Un joven alto y esbelto mira por el gran ventanal de su cuarto hacia el horizonte mientras sobre sus labios se posa una botella plástica con agua. Apoya una de sus manos sobre la ventana y ve como el sol se posa sobre las colinas de la ciudad. Él, cubierto solo por una toalla ajustada a la cadera, no puede dejar de preguntarse que hará durante ese día, unas gotas de agua provenientes de su cabello negro recorren su níveo cuerpo, primero bajando lentamente por su cuello, deslizándose por las curvas que sus músculos bien definidos le daban, para finalmente perderse tras la toalla. (NA: Quien fuera gota de agua xD)
Un extraño sonido proveniente de su computador portátil lo saca de sus pensamientos, se acerca a donde se encontraba, lo abre y presiona enter – Dime Shikamaru – Le habla serio – Que averiguaste?
Por la pantalla del computador, a través de una videoconferencia habla con Shikamaru – Por lo menos podrías saludar – Le reclama y al ver que no recibirá ninguna respuesta prosigue – Bueno, hice de acuerdo a tu petición, pero no quisieron darme mas información sobre tu asignación.
– Mmm – poso su mano bajo su mentón y cerro los ojos concentrado – Bien, gracias – Empezó a bajar la pantalla del computador, dando por terminada la conversación, pero Shikamaru lo detuvo.
– Sasuke! – se demoro un poco en seguir – Estas bien? Tu nunca te interesas por la razón para hacer tu trabajo, tu solo lo haces sin preguntar – Sasuke mantuvo silencio por un momento.
– No es por nada en especial – Mintió – Adiós – Cerro al fin el dispositivo y se recostó sobre su cama. Que estaba pensando? De verdad dejaría su trabajo a medio hacer? – Todo este problema surgió por acercarme demasiado a ese… ese… Ahh! – ni siquiera podía describirlo, solo sabia que Naruto había llegado a su vida para hacerlo todo mas complicado, pero debía admitir que también hacia todo mas excitante.
Giro su cabeza para ver el reloj que se encontraba sobre un mueble a un costado de la cama – 7 A.M – suspiro – solo me quedan 10 horas para terminar el trabajo. Se puso de pie decidido y se acerco a un closet lleno de ropa, tomo un traje negro, una corbata a juego y una camisa blanca, miro su reflejo en el gran espejo del baño y decidió que estaba listo, después de todo, cada ves que se encontraba con sus “trabajos” le gustaba verse lo mas formal y profesional que podía, se acero a una mesita que estaba cerca de la puerta de salida y tomo la llave de su habitación y el arma que se encontraba junto a esta, guardo ambas y salió de su cuarto.
Naruto por su parte de encontraba en el tercer y último bloque de clases antes de tener el descanso de almuerzo, unas lagrimas se posaban a un costado de sus ojos luego del gran bostezo al que todos en el salón estaban acostumbrados. Como es usual nunca prestaba atención a lo que su maestro hablaba y luego de lo que para Naruto fuera una eternidad, sonó el timbre que da cuenta del término de las clases.
Se acerco a su grupo usual de amigos y les pregunto que donde irían a comer, dándole ellos la respuesta se dirigió a comprar un almuerzo de los que ofrece el instituto. Generalmente Naruto siempre lleva el bento que le prepara Gaara, pero como este se encontraba en reposo, hoy debía conformarse con unas galletas y un jugo.
Ya en la fila para conseguir algo de comer, por el rabillo del ojo logro divisar una sombra, un joven se cabello negro desaparecía tras la pared que se encontraba mas adelante – Sasuke – Susurro sorprendido y sin importarle el tiempo que llevaba esperando decidió salir a su encuentro, dio una vuelta por donde creyó que el moreno avanzaba y se encontró con las escaleras que llevaban al techo, subió corriendo por ellas y cuando se encontró con una puerta respiro profundamente y como dándose animo la abrió de golpe.
Al Acostumbrar su mirada a lo brillante de la escena vio como la persona que había perseguido se encontraba rodeada de 6 sujetos de pésima apariencia – Sasuke – le hablo y todos los presentes se giraron a verlo, cuando pudo ver detenidamente el rostro del joven pudo notar que él muchacho en cuestión no era Sasuke, lo había confundido.
– Creo que te has equivocado de persona – Le hablo uno de los mastodontes del grupo tomando al muchacho por la solapa de su camisa y levantándolo – Este es Sai y tiene asuntos pendientes con nosotros así que piérdete – lo amenazo para luego ignorarlo. Claro que se había equivocado de persona, pero de que iba todo eso? Acaso pensaban golpearlo entre los 6?
– Me iré, pero primero respóndeme algo – nuevamente el grupo se concentro en Naruto esperando que hablara – Acaso 6 contra 1 no es de cobardes? – Les hablo con una mirada y una sonrisa desafiantes.
