Zelo
Yo realmente no soy un idiota. Lo sabía todo desde ya hace algún tiempo. Esas miradas hacia con él, esos juegos y ese skinship que siempre hacía intencionalmente HimChan hyung contra JongUp. Era más que consciente de que algo estaba pasando con ellos y no dude en provocar que por fin dieran un primer paso, ¿por qué? Porque entonces nadie le dirá a un pequeño muchacho de 15 años que no puede andar con alguien de 21, ese era mi plan.
Llevan una semana así. Ahora casi invito a JongUp todos los días, me gusta saber que tanto mi mejor amigo como mi hermano son felices entre sí. Entonces un día de la nada, HimChan me dice que vaya con ellos y otro amigo a ver una película. Yo no me negué, después de todo HimChan hyung me pagaría todo como siempre.
La salida era un sábado y por su puesto todo pintaba bien. Salimos de la casa juntos y mis padres nos prestaron el auto para que fuéramos a donde quisiéramos. Suelen confiar mucho en nosotros. Tardamos 15 minutos en llegar al bendito cine. En lo que esperábamos otros minutos más a que llegaran los dos faltantes, hice que mi hyung me comprara un helado. Todo iba perfecto, hasta que veo una silueta bien formada acercarse a nosotros
Un latido estrepitoso comenzó a azotar mi pecho segundo a segundo, me quedé viendo cómo aquella persona se acercaba más y más. Odiaba esto, odiaba que tuviera un cuerpo tan excepcional como para que cualquier prenda le luzca tan elegante y sobre todo sexy. Él, Bang YongGuk, es la persona a quien yo quiero, así que por eso tanto alboroto en todo mí ser. De buenas no soy como JongUp de evidente.
Por fin tuve su presencia a menos de un metro de distancia, saludándome tímidamente a mí, y un poco más normal a mí hermano HimChan. Detestaba eso siempre, incluso antes me ponía celoso pero vaya, ellos son amigos desde preescolar, no puedo hacer nada contra eso. Platican un par de cosas y yo prefiero enfocarme en mi amigo. Cuando pude verlo a lo lejos casi me sentí un bebé. Estos 3 hombres iban tan guapos y tan perfectos y yo solo parecía una persona x’s sin gracia y como un niño.
Es lo que más detesto, mi imagen tan inocente.
Se saludan entre sí ‘disimulando’ todo el amor que se tienen y luego presentan a YongGuk con Uppie. Pronto nos vamos a comprar los boletos y las parejas se dividen por primera vez. Perfecto para todos, me quiero suponer. Compramos los boletos de la primera fila de arriba y faltando como 15 minutos para entrar decidimos ir por palomitas y todo ese rollo. Mientras tanto, decidí comer a velocidad luz el resto de mi helado.
Comía tan aprisa dicho postre que hasta se me congelan las ideas, de pronto, escucho la risa de YongGuk quien se encuentra a mi lado. Volteo y le hago un puchero de enojo. No le digo nada para seguir concentrado en mi helado, cuando de la nada toma mi mano con la que sostengo dicha cosa y le muerde un buen pedazo.
No sé a qué viene esto, pero sí sé qué clase de cosas provoca en mí. Es un tonto, solo alimenta más mis ansias de querer ser suyo. Me sonrojo pero no permito que me vea y me voy a platicar con Uppie.
Pasa el tiempo y entramos al cine. Obvio mi hermano tan listo no nos acomodaría separados, sino en parejas. Entonces comienza la peli. Es de terror. No entiendo cómo no noté que nos estábamos metiendo a una ¡de terror!
Ya iba a salir de ahí, cuando escucho al mayor de todos hablarme
“¿A dónde vas? Aún ni empieza”
“yo…” No encuentro qué decirle, pero sé que no le diré cuánto miedo me dan estas malditas películas del demonio.
“¿Te da miedo? Es sólo una película, además estaré aquí a lado tuyo, no hay problema” dice confiado, atontándome con sus palabras
“Gracias hyung” vuelvo a mi asiento y veo cómo aparta el brazo del asiento que nos separa. No voy a negar que me sintiera feliz ante esa acción.
Comenzó la tortura no tan mal como esperaba. Todo bien, hasta que en una maldita escena se le ocurrió aparecer toda la cara deforme de la cosa que sea eso. Me hago hacia atrás en un vano intento por alejarme de aquella gráfica, pero luego siento cómo YongGuk ríe y me pongo firme para disimular mi susto. A los 5 minutos pasa lo mismo, pero esta vez alcanzo a abrasar un poco a mi hyung. Fue algo inconsciente, no lo pensé pero cuando ya estaba en sus brazos no me importó.
Esta es la primera vez en mi vida que agradezco ver algo de terror. Teniendo toda su atención en mi hasta me pondría a ver un maratón seguido de este tipo de películas.
Salimos de la sala muy felices todos. Pasado un rato decidimos cenar de una buena vez en aquel lugar. Buscamos una mesa por la zona de restaurantes y nos sentamos todos menos la parejita de mi hyung y mi best friend. Los comprendí, quería tiempo a solas.
Yo también.
“Gracias hyung por lo de hace rato”
“No tienes que agradecer, sabes que estoy aquí para lo que quieras Zelo” estira su brazo para revolver mis rulos entre sus dedos.
