Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La rosa de Britannia por kazukichanlove

[Reviews - 139]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola hola, queridas fans.

Mil gracias a Lu-chan, Tycana y Nari por regalarme un bonito review. Se les agradece un montón.

Este nuevo cap está dedicado a ustedes tres y a tod@s aquellos que me leen. No olviden dejarme un review porfis.

 

Toda la bendita noche no pude dormir, y si lo hice, pero únicamente pensando y tratando de averiguar lo que era más importante para el emperador de Britannia, ¿Qué seria? Todo ello me lo pensaba y rondaba en mi cabeza sin dejarme en paz. Tenía el plan perfecto pero faltaba únicamente ese famoso qué.

Al día siguiente mientras desayunaba con mis caballeros, no podía dejar de pensar en ello, tanto que hasta ellos se dieron cuenta.

—Tranquilo, majestad, disfrute estos manjares que le ayudaremos en su dilema- Lloyd fanfarroneó mientras comía unas frutas exóticas, Kaguya aún me miraba un tanto sentida por mi decisión aunque ello no me afectó en lo absoluto. Degusté un poco el desayuno y después me paré para ir a mi despacho junto a mis caballeros.

—Bien, ya tenemos el motivo y el plan: solo nos falta el  objetivo- Kallen se cruzó de brazos mientras se sentaba en uno de los sillones del despacho, tomé mi lugar detrás de mi escritorio y después tomé unos cuantos papeles para poder hacer unas notas- ¿Cómo averiguaremos eso del emperador de Britannia?

—Muy simple, querida, si quieres saber el secreto del lobo adéntrate a su cueva- lo dicho por Lloyd puso a los demás demasiado asustados y a mí un poco tenso.

—¿A-adentrarnos en B-Britannia?- la pobre Cecil-san estaba hecha un mar de nervios y poniéndose cada vez más tensa de lo que estaba. Mi sensei estaba pensativo por la propuesta, peligrosa pero tentadora propuesta.

—Es un plan magnifico, majestad, pero a la vez es peligroso. Debemos hacerlo con una buena cautela y no levantar sospechas- Shōgo era el más animado para ir, además quería algo de acción.

—Iré con ustedes.

—P-pero Suzaku onii-sama, es muy peligroso que tu vayas…- Kaguya saltó de inmediato luciendo aterrada por mis palabras aunque sin duda alguna iría.

—Soy el emperador y mi palabra es ley, así que iré porque no puedo dejar a mis caballeros solos- me paré y los miré de manera fija- mañana al amanecer partiremos rumbo a  Britannia. Vamos a averiguar qué es lo más preciado para esa rata.

 

 

 

—Majestad, ¿Cree que hacemos lo correcto?

—No hay tiempo de retroceder, Cecil-san, ya hemos llegado muy lejos.

Habíamos arribado en Britannia hace varias horas, lo hacíamos disfrazados de unos oficiales de Britannia con cascos puestos mientras caminábamos hacia el palacio real, Kaguya estaba reacia a ir con nosotros pero aun así fue. Vi a varias personas conversar dentro de los jardines del palacio, si supieran realmente quienes éramos no andarían tan tranquilas. Llegamos a donde estaban unos cuantos guardias y nos dirigimos a ellos.

—Hemos venido de la base del sur, con órdenes de nuestros altos mandos a traer un mensaje al emperador- hablé sin titubeos dirigiéndome a ellos mientras estos hacían los respectivos saludos al igual que nosotros.

—Síganme, los llevaré al interior del palacio.

Otro oficial de alto mando nos condujo hacia el interior del bello palacio donde nos llevó por un pasillo plagado de retratos de toda la familia imperial de esa maldita nación.

