Finalmente, luego de unos minutos de pensar cómo decirlo, Chen tomó aire hondo, pero cuando fue a decir algo, aparecieron ELLOS.
Los maldijo mentalmente por aparecer en el peor momento.
Kris – Ya sabemos que Minseok te tiene confundido, Chen, pero no sé cómo le ha hecho para sacarte lo troll y volverte un niño cursi.
Chen – Calla, edificio – Dijo de manera divertida, aunque por dentro estaba muriéndose de rabia por no haber sido más rápido
Kris suspiró.
Chen - ¿No tienen nada productivo para hacer? – Preguntó con una de sus típicas sonrisas burlonas
Tao – Si tuviéramos algo productivo para hacer no estaríamos molestándote.
Chen – Debo ser un genial humorista, digo, si todos se sacan su aburrimiento conmigo.
Los tres restantes rieron. Kris suspiró al ver la mano de Xiumin entrelazada a la de Chen y su cabeza apoyada en el hombro del más alto.
¿Por qué Lay lo había dejado? ¿Qué había hecho él mal? ¿Qué tenía ese chico que Kris no tuviera?
Xiumin - ¿Ocurre algo, Kris?
Kris – No, nada.
Tao – Déjalo, sigue pensando en porqué Lay lo dejó.
Xiumin – Pero si es tu novio, ¿por qué piensa en su ex?
Tao – Porque no somos realmente novios, somos “amigos con derecho” no sabía qué era esa tontería hasta que Kris me lo propuso.
A veces Xiumin se barajaba mentalmente la posibilidad de haber estudiado Psicología.
Xiumin - ¿Por qué sigues pensando en él? Sé que estabas enamorado, pero no te encierres sólo en esa persona, en este mundo hay muchas personas y no te quedarás solo con él, aún eres joven…
Kris miró al cielo y sonrió.
Chen - ¿Pensaste en recibirte de Psicólogo?
Xiumin – La verdad, no, pero me encantaría.
Todos se echaron a reír.
Tao – En fin, nosotros los dejamos solos, ¿o no Krissus?
Kris – No me digas Krissus, y sí déjalos que disfruten de su compañía. ¡ADIÓS! – Dicho esto se fueron corriendo a ver quién ganaba ventaja
Se volvieron a quedar solos. Chen volvió a juntar valor.
Chen - ¿Sabes? Jamás creí que pudiese encariñarme con una persona tan rápido.
Xiumin - ¿Qué me estás queriendo decir con eso? – Preguntó con un deje de ilusión en su voz
Chen – Xiumin… Yo te quiero… Pero no estoy seguro, no sé, tengo miedo.
Xiumin lo miró con ternura y algo de inseguridad.
Xiumin – Chen… - Dijo adoptando una postura tímida y haciendo las fuerte el enlace de sus manos – No te obligues a ti mismo a aceptar algo que aún no sabes que es… Te daré tiempo, todo el que quieras, pero no te fuerces porque si no sabes lo que sientes no saldrá bien.
Chen – Pasa que todo esto es muy nuevo para mí.
Xiumin lo besó tiernamente.
Xiumin – Para mí no es nuevo… Yo ya me había enamorado, pero no me correspondió y encima después me trató tan mal que sentí como si me hubiese arrancado el corazón y me lo hubiese aplastado. Yo también tengo miedo, pero acepto que te amo… Date tiempo y piensa bien todo, verás que así saldrá todo bien.
Chen sabía que aquello era amor, pero tenía miedo, mucho miedo a que le pasara algo a Xiumin, porque sabía que habiendo estado en ese mundo en cualquier momento podría pasarle algo. ¿Y si no estaba él para ayudarlo? ¿Y si de pronto lo perdía? ¿Qué pasaría si sus padres descubrieran todo?
Muchas preguntas aún sin respuesta. En ese momento su celular sonó, su padre.
Padre – Nos iremos de viaje a China por trabajo un par de días, nos vamos esta noche… Más te vale que tu y “tu amigo” no hagan desastres.
Chen – No los haremos, padre.
Su padre había pronunciado “tu amigo” entre comillas, ¿Y SI YA ESTABAN SOSPECHANDO DE QUE ALLÍ HABÍA ALGO MÁS? Una vez cortó el teléfono tomó a Xiumin de la mano y se fueron caminando a casa de Chen dado que no quedaba muy lejos, durante el trayecto, Xiumin preguntó:
Xiumin - ¿Qué ocurrió con tu padre?
Chen – Papá y mamá se irán a China por trabajo un par de días y nos dejarán a cargo la casa… Estoy acostumbrado desde niño a que ellos estén de viaje por “trabajo” y rara vez me dejaban una niñera, así que gracias a ello aprendí a manejarme solo, valga decir, a cocinar, a lavarme la ropa, a manejar el dinero que me dejaban, etc.
Xiumin – Que espantoso…
Chen – Lo es.
Cuando llegaron a la casa, abrieron la puerta, nada… Ni un alma había en esa casa. Chen suspiró; era obvio que ya se habían marchado, cerró la puerta con seguro y encendió la luz dado que estaba oscureciendo. Volteó a ver a Xiumin, quien lo miraba con ternura y una amplia sonrisa.
Xiumin se acercó a él, se elevó un poco y le dio un besito en los labios. Chen rió por esa actitud que antes podría considerar de lo más cursi del mundo pero que en ese momento lo hacía sentir dichoso.
Chen – Veamos, mañana no tengo clase porque no me corresponde por día… ¿Quieres cenar mientras que vemos alguna película?
Xiumin – Por supuesto.
Chen – Bueno… Entonces venga baozi, a ponernos el pijama.
Xiumin rió, antes lo molestaba un poco que lo llamaran baozi, pero viniendo de Chen hasta sonaba tierno.
Subieron las escaleras, se cambiaron (esta vez en la misma habitación, pero sin mirarse mucho) y bajaron.
Chen – Cocinaré espaghetti.
Xiumin – Vale, yo pondré la mesa.
Chen puso la salsa de tomate junto a un poco de agua a hervir mientras que cortaba pequeños pedacitos de tomate para luego meterlos en la salsa.
Xiumin iba poniendo la mesa y cooperaba sacándole útiles de cocina a Chen. La reciprocidad de aquella “relación” era maravillosa “valió la pena esperar tanto tiempo a que apareciera una persona así” pensó Chen.
Xiumin - ¿Quieres que te cocine unas baguettes? Son buen acompañamiento a la salsa.
Chen – Vale – Contestó sonriendo mientras cortaba pequeños pedacitos de carne
Cuando Xiumin terminó de hacer las baguettes, las puso en el horno mientras que Chen apagaba un poco la salsa para que no se quemara mientras se preparaban las baguettes de Xiumin.
Mientras esperaban Xiumin acarició las mejillas de Chen y se elevó un poco para besarlo, era un beso tierno y lleno de sentimientos.
Chen – Xiumin, estoy más que seguro de lo que siento… El miedo que tengo es a perderte en cualquier momento gracias a Taewoon o cualquier otra persona.
Xiumin sonrió.
Xiumin – No me pasará nada estando contigo, lo prometo.
Chen - ¿Lo prometes?
Xiumin – Sí – Dijo abrazándose a su cuello
Chen – Entonces… ¿Quieres ser mi pareja?
Xiumin lo miró de manera divertida.
Xiumin - ¿Y tu qué crees? Claro que somos pareja.