Después de mi frase Gino me miró con horror al ver que no estaba dudando, no me importaba que estuviese en paños menores, lo iba a matar por lo que sea que le haya hecho a mi ángel.
—Lelouch, ¿Estás bien?- el pobre asintió asustado mientras le hacía señas de venir a mí, en segundos Lelouch estaba detrás de mí mientras yo lo resguardaba, cabe mencionar que Lelouch estaba rojo como un tomate.-Hasta la vista, Gino.
—C-Cálmate Suzu-chan, n-no me mates- Gino tartamudeó mientras yo no le despegaba la mirada de encima, sonreí con maldad al momento de hacer un disparo que provocó que Gino se tirara al suelo- ¡¡Suzu-chan!!
—¿Cómo te atreves a hacerle algo a Lelouch? ¿Qué fue lo que le hiciste?
—¡N-nada! ¡No le hice nada a esta sensual criatura!
Esto me puso más arisco que un gato, ¿Cómo osaba a referirse a Lelouch de esa manera? Estaba dispuesto a soltarle una lluvia de balas pero de golpe entraron mi sensei y mis demás caballeros exceptuando a Kaguya.
—¡¡¿Qué diablos pasa aquí?!! ¡¡¿Qué pasa Suzaku?!! ¡¡¿Está bien Lelouch-sama?!!
Lelouch asintió a como pudo mientras yo no dejaba de apuntar a Gino, el muy maldito me las pagaría. ¿Por qué reacciono de esta manera? Se los diré.
Gino Weinberg es mi muy querido amigo desde que pasó la invasión de Japón, crecimos juntos y tuvimos al mismo maestro. De hecho, Gino es el capitán de mis caballeros. El porqué de su ausencia es debido a que estaba de incognito en una misión especial, y no volvería hasta cierto tiempo después. Pero mi muy querido amigo tiene un gran talón de Aquiles: es un maldito casanova, un jodido conquistador tanto con las mujeres como con los donceles. Y por las miraditas depravadas que le daba a Lelouch, me hacían pensar que este último seria su más reciente presa. Y no lo iba a permitir.
—Gino, te conozco desde hace muchos años y sé que tus artimañas no funcionan conmigo.-recargué de nuevo mi arma luciendo como un demente mientras Gino temblaba como gelatina- Te doy cinco segundos para te expliques o te patearé el trasero.
El pobre tragó saliva mientras guardaba mi arma y ayudaba a Lelouch a volver a la cama verificando que no se hubiese lastimado. Rápidamente me cambie solo me quedé sin camisa ya que quería la explicación de ese imbécil.
—L-lo que pasa, Suzu-chan, es que quería darles la sorpresa de mi llegada- Gino ya más calmado empezó a explicar mientras se sentaba dignamente en mi sillón- a Kallen no podría porque me tiene idea, Shōgo menos ni a Cecile-san o Lloyd-san, el sensei estaba meditando y mejor ni lo molesto y el único que quedaba eras tú. Así que me metí sigiloso a tu habitación y te abracé mientras estabas dormido pero noté tu cuerpo muy delgado y al destapar las sabanas vi al bonito doncel de ojos de amatista, no me pude resistir a la tentación de tocarle el rostro no creyendo que fuese real. Hasta que despertó y llegamos a donde estamos.
Lelouch parecía un farol andante de los festivales de primavera, mi sensei tenía un aura oscura rodeándole aunque la mía no estaba mejor: estaba mil veces peor. Troné mis dedos y mi cuello mientras miraba como un desquiciado a Gino.
—Sensei, Cecile-san ¿Podrían cuidar a Lelouch por mí?- el par mencionado asintió mientras yo le dedicaba una mirada más tranquila a mi ángel- Volveré en un momento, Lelouch, desayunaremos juntos.
Tomando su mano y dándole un beso en ella, Lelouch me dio una de sus dulces miradas luciendo todo sonrojado al momento en que escuchábamos chillidos de éxtasis por parte de Cecile-san, Kallen y de las mucamas, además de que incluyo a Shōgo y a Lloyd, mientras yo me llevaba a rastras a Gino, le daría la paliza de su vida. Le enseñaría a mi caballero que nadie, absolutamente nadie toca a mi ángel y sale ileso.