Había muchos niños que debían ser sus hijos, aunque un retrato en especial llamó mi atención: en el trono estaba el emperador luciendo una expresión de orgullo en sus facciones junto a sus hijos mayores; los hombres a su izquierda y las mujeres a su derecha: el mayor, que tenía cabello castaño y ojos azules tenía por nombre Odisseus, el que le seguía era rubio de ojos azules llamado Schneizel y otro rubio de ojos azules llamado Clovis; las mujeres iniciaban con una niña de cabello lila claro y ojos verdes llamada Guinevere, la que seguía era una niña de cabello violeta y ojos azules de nombre Cornelia, otra de cabello rosa y ojos violeta claro llamada Euphemia, y otra niña de cabello color rojizo y ojos azules llamada Carline. Lo más extraño era que el emperador traía un bultito de sabanas de seda azules en sus brazos y lo tenía abrazado como si fuese lo más preciado para él.

Cuando iba a ver el retrato más de cerca no pude hacerlo ya que el oficial mayor nos llamó para que fuésemos al salón donde nos esperaba un alto mando, ¿Pero dónde estaba el emperador?

—Me han dicho que han venido a buscar al emperador, soldados, ¿Cuál es el motivo de su visita?- nos inquirió dicha persona mirándonos después de dejar unos papeles, torcí mi gesto aprovechando que no podían verme por el casco puesto.

—Nuestro superior le manda una nota de extrema urgencia al emperador.- Lloyd hizo ademan de mostrar un portafolios y el oficial entendió a la perfección.

—Comprendo, pero el emperador no se encuentra en estos instantes: salió a su palacio del norte y no volverá hasta en un par de semanas- estuve a punto de dar una punta pie pero me contuve- salió con sus hijos, de modo que tampoco ellos podrán atenderles, pero ordenaré que los escolten al palacio para que hablen con el emperador.

—Eso es maravilloso, coronel, le agradecemos infinitamente- sonreí con maldad pura al momento en que vi como aparecía otro oficial el cual nos guiaría a la otra guarida de la rata. Caminamos y fuimos hacia una nave del imperio de Britannia ya que sería más rápido y mientras ahí podríamos sacarle algo a ese soldado. Una vez que despegamos, le hice señas a Kallen la cual asintió y dio rienda suelta al interrogatorio.

—Veo que tiene curiosidad por el retrato principal del pasillo imperial, general- esto por mi “rango” de cubierta-, lo vi desde que ingresó al palacio- antes de que Kallen hablara este se le adelantó y yo quise continuar.

—Tiene toda la razón, teniente, he oído acerca del emperador pero más me invadió la curiosidad ese retrato- si tuviera jabón y petróleo a la mano, me lavaría la boca de inmediato- supongo que son sus herederos.

—Así es, verá general, ese retrato es el más importante de esa sala para el emperador, tiene un nombre curioso y por demás muy preciado: la rosa de Britannia.- ante ello todos le volteamos a ver con la curiosidad a flor de piel- tiene un significado muy especial y por demás solo pocos lo saben.

—Nombre muy extraño para ese retrato, me pregunto por su significado- Kallen posó sus manos cerca de su barbilla mientras el oficial se ponía rojo por algún motivo desconocido.

—Lo sabrán al llegar al palacio, es algo muy importante para el emperador.

No podía ser más perfecto todo esto: sin mucho esfuerzo pronto sabría el secreto de ese maldito para acabarlo de una vez por todas. ¿Qué seria? ¿Algún objeto de valor?

Eso era todo lo que debía de saber cuándo le hice señas a Shōgo y este con unos dardos especiales puso a dormir a nuestro guía. Nos quitamos los cascos y tomamos la nave para manejarla a nuestro antojo.

—Bien, el objeto de la misión está en ese palacio. Dejaremos la nave lejos y luego seguiremos con la otra parte del plan. No será necesario ir a darle nuestro mensaje al emperador.

Aterrizamos la nave al divisar el palacio a unos pocos kilómetros de ahí, amarramos al soldado y lo escondimos en uno de los cuartos de la nave.

