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El Especialista por Uzuna

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Notas del capitulo:

Bueno, bueno, bueno.... actualizo después de en realidad no se cuanto tiempo... tampoco ha pasado tanto, pero supongo que igual me demoré en llegar hasta aquí xD

Podríamos decir que estaba con un bloqueo del artista..... u_u

Como sea... le dejo el capítulo para que lo disfruten (si son capaces) y nada! a leer.

–Orochimaru sama creo que debería preguntarle algo –La voz de Kabuto se alzaba en aquella habitación por sobre los otros ruidos.

La mirada divertida de Orochimaru se alzó al joven de lentes que lo miraba con una expresión difícil de describir –¿Tú crees?

Nada más asintió en respuesta y al acto el moreno alzó la mano que hasta entonces había estado sumergida en una fuente de agua trayendo entre sus dedos la cabellera rubia de Naruto.

  Ahora en la habitación lo único que se escuchaba eran los intentos desesperados de Naruto por respirar antes de lo que estaba seguro ocurriría nuevamente.

Los ojos amarillos observaron el rostro jadeante del rubio y una mueca muy parecida a una sonrisa se dibujó en su rostro –Quizás luego –habló introduciendo de lleno el rostro del rubio en el agua tirando sin compasión sus cabellos buscando que la situación fuera lo más desesperante posible.

 Deseaba equivocarse, pero no había forma de no llegar a entender cómo funcionaba la cabeza de Orochimaru, incluso en esta situación Naruto había logrado llegar a entender el modo de actuar de su captor. No tenía real intención de averiguar nada para los Hyuga, no quería asesinarlo tampoco, estaba jugando con él, deseaba quebrarlo.

Ante este pensamiento Naruto cerró los ojos con fuerza intentando concentrarse únicamente en mantener la respiración todo el tiempo que fuera posible, dejando en su mente solo un deseo, quería ver a su padre, a su madre y a sus amigos, quería ver a Sasuke.

 Luego de unos cuantos minutos su rostro nuevamente salió a la superficie y como si fuera ya una rutina inspiró una gran bocanada de aire, cada vez se le estaba haciendo más difícil mantenerse hasta el final sin perder la conciencia, las cosas a su alrededor parecían dar vueltas y ni siquiera cerrando los ojos podía aplacar el malestar.

–¿Cuánto tiempo llevamos? –La contestación de Kabuto no se hizo esperar.

–Alrededor de 30 minutos –La respuesta solo hizo que una sonrisa mucho más trastornada se dibujase en el rostro pálido del moreno. Alzó la cabeza de Naruto hasta dejarla a su altura observando detenidamente cada facción del otro, finalmente arrojó al rubio hacia el suelo sin tener especial cuidado de donde lo había hecho caer. Se puso de pie y agarrando una toalla empezó a secar sus manos, caminó hasta donde el otro se encontraba, y aún con las manos y pies encadenados lo miraba con ira. Sacando una navaja de bolsillo se arrodillo para enterrar el arma en el muslo derecho sacando en Naruto y fuerte grito de dolor.

Orochimaru movió la navaja con lentitud introduciéndola con esmero, mientras el rubio en vano contenía las lágrimas y los gritos de dolor.

Dejó el arma incrustada en la pierna del rubio y se puso de pie nuevamente –Kabuto, el efecto de la droga ya paso, prepáralo –Hablo serio saliendo de la habitación.

 

 

–¿Cuánto ha pasado desde el accidente? –Pregunto Sasuke a nadie en particular, pero Gaara contesto rápido.

–Aproximadamente 2 horas –Le extendió un arma de fuego con la carga completa, mirándolo preocupado –No creo que debas… –Empezó a hablar, pero fue ignorado completamente.

–Itachi –Hablo ahora a su hermano que lo veía apoyado en una de las paredes de la habitación –¿Están todas las cosas en el camión? –En respuesta, el azabache solo asintió –Vamos –Finalizó dejando primero aquel lugar, seguido de Gaara e Itachi.

Durante los 10 minutos que duró el viaje hasta el lugar que Shikamaru le había asegurado era el escondite de Orochimaru, el puño de Sasuke no había cedido en ningún momento. Conocía demasiado bien el trabajo de Orochimaru, era un sádico, maníaco, sin ninguna clase de empatía que disfrutaba demasiado su trabajo. Miraba hacia la ventana intentando olvidar el creciente dolor de su costado derecho y la poca movilidad que tenía de su mano izquierda cuando la voz de Itachi que manejaba a su lado lo distrajo.

–Recuerda las lecciones, Sasuke –habló sereno, logrando infundir algo de calma al azabache que cerrando los ojos e inspirando largo y profundo recordó todas las lecciones que su padre les había enseñado durante su niñez.

