Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You're my BABY por Misa Tsukamoto

[Reviews - 77]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hace tiempo no actualizo yo u.u 

Baby A se olvidó de avisarles que estoy con especiales de parejas, la primer pareja en tener especial fue el HimLo, un cap propio de ellos, el lunes pasado fue el turno para el BangDae, por eso aun no puse la continuación de lo que respondió Zelo...

Éste capítulo es un especial JaeUp, por lo tanto predominará esa pareja en el capítulo. 

Creo que hago esto para alargar el fic xD sino ya estaría por el final... de hecho supongo que éste será el penúltimo capítulo... el próximo capítulo ya es el último... 

 

Espero disfruten el cap. No tenía beta reader y...dormí sólo 3 horas así que pueden haber errores que me pasé, les pido disculpas y si ven alguno grave díganme y lo arreglaré ^^

 

 

PD: Estoy atrasada con la respuesta de comentarios, pero en cuanto vuelva en unas horas respondo los del lunes pasado ^^ 

Las manos acariciaban su abdomen, los labios se entregaban mutuamente y los ojos cerrados de ambos dejaban experimentar por los demás sentidos agudizados cualquier sensación que sus cuerpos fueran sintiendo.

Sus cuerpos juntos eran la mezcla perfecta, Youngjae lo supo desde que probó sus labios por primera vez, desde que confesaron sus sentimientos y luego lo comprobó en aquella salida al hotel que habían hecho. Parecían estar hechos el uno para el otro; las manos llegaban más allá y los besos subían de tono, y luego de un rato con respiraciones sofocadas y corazones acelerados se oyó el primer gemido por parte de Youngjae, totalmente entregado a su amor Jongup.

 

Estaba en el sofá de la sala, Jongup se puso nervioso, en cualquier momento Himchan o Zelo podrían salir del cuarto y les descubrirían, no le importaba que los vieran juntos pero no en aquellas condiciones. Un poco contradictorio a lo que su cuerpo sentía se fue separando lentamente del mayor, una idea había llegado a su mente y no podía dejarla escapar; se apenó, el sonrojo tomó posesión de sus mejillas y lentamente se sentó en el sofá junto a un confundido Youngjae.

 

–             ¿Sucedió algo? – Preguntó preocupado el mayor, Jongup negó con su cabeza y Youngjae se sintió un tonto, era obvio, estaban en plena sala, debía de ser más precavido. – Lo siento, no me había dado cuenta donde estábamos y…

–             No importa. – Sonrió con aquella hermosa sonrisa resplandeciente y la mirada de Youngjae se iluminó emocionada con sólo verla. – ¿Te importa si te dejo solo? Tengo cosas que hacer.

–             ¿Puedo ayudarte? – Preguntó confundido por lo ante dicho por Jongup y el menor negó con la cabeza – Pero… ¿qué harás? – Una sonrisa nerviosa se dibujó en su rostro y vio como el menor se levantaba.

–             No… yo… – Su mirada le esquivaba, sus palabras no eran claras ni coherentes y Youngjae supo que Jongup no quería decirle.

–             ¿No puedes decirme qué harás? – La preocupación se situó en la boca de su estómago y Jongup se encogió de hombros. Había dado en el clavo, como se suele decir.

La mirada de Youngjae cambió, ¿qué tenía que hacer su novio sin que él lo supiera? Los nervios atracaron toda su estabilidad y ya no supo qué decir o qué contestar, tan sólo escondió su mirada de desconfianza y se hundió más en el sofá, mientras veía como Jongup salía por la puerta, dándole una sonrisa nerviosa que intentaba calmarlo, o al menos él lo interpretó así.