—Muy bien, iremos a pie hasta el castillo, nos dividiremos en parejas para evaluar la manera de entrar a espiar al palacio- di órdenes precisas en lo que se formaban las parejas, Cecil-san fue agarrada por Lloyd, Kallen agarró a Kaguya antes de que esta se viniera conmigo y Shōgo junto a mi sensei se colocaron a mis costados- tengan prendidos sus radios ya que nos estaremos comunicando, sean discretos ya que el bosque debe estar vigilado. Partamos de inmediato.

Salimos de la nave mientras nos adentrábamos en el bosque, tenía ansias por llegar de inmediato a ese palacio para saber el secreto que me llevaría a cumplir mi venganza. Mi sensei y Shōgo me seguían apenas por mi repentina rapidez. El trayecto se me hizo corto y vi los muros del palacio a mi vista. Había muchos guardias en las murallas y estaban fuertemente armados.

Todos los puntos estaban cubiertos excepto una parte de la muralla donde está un árbol muy frondoso e ideal para espiar. Llamé por los radios a mis demás caballeros los cuales nos alcanzaron subiendo por el enorme árbol. Llegamos a las ramas finales y vimos del otro lado del castillo, era el enorme jardín: había muchas plantas florales y frutales, muchas estatuas y fuentes, parecía un bello edén. Escuché un suave llanto y vi hacia abajo donde pude ver a un pequeño niño el cual lloraba porque se había caído.

—Ryu, ¿estás bien?

Una suave voz que me hipnotizó al escucharla solamente, mis ojos se abrieron como platos al momento en que desactivaba mi casco para poder ver mejor  a la criatura más hermosa que en mi vida tuve el privilegio de ver: un hermoso joven de cabellos oscuros como una noche sin estrellas, de piel tan blanca como el mármol y unos ojos color violeta intenso como dos gemas preciosas. Vestía una túnica blanca con detalles dorados en el cuello y las mangas, además de unos mocasines dorados y un extraño medallón en forma de rosa color negro.  Estaba agachado a la altura del pequeño y le daba una cálida sonrisa al momento en que lo examinaba con cuidado verificando que no tuviese más heridas. Una criada se aproximó corriendo al joven mientras este consolaba al niño.

—¡¡Lelouch-sama!! ¡¡ ¿Se encuentra bien?!!

—Estoy bien, tranquila, ¿Podrías traer un botiquín y unos dulces, por favor?

La criada asintió embobada ante la petición del joven y se marchó de inmediato. Sentí una fuerte sacudida hasta que vi a Kallen la cual me miraba escéptica.

—Majestad, cierre la boca, ya se le iba a meter una mosca- rió Lloyd mientras me ponía rojo y lo fulminaba con la mirada, pero me di cuenta de que Shōgo y este mismo estaban embobados por el chico, el cual se sentó en el césped abrazando al pequeño y meciéndolo entre sus brazos para lograr que dejara de llorar. La criada trajo el encargo del chico y este procedió a curar al pequeño el cual tenía un leve raspón en la rodilla.

—G-gracias Lulu-sama.

—No es nada Ryu, solo ten cuidado la próxima vez- el chico le acarició el cabello y le entregó a la criada el botiquín después de darle un dulce al pequeño- ¿Podrías traer a Nunally para que coma con nosotros? El día está perfecto para comer aquí.

—Como usted lo ordene, majestad.

¿Quién sería ese chico? Esa era mi pregunta mientras lo observaba consentir a ese pequeño de cual ya sentía celos. ¿Qué estaba diciendo? Sacudí mi cabeza para ver luego como Cornelia Li Britannia corría hacia el joven y lo llamaba a gritos.

—¡¡Ototo!! ¡¡Ototo!!

Me quedé perplejo al igual que mis acompañantes por los gritos de la princesa: al llamarlo de esa manera no había de otra más que decir que el joven era el otro hijo del emperador. ¿Acaso se trataba del bebe que sostenía el emperador en ese retrato? Cornelia llegó hasta el joven y luego lo estrujó entre sus brazos con mucha fuerza.

