Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Especialista por Uzuna

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

...

No tengo perdón.

Lo sé.

Pero ya ven lo descarada que puedo llegar a ser por venir aqui y subir el capitulo que viene como si nada....

Pronto el fic llegará a su fin, pero justo ahora viene la parte mas jasdjasshd xD se que muchos no entenderan el "ajjjshajh", pero no se alarmen.

Una recomendación antes de leer este capitulo.... Lean el anterior para recordar en que diablos iba xD

Saludos y nos leemos al final!

     –Buenos días joven maestro –El rubio recibía el mismo saludo de cada uno de los empleados de la casa, lo único que Naruto podía hacer era sonreír a modo de respuesta.

     –Naruto-sama el desayu… –Era Gaara quien ahora lo observaba, detenidamente, como ejerciendo un juicio –. ¿Por qué tienes esa cara? –no pudo evitar preguntar.

El joven algo sonriente y colocando una de sus manos tras su cabeza      –pues he pasado una mala noche, eso es todo –intento evitar el sonrojo que amenazaba con apoderarse de su ojeroso rostro y avanzó al comedor.

Al momento de entrar a la habitación, amplia al igual que todas en aquella mansión, logro ver como Sasuke ingresaba por la otra entrada, ubicada en el extremo opuesto a él. Ambos más pálidos de lo usual y con ojeras pronunciadas se miraron por un corto momento, realmente ninguno de los dos había logrado conciliar el sueño, no después de semejante situación experimentada la noche anterior. Es que, ¿qué pensaban en ese momento? Si se conocían de hace unos días nada más y ya actuaban de manera tan precipitada.

     –Buenos días –Pronunció el rubio y en respuesta obtuvo un –. Hm –del moreno.

El desayuno terminó sin mayores percances, todo estaba en relativa calma, y para cuando se acercó la hora de salir al instituto, los tres se subieron al auto.

Sasuke y Naruto iban sentados en la parte trasera, mientras Gaara en el asiento del copiloto, el viaje fue en completo silencio ya que ni el azabache ni el rubio levantaban la mirada en dirección al otro.

 

Ya en el instituto Naruto se dejaba caer pesadamente sobre su escritorio, pensando y repasando lo sucedido en la alcoba del moreno en la noche.

     –¿Qué mierda era lo que pensaba? –no logro evitar desordenar sus cabellos a medida que tironeaba de ellos de forma tal que extraño a sus compañeros –¡Pero sentir su respiración chocando en mi cuerpo fue algo increíble! –intento descartar el pensamiento porque si seguía en esa línea pronto tendrían que arrojarle un balde de agua fría para calmarlo.

La mañana transcurrió sin ninguna novedad, Sasuke se había situado en las cercanías del instituto y se comunicaba con Gaara a través de un intercomunicador, la ubicación que había escogido le daba una amplia visión del salón de Naruto y también del comedor. Pronto sería la hora del almuerzo y junto al tumulto de adolescentes, el rubio se dirigió al casino para pedir su almuerzo, todo parecía ir normal, hasta que por la radio escucho un “Atento, atento águila”, Sasuke puso mayor atención, “un sujeto se aproxima al zorro, atento”.

Con la ayuda de unos binoculares logró encuadrar a Naruto que sonreía amablemente a un muchacho de cabello negro el cual le entregaba un papel.

     –Atento mapache –hablo ahora por su comunicador.

     –¿Mapache? –se escuchó la voz irritada de Gaara al otro lado de la línea y luego un suspiro –aquí mapache, ¿cuál es la situación águila?

     –Han entregado una carta al zorro, al parecer se encontrará con alguien –dijo Sasuke esperando la respuesta del pelirrojo, ya que aunque le molestaba de sobremanera tener que estar bajo las órdenes de Gaara, si quería proteger a Naruto de la amenaza latente debía hacer algún tipo de concesión.

