Estoy en... un mundo ficticio.
“Tenía una cita”, eso es lo primero que llegó a mi mente y lo que respondí. Ahora, no sé qué decirle al hombre parado frente a mí. Nick Fury no es muy alentador, ni delicado con la información que me está proporcionando, pero lo sigo hacia el edificio de donde salí, entramos a una habitación que cuenta con una mesa y dos sillas, tan lúgubre que siento frío sólo con mirarla ¿o es que el frío ya es parte de mi?
70 años “dormido” en el hielo, apenas lo puedo creer ¡Y eso sólo porque me siento vivo! Había leído alguna historia de ciencia ficción, pero sé que ni en la mejor novela de mi tiempo habría un argumento así de increíble (me siento tan viejo pensando así).
70 años en el hielo... ¡Y aun recuerdo mi último pensamiento! “Me siento tan solo, siempre estuve solo”, lo gracioso es que no he dejado de pensar de esa manera.
70 años en el hielo y… aun con todo este suceso ¡no se justifica el intento de engaño que me pensaban hacer! No creo en las mentiras blancas, ni las que se dicen con buenas intenciones. Una mentira siempre será una mentira y sí se oculta la verdad, es otra forma de mentir. El encuentro que he tenido con S.H.I.E.L.D a causado una pésima primera impresión para el tiempo en el que desperté; La primera verdad en la que pienso, es que si el futuro está lleno de mentiras no creo acostumbrarme a vivir así, el fin no justifica los medios...
¡Jesús! creo que estoy más paranoico de lo que debería.
Quiero saber: ¿cómo es el mundo después de 70 años?, ¿qué habrá pasado con mi pelotón?, ¿alguno seguirá vivo? ¡¿la agente Carter seguirá viva?! ¿Me recordara? Formulo tantas preguntas a la vez que me es difícil concentrarme en lo que me dicen.
- Capitán, no debe preocuparse, haremos que su estancia sea lo más placentera. Entiendo que adaptarse a nuestra época pueda resultarle un tanto difícil, pero le puedo garantizar que está en buenas manos – Fury fácilmente asegura algo que no está en sus manos, en las de nadie realmente.
- Gracias, quisiera respuestas, pero no ahora... si fuera posible descansar un momento – pido más perturbado de lo que quisiera demostrar – pero, no en el lugar que desperté. –lo miro fijamente y espero momentos que me parecen horas. Él no cambia su semblante serio e impenetrable, en otro tiempo me pudo haber intimidado, ahora solo espero por su respuesta, realmente quiero descansar.
- De acuerdo, le pediré a la agente Hill que lo guie a una habitación. Afortunadamente las instalaciones de S.H.I.E.L.D. donde nos encontramos, cuentan con dormitorios. – antes de salir de la habitación, me da una mirada inquisidora a la cual no paso desapercibida pero tengo tantas cosas en que pensar.
- Capitán, es un honor – me saluda inmediatamente una joven con firme actitud.
– Un placer conocerla agente Hill - contesto lo más amable que puedo pero sé que no lo logré, la mirada que le doy le indica mis deseos. Rápidamente se da vuelta y la sigo a lo largo de amplios pasillos a los que no les pongo atención, sólo deseo llegar pronto, no se a donde pero quiero descansar. Me rio de mala gana ante mi comentario.
70 años en el hielo, "durmiendo"...y quiero descansar. La agente me mira por encima de su hombro pero sigue caminando sin comentar nada.
Nos dirigimos al último piso que marca el elevador, la mujer abre una puerta oprimiendo sus dedos rápidamente sobre lo que parece ser un tablero transparente, es tan extraño para mí. La sola habitación a la que entramos es tan amplia como lo fue todo mi hogar antes de la guerra, no puedo evitar que recuerdos de mi niñez asalten mi cabeza. En el tiempo de la gran depresión mi madre y yo teníamos tan poco.
- Espero que este cómodo, cuando desee puede llamarme y vendré, puede pedir lo que sea a la hora que quiera – Se voltea pero inmediatamente le respondo.
- ¿Y como la llamare? - me señala un tablero que cuenta con varios colores y presiona el de mayor tamaño.
- Al oprimir esta figura, me avisa que quiere hablar conmigo, vendré lo más pronto posible.
Antes de salir, me da una última mirada y yo no me muevo. Finalmente se cierra la puerta y caigo en el sillón más cercano, ahora tengo tiempo de examinarme, tanto mental como físicamente; y hago un recuento rápido de recuerdos, desde mi lucha con cráneo rojo hasta la despedida por radio con la agente Carter, recuerdo sus palabras y lamento tanto no haber podido despedirme apropiadamente. Quisiera ver a los chicos, además siento como se cierra mi garganta al recordar a Bucky y la mirada que me dio al caer al vacío llena de angustia y miedo ¡Nunca lo olvidaré! Después de eso no recuerdo sentir algo más que impotencia y decepción conmigo mismo.