— ¿Hay algo para el informe de hoy, Lloyd?
Estaba con mis caballeros, excepto Gino que estaba “descansando” después del encuentro que tuvimos donde le dejé en claro que Lelouch es solo mío. El desayuno con mi ángel fue de lo mejor, Lelouch es tan dulce y tan tierno, que realmente dudé mucho en hacer la reunión.
—No mucho, majestad, solo hay pequeños informes de nuestros espías acerca de movimientos sospechosos por parte de Britannia- Lloyd hojeó unos cuantos papeles y se acomodó los lentes- pero nuestros soldados ya aseguraron las fronteras y tenemos controlada la situación.- notando mi pequeña desesperación me dio una mirada pícara- Cálmese, majestad, ya pronto irá con su amado.
—Lucen tan bien juntos, son tan tiernos- chilló Cecile-san con un fondo de corazones y toda roja, confirmo: las mucamas junto a Cecile-san son unas fujoshis. Tal vez les pida ayuda para conquistar a Lelouch. Kaguya frunció el ceño y salió del despacho, tenía que estar alerta con ella porque tenía un mal presentimiento.
—No le haga caso, majestad, mejor pongámosle atención a usted y a Lelouch-sama, cuente, cuente- Kallen también andaba de fujoshi, no estaba nada mal, aunque un momento. Para que todos me miren de esa manera debe de haber algo que yo ignoro.
—¿Cuente que, Kallen?
—Ay, majestad, no se haga el ignorante, que lo vimos bien acarameladito con el príncipe Lelouch en la noche.
Shōgo me codeó mientras yo me ponía rojo como un tomate, mi sensei me sonrió de manera macabra mientras yo ya me sabía por qué estaban así.
—Eso fue mejor que el beso de Romeo y Julieta, hasta que el del titanic. Suzaku-san y Lelouch-sama, en una romántica velada en el cerezo a la luz de la luna y dándose un apasionado y dulce beso. Kyaaaaaaaaaaa…
Mi sensei sostuvo a la ahora desmayada Cecile-san mientras esta fantaseaba en su imaginación con Lelouch y conmigo. Yo quería literalmente desaparecer de ahí por las miradas hostigadoras que me estaban dando. Lo bueno que Lelouch estaba en los jardines disfrutando un poco del sol y viendo extasiado mi amplio jardín japonés, sino sería víctimas de esta horda de fujoshis y fundashis. Kallen se había parado y mirado por la ventana para ver a Lelouch aunque su cara se tornó de espanto.
—Etto, majestad, ¿Dónde está Gino?
—Después de la paliza que le di por atrevido y pervertido, se quedó en su habitación y luego iría a meditar al templo ¿Por qué lo preguntas?- bebí un poco de sake porque sentí algo seca la garganta y vi a Kallen ponerse más nerviosa. Lloyd se acercó a la ventana y miró frunciendo el ceño.
—Que yo sepa se medita en el templo, no en los jardines. Además de que la meditación implica relajar el cuerpo, no andar abrazando a donceles lindos como nuestro bello invitado como lo está haciendo Gino.
Las palabras de Lloyd me hicieron escupir el sake mientras corría hecho una fiera para asomarme por la ventana de mi despacho: Gino estaba de seductor abrazando de una manera no muy apta a mi ángel y este no sabía ni como zafarse. Rápidamente tomé un par de sables y mi inconfundible pistola para salir disparado con mis caballeros pisándome los talones. Al llegar al jardín, y ver la escena me la pensé: quería patearle a Gino el trasero tan fuerte que no se sentaría en semanas pero tampoco quería que Lelouch saliera lastimado. No pude evitar hacer lo que hice: me quité un zapato y se lo aventé a la cabeza a Gino. El pobre cayó noqueado con Lelouch en sus brazos, pero me importaba un comino Gino, quien me importaba era Lelouch. El cual se veía muy lindo con ese kimono rojo cereza de mangas largas con pétalos de sakura, pantalón de seda y mocasines rojizos.
—Lelouch, ¿Estás bien? ¿No te hizo nada este depravado?- lo levanté en mis brazos mientras este negaba todo sonrojado. Escuché los chillidos de las mucamas y de mis caballeros, hasta Lloyd incluido.
