Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siete minutos en el cielo por TabiiiTa

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esté fic está dedicado a Maía, quién atrevidamente(?) me pidió un fic jejeje ¡Espero te guste, Maía!

Y si no conocen el juego de los siete minutos, googleenlo, les será más facil entender el fic si saben de que se trata.

Era la típica fiesta de adolescentes, alcohol por todos lados, cuchicheos por aquí y por allá, gente haciendo cosas indecentes, etc, etc. ¿Qué demonios hacía un chico como Jinki allí? Había una muy buena razón para ello, una razón con nombre y apellido. Una razón llamada Kim Jonghyun. Su mejor amigo.

Hacían de todo juntos, desde estudiar hasta ir a fiestas; prácticamente nacieron juntos y su amistad era reconocida por todo el mundo así que a nadie le extrañaba que Lee Jinki, el chico que usaba el uniforme correctamente, el que llega a tiempo a todas las clases, ese de la asistencia perfecta, quien terminaba sus deberes con días de anticipación y quien era uno de los primeros lugares de la escuela... en fin, que el nerd de la escuela estuviera entre ese mar de gente, no era sorpresa. Gracias a su amistad con Jonghyun tenía una especie de protección y a nadie siquiera se le ocurriría intentar meterse con él.

Jonghyun era el responsable de que estuviera en esa fiesta y luego de arrastrarlo hasta allí, lo abandonó cruelmente para irse a hacer quién sabe qué. Jinki no estaba para nada interesado en pasar el resto de la noche viendo cómo otros se emborrachaban o comían a besos. Sin Jonghyun no había diversión, es por eso que se encontraba intentado cruzar por un mar de gente en busca de alguna salida.

Sin embargo, antes de que pudiera encontrarla sintió como alguien con un aroma familiar lo abrazaba por la espalda.

-Aquí estabas Jinki, te estaba buscando – susurró Jonghyun en su oído haciendo que se estremeciera.

-¿Dónde te habías metido? Estaba a punto de irme – le reclamó Jinki irritado dándose la vuelta y alejándolo de un empujón. Demasiada cercanía para su propio bien.

-Fui por unas bebidas y me encontré con Minho – se excusó Jonghyun – Por cierto están divirtiéndose allí arriba ¿quieres ir? – ofreció Jonghyun sonriendo – Sólo hay unas cuantas personas y está menos ruidoso, pensé que te gustaría.

-Está bien – aceptó Jinki dando un suspiro, al menos Jonghyun había sido lo suficientemente considerado como para pensar en su comodidad.

-Vamos – lo animó Jonghyun tomando su mano. Un skinship habitual entre ellos, tan habitual como Jinki sonrojándose cada vez que sucedía. Agradeció mentalmente que sólo las luces de colores alumbraran la sala. Se habían tomado de las manos una infinidad de veces a lo largo de su amistad ¿por qué demonios tenía que ponerse tan nervioso cada vez que lo hacían? ¡Ah, claro! Por qué Jinki estaba estúpidamente enamorado de su mejor amigo y su vida se había convertido en un infierno desde que lo había notado.

Subieron al segundo piso y en una de las habitaciones más grandes estaban reunidos un par de chicos, entre ellos Key y Minho, sus únicos conocidos.

Jonghyun saludó a todo el mundo animadamente haciendo alarde de su personalidad sociable, mientras que Jinki se sentó junto y se limitó a hacer un saludo general. Estaban en medio de un juego y como Jinki y Jonghyun llegaron a interrumpirlos decidieron que sería buena idea que se unieran enseguida.

Siete minutos en el cielo. Qué creativos, pensó Jinki.

Le acercaron un vaso con un montón de papeles que incluía el nombre de todos los presentes. No quería jugar, a quién demonios le gustaría estar encerrado en el armario con un desconocido para hacer ‘cosas’. Puede que a muchos les llamara la atención la experiencia nueva y atrevida y todo eso, pero a él, no. Aun así, sacó el primer papel que vio, rogando mentalmente que le saliera Jonghyun. No quería arruinar el ambiente y si era Jonghyun podría simplemente fingir que hacían ‘cosas’ y luego seguir divirtiéndose.

Aunque claro el nombre de Jonghyun no estaba entre los papeles al haber llegado recién y  Lee Jinki nunca había sido alguien afortunado. Como resultado abrió el papel y vio el nombre de Minho escrito con una letra desordenada.

El mismo chico que le habría ofrecido el vaso le arrebató el papel de las manos antes de que pudiera siquiera lamentar su suerte y leyó el nombre de Minho en voz alta. En seguida escuchó un bufido liberado por Kibum quien fingió indiferencia mientras acomodaba su cabello y luego todos comenzaron a vitorear y no tuvo más opción que levantarse y meterse dentro del armario. Lo bueno era que al menos sabía que era Minho. En el juego común de siete minutos no habría sabido con quien estaría hasta salir del armario.