Antes, en el campamento, la preocupación más grade que tenia era luchar por encontrar la identidad del “Capitán América”, pues estando en una época de intensos cambios políticos y sociales, sabía que representaba todo un símbolo para el país y los aliados. La nación a la que ame y jure defender pedía cosas simples, luchar por la injusticia, rescatar al oprimido y combatir a favor de la libertad y la democracia. Hoy la nación a en la que desperté, no es lo que era ¡¡¡y no la conozco totalmente!!! pero al ver esa nueva avenida de Nueva York supe que ya no estaba en casa ¡ahora no se si pueda amar…! ¡¡ahora no se si sea capaz de proteger!!
...
Es extraño pensar que hubo ocasiones en las batallas que libre, donde quería sobrevivir solo por volver a ver el lugar que me vio crecer, el cielo que me cubrió días y noches solitarias. Pero hoy, estoy seguro que daría lo que fuera por volver ahí, mi desesperación ahora no se compara con la guerra, estoy seguro de que esta es la batalla más difícil que tendré en mi vida.
Veo mis manos y a veces olvido el cuerpo que tengo, me confundo cuando siento estas manos grandes y fuertes, son tan diferente a mis manos frágiles y débiles... suelo extrañarlas más cuando rompo algunos objetos sin querer. Sigo la mirada a mis brazos y piernas ¡no puedo creer que este completo! que pueda estirarme después de tanto tiempo en el hielo ¡¿Qué es lo que soy?! ¿sigo siendo un hombre...? no creo que el doctor Erskine hubiera imaginado que pudiera pasar algo como esto ¿Qué pensaría si le dijeran lo que el suero es capaz?
Respiro produndamente. Ahora tengo que pensar con claridad. La gran pregunta a todo esto es…
¿Qué haré?
El Capitán América fue creado para ser un soldado, yo lo he convertido en algo mucho más grande que eso… para servir a mi país siempre supe que debería sacrificar mi libertad personal, sé que superare esto ¡Es lo único en la vida que tengo...! solo necesito tiempo...
Rápidamente levanto la mirada, me doy cuenta de lo tarde que es, la luz del sol se ha ido y parece ser de madrugada, no me he movido del sillón en el que me senté, todo lo que ha pasado hoy me ha dejado agotado ¡mas agotado de lo que estaba! Me levanto y comienzo a mirar la habitación en la estoy, esta oscura y no deseo más luz que la que entra por la ventana, veo más allá de la sala en la que me encuentro y alcanzo a ver un baño blanco, sigo la mirada y veo un balcón al que se puede acceder por las puestas corredizas de vidrio, finalmente enfoco la mirada a la cama que se asoma sobre la entrada de la alcoba, me dirijo hacia ella y planeo dormir para recuperarme.
Al entrar, sigo sin prender la luz (además no sé cómo se hace, tal vez eso también haya cambiado a como era en mi época), me dirijo a la cama y me recuesto sobre las cobijas que tiene, la siento cómoda pero no puedo cerrar los ojos, aun que estoy entre la oscuridad, no me agrada la idea de dormir, quien lo diría ¡el Capitán América! el primero que golpeo a Hitler no quiere cerrar los ojos ¡teme a despertar en otro lugar y época diferente!
No me había dado cuenta del desgaste mental, y este hace que poco a poco cierre mis ojos, no sé cómo pero estoy en el campamento, veo a Peggy, a Bucky, al cononel… ¡todos estan aquí!
…
¡Frío! siento mucho frío ¡y peor aún! me siento más solo de lo que nunca había sentido ¡¡quiero gritar!! pregunto ¿dónde estoy? ¿qué hago aquí? pero no puedo oír mis gritos, mi cuerpo está sumamente pesado ¡¡¡no puedo moverme!!! grito mas fuerte pero no hay alguna diferencia y…
Despierto bañado de sudor, respiro hondo y no alcanzo a inhalar tanto oxigeno como quisiera, volteo a hacia mis costados y no reconozco el lugar estoy a punto de pararme y correr, pero recuerdo que no era un sueño...
70 años en el hielo y no morí...
70 años en el hielo y no sé qué hacer.
…
Hoy es 20 de noviembre y son las 7:30 de la mañana, dormí aproximadamente 1 hora, la hora más larga que he sentido, María Hill se ha presentado formalmente y descubro que no era una mujer fría ¡yo soy el que no percibí la compasión que me daba en su mirada! le agradezco sus atenciones y me regresa una sonrisa.