– Como nos dijiste maldito! – Lo increpo uno de los matones acercándose con el puño extendido, preparado para golpearlo. Naruto solo sonrió de medio lado y ágilmente tomo el brazo del mastodonte y lo lanzo dejándolo caer al suelo pesadamente.
– Además de cobardes, son débiles – rio mirando fijamente al que él suponía el líder del grupo – Unos inútiles como ustedes jamás podrán vencerme – apunto el pulgar de su mano hacia su pecho y se dibujo en su rostro una sonrisa de autosatisfacción.
Para ese momento todo el grupo estaba irritado y el jefe soltando a Sai del agarre y tirándolo al suelo se dirigió a Naruto – Creo que es momento de quitarte esa ridícula sonrisa del rostro – Todos se acercaron para golpearlo, pero Naruto como campeón del torneo de artes marciales de la región fácilmente logro vencerlos.
– Realmente son unos cobardes – les recrimino mientras los veía en el suelo – si van a pelear siempre debe ser uno contra uno – termino de sermonear a los 5 sujetos bajo sus pies – espera… - se dijo a si mismo – 1…2…3… - empezó a contarlos – 4…5… Falta uno – exclamo sorprendido, se volteo para buscarlo y encontró como el jefe tenia a Sai con una navaja contra su cuello – Creo que es mejor que te calmes jefe mastodonte-san – le hablo calmadamente Naruto, pero lo dicho solo consiguió irritarlo mas.
– Cállate mocoso! Ríndete o será mejor que te olvides de tu amiguito.
– No es mi amigo – hablo serio el moreno para sorpresa de todos.
– Maldito! – Le reclamo Naruto – Te ayudo y me tratas tan frio, eres malo – hizo un puchero, definitivamente la situación no tenia ningún sentido.
– Como sea! – Grito el jefe – será mejor que te rindas.
– Si claro, lo que tu digas – Le respondió finalmente Naruto llevando sus manos por sobre su nuca, mientras los otros sujetos lograban colocarse en pie, Sai veía como el rubio se arrodillaba quedando totalmente expuesto – que acaso esta loco?, ni siquiera lo conozco.
Los 5 sujetos ya se encontraban parados y con fierros y palos, preparados para iniciar el ataque, uno de ellos, justamente el que había sido derribado primero anteriormente, corrió a toda velocidad alzando el pesado fierro entre sus manos, estaba a centímetros de golpearlo cuando para sorpresa de todos sale volando para caer unos cuantos metros mas allá.
Una sombra se encontraba frente a Naruto, era una persona con la pierna extendida – Sasuke! – Sonrió ampliamente, reconoció la figura en la que había estado pensando incansablemente toda la mañana.
La alegría reflejada en el rostro de Naruto coloco a Sasuke de muy buen humor – Dobe, que crees que haces bajando la guardia – lo miro con una sonrisa altanera y le extendió la mano para que se colocara de pie.
– No me digas así - aun estaba sonriendo y tomo su mano – tu sabes que no puedo evitar querer ayudar – miro luego desafiante al líder de los matones el cual se encontraba tan sorprendido que no atinaba a hacer o decir nada.
– Naruto – le hablo Sasuke, pero solo eso basto para saber lo que el otro pensaba – Entendido – le respondió.
Ambos corrieron en direcciones opuestas. Sasuke al grupo de 4 sujetos armados con fierros y palos, mientras que Naruto al jefe de la pandilla. No paso ni siquiera un minuto cuando todos se encontraban inconscientes en el suelo y el rubio le extendía su mano a Sai – Vamos levántate – le dijo con una amplia sonrisa – pronto empezaran las clases – justo en ese momento sonó el timbre que señalaba el fin del receso.
– Muchas gracias a ambos – Dijo Sai respetuosamente haciendo una reverencia.
– Cuando quieras Sai-kun – Amablemente le dijo Naruto, causando en Sai un ligero sonrojo y en Sasuke una molestia inexplicable.
Ambos veían como Sai se alejaba, adentrándose en el edificio del instituto – Creo que debería irme – Empezó a caminar Sasuke en dirección a las escaleras, pero fue detenido por la mano de Naruto que le sostenía el brazo.
– Espera Sasuke, antes de que te marches respóndeme algo – le hablo decidido y provocando que el aludido se volteara a verlo – Acaso me estabas siguiendo? – pregunto con una mueca de sonrisa en el rostro.
Lo repentino de la pregunta hizo sonrojar a Sasuke, que debía responder? Decir que si y quedar en evidencia? No podía demostrar ningún interés por nadie, jamás lo había hecho y nunca haría algo tan vergonzoso.