     –Déjalo –habló tranquilo el pelirrojo –probablemente es alguna declaración.

Al escuchar eso, Sasuke se irritó enormemente –iré a investigar –se puso de pie y antes que el líder de la seguridad le negara la acción se despojó del auricular y salió de donde estaba oculto.

Naruto por su lado camino hacia la azotea, ya que ese era el lugar donde lo habían citado, según el papel que tenía arrugado en la mano. Abrió abruptamente la puerta y la luz lo cegó por unos segundos. Frente a él estaba un moreno, relativamente más bajo, el cual al sentir la puerta abrirse se giró lentamente.

     –Uzumaki-sempai –sonrió el joven –Gracias por venir.

Al lograr aclimatar su vista a la luminosidad de la escena, Naruto logró reconocer a aquel muchacho –Sai –sonrió relajado y empezó a acercarse –no seas tan formal, llámame Naruto.

     –Claro Naruto-san –se sonrojo levemente –la razón de citarlo aquí es para agradecerle por lo de ayer –realizó una reverencia.

La actitud del moreno frente a él lo incomodo un poco –no tienes de qué preocuparte, esos perdedores jamás podrían conmigo –le dedicó una de sus clásicas sonrisas despreocupadas.

     –Naruto-san quería saber además –la mirada del otro de pronto adquirió una seriedad que tensó los músculos del rubio –, si podemos juntarnos más a menudo en el instituto.

El otro liberó el aire que retenía en sus pulmones. Tantos asesinos a sueldo y atentados en contra de su vida lo estaba haciendo algo paranoico.

     –Claro, claro – movió su mano de forma relajada –. Estoy seguro que a todos les caerás muy bien, pero dime ¿Acaso no tienes amigos de tú mismo año? –Al momento de hablar se sintió sumamente arrepentido pues la cara del muchacho frente a él mostraba un claro semblante de tristeza.

     –A decir verdad me cuestan las relaciones humanas –Giro su rostro hacia la derecha buscando algo más allá del paisaje –, pero creo que si estoy cerca de ti, entenderé muchas cosas –nuevamente su mirada se posó sobre los azules ojos del rubio.

Naruto esbozo una sonrisa convencido de que la persona frente a él le recordaba a otra que recién estaba conociendo –No hay nada más que decir entonces –Camino seguro y cuando estuvo a pocos centímetros de Sai extendió su brazo por el cuello del otro y ambos se encaminaron hacia el interior del instituto. Todo bajo la atenta y oscura mirada de Sasuke.

     –Aquí águila –Volvió a conectar su intercomunicador –. Todo en orden.

 

El resto de la tarde paso sin ningún altercado mayor que reportar, aunque claro para Sasuke, sí que había sido un día interesante. Ver la interacción del rubio con sus compañeros como un adolescente normal, le hizo recordar su propia vida y la verdad cayó con mayor peso sobre él como nunca antes, eran completamente diferentes.

La sonrisa despreocupada, la calidez de sus palabras, sus ansias de vivir, por nombrar algunas cosas, eran las cosas que caracterizaban a Naruto y que en Sasuke hace años que no se asomaban ni por error. Pensando racionalmente, quizás eso era lo que le atraía del otro, pues no hacía falta conocerlo en profundidad para entender esas cosas de su personalidad.

Mientras esperaban a las afueras del instituto que Naruto saliera a tomar el auto para dirigirse a la mansión, un extraño sentimiento puso en alerta la atención de Sasuke y éste movió su rostro buscando algo extraño alrededor.

A lo lejos un hombre con binoculares hablaba por celular con otro –Tenemos que tener cuidado con él, tiene unos sentidos muy sensibles –declaraba el sujeto para después colgar la llamada y arreglar sus gafas antes de desaparecer en la oscuridad.

     –Ahí viene –Las palabras de Gaara lo sacaron de sus pensamientos y fijó su mirada en el grupo de adolescente que rodeaban a Naruto –. Enciende el auto –le ordenó a uno de los tantos guardaespaldas que estaban a su lado.