A lo largo de la semana me ha hecho un recorrido rápido de cosas que todo hombre del siglo XXI debe saber para sobrevivir: Primero la historia (ganamos, Hill dice que mi "muerte" les dio el impulso que necesitaban y no sé si alegrarme o desear que así fuera). En fin iniciamos con la primera guerra mundial, vista desde los ojos de los cronistas que la vivieron, es como un telegrama de un viejo familiar... siento algo tan cercano al leer como se redactaron los horrores que dejo, que no puedo evitar sentirme acogido. La gran depresión es otro suceso que al que no puedo evitar relacionar con mi madre, y con las duras condiciones en las que crecí, la muerte de ella me dejo en claro algo, debía luchar por sobrevivir y no solo en hambre se muere ¡¡el espíritu es más frágil que el cuerpo, y sin sueños el hombre morirá!!
La segunda guerra mundial, se me relata como un cuento lejano, pues a pesar de “ganar”, la guerra fría y protestas políticas que sucedieron posteriormente dicen que eso no fue suficiente.
Finalmente, lo más difícil de asimilar es la época contemporánea, pues está llena de cambios sociales que no logro concebir ¡y no es que me desagraden! Pero nunca creí que fueran posibles, como: el movimiento feminista, siempre creí que las mujeres tenían su lugar, que debían ser protegidas y defendidas ante todo... pero, jamás pensé que pudiéramos ser iguales y entiendo el avance que esto significa para vivir en equidad ¡esto me hace pensar que tan atrás esta la visión de los años en los que crecí! Y las protestas estudiantiles son harina de otro costal, la juventud que se enfrento en su momento al régimen autoritarista me impresiona, estos levantamientos sólo fueron una muestra de una sociedad más compleja y diversa a la que ya no era posible “imponer” soluciones fáciles; y siguiendo con la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos que creo es otra muestra de lucha contra la injusticia. Es difícil asimilar los cambios importantes que se produjeron en la sociedad estadounidense y espero que no me cueste entender los que ahora enfrenta.
No sé si la forma en la que me prefiero dirigirme (evitando la violencia y buscando siempre soluciones de consenso) sea la atinada ¡por lo que puedo ver la sociedad está en un periodo de moral disfrazada! llena de glamor que cubre valores superficiales, donde lo que eres es igual a lo que tienes...
Es tan confuso. Afortunadamente María Hill me tiene mucha paciencia.
El segundo tema que me atrae es el cine, el entretenimiento y música... ¡todo ha evolucionado tanto! no puedo evitar pensar que es parte un mundo ficticio. Hoy el ruido puede ser música, el entretenimiento puede ser la violación de la privacidad del otro, y el cine muestra historias que nunca creí posibles (la mía sería una buena). Lo que más me agrada es que las proyecciones sean mucho más frecuentes, pero las películas como dice Hill ya son tan diversas, hechas de tantos tipos ¡que me tardare una vida para ponerme al corriente! Deseo empezar a ver los cambios que me relata María ¿será tan real como dice?
El arte es otro gran reto, en mi juventud tuve que esforzarme por tener una educación mediana en este tema, de hecho sin la guerra estoy seguro que hubiera optado por una carrera en el dibujo, antes de enlistarme mi gran pasión era el contemplar y plasmar en sencillas hojas y carbón que podía adquirir, paisajes y personajes únicos. Sé que no era extraordinario, pero mis trazos sobresalían, algo de lo que siempre estuve orgulloso fue de poner en cada dibujo un poco de mi alma. Por ello el arte es uno de los temas que primero abarcare, ya que junto con la literatura y la filosofía son un reflejo de lo que hoy es el hombre. Los libros que me sugiere Hill me ayudaran a entender un poco del mundo en el que me puedo incorporar.
El único tema en el que me veo en aprietos es la ciencia y tecnología, podre ver los procesos por los que han atravesado, pero no creo poder dominar o manejarlas siquiera.
.-.-.
27 de noviembre y a dos semanas de despertar, pregunto por primera vez por la gente que conocía ¡no es que lo haya evitado! pero tenía que estar preparado para la respuesta. La mayoría ha muerto y los que no... se encuentran lejos, con una vida realizada, esperando una paz por demás ganada... a la que no soy capaz de interrumpir. Hay cosas que no puedo sacar de mi mente, primero el número de Peggy, solo tengo que llamar y podre saber de ella (ya se utilizar un teléfono), pero no creo sensato hacerlo ¡no quiero que su estado de salud se complique mas! pero… ¡no! no veo por qué hacerlo ¡¡¡ella ya hiso una vida en la que no estoy más que como un buen recuerdo!! No creo justo cambiar eso... no para la mujer que significa tanto para mí.