Con los nervios de punta esperó a que Minho entrara, aún escuchaba los vitoreos provenientes de la habitación. Se escuchaba un montón de ruido para solo ser un grupito de personas y podía distinguir claramente el nombre de Minho. Después de unos segundos de espera todo se quedó en un drástico silencio y la puerta se abrió. No pudo ver el rostro de Minho pero en cosa de segundos estuvo sentado frente a él. Y cuando la puerta volvió a cerrarse de nuevo comenzó el ruido afuera.

-Minho, no tenemos que hacer nada, simplemente podemos decirle a los demás que nos besamos o algo ¿está bien? – pidió Jinki enseguida.

Pero luego de unos segundos rio nervioso al no recibir respuesta.

-¿Me escuchaste, Minho? – preguntó Jinki alarmado, al sentir como Minho se movía frente a él en un intento por acercarse.

-Minho – llamó con un hilo de voz, alarmado al ver que continuaba disminuyendo la distancia entre ellos.

Jinki sentía el calor y la cercanía ajena y de repente contuvo la respiración con pánico. Estaba petrificado y sus nervios estaban por estallar, estaba considerando de empujarlo lejos antes de que se atreviera a hacer algo cuando le fue necesario respirar otra vez y al hacerlo un familiar y agradable aroma inundó sus sentidos.

-¿Jonghyun? – Preguntó confundido – ¿Eres tú?

Escuchó una risilla conocida y enseguida supo que se trataba de él.

-¡Idiota! ¡Me diste el susto de mi vida! ¡Pensé que iba a ser acosado sexualmente por Minho! – reclamó Jinki lloriqueando.

-No seas exagerado hyung, además sabes que a Minho le gusta Kibum. ¿Pero cómo supiste que era yo? – preguntó Jonghyun sin ninguna intención evidente de alejarse.

-Podría reconocer tu aroma en cualquier lugar – murmuró Jinki un poco avergonzado, de repente siendo demasiado consciente de su cercanía. ¿Cuántos centímetros los separaban? ¿Quince, quizás diez? De cualquier manera era lo más cerca que habían estado en toda su vida.

-¿Es porque apesto? – bromeó Jonghyun.

-Sí – afirmó Jinki, sonriendo – Eres el ser más apestoso al que he conocido – afirmo con gracia, intentando bromear y deshacerse de su nerviosismo.

-¿Deberíamos intentarlo? – preguntó Jonghyun de repente.

-¿Eh? ¿Intentar qué? – preguntó Jinki confuso.

-Esto, lo de los siete minutos, aprovecharlos – dijo Jonghyun lanzando palabras al azar como solía hacer cuando estaba nervioso.

-uhhmm, no sé – balbuceó Jinki, sintiendo como los latidos de su corazón se aceleraban ante la sola idea de besar a Jonghyun – ¿Debe…ríamos? – preguntó tragando pesado mientras sentía la mano de Jonghyun vagar por su rostro.

Jonghyun localizó los labios de Jinki con sus dedos y respondió con sus labios, rozó los labios del mayor con descuido y enseguida Jinki se encontró sin aliento. Podía sentir su pulso en las sienes y todo perdía la forma a su alrededor, apenas era consciente del bullicio exterior y sólo podía concentrarse en tener más de los labios que durante tanto tiempo había deseado besar.

Movió sus labios buscando más contacto, queriendo probar más de ese pequeño pedazo de cielo, y Jonghyun lo siguió, saboreando sus labios a su antojo y enredando sus dedos en el cabello de Jinki.

Jonghyun se separó después de unos segundos –demasiado cortos según Jinki–, desatando un montón de dudas en su mente. ¿Acaban de cruzar la línea de la amistad? ¿Qué sería de su relación ahora? ¿Volverían a hacerlo?

-Es aburrido – declaró Jonghyun separándose de él y acabando con todas las dudas de Jinki de golpe. Aun después de tantos años de amistad no se acostumbraba a la honestidad brutal de Jonghyun.

Su corazón sufrió una pequeña grieta y no pudo evitar sentirse triste, había sido demasiado ilusionarse por el juego de una fiesta. Aunque era la primera vez que cruzaban ese tipo de líneas, Jinki no debió haberse ilusionado tan fácilmente. Jonghyun solía jugar con su corazón sin siquiera saberlo cada vez que le daba un trato especial.

-No puedo ver tu rostro aquí, vamos – indicó Jonghyun, mientras tomaba la mano de Jinki y abría las puertas del armario. Jinki salió tambaleándose y cubriéndose los ojos ante la repentina luz que invadía su visión. Aún estaba confundido ¿qué pretendía Jonghyun?