 

Se quedó pensativo, y el silencio le recordó la soledad que sentía antes cuando callaba sus sentimientos hacia Jongup… ¿y si al menor ya no le gustaba? No pudo apartar la idea de la mente, ¿qué tal si Jongup ya no gustaba de él? ¿Y si le había decepcionado aquel día en el hotel? ¿O por haber apresurado su relación? Se sintió culpable, quizás debió esperar más tiempo a que Jongup estuviera listo, aunque sabía que el menor no era virgen, pero Youngjae jamás le había preguntado si había tenido otra pareja hombre…

Aunque ahora que recordaba Jongup no había tenido parejas verdaderas, algo estable… ¿se habría acostado con algún hombre? Se comenzó a preocupar, ¿y si él era el primero en su vida?

No pudo evitar un sentimiento de alegría cuando pensó aquello, ser el primero en la vida de su pequeño amor, eso era especial… pero si ahora Jongup ya no lo quería por alguna razón que él desconocía, entonces toda esa felicidad no tendría sentido, no importaría que fuera el primero… o el último, daría igual porque Jongup ya no le querría y todo perdería sentido.

No sólo su relación con él, sino todo… todo perdería completamente el sentido si Jongup no estaba en su vida, le extrañaría como la noche al día, amargaría sus días en suspiros intensos que soltería al ver su soledad, seguramente intentaría remplazarle pero nadie sería tan especial como él; ¿por qué lo amaba tanto?

 

Escondió su rostro entre sus manos y negó; no, Jongup le amaba, él mismo se lo había dicho, el fic que había escrito de ellos lo cercioraba, era extraño que una persona se entregara tanto a una pareja si no le amaba de verdad y él sabía que Jongup se había entregado a él.

Seguramente estaba pensando cosas que no eran, seguro que Jongup había tenido que ir a algún lugar sin importancia y por eso no le había dicho nada. Se levantó del sofá con el peso de su cuerpo que parecía ser doble ante su incertidumbre, caminó hasta la habitación y oyó un llanto… al parecer Zelo estaba llorando, pudo reconocer su voz y aunque se preocupó su mano soltó lentamente la perilla de la puerta, deslizando su mano como si no quisiera soltarla del todo, y es que la soledad que sentía en aquellos momentos y la preocupación por el menor le hacían dudar; pero así era mejor, Himchan estaba con él, ya era hora de que esos dos hablaran y no iba a ser él quien les interrumpiera.

Suspiró con cansancio separándose de la puerta y caminando hasta la cocina, ¿qué haría ahora sin Jongup?

Comenzó a pensar un poco más el asunto y ahora que lo notaba, Jongup había estado algo esquivo desde lo del hotel, había ratos por los que se le perdía y no podía encontrarlo… y un nuevo temor albergó su alma, ¿Y si Jongup tenía a otra persona?

No podía ser verdad, Jongup era incapaz de serle infiel o al menos eso era lo que él creía, se sintió triste y derrotado porque a pesar de que quería negarlo se preguntaba seriamente si el menor no habría encontrado a alguien más en éste tiempo, quizás se había enamorado de alguien más y eso era peor que todo lo que antes había pensado, porque si Jongup elegía a otra persona en vez de a él su autoestima y su orgullo estarían por el suelo, perdería a quien más amaba a manos de otro y eso era algo insoportable para su corazón.  

 

 

Decidió salir a caminar, sus pasos le llevaron a calles que había recorrido con Jongup, su mirada cabizbaja y sus pasos lentos evidenciaban sus sentimientos, las manos en los bolsillos y el aura triste que emanaba era su forma de gritarle al mundo que sin Jongup no existía la vida; se había enamorado tanto de él, y en tan poco tiempo le había amado mucho más de lo normal, tanto que el menor era su felicidad.

Así pasó el tiempo, las horas se fueron como si algo corriera a las agujas del reloj dándoles miedo, miedo como el que Youngjae tenía en su corazón. Volvió al apartamento cuando ya era muy tarde en la noche, incluso ya había entrado la madrugada y él no se había enterado, había vagado por todos lados, se había sentado en plazas y había continuado recorridos mirando tiendas y centros comerciales, hasta que finalmente había vuelto… la noche era tan viva en Seúl que su corazón se sentía abrigado y cuidado, mas cuando regresó, se dio cuenta que el frío del temor de perder a Jongup no le habían abandonado.