Sus amigos se despidieron no sin antes echarle una descarada mirada al nuevo miembro de la seguridad del rubio. Las muchachas no esperaron ni siquiera un segundo en rodear al azabache agobiándolo con preguntas personales y peticiones de su número telefónico. Algo irritado Naruto decidió darle la vuelta al auto e ignorar la puerta que Sasuke mantenía abierta para él.

Con agilidad el azabache se deshizo de la atención de las jóvenes y subió al auto para emprender el camino de vuelta a la mansión. Una vez se vieron en movimiento Sasuke giró su rostro hacia Naruto, pero no se encontró con su característica sonrisa, de hecho, ni siquiera le dirigía una mirada. La actitud le pareció divertida. Esas acciones dejaban en claro lo transparente que podía llegar a ser el rubio. Transparencia algo que era desechado desde el primer momento en el que se tomaba un trabajo como los que tomaba usualmente él.

Sin meditarlo mucho extendió su mano en busca de la de su acompañante y encontrándola cerrada en puño, puso sus pálidos y finos dedos sobre los nudillos canelas. Naruto no pudo evitar crisparse por el contacto, pero aun así no apartó su rostro de la ventana.

Sasuke fue capaz de divisar un ligero sonrojo en las mejillas del otro lo que sacó de sus labios una sonrisa divertida.

     –Naruto-sama –La voz de Gaara alertó a ambos jóvenes que soltando el agarre bruscamente dirigieron su mirada hacia el frente –. ¿Tiene puesto el cinturón de seguridad?

     –¿Eh? –El rubio tardó un momento en traducir las palabras del pelirrojo –Ah claro, ahora lo hago –Busco desganado el cinturón con la mano que antes estaba bajo la de Sasuke, pero no lo podía sacar bien.

     –Déjame a mí –La declaración de Sasuke no lo sorprendió tanto como lo hizo su repentino acercamiento, dejando al rubio quieto como estatua. Podía sentir su respiración sobre su cuello y podía ver como sus ojos oscuros y afilados lo miraban directamente sin desviar en ningún momento su vista.

Sin aviso alguno Sasuke posó sus labios sobre el cuello canela del rubio, justo debajo de la oreja dejando un calor intenso en la zona y en todo el rostro del rubio –Listo –La voz del azabache se escuchó terriblemente sensual en el oído de Naruto y por inercia cuando el rostro pálido pasó rozando sus labios, abrió la boca buscando algo que no le darían.

La mirada divertida de Sasuke lo avergonzó más que cualquier otra cosa. ¿Acaso jugaba con él? Se molestó un poco, pero después de pensarlo un poco él también podía jugar así.

     –Con ayuda como esa –le dedicó una mirada desafiante y una risa que distaba mucho de las comúnmente ingenuas muecas del rubio –me parece bien pedirte ayuda más seguido.

Sasuke sin duda alguna, no esperaba esa clase de respuesta y luego que su cara mostrase un rostro de sorpresa, sus labios se surcaron formando una sonrisa que parecía querer ser cómplice de la sonrisa de Naruto.

      –Cuenta con eso –finalizó la extraña plática para que ahora ambos mirasen hacia sus respectivas ventanas disfrutando el paisaje.

Intentando desviar la línea erótica que estaban tomando los pensamientos de Sasuke, intentó poner real atención en el tráfico de la gran avenida por la que circulaban notando algo extraño. ¿Dónde están los autos?

      –Gaara –Inició la oración, pero no fue capaz de continuarla por el fuerte impacto que los golpeó por la derecha. La situación se movió en cámara lenta y la inercia del auto dando vueltas fue frenada por un robusto árbol varios metros más allá del lugar del choque.