Escuchó las quejas de los demás diciendo que aun no pasaban los siete minutos. Pero Jonghyun no le dio importancia y él tampoco. Estaba lo bastante desorientado como para dejarse arrastrar al baño sin quejas.

Jonghyun cerró la puerta tras él y no tardó en empujar sus hombros para estampar su espalda contra la pared. Jinki lo miró fijamente con el entrecejo fruncido sin entender nada.

-Ahora si – declaró Jonghyun con una sonrisa traviesa y  antes de que Jinki siquiera pueda tener tiempo de procesar el primer beso se encontraba recibiendo otro.

No lo pensó dos veces antes de responder, había esperado tanto tiempo por ello, que cuando Jonghyun lamió su labio inferior pidiendo permiso no tardó en dárselo y pronto sus lenguas se encontraron. Sentía el aroma de Jonghyun inundar todos sus sentidos y habría creído que se trataba de otro de sus sueños de no ser porque Jonghyun mordió su labio con burla haciéndolo reaccionar y quejarse. Cerró los ojos por inercia y Jonghyun chupó su labio con suavidad como disculpa y luego volvió a unir sus lenguas, Jinki esta vez respondió moviéndose al ritmo de Jonghyun y pronto se halló en el cielo. Era mucho mejor de lo que siempre imaginó, sus lenguas se entrelazaban perfectamente y Jinki no pudo evitar que sus brazos se enredaran naturalmente en el cuello de Jonghyun mientras inclinaba su cabeza para un mejor ángulo.

Después de largos segundos del mejor beso de su vida –y el único en el caso de Jinki–ambos se separaron por la falta de oxígeno. Jinki respiraba entrecortadamente mientras abría sus ojos con lentitud. Jonghyun tenía esa sonrisa traviesa que indicaba que aún no estaba satisfecho con su travesura y al encontrar su mirada Jinki vio un brillo atrevido que le hizo preguntarse de nuevo qué demonios planeaba Jonghyun.

Antes de que pudiera siquiera recuperar la compostura Jonghyun se inclinó con rapidez para volver a atacar sus labios, pero Jinki lo detuvo del hombro y tragando pesado se armó de valor para aclarar sus dudas. Si se trataba todo de un juego quería parar antes de que fuera demasiado tarde.

-¿Qué haces? – preguntó sin aliento.

-Divertirme – respondió Jonghyun, haciendo que Jinki frunciera el ceño – Besarte si quieres una respuesta legítima. Atreverme a hacer lo que hace mucho tiempo quería hacer si quieres la verdad – aclaró Jonghyun finalmente con una sonrisa de oreja a oreja. Jinki siguió igual de desconcertado y Jonghyun se rio con burla, amaba secretamente ese lado tierno de Jinki – ¿Quieres ser mi novio? – preguntó mientras acariciaba la mejilla de Jinki con tanta ternura como nunca antes se había atrevido a usar. Jinki se quedó embelesado viéndolo mientras sus mejillas se teñían de un leve color rojo.

-¿Cómo es que primero me besas y luego me lo preguntas? – cuestionó Jinki avergonzado. Mientras estrechaba el cuello de Jonghyun con sus brazos.

-Tenía que asegurarme de que me correspondieras primero. No quería arruinar nuestra amistad en vano. –  se defendió Jonghyun. Y Jinki sonrió con nostalgia, era  lo mismo que había sentido él muchas veces, miedo a arruinar su amistad y perder a Jonghyun para siempre. – Y qué dices, ¿quieres tener a este sexy galán como novio? – pidió con una sonrisa seductora.

-¿Sexy galán? – Jinki levantó una ceja – ¿Minho quiere ser mi novio? – preguntó con burla, recibiendo en seguida los reclamos de Jonghyun.

-¡Oye! – se quejó Jonghyun mordiendo traviesamente su mejilla como castigo.

-Está bien – aceptó Jinki con tono condescendiente,  mientras movía un brazo del cuello de Jonghyun para sobar su mejilla. – Me conformó contigo – bromeó Jinki, impulsando la nuca de Jonghyun con su mano para atraerlo de nuevo a hacia él y poder disfrutar otra vez de sus deliciosos labios mientras cerraba sus ojos.

Jonghyun conectó sus leguas enseguida chupando juguetonamente la lengua de Jinki, mientras el mayor murmuraba con aprobación por la atención entregada y jugueteaba con el cabello de la nuca de Jonghyun.

Y quienes solían decir “siete minutos en el cielo una vida en el infierno”, tenían toda la razón del mundo. Pero luego de haber probado un pedazo de cielo a Jinki no le importaba si el infierno seguía siendo Kim Jonghyun.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).