 

–             ¡Youngjae! Estaba preocupado por ti. – Oyó la voz de su Jongup apenas entró, la mirada triste pareció helar al menor en su sitio, pues antes daba pasos acercándose feliz de verlo sano y salvo y ahora, se había quedado estancado.

–             Te dije que estaba bien. – Pronunció la voz grave y serena del líder, Yongguk parecía algo enojado su entrecejo estaba fruncido y apenas vio que Youngjae estaba de nuevo en el apartamento se fue a la habitación. – Buenas noches.

– Buenas noches hyung. – Pronunciaron al unísono Youngjae y su novio Jongup.

 

Una vez quedaron solos se miraron, aunque el mayor quería esconder su mirada Jongup no se lo permitió, se acercó a él como antes hacía, una sonrisa angelical se formó en su rostro y levantó su mentón con sumo cuidado, observando aquellos ojos profundos que como laberintos le hipnotizaban. El corazón de Youngjae se aceleró, aquella mirada transparente y cristalina no podía engañarle, no podía mentirle… Jongup no tenía un amante, tampoco podría no amarlo, si tan sólo en aquellos ojos se reflejaba su amor por él… entonces ¿qué le estaba ocultando?

Jongup se acercó a besar sus labios, un beso dulce, suave e inocente, con sabor a miel y a tardes de primavera bajo un árbol de cerezo. El mayor sonrió, sólo Jongup podía besarle con aquella calma y paz.

 

–             ¿Por qué desapareciste? Me preocupé por ti. – Dijo tomándole el rostro con ambas palmas; Youngjae bajó la mirada.

¿Era capaz de decirle que había desconfiado de él?

–             ¿Qué me ocultas, Jonguppie? – Preguntó sin más rodeos, no era capaz de decirle que desconfiaba de él, pero si era capaz de demostrarlo en aquella pregunta.

Jongup frunció su ceño confundido, la mirada de Youngjae tenía tanto dolor en ella que no sabía qué decirle.

–             Nada… yo… ¿qué sucede hyung? – Y ahora el “hyung”, el corazón de Youngjae pareció quebrarse en mil pedazos.

Jongup le soltó el rostro y ambos quedaron frente a frente, sin tocarse.

–             Hace días que desapareces y… hoy te fuiste y no me dijiste a donde y yo… – El mayor paró de hablar cuando la sonrisa de Jongup se dibujó en su rostro, ¿qué era lo divertido?

–             Estaba preparándote una sorpresa. – Dijo sin más y los ojos del otro se abrieron de par a par.

 

¿Una sorpresa? ¿Para él? ¿Realmente eso era?

Una sonrisa boba e incrédula apareció en Youngjae, miró a un punto inexistente en la pared, intentando procesar la información… él desconfiando de Jongup y el menor preparándole una sorpresa para él, se sentía tan tonto y torpe que no sabía qué decir ahora… su corazón parecía haber vuelto a la vida y sus ojos querían llenarse de lágrimas de emoción, su cuerpo temblaba y la felicidad había borrado completamente cualquier tristeza.

 

–             Ven… – Jongup tomó su mano y le condujo hasta la cocina. – He estado yendo al cyber, cuando no estoy aquí o en la empresa… o contigo, tomo mi tiempo para ir, si lo hacía aquí temí que te dieras cuenta, porque quería que fuera una sorpresa. – El menor comentó y se sentó en la silla frente a la mesa, donde descansaba la laptop que rápidamente encendió.

–             ¿A qué te refieres? – Preguntó.

–             A nuestro fanfic… – Sonrió mirándole. – Le he escrito un final… sabía que te gustaba y además… fue lo que nos unió, no podía dejarlo inconcluso pero quería sorprenderte, y justo hoy lo terminé, vine emocionado hasta acá para que lo leyeras pero… no estabas.

