Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que provocas. por Mare013

[Reviews - 101]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Bienvenidos sean tod@s.

Muchas Gracias por estar leyendo.

Espero y les guste este nuevo capítulo...

Nos leemos al rato :3

 

-¿Qué haces aquí?- pregunté con mi pulso acelerado.

-¿Quién es Alex?- repitió la pregunta una vez más levantándose de la cama y caminando en mi dirección.

Con las manos temblando cerré mis puños y apreté la mandíbula.

-No sé de quién estás hablando, por favor sal de mi cuarto, me siento cansado-

Me aparté de la entrada esperando a que saliera por cuenta sola, eso no sucedió. En un intento desesperado la empujé fuera –Por favor, estoy cansado- instantáneamente después cerré la puerta. No tuvo resistencia alguna y al estar afuera no hubo alguna otra palabra. Me senté en el suelo recargando mi espalda contra la puerta, estaba jadeando y mi corazón latía rápido, me temblaban las manos y tenía una mancha negra nublando mis pensamientos. ¿Qué había sido eso? ¿Cómo supo mi madre sobre Alex? ¿Qué es lo que haré ahora?

Aun jadeando me levanté tambaleante para caer de golpe en mi cama, seguía nervioso y no sabía que pensar. Suspiré tratando de tranquilizarme pero no se iba el dolor en el pecho que sentía. Cerré los ojos pensando en lo que pasó. Mi madre estaba en mi cuarto y me preguntó quién era Alex a lo que reaccione realmente sin pensar echándola fuera de mi habitación poniendo de pretexto que me sentía cansado… pero…

¡¿Cómo supo sobre Alex?!

Era la primera vez que sentía este miedo, este sentimiento de no querer encontrarte con tus padres porque algo malo sabes que va a pasar, este nerviosismo el cual no puedes detener, esta opresión en el pecho porque piensas que hiciste algo malo (aunque realmente no es nuevo) Quieres desaparecer. Eso es lo que quiero. Quiero salir de mi cuarto y ver que no pasó nada y nada pasará. Que todo sigue de la manera en que estaban las cosas sólo hace uso días.

Sin darme cuanta caí dormido, desperté como a medianoche pero lo último que quería era salir de mi habitación; me recosté nuevamente ideando alguna estrategia para algo que desconocía que iba a pasar.

 

Salí de mi casa más temprano de la cuenta, no esperé a nadie y caminé solo. Al llegar al instituto hice lo mismo que el día pasado, me recosté en la banca y traté de asimilar unas cosas. Era en vano, no podía pensar mucho, me empezaba a doler la cabeza.

Cuando empezaron a llegar los demás alumnos salí a buscar a Max. Sabía que de alguna manera él podía ayudarme en algo, no sé cómo ni por qué lo haría pero sentía que podía confiar en él. Ni siquiera me detuve a pensar en Alex, Carlos o Elena. No quería presionarlos con cosas vanas.

Al encontrarlo casi de inmediato llegó a mí. O sintió que lo necesitaba o vio mi cara de angustia. De alguna manera en estos momentos es cuando más te das cuenta cómo son las personas, quienes son las que se dan cuenta qué es lo que tienes y las que quieren ayudarte.

-¿Qué es lo que tienes? Te ves mal- dijo mientras se acercaba. Su tono de voz tenía cierta burla pero no era verdadera burla.

-Mi madre me preguntó quién era Alex- solté rápido.

Hizo cara de sorpresa y después cambió a una pensativa queriendo formular una pregunta, cada vez que abría la boca la cerraba justo después.

-¿Y qué pasó?- se notó cierta empatía.

-Pues la encontré en mi cuarto y cuando me preguntó le dije que no lo sabía y la eche fuera y no salí en toda la tarde y no he visto a mis padres desde entonces- resumí lo más que pude.

-¿Por qué hiciste eso?- subió su tono de voz.

-¿Hacer qué?-

-Echarla de tu cuarto-

-No sabía qué hacer, estaba temblando- me defendí.

-Hubieras dicho que era alguna amiga tuya o algo ¿Sabes que a las mujeres también se les puede decir Alex no?-

Abrí la boca dándome cuenta de ese pequeño detalle, quise golpearme la cara contra algo. Max rio dándome unas palmaditas en el hombro.

-¿Pero no sabes cómo sabe de ese nombre? ¿Nunca lo has mencionado o sí?- se recargó contra una pared, dispuesto a escucharme.

-No, no tengo idea- En verdad no sabía cómo se había enterado de ello. Nunca hable de él o nunca lo mencione, tampoco tengo cosas suyas… que tengan su nombre.