“Hyung, ¿puedo preguntar algo?” me armé de valor, debía tantear terreno
“si, dime”
“¿Qué harías… si te gustara alguien menor que tú?” pregunté sin mirarle a los ojos. Me sentía un poco tímido de imaginar cualquier respuesta salir de su boca.
“Le daría a entender que lo quiero, ¿por qué? ¿Te gusta alguien?”
“Es solo que estaba mirando a HimChan y a JongUp… ¿también lo sabes verdad? Después de todo eres su mejor amigo”
“tenía entendido que tu no debías enterarte”
“Eso no importa… me alegro mucho por ellos la verdad –pausé un tiempo y continué con el tema principal de este interrogatorio- ¿Tú harías lo mismo que mi hyung?”
Lo meditó un tiempo fijando su mirada en mí. Algo me daba mala espina. Ya iba a articular palabra cuando los otros dos llegaron a la mesa.
Los maldije unos momentos hasta que vi que me habían comprado algunos cherrys tomatoes.
Todo transcurrió normal, nos dieron las 12pm no entiendo cómo y nos regresamos a casa, dando la casualidad de que no podrían ir a dejar ni a Uppie ni a YongGuk. No, la verdad Bang si podía irse, pero yo no quise y se lo dije a todo mundo y accedió a quedarse por mi terquedad.
Dormimos cada quien en su cuarto. Yo con Uppie y HimChan con Gukkie. Eso no estaba bien. A mitad de noche me levanté para tomar un vaso con agua, la misma hora en la que mi hyung siempre despierta a hacer lo mismo que yo. Nos encontramos en la cocina y yo desde luego tomé más rápido mi vaso de agua y subí para entrar no en mi habitación sino en la de los mayores. Tan pronto cerré puse seguro para que el molesto conejo no viniera a arruinarme esto.
Estaba en un futón en el frío suelo. Me acerqué sigilosamente y me senté a su lado para observarlo. Sé que dormía plácidamente porque sonríe mientras sueña. Es como un hábito de él. Me acerco y lo observo mejor. Paso mis manos a cada costado suyo y acerco mi rostro al suyo. No mentiré diciendo que soy tan puro que jamás haría algo así, pero planeaba besarle.
Teniendo mi objetivo a varios centímetros de distancia, siento cómo sus brazos toman los míos, se ladea y queda encima de mí totalmente.
Ni si quiera tuve tiempo para maldecirme internamente para cuando siento sus labios sobre los míos intentando iniciar un beso. No me resistí ni un poco, incluso pasé mis brazos alrededor de su cuello para acercarlo más a mí, hasta sentir el calor de su cuerpo fundirse con el mío. Nunca pude llegar a imaginar esta situación. Podría morir en este momento y lo haría feliz. Sus manos comienzan a tocarme, recorriendo mis brazos, llegando a mi pecho, bajando por mi torso y metiéndose por debajo de mi camiseta. Sus manos son cálidas como siempre, pero en esta ocasión hacían que mi piel ardiera con cada rose que me daba. Su boca bajó hasta mi cuello, besándome y dejándome marcas, lo sé porque me dolían de una manera extraña que incluso me hacía soltar pequeños gemidos. Besó y besó, hasta que sentí que con su lengua jugueteaba en mi ombligo, humedeciéndolo como si se imaginara alguna otra cosa, qué se yo.
Pero esta escena tiene un fin, un maldito y asqueroso fin que me las pagara el autor del mismo. ¡Estúpido Himchan! Había tocado precisamente la puerta en este momento, haciendo que YongGuk parara y me dejara así como estoy. Lo golpearé tan duro que lo bello que dice ser se le caerá pedazo a pedazo.
Mi hyung se me acerca una vez más hasta llegar a mi oído, me susurra algo que casi me hace morir en ese momento
“Eres tú quien me gusta, pequeño.” Terminó el diálogo mordiendo mi oreja y provocándome un escalofrío. Se aleja de mí y me ayuda a levantarme, pero en cuanto lo logro me abrazo a él y le robo otro beso.
“Te quiero hyung, me gustas bastante pese a quien le pese y si no te molesta, dormiré contigo esta noche”
Me aparté de él y fui directo a la puerta. Abrí unos cuantos centímetros y le ordené a HimChan ¡que se largara a…! a mi cuarto con JongUp. No quiso acceder a la primera, pero no es como si le hubiera dado tiempo de discusión, apenas le dije eso cerré la puerta con seguro de nuevo.
Regresé a donde estaba mi hyung y ahora ambos estábamos sobre la cama…
Ya era otro día. No, no puedo festejar diciendo que ya no soy virgen, es por ello que mi hyung tiene un golpe marcado en su hombro. Pero creo que no hay nada en el mundo que me hagas más feliz el haber logrado que YongGuk me quisiera como yo a él.
Era el desayuno y estábamos todos juntos. Mis padres ya habían salido por lo que solo éramos 4 en la mesa. Terminando mi cereal me paré justo ahí, golpeé la mesa para llamar la atención y comencé con lo que creía justo.
“HimChan Hyung, desde ahora Bang es mío, y felicidades por su semana de novios”
“¡¿Qué, QUÉ?!”
“Felicidades por su semana de novios”
Me gustaba a veces molestarlos un poco a todos. Eso por su puesto no evitó que Bang se atragantara al igual que JongUppie.