–             Lo siento.

–             No importa, lo importante es que te guste. – Dijo y se levantó de la silla, tomando la mano del mayor y sentándolo a él mientras depositaba un beso en la sien del otro.

 

Youngjae se sonrojó, la emoción lo estaba arrastrando a una euforia enamorada pero no quería enloquecer antes de leer aquello que Jongup había escrito, se moría de ganas por ver que el amor también era posible en aquella ficción, como lo era en la realidad… ese fic había sido quien los había unido, era lo más importante que tenían después de su amor mutuo.

Sus ojos comenzaron la lectura, y cada vez que avanzaba el sonrojo más se apoderaba de sus mejillas, se sentía algo avergonzado y los brazos de Jongup rodeando su cuello por detrás y recostando su cabeza en su hombro no le estaban ayudando.

Según lo que leía el Youngjae de aquella historia se había terminado enamorando del Jongup ficticio, se habían declarado su amor mutuamente y posteriormente habían consumado aquello en un acto de plena entrega, tanto física como de sus almas; Jongup había escrito de una manera dulce y delicada, sin llegar a lo obsceno lo que habían vivido en el hotel… Youngjae se quedó helado al leer aquellas líneas, o mejor dicho todo lo contrario, un fuego de vergüenza y sonrojo emanaba de su cuerpo tieso y sorprendido.

Y pronto llegó hasta el final…

 

«Sus manos estaban frías, sus ojos me miraban con ese amor que sólo yo podía identificar en su mirada; estaba tan perdido en su belleza que cuando sus manos llegaron a mi rostro no vi venir un beso de su parte.

Sus labios fueron el cielo, él era mi cielo, donde quería pasar los días enteros de mi vida, entre sus brazos, oyendo sus tantos “te amo” que me regalaba, no sólo con las palabras… porque las palabras se las lleva el viento, las palabras, eso son y yo estaba seguro que lo de nosotros era más especial que cualquier palabra que pudiera ser arrastrada por el aire.

Lo de nosotros eran magia, cuando su nariz rozaba mi mejilla, cuando sus ojos conectaban con los míos, cuando sus manos entrelazaban sus dedos con los míos y cuando me besaba o se entregaba a mí, era magia… nuestro amor era así, era sólido, él me lo demostraba con actos, con palabras y con mucho más.

Youngjae es mi gran amor, con quien quiero fundirme por el resto de la eternidad, la persona que quiero a mi lado día a día, a quien quiero ver sonreír todas las mañanas al despertar, desayunar juntos, conectarnos con miradas tontas mientras reímos sin una razón… Quiero que sea lo primero que vea en el día y lo último a la noche… quiero todo de él, porque lo quiero a él.

 

Te amo, Yoo Youngjae.

 

 

Fin»

 

Y apenas leyó aquello Youngjae supo que eso era más que un fic era una declaratoria de amor, mucho más fuerte que cualquiera le haya hecho, Jongup le amaba, quería pasar sus días con él, y Youngjae estaba seguro que aquella felicidad que ahora sentía en su pecho no se borraría, porque Jongup sería la sonrisa de su vida, sería todo lo que él siempre deseo… o mejor dicho, ya lo era.

Una lágrima escapó de uno de sus ojos y con la sonrisa boba en su rostro observó a su pareja, quien preocupado le miraba sin entender por qué lloraba… no habían palabras más claras y más hermosas que las de ese fic, que había dejado de ser uno para convertirse en su historia real.

 

–             ¿Sucede algo? –Preguntó Jongup quitando con su pulgar la lágrima traviesa que había escapado. Y Youngjae giró completamente hasta él, tomó su rostro con ambas manos y le sonrió con las lágrimas en sus ojos, completamente emocionado.

–             Sucede que te amo. –Dijo y simplemente le besó.