Max pensó un poco más en lo que iba a decir pero solo se me quedo viendo y pasados unos minutos sonrió dando otros golpes a mi hombro.

-Tranquilo, esperemos que no sea nada grave, si no, ya sabes que me tienes a lado- me dedicó una sonrisa tranquilizadora. Se la devolví sin pensarlo y un pequeño latido desobediente se salió de su lugar.

Lo que me había dicho Max volvió a tranquilizarme más de lo que pensaba, además de que una pequeña deuda se estaba creando a su nombre.

 

Volviendo a mi normalidad natural, las clases se pasaron casi volando –y digo casi porque sabemos que no es así, qué más quisiera- Platiqué con Carlos y me excusé de no decirle nada y dejarlo venir sólo al instituto. También hablé con Elena y me noté más preocupado por su silencio en los temas amorosos respecto a ella. Traté, y realmente estoy tratando, de no ser tan brusco respecto al tema pero aun así no logro hacer que me diga lo que le sucede.

También Alex actuaba un poco raro, me pregunto si nuevamente se ha estado sintiendo mal. El otro día se fue sin decir nada, y como es costumbre no me dice nada de ello. De hecho, en las primeras horas desapareció, lo encontré descansado en una camilla de la enfermería pero como estaba dormido no lo quise molestar, al regresar, no mencionó nada y al contrario de un sonrisa su mirada daba un poco de miedo. Incluso me fue difícil platicar con él, contestaba de manera fría.

 

Cuando acabaron las clases y me dispuse a guardar lo innecesario en el locker, el salón casi estaba vacío. Elena se había ido temprano, Carlos se fue con su novia y Alex al parecer estaba esperándome porque todos se fueron y él seguía en su banca, sólo estábamos los dos; lo cual me hacía recordar cierto suceso anterior antes de que fuera correspondido.

Al terminar, y darme la vuelta vi a Alex justo en frente de mí, me miraba entrecerrando los ojos y parecía que hacía una mueca de disgusto. Miré a los alrededores para estar seguro de que ya nadie se encontraba dentro. Mis mejillas se tornaron de un color rojo, era inevitable recordar.

-¿Qu.. qué sucede?- pregunté inseguro.

Dio un pasó acortando nuestra distancia, pude notar su respiración chocar contra mi piel, y al no resistir su mirada que seguía inmutable voltee a ver la puerta, estaba demasiado cerca. Levanté mis brazos los cuales chocaron contra su pecho -¿Qué es lo que haces?- pregunté más nervioso.

-Mírame a los ojos- Al fin dijo con tono serio.

-¿Qué?-

-Mírame a los ojos- repitió pero esta vez tomó mi barbilla y me volteo la cara para obligarme a verlo.

Sus ojos negros me seguían gustando, y el tenerlos tan cerca era como algo hipnótico, sabía que no podría cansarme de ellos. Mi mirada bajó a sus labios, los cuales estaban entre-abiertos, parecía casi que susurraban que los besara. Por otra parte mis manos recorrieron su pecho dando a parar a su cuello, acariciando el nacimiento de su cabello. Entonces comencé a acercarme para besarlo pero él fue el que volteo su rostro. Con la duda y sorpresa me alejé de él nuevamente y miré aquellos ojos que regresaban a ver los míos.

-Has estado muy cercano a Max estos últimos días- susurró sin dejarme de ver.

Abrí la boca para reprochar que era mentira pero estaba en lo correcto, sin embargo, era mínimo el acercamiento que tenía, apenas si me acercaba y si él lo hacía más de la cuenta, yo era el que me alejaba. Tampoco me podía creer que él nos haya visto conversar y que no se haya acercado a decir algo, con lo que había pasado.

-Se veía como si tuvieran algo que decirse- volvió a hablar, colocando ambos brazos a los costados de mi cabeza.

Eso es cierto, pero no de la manera en la que él representa las cosas. Tenía algo que decirle y Max amable escuchó y ayudó a tranquilizarme. Era algo que no quería que Alex se preocupara.

-¿Los sentimientos de aquel entonces regresaron?- nuevamente se acercó demasiado pero su cabeza fue directo a recargarse a mi hombro. Sus manos cayeron y me abrazaron –Sabes que yo te quiero mucho ¿verdad Marco?- apenas si lo pude escuchar decir.

Instintivamente le regresé el abrazo, llevando mis manos a su espalda sosteniéndome de su playera, dejándolas caer con pereza. Acaricié un poco su espalda antes de llevar una de mis manos a su cabello para removerlo.

