuestra banda –la miro de soslayo.
-¿Ya se lo pediste? –interrogo curiosa.
-Lo hare el lunes –contesto sin ganas.
Lunes
Naruto silbaba animosamente ingresando al colegio. Pero se detuvo en seco al ver a varios alumnos heridos, tirados en el piso.
-¡Naruto! ¡Dios mío! –se acercaron corriendo hacia él, Amaru y Haku. -¡Los chicos de la secundaria Juventud! –dijo agitada, Amaru a su derecha.
-¡Vinieron y golpearon a todos! –soltó nervioso, Haku a su izquierda.
-¡Wow! ¡Qué gran día para perderme el auto bus! –dijo Naruto con sarcasmo.
-¡Naruto! ¡Secuestraron a Sakura! –grito Amaru con desesperación. Haku a su lado estaba hecho un manojo de nervios.
-¡Nuestra presentación! –apretó los puños con furia.
Secundaria Juventud. ¡Territorio de los chicos de la voluntad de fuego!
-¡Rock Lee! ¡Aquí estoy! ¡No seas marica! –grito Naruto colérico, enfrentándose a un centenar de chicos.
-¿Dónde está? ¿Dónde está Rock Lee? –pregunto amenazante, con el puño cerca de la cara del muchachito que sujetaba de la chaqueta.
-Está en el techo –respondió temblando de miedo.
Naruto lo soltó y se encamino hacia las escaleras.
-¡Primero tendrás que pasar sobre mí, Uzumaki! –un chico algo fortachón se le puso como barrera.
Naruto hizo sonar sus dedos y decidido se abalanzo sobre él. Segundos después, el chico yacía tirado en el piso. –Como sea –grito corriendo escalera arriba.
-Sakura! –grito viéndola atada con grilletes. –Déjala ir Rock Lee. Derrote a todos tus secuaces. ¡Estas acabado! –amenazo el rubio.
-Te tomo bastante –hablo el chico de cabellos negros, chaqueta verde y pantalones beige.
-¡Naruto! ¡Esto apesta! –grito la chica tratando de zafarse.
-¿Esto es lo mejor que de la secundaria Senju puede dar? –se burló Lee.
-¡Eso no es lo que tu mamá dijo anoche! –reprocho con enojo Naruto.
Un rayo se escuchó cerca del lugar y comenzó a caer un aguacero.
Naruto se acercó a toda velocidad hacia el pelinegro. Estuvo a punto de darle un golpe pero este lo esquivo con agilidad. Comenzaron a darse de golpes. Ambos esquivaban y recibían golpes del contrario. Sakura observaba aterrada la pelea. Ambos estaban al mismo nivel, pero un izquierdaso que Naruto le propino a Lee, le dio la ventaja. Mandando al chico a los suelos.
-¡Para! ¡Por favor! ¡He sido un tonto! –pidió el chico tratando de ponerse de pie.
-Nunca cambiaras –la esferita brillante apareció en la mano derecha de Naruto. Se la lanzo y mando volando por los aires a Rock Lee.
-No sabía quién me rescataría de ese maniaco, pero secretamente esperaba que fueras tú, Naruto –le sonrió.
-Me gustas, Sakura. Deberíamos salir –dijo tratando de quitarle los grilletes. –Además, ¿quieres ser la baterista de mi banda? –pregunto acercándose a su rostro.
-¡Si, Naruto! ¡Si quiero! –acercaron más sus rostros y se besaron con parsimonia. Bajo la lluvia, envueltos en su mundo propio.
Y entonces…
Comenzaron a salir en grupo.
Naruto hizo que Amaru se hiciera amiga de Sakura y Haku. Hacían casi todo juntos: paseaban, jugaban videojuegos, almorzaban de vez en cuando, hacían las tareas.
Sakura y Naruto se unieron aún más, ambos se volvieron la pareja favorita de la clase de geografía. Iban al cine, se escapan algunas veces a escondidas, se demostraban su cariño con besos y caricias. Y una noche de pasión, se demostraron su amor entregándose por primera vez a sus deseos carnales.
Sakura se comenzó a arreglar, se volvió más amigable y cariñosa con todos, en especial con Naruto. Ya que siempre era afectiva con él.
Haku los ayudaba en todo lo que podía y más a Naruto, que solía pedirle ayuda para todo, y que de vez en cuando lo confundía con una chica. Sakura en ocasiones se ponía celosa y renegaba con el pelinegro. Pero Amaru siempre la calmaba.
Amaru cumplió su loco sueño de formar una banda y siempre tocaban en el sótano de Sakura, ante la vista de su más gran fan: Haku. Inscribió al grupo en el concurso de talentos y los cuatro juntos comenzaron hacer afiches y camisetas con el nombre de su banda: “Sonic & Knuckles”
Y un viernes por la noche, todos los estudiantes de la secundaria Senju escucharon por primera vez a la animosa Sakura gritar a todo pulmón en el escenario:
-¡Somos Sonic & Knuckles! One! Two! Three! Four!
Pero toda linda historia nunca dura para siempre, ¿cierto?
-¿Te mudas a Konoha? –pregunto con tristeza Sakura.
Naruto la había citado en el parque, y bajo la luz de la luna le conto la triste noticia. Se mudaban por motivos de trabajo de sus padres. Y ya no se verían.
Entre lágrimas, Sakura acepto la noticia. Dos días después, junto a Amaru y Haku despidieron a Naruto.
Esa fue el día en que Sakura perdió el brillo de sus ojos y se apagó su sonrisa.
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Naruto juagaba animosamente con el play. No le quitaba la vista a la pantalla. Y no se percató que cierto patinador pelinegro se le acerco.
-¿Estas soñando con videojuegos? –se sentó a su lado.
-Uhm… aparentemente. –volteo a verlo. Sasuke llevaba una chaqueta negra que le cubría la cabeza.
-Eso es tan, tan patético –sonrió con sarcasmo.
-¿Estas bromeando? ¡No creerías lo grandioso que es este juego!
-Como sea, deja de soñar y mueve tu trasero de la cama –le dio un beso en la mejilla.
-Pero, pero… es de noche –reclamo haciendo un puchero.
-¡Son las 11:30 A.M.! ¡Es tarde! –se puso de pie y salió por la puerta.
-¿Qué? –de un sobresalto Naruto se puso de pie.
Abrió los ojos, miro el reloj asustado. –Son las 11:30 A.M. no es tarde –musito tapándose otra vez y cerrando los ojos tratando otra vez de dormir.