-Yo no te quiero- repetía cada vez que tomaba aire –No te quiero- volvía a morder mi cuello para después dejar un beso.
Me quede quieto ante el desconcierto que me presentaba Alex, siempre me… sorprendía, si es que este término se puede usar para estas situaciones. Sé que llevamos menos de una semana compartiendo estas “sensaciones” pero aun así no me puedo adecuar a su forma de haberme “aceptado”. De hecho si pienso en ello, es bastante confuso, ¿cómo alguien puede hacer este tipo de cosas con alguien que, prácticamente, acaba de enterarse de que existe? Además de que esta persona sea de tu mismo sexo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por un sorpresivo pellizco en mis pezones, fije mi vista en Alex quien no paraba de mostrar esa sonrisa burlona, “por lo menos ya no dice que no me quiere”. Entonces de nuevo sentí un leve pellizco en mis dos pezones, después un movimiento circular con la yema de sus pulgares.
Trate de sentarme pero no me lo permitió, me volvió a recostar, empujándome con una mano mientras que la otra seguía con su movimiento circular en uno de mis pezones, lo jalaba y después lo presionaba, provocando que de nuevo empezaran a salir pequeños gemidos de mi boca. Sentí como Alex quitaba su mano que no permitía que me levantara y la llevaba a mi entre-pierna para empezar a acariciarla. Mis jadeos fueron incrementándose.
Empecé a moverme entre él y su cama involuntariamente, tratando de que el roce de sus manos fueran más profundas. No me di cuenta de esto hasta no ser presionado contra el cuerpo de Alex.
-Tranquilo- se reía mientras me quitaba la playera con mucha lentitud, burlándose porque esa lentitud la hacía a propósito para desesperarme. Cuando al fin me la quito empezó a recorrerme con besos, mi cuello, mis hombros, mi pecho y mis pezones, los cuales empezó a lamer tranquilamente para después pasar a morderlos pero sin provocar doler. Haciendo que mis jadeos no pararan. Eso era lo que él quería.
Sus besos se fueron prolongando hasta mi abdomen donde se detuvo y volteo a verme, esperando a ver la reacción en mi rostro. Después de ver mi cara sonrojada y jadeante continúo con sus manos a desabrochar mi pantalón para poder quitármelo y dejarme en boxers.
Mi aire se fue un instante, ver a Alex quitándome los pantalones dejándome casi desnudo a excepción de mis boxers, me dejo más inquieto de lo normal. Debo admitir que si tenía fantasías con él pero que ahora este sucediendo, es algo digno de disfrutar.
Hice un esfuerzo en sentarme en su cama para poder agarrar entre mis manos su hermosa cara que ya no parecía cansada, más bien ya estaba bastante despierto, para así poder besarlo un poco más, saboreando su boca, tratando de recordar esa cavidad por el resto de mis días.
Lo bese dejándonos sin aire pero eso no parecía importante, seguíamos comiéndonos a besos, entonces decidí quitarle la ropa a él también para que estuviéramos a la par. Lleve mis manos a su playera y la empecé a levantar para quitársela, él no me lo impidió. Después de quitársela y quedarme observando su hermoso pecho, lleve mis manos a que recorrieran todo de él, pasando por sus brazos, después recorriéndolo por sus costados para llegar a un abdomen duro. Me detuve para analizar la probabilidad de que Alex me permitiera tocar su parte intima, me arriesgue y baje mi mano a su pants que llevaba de pijama, coloque mi mano en su miembro y lo deje ahí empezando a frotar, mientras subía la mirada a los ojos de Alex, los cuales me miraban fijamente pero no mostraba ninguna expresión, solo un leve sonrojo y la boca entre-abierta dejando sacar unos leves jadeos. Presione más su miembro, haciendo que Alex gimiera un poco. Ahora era yo el que llevaba una sonrisa burlona. Moví mi mano en su miembro unas cuantas veces más para después empezar a deslizar mi mano debajo de su pants y próximamente debajo de su bóxer. Sentí como agarraba entre mi mano algo duro para después hacer movimientos de arriba abajo, masturbándolo lentamente. Era la primera vez que sentía el miembro de un hombre con tanto deseo de poderle masturbar.
Mientras que mi mano estaba ocupada con el miembro de Alex, la otra lo jalaba para que así de nuevo nos fundiéramos en un beso.
No fue mucho después que sentí una mano en mi miembro, el cual también empezaba con su vaivén, ambos nos separamos para mirarnos y sonreír. Entonces el placer por parte de ambos se desato. Los dos recargamos nuestra cabeza en el hombro del otro, escuchando los jadeos del otro en nuestro oído, lo cual lo hacía más excitante.
Mi mano empezaba a subir de velocidad sin dejar la mano de Alex atrás, los dos nos queríamos dar placer mutuo. Cada vez que uno hacia un movimiento diferente, el otro hacia lo mismo para hacer notar lo que uno sentía.
El calor iba creciendo cada segundo, a pesar de que estuviera semidesnudo sentía un calor sofocante. Mis jadeos en el hombro de Alex no ayudaban. Entonces subí mi rostro y me acerque a su cuello para darle los mismos mordiscos y los mismos besos que él ya me había dado. Alex quiso hacer lo mismo pero antes de que hiciera cualquier movimiento apreté su miembro provocando que este gimiera. Quedándose inmóvil. Mi velocidad en ese pequeño lapso de tiempo aumento, al igual que mis mordiscos en su cuello. Alex quedo indefenso ante mis movimientos, llevándolo al clímax, dejando escapar su esencia en mi mano.
Sintiendo como un líquido blanco se escapaba por entre mis dedos, “su liquido blanco”, pensar en eso provoco que yo también terminará en su mano. Haciendo que los dos nos estremeciéramos, dejándome caer en la cama con el cuerpo de Alex encima de mí.
Nos quedamos recostados, esperando a que nuestra respiración volviera a la normalidad. Mientras posaba mi mano por su espalda, acariciándola, moldeando sus músculos.
Cuando nuestras respiraciones parecieron calmarse, Alex se recostó a lado mío. Para después levantase y plantarme un beso delicado en mis labios.
Me sentí feliz, al estar así con la persona que me gusta, es uno de los placeres de la vida, hasta casi parece que tenemos música de fondo, y mejor aún, una canción que me gusta mucho.
Sentí una mirada viéndome fijamente, abrí los ojos y era la mirada de Alex la cual volvía a tener esa mirada seria de al principio. Entonces me di cuenta que la música de fondo era la canción de una llamada entrante en mi celular. Me hice el que no escuchaba nada y lo volví a besar, Alex pareció entenderme, así que me permitió el beso siguiendo el juego, pero entonces la musiquita sonó de nuevo, provocando la misma mirada seria de Alex.
-Contesta- me dijo Alex al separase de mí, dejándome para contestar mi teléfono.
De mala gana me levante a contestar mi teléfono, lo busque en mi pantalón tirado a lado de su cama, lo saque de uno de mis bolsillo y leí “Carlos” en la pantalla.
Escuche un sonido de alguien molesto proveniente de la cama y vi a Alex dándome la espalda, al parecer leí el nombre en voz alta.
Mierda.