—C-Cornelia nee…

—Deberías estar descansando en tu recamara, Lulu, no es bueno que te agites o podrías enfermar-  le regañó la princesa en un tono maternal despeinándolo un poco- sabes que oto-sama nos mataría a tus hermanos y a mí por no cuidar a su preciada rosa de Britannia. 

Si no me sostengo juro que me caigo, la sorpresa era tan grande que lo creí imposible: ese hermoso joven era el objeto de venganza que tanto estaba buscando.

—Lo sé, nee-san, pero me agobia estar en mi habitación: quiero respirar aire fresco. Además de que oto-san y ustedes están en una reunión y no se desocuparan hasta más tarde.

—Se paciente, pequeño, además de que no tardaremos para poder merendar contigo y Nunally. Volveremos en un par de horas, cuídale Ryu.

—H-hai, hime-sama.

La princesa se fue y dejó al chico con el pequeño, algo en mi interior se removió mientras observaba al chico Lelouch. ¿Qué haría con él?

—Majestad, ahora que sabemos el objetivo ¿Qué haremos?- murmuró Shōgo mirando hacia abajo donde el príncipe iba a donde traían a una joven de cabello largo y castaño, piel blanca y sin saber el color de sus ojos ya que estaban cerrados. La criada la traía en una silla especial y esta tomó las manos del príncipe llevándolas a su rostro.

—Esperar, al caer la noche haremos el siguiente movimiento.

Les comuniqué en voz baja mientras asentían preparándose ante cualquier cosa. Vimos como Lelouch- que ya lo llamo así y no sé porque- comía junto a esa joven y el pequeño. Charlaban animadamente haciendo ameno el ambiente, y luego Lelouch se puso a jugar con el niño corriendo por los jardines por mucho tiempo entre leves y contagiosas risas. Me extrañé al ver como Lelouch después de un tiempo empezaba a jadear y a llevarse una mano al pecho, se tambaleó hasta que cayó de rodillas respirando de manera pesada.

—¡¡¡Lulu-sama!!!

—¡¡¡Onii-sama!!! ¡¡ ¿Qué tienes?!! ¡¡¡Onii-sama!!!

La joven y el niño se acercaron al chico el cual se ponía pálido y trataba de respirar en vano, segundos después se cayó por completo en el suelo empeorando más su condición.

—N-Nunally…

—¡¡Onii-sama!! ¡¡¡Traigan a un médico!!! ¡¡¡Onii-sama!!!

La chica se cayó de su silla de ruedas y se guió por el tacto hasta donde estaba su hermano, la criada corrió hacia adentro junto con el niño mientras la otra princesa se quedaba con el príncipe el cual ya estaba semi consciente: sus labios se tornaban azulados al igual que sus uñas y su piel se tornaba más pálida aun.  Quería saltar del árbol para ayudarle pero no podía, echaría todo por la borda. Segundos más tarde aparecieron todos los herederos encabezados por el maldito emperador el cual lucia tan aterrado como nunca.

—¡¡¡Lulu!! ¡¡Ototo!!  

—¡¡¡Lelouch!!! ¡¡Hijo!!

El emperador corrió aterrado y de inmediato alzó en sus brazos a Lelouch el cual se había desmayado ya por la falta de aire mientras el emperador y sus hijos trataban de hacerlo despertar. Uno de ellos, el más grande, sacó de sus ropas una jeringa la cual destapó y la inyectó en el brazo de Lelouch, minutos después este volvió a respirar aunque no despertó.

—¡¡Lelouch, despierta hijito!! ¡¡Mi vida, reacciona por favor!! ¡¡Clovis!! ¡¡Quiero que el medico esté en el palacio de inmediato!!- rugió el emperador llevándose a Lelouch en brazos casi corriendo mientras los hijos varones le seguían y Cornelia junto a sus hermanas ayudaban a la otra chica la cual lloraba desconsolada.