 

El beso más hermoso que los dos habían experimentado, lleno de ese amor que tanto profesaban; el beso más largo del mundo, porque duraba una eternidad, porque aunque sus labios dejaran de tocarse, aunque sus físicos se separaran, sus almas seguirían unidas, amándose por siempre; o al menos eso era lo que sus corazones gritaban en ese momento, ese amor que en vez de ser loco era sereno, tranquilo y fluía como el agua calma de un pequeño río.

Las manos de Youngjae pasaron al cuello de Jongup y los brazos fuertes de éste le rodearon la cintura ayudándole a levantar de la silla; le acarició tan frágilmente como si su cuerpo fuera de cristal, una hermosa pieza de cristal que podría romperse con el más mínimo movimiento brusco. Dejó sus labios y los propios bajaron formando caminos por su mentón hasta su cuello y a paso torpe los dos amantes cayeron al sofá.

 

Las caricias en ningún momento fueron agresivas, sólo hablaba sus corazones, un diálogo que sólo ellos podían entender. Youngjae se separó un poco y observó los ojos del contrario, su alma se llenó de paz y sus manos bajaron por su pecho, acariciándole lentamente, mientras el menor bajaba su rostro y besaba su abdomen, subiendo lento por él y convirtiéndose en el dueño de su pecho, levantándole más la remera y besando cada parte de él, marcándolo con sus dientes suavemente.

Youngjae soltó un gemido, y luego de ese vinieron más; a pesar de estar en uno de los sofá del apartamento, a pesar de todo, ellos se dejaron llevar, ya no les importaba si les veían, porque se demostraban su amor y nada más… además ellos no podían culparlos, ninguno de ellos era realmente casto, así que ¿por qué negar aquel acto de amor?

Sus cuerpos quedaron desnudos, las caricias y los besos eran el único idioma que sabían, que respondían con gemidos acallados y suspiros interminables.

Youngjae no podía estar más feliz, Jongup era como su príncipe azul… Sus piernas abrazaban la espalda ajena, mientras sus manos se aferraban a las de él, entrelazando sus dedos con los suyos.

Ambos eran sólo una mezcla, ya sin ser personas individuales; unos ojos abiertos que le miraban enamorados y unos ojos cerrados que disfrutaban del placer de sus labios con los propios, mientras el cuerpo formado del menor le embestía suavemente.

Dos almas separadas, uniéndose en un acto tan íntimo. Dos corazones que se amaban, demostrándolo con sus cuerpos.

Los gemidos sofocados que adornaban el silencio, la respiración asfixiante de aquellas  cuatro paredes, y sobre todo, el calor que derretía sus pieles, volviéndose líquido humedeciéndolos.

Un acto de su instinto animal, llevado a grandes dosis de ternura.

 

La noche les acompañó con su suave luz de luna y los sonidos de una ciudad que no dormía, no volvieron a la habitación para dormir, porque sus cuerpos no querían separarse en camas alejadas; tan sólo una manta cubrió sus cuerpos acompañada de la ropa interior de ambos, y entre besos cariñosos y abrazos el sueño les había vencido; Youngjae jamás dudaría otra vez de Jongup, lo sabía ahora que estaba sobre su pecho y los brazos ajenos le rodeaban, mientras una mano se había quedado en su cabello después de acariciarlo hasta dormirse.

 

 

 

 

 

 

 

–             ¿Yongguk? – Sus ojos se abrieron en la oscuridad encontrándose solo, su pecho se oprimió con un suave dolor que poco a poco creció. Estaba sólo, quien había compartido el sofá con él no estaba allí; y sus esperanzas nuevamente eran derribadas como un edificio antiguo que sólo existe en recuerdos lejanos… 

Notas finales:

Bueno... ¿Les gustó? :3 espero que shi... San Valentín me dejó románticona... más si escucho With You... <3 

 

Por cierto, éste cap va dedicado a mi bebé, quien ama ésta pareja JaeUp <3 

Te amo con todo mi corazón, eres como te dije, la luz de mi vida... you raise me up♥

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).