Cuando Sasuke recuperó la conciencia se encontraba cabeza abajo aún en el asiento, sintió una sensación cálida en el rostro y con su mano tocó su frente observando sangre, además de un profundo dolor en su costado derecho. Probablemente se fracturó una o dos costillas. De inmediato como si recordase algo importante vio hacia su izquierda y vio como Naruto al igual que él colgaba hacia abajo aún en el asiento gracias al cinturón de seguridad, se encontraba inconsciente y con algunos rasguños, pero en general se veía bien.

     –Naruto –La voz le salió como en un susurro por lo que repitió –. Naruto –Extendió su mano para tomar la del otro entrelazando sus dedos. Cuando escucho un murmullo salir de la boca del rubio suspiró agradecido.

     –¿Qué pasó? –Extendió su mano libre tocando su frente intentando aguantar el dolor de cabeza que lo agobiaba. Giro su rostro hacia Sasuke y alarmado hablo –¡Sasuke estás herido! –Intento moverse, pero noto el agarre del cinturón de seguridad que lo detenía.

      –Primero –habló con dificultad, por alguna razón le costaba respirar –, revisa que no tengas alguna herida interna –El rubio obedeció sin rechistar y negó con la cabeza. Enseguida se soltó del agarre del cinturón de seguridad y quedó arrodillado en el techo del auto –Revisa a Gaara y al chofer –Hizo como ordeno Sasuke.

       –Parecen estar bien, aunque inconscientes –Miró expectante al azabache esperando por otra orden. Pero antes de este poder decir una palabra la puerta del lado de Naruto fue arrancada del todo y unas manos desconocidas arrastraron al rubio fuera del auto.

Sasuke extendió su mano tomando con fuerza la del rubio, pero su esfuerzo fue insuficiente.

       –¡Yo estoy bien, déjame! –Alegaba Naruto –. ¡Ayúdalos! ¡Ayúdalos! –Repetía mientras forcejeaba con el grupo de encapuchados, mientras Sasuke se soltaba del agarre de su cinturón de seguridad cayendo estrepitosamente al suelo.

Con todas las fuerzas que le quedaban se arrastró hasta quedar afuera del auto y vio como inyectaban una sustancia extraña en el cuello del rubio dejándolo instantáneamente inconsciente.

      –¡Suéltalo! –Bramo furioso, moviendo su mano izquierda hasta su cintura sacando con dificultad su arma.

Antes de que lograse apuntar su arma al sujeto que cargaba a Naruto, su mano fue pisoteada por otro.

      –¿Qué hacemos con él? –Hablaba el enmascarado mientras apuntaba con su arma directamente a la cabeza del azabache –¿Lo mato?

       –¡No! –Respondió alterado otro –Tu, mételo en el auto –apunto al sujeto que aún cargaba con Naruto al hombro –. Y tú, a menos que quieras que él te mate, déjalo ahí –Camino en la dirección de Sasuke mientras el otro subía al auto negro.

Sasuke intentó alzar la vista para reconocer a los atacantes, pero un pie sobre su cabeza se lo impidió.

      –No sé por qué él tiene esa fascinación contigo, Sasuke-kun –Al momento de escucharlo hablar Sasuke se sorprendió sin poder esconderlo –, eres interesante, pero no tanto.

     –Kabuto, maldito –Hablo girando su rostro para mirar a su atacante desde el suelo.

     –Ohh –respondió algo sorprendido quitándose la capucha de encima dejando al descubierto sus gafas y cabello plateado –. Bien hecho Sasuke, ahora, como el genio que dicen que eres, me imagino que sabrás lo que viene –Apuntó su arma directamente al azabache y apretó el gatillo.

Notas finales:

Se que es horrible de mi parte dejarlo hasta ahi... mucho mas después de no actualizar en meses..... pero creanme cuando les digo que actualizare dentro del dos semanas :D quizas antes.... porque bueno, ahora tengo mas tiempo libre.... 

Diganme que les parecio todo y nada... Espero sus reviews :D 

Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).