Flash Back

–Es un trabajo –La voz grave de Fugaku era lo único que podía oír, mientras que centraba toda su atención en el arma que su padre manejaba con tanta propiedad –Siempre recuerden eso, tu primero Itachi –El hombre hizo entrega del arma y de inmediato su hermano mayor corrió a través del campo apuntando a cada objetivo dejando el hoyo de la bala en el círculo rojo en sus frentes, sin fallar ni siquiera un tiro.

–Sasuke, recuerda desligate de tu objetivo –Le hablaba mientras Sasuke veía con decepción cómo había fallado su último objetivo de cartón –Cada vez que asesinamos –Hizo una pausa tomando los hombros del menor para lograr su completa atención –matamos un poco de nuestra humanidad –Los ojos oscuros de Sasuke se abrieron con sorpresa –No importa a quién debes asesinar, no entregues tu humanidad –Volvió a ponerse de pie dándole la espalda –es lo único que realmente tenemos.

Fin Flash Back

Probablemente su padre le había hablado de muchas más cosas, pero esas palabras que escuchó a sus tiernos 8 años, quedaron grabadas en la memoria del azabache y siempre que tenía que trabajar, salían a la luz. Nunca había entendido el verdadero significado de sus palabras, cada trabajo que le asignaban lo hacía sentir menos humano, mataba sin ninguna clase de remordimiento y sin fallar, hasta claro, que se encontró con Naruto, sin entender cómo, el rubio había pasado a ser más importante que su propia vida.

Cuando el auto se detuvo, Sasuke abrió los ojos y en ellos un brillo intenso relampagueaba, no podía tomar esto como un mero trabajo, porque la vida de Naruto dependía de ello, al fin había entendido lo que su padre le había dicho años atrás. Su interacción con Naruto le había dejado en claro lo humano que podía llegar a ser y ahora que había encontrado aquello, por ningún motivo dejaría que se lo arrebataran.

–No asesinen a nadie –La voz de Gaara sorprendió a los dos azabaches que se encontraban apoyados en una pared colindante a la gran fábrica abandonada –Absténganse de matar si no es estrictamente necesario –Las palabras del pelirrojo parecieron divertir a Itachi que en un gesto leve, miró intensamente los ojos agua marina de Gaara.

–Está bien –dijo concentrando la atención del pelirrojo que asintió medianamente agradecido, sin embargo no recibió ninguna respuesta de Sasuke.

–Vamos –Habló ignorando a propósito las palabras de Gaara y los tres se encaminaron hasta las distintas entradas del recinto.

Sasuke pensó que el lugar estaría resguardado, pero quizás subestimo que tanto. A sus pies 7 hombres yacían inconscientes, ninguno muerto. Su respiración era errática y el dolor de sus heridas era tan intenso que por un momento creyó que se desmayaría.

Avanzó unos cuantos metros hasta llegar a una habitación con unas escaleras al final, frente a él una figura se alzaba riendo complacido.

–No creí que fueras tan estúpido como para venir –El brillo de la luz que provenía desde afuera iluminó el rostro de Kabuto a medida que este avanzaba –¿Te duele? –Apunto con navaja en mano el hombro izquierdo de Sasuke y este ignorando su gesto alzó su mano derecha con el arma apuntando directamente a Kabuto.

El disparo no se hizo esperar y dado que los separaban varios metros de distancia y el dolor creciente en Sasuke no lo dejaba apuntar bien, falló.

La risa de Kabuto se escuchó por sobre cualquier otro ruido proveniente desde fuera y no reparó en caminar acercándose a Sasuke con rapidez. El azabache lo observó acercarse y sin moverse ni un ápice de su posición recibió la puñalada directamente en su vientre logrando escupir algo de sangre al suelo.

–Patético, Sasuke-kun –Movió el cuchillo con lentitud disfrutando las muecas de dolor del azabache –Por eso desprecio las armas de fuego, son máquinas poco confiables, en cambio, las navajas, prácticamente se vuelven una extensión de mi brazo –Movió la mano buscando sacar el cuchillo del vientre del azabache, pero no pudo moverlo porque ahora la mano izquierda de Sasuke lo retenía con fuerza.

–Eres un idiota –Fue lo único que dijo antes de dispararle en el vientre dejándolo retorcerse en el suelo. Lo miró hacia abajo con tanto desprecio y desdén como si de una cucaracha se tratase, apuntó nuevamente hacia Kabuto y disparó 4 veces –Hasta luego –Se despidió cortés mientras Kabuto en el suelo gemía de dolor sin poder ser capaz de siquiera tocar las heridas que tenía en sus 4 extremidades.

Una vez bajo las escaleras camino por un pasillo húmedo y que emanaba un olor desagradable, pasó de largo varias puertas, no entendiendo bien sus propias acciones, sentía como si algo lo llamase y por extraño que sonara, estaba seguro que era Naruto.