Otra cosa que me perturba es saber el tiempo que Howard uso para buscarme ¡es seguro que su familia me conozca a través de sus recuerdos! y al ver las imágenes de ellos no puedo evitar que un calor que hace mucho no sentía se instale en mi pecho; María su esposa se ve tan paciente como debe ser la compañera de un hombre como Howard, y él se ve tan cansado. Como me hubiera gustado estar ahí para acompañarlo.
Por otro lado su hijo es toda una sorpresa, Anthony Edward Stark tiene los ojos de su padre ¡no solo eso! su actitud muestra más confianza y curiosidad; cuando lo vi despertó en mi un sentimiento de protección, pues a pesar de poder apreciar la independencia y fortaleza, que seguro tiene... lo sé. No puedo evitar imaginarme verlo creer, reír, llorar y ser parte de él.
El concepto de familia que tengo es más amplio que el que Howard tuvo la oportunidad de formar, pero cuando veo a su hijo ¡siento que puedo tener algo así…! ahora veo que llevo muchas horas sin dormir y esto parece comenzar a afectarme.
En estas dos semanas no he dormido más que 2 o 3 horas al día ¡y es que no necesito mas! entre las pesadillas que me asaltan y la angustia por no saber que soy, creo que es lo mejor, en esta ocasión me digo ¡Bendito suero! Entre los libros que se acumulan, la música que reúno y las películas que me faltan por ver, no he tenido necesidad de salir de “mi departamento”. S.H.I.E.L.D ha sido una organización generosa conmigo, además de las asesorías que recibo de sus agentes, me ha brindado todo lo que cualquier ciudadano americano “debe tener”... y esto es algo que todavía no termino de entender.
“Debo descansar un momento”, al instante de pensarlo lo descarto.
Me dirijo a la pantalla, no he olvidado cómo funciona el control remoto (no entiendo porque le dieron ese nombre) y paso los canales de uno en uno. Las noticias son algo que ya no intento entender, están llenas de información previa que prefiero asimilar con calma, además algunas son tan sensacionalistas que son un desperdicio de tiempo (otra característica del mundo en el que desperté). Los llamados reality show no son algo que me interese, y finalmente las historias como series y películas son algo que todavía me sorprenden.
Encuentro que empieza una película llamada “El club de la pelea”, tiene una clasificación que anuncia que no todo el público puede verla (aprendí de una manera incomoda esto de las clasificaciones, y sobretodo que el contenido de los canales varia, Play Boy no es precisamente un canal familiar). Decido verla y darle una oportunidad.
Siento que poco apoco puedo vencer estos grandes retos la televisión, el internet y la cultura popular, pronto podre entenderlos…
...
Es interesante planteamiento que hace la cinta, pero… no puedo contestar donde esta mi mente…
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Ahora sí, son las 4:30 am y es hora de dormir.
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Despierto como siempre ¡empapado de sudor y aferrándome a recuerdos que ya no están! a gente que se ha ido ¡a posibilidades que no sucederán…! Me levanto, me cambio de ropa y salgo a correr alrededor de central park. 2 horas después me ducho y como lo que me han traído. Es otro día, donde lo que voy descubriendo no me sirve para entender el lugar en donde me encuentro, hace tres días comencé a trazar un recorrido por el país, no sé cuando lo pueda llevar a cabo, pero es algo que necesito.
Salgo a caminar por las calles cercanas al edificio donde habito y al cruzar por la esquina me encuentro algo que no esperaba, en el puesto de periódicos hay ejemplares de una revista. Vanity Fair. Lo que me llama la atención es la entrevista especial a Tony Stark, tomo una y no puedo evitar recordar al niño de 6 años con traje elegante que vi en la fotografía de ayer; es tan diferente al hombre elegante que está en la portada, tiene un aire de orgullo y altivez que antes no tenía. Hay arrogancia en su mirada y eso me perturba… debe ser una fachada me digo de inmediato, como toda primera impresión. Algo que he aprendido en este mundo es como las personas se ocultan tras un muro, tal vez él también lo haga, eso no me gusta pero quiero saber por qué. Tal vez, sí lo conociera pudiera ayudarme a entender este tiempo ¡si! me gustaría su ayuda. Es el hijo de un buen amigo, no veo por qué no podría llegar a ser el mio, con el tiempo ¡Esta decidido! Lo buscaré y haré que sea mi amigo.
Levanto la mirada y veo el cielo despejado, es una buena señal, con la ayuda de Anthony confió en que explorar el mundo de hoy no será tan complicado como lo ha sido.
¡Y después de entenderlo, después…! después veré lo que hago. Pero de repente me doy cuenta… no he soñado desde que desperté del Hielo.