Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Soy una mala persona por haberme enamorado de ti? por koru-chan

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

P r ó l o g o


.


¿Soy una mala persona por haberme enamorado de ti?


.


Yo siempre estaba. Era el todo y la nada; perpetuamente sólo estaba. Me limito a decir que soy un ser de luz. Ustedes me llamarían, ¿ángel? Y no están tan equivocados, pero prefiero que me llamen Uruha.


.


Constantemente examinaba con suma curiosidad a aquel pequeño que hace años atrás había salvado. Podía ver como él, con frustración, solamente podía observar a aquel individuo desde lejos; reprimiendo, en el acto, aquellos sentimientos que no amainaban a pesar de los meses. Y, ¿yo? Nada podía hacer más que estar ahí y analizar lo que ocurría.


.


Jamás entendió el porqué. Él nunca había sentido aquella extraña emoción, aquel sentimiento que te hace ver todo maravilloso; caer en un  éxtasis de locura, en una dulce demencia, la cual te deja vulnerable ante cualquier acontecimiento y que de un día para otro podría hacer volver, aquel naciente amor, en odio. Odio que jamás era como tal, sino un sentimiento utilizado para ocultar el dolor provocado por aquella decepción por aquella persona especial. A él, aquel sentimiento, le llegó sin previo aviso, sólo sintió como un día su corazón se desbocó cuando aquel chico le sonrió y lo miró de aquella manera tan penetrante; tan suya. Provocando que por primera vez, sus mejillas blancas y lechosas explotaran en un sonrojo incontrolable y que sus oídos no lo dejaran oír con tranquilidad producto de un desbocado músculo que, con desesperación, bombeaba sangre. Era cosa de segundos para que este se escaparse de su pecho junto con su respiración descontrolada y dificultosa. En todo el día no pudo borrar aquella sonrisa boba reflejada en su deslumbrante rostro aniñado imaginándose una vida junto a aquel rubio que le había incitado tanto con sólo una mirada.


¿Qué  hubiera pasado con él si sus labios hubieran sido presa de aquella boca de terciopelo rosa? Seguro se intoxicaría de aquella droga anhelándola una y otra vez. Él sólo deseó, en aquel momento, que aquel día transcurriera veloz para poder volver a verlo y que su cuerpo volviera a reaccionar de aquella forma que lo hacía sentir tan revitalizado.


Tal vez fue por la delicadeza que lo trataba; la palabra amabilidad quedaba diminuta al lado de su innata forma de ser. Quizás, incluso, porque le hablaba como uno más. O, más frívolamente, por su bien formada anatomía; sus hermosos ojos, su bella voz masculina y su risa. Su contagiosa carcajada lo podía sacar de sus días de depresión más oscuros haciéndolo presa de su siempre buen humor provocando que se deleitase con cada mueca de su rostro cuando éste se reía gustoso.


Era su cura de todos sus males.


A pesar que se desvivía por él no podía tenerlo. Era novio de su hermana mayor, una frívola mujer que igual que él había sido atrapada por la dulzura de aquel hombre. Esa mujer lo amaba, pero no como aquel pequeño, eso era claro. Sus sentimientos eran puros y dóciles por lo que jamás haría algo para desestabilizar aquella relación.


Y, ¿él? Bueno, el hombre en cuestión, la amaba. Ambos se correspondían y yo podía ver como aquel menudo cuerpo sufría por ese amor que juntos emanaban. Yo más que nadie era testigo de cuanto él deseaba sentir, aunque sea una pisca tan pequeña como un granito de arena, el amor que le entregaba a su hermana; deseaba ser él quien recibiera mimos y que cogiera sus manos con delicadeza.


.