-Por supuesto que sí, como yo a ti te quiero- mencioné con melodía en mis palabras.

Pareció suspirar y cuando se irguió me dio un beso apenas rozando los labios. Nos miramos un poco más y otro beso se hizo presente. Abrí los ojos percatándome de dónde estábamos, como pude miré a la puerta pero apenas si le eche un vistazo Alex agarró mi barbilla y poniendo presión profundizo el beso.

Traté de sepáralo cuando escuché pasos; con los ojos le hice señas pero me ignoró, en cambio, los tapó con una de sus manos y con la otro empujó mi cadera a la suya. Profundizo un poco más el beso y su cuerpo se pegó al mío.

Los pasos los escuchaba cada vez más cerca y casi siento mi corazón detenerse cuando los escuché detenerse en la puerta. Intenté apartar su mano de mis ojos pero ponía resistencia.

-Marco…- llamaron mi nombre –vámonos-

Suspiré cuando por fin dejó de besarme y pude retirar su mano. Forzando la mirada para ver quien se encontraba en la puerta, apenas note la silueta de Max. Éste estaba recargado en el marco de la puerta y miraba sin expresión alguna en dirección a Alex.

-Vámonos- repitió haciéndome señas de que me acercara y por alguna razón lo iba a hacer, si no fuera porque un brazo me detuvo –Tranquilo, sólo nos vamos a nuestra casa- sonrió acercándose a nosotros -¿Acaso no confías en Marco?- sonrió burlón. A lo que sentí como apretaban mi mano con fuerza. Voltee a ver la cara de Alex y éste lanzaba cuchillos con la mirada a quien tenía en frente. Momentos después me soltó.

-Entonces nos vemos- me dirigí a Alex, quien en respuesta me dio un beso.

-Hasta mañana- respondió sonriendo victorioso.

Ya lejos del salón, escuché una risa, el dueño de ella era Max quien parecía realmente divertido. Lo miré curioso pero no dijo nada hasta que después de secarse las lágrimas, comentó –No me esperaba que fuera tan celoso como para hacer esa clase de cosas- y continúo riendo.

No lo comprendí instantáneamente pero al darme cuenta fue difícil ocultar mi rubor y una pequeña sonrisa traviesa. Alex estaba celoso.

-Seguramente ahorita le debe de doler el estómago de tanto que lo ha de estar apretando- comentó para reírse nuevamente.

 

 

Cuando llegué a casa, antes de meterme, escuché unas palabras de ánimo y vi un guiño provenientes del vecino de a lado. Sonreí antes de inhalar y entrar a casa. Todo parecía normal, mis padres no estaban en la sala o en la cocina. Subí las escaleras y no escuché absolutamente nada. Solté el aire que tenía guardado y entrando a mi habitación me dejé caer en la cama. Quién sabe dónde hayan ido mis padres pero me alegro mucho de que no estén aquí.

Sin embargo, mi alivio no duró lo suficiente. Mis padres regresaron ya casi anocheciendo y llamaron para que bajara a comer. Lo cual hizo que recordara que el día de ayer no comí nada, tampoco llamaron para que bajara.

Sabía que tenía que agarrar valor de donde pudiera y bajar; tenía razón Max, pude haber mentido con eso del nombre, además si sigo actuando de ésta manera la sospecha posiblemente se incrementara.

Cuando bajé, mi madre fue la única que me saludó. Preparando la mesa, pude notar la tensión, pero seguí repitiéndome que todo era mental, simple paranoia que tenía. Solamente era eso. Nada más. Pero entonces por qué sentía que las cosas no iban bien.

Todo era un silencio incómodo, únicamente se escuchaban los cubiertos chocar. Si ellos no iban a hablar, yo no iba a ser el primero en hacerlo. Y Para ser sinceros no sé cuánto tiempo pasó antes de que mi padre hablara.

-¿Quién es Alex, Marco?- la voz se le escuchaba más seria y gruesa de lo normal. Su mirada me atravesaba todo el cuerpo. Fue difícil pasarme el bocado que tenía en la boca. Miré rápidamente en dirección a mi madre la cual parecía nerviosa. Mis manos empezaron a sudar nuevamente y creía que si hablaba, temblaría mi voz. Pero esta vez iba a ser diferente, podría decir que es una amiga, y aunque fuera un amigo a ellos no les tendía porque afectar puesto que no saben más allá de eso.

-U.. una amiga… de la …- comencé diciendo antes de ser interrumpido.