—Estoy bien, Suzaku.
—Me alegro, ahora Kallen y Cecile-san te llevarán por tus medicinas y para que comas un refrigerio, estaré contigo en unos momentos- lo bajé con delicadeza mientras venia el par mencionado- si pasa algo o se te ofrece algo, no dudes en decirles.
—Vamos Lelouch-sama, además le mostraremos unos hermosos kimonos- Cecile-san se llevó junto a Kallen a Lelouch antes de que pudiera decir otra cosa. Lo iban a traer como una muñeca. Mientras me acomodaba el zapato vi como Gino se levantaba todo atarantado, ya después se hizo pequeño por el aura maligna que me rodeaba.
—S-Suzu-chan, t-tranquilo si, c-cálmate o te saldrán arrugas y Lulu-chan no te va a querer.
Después de lo que dijo lo levanté como un perrito con mis espadas queriéndolo destrozar entre mis manos, necesitaba pensar en el castigo perfecto para él para que aprendiera que a mi ángel solo lo toco YO.
—¿Cómo osas llamarlo Lulu-chan, gusano? Despídete de este mundo Gino.
—¡¡Detente Suzu-chan!! ¡¡No me mates!! ¡¡Aun tengo que darte mi informe!!
—¡¡Estás diciéndome que esa preciosa criatura es la rosa de Britannia: el octavo hijo no reconocido del emperador de Britannia y que tú lo secuestraste!!
—¡¡Cállate imbécil!!- le di un zape por sus gritos histéricos, estábamos hablando en mi despacho porque era cierto, antes de mandarlo al infierno debía darme su informe- ¡No quiero que Lelouch se altere por esto!
—No creí que pudieras llegar tan lejos, aunque claro, yo también me lo robaría- le enseñé a mi pistola y de nuevo lo tuve domado- Por otro lado, ahora entiendo las acciones de Britannia y sé a dónde van, todo por recuperar a la rosa de Britannia.
—¿Qué quieres decir con esto?
—Suzu-chan, el emperador de Britannia está hecho una fiera y hará hasta lo imposible por recuperar a Lulu-chan, no importa si destruye al mundo entero, he venido para alertarte: ha mandado a los caballeros blancos, a sus hijos, por la cabeza del autor del secuestro. Juró que no descansaría hasta que el culpable esté muerto.
—No me importa a quien hayan mandado, no me van a quitar a Lelouch- di un golpe en el escritorio después de darle una mirada decidida- quitaré a quien se interponga en mi camino, Lelouch es mío. No permitiré que se lleven a mi ángel de mi lado.
—Así me gusta, Suzu-chan, y por ello te ayudaré a conquistar a esa bella florecita. Usaré todo mi potencial y mi ingenio-además de la ayuda de unos cuantos más- para que tú y Lulu-chan estén juntos. ¡¡Tendrán una mejor historia de amor que la de Romeo y Julieta; mejor que la de Jack y Rose y mucho mejor las de Disney!! ¡¡Ni la bella y la bestia tendrán comparación con ustedes!!
La idea me encantaba, con su ayuda- a pesar de que sea un pervertido casanova- junto a la de mis caballeros- exceptuando a Kaguya, de hecho la mandaría a una muy larga misión para que no interfiriera con mis planes-, todo sea por conquistar el dulce corazón de mi ángel. Y a propósito.
—Ni creas que se me olvidan tus acciones Gino: mereces un castigo por tus acciones depravadas- le miré sonriendo de manera macabra haciéndolo tragar saliva-así que ya tengo el castigo perfecto para ti.
—Suzu-chan todo menos eso…- Gino suplicó aferrándose a mis piernas mientras yo le llevaba unas cuantas cajas muy, pero muy grandes y vaciándolas en la meza de mi despacho-¡¡Noooooooo!!
—Harás todo mi papeleo y escribirás 10000 planas con letra pulcra y fina con la frase “No debo tocar al ángel de mi emperador”.- lo senté en una silla y lo amarré con unas cadenas para que no escapara- y no te iras hasta que termines. Ahora debo ver a Lelouch, tengo que salvarlo de las fujoshis de mi palacio- me fui caminando con una sonrisa en mis labios
—¡¡Suzu-chan!! TToTT