¿Quién se podría interesar en un enfermizo chico paralítico? Si bien, esa era la pregunta que rondaba día a día dentro de su cabecita tras haber enumerado sus múltiples defectos tanto físicos como emocionales, él sabía que nadie podría sentir aquello tan hermoso que reinaba dentro muy oculto en su corazón. Sabía que nadie podría amar como él amaba; esa forma tan… incondicional la atesoraba porque aquel hecho, al final, lo hacía entender que estaba vivo y, que a pesar que no percibía la mitad de su cuerpo, tenía la capacidad de sentir y eso era magia para él.


Nunca se había interesado en alguien, ni nadie se había interesado en él. Tal vez esa fue otra de las razones por la cual su corazón se había prendado de aquel hombre quien lo había sorprendido al impregnarse en su vida; alguien ajeno a su familia estaba al tanto de sus gustos además de tener interés en sus pasatiempos y aspiraciones futuras.


Era extenuante y frustrante ver como era de difícil la vida para nuestro pequeño ilusionado, pero no nos lamentemos por él. Ruki es feliz, la presencia diaria del mayor en su hogar le bastaba, su sonrisa diaria para él era suficiente, una conversación plena de veinte minutos bastaba más que un dulce beso…


No negaba que él ambicionaba probar aquellos labios que su hermana ultrajaba a cada instante a su antojo. Aquellos rosados y delgados gajos lo torturaban con el deseo vivo de querer rozarlos aunque sea un insignificante segundo. E incluso, yo sabía que él estaba dispuesto a sacrificar el roce de labios por sólo acariciar aquella sensitiva piel con la yema de sus dedos.


Su boca rosada lo hipnotizaba. Sobre todo cuando aquel rubio pasaba su lengua cuando hablaba. Inconscientemente provocaba que Takanori no dejara de maravillarse y desearlo aún más. Éste le sonreía cuando era descubierto en el delito; era lo más descarado que hacía y no negaba ni afirmaba su escrutinio. El mayor se daba cuenta, pero sólo se sonrojaba por la inquisidora mirada de aquel menudo de melena plateada. El avergonzado terminaba haciéndole cosquillas para amainar su rojo rostro. Aquello era algo que amaba, a pesar del fuerte porte masculino que mostraba, Reita, era tímido, algo que al menor le encantaba; su deleite eran las mejillas carmín de aquella persona. Por eso, y más, agradecía estar vivo y no haber fallecido en aquel fatídico día donde perdió a su padre y él quedó postrado en una silla de ruedas…


Amaba su vida y las pruebas que le ponía el destino. Y sobre todas las cosas, amaba haber conocido a aquel rubio, sin duda alguna.


.


Pero, a veces, de sus ojos podía ver como gorgoteaba envidia cada vez que llegaba la hora que Reita se marchaba de casa. De él se despedía con un cálido: “Nos vemos” y revolvía sus cabellos, pero en cambio a su hermana la besaba y la dejaba sin aliento con las mejillas tórridas. Luego de aquello el intercambio de miradas, de aquel par, eran cargadas de deseo lujurioso. Ruki fruncía su mandíbula con aquel hecho diario. No obstante, rápidamente se arrepentía. Rápidamente rectificaba sus sentimientos y se sentía la peor persona por odiar a su hermana y desear algo imposible. Se consideraba una mala persona, un ser corrompido por horribles pensamientos.


¿Era mala persona por amar? Se preguntaba una y otra vez, sin tener respuesta alguna, ya no podía contener aquellos sentimientos, lo veía en sus acciones, después de todo llevaba acuesta con este secreto por más de un año; en cualquier momento explotaría, y esto no sería nada bueno. Y yo, únicamente, me podía limitar a mirar a mi pequeño sin poder cambiar los hechos.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta aqui ♥

Se que los prólogos apenas dejan un regusto a nada, pero yo quise mostrar un poquito más, se dierón cuenta? la historia se entiende facilmente y es contada por un tercero, nunca habia escrito asi, pero nació de la nada ~

en el siguiente cap se verá interacción y dialogo c: espero que les haya gustado^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).