-¡No mientas!- gritó mi padre, azotando sus manos a la mesa.

Tanto mi madre y yo nos sobresaltamos. Ella trató de relajarlo tocando su brazo pero inmediatamente fue alejada a la fuerza.

-¡Dime quién es!- gritó nuevamente.

-¿Por.. qué.. l..la pregun..ta?- pregunté con un nudo en la garganta. Mi corazón latía descontrolado, y de igual manera, el miedo volvía a apoderarse de mí.

-¡Marco! No me hagas repetir la pregunta- parecía enojado pero en sus ojos se veía otra cosa. Me pregunto cómo es posible que cambies tanto de actitud en unos momentos.

-Ya.. te di..je una amiga.. de la escue..la- mi voz empezaba a fallar, era más notorio el nerviosismo que creía me iba a comer vivo.

-¡Te dije que no mintieras!- repitió antes de buscar en su bolsillo y sacar una hoja de su pantalón. Ésta estaba arrugada y manchada. Inmediatamente después de sacarla me la aventó, como si no pudiera soportar tenerla en su mano, como si le quemara el tocarla -¿Qué es esto entonces?-

Con ambas manos temblando agarré la hoja y la desdoblé con miedo. Cuando la abrí pude notar que en ella había unas cuantas palabras “Querido Alex… te escribo esto con la intención de poner en palabras lo que siento por ti. Sé que es poco el tiempo que nos conocemos pero más tiempo aquel es el que llevo enamorado de ti. Eres una gran persona, además de inteligente, eres simpático y no cabe mencionar que eres bastante guapo…” Aplasté la hoja terminando de leer, ¿Cómo era posible que ellos tuvieran esto? Esta hoja había sido tirada a la basura, junto con otras porque no había salido como yo quería o porque era demasiado cursi. Eran las hojas de San Valentín que había tirado a la basura. ¡A la basura!

-Esto… no.. es mí..o- negué con la cabeza varias veces.

-Fue encontrado en tu habitación, no salgas con esas estupideces de que no es tuyo- llevó una de sus manos a su frente que talló con fuerza, después bajó a sus ojos y al final se sobó el puente de su nariz -¿Por qué? ¿Por qué saliste maricón? ¿Por qué no fuiste un verdadero hombre? ¿Qué es lo que hicimos para merecernos esto?- sus palabras salían con tanta decepción y con tanto dolor. Éstas me dolían como un demonio, dolía en mi pecho, pero también me daban asco, tanto asco que quería vomitar.

-¡Yo soy un hombre!- grité levantándome de golpe.

-¡No es cierto! ¡Eres un marica!- gritó aún más fuerte.

-Porque me guste un hombre no quiere decir que yo no sea…-

-¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! Un marica no va a ser mi hijo- sentenció levantándose y acercándose.

 Quería correr, tenía miedo, tenía ganas de llorar, quería gritar, quería vomitar. Tenía tan revuelto el estómago que no dudaba que fuera a pasar. También mi pecho dolía, dolía como nunca antes.

-¡Ah! ¿Entonces si soy tu hijo? No sabía que a los hijos se les abandona- me desahogué sin pensarlo –No sabía que se les deja solo…- ya no pude decir más, recibí un golpe el cual hizo que cayera al piso. En el suelo vi a mi padre con su puño cerrado fuertemente y mi madre tratando de apartarlo, diciéndole que parara de una vez. Llevé una mano a mi pómulo golpeado, sentía caliente y dolía al tocarlo.

-¡No me hables de esa manera!- y se quedó ahí parado, viéndome en el suelo, viéndome con superioridad, desprecio y… tristeza.

Me levanté del suelo y devolviéndole la mirada, me alejé de ahí. Agarré las llaves y salí de la casa. Escuché a lo lejos a mi madre gritar mi nombre. No me importó en lo absoluto, seguí corriendo sin rumbo fijo, hasta que mis pies se cansaran, hasta que dejara de llorar.

 

Notas finales:

T.T T.T T.T

Lo sé, lo sé... pero estoy con Marco, él no está solo. Tranquilo Tranquilo Marco.

De alguna manera, aunque el capítulo sea así, me ha gustado bastante cómo quedo, en especial lo último... siento que si se da a entender... y si no es así, no duden en decírmelo.

Muchas gracias por seguir leyendo, no olviden dejarme sus reviews para que pueda conocer su opinión acerca de la historia.

Culaquier sugerencia/ critica/ punto de vista es bienvenida.

Hasta luego :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).