—Tranquila, Nunally, Lulu estará bien- la calmó Cornelia mientras junto a Euphemia la ayudaban a colocarse de nuevo en su silla de ruedas.

—Cornelia tiene razón, pequeña, no te aflijas.

—Cornelia, acompáñame para ver si el médico ya llegó- la más grande Guinevere se marchó junto a Cornelia de manera veloz  a cumplir el encargo mientras las otras se llevaban a la pequeña.

—Majestad.

Llamó mi atención Cecil-san mientras estaba pensando en lo que haría, ciertamente que a pesar de que Lelouch me haga sentir un poco de lastima  no me iba a detener: era el hijo del maldito que me arrebató todo y era el medio por el cual me iba a vengar. Apreté los puños mientras dejaba mi sentimentalismo a un lado.

—Queda poco para el anochecer, así que nos prepararemos en cuanto la luna esté en el oscuro cielo.

Y efectivamente, al caer la noche, nos adentramos hacia el palacio para ir donde estaba la alcoba del príncipe Lelouch, lo hicimos con sigilo y cuidado ya que había guardias y mucamas en todas partes. Subimos un piso sin ser vistos y nos escondimos al ver como salían de una alcoba el emperador junto a los hijos y al que debo suponer es el médico. 

—¿Cómo se encuentra mi hijo?

—Está ya estable, sus signos vitales disminuyeron de manera alarmante pero ahora está mejor, tiene que guardar reposo y tomar sus medicinas. Mañana vendré a revisarle de nuevo, me retiro majestades.

El medico se marchó por el otro pasillo mientras el emperador se marchaba con sus hijos mayores a otra dirección mientras nosotros aprovechábamos para adentrarnos a la alcoba del príncipe. Las luces estaban apagadas pero por la luz de la luna iluminaba la alcoba. Me quedé sin respiración al ver al príncipe dormido en una cama doselada de sabanas de seda oscuras, aun se veía pálido, tenía sus manos entrelazadas debajo de su pecho  al igual que respiraba a través de un tubo por su nariz. Les indiqué a mis caballeros que se escondieran y que vigilaran mientras yo me acercaba al dormido príncipe.

Me le quedé observando unos instantes al momento en que quería acariciar sus cabellos negros, pero me vi obligado a ocultarme pegándome lo más posible a la pared ya que se despertó de golpe. Se veía asustado y respirando de manera rápida, probablemente tuvo una pesadilla. Hizo ademan de querer levantarse de la cama y después se quitó el tubo que tenía en la nariz, se quitó las sabanas y se levantó de la cama para dirigirse a otra puerta que estaba a pocos metros de ahí.

Esta era nuestra oportunidad. Saqué un pañuelo que ya tenía preparado de mi bolsillo y me aproxime a él por detrás. Él se detuvo abruptamente al ver mi reflejo en uno de los espejos, lo bueno era que llevaba el casco puesto, pero yo fui más rápido y le coloqué el pañuelo en la nariz y en la boca al momento en que lo inmovilizaba. Lelouch comenzó a forcejear arañándome casi sin fuerzas e instantes después se desvaneció en mis brazos.

—Bienvenido al infierno de la angustia, emperador de Britannia.

Aseguré el cuerpo de Lelouch en mis brazos mientras mis caballeros y yo salíamos de la alcoba por la ventana y nos perdíamos con la preciada carga en las penumbras de la noche. 

Notas finales:

¿Qué les pareció el cap? Mil gracias a las tres personitas mencionadas que me dejaron sus comentarios ^u^ porfa dejen comentarios mis demas lectores

En el próximo cap ahora veremos la otra parte de la historia: Sip, ahora cuenta nuestro querido y sexy- y violable cof- Lulu.

Próximo cap  A la sombra de una venganza


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).