 

 

 

Desde hace 5 minutos atrás que no podía sentir nada, sabía que los azotes de Orochimaru no se habían detenido, podía ver su sangre correr y gotear por sus pies al suelo, pero ya nada le dolía, quizás iba a morir, quizás sería incapaz de sentir de ahora en adelante, de cierta manera estaba agradecido, si las cosas continuaban así muy probablemente en los siguientes minutos perdería totalmente la conciencia.

–No me gusta cuando no me responden –Hablaba colérico Orochimaru, con la respiración agitada y la cara cubierta de la sangre de Naruto, alzando su látigo favorito una y otra vez –¡Habla! ¡Grita! ¡Implora por tu vida! –Hace bastante rato atrás Kabuto había salido de la habitación, por lo que no había forma de detener al moreno de su arrebato.

La mandíbula de Naruto estaba tensa, llevaba 20 minutos manteniéndola presionada con tanta fuerza que muy probablemente tenía uno que otro diente destrozado, cuando Kabuto lo había llevado a aquella habitación y llegó a contemplar las cosas que ahí se encontraban tomó una determinación. Si iba a morir allí, en ese sombrío y solitario lugar, a manos de un maníaco, entonces no le daría el placer de someterlo, podía golpearlo, mutilarlo, incluso violarlo, pero su voluntad no se quebraría, de ninguna forma, él era Uzumaki Naruto.

Sin oponer mucha resistencia se dejó encadenar y haciendo lo posible por mantener la calma se vio a sí mismo ser elevado unos cuantos centímetros siendo imposible llegar a tocar el suelo con sus pies. Estaba de espaldas a la puerta, pero escucho perfectamente cuando Orochimaru llegó al lugar, de inmediato su cuerpo reaccionó tensándose e inspirando una gran bocanada de aire, dio inicio a la tortura. No tenía necesidad de escuchar las preguntas de Orochimaru, y tampoco parecía que este estuviese interesado en las respuestas, pero su ira iba en aumento, lo podía decir con certeza por la brutalidad que crecía en cada azote, no podía aceptar la determinación del rubio de no hacer ni siquiera un mísero sonido, por lo que se había concentrado únicamente en azotarlo buscando alguna respuesta.

Orochimaru detuvo su actuar un momento para recuperar el aliento tirando a cualquier parte su látigo y cuando se hubo recuperado medianamente, camino hasta quedar de frente al rubio que no era capaz siquiera de alzar el rostro. En cualquier momento perdería la conciencia, contaba con eso, pero la mano pálida del moreno hizo que alzara la mirada.

–Estoy aburrido de tu mierda, mocoso –escupió con tanta furia que si Naruto fuera capaz de sonreír, lo haría –¿Crees que esto ha terminado? –Enterró sus finos dedos en el rostro, ahora pálido, del rubio –Esto termina cuando yo lo digo –habló para dejar caer nuevamente el rostro de Naruto y tirando de su camisa rasgada y su pantalón maltrecho lo dejó expuesto a su mirada perversa. Naruto vio cómo su ropa se empapaba completamente de sangre una vez que caían al suelo y no pudo evitar preguntarse cuántos azotes había recibido ya. Extrañamente, los primeros 4 o 5 no fueron tan horribles como pensó que serían, luego cuando iba por el 15 el dolor era insoportable, seguramente por estar golpeando una zona que estaba sensible.

 Mientras esos pensamientos invadían la mente del rubio, como medida casi desesperada por mantener su voluntad intacta ante lo que evidentemente sería la experiencia más horrible que pasaría en aquella habitación, Orochimaru bajaba con delicadeza el zipper de su pantalón, deteniéndose a medio camino cuando la puerta se abrió abruptamente, dejando ingresar una cantidad abrumadora de luz.

 Incluso Naruto, encerrado en sus pensamientos, noto como su sangre, desperdigada en el suelo, brillaba por la luz del exterior. Por un momento llegó a pensar que estaba a punto de morir, pero un ruido fuerte lo trajo de vuelta a la realidad. Sin entender nada de lo que pasaba, vio como los pies de Orochimaru se hacían hacia atrás y ejerciendo toda la fuerza que le quedaba, alzó la vista para mirar al frente.     

Notas finales:

Y? que tal? fue muy horrible.... lo sé.... incluso mientras lo escribia me sentía horriblemente mal TToTT porque bueno ya saben amo a Naruto y es triste verlo sufrir....el fic esta en su super recta final... a lo más dos capítulos.

 

Increible como pasa el tiempo. Bueno espero que les haya parecido bien (?) honestamente no se si a alguien le puede parecer bien u.u ....

Dejen Reviews... me alimento de ellos y me imagino no querrán que muera de inanición. Saludos Gente!


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